CAP 30: CANCIONES DE AMOR
Los días pasaban con calma y sin ningún tipo de eventualidad que cupiera la pena de ser mencionado o recordado con algún tipo de sentimiento especial. La relación de Naruto y Sasuke pasó a ser la de simples compañeros de clases, no tenían manera de acercarse el uno al otro, luego de tantas cosas que hicieron. Cada uno decidió hacer sus cosas lo mejor posible hasta que hallaran la oportunidad de hacer las paces, aunque ninguno quería dar el primer paso, luego de lo que hicieron juntos en aquella noche tormentosa. El pudor y el temor de que al otro no le hubiera resultado un acontecimiento significativo, era lo suficientemente fuerte como para no poder tratarlo a la ligera. Además, ambos tenían sus dudas. ¿Podrían volver a ser amigos luego de eso? ¿Qué querían exactamente del otro?
Aún tenían dudas sobre lo que en verdad deseaban, Naruto no sabía que sentía por Sasuke, y el propio Uchiha dudaba de sus sentimientos con todas las metidas de pata del rubio. ¿Se le podía seguir amando? Sinceramente él quería alguien en quien pudiera contar realmente y depositar su confianza, que lo cuidara y lo apoyara siempre, alguien que fuera como… como… ¿Gaara? Si tal vez alguien como el pelirrojo cantante, si sería una buena opción de pareja. Por ahora ninguno le daría más vueltas al asunto y seguirían con lo más importante. Naruto aún debía arreglar las cosas con sus padres y retomar el buen rumbo y Sasuke todavía debía lidiar con la investigación que se le hacía a Danzou, sin contar con la ayuda que debía darle a Iruka.
Los Uchiha se reunieron con Minato durante una de sus comidas, en la misma, le comentaron al Namikaze acerca de la idea que tuvo para ayudar al orfanato. El pelirrojo cantante sabía que la voz de Sasuke era muy buena y que eso sin dudas atraería la atención de la gente, por lo que comentó su idea al Uchiha, quien le informó a su hermano y a Minato sobre lo que haría. Lo más importante era hacer que el nombre del orfanato llegara a la mayor cantidad de personas posibles, para que todos reconocieran el lugar. Al rubio no le pareció mala idea, así que decidió que también ayudaría, él y su esposa colaborarían con Iruka para ayudarle con los preparativos para un pequeño concierto. Durante varios días, todos ellos estuvieron totalmente abocados a esa tarea.
Mientras tanto, Naruto comenzó a frecuentar la casa de sus padres, cada semana iba de visita al menos tres veces, aunque le gustaría volver a vivir con ellos, no tenía cara para pedírselos como si nada hubiera sucedido. Por ahora sólo iría de visita, una vez que se sintiera nuevamente digno de ellos, se mudaría a su hogar. Por ahora iría poco a poco restaurando el lazo con su familia, ya que la confianza tarda años en construirse y segundos destruirse. Ya sabía de antemano que sus padres lo recibirían con los brazos abiertos, pero él quería poder mirarlos sin sentir vergüenza de sí mismo.
También se le hizo costumbre pasar tiempo con Kiba, quien no había demostrado tener problema alguno en ser su amigo, y en verdad lo agradecía. Se la pasaba muy bien a su lado, luego de haber rechazado cualquier tipo de diálogo con Sakura y su sequito, se sentía más calmado. Ya no desconfiaba tanto de las demás personas, a pesar de que aún conservaba su cautela, la cicatriz de la puñalada en la espalda que le dio la pelirrosada le hacía sentir un horrible ardor y más aún cuando se ponía a recordar todo lo que hizo para conseguir la fama que tenía ahora.
El rubio había seguido cada uno de los pasos que la modelo le aconsejó dar y ahora luego de desenmascararla, se cuestionaba seriamente: ¿A cuánta gente lastimó por seguir lo que ella le decía? ¿Cuántos habían sido los casos similares a los de Hinata? En los que Haruno mentía sólo por interés, para que él la ayudara a lastimar a los demás. ¿Cuáles eran las verdaderas consecuencias de su manera de actuar?
Teniendo el día libre y sin ningún concierto demasiado próximo, el menor de los Uzumaki fue a la veterinaria Inuzuka para hacerle compañía a su amigo Kiba. Al llegar se encontró con Hana atendiendo en la recepción, quien, acostumbrada a las visitas del rubio, sólo le indicó que el Inuzuka menor estaba en el patio trasero bañando a Akamaru. Nada más acercarse el rubio, vio a su amigo castaño persiguiendo al travieso perro blanco, quien se encontraba totalmente embarrado de lodo. Mientras que el de las marcas triangulares en la cara, resultaba ser el que estaba completamente mojado y cubierto de la espuma del shampoo para perros. Algo que le causó una sonora carcajada que no pasó desapercibida por el castaño.
—¡OYE! —llamó el castaño girándose a verlo— En vez de estar riéndote, ayúdame a bañar a ese rebelde.
—Pareciera que quien está tomando el baño en el patio eres tú y no Akamaru. —se burló el de ojos cielo, sin intenciones de acercarse al campo de barro que estaba hecho ese patio.
—Eso es porque él me engañó y me tiró dentro de la bañera. —le gritó indignado mientras señalaba al perro, que lo miraba sentado a cierta distancia, mientras movía la cola alegremente.
—Ha de haber creído que quien requería el baño eras tú y no él ttebayo.
—¿Bromeas? Míralo está lleno de barro por andar jugando con otros perros y se niega a bañarse. —bufó molesto por no conseguir bañar a Akamaru.
—¿Y tú hace cuánto no te bañas? —cuestionó divertido— Seguro que el pobre habrá notado quien no se baña cuando debe ttebayo.
—Ya, ayúdame de una vez con Akamaru. —pidió cansado de que Uzumaki sólo lo observara a la distancia.
El rubio no tuvo más opción que meterse a darle una mano a su amigo, quien luchaba por capturar y limpiar al can, mientras éste se resistía evadiéndolos y provocando que fueran ellos los más sucios. Luego de tantos revuelos, finalmente consiguieron su objetivo, pero a cambio ambos adolescentes terminaron completamente llenos de lodo, jabón y agua. Ambos necesitaban un baño urgentemente gracias al canino que meneaba la cola limpio y feliz de ver a los otros dos agotados y sucios.
Se turnaron para bañarse en la casa de Kiba, donde la hermana mayor de éste, amablemente les preparó un baño caliente para que se limpiaran después de una tarde tan movida. Ya una vez limpios, los dos se sentaron en la sala a compartir unos refrescos, mientras conversaban de tonterías sin relevancia. El ánimo alegre del Inuzuka cambio repentinamente al ver un mensaje que le llegó al celular.
—¿Qué te sucede Kiba? —preguntó curioso el rubio al ver el cambio en el ánimo del castaño.
—Nada. —contestó mintiendo claramente.
—Algo te sucede desde que viste el mensaje en tu celular. —insistió el de ojos cielo, si había algo que molestara a su amigo trataría de ayudarlo.
—Lo que pasa es que es un mensaje de Hinata. —le contestó desganado.
—Ya veo… —dijo Naruto sin saber cuál era el problema en recibir un mensaje de una amiga. O al menos eso era lo que le dijo Kiba que eran— Pero no entiendo por qué esa cara.
—Bueno es que... es que... yo… veras… —tartamudeó sonrojado sin lograr exteriorizar lo que quería decir. En medio de aquel tartamudeo, apareció Hana respondiendo acertadamente a las dudas de Naruto.
—Mi hermanito está enamorado de ella y no se atreve a decírselo. —respondió con una sonrisa tranquila, dejando en shock al pobre rubio y con un paro cardiaco a su hermanito.
—¡HANA NO DIGAS ESAS COSAS SIN PERMISO! —le gritó avergonzado el castaño menor.
—Pero si eso era lo que le querías contar, yo sólo te estoy dando una mano. —afirmó en su defensa.
—Ya vete y déjanos solos, esta es una conversación de hombres. —ordenó el menor de los Inuzuka a la mayor.
—Bien, los dejo solos, —le dijo ella con una sonrisa— pero para mí sigues siendo el hombrecito de la casa. —se burló ella apretándole una mejilla antes de irse.
—Y bien, ¿qué es lo que te tiene tan mal? —preguntó el rubio una vez recuperado del impacto de aquella revelación— Si te gusta, ¿por qué no te confiesas y ya?
—No es tan fácil como parece. —suspiró desenamorado.
—¿Por qué? —al parecer del de las marquitas era muy fácil. Tal y como hicieron sus padres; cuando Kushina se dio cuenta que estaba enamorada de Minato se encargó de hacerlo su novio. Se le confesó, fue correspondida y final feliz.
—Ella fue lastimada en el pasado y me dijo que no se volvería a enamorar jamás. —explicó con el ánimo por los suelos— Te juro que si supiera quien es el idiota que la hirió lo molería a golpes.
—Yo sé quién fue. —le dijo con la mirada baja el ojiazul, no quería arruinar la amistad que recientemente se formó entre ellos, pero para conservarla debía ser honesto, antes que los secretos destruyeran un lazo que apenas se formaba— Yo fui quien la lastimó. El año pasado yo “salí” con ella, sólo para llevármela a la cama, y luego… —tomó aire y valor para lo siguiente que debía decir— La dejé sin importarme nada de ella.
Uzumaki cerró los ojos esperando el golpe que prometía el castaño hace tan sólo unos momentos, mas éste no llegaba. Abrió lentamente un ojo para ver qué es lo que hacia el otro y para su sorpresa seguía en su lugar con una expresión neutral.
—¿No me golpearás? —cuestionó con duda acerca de la actitud del otro. Tal vez desde ahora lo ignoraría y no querría saber más nada de él. Su corazón latía de prisa, ante la incertidumbre de lo que el chico perro pensara de él, de ahora en adelante.
—La primera vez que oí lo que hiciste en verdad deseaba hacerlo, pero tuve mucho tiempo para calmarme. —le contestó tranquilo— Así que es cierto que deseas arreglar las cosas. —soltó finalmente Inuzuka.
—¿Cómo? —el rubio no entendía que tenía que ver eso con el asunto de Hinata.
—Hinata ya me contó lo que pasó entre ustedes. —le dijo con calma— No te golpeo porque ella me dijo que creía que lograrías volver a ser el de antes.
—Entonces, ¿por qué me dijiste eso?
—Si de verdad querías ser mi amigo me contarías sobre eso tú mismo, tal y como hizo ella cuando me rechazó. —le dijo con mucho pesar en sus palabras.
—¿Ya te le confesaste?
—Lo hice y me dijo que jamás volvería a amar a nadie. Me contó sus motivos para que pudiéramos quedar como amigos, pero eso no hace que duela menos. —explicó jugando con el envase del refresco en sus manos.
—¿Me odias por ser la razón por la que te rechazó?
—Por supuesto que no. —le contestó enseguida— Si tú hubieras sido el novio ideal ni siquiera podría soñar con estar con ella. Además, yo no tengo nada personal contra ti, a mí no me has hecho nada.
—¿Podremos seguir siendo amigos como hasta ahora?
—Claro que sí y más ahora que me has dicho sin rodeos lo que pasó. —le dijo entusiasta el castaño golpeándole el brazo con el puño en signo de camarería— Un amigo de verdad te dice la verdad de frente, aunque duela.
—Qué bueno. —suspiró aliviado el blondo— No quisiera perder al único amigo que tengo por el momento, ¿y bien? Dime que es lo que contenía ese mensaje que te deprimió tanto.
—Es una invitación a un pequeño festival que organizaron en el orfanato de Iruka-sensei y me dijo que podíamos ir juntos. —explicó el castaño
—¿Eso no es bueno? —cuestionó contrariado el rubio. Si el otro saldría con la chica que le gusta, ¿cuál era la razón de estar triste?— Tienes la oportunidad de estar a su lado ¿no?
—Ese es el problema. —le dijo algo molesto— Sólo soy su amigo. ¿Tienes idea de cómo duele estar cerca de la persona que quieres, pero sin estar cerca realmente?
—Yo… —por un momento recordó lo que vivió aquella noche con Sasuke y se sintió cerca de él, pero aun estando en la misma cama lo percibía a cientos de kilómetros— Me doy una idea.
—No quiero dejarla sola, pero quisiera que fuéramos más que simples amigos. —se rascó la cabeza con frustración de no poder convencerla de que él era un buen partido.
—En verdad no sé qué decirte. —expresó Namikaze algo decepcionado de no poder ayudar— Puedo intentar hablar con ella, me siento culpable de que no quiera saber nada de tener un novio por lo que le hice.
—No es necesario que te tomes la molestia, yo haré mi mejor esfuerzo por enamorarla. —afirmó decidido Inuzuka— Aun así, si quieres ir ve, es en el orfanato de nuestro sensei de primaria, este sábado a las tres de la tarde.
—Ten por seguro que iré y aunque no sirva de nada, trataré de convencerla de que no todos los hombres son tan idiotas como yo ttebayo.
—Como digas. —cedió el castaño sabiendo que no lograría hacerlo desistir— No te decepciones si no te hace caso.
EL SABADO SIGUIENTE...
El orfanato de Umino Iruka estaba repleto de reporteros y demás personas interesadas en cubrir por completo la noticia de lo que estaba por acontecer. No era común ver a un cantante del renombre de Shukaku, dando un concierto totalmente gratis a beneficio de los niños sin hogar. Según se dijo, lo efectuaría al lado de un cantante conocido por un video viral, cuyos dos únicos temas cantados, lograron cautivar por la voz de su portador.
El escenario no era en sí la gran cosa, era más que nada una improvisación para que los dos adolescentes pudieran cantar. El plan era igualmente sencillo como el escenario, dar un concierto tan espectacular que el nombre de ese orfanato fuera bien conocido. De manera que quien estuviera interesado en adoptar un niño, lo primero que se le viniera a la mente era ese lugar.
Una vez llegada la hora en la que debían comenzar con la interpretación, Umino subió al escenario para presentar a ambos intérpretes, que esperaban tras el telón el momento de poner a prueba su idea para ayudar a los niños.
—Damas y caballeros, gracias por asistir el día de hoy a nuestro humilde orfanato. —habló en voz alta Umino usando el micrófono— Ahora Sabaku no Gaara y Uchiha Sasuke cantarán para ustedes una canción cuya letra yo mismo escribí. Espero que la disfruten.
En el escenario aparecieron el pelirrojo y el de ojos negros bien vestidos, aunque nada demasiado extravagante. Uchiha estaba sumamente nervioso, de nuevo tendría que cantar y si no fuera porque apreciaba demasiado al sensei castaño, habría desistido totalmente de hacer esto. Pero dado que el adulto siempre estuvo con él, no podría ser tan desconsiderado como para no tenderle una mano cuando la necesitaba. Sin ningún retraso, ya que quería bajarse de allí lo más pronto posible, el Uchiha menor comenzó la interpretación.
De debajo de los árboles miramos el cielo
Confundiendo las estrellas con los satélites
Nunca soñé que tú serías mía
Pero aquí estamos, estamos aquí esta noche
Cantando Amén, yo, yo estoy vivo
Cantando Amén, yo, yo estoy vivo
Una vez que el pelinegro terminó aquella estrofa, fue el turno del pelirrojo de comenzar a cantar su parte. Mientras interpretaba la letra se movía con sutileza por el escenario, dando pasos suaves al caminar, pero creando una sensación de que bailaba un vals por la finura con la que los realizaba.
[Estribillo:]
Si a todos les importara y nadie llorara
Si todos amaran y nadie mintiera
Si todos compartieran y se tragaran su orgullo
Entonces veríamos el día en que nadie murió
Y yo estoy cantando Amen
Amen I, Amen Yo, que estoy vivo
Amen I, Amen I, Amen Yo, que estoy vivo
La siguiente parte fue una estrofa que continuaba cantando Gaara, pero siendo acompañada por la voz de Sasuke. Uchiha también se desplazaba por el escenario, que pese a ser de tamaño reducido, le daba la libertad de moverse a su antojo.
Y en el aire las luciérnagas
Nuestra única luz en el paraíso
Mostraremos al mundo que estaban equivocados
Y les enseñaremos a todos a cantar juntos
Cantando Amén, yo, yo estoy vivo
Cantando Amén, yo, yo estoy vivo
(Estoy vivo)
[Chorus x2]
Todos desde el público miraban la bella interpretación que se estaba llevando a cabo, incluyendo a cierto rubio que buscaba a su amigo castaño. Inuzuka se había alejado repentinamente al ver a la joven Hyuga tan entretenida con los de taka. El chico perro sabía que ella no estaba interesada en él, pero le molestaba un poco tener que compartir siempre. Se alejó de donde estaba la de ojos perla, sintiéndose decepcionado, pese a que sabía que la salida era de amigos, hubiera sido mejor para él que fueran sólo ellos dos. Intuía que ella no sentiría su ausencia, teniendo a sus otros amigos cerca, por lo que se fue sin siquiera despedirse de Naruto, quien en tan sólo un segundo que se distrajó se le perdió el otro.
El de ojos negros dejó de cantar para dejarle a su acompañante, un solo con la estrofa siguiente. Sabaku puso especial ánimo cantando esta parte, mientras no perdía de vista los ojos noche.
Y como mentimos bajo las estrellas
Nos damos cuenta que tan pequeños que somos
Si ellos pudieran amar como tú y yo
Imagina lo que el mundo podría ser
La última parte de la canción fue interpretara exclusivamente por Uchiha, quien miraba al público en general. Su vista se topó con la posición donde Inuzuka permanecía “oculto”. Sasuke estaba al tanto de los conflictos amorosos de su amiga de ojos perla, por lo que sólo su boca siguió con la canción; su mente divagaba en cómo ponerle punto final a la situación tan desesperante que llevaban desde hace tiempo Inuzuka y Hyuga.
Si a todos les importara y nadie lloró
Si todos amaran y nadie mintiera
Si todos compartieran y se tragaran su orgullo
Entonces veríamos el día en que nadie moriría
Cuando nadie murió ...
[Estribillo]
Veríamos el día, veríamos el día
Cuando nadie murió
Veríamos el día, veríamos el día
Cuando nadie murió
Veríamos el día en que nadie moriría
Los aplausos del público hicieron que Iruka se alegrara que saliera bien el concierto, pero para uno de los cantantes era un sonido sordo, en los oídos de Sasuke las ovaciones no llegaban, ya que sólo miraba donde se escondía Kiba. Era más que evidente que se escondía porque daba la apariencia de un stalker, de no ser por el hecho de que ya lo conocía, creería que es un acosador de su amiga. El castaño no era una mala persona, hasta ayudó a Kurama y por lo que sabía era quien acompañaba a Naruto en su “camino de redención”. Se le hacía injusto que Hinata lo rechazara sólo por no querer creer en el amor ¡SI A ELLA LE GUSTABA! Cada vez que ella salía con el castaño, luego se la pasaba días enteros sólo hablando de como estuvieron en silencio viendo una película o cosas por el estilo e igualmente aburridas.
—Damas y caballeros gracias por sus aplausos. —dijo en voz alta Sasuke usando el micrófono que aún no soltaba— La siguiente es una canción para ti Kiba Inuzuka y va dedicada de parte de Hinata Hyuga. —al decir eso captó la atención de ambos mencionados— Espero comprendas el significado de la canción y los verdaderos sentimientos de Hina-chan.
Quise mostrarme ante ti
Como alguien de duro corazón
El tiempo paso me arrepentí
Y ahora pediré tu perdón
Mi indecisión causo el gran error
Me domino el temor
Hoy me descubrí y ves ante ti
Lo que hay en mí
Ven quiero saber que eres realidad
Dame felicidad
Que hay en ti al reír, Que hay en ti al llorar
Lo quiero descubrir porque esperar
Siempre temí entregar
Mi vida hoy ya no es así me decidí
Y nada habrá que me lo impida
Quiero que mi corazón lo goce
Un sentimiento el desconoce
El de amar sin freno entregándose
—¡ESTAS MUERTO UCHIHA! —le gritó molesta la de ojos perla, corriendo hacia el escenario más que dispuesta a molerlo a golpes, como alguna vez hizo su padre— ¿QUIÉN TE CREES QUE ERES PARA ANDAR REVELANDO SENTIMIENTOS AJENOS? —cuando ya estaba cerca del escenario, el de ojos noche se alejó corriendo en dirección del chico de los triángulos en la cara.
Ella totalmente fuera de sí, lo siguió, su cara estaba totalmente roja y su expresión era similar a la que ponía Kushina cuando se enfadaba de verdad. ¡MALDITA LA HORA EN EL QUE LAS DEJO PASAR TIEMPO JUNTAS! Pero seguro de que su meta para sobrevivir era el castaño. Antes de llegar hasta él se detuvo, a la velocidad a la que iba Hinata, no tuvo tiempo de frenar y menos de evitar la caída provocada adrede por el pie del Uchiha. Sin embargo, la pelinegra no alcanzó a tocar el suelo, ya que fue atrapada por Kiba, quien sí cayó de espaldas al suelo, pero cuidando que ella no se lastimara.
—¿Estás bien Hinata? —preguntó el chico en el suelo.
—Sí, gracias a ti. —contestó sonrojada— Aunque no tenías que hacerlo.
—Claro que tenía que hacerlo, —le dijo aún debajo de ella— es algo normal cuidar de la persona de la que estás enamorado.
—Yo te rechacé. —le recordó desviando la mirada.
—Eso no importa. —le aseguró mirándola con una sonrisa—No creas que mis sentimientos son tan débiles. No te puedo forzar a quererme, pero si puedo hacer mi mejor esfuerzo para demostrar lo que soy, y si me quieres sería muy feliz y si no me correspondes, sólo estaré ahí siempre para cuidarte. —afirmó el castaño mientras le acariciaba la mejilla.
—Kiba-kun, —susurró sorprendida— la verdad es que, si me gustas, pero tengo miedo de equivocarme.
—Déjame demostrarte que no soy un error. —él se inclinó despacio y la besó en los labios con dulzura, siendo correspondido de inmediato.
Ambos olvidándose por completo de todos los presentes que miraban la escena enternecidos. Y dejando en segundo plano la venganza que deseaba Hinata contra Sasuke por declarar lo que ella sentía desde hace mucho y en frente de tantas personas. Ya se las cobraría luego, por ahora disfrutaría de su segunda oportunidad en el amor.
POV DE HINATA
Muchas gracias por tu ayuda Sasuke-kun, a pesar de que intento serte de ayuda siempre terminó siendo yo quien la recibe. Mi idea de que cambiando de apariencia y mejorando nuestra estancia en el instituto les daría puntos a Itachi-san y Deidara-san no sirvió de nada. Quise ser fuerte, distanciarme de aquellas fantasías ridículas que tuve de niña y lo único que conseguí fue encerrarme en mi propio dolor. Aunque Kiba-kun me gusta desde hace tiempo, prácticamente desde aquella vez en que Hana-san me lo presentó; luego de que yo me hiciera cargo de Kurama, mientras Sasuke estaba con Danzou.
Y pensar que mi padre sólo aceptó tener a Kurama en nuestra casa porque era de Sasu-chan, aunque con la clara condición de que debía estar vacunado y libre de enfermedades. Por eso lo llevé con Hana-san y tuve la dicha de conocer a Kiba-kun. Pese a que el tiempo pasaba y lo conocía más, cada día iba atrayéndome más y más hasta que me enamoré. Como una cobarde preferí decir palabras contrarias a lo que de verdad sentí. Preferí callar ante mi mejor amigo para no volver a ser una molestia y aun así me descubrió. Sin embargo, esto no se quedará así, esta canción oculta algo detrás, puedo sentirlo, tarde o temprano me enteraré de qué es.
FIN DEL POV DE HINATA
Rápidamente el pelirrojo que aún conservaba en su mano el micrófono con el que había cantado al lado del pelinegro hace tan sólo unos momentos, se decidió a aprovechar la atmosfera romántica que abundaba en el lugar, para arriesgarse por lo que quería desde hace tiempo. Aún sobre el escenario, tomando aire para lo que diría, miró decidido hacia donde estaba Uchiha, alejándose de Hyuga y su novio.
—¡UCHIHA SASUKE HAY ALGO QUE QUIERO CONFESARTE! —le gritó el de ojos verdes captando rápidamente su atención y la de los demás presentes— DESDE HACE TIEMPO QUE ME GUSTAS Y QUIERO QUE SEAS MI NOVIO ¿ACEPTAS?
Lo que dijo shukaku tomó desprevenido a más de uno, y luego de semejante confesión, el silencio se adueñó del lugar, el cual sólo fue roto por una voz.
—¡NI SE TE OCURRA! —gritó yondaime tomando el micrófono tirado en el suelo que dejó abandonado Sasuke mientras huida de la de ojos perla— ¡SASUKE HAY UNA CANCION QUE ESCRIBI PENSANDO EN TI! ¡ESCUCHA!
Naruto comenzó a interpretar su nueva creación, poniendo todo el corazón en cada palabra. Cada letra fue escogida con minucioso cuidado para que el mensaje que debía llevar fuera lo más claro posible.
El fin del camino me hace ver
Una preciosa visión que me recuerda a ti
Y te añoro como si fuera ayer
¿Cómo podría olvidarme de ti?
Al fin del camino espero ver tu rostro angelical
No pido nada más pues jure que yo te iba a proteger
Y no debes olvidarlo jamás
ohh no sé qué pasa
Parece que nunca acaba esta soledad
Oh oh ¿Por cuál camino debo seguir para poderte encontrar?
Me siento abandonado y lleno de dolor si estoy sin ti
Mis lágrimas amargas ya han perdido su color
Mi deseo es que algún día mi reflejo
Puedas ver en su totalidad
estribillo
El fin del camino se acerca ya
Y el mundo que conocí
No logro visualizar
A pesar de tantos cambios yo
Continuare en este rumbo hacia ti
Pero te aseguro que a pesar
Que nuestras huellas van apartándose mas
El destino indica que tu y yo
Juntos podremos estar al final
Ohh nunca he olvidado
Esos recuerdos de aquel chico que ame
Oh oh cuanto lo extraño y no has notado que ese chico eras tu
Pero aunque se apague el sol
No sentiré temor
Pues tus recuerdos están en mi interior
Y no los perderé
Están conmigo siempre conmigo
El fin del camino me hace ver una
preciosa visión que me recuerda a ti
Y te añoro como si fuera ayer
¿Cómo podría olvidarme de ti?
Un camino busco entres sombras y luz
Que me pueda conducir al mundo en el que estas tu
El destino sigue esperándonos
Y en mi trayecto no me perderé
el fin del camino me hace ver
Una preciosa visión que me recuerda a ti
Sé que juntos vamos a construir
Un mundo donde no haya más falsedad
Luego de semejante declaración cantada, siendo la segunda en el día, este cobró más peso al ser de parte de alguien tan reconocido como yondaime. Para complicar aún más la situación, todavía no había una respuesta para la declaración de shukaku.
—¡SASUKE ME GUSTAS MUCHO! —gritó Naruto en medio del escenario— Por favor no aceptes ser el novio de shukaku.
Todos se quedaron expectantes de saber cuál sería la respuesta del Uchiha, y él mismo sentía que la respuesta era algo desconocido hasta para él. ¿A quién elegiría? ¿A Naruto que era la persona que lo lastimó tantas veces, pero que a su vez fue uno de los que más estuvo con él? ¿Elegiría a Gaara a quien conocía mucho menos que al rubio? ¿Gaara le gustaba como para aceptar ser su pareja?
Dos pretendientes…
Dos confesiones…
Una sola decisión…
CONTINUARA……