No… no juegues conmigo – dijo Ciel separando a Sebastian – no quiero que me toques solo para satisfacerte… no quiero – dijo Ciel empezando a llorar
Bocchan yo no sería capaz, yo lo a… – antes de que Sebastian pudiera continuar, Ciel empujó a Sebastian para que se quitara de encima de el
No dejare que me uses, no permitiré que tú también me humilles – Ciel le dio una cachetada a Sebastian y tirándolo al suelo – no quiero volver a verte es una or… – antes de que Ciel pudiera terminar Sebastian lo beso
No dejare que me prohíba verlo – dijo Sebastian colocándose sobre Ciel – no dejare que me prohíba ver a la única persona que ha llegado a importarme
Sebastian volvió a besar a Ciel, al principio Ciel se resistió, pero después de unos cuantos segundos se dejó llevar por el momento y su mente se puso totalmente en blanco, Sebastian metió sus manos dentro del piyama que el joven conde utilizaba, haciendo que este se estremeciera al sentir el frio tacto ya que Sebastian no tenía sus guantes.
Luego de un rato de manoseo Sebastian se quitó el saco y la camisa, y a Ciel lo dejo completamente desnudo. Cuando Ciel ya no ponía la más mínima resistencia Sebastian empezó a lamer cada centímetro de la tersa piel del joven noble, Ciel al sentir la lengua de Sebastian recorrer su cuerpo sintió correr hielo por su espina dorsal, solo dejando un área para poder disfrutar un poco después.
Bocchan, si no pone resistencia terminare violándolo – dijo Sebastian al oído de Ciel, el cual luego lamio
Internamente Sebastian quería que Ciel se resistiera un poco, la verdad era que si Ciel ponía resistencia Sebastian terminaría lleno de mordidas, lo cual le gustaría ya que era masoquista.
Sebastian tomo el miembro despierto de Ciel y comenzó a masajearlo lentamente mientras lamia el cuello del joven conde
No… seba… ah… stian detente – dijo Ciel entre gemidos pidiéndole o más bien suplicándole a su mayordomo que se detuviera ya que este sabía que se vendría muy rápido
Sebastian ante la petición de Ciel lo único que hizo fue buscar una manera de que le suplicara no detenerse, así que se detuvo pero solo fue por un par de segundos, ya que solo se detuvo para sustituir sus manos por su boca lamiendo la punta del miembro. Ciel solo podía gemir, aunque lo intentara ninguna palabra podía salir de su boca.
Sebastian, por favor detente – fue lo único que logro salir de su boca, pero Sebastian no se detuvo – por favor, Sebastian , me vengo – dijo Ciel tratando de quitar a Sebastian hasta que se corrió en la boca del mayor
Bocchan, le dije que si no ponía resistencia terminaría violándolo – dijo Sebastian después de tragarse la semilla del conde
En un movimiento estratégico Sebastian le dio la vuelta a Ciel y humecto tres de sus dedos con su propia saliva
Sebastian, que estás haciendo – dijo Ciel al ver que Sebastian se había metido los dedos a la boca
Sebastian no dijo nada, solo se sacó los dedos de la boca e introdujo uno en la entrada del niño, haciendo que este sintiera un poco de desagrado y dolor. Cuando Sebastian vio que Ciel ya no sufría introdujo el segundo dedo y empezó a hacer tijeras con ellos para agrandar la cavidad del niño, cuando el tercer dedo entro, luego de dilatar a Ciel un poco más saco sus dedos, se bajó el zíper del pantalón y se posiciono para poder penetrar a Ciel
Esto le dolerá un poco – advirtió Sebastian para después penetrar lentamente a Ciel
Duele… duele mucho – dijo Ciel agarrándose fuertemente a las sabanas de su cama y cerrando fuertemente los ojos
Solo relájese, pronto se acostumbrara – dijo Sebastian cuando ya había entrado por completo en la cavidad de Ciel
Ciel trato de calmar su respiración y relajarse un poco, cuando ya no sintió dolor aflojo las manos y dejo de apretar los ojos. Sebastian se dio cuenta de eso y empezó a moverse dentro de Ciel, empezó con penetraciones lentas, pero conforme pasaba el tiempo las embestidas eran cada vez más rápidas y profundas
Sebastian le dio vuelta a Ciel para poder ver las expresiones que hacia al momento de penetrarlo y para poder llegar más adentro.
Bocchan, le pido que me perdone – dijo Sebastian deteniendo las embestidas por un momento – yo no quería que esto sucediera así
Ciel abrió los ojos un poco y abrazo a Sebastian
Por favor… continua – dijo Ciel al oído de Sebastian , aunque lo dijo solo para poder seguir recibiendo placer, bueno no, internamente quería que Sebastian continuara para que lo marcara como suyo y nadie más pudiera acercársele
Sebastian sonrió un poco y continúo penetrando a Ciel hasta que se corrió dentro de él.
Sebastian se recostó junto a Ciel, y al igual que el noble callo profundamente dormido, sin preocuparse por lo que sucedería al día siguiente.