CAP 19: TENTACIÓN
La situación en la que se encontraban los hermanos Uchiha y sus allegados era de absoluta preocupación y ansiedad ¿Cómo serían capaces de librarse de Danzou? No era necesario ser un genio para descubrir la ambición de aquel sujeto por poseer toda la fortuna que les correspondía a Sasuke e Itachi. ¿Por qué la directora estaba a favor de ese tipo? ¿Fue sobornada como todos los demás que resultaban útiles para ese sujeto? Dejando eso de lado, tenían a los mejores abogados que su fortuna les permitía pagar, por su bien que ganaran aquella demanda o verían lo que significaba fallarle a un Uchiha.
Los Hyuga, los amigos de Sasuke e incluso Minato y Kushina compartían la angustia y temor de Itachi y Deidara a perder la custodia del menor. Ellos tenían, para su desgracia, demasiadas cosas en su contra que, en cuanto se las dijeran al jurado lo más probable es que perderían irremediablemente, esto era algo de lo que estaban plenamente conscientes. Sin embargo, la esperanza es lo último que muere y ellos se aferrarían a ella, costará lo que costará. En la sala de la casa de los pelinegros estaba la pareja más afectada, el rubio artista y el azabache mayor sentados en el sofá en un silencio de lo más extraño, considerando que cuando estaban juntos eran de lo más ruidosos, haciendo o no sus perversiones.
—Itachi, yo estuve pensando en… —comenzó a decir el rubio captando la atención de su novio— que deberíamos terminar.
—¡¿QUÉ?! —exclamó sin entender por qué el amor de su vida deseaba alejarse de él en el peor momento de su vida.
—Es que… no me malinterpretes, yo te amo, y quiero muchísimo a sasu-chan pero… si yo no estoy contigo y no sé, te consigues una novia o algo por el estilo, tal vez te vean con mejores ojos y no los separen. —explicó con una sonrisa triste Deidara, él los amaba a ambos y deseaba que ellos fueran felices.
—Esa es la idiotez más grande que has dicho en tu vida y mira que has dicho muchas. —le respondió prepotente el pelinegro.
—Pero que mierda. —contestó enojado— Yo que trato de que las cosas se les faciliten a ambos y tú... —lo señaló enojado, pero no llego a terminar lo que iba a decir ya que fue besado de improviso.
—Te amo, no pienso perderte ni a ti ni a mi ototo, ya verás que salimos adelante no por nada soy Itachi Uchiha. —aseguró con una sonrisa de superioridad.
—Que modesto eres hum. —dijo el rubio con sarcasmo— Pero en serio no quiero que sean separados, lo que más deseo es que sean felices con o sin mí. Ya han pasado suficientes cosas en su vida como para agregar ahora que tengan que estar a merced de ese maldito de Danzou.
—¿Y tú crees que Sasuke me perdonaría si te alejo de nosotros? Él también te quiere mucho y te necesita, por favor no nos dejes, somos una familia ¿no? —dijo el pelinegro acariciando la mejilla de su koi.
Esa pareja, para muchos, era disparatada, y repugnante para los de mente cerrada, sin embargo, eran una prueba fidedigna de lo que significa estar con la persona que amas en las buenas y en las malas, dándolo todo por el bienestar del otro. Escuchando atentamente lo que decían, estaba Sasuke escondido, sin que supieran de su presencia observando sin interrumpir a sus “padres”, se alejó sin molestarlos en su momento tan íntimo. Una vez en su cuarto se dedicó a perderse en sus pensamientos.
POV DE SASUKE
¿Por qué sólo causo problemas? Deidara estuvo a punto de dejar a mi hermano sólo para que no nos separaran. Esto es de lo peor, lo que más me frustra es que hayan dicho que soy gay. Yo ni siquiera me plantee que me gustasen los hombres, de hecho, ni las mujeres. El único que me gusta es Naruto, bueno en su caso ahora sé que lo amo, pero con respecto a las demás personas no sé si me gustan los chicos o chicas. Pero ¡¿qué cosas pienso?!! Ahora debo pensar en que puedo decir en el juicio para convencer al juez o a quien haga falta de que estoy bien con ellos.
Uff ¿por qué cuando las cosas parecen estar bien me dura tan poco el gusto y cuando las cosas están mal siempre se ponen peor? De pronto mi monologo y larga lista de maldiciones contra el mundo se ve interrumpida cuando oigo mi celular sonando. Miro la pantalla y ahogo un grito, ¿cómo es posible que sea precisamente el dobe el que me esté llamando? Y lo que más me preocupa, ¿para qué? ¿Contesto o no? ¿Qué hago? Soy un Uchiha, no puedo mostrarme nervioso ante nadie, aun si llama para burlarse de mí. Cosa que no ha hecho en todo este tiempo, él no hace ningún comentario al respecto de la broma pesada que me jugaron y me intriga saber qué es lo que piensa o siente, aun así, debo mostrar indiferencia.
FIN DEL POV DE SASUKE
—Hola. —contestó el azabache como a cualquiera que no conocía.
—¿Esa te parece forma de saludar, teme? —preguntó divertido el rubio “usuratonkachi no encuentro la gracia a tu llamada, ¿qué tal si me cuentas el chiste? Así también me río” -pensó el de ojos oscuros sin decir nada— ¿No vas a preguntar por qué te llamo?
—Dímelo que no tengo todo el día, hay cosas más importantes que tú que debo atender. —le contestó falsamente molesto, después de todo pese al distanciamiento le alegraba poder hablar con el rubio.
—Un asunto más importante ¿ehh? —contestó como burlándose— Me parece que lo que te voy a decir puede interesarte más que cualquier cosa
—¿Así? Pues no lo creo. —respondió escéptico.
—¿Te interesa seguir al lado de tu hermano? —eso sí que le llego hasta el alma, claro que le interesaba, ¿el dobe tendría alguna solución?— Si te interesa ven a nuestro jardín secreto en una hora y lo hablaremos.
“¿Cómo está enterado el dobe de mis problemas? Pareciera que aún se fija en mi bienestar. Espero que este dispuesto a ayudarme, en estos momentos hasta la más mínima colaboración podría hacer la diferencia”. Pensó Uchiha, con una cautelosa actitud optimista, ante una posible resolución al desastre que era su vida. Como las anteriores veces, Sasuke fue a ese lugar que le resultaba tan especial, con toda la emoción por ver si al fin el karma le sonreía un poco.
Llegó al lugar indicado siendo recibido por su... aún no sabía cómo llamarlo, el hecho de amarlo no cambiaba que no existiera una relación formal entre ellos, el distanciamiento y las peleas lo ponían a durar si seguían siendo amigos. Sus dudas y pensamientos fueron dispersos al ver como la puerta se abrió repentinamente y era recibido por Kurama que saltó a sus brazos de inmediato. Uzumaki lo miraba desde la entrada de la casa con algo de molestia por los tratos que le dio el zorrito, quien como siempre, mostraba su preferencia por el de cabellos negros.
—Bien dobe, ¿qué es lo que querías decirme? —preguntó lo más neutral posible, siendo notado de inmediato por el zorrito que se alejó de ellos.
—¿No podrías decir un “hola Naruto como estás” o algo así teme? Ttebayo. —cuestionó con ironía.
—Sabes que sólo vine para que me contaras que sabías de mi situación actual con el asunto de mi tenencia. —la seriedad era muy característica del Uchiha y más por el asunto a tratar en cuestión.
—Siempre tan directo y sincero, ¿verdad Sasuke? —el tono que usó Namikaze era difícil de catalogar.
—Es lo único por lo que vine a este lugar ¿sabes? —le recriminó silenciosamente por incumplir su promesa de guardar el secreto.
—Bien, si así lo quieres. —resolvió con seriedad el de ojos claros— Tengo algunas personas de influencia que me deben favores o cosas por el estilo, puedo sacarte del apuro en el que estás contactando algunas de ellas.
—¿Qué ganarías con esto? —cuestionó desconfiado el de ojos ónix— ¿Hay algo que quieras de mí?
—Sólo una cosa. —al ver la cara del Uchiha se apresuró a explicar— Sólo quiero que volvamos a ser amigos como antes.
—No creo que te convenga. —suspiró resignado— Sabes lo que dicen de mí ¿verdad? Eso de que soy gay y todas esas estupideces de hina-chan que son totalmente falsas.
—Sabía que eran mentiras las que decían acerca de ti. —el rubio se acercó al otro a abrazarlo— No te estás vengando de mí ¿verdad?
—¿Ehh? ¿Cómo que vengándome? —preguntó molesto, pero sin soltarse de aquel abrazo— Por culpa de esa broma demasiado pesada, estoy a punto de ser alejado de todas las personas a las que quiero, mis amigos, tus padres, dei-chan, mi hermano. Sólo quiero evitar que Danzou me lleve. —no pudo evitar sincerarse al estar rodeado de aquellos cálidos brazos que le brindaban protección y lo hacían sentirse seguro como antes.
POV DE NARUTO
No puedo creerlo, al fin puedo volver a abrazar a Sasuke, lo extrañaba, de veras que lo hacía. Ese desgraciado que desea la tenencia del teme es de lo peor, intentar separarlo de su familia por dinero, que bajo ha caído ese sujeto llamado Danzou. En lo personal no lo conozco, pero sé que no es una buena persona, eso es algo que hasta alguien como yo puede notar. Sasuke se siente tan frágil y vulnerable en mis brazos. No lo tenía de esta manera desde aquel día después del funeral de sus padres en el que todos lo empezaron a ignorar como si no valiera nada.
FLASH BACK
En el patio del colegio primario de Konoha, se encontraba debajo de un árbol, un pequeño niño de cabellos azabaches de tan sólo ocho años, sentado con las rodillas flexionadas ocultando su rostro en ellas, intentando parar las lágrimas que corrían deprisa por sus mejillas sonrosadas. Allí aislado de todos los curiosos que sólo se acercaban a burlarse de él y decirle la verdad que siempre se guardaron para sí mismos. Aquellos a los que alguna vez considero compañeros de juego, ahora le daban la espalda y le decían de manera muy fresca que siempre les resultó aburrido jugar con él, pero que lo hacían para que sus padres pudieran fraternizar con los suyos y las acciones de su empresa.
Pero que al quedar huérfano no querían que se les volviera a acercar, ya que ahora según ellos, él no valía nada. Sin embargo, había otro niño que no pensaba de la misma manera que los demás y se sintió por demás identificado con aquella fría indiferencia que estaba pasando aquel niño de cabellos oscuros, quien alguna vez se le acercó en una situación similar.
—Sasuke, ¿qué estás haciendo aquí? Ttebayo —preguntó el pequeño rubio de nueve años, ya que era mayor que el pelinegro por unos meses.
—Vete... snif ¿o acaso vienes a decirme que tampoco me quieres y que te resulto muy aburrido y arrogante? —interrogó sin levantar la mirada, algo que le dolió al de ojos cielo que se prometió no dejarlo como los demás.
—No, claro que no pienso dejarte, eres mi mejor amigo. —contestó con una gran sonrisa— Eres mi primer y mejor amigo y ahora que no están tus padres, yo voy a estar contigo más que nunca, aún si no quieres, así lo haré.
—Pero ahora no valgo nada, nadie me quiere, todos se acercaban por interés, odio esto, estoy totalmente solo. —dijo con las lágrimas aun en sus ojos oscuros mirando a Naruto traspasándole su tristeza con ese simple hecho.
El corazón del pequeño kitsune dolía, al ver a su amigo sumido en la soledad en la que él mismo estuvo antes de conocerlo, lo hería de una manera inexplicable. Eso mismo lo llevó a recordar que en uno de los días más grises de su corta vida, había oído una canción que le resultaba perfecta para el azabache, por lo cual por primera vez en su vida le cantó con todo el sentimiento que tenía en su interior.
Has sido herido por una soledad y dolor inexplicable
Vamos a soportar nuestra soledad juntos
¡No te des por vencido!
Tome tu mano
¿Terminaré perdiéndote algún día?
Quiero protegerte a ti y tu sonrisa, y…
Incluso si tu voz llamándome comienza a desaparecer…
Aunque los susurros del viento me lo digan…
TE ENCONTRARE
Has sido herido por una soledad y dolor inexplicable, pero…
No digas cosas como “no puedo reír” u “odio a la gente”
Hay un significado en todas las cosas que pasan en el futuro
Así que sigue siendo el que eres, sé que lo sabrás cuando llegue el momento
Tú y yo estamos hablando
Algún día nos entenderemos uno al otro
Al término de la canción el pequeño Sasuke tenía nuevamente un pequeño brillo en sus ojos, para el blondo era como ver una pequeña chispa de esperanza que nacía en el corazón de su mejor amigo. Rezaba, a pesar de no creer en ninguna deidad, que Sasuke saliera adelante y luchara contra el mundo tal y como le enseñó a él a hacerlo tiempo atrás.
—Dobe... ¿aún me consideras tu amigo? —preguntó temeroso y algo inseguro.
—No teme, —contestó seguro el ojiazul haciendo que el otro bajara la mirada— eres mi mejor amigo y siempre lo serás, lo prometo ttebayo.
FIN DEL FLASH BACK
Me lo he repetido toda mi vida y lo seguiré haciendo, me alegro la muerte de sus padres, era muy molesto ver a esos buitres detrás de Sasuke por los beneficios y yo teniendo que verlo todo y cerrarme la boca. Pero aquel día la confianza del teme me pertenecía a mí y a nadie más, yo lo acompañé en su soledad y me encargué de no permitir que su corazón cayera en la oscuridad de una depresión. Ahora que tengo la oportunidad de estar a su lado no lo dejaré, es lo mismo que en esa época está rodeado de personas egoístas a las que no les importa. Sin embargo, debo alejarlo de aquella arpía de Hyuga, del trío de ineptos que lo siguen y de esa fastidiosa versión pirata suya. Sólo me necesitas a mi Sasuke, acepta una única condición que te pido y te protegeré a capa y espada de ser necesario.
FIN DE POV DE NARUTO
—Teme, ¿lo recuerdas verdad? El día en que todos te dieron la espalda porque tus padres ya no estaban contigo, —le susurró el de ojos azules directamente a su oído— pero yo estoy contigo y haré lo necesario por ayudarte ¿sí?
El pelinegro no sabía qué hacer, se sentía paralizado al sentir como el cálido aliento de la persona que amaba en su cuello y oreja, no podía moverse su cabeza estaba hecha un lío y su cuerpo se sentía caliente. Él también deseaba que volvieran a ser amigos y ahora veía que eso podría ser posible lo hacía más feliz que nunca, pero se sentía muy confuso ante esa idea. Debido a que no sabía si el rubio se alejaría de la chica pelos de chicle y las gemelas oxigenadas y él no deseaba tener nada que ver con esas malditas hipócritas.
Por su lado Naruto aprovechaba la cercanía, para aspirar el aroma de su mejor amigo. Lo volvía completamente loco esa fragancia natural que poseía el apresado en sus brazos, lo sentía estremecerse levemente y le gustaba. Era una sensación maravillosa tenerlo tan indefenso y ese cuello tan blanco estaba totalmente expuesto a él y le resultaba una tarea titánica controlar sus deseos de marcarlo con sus dientes, para que nadie se le atreviera a insinuar de nuevo en ningún aspecto.
—Tu carrera se vería en riesgo si te me acercas públicamente ¿verdad? —preguntó con amargura— ¿Quieres que volvamos a ser amigos secretos como cuando volviste?
—Lo más importante para mí es que podamos estar juntos, sea así o delante de todos. —dijo con convicción— Al fin y al cabo, pronto todos sabrán que eres un heredero y ahí verás como todos empezarán a besar el suelo por el que pises como antes.
—Será realmente molesto, me gusta mucho el anonimato, —susurró en tono confidencial prácticamente sobre los labios del rubio— conoces buenas personas cuando estás en las peores situaciones y no tienes nada bueno que ofrecer a los interesados.
—No lo creas teme, siempre aparece alguien con malas intenciones aun si eres pobre. —el blondo jamás había deseado tanto besar a alguien, y encima delante suyo tenía a la persona que se llevó su primer beso hace años— Como ahora esos que dicen ser tus amigos.
Pese al aturdimiento que le producía la bizarra situación en la que estaba con su mejor amigo, aún conservaba suficiente lucidez mental, como para percatarse de que estaba insinuándole que sus amigos no eran de fiar.
—Mis amigos son buenas personas me quieren y me ayudan como yo a ellos. —dijo el pelinegro marcando distancia con la cara del Naruto— Yo confío en ellos.
—Pues no deberías. —yondaime sonó molesto— Ellos no son lo que aparentan. Y te digo desde ahora que si quieres volver a ser mi amigo más te vale que cortes cualquier lazo que tengas con esos y me refiero a ese “grupito de amigos” que tienes.
—Está bien, lo haré, —dijo rápidamente para la alegría del de ojos azules— pero a cambio tú deberías cortar cualquier lazo con tu novia rosa y esas “amigas populares” con la que siempre andas. —imitó el tono de voz severo que uso el cantante antes con él.
—No, no me puedes pedir algo así, Sakura-chan es una gran amiga y consejera, no sé qué haría sin ella. —terminó de decir Namikaze tratando de afirmar a su amigo nuevamente entre sus brazos, pero éste se separó por completo.
—¿Así que quieres que yo renuncie a mis amigos, pero tú no lo harás de esas arpías? —preguntó muy dolido por la decepción que sintió.
—No me hagas esto Sasuke, sólo te pido que te alejes de ellos por tu propio bien, ellos te traicionarán, en verdad no les interesas. —estaba realmente serio— Sólo tienes que confiar en mí, te juro que Sakura-chan y yo te protegeremos de todos los que quieran dañarte.
—Ja no me hagas reír, ella no es una blanca paloma, en la primera oportunidad que tenga me apuñalara por la espalda.
—Ella no es como tu hina-chan. —comentó con burla y enojo— Seguro que ella sólo está contigo por el interés que tiene en tu fortuna.
—¡BASTA! No te permitiré que hables así de mis amigos. —el azabache estaba muy molesto, pero tomó su decisión— No quiero ser tu amigo si eso implica abandonarlos a ellos.
La repuesta causo una gran cólera en Naruto, aún no se explicaba cómo es que prefería estar con ellos que con él. Era peligroso que Uchiha estuviera con unos interesados, a criterio del blondo su amigo era demasiado ingenuo como para caer en aquella farsa. No sabían que decirse para enmendar las cosas y retomar su amistad, ambos eran tercos y ninguno estaba dispuesto a ceder y renunciar a sus amigos en los que creían firmemente.
Sin nada más que decir Sasuke se alejó de su ahora ex amigo, mientras éste se mantenía con la cabeza gacha para que el otro no viera las lágrimas que luchaban por escapar de sus ojos; permaneció inmóvil al saber que no tenía la confianza de su mejor amigo, le dolía que lo haya rechazado por estar con aquellos que no le agradaban en lo más mínimo. Por esta razón no lo persiguió cuando este se alejó corriendo del jardín secreto de ambos. El azabache también luchaba contra su propio dolor, al perder a la persona que no sólo fue su mejor amigo, sino su primer amor, corría tratando de escapar de aquellos sentimientos tan dolorosos sin mirar hacia donde se dirigía.
En otro lugar, específicamente en un puente se hallaba un joven de quince años a punto de quitarse la vida. Llegar a esa resolución, a lo que se puede considerar una muy corta edad, era bastante precipitado. Sin embargo, éste joven tenía buenos motivos para hacerlo, todo en su vida estaba mal, se sentía hundido en el más profundo hoyo. Su padre lo ignoraba totalmente, posiblemente hasta lo odiara, siempre lo despreciaba e ignoraba, ya que lo culpaba por la muerte de su madre. Ella había dado a luz a tres hijos, un varón, una mujer y él, al que todos culpaban de matarla en el parto.
Pese a los desprecios que siempre le hacía, trataba de enorgullecer a aquel hombre que le dio la vida, sin mucho éxito, con su hermano mayor se llevaba bien pero no había tanta confianza como con su hermana, quien se suicidó hace poco. Se sentía perdido sin ella, por lo cual su carrera estaba yendo a pique, pasando de ser famoso a un completo fracaso. Como última esperanza, vino a Konoha buscando a la persona con la que se sentía identificado, pero de la cual sólo conocía de vista y por su nombre y hasta en eso fracaso. Ya nada valía la pena, sólo quería acabar con el dolor que tenía, con la firme creencia que todo sería mejor si muriera se decidió saltar. Aunque tomó impulso, no logro hacerlo, ya que fue tumbado por un desconocido.
—¿Qué demonios haces idio...? —cuestionó al ver frustrado su intento de suicidio.
—Lo siento no estaba viendo por donde iba. —respondió la oportuna persona al salvar, aunque fuese accidentalmente, una vida.
—Sasuke Uchiha. —dijo estupefacto por encontrar a la persona que buscaba.
—¿Cómo sabes mi nombre? —preguntó desconcertado de que alguien que no recordaba supiese su nombre.
—¿No te acuerdas de mí? —cuestionó acercándose a él, mostrando el tatuaje en su frente, aunque al hacerlo Sasuke pudo ver mejor sus ojos y notó la gran tristeza que poseían.
—¿Mapache? —sorprendiéndose al reconocer a la persona que tenía delante, además reconoció algo más la situación en el que estaba el pelirrojo. Estaba al borde de un puente y su pensamiento veloz le decía que aquel chico deseaba saltar— Sabaku no Gaara… —lo abrazó mientras decía su nombre con dulzura.
El de ojos verdes correspondió al abrazo, sintiendo que la vida le acababa de mandar la respuesta a sus silenciosas plegarias, para detener la locura que deseaba cometer. Uchiha no se sentía bien emocionalmente, pero al ver lo vulnerable que estaba el mapache, se forzó a sí mismo a sobreponerse de lo que hace poco converso con su ex mejor amigo, para poder ayudar a alguien que claramente estaba en una situación peor a la suya. Sin embargo, la aparición de Gaara en su vida sólo significaba más cambios en ella, y quién sabe si más problemas o… tal vez soluciones.
CONTINUARA…..