Habían sido unos días de locos para Hanamichi, Haruko parecía su sombra, se “aparecía” cada vez que daba la vuelta, ya la veía hasta en la sopa, sólo cuando estaba en clases se libraba de ella ya que por suerte iban en salones diferentes, pero fuera de éste TODO el tiempo se la “topaba” por mera casualidad, bueno si hasta para ir al baño, a la salida la veía, ya se sentía acosado tipo película de terror psicológico. Su único consuelo eran los entrenamiento, dónde disfrutaba de la compañía del Zorro, el cual se estaba volviendo un amigo, salía con ellos en las tardes y aunque no hablaba mucho era agradable pasar la tarde con él, convivía tranquilamente con su Gundam y con Ana y de plus, alejaba a Haruko cuando se quería pegar a ellos, no entendía bien que pasaba en esos momentos, Kaede la veía de forma fría y la chica se congelaba en su sitio, se sonrojaba y comenzaba a balbucear, mientras Ana los arrastraba cual torbellino a otro lado, para cuando Hana o Haruko reaccionaban, ya estaban lejos, si no fuese tan “astuto”, juraría que esos dos estaban “maquinando” para alejar a Haruko de él, lo cual no le molestaba, por el contrario lo agradecía, pero no eso no podía ser posible, ya que qué interés podría tener Kaede en ello ¿verdad?.
Y hablando de Haruko, estaba que se subía por las paredes y echaba espuma por la boca, ya era miércoles, todos en el equipo “querían y adoraban” a la “extranjera esa”, bueno, hasta su hermano se sonrojaba cuando la veía, pues ¿qué demonios tenía para que fuera tan solicitada y ovacionada por los varones?, hasta Rukawa para quien todos le eran indiferentes le saludaba, eso era el colmo para Haruko y qué decir del baboso de Hanamichi que sólo tenía ojos para la “monita esa”, ya no la buscaba, ni se emocionaba cuando le hablaba, sólo estaba pegado cual mamá zarigüeya a la chica esa, y ESA quien cuernos se creía para estar TODO el tiempo en brazos del pelirrojo, besándolo y haciendo “cariñitos” – Yo la mato – dijo en voz alta Haruko sin darse cuenta – ¿A quién vas a matar amiga? – preguntó Fujii – A nadie, si no dije nada – respondió la castaña haciéndose la loca – Ay amiga, no nos engañas, se nota que estas celosa de Ríos chan – dijo Matsui – ¿Tanto se nota?, no la soporto, TODOS la tratan como si fuera la única mujer en el mundo, hasta mi hermano se sonroja y balbucea cuando la ve – termino la chica mientras sus amigas se veían si saber que decir.
Y para adornar la cereza al pastel, en ese momento termino la práctica y Ana saltando a los brazos del pelirrojo reía alegremente mientras Haruko entraba en modalidad “matar a la extranjera” sus amigas se alejaban asustadas de la chica, comenzó abajar las gradas dispuesta a cachetearse a la chica, pero antes de llegar Rukawa estaba frente a ella viéndola fijamente con una mirada fría – Ru… Rukawa kun – murmuró la chica mientras se sonrojaba furiosamente, cuando reaccionó el pelinegro ya no estaba frente a ella y el pelirrojo había desaparecido junto a sus amigos – Rayos – murmuró la chica.
¿Qué les parece si vamos al cine? – preguntó una muy risueña Ana a los chicos, todos asintieron y fueron, al llegar compraron boletos y comida, después de eso entraron a la sala, Hanamichi quedó sentado entre Ana y Kaede, esto ya no se le hacía raro por lo que se puso a disfrutar de la película, compartía palomitas con Kaede y en una de las veces que llevo su mano al envase para tomar un puñado sus manos se encontraron y rozaron, Hanamichi sintió una corriente eléctrica recorrer su cuerpo y su corazón comenzó a bombear deprisa, poniéndose clorado, Kaede por su cuenta dándose cuenta de la reacción del pelirrojo sonrió satisfecho y arriesgándose se arrimó más hacia el monito recargando su costado ligeramente en el cuerpo de Hanamichi, el cual estaba como semáforo pero extrañamente disfrutando del contacto, estaba completamente nervioso y perdido en las sensaciones que despertaba el calor que desprendía el cuerpo del pelinegro, cuando reaccionó la película ya había terminado y todos estaban levantándose – Estuvo muy interesante la película verdad Hanamichi kun – preguntó una “inocente” Ana, el pelirrojo sólo asintió y comenzó a caminar tras Kaede cual robot para salir de la sala, Ana giró a ver a los demás y sonriendo les hizo un gesto que los demás entendieron, al salir Youhei habló – Hanamichi necesito comprar un regalo para mi mamá va a ser su cumpleaños, Ana chan va a acompañarme para elegir algo bonito, no te preocupes yo la acompaño a tu casa, así que nos vemos luego – Hana asintió al comentario y se giró a ver a sus amigos – Yo tengo hambre y quiero ir por algo, nos vemos después – dijo Takamiya, empezando a caminar hacia los puestos de comida – Yo debo ir por un libro que me encargó mi hermana – dijo Noma – Yo te acompaño, quiero comprar un libro de misterio – dijo Ohkusu, los chicos se despidieron y dejaron al Mono y Zorro parados en medio del pasillo – Bueno Zorrito, nos han dejado solos, ¿Qué quieres hacer? – preguntó un muy emocionado Hana, sin saber en realidad a qué se debía la emoción – Qué te parece si damos una vuelta – dijo un Zorro también emocionado y agradeciendo mentalmente a los chicos por la oportunidad que le brindaban, caminaban por los pasillos, viendo lo que vendían en las tiendas, Kaede estaba tan feliz, para él era una cita y haría que su pelirrojo se la pasara de lo mejor y cual encantador novio le complació hasta el más mínimo capricho, por su cuenta Hana la estaba pasando de maravilla y deseando que la tarde no acabara, sin embargo cuando ya empezaba a caer la noche pensó desganado que debía volver a su casa, por lo que se dirigieron hacia allá, el Zorro como buen “novio” acompañaba a su monito a su casa, estaban en la esquina de la calle para llegar a la casa del pelirrojo y Hana en un impulso se detuvo y giró a ver al pelinegro – Kaede, me la he pasado muy bien, gracias por todo, ha sido una maravillosa tarde, en serio que me la he pasado muy, muy bien y me gustaría que se repitiera esta experiencia – dijo con un hermoso sonrojo en las mejillas, el Zorro sintiéndose emocionado por las palabras del pelirrojo y sin medir las consecuencias de sus actos, se acercó hasta Hana y le besó dulcemente en los labios – Yo también me la he pasado de maravilla – dijo el pelinegro después de separarse del pelirrojo, sin embargo regreso de golpe a la realidad cuando vio cómo su pelirrojo lo veía con los ojos desorbitados y con una mirada que no supo interpretar – Hanamichi… yo… este… - pero no pudo terminar ya que el pelirrojo echo a correr hacia su casa, quiso correr tras él y de hecho lo hizo pero, al llegar a la puerta y verla cerrada no supo qué hacer…
¿Hana?... ¿Qué pasó? – preguntó una muy confundida Ana que veía a su amigo pálido y con los ojos vidriosos.
Él… me… beso – contestó Hana en un susurro sin levantar la mirada del piso – ¿Quién te besó? – preguntó la chica entendiendo en el acto lo que ocurrió – Kaede… él me besó – decía el chico sin reaccionar y sin entender qué había pasado – Mmm, ¿y eso te molestó? – preguntó suavemente la chica apoyando sus manos en los hombros de su amigo, Hana reaccionó al contacto – No… no me molestó, sólo estoy muy confundido, no sé qué pensar, ¿Por qué lo habrá hecho? – dijo el chico más para él que para Ana, la chica lo vio con infinita dulzura y alzando la cara del chico hizo que la viera directo a los ojos – Cielo, tú ¿Por qué crees que te haya besado?, analicemos las cosas, ¿Quieres?... empecemos por ti, ¿te molestó o te sentiste incomodo por el beso? – el chico movió negativamente la cabeza – Bien, ¿te hubiese gustado que siguiera? – Hana pensó unos segundos la respuesta y movió afirmativamente la cabeza – Ok, ¿Te sientes a gusto con Kaede kun? – Hana sólo asintió con la cabeza, Ana respirando profundamente y viendo a su amigo con un amor de hermana le preguntó – ¿Te gusta Kaede kun? – Hana vio asustado a la chica pero al ver amor y comprensión en sus ojos, movió la cabeza afirmativamente – Eso es maravilloso Hana kun – dijo esbozando una hermosa sonrisa, la cual contagio al pelirrojo y devolvió a su amiga – Ahora, por favor dime que no lo mataste a cabezazos después del beso – dijo la chica de forma picara para tratar de amenizar el ambiente, Hanamichi al escuchar eso rompió en carcajadas, pero luego se puso pálido y viendo al piso dijo – Yo… yo lo dejé plantado… huí de ahí dejándolo solo… ¿Qué voy a hacer ahora? – dijo un Hana desesperado – Pues para empezar, ir a verlo y aclarar las cosas no crees – dijo la chica tranquilamente – Tienes razón Ana chan… regreso en un rato – dijo el Mono dirigiéndose a la puerta, cuando la abrió vio al Zorro parado frente a la puerta con la mano alzada como si fuera a tocar pero viendo al piso – ¿Zorro? – dijo Hana, el mencionado levantó la cabeza y vio a su adorado tormento, no sabía que decirle más cualquier pensamiento quedó congelado al sentir unos labios sobre los suyos, cuando reaccionó su pelirrojo ya se había separado de él, iba a contestar el beso cuando – Ejem, creo que lo más conveniente es que platique dentro de la casa ¿no creen? – dijo una muy divertida Ana luego de giñarles el ojo pícaramente, los dos chicos se pusieron cual semáforo, y sin saber en qué momento fueron arrastrados al interior de la vivienda por la chica – Bueno pues ahora si a platicar y yo me voy a dormir – se acerco a los chicos y les dio un beso en la mejilla a cada uno y un apretón de brazo mostrándoles apoyo, para después retirarse, los chicos al quedarse solos no sabían qué hacer, más Kaede fue el que rompió el silencio – Hanamichi… yo… el beso… veras – balbuceaba el pobre Zorro sin coordinar sus ideas – ¿Por qué me besaste? – preguntó el Mono viendo al Zorro directo a los ojos, quien se sonrojó furiosamente y sin apartar la vista contestó – Porque me gustas mucho y porque te quiero – dijo sin vacilar, mas por dentro estaba nervioso sin saber que esperaría de su pelirrojo, mientras éste abría los ojos como plato, sin embrago recordando la plática con Ana dijo – Tú también me gustas mucho y creo que empiezo a quererte – Hana dijo lo anterior sin quitar la vista de los ojos del Zorro, el cual creyó desmayarse ante la confesión, si era un sueño no quería que le despertaran – ¿Estás dispuesto a internar ver si puedes llegar a sentir algo más profundo por mí Hanamichi? – preguntó un esperanzado Kaede, el pelirrojo, asintió con la cabeza – Bueno, entonces ¿Quieres ser mi novio? – preguntó un muy contento pelinegro – Si quiero Kaede – respondió un muy ilusionado pelirrojo, después de esto, ambos se acercaron para sellar su relación un muy dulce y tierno beso que ésta vez sí era dado por ambas partes, después de eso Kaede tuvo que retirarse ya que la mamá de su, ahora sí, su pelirrojo no tardaba en llegar, pero se fue con una gran sonrisa en el rostro.
Entonces ya tenemos la primera pareja formada de la Gundam ¿ah? – preguntó Ana saliendo del cuarto de Hana – Ana chan, ¿escuchaste todo? – preguntó un muy colorado Hanamichi a la chica la cual sonreía muy divertida – Sip, escuche todo y me da mucho gusto por ti Hana kun ¿Cuándo piensas decirle a los chicos? – preguntó la chica – No lo sé, me da miedo pensar en su reacción, ¿y si me dejan de hablar? – dijo el chico con el semblante triste – Ay Hana kun, debes tener más fe en tus amigos, mañana hablas con ellos, te aseguro que ellos pueden sorprenderte – dijo la chica con una cálida sonrisa – Está bien Ana chan, mañana hablo con ellos – después de eso se fueron a dormir.
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Al día siguiente en el instituto, Hanamichi y Kaede se encontraron en la entrada, Kaede jaló a su novio a un lugar apartado para saludarlo como era debido y después de casi robarle el alma por la boca, se dirigieron a sus salones, Kaede con una ligera sonrisa en los labios y Hana con una sonrisa de oreja a oreja, quedaron de verse en el almuerzo después de que Hana hablara con sus amigos. – Sakuragi kun ¿Cómo amaneciste? – preguntó una desconfiada Haruko ya que la sonrisa de bobo que traía su “amigo” no le inspiraba confianza – Hola Haruko san, buenos días, amanecí muy bien, el sol calienta, los pajarillos cantan y hoy es un día tan hermoso, ¿tú cómo amaneciste? – decía un muy feliz pelirrojo – “¿Pero qué cuernos le pasa a éste que esta tan feliz?” – pensaba la chica – Hoy estas muy contento Sakuragi kun – dijo la chica – Así es, la vida es muy bella, si me disculpas debo ir a clases, nos vemos luego – se despidió el chico mientras avanzaba a su salón, Haruko se quedó viendo al chico pensando que era lo que le tenía tan contento y dispuesta a averiguarlo. Al llegar a su salón divisó a sus amigos y se dirigió a ellos, aunque se sentía un poco nervioso de contarles lo que le había pasado ayer, sin embargo pensó que si en realidad eran sus amigos aceptaría su relación – Hola chicos buenos días – saludo a todos con la sonrisa que regresó a su rostro – Hola Hanamichi – saludaron sus amigos – ¿A qué se debe esa sonrisa tan grande amigo? – preguntó un muy perspicaz Youhei – Jejejeje, es que tengo una noticia para ustedes pero se las cuento en el receso – dijo el chico afortunadamente entró el profesor y todos fueron a sus asientos, el tiempo pasó volando y la hora del almuerzo llegó, estando los cinco chicos sentados en la azotea del edificio comiendo hana se armó de valor y comenzó – Bueno… yo quería decirles… que desde anoche ando de novio – dijo mirando a los chicos – ¿Y quién es la persona afortunada? – preguntó Noma – Este… pues… verán… yo – comenzó a balbucear el pobre pelirrojo mientras comenzaba a sudar – Yo soy el afortunado – dijo Kaede saliendo a la azotea para sentarse junto a su novio y ver a los chicos y sus reacciones, los cuatro se quedaron callados y Hana temiendo lo peor… - FELICIDADES CHICOS… aunque ya no podremos celebrar más rechazos – dijeron a coro la Gundam mientras arrojaban confeti y sacaban sus cornetas para hacer alboroto – Chicos – dijo un muy emocionado Hanamichi, mientras era abrazado por su Zorro, el cual estaba contento de que no rechazaran a su monito – Bueno pues esto hay que celebrarlo, después de clases hay que ir a comer unos helados – dijo Takamiya, mientras los demás asentían, el almuerzo fue tranquilo y Hana estaba muy feliz y recordando las palabras de Ana dijo – Realmente soy muy afortunado de tenerlos de amigos, gracias por su apoyo.
No tienes que agradecerlo, somos amigos y mientras seas feliz nosotros estaremos contigo – dijo Noma, después de eso regresaron a clases y al finalizar éstas todos se dirigieron al gimnasio en el camino se encontraron con Ana a la cual le contaron lo sucedido, entre risas y bromas se encaminaron hacia el gimnasio, al estar por llegar no se percataron de que Noma y Ana se quedaron rezagados.
Haruko que iba caminando hacia el gimnasio, vio a Ana que hablaba con Noma por lo que se ocultó para escuchar la plática – Así que se te declaro ayer eh – dijo Noma – Si… le dije que sí y pues ahora somos novios – dijo Ana. Haruko se quedó en shock al oír esas palabras… su Hanamichi estaba de novio de esa… debía hacer algo para romper la relación… y si era necesario usar alguna estrategia sucia lo haría…