CAP 22: SORPRESA
En el parque de Konoha, había muchos niños jugando de aquí para allá con sus amigos o con otros infantes que acababan de conocer, todos menos uno. Quien estaba detrás de un arbusto, completamente oculto por las verdes hojas que poseía. Allí lejos de la mirada de cualquiera, había un niño de seis años rubio de ojos azules, piel morena y tres marquitas en la cara, sollozando silenciosamente al no poder jugar con nadie. Todos le rehuían como si tuviese alguna enfermedad mortal que él transmitía al acercarse o algo así, ya que todos se alejaban de él apenas trataba de hablarles. Trataba inútilmente de parar las lágrimas de sus ojos, pero no tenía éxito. Cuando otro niño de casi la misma edad, tal vez cinco años de cabellos negros azulados, piel blanca y lindos ojos negros se le acercó.
—¿Por qué lloras? —preguntó con una vocecita dulce el pelinegro.
—¿Me hablas a mí? —cuestionó inseguro el rubio.
—Sí, me preguntaba, ¿por qué estás solo? —cuestionó el azabache.
—Es que nadie quiere jugar conmigo y no sé por qué. —las lágrimas volvían a los ojos azules al no entender por qué no conseguía amigos.
—Yo jugaré contigo. —dijo con una delicada sonrisa el de piel blanca.
—¿De verdad? —preguntó emocionado y algo inseguro el blondo.
—Si. —dijo el de ojos ónix con una sonrisa más grande y un asentimiento de cabeza— De hecho, ¿quieres ser mi amigo?
—Claro que si ttebayo. —dijo más que feliz el rubito— Ahh y mi nombre es Naruto Namikaze Uzumaki.
—Yo soy Sasuke Uchiha. —le dio la mano de manera cordial— Ven vamos a jugar con mi pelota, ¿qué te parece?
—¡Qué bien! —dijo de lo más feliz el pequeño niño de las marquitas.
Sasuke tomó de la mano a Naruto y se lo llevó fuera de ese pequeño refugio oscuro hacia la brillante luz del sol. Pero luego de caminar algunos metros Naruto vio como alguien lo golpeaba en la mano, haciendo que se soltara del Uchiha, para ser ocupada por la mano pálida de alguien a quien odiaba demasiado. Frente a él estaba un adolescente de cabellos rojizos, ojos aguamarina que lo miraban fríamente, aquel sujeto era Sabaku no Gaara, que estaba jalando a Sasuke lejos de él.
Lo llevaba hacia un lugar que no conocía ni podía ver, ya que sólo se observaba oscuridad, intentó alcanzar a su mejor amigo, pero no conseguía moverse sólo se quedó allí mirando, tratando de gritar que se alejara del Uchiha, pero la voz no le salía o no era escuchado por los otros dos. Vio al pequeño Sasuke ser alzado en brazos del pelirrojo y sin que opusiera alguna resistencia, Uchiha le miró una vez más por sobre el hombro de su captor y antes de desaparecer de su visión decirle “adiós para siempre, dobe”
Naruto se llevó un fuerte golpe en la cabeza al caer de la cama en la que dormía tan agitadamente, respiraba muy rápido y estaba cubierto de sudor. Nada nuevo para él, ya que esa maldita pesadilla lo perseguía desde que Sasuke le dijo que jamás le perdonaría por haberlo humillado delante de toda la escuela. Esa pesadilla era una cruel quimera que combinaba su recuerdo más feliz de la infancia: el día en que conoció a Sasuke, con algo que aún no sabía clasificar si como la situación que vivió las últimas semanas de clases, viendo como Gaara se volvía tan cercano al Uchiha siendo aprobado por el grupo de amigos de éste o si era el temor a que el mapache se llevara a Sasuke para siempre de su lado tal y como veía en su pesadilla recurrente.
Sea como sea, ahora debía prepararse para ir a la escuela, sus vacaciones de verano se habían terminado y ahora debían retornar al instituto. Sólo esperaba encontrar una manera de lograr el perdón de su mejor amigo, aunque lo veía casi imposible. Se lo juró por su apellido Uchiha y Sasuke nunca jugaba con eso, si lo dijo era porque estaba dispuesto a cumplirlo sin importar que. Llamó a su representante para que los llevara a Ino, Shion, Sakura-chan y a él a la escuela.
Luego de las tan ansiadas vacaciones de verano, que a muchos les resultó extremadamente cortas, era hora de volver la escuela. Ya no más días de puro ocio y de vagar sin ningún propósito ni presión por tareas escolares.
Considerando los ingresos mensuales de los padres del alumnado, la gran mayoría había salido del país para vacacionar y tuvieron que regresar a sus aburridas vidas como simples estudiantes.
En la entrada estaban todos los recién ingresantes, es decir los estudiantes de primer año, junto con otros estudiantes más avanzados que estaban reuniéndose lentamente a la espera de poder ver la llegada de yondaime, Sakura, Ino y Shion. A pesar de haberlos visto cientos de veces el año anterior, aún no se cansaban de contemplarlos, para ellos era inverosímil concebir el pensamiento de dejar de admirarlos. Lo mismo sucedía con shukaku, al que también esperaban con gran impaciencia.
Sus súplicas no tardaron demasiado en ser cumplidas, ya que pronto divisaron la llegada de los cuatro más populares de la escuela. Ellos iban con su permanente aire de superioridad que dejaba en claro a los demás que ellos estaban a otro nivel. El rubio tenía una sonrisa bastante brillante que a todos dejaba atontados, pero la realidad es que ocultaba una gran tristeza y rabia, aun no podía sacarse de la cabeza que luego de lo sucedido con Sasuke las cosas entre ellos estaban realmente mal, de hecho, peor insuperable. Y esa pesadilla que lo seguía cada noche o incluso cada vez que intentaba cerrar los ojos, sólo podía imaginar a Sasuke alejándose de él para siempre. Para empeorar la suerte del rubio, no tardó demasiado tiempo en aparecer su mayor enemigo: shukaku.
—Hola yondaime, ¿cómo pasaste tus vacaciones ehh? —el tono de sarcasmo del pelirrojo, mezclado con su cinismo, cabreaban al otro cantante.
—¿Eso que te importa? Ladrón. —de mal humor le contestó el aludido.
—Lo preguntaba por cortesía, no tienes por qué ponerte así, sólo quería comentarte lo bien que lo pase yo. —la inocencia fingida del Sabaku era notoria.
—Para lo que me importa como las pasaste tú. —yondaime seguía de mal humor y el de ojos verdes sólo lo aumentaba.
—Cierto, pero es que no puedo contener la alegría de haber pasado cada día de mi verano junto a Sasuke. —Shukaku disfruto de la expresión de puro odio e ira que puso su rival solo con oír ese nombre— Nos divertimos taaanto juntos.
Eso le dolió demasiado al Uzumaki, debido a que recordaba como él mismo solía pasar los mejores días de verano junto a él. Su último verano en Konoha antes de irse a Kirigakure a cumplir su sueño lo pasó con el pelinegro, pero tuvieron una diversión sana, en cambio con alguien como shukaku no se quería imaginar que fue capaz de hacerle al Uchiha.
—Ja ese idiota feito no es alguien a quien se le pueda llamar buena compañía. —comentó venenosa Shion.
—Sí, es de lo peor. —la secundó su gemela.
Antes de que Sabaku contestara como se merecían, se escucharon los gritos histéricos de todos los alumnos, tanto hombres y mujeres gritaban de emoción y los populares no sabían a qué se debía. Hasta que la multitud que se había formado, se abrió un poco, dejando ver el motivo de tanto escándalo. Frente a ellos estaba una pelinegra de cabello negro largo que conocían bien, pero que por poco no reconocían. Delante de ellos estaba Hinata Hyuga, caminando con una elegancia propia de las pasarelas de moda que del caminar de alguien común. Iba con la barbilla en alto, mostrando determinación y soberbia, usaba una blusa blanca con un poco de escote sin llegar a ser exagerado, sandalias negras y un short negro hasta medio muslo que dejaba ver sus hermosas piernas blancas.
A su lado iba un chico de piel cremosa, cabellos negros azulados en dos mechones enmarcando su rostro y en la parte de atrás en forma de picos. En su cuello adornaba un collar con un pai pai, una camisa violeta con los primeros botones desabrochados, dejando ver su pecho, una chaqueta negra que hacía juego con el pantalón del mismo color que llevaba y unas muñequeras con tachas. Los populares, a excepción de Gaara, estaban tan sorprendidos como el resto y se hacían la misma pregunta: ¿Quién era ese chico tan guapo? Tratando de ser “amable”, al menos en apariencia, ya que lo que quería era ligarse al pelinegro, Ino se acercó al “chico nuevo”.
—Hola, jamás te había visto por aquí, eres nuevo, ¿verdad? —se acercó insinuante al recién llegado— Deja que te muestre en detalle toda la institución y cuenta conmigo para lo que quieras. —dijo apoyando sus pechos en el hombro del chico.
—No gracias, no quiero ayuda de una zorra arrastrada que besa el suelo que pisa la bola de chicles de allá. —se alejó mirándola con asco y señalando a la mencionada.
—¡Oye! ¿Cómo te atreves a hablarle así sin conocerla? —saltó de la nada Uzumaki pensando en sus días pasados, sabía lo malo que era que te juzgaran sin conocerte.
—Ohh claro que la conozco al igual que a ti dobe. —le sonrió de manera prepotente.
—¿Sasuke? —preguntó atónito por lo que veía y escuchaba.
—Las ropas que diseño mi hermano para ti te sientan de maravilla Sasuke. —la manera en la que el pelirrojo decía esas palabras no le agradaron al aun conmocionado rubio.
—Tu hermano tiene buen gusto. —Sasuke le contestó con una bella sonrisa— Es una suerte que Hinata te hablara para que me consiguieras esta ropa.
—Ja ahora veo porque ni siquiera miraste a alguien tan linda como Ino, —interrumpió la de los cabellos rosados— después de todo a un homosexual como tú ni siquiera una mujer tan hermosa como yo podría atraerle.
—En eso te equivocas querida, —ahora era Hinata la que intervenía— Sasuke-kun es bisexual, pero sólo le interesan las mujeres de verdad. Ya sabes las que tenemos buenos atributos. —dijo Hinata con los brazos cruzados a la altura del pecho, mientras presionaba un poco para hacer énfasis en su punto.
La modelo hervía con tanta furia como lo hacía el cantante rubio, aunque ambos por razones muy diferentes. La de ojos jade se retorcía en su propio veneno y envidia que la pobretona de Hinata le restregara en su cara sus atributos naturales, injustamente otorgados por la genética. Mientras que Uzumaki sentía como la pesadilla recurrente que le robaba el sueño todas las noches de verano se cumplía delante de sus ojos.
Además de que no soportaba lo que le había hecho el mapache a su mejor amigo: ¡LO HIZO CAMBIAR! ¿Con qué oscuro propósito modificó a alguien como Sasuke? Naruto sabía bien que Uchiha valía mucho por lo que era y por eso es lo que debía aparentar ser menos que los demás, para evitar interesados. ¿Qué ganaba ese maldito mapache presumiéndolo como una propiedad recién adquirida? Estos y otros tormentosos pensamientos invadieron la mente del ojiazul, sólo para recordarle que él mismo humilló a su mejor amigo alejándolo de él para, lo que él temía, podía ser para siempre.
Haciendo caso omiso a las caras de furia contenida que tenían los populares por la osadía de retarlos, Sasuke se abrió paso entre la multitud acompañado por Hinata, para llegar a algún lugar tranquilo lo antes posible y esperar a los demás. Aún no llegaban Sai, Suigetsu, Juugo y Karin, quienes seguro que morirían de la risa al saber cómo les hicieron cerrar la boca a esos presumidos. Pese a la hermosa apariencia de ambos pelinegros, las burlas y susurros bajos seguían allí, caminar por el pasillo hasta el salón de clases era como caminar a la horca. Todas las miradas puestas en ellos, todas cargadas de sentimientos para nada agradables: envidia, celos, deseo, lujuria, ira y muchos más. Sólo por ser “pobres” eran menos que ellos y verlos así de bellos sólo provocaba que muchos pensaran en como poseerlos, cosa que si antes querían, ahora deseaban mil veces más.
POV DE HINATA
Justo lo que esperaba, un simple cambio de imagen no solucionará todos nuestros problemas, pero es un avance. Por la mirada que noté en varios alumnos se mueren por llevarme a la cama a mí o a Sasuke-kun, al menos por ese deseo de tenernos, serán capaces de fingir amabilidad con nosotros y así evitaremos algunas peleas. ¿Y quién sabe? Tal vez tengamos suerte y encontremos algunos que se pongan de nuestro lado.
Mientras más personas sean testigos de los “buenos chicos” que somos más puntos ganará Itachi-san y dei-chan como “buenos padres”, así cualquiera que desee volver a alegar nuestra falta de educación tendrá algunos “amables” testigos listos para decir que no es verdad. Sin embargo, también oigo los comentarios bajos que hacen muchos al vernos, y Sasuke-kun también los notó, pero no dice nada. Los ignora como ha hecho toda su vida, es bueno saber que no desperdiciará su tiempo en gente de tan poco valor. Sinceramente me dan risa las idioteces que dicen, entre sus comentarios más ridículos están:
-Viste esa chica de allá ¿Quién es?
-Sí, es muy hermosa.
-Esa Hinata Hyuga es una zorra cualquiera.
-Yo escuché que por el mínimo precio puedes hacerle lo que quieras.
-Hey ese a su lado ¿Será su novio?
-No lo sé, pero espero que no, porque es tan guapo.
-No se suponía que era un asqueroso homosexual.
-No, yo escuché que es bi.
-Si esa pobretona de la Hyuga puede estar con él ¿Por qué yo no?
-Si le pagaré lo que quiera por una noche.
La gente me señala
Me apuntan con el dedo
Susurran a mis espaldas
Y a mí me importa un bledo
Por allá a lo lejos veo a la pelos de chicle muriéndose de la rabia. Ahh nada más satisfactorio que joderle la vida a esa maldita que tanto daño le ha hecho a mi mejor amigo. Me las pagarás todas las que has hecho hasta ahora bruja, eso te lo juro como que me llamó Hinata Hyuga. Por tu maldita culpa Naruto-kun destrozó su amistad con sasu-chan, me encargaré personalmente de que no lo vuelvas a dañar y pagues el doble, no el triple, de las cosas que le hiciste.
Que más me da
Si soy distinta a ellos
No soy de nadie
No tengo dueño
No cometeré las mismas imprudencias que antes, yo ya no creo en un amor platónico como hace un año. No soy como las zorras de esta escuela y nadie de aquí me ha demostrado que vale la pena que le entregue mi corazón. Dudo mucho que mi amor consiga un dueño pronto, pero por ahora sólo me interesa que Sasuke esté bien. Esta vez yo lo protegeré, no permitiré que nadie destruya su vida, ya ha sufrido demasiado para permitir que le hagan algo más. Separarlo de la única familia que aún le queda con vida es lo más bajo que alguien podría hacer.
Yo sé que me critican
Me consta que me odian
La envidia les corroe
Mi vida les agobia
Estamos tentando a la suerte, muchos de aquí nos guardan rencor por los, por llamarlos de alguna manera, “malos momentos” o “encuentros algo violentos”. Ellos se encargan siempre de que cualquier recién llegado o chico nuevo se enteré de la broma pesada que nos jugaron. Aunque claro que no dicen que sólo fue una mentira fabricada por la rubia oxigenada, sino que hablan de “exponer la verdad”. Este plan de cambio de imagen puede resultar muy bien como muuuuy mal. Si no tenemos cuidado las situaciones que vivimos anteriormente serán nada en comparación a los que nos querrán hacer. Sin embargo, ahora seremos nosotros los que los humillaremos.
¿Por qué será?
Yo no tengo la culpa
Mi circunstancia les insulta
¿Qué tiene de malo haber nacido sin lujos? ¿Por qué todos sienten que es un insulto que gente como nosotros esté cerca? Nosotros no tendremos mucho para ofrecer, pero cuando alguien nos necesita les ofrecemos lo que podemos y lo hacemos de corazón, luchamos día a día por lo que queremos, nos esforzamos por alcanzar nuestras metas. ¿Por qué vivir de esta manera les molesta tanto? Tal vez sea por la posibilidad que tenemos de elegir y forjar nuestros propios destinos, en cambio ellos ya tienen toda la vida planificada por sus familias. De que trabajaran, con quien se casarán, etc, eso hasta cierto punto es triste, pero sigue sin darles derecho a tratarnos como se les venga en gana.
estribillo
Mi destino es el que yo decido
El que yo elijo para mí
(¿A quién le importa lo que yo haga?
¿A quién le importa lo que yo diga?
Yo soy así y así seguiré
Nunca cambiaré) X2
Esto será una revolución para todo lo que conocen los estudiantes de la escuela Tsukiyomi, Sasuke-kun y yo cambiamos por fuera pero JAMÁS lo haremos por dentro. Los principios y valores que han inculcado nuestras familias se mantendrán firmes y constantes como siempre. Si hay algo que no nos permitiremos perder es nuestra identidad.
Quizá la culpa es mía
Por no seguir la norma
Ya es demasiado tarde
Para cambiar ahora
Me mantendré firme en mis convicciones
Reforzaré mis posiciones
Estribillo
Ya no importa nada de lo que he hecho hasta ahora, como me dije antes seré una nueva persona, lo suficientemente fuerte y decidida como para que nadie se atreva a volver a pisotear mis creencias. Nadie nos humillará a mí ni a mi mejor amigo, este año será totalmente diferente.
FIN DEL POV DEL HINATA
Ambos pelinegros se alejaron del lugar caminado con completa indiferencia hacia las miradas que les lanzaban o los comentarios que intentaban inútilmente causar daños a su autoestima. El resto de sus amigos aun no llegaban al instituto, ni los de taka ni Sai habían dado muestras de llegar pronto y Gaara recibió una llamada de su representante por lo que tardaría un rato. Por lo cual tanto Hinata como Sasuke se apartaron, para hablar de cualquier cosa que les permitiera matar el tiempo, hasta la llegada de los demás.
Los amigos de Sasuke finalmente llegaron al instituto y fueron a buscar a los azabaches, quienes, según sus suposiciones, para estas alturas seguramente causaron uno que otro estrago. No se equivocaron. Sai, Karin, Suigetsu y Juugo ya suponían lo que sucedería al verlos con el nuevo look. Al caminar oyeron más de un comentario subido de tono respecto a lo que les querían hacer a esos dos, supieron que ya empezaron a llamar la atención. Mientras que los mencionados estaban muy tranquilos conversando entre sí y felices de contarles a los demás lo que paso en su llegada con los presumidos. Tenían algo de tiempo libre mientras esperaban conocer la distribución de los grupos, así que Gaara, los de taka, Sai, Sasuke y Hinata aprovecharon para conversar de trivialidades pasajeras.
La recién colgada lista de las aulas a las que correspondían los alumnos, hizo que todos se reunieran delante de la misma para conocer su lugar. Todos estaban ansiosos de saber dónde les tocó, no sólo por la posibilidad de compartir las clases con sus amigos y conocidos, sino por ver quienes tendrían la suerte de estar en el mismo curso que los populares o en su defecto y no menos placentero, alguno de los sexys pelinegros. Algunos se sintieron morir de la suerte que tenían, otros una gran decepción.
Las personas más cotizadas, es decir, los populares y famosos: yondaime, shukaku y Sakura junto con sus lame botas, estaban en el mismo curso. Oooh pero no estaban solos, Uchiha y su grupo completo de amigos estaba incluido: Hinata, Sai, Karin, Suigetsu y Juugo compartirían el aula con el grupo de Naruto.
Las miradas cargadas de sentimientos, en especial las que llevaban odio, no se hicieron esperar, Ino y Shion miraban con el más profundo odio a Hinata, yondaime hacía lo mismo con shukaku, aunque agradecía poder estar junto a Sasuke y Gaara miraba molesto al rubio. Sakura miraba desafiante a Sasuke, mientras éste se la devolvía multiplicada por diez. Los restantes del cuerpo de estudiantes, sólo veían expectantes como este año, comenzaba abriendo sus puertas a sorpresas que no se imaginarían…
CONTINUARÁ…