Poco a poco fue abriendo sus verdes ojos para acabar dándose cuenta que no sabía donde estaba. Pues se encontraba en una habitación enorme, bastante cara podría afirmar por el espacio y muebles de calidad del lugar, y todo del más impoluto de los blancos. Observó un poco más descubriendo una puerta se alejó de la cama tamaño king size con pasos inseguros la abrió para quedarse impresionado ante el baño gigantesco que acababa de descubrir.Entró en el baño observándose en un espejo percatándose de las pintas que traía.
Aún estaba algo pálido y tenía el cabello alborotado, pero no fue esto lo que le alteró sino que el hecho de que llevaba puesta únicamente una camisa blanca varias tallas más grande que fácilmente le cubría la mitad de sus muslos y trasero, de su propia talla y nada mas que esa prenda ni siquiera su ropa interior. Se sonrojo nuevamente , probando inútilmente a estirar la camisa para cubrirse más, sin resultados volvió corriendo a la habitación para empezar a buscar su ropa.
Ya llevaba más de 10 minutos y no tenía suerte no encontraba nada, tan enfrascado estaba en su búsqueda que ni cuenta se dio que ya no era el único en la habitación . Ibuki acababa de entrar apoyándose en el marco de la puerta observaba como Shindou se agachaba para buscar debajo de la cama obteniendo una no muy sana imagen del menor.
Soltando un suspiro derrotado se sentó en el suelo el menor dándose cuenta que Ibuki le miraba fijamente, por la vergüenza se hizo rápidamente un ovillo en aquella enormemente grande cama. Bastante divertido el mayor se fue acercando lentamente hasta el ovillo acostándose a su lado.- Veo que es de tu agrado mi cama- Le dijo con una sonrisa ladina .
Al oir esto se alteró nuevamente el pelirrojo bajando la guardia le dio la oportunidad al mayor de destaparte y colocarse encima suya quedando cara a cara.
-¿P-porque estoy en tu cama?- Intentó preguntar enfadado sin embargo, se quedó en un adorable berrinche, el cual provocó que el peliblanco le empezara a dar besos cortos y pequeñas lamidas por todo su cuello dejando alguna que otra marca.
-mmm te desmayaste en mis brazos así que aproveché y te traje a mi casa para conquistarte- Le respondió sin rodeos provocando un gran sonrojo en Shindou y que empezara a resistirse.
-¡Eres tu el responsable de mi ropa!- Le acusó ahora si bastante enfadado, con esfuerzo y que el mayor le dejó cambiaron de posiciones quedando Ibuki acostado con un Shindou sentado en sus caderas y con las manos en el pecho del mayor. -Y no he dicho que estuviera conforme con lo de la b-bo-¡eso! con eso-
-Por eso te voy a conquistar para que lo aceptes- Mencionó de lo más tranquilo y sereno el peliblanco mientras sus manos se colaban por debajo de la camisa que le puso al menor acariciando sus nalgas y espalda.
Alarmado el menor freno con sus propias manos las ajenas que se divertían acariciando y estrujando su trasero. -¡Oye!,¿! que crees que haces!?- Totalmente sonrojado y molesto el mayor se inclinó robando le un casto y corto beso antes de liberarse y coger de la cintura al pelirrojo para cargarlo nuevamente al estilo nupcial. El menor le iba a gritar cuando se relajó al ver que se alejaban de la cama y se dirigían a la puerta por la que entró el mayor momentos atrás.
Shindou fue cargado de esta manera, con quejas e intentos frustrados por escapar, bastante vergonzosa a su parecer hasta que llegaron a la cocina. La cual como el resto de la casa era blanca y enorme. Una vez en la cocina el mayor se dirigió a una mesa cuadrada de cristal con dos sillas de aluminio bastante modernas, en la mesa resaltaba unos cuantos platos y fruteros que pensó serian para el desayuno.
Cuando llegaron en lugar de soltar al pelirrojo el mayor se sentó acomodándole en sus piernas en lugar de sentarle en la silla de enfrente. Ante esto el menor se quejó e intentó levantarse dando un pequeño salto por la altura que sus pies no alcanzaban por estar sobre el otro. El mayor se lo impidió acomodándole de nuevo. -El suelo esta frío- Se justificó antes de coger una manzana y cortarla en trozos con forma de conejo.
-¿Eh?... Entonces devuélveme mi ropa- Perplejo de que esa fuera su escusa reclamó su ropa así estaría calzado y ya no le serviría esa escusa al mayor.
Ibuki pinchó con un tenedor un trozo de la manzana y se lo acercó a la boca de Chrono, el cual con algo de duda terminó cediendo por el hambre que tenía y se comió el trozo. Satisfecho el mayor la acarició suavemente la cabeza, sorprendiendo al menor que se sonrojo y cohibido pues nunca pensó que Ibuki podría tener un tacto tan cálido. -Si te la devuelvo escaparías así que la he quemado- Contestó pasando a sorber con calma su taza de té. Shindou con un tic en el ojo izquierdo se arrepintió de lo que había estado pensando definitivamente el mayor era un bastardo.
Pasó media hora y acabaron de desayunar, sin preocuparse por los platos pues tenía servicio que se encargaba de ello, nuevamente cargó a un Shindou enfurruñado hacia su habitación para después dejarlo en la cama.
Cuando le dejó en la cama se alejó buscando unas mudas pues tenía que ir a una dichosa reunión a la que no podía faltar por estar rodeado de ineptos. Se fue a bañar y salió cambiado sin estar preparado para lo que estaba en su cama.
**Mientras tanto**
Mientras que el mayor se duchaba Shindou se encontraba analizando la situación, seguramente el mayor saldría y él no podría ni moverse por no llevar ropa interior. Pensando en que hacer se le vino a la mente un manga que Anjou Tokoha se había empeñado que leyese y casi se infarta cuando vio que era un BL, aun podía recordar sus pesadillas y- oh se dio cuenta de que si el mayor iba tras de él podría usar una escena de ese dichoso manga para al menos conseguir su ropa interior. Decidido oyó como el otro abría la puerta y se colocó en posición.
**Volviendo a la actualidad**
La posición en la que Shindou se puso era sentado en la cama con la camisa algo abierta caía dejando al descubierto uno de sus hombros y pezón, con las piernas ligeramente abiertas con ambas manos en medio de estas dejando caer las largas mangas y todo ello junto con un sonrojo y vista llorosa. Una vista que dejó sin defensas al mayor pronto sangrándole la nariz no perdió la oportunidad de sacar varias fotos al pelirrojo, esl menor se estaba aguantando las ganas de romperle la cámara y mandarle al hospital, dejó caer unas lágrimas llamando la atención del mayor que se acercó de inmediato alzándole la cabeza por la quijada mirándole fijamente a los ojos.
-¿Qué sucede? Dime cualquier cosa la haré no permitiré que sufras más- Dijo más bien le juro al menor que se quedó unos momentos sorprendido e incluso soltando alguna lagrima verdadera.
-Si te vas...yo estaré solo y...-Captó la atención del mayor al mover inquietamente sus piernas.
-Bien si es solo tu ropa interior si puedo hacer algo.- Dicho esto se levantó y sacó de un cajón unas braguillas con volantes rosas, se las dejó a su lado dándole un beso en el borde de sus labios se marchó prometiendo llegar pronto.
Cuando se marchó el mayor Shindou seguía en blanco, había sido un gran shock que le hubiera dado unas braguillas de niña y encima con volantes rosas. Pasó bastante tiempo fulminando con la mirada aquellas braguillas hasta que al final se las puso sintiendo un gran golpe en su hombría se dedicó a explorar la casa que el mayor dejó con puertas y ventanas, salvo la de los pisos superiores, cerradas.
Suspirando derrotado por no poder huir ni llamar pues no había ningún teléfono en toda la casa se acabó durmiendo en la cama nuevamente pensando que de ninguna manera se casaría, aunque el tacto suave del mayor le dedicó en su cabeza seguía ahí ademas de sus palabras de no permitir que sufriera más no se las pudo quitar de la cabeza ni cuando soñaba, quizás ya estaba empezando a caer por Ibuki.