¡Ay, Zorrito, ya te estás durmiendo! Si haces eso tendré que llevarte cargando hasta mi casa, ya que no sé dónde vives, jajajajajajajaja – Rukawa para sorpresa de Hana adquirió un color rojo carmesí en las mejillas mientras en su cine mental se imagina en brazos de su mono, entrando en brazos a su cuarto. Pero despertó de sopetón a la realidad cuando comprendió que no sabía si Hanamichi sentía algo por él, por lo que armándose de valor, lo vio a los ojos y dijo – Hanamichi, hay algo que quiero decirte…
Hanamichi hay algo que quiero decirte… pero no sé cómo lo tomarás – dijo mientras lo miraba fijamente.
Para Hana no paso desapercibido el que le hubiese llamado por su nombre y eso le emocionó demasiado, sintió miles de mariposas revolotear en su estomago y pasar por su pecho, por lo que volteó a ver al Zorro adquiriendo un tono rojo en su cara al notar la mirada tan fija puesta sobre él. Sintiendo que la voz se había ido de vacaciones, sólo atino a hacer un movimiento afirmativo con la cabeza, dando a entender que le escuchaba.
¿Creen qué se le declare? – Preguntaba Takamiya al resto del grupo, que estaba escondido detrás de unos arbustos escuchando la conversación del Zorro y Mono, tratando de pasar desapercibido, aunque los otros dos ni por enterados ya que estaban muy concentrados el uno en el otro.
Yo espero que no – contesto Ana, mientras los demás la veían de forma interrogante – no me malinterpreten, es simplemente que si ahorita Rukawa le dice a Hana que lo ama, porque si lo ama, eso se nota a leguas, Hana siendo tan impulsivo, puede llegar a reaccionar de forma negativa, ya que aún no se ha dado cuenta de sus sentimientos hacia el Zorro, y por ello meter la pata.
Mmm, tienes razón lo más probable es que lo agarre a cabezazos mientras le grita tarugada y media – secundó Youhei
Entonces, los interrumpimos o dejamos que todo siga su curso – peguntó Noma
Mientras el grupo “debatía” si ayudaba o no, Rukawa ajeno a ellos, a su vez se debatía sobre si decir o no todo a su pelirrojo, ya que aunque sus reacciones y respuestas eran favorables, no sabía si podría corresponderle aun, por lo que decidió tentar terreno y continuo su plática – bueno como te iba diciendo, quiero que sepas que… que… tú me agradas… que me gustaría que fuésemos amigos, ya que ceo que eres un gran chico y me gustaría que nos lleváramos mejor.
Hanamichi abrió sus ojos como plato creyendo que había escuchado mal, por lo que uso un tono extraño peguntando - ¿quieres que tú y yo seamos amigos? – mientras veía a Rukawa como si fuese un extraterrestre.
Bueno yo… decía… que si querías… pero no es a fuerza… déjalo…yo… yo – mientras Rukawa decía esto, sentía que el piso se abría bajo sus pies y que miles de agujas se clavaban en su corazón ante la negativa del pelirrojo.
Hanamichi reaccionando a cómo interpretaba el Zorro sus palabras dijo rápido – siquierosertuamigozorro – dándose cuenta que Rukawa lo veía extrañado tomó aire y de forma más tranquila dijo – quiero decir que si, si quiero ser tu amigo, sólo que me tomaste por sorpresa ya que pensé que te caía mal.
Nooooo, es sólo que no soy muy sociable y pues yo pensé que yo era el que te caía mal – contestó Rukawa sintiendo que el alma le regresaba al cuerpo ante la oportunidad que le daba el pelirrojo.
Ah, bueno pues te soy honesto, en un principio si me caías mal, ya que tú le gustabas a Haruko y ella me gustaba a mí, pero luego me di cuenta que ella no me gusta, sólo me sentí confundido porque fue la primera chica que no se asustaba de mi, después de eso ya no me caías mal, pero me es muy divertido pelear contigo, me alegra los entrenamientos – agrego Hana con una bella sonrisa que hizo saltar y acelerar el corazón del Zorro, el cual tratando de controlar las ganas de besarlo hasta robarle el alma por la boca, sólo agregó – a mí también me gustan nuestras peleas, bueno, pues empecemos de nuevo, ¿te parece? – y extendiendo su mano dijo – Mi nombre es Rukawa Kaede, mucho gusto en conocerte, puedes llamarme Kaede – Hanamichi estrechando la mano, agregó – el gusto es mío Kaede, soy Sakuragi Hanamichi, y puedes decirme Hanamichi – Kaede estaba en las nubes, el oír sus nombre de los labios y voz de su amor, lo hizo el hombre más feliz de la tierra, sabía que el saludo no era el tradicional o apropiado pero necesitaba sentir a su pelirrojo y el tacto de sus manos le generaba un hormigueo muy agradable en todo su cuerpo.
Por su parte Hana no estaba incomodo por el roce de manos, por el contrario, no sabía la razón pero quería continuar con ello, es más tenía la necesidad de sentir más cerca al Zorro, por ello comenzó a acercar su costado al del Zorro y cuando estaba por tocar su cuerpo con el suyo…
¡Sakuragi kun! ¡Hacía tiempo que no te veía! – Hana giró para ver a quién pertenecía la voz, observando que se trataba de Haruko, la cual se acercaba a donde se encontraban, al llegar hasta ellos agregó completamente colorada – Ho... hola Ru… Rukawa kun, ¿cómo has estado?
¿Y tú quién eres? – respondió Rukawa molesto por la interrupción ya que su monito, estaba por hacer algo y la atmosfera en que estaban envueltos se rompía.
La chica completamente colorada y sin entender el mensaje del pelinegro contesto – so… soy Akagi Haruko, la hermana menor del capitán Akagi.
Mmm, pues no te recuerdo, ¿Qué quieres? - pregunto Rukawa de forma fría y aburrida – y… y… yo sólo quería saludarles – contesto la chica tímidamente. Hana que observaba la escena comenzó a reír – JAJAJAJAJAJAJA, ay Kaede ¿por qué eres tan grosero?, Haruko san sólo quiere saludarte, ¿no puedes regresar el saludo? – dijo con una gran sonrisa, la cual agrado al Zorro además de que lo había llamado por su nombre, por lo que sólo por atención a su pelirrojo dijo – hola niña.
¿Ka… Kaede? ¿Desde cuándo llamas a Rukawa kun por su nombre Sakuragui kun? – preguntó completamente confundida la chica.
¡H A N A KUN! - se escuchó un grito mientras una bella chica se acercaba al pelirrojo y lo abrazaba mientras veía fijamente a Haruko – pensé que ya te habías ido - decía mientras de manera imperceptible volteaba a ver a Rukawa y le guiñaba un ojo, el cual sin saber porque se sintió tranquilo y sin ganas de matar a Ana por abrazar a su pelirrojo.
Detrás de Ana se acercaban los demás chicos, que veían la escena divertidos – pero si los que desaparecieron fueron ustedes, yo estuve sentadito acá todo el tiempo Ana chan – decía Hana mientras señalaba la banca donde había estado y se dejaba abrazar por la susodicha, aunque de reojo sin saber porque veía a Kaede nervioso, como esperando que no se molestara por el abrazo, pero se tranquilizó al verlo tranquilo viéndolo, por lo que completamente colorado agacho la vista al suelo.
Esto hizo que una sonrisa imperceptible se formara en los labios de Kaede, el cual estaba fascinado con el sonrojo y timidez de Hana.
Hola mucho gusto soy Ríos Ana, soy extranjera y estoy de visita – dijo la mencionada mientras seguía abrazada al pelirrojo y veía de forma desafiante a Haruko, la cual sin saber por qué sintió un apretón en el pecho y una ligera molestia al ver a semejante belleza abrazada a su amigo y que este no hiciera nada por soltarse o estuviera incomodo.
Mucho gusto soy Akagi Haruko y soy AMIGA de Sakuragi kun – dijo mientras veía feo a Ana, mientras los chicos veían extrañados la escena y sin entender ni papa de lo que pasaba entre las chicas. Ana pudo observar un pequeño atisbo de celos en Haruko, por lo que girando su cara hacia Hana y pegándose más a él agrego – Bueno Hana kun, vamos por mi pastel antes de ir a la casa, ¿vale? , placer en conocerte Akagi san, pero ya debemos irnos porque Hana kun debe acostarse tempranito, chao, chao – mientras movía su mano de arriba hacia abajo para despedirse, no dio tiempo a nadie de reaccionar y sin saber de dónde sacó la fuerza, empujó a los chicos para que comenzaran a caminar, dejando atrás a Haruko con un gran signo de interrogación sobre su cabeza y susurrando un escueto “adiós”, para darse media vuelta y caminar, pensando en que debería averigua quien era esa tipa.
Los chicos cuando reaccionaron ya habían salido del parque y veían a Ana, que haciéndose la loca, se acerco a Rukawa tomándolo del brazo, lo jaló un poco adelantando a los chicos mientras decía con un tono angelical e inocente – bueno Rukawa kun pues ya que te secuestramos toda la tarde también ven a comer pastel con nosotros, Hana no le molesta, ¿verdad? ¿Y tú quieres verdad?, ¿y los demás están de acuerdo verdad? así que andando – dijo mientras todos la veían con miedo y decían “eh, si, vamos”.
Como seguían caminado ligeramente separados de los demás y Ana no lo soltaba (lo cual por cierto no incomodaba ni molestaba a Rukawa), este preguntó en un susurro - ¿qué fue lo de hace rato con Akagi? ¿Por qué lo hiciste? – A lo que Ana en otro susurro contestó – fue una pequeña venganza, por ignorar y hacer sufrir a mi amigo, así que aprovecha y no dejes pasar esta oportunidad, de mi cuenta corre espantar a la mocosa, pero tú debes planear bien tus movidas para no espantar a Hana y hacerlo feliz, ¿entendido? – dijo con un guiño, el cual fue correspondido por un feliz Zorro.
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Al día siguiente se encontraban en el gimnasio entrenando, Rukawa se encontraba eufórico, aunque por fuera no lo demostrara, recordaba la tarde anterior que paso junto a su amor, mientras recordaba como Ana se las arreglaba para darles espacio y pudieran convivir sin los alborotadores de los amigos de Hana. Alzo su vista a las gradas y los vio, dirigió una mirada a su nueva cómplice y con una ligera inclinación de cabeza la saludo.
Vaya que logras milagros Ana chan, ayer Rukawa parecía querer arrancarte la cabeza y ahora está como manso corderito hacia ti, ¿pues qué hiciste? – pregunto divertido Noma
Sólo hacerle saber que no soy su enemiga – dijo Ana con una sonrisa.
Te quejabas de que no soy nada discreto y ayer cual huracán nos arrastraste hacia la salida, Haruko san ni lo vio venir, creo que ha de seguir en el parque jajajaja – dijo Youhei
Bueno pero funciono ¿no?, y hablando de la reina de Roma vean quién se asoma – mientras Ana decía esto giraba a ver la puerta del gimnasio para ver entrar a la susodicha en compañía de sus amigas, y saludaba a Hanamichi con demasiada efusividad, mientras iba subiendo las escaleras.
“Mendiga mocosa a ver si no rueda por las escaleras” – pensaba Kaede, aunque no se molestó tanto ya que Hana respondió el saludo pero sin emocionarse como antaño y siguió en lo suyo y se puso feliz cuando al encontrarse sus miradas, el pelirrojo, se sonrojo furiosamente y tropezó sin caerse, por lo que al pasar a su lado susurro un “torpe” mientras le sonreía ligeramente sin que los demás se dieran cuenta. Hana se asombró por la sonrisa de Kaede y respondiéndola le dijo – Zorrito baboso – y así continuaron con su entrenamiento, seguían peleando pero ya no era de forma bélica, era más que nada para amenizar el entrenamiento.
Mientras Haruko pensaba qué era lo que le pasaba, veía a Rukawa y seguía sonrojándose, pero al ver cómo Hanamichi saludaba a la “extranjera esa” y ésta le devolvía el saludo con una gran sonrisa, sentía como si hubiese comido plomo que se iba directo a su estomago, ella quería que esas sonrisas fueran sólo para ella, que su “amigo” volviera a actuar como lo hacía antes, apenas se dio cuenta que la actitud del pelirrojo cambio hacia ella, ya no era tan efusivo, ni le prestaba tanta atención como antes, pero entonces, ¿por qué no le dio importancia hasta ahora que lo veía junto a otra mujer? ¿Acaso sentía algo por el pelirrojo? No, eran solo amigos, sólo se sentía desplazada por una nueva amiga. Y cuando se estaba convenciendo de ello… vio en cámara lenta cómo ESA corría hasta el pelirrojo y lo abrazaba y besaba en la mejilla al término del entrenamiento. Entonces sintió cómo un fuego envolvía su corazón y nublaba su razón - “Me gusta… Hanamichi me gusta” – pensó – “¿Podré recuperarlo?, ¿Qué sea mío?”…
Entonces, una idea cruzó por su mente, haría todo lo posible por recuperar al pelirrojo y hacerlo suyo, sólo suyo y de nadie más, ESA extranjera no se lo quitaría… ya vería quién era Haruko Akagi. Mientras pensaba esto su mirada se cruzó con Ana que la veía desde los brazos del pelirrojo y si las miradas mataran…
Ana entendiendo el desafío y con una sonrisa de suficiencia acepto el desafío – “veamos de lo que eres capaz Haruko, crees que me vas a vencer, cuando en realidad soy una pantalla para que el verdadero amor haga su jugada con Hana… Kaede, mas te vale hacer feliz a mi amigo…” – pensó Ana.
Kaede que veía todo, entendió lo que pasaba y pensando llego a un conclusión – “Ana, no voy fallar, Hana merece ser feliz, yo merezco ser feliz y mientras tú me ayudas aprovecharé para conquistarlo…”