No podía creer lo que pasaba ¿en qué se habían equivocado? ¿Qué es lo que había fallado? Todo estaba perfecto entre ellos, sí solían discutir pero, no a esos extremos, no hasta el grado en que Akihiko se había marchado del apartamento.
− ¿Por qué? - sollozó, no creía aun que el peligris se hubiera marchado.
Se hizo ovillo en el sillón de la sala, donde momentos antes se había desarrollado su pelea. Todo comenzó debido a un malentendido, o al menos así lo veía Hiroki. Akihiko se molestó con él por un mensaje que había recibido:
“− Espero que el regalo te agradara Hiroki, así como espero que nos podamos ver en 7 días exacto en la cafetería Bonjour. Me alegrará volver a verte. Daisuke”
Daisuke era uno de sus primeros alumnos y lo había contactado pidiéndole que se vieran dentro de una semana en un café cerca de la universidad para tratar el asunto del primer libro que publicaría acerca de la historia de la literatura pero eso lo decía en el regalo, que era el borrador final de su libro donde en las dedicatorias lo había incluido a él, no en el mensaje.
Akihiko encontró el mensaje y la respuesta afirmativa de Hiroki y explotó en celos, le reclamó e incluso lo acusó de querer engañarlo. Hiroki al principio intentó hacerlo entrar en razón pero pronto perdió la paciencia y comenzó a gritar también, Akihiko salió del apartamento maldiciendo entre dientes pidiéndole además que no lo buscara por un tiempo, no al menos hasta que decidiera cancelar la cita con “ese niñato inepto y aprovechado”
Pasaron cuatro días en los que no se habían hablado, Hiroki iba y venía de la universidad sin molestarse siquiera en hacer algún comentario o mostrarse como el “Demonio Kamijou” con sus alumnos y eso comenzó a preocupar a Miyagi, sin embargo el mayor no hizo nada, conocía a ambos y sabía que tarde o temprano arreglarían lo que fuera que los mantenía con una ley del hielo.
Y así como lo predijo, al quinto día Akihiko llegó a la hora de la salida del castaño, Miyagi salió dejándolos solos y en un tenso silencio. Hiroki no lo miraba pues aún se encontraba algo molesto y bastante herido con sus palabras, Akihiko por el otro lado estaba avergonzado de su actuar, personalmente no se sentía orgulloso de su actuar y sabía ahora que el haber desconfiado así de Hiroki era un error que le costaría trabajo remendar.
− Bueno ¿qué haces aquí, Akihiko? - fue Hiroki quien rompió el silencio, aun sin atreverse a mirarlo.
− Vine a pedirte perdón - soltó en voz seria y con cierto tinte triste - cometí un error
− Lo que pasó no fue un error, se llama falta de confianza y celos irracionales - le espetó con el ceño fruncido, mirándolo serio - no es algo que se pueda arreglar con una disculpa
− Lo sé, pero debía darte una de todos modos… yo, me equivoqué al creer que… al dudar de ti y del amor que sientes por mí
− Akihiko… Daisuke es solo un viejo alumno y... - se explicaba, pero fue callado por los labios de Akihiko sobre los suyos y sus brazos en su cintura.
Correspondió el beso, pasó un brazo por la cintura del otro acercándolos y su otra mano la llevó a la nuca de Akihiko evitando así que rompiera el beso, no habían notado cuanto lo habían necesitado, cuanto se habían extrañado, hasta ese momento.
Se separaron cuando el aire se hizo muy necesario y al hacerlo Akihiko lo abrazó contra sí pero sin dejar de mirarlo, Hiroki estaba sonrojado por el beso y cierto brillo estaba en sus ojos.
− Cuando me fui enojado, decidí buscar todo lo que tuviese que ver con el tipo ese… y encontré el borrador de su libro y la dedicatoria - confesó - lamento tanto el haber confundido todo Hiroki, yo… sé que fallé, que debería de haber confiado en ti pero… es que… yo - las lágrimas comenzaron a inundar sus ojos y ya no pudo mirar al castaño.
− Aki… hiko - Hiroki intentó mirarlo de nuevo pero Akihiko hundió su cara en el hueco de su cuello, sintió las cálidas lágrimas mancharle la camisa y solo atinó a abrazarlo de nuevo.
− Tardé tanto tiempo en notar lo que sentía por ti… casi te perdí una vez… yo… no quiero que eso vuelva a ocurrir… te amo demasiado Hiroki - comenzó a decirle con voz un poco quebrada - quisiera poder cambiar, dejar de ser tan celoso… pero no puedo, temo perderte Hiroki, temo que alguien pueda arrebatarte y llevarte lejos de mi… eso rompería mi corazón
Hiroki, sorprendido por la confesión sintió sus mejillas arder, su corazón comenzó a latir tan fuerte que le sorprendía que Akihiko no lo notara, tanto tiempo esperando tener algo de cariño de Akihiko, tanto tiempo sintiendo ese amor y ocultándolo para ser su amigo y ahora… ahora el corazón de Akihiko le pertenecía a él. Akihiko era tan suyo como Hiroki lo era de Akihiko y el mismo temor que a veces invadía al profesor cuando su novio se encontraba con su anterior editor o algún conocido era el mismo que lo había llevado a actuar así de celoso cuando vio la nota de Daisuke. Sonrió para sí con cierta gracia y después separo un poco al otro, solo lo suficiente para sostener su cara en sus manos y mirarlo con todo el amor que le tenía.
− Tonto ¿por qué querría yo a alguien más? Te amo a ti, Bakahiko… y eso no va a cambiar, ni ahora ni nunca - dicho eso lo besó, fue solo un roce rápido - así que grábatelo bien en esa cabezota tuya ¿de acuerdo?
Akihiko asintió feliz, lo volvió a besar y prometió intentar dejar de actuar así cada que Hiroki vería a algún conocido, claro que el costaría trabajo pero Hiroki estaría allí para demostrarle que su corazón solo el pertenecía al Usami, las veces que fuera necesario.
− Akihiko ¿cómo es eso de que viste el borrador del libro? - le preguntó mientras descansaban en la sala del apartamento del profesor, era de madrugada pero el sueño aún no llegaba a ellos, incluso después de la reconciliación bastante agitada que acababan de tener en el sofá y sobre la mesa de la estancia.
− Es la Editorial Marukawa quién publicará su libro, y solamente tuve que pedirle el favor a Isaka - se explicó - ¿qué es eso de "Hiroki nii-san"?
− ¿Eh?... pues, verás, cuando entró a la universidad Daisuke acababa de perder a sus padres y a su hermana, no tenía el apoyo de nadie y estuvo a punto de salir de la escuela pero... yo lo ayudé, al principio porque era su profesor pero despues de conocerlo fue porque me importaba... él es algo así como el hermano menor que mis padres jamás me dieron y tiempo después me confesó que yo era el hermano mayor que necesitaba en esos momentos... nos volvimos algo así como "hermanos honorarios" y pues después de graduarse nos seguimos viendo hasta que por razones de su trabajo viajó fuera del país y nos perdimos la pista un tiempo, hasta ahora
− Ya veo... ¿no tendré que pedirle permiso para salir contigo, o sí? - añadió con humor aunque con cierto toque de duda que hizo a Hiroki reír - ¿qué es tan gracioso?
− Que esa fue la misma reacción de su novio cuando me lo presentó - contestó mirandolo con cierta burla pero con mucho amor - Ludwig no podía estar más nervioso ese día... solo espero que tú no reacciones así el miércoles que los presente
− ¿Piensas llevarme? - preguntó genuinamente sorprendido.
− Claro, eres mi novio después de todo ¿no? y mi hermanito menor debe conocerte - sus mejillas se tiñeron de rosa al decirlo.
− Será todo un honor - lo besó suavemente, Hiroki le correspondió y en poco tiempo el beso se tornó apasionado, al parecer la sesión de reconciliación aun no había terminado.