Con el inicio de la semana Shindou se sentía mucho más motivado, pues habían anunciado un nuevo torneo de la rama Dragon Empire en el que le daría los puntos necesarios para llegar a ser grado 3 al fin. Con ello en mente salió de casa bastante motivado ya queriendo practicar con Anjou y Kiba.
Pensando en ellos apenas recordó que prácticamente desapareció sin completar siquiera la misión que le organizaron y de eso ya hacía dos días, y tampoco pudo contactarles de hecho tenía que pedirles los números de nuevo ya que cierto acosador le quito el móvil y le dio otro diferente con un único número registrado. Soltando un suspiro resignado seguía caminando hacia la escuela con ahora algo de temor por como reaccionasen y cansancio mental por lo extraña de la situación con Ibuki, al menos tenía la semana para procesar todo lo que paso. Suspiró de nuevo, pero esta vez de alivio alzando su mano observó el anillo de plata que le dio Ibuki y sin poderlo evitar se sonrojó, negandolo insistente y fuertemente en cuanto se dio cuenta de esto se apresuró para no llegar tarde y de paso dejar de pensar en el mayor.
En cuanto llegó a clase no pudo si quiera entrar al salón, pues en cuanto abrió la puerta una cabellera verde le hizo un placaje en el que ambos cayeron de lleno al piso y que por poco le mata. En cuanto abrió los ojos molesto para reclamar al salvaje fue silenciado por los reclamos de la culpable y casi homicida - ¡Shindou! ¡¿Se puede saber donde estabas tienes idea de lo preocupados que estábamos?!,¡NADIE, na-di-e sabía donde estabas! - Mientras le reclamaba bastante enfadada Tokoha, esta le zarandeaba sin descanso sin importarle la gente que curiosa por los gritos se había acercado a ver que pasaba. Para su suerte Kiba y Kumi habían venido a su rescate y le habían retirado a la fiera peliverde, que reclamaba y pataleaba para seguir torturando al pobre Shindou que se había alejado prudencialmente, escondiéndose tras una esquina.
Para su suerte, ya creía que era su día de suerte, Kiba y Kumi lograron tranquilizar a la fie- a Tokoha, y pudieron entrar a clases, claro con la condición que en el descanso les contara con lujo de detalles que le había pasado. Al principio no quiso aceptar por el "lujo de detalles" pero ante la mirada filosa de la peliverde accedió corriendo a su asiento antes de que se le pasase la calma.
~~En el descanso *cofcofojalatambiénpasasenasíderápidomisclasescofcof* ~~
Cuando sonó la campana de el descanso no pudo ni guardar siquiera sus libros antes de ser arrastrado hasta la azotea en una nube de polvo verde. Cuando paró ya estaban en la azotea; Kiba, Tokoha y él mismo, al parecer la peliverde de desconocida y sorprendente fuerza los arrastró a todos a la azotea. Allí cuando se recuperaron del mareo ambos chicos se sentaron en el suelo, ahí mismo empezó el interrogatorio hacia el pelirrojo.
-¿Y bien?, empieza a hablar ya - Exigía la chica a punto de perder la paciencia, sentándose enfrente de ambos, al menos Kiba no le presionaba tanto en cambio parecía más tranquilo y sereno que de costumbre.
- Pues....resulta que- Sin poder mirarles a la cara desvió la mirada al suelo mientras que saltándose las partes embarazosas, como vestir como mujer o besarse, les contó del anillo, del trato y de Ibuki en si. En cuanto terminó nadie decía nada estaban intentando asimilar la información tenían sentimientos encontrados; rabia, sorpresa e incluso celos.
-Chicos...yo...lo siento por la misión- Mencionó el pelirrojo apenado inclinando la cabeza ante ambos para pedirles perdón por no poder completarla, ahora más que nunca se sentía un lastre, y definitivamente no le agradaba la idea.
-No te preocupes Shindou, ciertamente te llevas demasiado bien con los niños y bueno...Kumi-chan y yo siempre creímos que alguien maduro y con carácter sería un buen seme para un uke tsundere como tú- Decía tranquilamente la única chica del grupo restandole importancia al asunto y hasta se le podía ver una sonrisa que provocó escalofríos al pelirrojo.
-Bueno, ciertamente no es tu culpa lo de la misión, por el momento deberíamos tener en mente el torneo para que subas de grado, lo de Ibuki Kouji ya veremos como solucionarlo quizás sea solo un capricho temporal- Mencionó el rubio con un tono de voz algo sombrío que escondió con una falsa sonrisa.
- Cierto, chicos vamos a entrenar- La chica nuevamente se levantaba animada sacando su deck, a lo que los otros también los sacaron iniciando así unas batallas vanguard de entrenamiento hasta que la campana sonó, allí se dieron cuenta que ni comieron por ese asunto pero no les importó demasiado y menos cuando otra chica aparecía en la azotea.
-Ahhh, aquí estabais. Como Tokoha-chan os arrastró con prisas supuse que no habíais comido nada-Les dijo la castaña mostrando seis sándwiches y entregándoselos. Después de agradecerle a Kumi y comer los bocatas volvieron a clase justo a tiempo antes de que el profesor entrara en esta. Pasaron la clase algunos despreocupados, otros felices pero entre ellos llamaba la atención uno que se mordía las uñas con rabia y celos, planeando como deshacerse de cierto peliblanco.
Cuando se terminaron las clases fueron los cuatro hacia card capital2, esta vez iban a tener una luchas de entrenamiento y después Kumi y Shindou harían alguna misión siendo acompañados Shindou por Kiba y Kumi por Tokoha.
-Kiba, ¿no tienes nada que hacer?- Shindou le preguntó extrañado al rubio que iba caminando a su lado, pues era muy raro que no tuviese que irse por tener que lidiar con otros compromisos. Sin embargo, parecía que ese día estaba libre y de hecho fue el rubio quien tuvo la idea de dividirse para que Kumi también pudiese hacer alguna misión.
-Jaja, ¿estas preocupado por mí?es muy tierno de tu parte, pero no te preocupes hoy estoy libre- Le contestó mirando al pelirrojo con una de sus sonrisas "libre y a tu completa disposición" pensaba el rubio mientras veía como el pelirrojo buscaba la calle por la que tenían que ir ajeno a sus pensamientos sintió como si le apuñalasen, una sensación muy incómoda y dolorosa que hizo que el rubio se volteara para buscar de donde provenía o que pasaba, pero no encontró nada pensando que eran imaginaciones suyas lo ignoró para volver a seguir al pelirrojo tan tranquilos ignoraban que,a metros de distancia de ambos se encontraba un peliblanco que empezaba a querer retar al rubio a una lucha vanguard, obviamente si le ganaba iba a hacer que se alejara de su Chrono pero por desgracia no podía, pues su Chrono le prohibió interferir . Con rabia les continuo siguiendo y vigilando de cerca procurando que ese rubio no se acercase demasiado a su Chrono, más tarde le investigaría y revelaría sus intenciones.