CAP 15: ERROR IRREMEDIABLE
Los días se volvieron más largos y tediosos para Sasuke, aquel lugar que consideraba como su pequeño paraíso terrenal, se convirtió de un día para el otro en un limbo de incertidumbre, por las dudas que le generaba lo que presenció allí. Ver a su amigo rubio romper una promesa, iba en contra de todos los principios, en los que el mencionado creía.
No había ninguna explicación lógica que dejara bien parado al rubio, sus acciones hasta el momento eran injustificables, por mucho que quisiera a Kushina, Minato y Hinata, no podía negarse a la realidad. Ellos eran quienes, en varias ocasiones, hicieron alegatos a favor de Naruto en un vano intento de convencer al Uchiha de que no perdiera la fe en él y que creyera en que lo que hacía tenía una razón. Sin embargo, los débiles pretextos que ponían no llegaban a convencer ni un poco al azabache.
Que fuera reconocido y debiera cuidar que su fama no se viera afectada por algún tipo de escándalo no suponía tratar mal a tus amigos y familiares estando a solas. Podría haber dicho las cosas con mayor tacto, ser más consciente del daño que provocaban sus insultos. Pero al parecer las personas son armas mortales, cada palabra hiriente o insultante, sólo terminan dañando la capacidad humana de confiar en los demás.
Es una suerte que existan personas tan buenas, que a pesar de todo prefieran confiar, a enfrascarse en un mundo de oscuridad y soledad. El caso de los padres de Naruto, la novia de éste y aunque deseaba negarlo con todas sus fuerzas, el menor de los Uchiha, guardaba cierto margen de duda. No era tonto, no pondría sus manos en el fuego, jurando algo de lo que no está seguro, saldría muy probablemente quemado. En cambio, si fuera por el Naruto antes de la fama, lo haría sin pensar, pero por Yondaime no.
Para Hinata las cosas se tornaron algo, a su parecer, extrañas. Su novio comenzó a tomarse ciertas “libertades” que no le correspondían. Por cualquier leve acercamiento que sucedía entre ellos en algún descuido, Naruto intentaba meterle mano. Ella se comenzaba a preocupar porque las cosas eran muy rápidas, ella se sentía muy insegura sobre tener relaciones sexuales, pese a que amara mucho al rubio, el temor a un embarazo no planeado era mayor.
Su semblante mostraba lo que sentía, sus amigos se sentían desconcertados sin saber muy bien que le pasaba, a excepción del Uchiha con quien desahogaba sus penas. El azabache le recomendaba no adelantar los hechos, insistía hasta el cansancio que no se deje llevar por las hormonas. Así, otras dos semanas con citas entre la Hyuga y yondaime había transcurrido casi sin ser percibida.
Aquel lunes, Hinata se veía pálida y algo ojerosa, agachaba la cabeza más de lo normal, evitando que su cara fuese vista en su totalidad. Su actitud era preocupante para sus amigos, pero sabían de antemano que preguntarle era una pérdida de tiempo, ella solía intentar no ser una carga, callándose problemas y dudas para no depender de ellos. Tuvieron la dicha que el profesor de historia no pudiera impartir clases ese día, por lo que les quedo un par de horas libres en las que se les permitía ir al patio o quedarse en el salón conversando. Apenas hubo la oportunidad, Hinata salió del salón, sin hablar con nadie.
—Algo le pasa a hina-chan ¿no creen chicos? —comentó Karin a sus amigos.
—Cierto, pero a mí me va a decir exactamente qué es lo que le pasa. —afirmó Uchiha con su mirada entre determinada y preocupada.
—Eso se ve sasu-chan, después de todo debes velar por el bienestar de tu prometida. —dijo con burla Suigetsu sabiendo las ideas del padre de la chica.
—Suigetsu no tienes que decir esas cosas todo el tiempo. —le dijo con reproche, desde que supo los planes de Hiashi siempre lo molestaba con eso.
—Ohh vamos no te puedes enojar con tu mejor amigo. —replicó el peliblanco con una sonrisa mientras abrazaba a Sasuke por el hombro.
Si no fuera porque nadie sabía que Naruto era conocido de Sasuke, éste le hubiese bajado de su nube a Suigetsu diciendo que su mejor amigo era Uzumaki, pero bueno, él mantenía el anonimato como mejor amigo del rubio. Sin más que agregar, salió del salón en busca de su amiga, sin percatarse que los ojos azules de Naruto eran lo opuesto al cielo despejado que siempre mostraba, ahora se veían como la ira materializada.
POV DE NARUTO
Estoy como siempre rodeado de admiradores, a los chicos y chicas de mi salón, no, mejor dicho, de toda la escuela, pareciera que no les cansa alabarme y admirarme por el simple hecho de estar frente a ellos, como si fuese un ente divino, me alegra tanto al fin ser reconocido. Me hace tanta gracia, saber que muchos de estos idiotas, no se dan cuenta que fui compañero suyo en la primaria. En aquel entonces, mi existencia les resultaba tan importante como la de un mosquito, no te interesa hasta que se te acerca y zumba a tu oído, lo mismo pasaba conmigo cuando hablaba solían decir que mi voz era chillona e irritante ¿Quién diría que con una voz tan “molesta” lograría tanto éxito?
Me siento frustrado, porque a quien quiero tener a mi lado no es a este montón de hipócritas sino a Sasuke, pero esa bruja de ojos perla lo mantiene lejos de mí. Pero ya solucioné las cosas el fin de semana, con lo que hice seguro que el teme reacciona y vuelve a mí. Me regocijo al pensar en que venga nuevamente a mi apartamento y retomemos nuestra amistad.
Mis pensamientos cada vez son más alegres, veo como está esa tonta Hyuga, pronto no podrá volver a acercarse a MI amigo, en cuanto él vuelva a mí me aseguraré que jamás le hablé de nuevo. Me irrita que el bastardo fijé su mirada tan preocupada en esa zorra, bueno descubrí que no es tan zorra, pero igual es una interesada que intenta llevarse a mi mejor amigo. Se va corriendo del salón, al parecer ya comenzó su teatro, pero pronto caerá el telón.
El grupo de amigos de Sasuke están preocupados por Hinata, montón de ilusos, si la conocieran como es realmente no estarían así. El chico peliblanco, que parece una piraña, está hablando con Uchiha, y ¿escuché bien? ¿ACABA DE DECIR QUE ESA INFELIZ ES LA PROMETIDA DE SASU? Entonces es cierto que es una trepadora, seguro está enterada que el teme tiene una gran fortuna a su nombre y está con él por eso, para arrebatarle todo su dinero.
Y lo peor aún no llegaba, al parecer el tiempo que no estuve debilitó tu fuerza de voluntad para cumplir una promesa teme ¿CÓMO QUE ÉL? ESE ADEFESIO ¿ES TU MEJOR AMIGO? ¿POR QUÉ NO LO NIEGAS TEME? ¿POR QUÉ NO GRITAS QUE YO, NARUTO NAMIKAZE UZUMAKI, SOY TU MEJOR AMIGO? Bueno gritar no, yo te pedí que el hecho de que estás relacionado conmigo se mantenga en secreto, pero al menos pudiste negarlo y decir que él no lo es ¿SABES CUÁNTOS DE LOS QUE ESTÁN AQUÍ DARÍAN LO QUE FUERA POR ESTAR EN TU LUGAR? ¿POR SER EL MEJOR AMIGO DE YONDAIME? Veo que vas en busca de esa bruja, se nota que te tiene hechizado, pero pronto te desilusionaras de ella, ya lo verás teme, te enteraras de quien es ella en verdad.
FIN DEL POV DE NARUTO
El menor de los Uchiha no tardo mucho buscando a la pelinegra, la conocía lo suficiente como para imaginar el lugar al que se iría a refugiar de sus preocupaciones: la azotea del instituto. Siempre que algo la aquejaba solía ir allí para sentir la brisa del viento en su cabello y relajarse con aquella caricia de la naturaleza. Al de ojos ónix no le sorprendió verla en una esquina de la azotea, sentada con su cara oculta en sus rodillas.
Se acercó despacio a ella, no por evitar sorprenderla ni nada parecido, si no por hacer tiempo para pensar con que palabras abordar el tema. Tenía la vaga idea que su estado se debía a algo relacionado a su noviazgo con Naruto. No quería ser muy rudo con ella, pero él nunca fue muy delicado para las cosas, él decía lo que pensaba y punto final, por eso buscar palabras conciliadoras se le hacía difícil. Evitando esa tarea tan complicada, la pelinegra habló en sollozos.
—Te... snif te-tenías... ra… snif... ra-razón sasu-chan. —comentó sin verlo.
—¿En qué Hinata? ¿Qué te sucedió? —preguntó preocupado.
—Es... snif es-to es sniff... difícil de contar. —la voz sonaba apagada.
—Cuéntamelo por favor, quiero saber que te sucedió hina-chan. Aquí no hay nadie, todos están en hora libre, así que dímelo con confianza.
—Bueno... verás lo que paso es… —comenzó a relatar.
Flash back
Era la tarde de un sábado como cualquier otra, o al menos así lo creyó Hinata, se cumplía un mes desde que comenzó a salir con el amor de su vida. Ella creía que las cosas iban bien, Naruto era muy cariñoso con ella siempre la besaba y abrazaba. Precisamente ese día, estaban ambos sentados en el sofá besándose cuando las inquietas manos del rubio comenzaron a tocar más de lo permitido, y ella se separó de inmediato de él.
—Naruto-naru-koi... y-yo... n-no estoy lista... —habló muy apenada.
—Uff. —suspiró con fastidio Naruto— ¿sabes qué? estoy cansado. Dices que me amas, pero no me lo demuestras, creo que me mentiste.
—¡¿Qué?! No, yo te amo en verdad. —habló desesperada.
—No te creo, si me amas tanto como dices demuéstralo. —afirmó el rubio con seriedad en el rostro, pero con malicia y lujuria en la mirada.
—Etto... yo-yo… —la angustia atacó a la de ojos perla, no sabía qué hacer, no quería perder a su novio, pero tenía muy en cuenta las advertencias de Sasuke.
—Bueno, ya que no estás tan segura de tu amor por mí, es mejor que terminemos este noviazgo. —la entonación de aquellas palabras, no dejaban lugar a dudas.
—No, yo te amo… y-y te lo demostraré, pero no me dejes. —suplicó con los ojos amenazando con romper en llanto.
Yondaime tenía una sonrisa, similar a la del gato de Alicia en el país de las maravillas, Cheshire sonreía menos que él en ese momento, sentía que estaba ante un gran triunfo. La guio a su habitación, específicamente a su cama, en aquel lugar Hinata dejó la inocencia de su cuerpo en manos de su novio. Lo que perdió allí jamás podría ser recuperado, luego de realizar aquel acto que para la pelinegra representaba todo su amor y entrega, ambos comenzaron a vestirse calmadamente, pero la pelinegra quiso salir de dudas.
—Naruto-koi, ¿ahora si me crees que cuando te digo que te amo es de verdad? —preguntó esperanzada porque no dudara más de ella.
—Umm terminamos, ya sabes dónde está la salida. —dijo tajante.
ꟷ¿Co-cómo qu-que terminamos? —no lograba salir de su asombro mientras lloraba amargamente por lo que escuchaba.
—Lo que oíste, no quiero seguir con este noviazgo y punto. —le resto absoluta importancia— Ahh y en vista de que eres o mejor dicho eras virgen, más te vale que busques medidas para evitar un embarazo. No sea cosa que me arruines la vida con un mocoso, yo no estoy listo para ser padre.
La pelinegra con el corazón roto y todo el terror de un posible embarazo, salió del departamento sin mirar ni una sola vez hacia atrás. Uzumaki tampoco se molestó en perseguirla ni nada por el estilo, seguía en su cuarto maldiciendo que las sábanas que antes fueron blancas, ahora estaban manchadas de carmesí, la prueba de la virginidad de Hyuga.
Fin del flash back
Uchiha estaba furioso, ¿cómo es que le hizo algo así a su amiga? Ahora maldecía a todos y a todo. Estaba molesto con la de ojos perla por no haberse negado, por no mantenerse firme en NO hacer nada. Le molestaba que haya tenido relaciones con SU amigo, pero ese pensamiento tan posesivo le pareció ilógico, por lo que lo descarto de inmediato y se preocupó por lo más importante averiguar si estaba gestando un bebé. Reuniendo toda la paciencia que en su vida volvería a tener le preguntó.
—Hina-chan, ¿ya te has tomado algún anticonceptivo? ¿Te has hecho una prueba de embarazo o algo? —contuvo las ganas que tenía de gritar con toda la capacidad de sus pulmones lo idiotas que eran ella y el rubio.
—N-no he podido... si voy a comprar eso mi familia se enterará y... —sus ojos se llenaban de más lágrimas— sniff los decepcionaré aún más.
A pesar de que ella se había equivocado al dejarse llevar, Sasuke no podía dejar de sentirse algo culpable por lo que paso, debido a que conocía parte del cambio en la actitud de su amigo. Tuvo un mal presentimiento todo el tiempo, no fue del todo sincero con Hyuga, no le conto de sus encuentros con él, a diferencia de ella que no le ocultaba nada. Parte de lo que le hizo Uzumaki era su responsabilidad o así lo sentía Uchiha.
—Bueno, lo que vamos a hacer es esto, préstame atención. —con la mano la hizo levantar la cabeza para verlo a los ojos— Como estamos en hora libre aprovecharemos para ir a una farmacia.
—¿Qué planeas hacer sasu? —interrogó con desconcierto.
—Yo compraré el test de embarazo e iremos a mi casa para que lo uses. Mi nii-san está en la universidad al igual que dei-chan, al fin comenzaron sus clases. No habrá problema si vamos ahora, tu familia tampoco se enterará.
—¿En ver-verdad harías eso por mí? —preguntó con inocencia.
—Claro, somos amigos ¿lo olvidas? —resolvió con simpleza— Ahora me encargaré de que todos salgamos temprano el día de hoy, así nadie sospechara que faltamos a clases, sino podrían informar a nuestras casas y estaríamos en problemas.
Los dos volvieron al salón de clases, la de ojos perla se veía más alegre, al venir caminando al lado del Uchiha.
—Ohh veo que terminó la pelea marital ehh? —se burló Suigetsu.
—¡TAKA! Tenemos cosas que hacer ahora mismo. —ese era el llamado para algo grave, sino no hubiese dicho el nombre del grupo— Hina-chan guarda todas nuestras pertenencias. —ordenó a la chica luego señalo a su equipoꟷ Mientras ustedes tres vienen conmigo.
A nadie en el salón le interesó las ordenes que dio Sasuke al grupo taka, cada quien siguió en sus asuntos, a excepción de cierto rubio obsesivo que noto extraña la actitud del Uchiha. Algo tramaba eso lo tenía claro pero la pregunta del millón era: ¿qué pretendía hacer? Y otra menos importante en comparación, ¿qué le dijo Hinata a Sasuke? Era menos importante en comparación, debido a que el de ojos cielo conocía a su amigo, sabía que con él no existían excusas válidas cuando se trataba de traicionar su confianza, pronto esa sanguijuela se despegaría del Uchiha.
Mientras todos continuaban con sus cosas, el grupo taka se movilizaba, Sasuke les prometió a sus amigos que les contaría más adelante acerca de la razón para hacer esto, pero que de momento no era necesario ya que no tenía nada confirmado, es decir, hasta saber si Hinata estaba o no embarazada, no comentarían nada a sus amigos. Ellos no cuestionaron sabiendo de antemano que pronto él solo les daría sus motivos, por ahora sólo debían confiar en Uchiha y luego les interrogarían a ambos pelinegros. No eran para nada estúpidos, no por nada tenían una beca, algo tenían que ocultar de su reciente conversación para pedir salir con tanta urgencia.
—Ahora vamos a emplear algo que hizo mi nii-san baka y dei-chan en el instituto. —dijo Sasuke algo divertido de saber que al fin usarían esa historia que le repetían hasta el cansancio, de cómo surgió el amor entre sus “padres”, si es que la escucho tantas veces que hasta recordaba con que químicos hicieron estallar todo el laboratorio.
—¿Hablas de volar el laboratorio? —cuestionó interesado Juugo.
—Así es, pero gracias a esos dos se tomaron medidas para evitar que vuelva a suceder. —los otros asintieron— Suigetsu necesitamos una distracción ataca el auto de yondaime.
—¿QUÉ? ¿POR QUÉ ESE AUTO? —preguntó el peliblanco espantado.
“Porque el dobe lastimó a mi amiga y su auto es importante para él, no será la compensación justa, pero me encanta la venganza y que mejor que desquitarme con su adorado auto naranja”-Pensamiento perverso de Sasuke.
—Porque llamara más la atención un ataque al auto de un famoso que el de un maestro, ellos hasta deben estar acostumbrados a los delincuentes juveniles. —expresó guardándose la otra razón— Juugo darás aviso de lo ocurrido con dicho auto cuando Suigetsu no corra riesgo de ser visto.
—¿Qué haremos nosotros sasu-chan? —preguntó ansiosa Karin.
—Tú me ayudarás a conseguir las llaves del laboratorio, y mientras yo causo la explosión vigilaras que nadie se acerque.
Una vez explicado el plan todos ejecutaron su parte eficientemente, tanto que Yondaime sólo pudo maldecir a todos los antepasados del inepto que se atrevió a pincharle las ruedas a su auto, rayarlo por todos lados y romperle el parabrisas. No conforme con eso, el atacante lo ensució con pintura rosa, cuya procedencia, era desconocida, incluso para los amigos del de dientes filosos.
Naruto sospechaba del grupo de Sasuke, para él era demasiada coincidencia que luego de que volviera al salón dando órdenes, su auto sufriera aquel ataque y que mientras todos se preguntaban quién lo hizo, sonara la alarma de incendios suspendiendo inmediatamente las clases por precaución. Vio a lo lejos al grupo del pelinegro, pero no se podía acercar sin delatar que lo estuvo vigilando todo el día, como era su costumbre. El rubio le prestaba más atención al de ojos noche que a las clases.
—Jeje gracias por el día libre Sasuke. —comentó feliz Juugo.
—Nos salió perfecto, somos muy eficientes. —afirmó Karin orgullosa.
—No por nada somos taka, si no pudiéramos con algo como esto seríamos una vergüenza para nuestra reputación. —alegó Suigetsu.
—Bueno como siempre muy buen trabajo, gracias por su ayuda chicos. —les felicitó su líder.
—Recuerda que después nos contarás por que la prisa de salir hoy tan pronto. —le recordó Karin mientras los otros dos asentían dándole la razón.
—Claro chicos, pero por ahora disfruten de su día libre que se lo han ganado. Logramos saltarnos las clases del día por nuestras habilidades. —comentó con diversión y satisfacción por el resultado de su eficaz plan Sasuke.
—Ok, chicos nos vemos mañana, a menos que nuestro líder también se lo quiera tomar libre. —dijo socarronamente Suigetsu.
—Jaja muy gracioso. —contestó con fingido enojo el pelinegro— Nos vemos mañana, vamos hina-chan.
—Hasta mañana a todos. —se despidió la de ojos perla antes de seguir al azabache.
Luego de la despedida el grupo se dividió, los taka se dispersaron cada uno a su casa, mientras los otros dos se dirigían a una farmacia. Hyuga se mantuvo algo alejada de la farmacia para evitar malos entendidos y que se supiera que iban juntos. El ojinegro se sentía tremendamente nervioso por lo que estaba por comprar, pero mantuvo su rostro libre de emociones, nadie debería ver la vergüenza que lo embargaba. La señora que lo atendió no lo vio con la mejor cara, ya era de suponer lo que pensaba la dependienta cuando pidió el test de embarazo, que él había actuado como un animal en celo y no contuvo sus hormonas. Nada más lejos de la verdad.
Una vez en la casa de Sasuke, la pelinegra fue al baño con tres test de embarazo, uno podría estar fallido y dar un resultado erróneo, mejor asegurarse con más de uno. Habría que esperar unos cuantos minutos antes de conocer los resultados, dejaron los test en el baño y se sentaron en la sala a esperar y en lo posible rezar porque dieran negativo. Tenían que pasar el tiempo y aunque no les gustara tenían que planear que harían en el muy infortunado caso que diera positivo.
—¿Qué crees que debo hacer si da positivo sasu-chan? —preguntó angustiada.
El otro simplemente pensó que ese sería el peor escenario posible. Uzumaki sólo quería llevar a la cama a Hinata, cosa que había logrado para desgracia suya, ya que ese conocimiento no hizo más que acrecentar el dolor en su pecho. Abortar era una opción no muy recomendable, su amiga jamás se perdonaría destruir una vida inocente, que carecía de pecado alguno, que solo poseería la desgracia de tener una madre ingenua que confió ciegamente en la persona que amaba y un padre cabeza hueca que no se midió en la hora de jugar con la inocencia de Hyuga.
De tenerlo de todas maneras ella no haría más que ser el foco de burlas y desprecios por tener un bebé a su edad y para colmo de males sería un bastardo. Darlo en adopción no la libraría de problemas, ya que su familia sabría que tuvo relaciones con alguien, sería difícil hacerles creer que ella no hizo nada y fue obra del espíritu santo. Sólo le quedaba una opción, que, si bien no era la correcta, era la mejor que tenía para proteger a su amiga y al bebé. Una vez resuelto mentalmente que de todas las opciones solo quedaba una, decidió hablar.
—Si llega a dar positivo y esperas un bebé del dobe, —tomó aire para darse valor— cumpliremos el sueño de tu padre.
—¿Có-có cómo dijiste? ¿Qué qué tra-tra tratas de decir? —era la primera vez desde que conoció a Sasuke que la de ojos perla tartamudeo en frente de él.
—Si tienes un bebé, yo seré el padre. —la miró fijo dándole a entender que hablaba en serio— Sé que no nos librará de todos los problemas, pero al menos no te juzgarán tan duramente que si se sabe que es un bastardo. Aun ruego porque dé negativo, pero ese es mi único plan alternativo.
La chica sólo lo miró con dulzura, ella sabía que, aunque lo negara Sasuke amaba al rubio y aun así se preocupaba por ayudarla a ella que había perdido la virginidad con la persona más amada de su amigo. No podía más que agradecer a kami-sama que el destino los haya juntado. Contando con el apoyo de Sasuke la pelinegra se sintió con más confianza, sólo esperaba que diera negativo, le prometió a cuanta deidad se le vino a la mente que, si daba negativo, no volvería a ser tan incauta en su vida.
—Bien, creo que ya es tiempo de ver cuál es el resultado. —habló rompiendo el silencio.
Ambos fueron al baño para conocer el resultado, se tomaron de las manos para tratar de calmarse, estaban demasiado nerviosos. El resultado que se encontraran definiría sus vidas para siempre. Al llegar a donde se encontraban los resultados no pudieron hacer nada más que abrir los ojos desmesuradamente. Los tres test no podían equivocarse, ¿verdad? Era el cuestionamiento de los dos pelinegros al ver que el resultado era el mismo sin importar la prueba que miraran, no podía ser cierto, pero era el resultado definitivo. Tenían unas enormes ganas de llorar por lo que encontraron.
CONTINUARÁ….