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Una segunda oportunidad por elfasilveriana

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Notas del capitulo:

TA-DA xD les dejo capitulo despues de mil edades. Sobre esta lenda parejita que tanto me encanta. c: bueno espeor y les guste puesto que faltan dos capitulos y prologo para darle fin a esta historia que fue la primera para poder iniciar en este sitio. Sin mas los dejo leer.

Los ojos de la elfa miraron con alegría los de Aragorn, pero los del rey solo podían reflejar angustia y claro, miedo también.

-Aragorn- dijo Arwen ya estando frente a él, Aragorn solo podía tragar saliva nervioso, le daba vergüenza mirarla a la cara después de tal engaño. El hombre que era el causante de todo esto ya era arrastrado por el rey Thranduil después de la preocupación que vivió debido a su hijo, era obvio que Thranduil no tendría piedad con el hombre, Aragorn después hablaría con él rubio para reducir la sentencia de su primo.

-Arwen- contesto Aragorn tratando de sonar feliz de verla, los magos aún seguían alrededor del elfo recitando varios hechizos en elfico, mientras un aroma puro invadía el espacio de bosque.

-Te extrañe tanto- volvió a decir Arwen lanzándose a los brazos de Aragorn quien se sorprendió por el acto, pero herido por las palabras dulces de la elfa acepto su abrazo.

-Arwen, yo tengo que decirte algo-  Arwen separo el rostro del pecho de Aragorn para mirarlo pero sin romper el abrazo.

-Qué bueno que lo dices, pero yo también tengo algo que decirte-

-Pero esto es importante necesito decírtelo de inmediato- dijo Aragorn , quería decírselo ahora pero Arwen cambio su expresión a una molesta.

-Aragorn, antes de que partieras y que ocurriera todo esto yo acudí a ti para poder hablar contigo, sin embargo en ninguna ocasión logramos hablar ni un momento a causa de tiempo y creo que por esto merezco hablar primero- replico la elfa a lo que Aragorn se alarmo por la noticia que ella tenía que decirle.

-Pero Arwen enserio necesito decirte esto…-

-En el día es imposible verte y hablarte y por la noche ni siquiera llegas a la cama junto a mí, como rey sé que tienes muchos asuntos pero como mi esposo creo que tienes que darme un momento para estar a tu lado, ahora por favor concédeme la oportunidad de hablar primero- Aragorn no podía negar la petición de la elfa, ella tenía muchas razones por las cuales merecía hablar primero.

-De acuerdo- le concedió el rey, fue entonces cuando Arwen tomo dulcemente la mano de Aragorn y la llevo a su vientre.

-Aragorn…- dijo con una sonrisa cálida –Estamos esperando un hijo- 

¿Un hijo?

“Un hijo” se repetía el mismo aquellas palabras, por dentro sentía una enorme felicidad pero al mismo tiempo sentía una gran decepción. ¿Ahora cómo le diría a Arwen lo suyo con Legolas? No quería lastimarla ahora la lastimaría más que nunca, no solo la dejaría sola, si no con un hijo que era suyo, en cuanto escucho la palabra “Hijo” enseguida se encariño con esa palabra pero aun así el amor que creía sentir por Arwen no regresaría, él amaba a Legolas y estaba seguro de ello, y estaba seguro que el amaría a su hijo.

-¿Aragorn?- llamo a su esposo Arwen de manera preocupada y decepcionada -¿Qué sucede? ¿Es que acaso no te alegra saberlo?-  Antes de que Aragorn pudiera recuperar las palabras extraviadas en su garganta le llamaron.

-Aragorn, hemos terminado, puedes llevarte a Legolas- dijo Gandalf mientras se apartaba del cuerpo tendido del elfo.

-Hablaremos más tarde- le susurro Aragorn en el odio a Arwen mientras le daba un cariñoso beso en la frente, para dirigirse donde yacía Legolas y enseguida cargarlo. –Es hora de volver a casa- susurro Aragorn más para sí mismo, aunque la palabra “casa” le sonaba vacía, sabía que muchos problemas se avecinaban, peor que el hechizo del bosque.

                             *~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Aragorn en cuanto dejo a Legolas recostado en su cama, estuvo ocupado todo el tiempo, sanando heridos de un lado a otro, rechazando y enviando cartas a varios reinos que ya estaban en camino demasiado tarde para ayudar al príncipe elfo, y Faramir estaba herido por lo cual no podía ayudarlo y su trabajo se acumulaba, aunque su trabajo se vio interrumpido cuando Arwen apareció en la puerta con un expresión triste.

-¿Sucede algo?- pregunto Aragorn que se percató de su presencia pero no la miraba, seguía moviendo la mano ágilmente con la pluma escribiendo sobre el papel.

-Quiero hablar sobre lo que te dije esta mañana, ¿Por qué no te alegraste sobre la noticia? ¿Es que acaso no quieres un hijo?- pregunto Arwen, ella estaba temerosa pensó que sus visiones sobre un feliz Aragorn jugando con su hijo habían sido simples ilusiones.

Enseguida Aragorn dejo la pluma y la miro, vio los cristalizados ojos de Arwen y la tomo con dulzura de su mano, para llevarla a su habitación para poder hablar más tranquilos. Una vez en la habitación Arwen rompió a llorar, estaba desilusionada y preocupada.

-No llores Arwen. Claro que anhelo a ese pequeño- dijo el rey colocando un mano en el vientre de la elfa –Solo que……- sus palabras nuevamente se quedaron atrapadas en su garganta.

-¿Cuál es el problema Aragorn?- dijo Arwen, en el fondo ella no quería saber la verdad, ella suponía de que se trataba de algo horrible, pero quería saber el motivo de porque Aragorn ya no era el mismo. –Dímelo, no quiero que mientas más-

Entonces, los ojos que una vez se miraron con curiosidad y amor se clavaron entre sí, pero esta vez con tristeza y desilusión.

Aragorn no pudo más, necesitaba dejar de lastimarla y aunque le partiría el corazón, no tenia de otra, no quería seguir mintiendo más. 

-Arwen, yo….- Aragorn trago saliva y se sintió nervioso por la mirada de Arwen clavada en el – Ya no siento lo mismo por ti-

Fue ahí cuando Arwen se derrumbó, ninguna lágrima salió de sus ojos pero tenía los ojos fijos en los de Aragorn, tratando de buscar alguna mentira, pero no, Aragorn decía la verdad.

El ya no la amaba.

-Mientes, dime por favor que mientes…-  Aragorn no quiso seguir mirándola, giro la mirada a otro lado, pero podía sentir como las manos de Arwen tomaba las suyas con desesperación.

-Lo siento- fue lo único que dijo el rey para observar como Arwen esta vez comenzaba a llorar.

-Si no me amas, demuéstramelo- dijo  Arwen decidida –Bésame, aunque sea por última vez, pero quiero quedar libre de mis dudas, te dejare en paz si con esto sé que lo que dices es verdad, nuestro hijo nacerá y podrá estar a tu lado, pero solo bésame- fue ahí cuando Aragorn miro con duda a Arwen, pero era lo menos que podía hacer, se sentía como un idiota al romperle el corazón así. Se llevó las manos de Arwen a sus labios y le beso los nudillos para luego acercarse a los labios de la elfa y besarle, de una manera que reflejaba un “Lo siento”.

Y en ese momento fue cuando escucho su nombre de una voz conocida, enseguida se separó de los labios de Arwen y miro hacia la puerta, Legolas no paso tanto tiempo sosteniendo la mirada de un sorprendido Aragorn, ya que, enseguida salió corriendo de allí.

Aragorn no dudo mucho, antes de salir corriendo tras el, miro a Arwen que ahora lloraba.

-Enserio lo lamento, espero y pueda explicar las cosas más tarde, tengo que arreglar algo antes- dijo Aragorn para salir corriendo de la habitación. Mientras Arwen se tumbaba sobre el suelo a llorar, cuando sintió los labios de Aragorn rozar los suyos esa vez, sabía que todo había acabado.

Aragorn estaba diciendo la verdad. 

                             *~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

-Legolas, por favor, abre la puerta- dijo una vez más Aragorn tocando la puerta y volvió a recibir un “No” como respuesta al otro lado de la puerta. –En serio, lo que viste, no es nada de lo que crees- se explicó Aragorn.

-No me importa lo que haya sido, aun así la besaste ¿Cuántas veces planeas engañarme?, aun perdiendo la memoria, no puedes hacer nada bien- Aquellas palabras le habían dolido realmente a Aragorn, pero sabía que Legolas decía la verdad, ninguna de las cosas le salían bien en estos momentos, pero realmente necesitaba el consuelo de Legolas, lo necesitaba, de aquello tenía mucha verdad.

-Legolas, si no abres la puerta, me veré obligado a echarla abajo.- El elfo, por lo tanto, sabía que él era capaz de algo semejante así que, con su peor humor abrió la puerta decidido a gritarle en cuanto el entrara a la habitación, sin embargo no hizo nada de eso, ya que sintió como Aragorn lo tomaba de la cintura y escondía su rostro en su cuello.

-Aragorn…- le llamo en un susurro, para luego escuchar como el sollozaba escondido en su cuello. –No llores- le consoló el elfo mientras le acariciaba el cabello.

-¿Por qué eh tenido que lastimar a la gente que tanto me importa?, Oh Legolas ya eh destrozado a la pobre Arwen y ahora te eh lastimado a ti- dijo Aragorn entre sollozos sintiendo la mano de Legolas acariciando su cabello.

El elfo por su parte, se sintió culpable de causarle más problemas cuando Aragorn ya tenía muchos encima. Y aunque no era el mejor momento, él estaba seguro que Aragorn necesitaba distraerse un momento. Cerró la puerta empujándola con el pie, para levantar el rostro de Aragorn y limpiar las lágrimas con sus pulgares, le beso los labios y luego le tomo de la mano para guiarlo hacia la cama, allí lo sentó y estando frente a él lo volvió a besar antes de que digiera algo. Muy pronto Aragorn se abandonó al beso, recorriendo las manos por la delgada cintura del elfo para atraerlo más a él, el beso aún no se rompía, y si lo hacía era solamente para tomar aire y luego volvían a unir los labios hasta que el beso fue más desesperado.

Sintió las manos de Legolas ir hacia los bordes de la camisa blanca casi transparente y alzarla, Aragorn le ayudo alzando los brazos hasta que la camisa estuvo fuera, Legolas volvió a besar los labios de Aragorn y los volvió a abandonar, para quitarse el mismo la ligera túnica que llevaba puesta y que le habían cambiando, seguramente cuando estaba inconsciente. En cuanto se deshizo de la túnica quedo por completo desnudo frente al rey, enseguida este tomo a Legolas de la muñeca y lo arrojo a la cama colocándose sobre él, Legolas lo tomo del cuello para atraerlo a sus labios una vez más y se besaron, hasta que el rey decidió bajar a su cuello. Besaba y mordía encantado con el sabor  de la piel del elfo. Se sorprendió por el repentino cambio, al notar que el volvía estar abajo y Legolas sobre él.

-Déjamelo a mí- fue lo que dijo, para bajar de a poco a poco, plantado ocasionales besos sobre su vientre, hasta que llego a su pantalón, los bajo con lentitud al igual que la prenda que seguía cubriendo la apresada erección de su amante. Y una vez libre su erección Legolas trago saliva al ver el tamaño comprometedor de Aragorn, que no había tenido tiempo de admirar, no dio más vueltas, se metió el miembro de este en su boca, succionando con torpeza, pero al parecer a Aragorn no le importo pues dejo salir un gemido grave, aquel sonido le dio a Legolas un poco más de confianza para comenzar con un vaivén de movimientos de arriba abajo,  pero no todo cabía en la boca de Legolas por lo cual decidió completar la acción con su mano,  subiendo y bajando, teniendo como inspiración,  los gemidos roncos de Legolas y sus manos aferrándose a su cabello dorado.

Legolas fue apartado por Aragorn, el parecía querer ahora el control cuando volvió a ponerlo debajo de el, así que el elfo no dijo nada y solo lo atrajo hacia el en un beso, sin importar que hace unos segundos había estado en su entre pierna. Las manos de Aragorn recorrían con libertad el cuerpo suave y blanco del elfo, con tanta delicadeza que llegaba a tener cosquilleos, y luego de varias caricias y besos, Aragorn se posiciono entre sus piernas, mirando con duda a Legolas el cual este asintió.

Legolas se aferró con fuerza a las sabanas, puesto que el rey había ido al fondo a la primera, comenzó a moverse después de esperar un breve tiempo, y la habitación no tardo en invadirse de gemidos y jadeos por parte de ambos. Legolas ya se aferraba a la cintura de su amado con la piernas y sus uñas se clavaron en la espalda de Aragorn, que llegaba soltar jadeos de dolor, pero aun así no decía nada, era tanto el placer que el dolor quedaba a un lado. Después de unas fuertes envestidas más por parte del rey, ambos ya habían terminaron.

Se quedaron así, el rey dentro de él, mientras esperaban a que sus agitadas respiraciones se calmaran.

-Te amo- le dijo el rey mirando a esos ojos azules que lo había maravillado una vez y lo había hecho de nuevo. Legolas no respondió pero le dedico una sonrisa y con un dulce beso en los labios no hicieron falta palabras.

Aragorn cubrió con las sabanas sus cuerpos exhaustos y después de cruzar un brazo sobre la cintura del elfo, ambos se quedaron dormidos

 

Arwen, entro con discreción a la habitación, no sabía cómo reaccionar al ver a los dos amantes abrazados, su corazón estaba por completo roto, Aragorn tenía ese rostro de armonía estando recostado sobre el lecho con la persona a quien ama. La elfa, cerró la puerta con sigilo. Entristecida, se dirigió a la habitación donde se suponía que deberían estar dormitando los dos, como verdaderos esposos, se recostó sobre el lecho y antes de quedarse dormida, escucho un golpe en la puerta. No le di tiempo para pensar cuando se dio cuenta que era su padre Elrond quien se adentraba a la habitación, antes de preguntar con aire seco…

-¿Dónde está Aragorn?-

Notas finales:

Gracias por leer :3 


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