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SOY UN JUGUETE DEL DESTINO por shiki1221

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CAP 12: PADRES

 

Sasuke nada más terminar su conversación con Kushina, se apresuró a volver a su casa y relatarle lo sucedido a su hermano mayor y la pareja de éste. Itachi no se podía creer lo que oía, la persona a la que describía no podía ser aquel niño revoltoso que se la pasaba junto a Sasuke hace tres años. Deidara había oído hablar mucho del tal Naruto gracias a Itachi, Minato y Kushina, ya que su cuñadito casi no hacía mención de él por la nostalgia. En consideración a esto, los tres mencionados, se abstenían de tocar el tema enfrente del Uchiha menor.

Pero si le contaron muchas cosas sobre el niño rubio y siempre se lo describió como una persona amable, torpe, ingenua, y algo revoltoso, travieso e hiperactivo. Jamás se le cruzó por la cabeza que pudiese comportarse de tal manera. Ambos entendieron a la perfección lo que quería su “hijo” (N/A: Itachi tiene la custodia legal de Sasuke así que es su padre ante la ley y Deidara ya saben es su madre ante el yaoi). Los tres fueron esa misma noche a animar a la pareja, que los esperaba como siempre, con las puertas abiertas y grandes sonrisas.

Deidara se había ofrecido para ayudar en la cocina, sin embargo, Kushina velando por el bienestar de su horno, se lo prohibió alegando que no era correcto que una visita tuviera que hacer eso. Le costó mucho trabajo, pero lo convenció de ir junto a Minato e Itachi. Del que no se pudo deshacer fue de Sasuke, que entró a escondidas a la cocina, y comenzó a preparar con ella unas galletas. Pero no tenían tanta suerte, como para que la ausencia del menor, pasara desapercibida por el rubio de pelo largo, que se dirigió a la cocina.

—Sasu-chan ¿qué estás haciendo aquí? Hmn. —preguntó molesto el recién llegado— Kushina-san ¿no me dijo que las visitas no debían estar en la cocina?

—Etto... yo... lo que pasa ttebane. —no sabía que decir los había atrapado con las manos, literalmente, en la masa.

—Dei-chan preparamos galletas para el postre. —contestó Sasuke sin dejar lo que hacía, revolver la mezcla que sería la masa de las galletas.

—Entonces yo también quiero ayudar, no me gusta sentirme un inútil hmn. —el ojiazul ya estaba arremangando su camisa para cocinar— No hace falta dei-chan, Sasuke-kun y yo podemos ttebane. Además, preparar la cena es el deber de una esposa.

—Sasu-chan es solo un niño, que mejor vaya a jugar, mientras yo preparo la cena con usted, después de todo, mi marido también está presente no lo olvide.

Un silencio sepulcral se adueñó de la cocina, la afirmación los sorprendió de sobremanera a los otros dos. Deidara siempre aceptó el hecho de amar a Itachi, de ser su novio, pero jamás había admitido que la “boda” realizada por Kushina convirtiera al mayor de los Uchiha en su esposo. Aunque éste con gusto solía bromear y molestar al rubio diciendo que era verdad y que él como “buena esposa” debía limpiar, cocinar y cuidar a Sasuke.

—KYAA ES LA PRIMERA VEZ QUE ADMITES QUE EL MATRIMONIO QUE YO REALICE ES LEGAL TTEBANE.

—¡¡ESO NO ES CIERTO!! YO... SOLO... HMN. —no sabía ni que decir.

—Estoy feliz que admitieras que estarás con mi nii-san baka hasta que la muerte los separé, pero ahora te largas de la cocina.

—Pero yo quiero cocinar. —dijo el rubio poniendo pucheros, pero al ver a la pelirroja, con esa sonrisa made in pervert yaoi, se asustó e intentó arreglar lo que dijo— No tiene nada que ver con ser la esposa de Itachi hmn.

—Mira dei-chan no te ofendas, pero tu comida desafía las leyes de la gravedad. Te juro que, si Newton hubiese visto tu comida en lugar de la dichosa manzana, pensaría que las cosas caen hacia arriba.

—Sasu-chan que digas “no te ofendas” no lo hace más suave de oír, igual es demasiado sincero hmn. —exclamó Deidara y giró el rostro fingiendo indignación.

—No te vendría mal un descanso, así que para la sala. —al decirle esto, quiso señalar con la mano, pero sacó el cucharón con el que estaba mezclando la masa y terminó salpicando al rubio— etto dei-chan...

Pero el ojiazul estaba como una bomba de tiempo, a la que le enciendes la mecha y solo te queda esperar a que explote. Esa escena, era un maldito deja vú de su legendaria pelea de comida con su novio, en la época que estaban en el instituto, y el parecido del pelinegro no ayudaba a calmar su sed de venganza.

Miró detenidamente la mesa buscando con que atacar, al encontrar harina, no dudó ni un minuto en usarla, pero su mala puntería era igual de legendaria que su carácter explosivo. Le atinó a Kushina, y ésta haciendo gala de su sobrenombre el “habanero sangriento” tampoco tardo en demostrarles a esos mocosos de lo que estaba hecha. Ella también tenía un bol con la mezcla para galletas, con la que atacó al rubio de pelo largo, que logró esquivarla por los pelos dándole al pelinegro, que respondió rápidamente. Ninguno se quedaría atrás en esa batalla, ahí se estaban jugando su orgullo como guerreros culinarios.

Llegando al punto culminante, en el que era el rubio contra el azabache, ya que Kushina se fingió muerta al recibir un tomate maduro (N/A: ya saben blandito como para salsa) en medio del pecho. El rubio saboreaba la victoria, y los restos de masa en su boca, mientras acorralaba al azabache en una esquina de la cocina.

—Ríndete sasu-chan fuiste un gran oponente, pero este es el final hmn. —dijo al más puro estilo terrorista.

—Jamás, estás sacrificando un indefenso tomate que tiene mucho porque vivir.

—¿Sabes que la vida de este tomate terminara en una ensalada no?

—No importa, no me rendiré aún tengo una zanahoria y la usaré contra ti.

—Yo no te recomendaría hacer eso Sasuke-kun, recuerda que dei-chan es un uke, si los usas con él puede que lo confunda con un vibrador y le guste demasiado ttebane.

La cara de Sasuke era igual al tomate que sostenía Deidara mientras que la cara del mencionado era una bomba de tiempo roja de vergüenza e ira.

—¡PARA ALGO ESTA EL BASTARDO DE ITACHI! ¿NO LES PARECE? AUN NO ESTÁ IMPOTENTE. —gritó a todo pulmón el ojiazul.

El grito del rubio logró alcanzar los oídos, del nombrado y de Minato, de igual modo a todos los vecinos en aquella cuadra. Pero centrándonos solo en los que habitaban la casa, nos encontramos con el mayor de los Uchiha yendo a la cocina en compañía del Namikaze. Al entrar se encontraron con un escenario parecido al de la guerra mundial.    

—¿Para qué gritas mentiras dei-chan? Yo no soy ningún impotente, y te lo puedo demostrar. —afirmó el novio de Deidara con una sonrisa marca Uchiha y una mirada lujuriosa—Así que, ¿cómo lo quieres duro contra el muro o lento contra el cemento?

—Etto… yo... yo ita... Itachi. —trató de hablar el rubio sin éxito ya que estaba nervioso al extremo.

—Donde sea que te vayas a violar a dei-chan por favor que sea lejos de mí. —ordenó firme el menor de los Uchiha— Si es contra un muro que sea el de la casa de Kushina-san, Hinata o Karin que estarán encantadas de verlo. Yo no quiero más traumas ¿me oyeron? 

—Pero fue un accidente sasu-chan, ya sabes lo de aquella vez. —trató de explicar Deidara.

—Ni me lo recuerdes. —replicó con espanto el joven pelinegro.

—Pero a mi sí, como me encanta recordar mis encuentros con mi esposa, igual que a ti dei-chan. —afirmó Itachi al cual ya se le caía la baba.

—Creo que deberíamos pensar en la cena, porque la cocina no está en condiciones para que nadie cocine aquí. —habló Minato con mucha razón, la cocina no era apta para nada si no se limpiaba adecuadamente y los ingredientes para la misma fueron utilizados para fines bélicos.

—Bueno podemos salir a cenar a un restaurante, esta será a excusa perfecta para darles la buena nueva, ¿qué les parece? —sugirió Itachi.

Mientras Kushina subía a darse un baño y cambiarse la ropa sucia, el mayor de los Uchiha se fue a buscar un cambio de ropa para Deidara y Sasuke. Cuando finalmente todos estaban bañados y cambiados se dirigieron a un restaurante de lujo, que pagó Itachi a pesar de la negativa de los adultos, que insistían en pagar, aunque fuese la mitad. La cena transcurrió de lo más entretenida, pese al lugar en el que estaban, ellos no se comportaban de manera excesivamente estirada, se daban la libertad de reír y bromear, a pesar de los gestos desaprobatorios de los demás comensales.

—Ne nee Itachi-kun ¿cuál es la buena nueva? Ttebane. —preguntó ansiosa ya que le encantaban las sorpresas y más si eran buenas.

—Lo que sucede es que al fin tengo el derecho sobre las empresas Sharingan como dueño absoluto. —comentó orgulloso el mayor de los Uchiha.

—Eso es genial Itachi-kun, estamos muy orgullosos de ti, como seguramente lo estarían Fugaku y Mikoto. —afirmó Minato y le regalo una sonrisa orgullosa.

—Se lo agradezco mucho Minato-san, y como usted es una persona a quien estimo mucho y que sé que puedo confiar plenamente, tal y como usted lo hizo en mí cuando nadie lo hacía. Me gustaría pedirle que sea mi socio. —propuso el pelinegro con mucha esperanza por una repuesta positiva.

—Itachi-kun, pero mi compañía es pequeña en comparación que la tuya, no creo que pueda ayudarte. —le respondió triste Namikaze recordando como su propio hijo le dijo que era pobre y causaba vergüenza.

—Eso no me importa, yo en verdad le agradezco todo lo que hizo por mi hermano y por mí, además aún es pronto para cantar victoria. Mis competidores no se rinden, son demasiado ambiciosos. Así que decidí aprovechar que aún falta un mes para que empiece la universidad.

 

(N/A: esto es lo que me pasa a mi yo empiezo las clases en la universidad un mes después que mi hermano que está en secundaria)

 

—¿Y para qué? Ttebane. —dijo la única mujer presente al no entender que tenía pensado el pelinegro.

—Lo que pasa es que debo buscar personas de confianza, los que me quitaron la empresa aún desean destruirme, más que antes incluso, por eso deberé asistir a varias fiestas de alta sociedad para conseguir aliados. —les explicó el azabache de pelo largo— Por eso quiero que Minato-san sea mi primer socio, ya que confío en él, no solo como persona, sino también en su habilidad para los negocios. Al igual que mi padre lo hacía.

Eso conmovió de sobremanera al rubio mayor, que se trató de calmar y no andar de “llorica” como le dijo su hijo, pero esas palabras eran muy sinceras y venían de uno de los niños a los que acompaño junto a su esposa cuando no tenían a nadie más. Verlo ahora después de tantos sacrificios lograr lo que se proponían desde hace tanto, al igual que su verdadero hijo, que cumplió su sueño, lo enorgullecía enormemente, pero con la diferencia que los Uchiha no estaban dispuestos a olvidar todo el cariño que les brindaron en los peores tiempos. Nuevamente se le escapó una traviesa lágrima, pero de felicidad, por saber que los pelinegros los apreciaban de verdad.

—Claro... snif... que acepto snif... —habló el rubio mayor tratando de no hipar demasiado.

—Esto hay que celebrarlo hmn. —dijo emocionado Deidara.

—¿Para eso nos trajiste aquí verdad Itachi-kun ? ttebane.

—Así es, pero tendré una celebración más privada con mi “esposa” aprovechando que tengo un mes sin Universidad. —reveló Itachi, quien ya estaba pensando en formas indecorosas de celebrar junto al rubio que amaba.

—Nii-san eres un desconsiderado, ¿lo sabías? Que tú tengas libre el mes no significa que yo también, ustedes son muy escandalosos, así que ni lo pienses o no podré dormir. Sin contar, que tal vez tenga que presenciar escenas traumáticas de nuevo, y no creo que estés dispuesto a pagarme un buen psicólogo.

—Ohh ototo baka pero ni siquiera pude disfrutar de mi luna de miel.

—¿Qué les parece si Sasuke-kun se viene a vivir con nosotros un mes? Así no correría riesgos de verlos en algún momento comprometedor y ustedes disfrutaran de su luna de miel. —les comentó la pelirroja muy ansiosa.

—Por mí no hay problema, así todos estarían más felices, podrán hacerlo como conejos si quieren, pero asegúrense de limpiar todo con desinfectante después, no quiero encontrar nada “sospechoso”. —dijo Sasuke.

Los adultos estaban muy felices y aprovechando que Sasuke estaba sentado en medio de los dos, Kushina lo abrazo con fuerza y Minato se limitó a darle un pequeño beso en la mejilla. Todos salían ganando con eso, el mayor de los Uchiha estaría con su “esposa” a solas y los adultos tendrían a un “niño” en la casa. El arreglo les gustaba y les convenía a todos, excepto a alguien que había observado todo desde una mesa algo alejada de ellos, hasta el último movimiento de esos cinco sin perder detalle. A pesar de que no notaron su presencia, ni como fijaba su mirada azul con gran intensidad, ignorando completamente a su acompañante de cabellos rosa.

La cena pasó muy alegre por tan buena noticia, a esta le siguió la noche. Tenían arreglado que Sasuke se movería de la casa el lunes, mientras el domingo empacaría ropa y otras cosas como para, en lo posible, no acercarse a su casa en un mes. No sea cosa que entrara un día y se encontrara con una película porno gay, como le pasó un par de veces, al volver de la escuela.

Esa mañana de domingo, estaba nublada y anunciaba silenciosamente la llegada de una tormenta. El celular que Itachi le había regalado comenzó a sonar, al ver quien era no pudo más que bufar molesto. Era Naruto que lo invitaba a su departamento ese mismo día, el ojinegro tenía cuentas pendientes con él, ¿qué mejor oportunidad para hablar con él?

Sin levantar sospechas, fue a encontrarse con Uzumaki, el portero ya lo dejaba pasar sin cuestionar nada, por temor a una represalia por parte del Yondaime. Sasuke se dirigió al departamento de su mejor amigo con rapidez por la ola de emociones que sentía. Todavía no se creía aquel cambio tan radical que parecía tener, no es que desconfiara de la palabra de Kushina, pero le costaba asimilarlo; después de haber pasado esa semana como los mejores amigos que siempre fueron.

Al llegar, no necesito llamar a la puerta, el rubio lo esperaba en la puerta con un gesto de indiferencia, tal cual el día que se volvieron a ver en la escuela. En lugar de invitarlo a pasar o siquiera saludarlo, solo entró al departamento y dejó la puerta abierta como una muda señal de lo que debía hacer. El de ojos noche no desaprovechó el tiempo, cerró la puerta luego de entrar al lugar, solo para ver como su amigo se sentaba en el sofá sin pronunciar palabra.

Al no ver ningún tipo de intento por conversar de parte del rubio, siendo él quien lo había llamado, la furia comenzó a embargarlo. Así que rompió el silencio con todo el enojo e indignación que sentía por lo sucedido con Kushina.

—¿Así que ahora te vas a hacer el indiferente conmigo ¿ehh? —comentó con veneno en sus palabras Sasuke— Si tanto te avergüenzo no deberías haberme llamado, al menos, hubieras tenido la decencia de dejarme las cosas claras como hiciste con tus padres.

 

POV DE NARUTO

 

Está molesto lo puedo ver en su manera de actuar, pero ¿qué quiere que haga? ¿Qué lo reciba con los brazos abiertos después de ver como ocupa mi lugar con mis padres? Se nota que ya le habrán ido con el cuento de cómo yo soy el malvado de la historia solo por decir la verdad que no querían oír. No es que odie al teme, es solo que me molesta la actitud de mis padres, al parecer son tan aprovechados como el resto del mundo ¿Tenían que usar precisamente a Sasuke? Ahora que yo me independicé de ellos, ¿qué es lo que hacen? Aprovechar que él no tiene padres y que a pesar de mostrarse fuerte lo que más anhela es una familia, a unos padres. Vamos teme, tú no eres el plato de segunda mesa de nadie, ni siquiera de ellos. Pero te pondré en tu lugar por no valorarte más a ti mismo.

—Yo ya te lo dije a ti y a ellos, yo soy yondaime, no puedo desperdiciar lo que he conseguido con esfuerzo. —le comento con frialdad— No todos nacemos como tú Sasuke, yo no provengo de una familia multimillonaria, aunque debo admitir que usé tu historia de vida para mi biografía.

Veo como tiembla, al parecer trata de mantenerse calmado, haciendo gala de su autocontrol emocional. Lástima que se quebrará, esta conversación no le va a gustar. Más le conviene que reaccione y se dé cuenta de lo que pretenden, claro si quiere que sigamos siendo amigos. Mis padres solo lo utilizan, o eso quiero creer, no sea cosa que en realidad Sasuke me haya apuñalado por la espalda, acaparando la atención de ellos, solo por la soledad de no tener una familia completa.

—¿Cómo puedes hacer algo así Naruto? Estas cometiendo un gran error. —me contestó algo triste— Sabes que la vida no es riqueza nada más, yo daría lo que fuera por tener a mis padres conmigo.

¡Lo sabía! Él está desesperado, se nota que es capaz de cualquier cosa y eso es peligroso, hay demasiadas personas que viendo esa vulnerabilidad no dudarían en perseguirlo como una presa. Estoy realmente cabreado por tu maldita ingenuidad e inocencia frente a este mundo oscuro y egoísta. Te haré ver la realidad en la que vives quieras o no.

 

FIN DEL POV DE NARUTO

 

—Eso se nota, por algo estas siendo mi reemplazo ¿verdad? —comentó enojado Naruto mirando fijamente a su mejor amigo.

—Mira, no sé qué demonios te pasa, pero lo que les dijiste a Minato-san y Kushina-san no tiene perdón. —reclamó elevando a voz— ¿Y sabes qué más? Ellos no se merecen a un desgraciado como tú.

—Pues mejor para mí, así no me molestaran con sus lloriqueos. Ellos están muertos para mí, espero estarlo para ellos también.

—Entonces no te importará oír una nueva noticia.

—¿Cuál es la nueva noticia? —preguntó con algo de interés el rubio.

—¿Adivina qué me han propuesto tus padres? o debería decir tus “difuntos padres”, irme a vivir con ellos de ahora en adelante.

Eso no era mentira, si bien el plazo era de un mes, viviría con ellos como si fuese uno más de la familia, como siempre lo habían tratado. Pero el objetivo del Uchiha, era sacar los celos del rubio por sus padres y hacerlo reaccionar a tiempo para que se disculpara con ellos y así todos felices. Sin embargo, las cosas no siempre salen como se las planea.

—Jajaja no faltaba menos, —se burló el rubio— si es que ellos lo que tienen es lástima por ti, como los pocos que no te ignoran. Lo hacen porque ese es el único sentimiento que provocas.

—Eso no es cierto, ellos me aprecian como yo a ellos, —trató de que su voz no le temblara al hablar— ellos son muy amables y...

—Después de todo no eres más que un simple huérfano desamparado al que nadie quiere. Claro que son amables, es pura y simple fachada, ellos no te quieren, ¿quién podría querer a alguien como tú?

—¡CALLATE! TÚ NO ERES MÁS QUE UN ESTUPIDO QUE NO SABE LO QUE TIENE. —gritó el Uchiha al borde del llanto por el dolor y la amargura que le producían aquellas palabras— Algún día verás lo que has perdido por esta nueva actitud tuya y entonces te arrepentirás, solo espero que no sea demasiado tarde cuando te des cuenta.

El pelinegro solo dijo eso, antes de marcharse de aquel apartamento, la lluvia fría y cruel, como su amigo aquel día, lo golpeaba constantemente en poco tiempo. Aun así, aquella agua pura caída del cielo ocultaba las lágrimas que no logró contener, él no lloraría mares por lo ocurrido, pero la tristeza lo superaba como para fingirse de piedra. Mientras él corría por las calles, el departamento de su mejor amigo permanecía a oscuras. El dueño solo se limitaba a sentarse a meditar lo sucedido con su mejor amigo, sus palabras fueron un arma de doble filo, sentía que se lastimó a si mismo, tanto o más, que a su amigo.

 

 

 

CONTINUARÁ….    

 

 

 

   


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