ESTOS NO PUEDE SER CIERTO
Athena comenzó a abrir sus ojos y de inmediato un gran sonría se formó en su rostro.
-sí, ahora tengo que vestirme y hacer una “ reunión” para saber si surgieron efecto las flechas esas, o si de lo contrario, fui vilmente estafada. – Athena rápidamente se puso en pie para cambiarse de ropa, luego, elevo su cosmos concentrándose para poder comunicarse con todos sus caballeros dorados y hablarles directamente a sus cosmos.
-hola, hola, probando, probando, les habla su única, bella y queridísima diosa, me escuchan? – Athena escucho un, SIIIIII, por parte de todos sus caballeros.
-quiero que todos se vistan lo más rápido posible y se presenten ante mí, hay un asunto de suma importancia que deseo platicar con todos ustedes, así que agilitos y rapiditos que los quiero aquí en menos de 10 minutos, cambio y fuera. – Athena hablo en tono autoritario, luego corto la comunicación, antes de escuchar cualquier tipo de excusa por parte de sus caballeros.
-jeje ahora a prepararlo todo. –Athena fue al comedor y como por arte de magia hiso aparecer todo un bufet. – muy bien, muy bien, - poso sus manos en sus cintura, observando la suculenta y variada comida. – menos mal que aprendí unos truquitos de magia, jejeje, si no, el alimentar a 14 hombre me resultaría imposible. – decía mentalmente mientras asentia. - ahora a esperar. –
Athena, feliz, ocupo su asiento a la cabeza de la meza cruzando sus piernas; posando ambas manos en su mentón y los codos sobre la mesa mirando atentamente hacia la entrada del gran salón.
Los primeros en aparecer fueron, Mu seguido muy de cerca por milo, cosa que extraño a Athena pero que le agrado pues era la primera vez que milo llegaba primero y eso le complacía.
A mu le sorprendió, que al pasar por escorpio, milo lo hubiera seguido, sí el usualmente se dirigía hacia acuario para ir por Camus e irse con él, Pero, no le dio mucha importancia al asunto.
–buenos días. – saludo mu, haciendo una reverencia ante Athena, cosa que también imito milo.
-pasen, pasen y tomen sus respectivos asientos. – hablo alegre esta, recibiendo a mu y a milo.
Mu obedeció, ocupo su respectivo lugar. Se extrañó, al ver a milo sentado a su lado. – este….Milo, creo que tu asiento está a 7 sillas más a la derecha. – dijo mu señalando el respectivo lugar de milo.
-sí, pero supongo que a Aldebarán no le importara que yo me siente aquí hasta que llegue.– hablo relajado, acercándose más a mu, mu solo lo miro con una sonrisa forzada.
-además, hay mucho que quiero platicar contigo, Mu – Mu lo miro intrigado, porque justo ahora milo parecía querer estar con él si desde la batalla contra hades no se habían hablado más que para decirse hola y adiós.
- bueno….y que es eso que quieres platicar conmigo? -
-no lo sé…- milo se quedó pensativo, mu en cambio se le quedo viendo serio. – ya se! – exclamo feliz mientras acercaba su rostro al de mu curioso,
- porque no tienes cejas? No te molesta no tenerlas,.- mu se puso rojo del coraje mientras apartaba su rostro del de milo.
- si tú quieres yo podría dibujarte unas, para que no luzcas como un feno…-
- MILO! – grito mu algo molesto. Milo solo callo mientras se encogía en hombros. – por que no mejor cambiamos de tema, sí… te parece. – dijo mu sereno, milo lo miro algo confundido, pero termino por asentir.
- bueno, entonces dime cuál es tu sabor favorito. – mu iba responder, pero milo lo interrumpió. - el mío es el de chocolate, no tienes idea de cuánto amo el chocolate, si te cuento que una vez yo casi mato a un niño por robarme mi chocolate, a qué tiempos aquellos, incluso yo… – milo no paraba de hablarle y de contarle anécdotas sobre su vida, mu era muy buen oyente, pero milo abusaba de su paciencia. A tal grado que mu deseaba que Camus apareciera, así milo se distraería e iría con él o por lo menos eso pensaba.
Los siguientes en aparecer fueron afrodita seguido muy de cerca de Shura y Death, quienes parecían los guardaespaldas de afrodita y al mismo tiempo sus matones.
-Muchachos, que gusto verlos! – Athena se acercó a los tres sonriente, solo afrodita le correspondió el saludo, en cambio Death y Shura la ignoraron sin apartar la mirada retadora entre ambos.
Athena veía algo asombrada como Death y Shura parecían querer estar lo más cerca posible de afrodita. Empujándose y apartándose a cada rato.
- pero que extraño. – pensó mientras los observaba atenta como afrodita se dirigía a su lugar en compañía de ambos.
-Permíteme. –hablo Shura apartando la silla para que afrodita tomara asiento, este lo miro confundido, pero tomo de buena manera ese gesto caballeroso para con él.
-Muchas gracias, Shura, eres muy amable. – Shura miro sonriente a Death y justo cuando afrodita estaba por tomar asiento, Death, pateo la silla apartándola y asiendo que afrodita cayera al suelo bruscamente.
-Pero que inmaduro eres, Shura. - negó con la cabeza lentamente. – no sabes que esas bromas son de muy mal gusto. – afrodita, aun en el suelo, volteo a ver a Shura molesto mientras Shura mataba con la mirada a Death quien sonreía ampliamente.
-Permite ayudarte, afrodita. - Death empujo a Shura para luego ayudar a afrodita a ponerse en pie. Shura molesto lo empujo también, haciendo que Death y afrodita cayeran al mismo tiempo.
-Ups! - Shura fingió sentirse apenado. - discúlpenme yo…
-basta! – grito afrodita poniéndose en pie por sí mismo, cansado de las continuas peleas y rivalidades que había entre ambos para ver quién era el que más cerca y dispuesto estaba por él. Peleas y discusiones, de las cuales, él era el más perjudicado.
-No quiero que ninguno de ustedes se acerque a mí. – afrodita tomo asiento y volteo a ver en otra dirección furioso.
-Ya vez lo que provocas con tus estupideces! –le reclamo Death a Shura empujándolo. – por tu culpa afrodita se enfadó. –
-Tu empezaste con la pela inútil y mejor lárgate a tu asiento que ahora si yo voy a ser el que más cerca va a estar de afrodita. – Shura le sonrió victorioso. Mientras Death observaba, la distancia entre Shura y afrodita era solo la de un asiento, asiento, que Camus aun no ocupaba.
-Pero solo será unos momentos. – Death molesto se fue a su lugar. Sin apartar la mirada de Shura y afrodita.
- buenos días, mi señora. – hablo Shion ingresando por la gran puerta.
- buenos días, Shion. – Athena lo recibió, Shion le sonrió mientras miraba a los alrededores en busca de Doko. Hecho un hondo suspiro de decepción pues Doko aún no había llegado.
Shaka, caminaba a la par con Aioria, este lo miraba extrañado por su repentino interés en él. Claro, al pasar por virgo, Shaka lo recibió alegre y lo acompaño hasta el gran salón sin dejar de hacerle preguntas y de mirarlo.
-Así que te gustan los gatos? – pregunto Shaka ensimismando en Aioria y cada gesto que ponía.
Athena rápidamente se acercó a ambos, feliz, pues era la primera vez que veía a Shaka, con los ojos abiertos y platicando tranquilamente con Aioria, algo que antes hubiera sido imposible.
-Buenos días, caballeros. – les recibió alegre Athena.
- buenos días, Athena. – Aioria hiso una leve reverencia ante ella, En cambio Shaka, la ignoro. Cosa que sorprendió tanto a Aioria como a Athena.
-buenos días, Shaka. – volvió a decir Athena pensando que no lo había escuchado.
Shaka volteo a verla. - haaa si si buenos días. –dijo desinteresado.
-así que te gustan los gatos.- volvió a preguntar, Aioria solo asentia levemente. - Que coincidencia, a mí también! – exclamo
- no es cierto Shaka, tu eres alérgico al pelo de gato, es más, usas esa excusa para sacarme de tu templo cada vez que paso por él diciendo que yo te causo alergias. –
-bueno yo….-
- incluso, por tu “alergia”, Shion me prohibió tener uno de mascota.– Shaka se quedó callado mientras volteaba su mirada en otra dirección para evitar la mirada recriminatoria de Aioria.
-O…acaso inventaste todo eso solo para fastidiarme. - Shaka trago en seco, si le había mentido. Y lo había hecho por que no soportaba a los gatos, sus maullidos y la nada agradable forma de acicalarse.
- yo…- Shaka se puso nervioso, jamás había tenido que mentir como lo hacía, porque ahora si quería quedar bien con Aioria, no lo sabía, pero Aioria le ponía muy nervioso y deseaba tanto agradarle aunque fuera un poco y borrar esa mala imagen que Aioria tenía de él.
- bueno….si soy alérgico a los gatos, peeeero también me gustan, es… es como querer algo y no poder tenerlo, tu sabes. – Aioria miro susceptible a Shaka. No le había creído, y no entendía porque le mentía de esa manera, que tramaba? De todas maneras, Se pondría alerta ante cualquier cosa, ya que con Shaka nunca se sabe que pueda pasar pues es tan impredecible que asusta.
- sí, claro. – termino por devolverle la sonrisa mientras lo miraba con un dejo susceptibilidad y desconfianza.
Aioria se sentó en su asiento siendo imitado por Shaka quien feliz se sentó a su lado, realmente era una suerte para el que fueran vecinos, si lo tenía más tiempo junto a él.
Saga no vio a Aioros al subir, así que esperaba que ya estuviera en su lugar, pero tampoco estaba, se le hiso raro pues Aioros era uno de los primeros en presentarse en esas reuniones.
Resignado saludo a su diosa e hiso una leve reverencia ante Shion, sin apartar su mirada de la puerta esperando ver a Aioros.
Hasta que minutos después Aioros apareció con una enorme sonrisa en el rostro saga se puso en pie rápidamente.
-Aioros! Ven. – le llamo para que se sentara a su lado.
-gracias saga, pero…mi lugar está justo aquí. – hablo acomodándose en su lugar y sonriéndole a saga este solo se cruzó de brazos algo decepcionado y molesto, pues quería estar al lado de Aioros.
-con permiso, Athena. – hablo Camus refiriéndose a su diosa y posicionándose en su lugar. Algo que llamo su atención fue que milo estaba al lado de mu, desde cuando aquí milo y mu se hablaban y se trataban como si fueran los más grandes amigos, porque eso parecían, pues milo tenía su mano alrededor del cuello de mu y le hablaba de manera abierta y alegre, pero al final, prefirió ignorarlos.
- buenos días, caballeros. - Saludo Camus a sus compañeros, Shura y afrodita, notando un dejo de rareza en el ambiente, al girar su vista vio la mirada penetrante que Death se lanzaban a Shura, mientras Afrodita parecía muy incómodo con la situación.
- y Shion, que has sabido de los caballero de plata?– le pregunto Athena a Shion interesada, pero este no parecía prestarle atención alguna, a todas sus preguntas terminaba respondiendo afirmativamente.
-DOKO! – grito Shion al ver a Doko ingresando por la puerta, rápidamente se puso en pie y fue a su encuentro. Ignorando a su diosa, cosa que le extraño mucho a los demás.
- Doko, amigo mío como amaneciste? – pregunto feliz y mirándolo atentamente, Doko lo miro extrañado mientras volteaba a ver a los demás, Shion le hablaba como hace tiempo, antes de que este se convirtiera en patriarca, y tuviera ímpetus de grandeza y supremacía, inclusive tenía una sonrisa de oreja a oreja en su rostro, raro, pues lo normal hubiera sido que Shion lo reprendiera por llegar después de los demás, ya que al ser el mayor debía de dar el ejemplo.
- que como amanecí? – repitió volteando a ver a Athena. – pues amanecí cansado, mira que no hay ni siquiera consideración para los de la tercera edad. Caray– Doko miraba a Athena molesto, Shion solo asentia mientras lo acompañaba a su lugar.
- bueno Doko, tu siéntate que ya va a empezar la reunión. – hablo sentándolo, Doko le miraba asombrado.
-bueno solo faltan Kanon y Aldebarán…- Athena miraba atenta a cada uno de sus caballeros.
-saga, podrías llamar a tu hermano por favor…-
-y quien soy yo, su niñera. – hablo saga alterado, pero ante la mirada reprobatoria de los demás sobre todo la de Aioros, termino cediendo.
- hashhhh, está bien iré a ver si el flojo y retardado de mi copia ya se levantó. – saga iba en dirección hacia su templo hasta, de improvisto la puerta del salón se abrió de par el par, dejando ver a Kanon seguido muy de cerca de Aldebarán, dejando a saga pegado en la pared detrás de la puerta.
Kanon caminaba de lo más relajado, Aldebarán no dejaba de mirarlo por detrás. Se fue a su lugar ignorando a todo el mundo. Aldebarán saludo al patriarca e hiso una reverencia ante Athena para luego dirigirse a su sitio, olvidando que milo se encontraba en su lugar.
- cuidado, alde! – grito milo antes de que se le vinera encima. – espera a que me levante, no. – dijo milo molesto. Mu respiraba aliviado pues al fin milo dejaría lo dejaría tranquilo.
- lo siento milo, no te vi. –
- si si y por poco y me aplastas. – milo furioso se puso en pie mientras se dirigía a mu. – Luego continuamos con nuestras conversación, mu,- dijo tomando asiento el su lugar, Aldebarán solo se sentó algo apenado, pero se le paso luego de voltear a ver a Kanon sentado a su lado.
- Kanon, esa es manera de ingresar al salón, aparte de llegar tarde, eres un mal educado. –le reprendió Shion molesto.
- hash que quiere, que les dé un beso de buenos días a toda esta bola de idiotas. – todos los demás lo miraron ofendidos y con ganas de golpearlo.
- no, pero tanto Athena como nosotros merecemos respeto así que sal por donde entraste y vuelve a entrar para presentarte como es debido, rápido? – – Shion se puso en pie y apunto hacia la puerta. Kanon rodo ojos fastidiado.
-Kanon…- llamo Shion en tono amenazante.
-sí, si ya voy. – Kanon se puso en pie se dirigió hacia la puerta, salió, cerrando la puerta de un portazo.
Entonces, saga se dejó caer al suelo todo, aplastado. Con dificultad, saga se puso en pie.
-quien fue el idiota que…- antes de que saga dijera algo más, Kanon volvió a abrir la puerta el doble de fuerte que la primera vez, saga quedo aplastado por segunda vez.
-buenos días inútiles! – grito Kanon, molesto y con una sonrisa forzada miro hacia Shion. – así le parece bien su santidad? - Shion se enfadó más. Iba a reprenderlo, pero Athena lo detuvo.
-ya Shion, apenas comenzamos este día y la verdad quiero evitar discusiones, sí. – Athena se sobaba la cien, pues al parecer nada había resultado como esperaba. Sus caballeros seguían siendo desobedientes y amargados.
-caballero de géminis. Toma tu respectivo lugar y por favor no más insultos. – le hablo serena, Kanon solo asintió desinteresado.
-claro. – Kanon cerró la puerta, y se dirigió hacia su lugar.
- tuuu! – grito saga mientras se ponía en pie y señalaba a su hermano. – me las vas a pagar. – Kanon sonrió de oreja a oreja al verlo en ese estado he intuir lo que había pasado.
-creerás que no te vi. Jajaja pero me alegro jaja. -
-te voy a…- saga estaba por pelear con Kanon pero se detuvo al sentir una mano en su hombro.
- saga, estas bien? – pregunto Aioros, saga al tenerlo cerca olvido todo su enojo, le sonrió.
- sí, Aioros, gracias por preocuparte. – le respondió mientras Aioros le sonreía, y lo ayudaba a ponerse en pie.
- de nada. – Aioros lo acompaño hasta su lugar, saga no podía borrar la sonrisa que traía en el rostro. Pero tan pronto Aioros se alejó saga sostuvo a Kanon de la camisa para confrontarlo.
- me las vas a pagar - le amenazó entre dientes.
- eso lo veremos manito. – le respondió sonriente.
-bueno bueno…- Athena hecho un suspiro mientras se ponía en pie.
- si gustan algo pueden servirse y…- antes de que terminara de hablar todos sus caballeros comenzaron a devorar la comida que tenían en frente, pues estaban tan hambrientos.
-Bien…es bueno tenerlos a todos juntos y verlos tan felices. – Athena veía incrédula como algunos de sus caballeros devoraban la comida como animales.
Todo se terminó en cuestión de minutos.
- bueno si los cite aquí fue…fue para decirle que…yo… que quiero que me traigan la cabeza de cierto dios que me quito todo lo que tenía estafándome descaradamente. – todos la miraron extrañados.
- cual dios? – pregunto Shion interesado.
- cuál? Pues el malnacido de…- Athena se puso pensativa, si decía que era eros tal vez tendría que decir las razones de la “estafa”, pero ella no estaba para dar ese tipo de explicaciones, además, si hacia algo contra él, de seguro su padre (Zeus) terminaría por castigarla ya que prometió que no pelearía contra ningún dios, por ninguna razón.
Hecho un hondo suspiro mientras negaba con la cabeza.
- ninguno Shion, mejor olvídenlo y retírense que quiero pensar un poco. – Athena decepcionada se puso en pie y lentamente se dirigió hacia su cuarto ante la mirada asombrada de sus caballeros.
-vaya con la muchachita esta. – hablo Death posando sus manos en su nuca. – primero nos cita muy temprano dis que para decirnos algo muy importante y ahora resulta que no es nada, ja que diosa más tonta nos tocó proteger. –
-calla Death! – le reprendieron todos al mismo tiempo.
-como sea. – Hablo Kanon poniéndose en pie, - yo tengo muchas cosas por hacer. – todos lo miraron extrañados.
- alde. – Dijo serio, este le miro feliz.- sígueme. – hablo alejándose de los demás.
- siii. – Aldebarán se paró feliz de su lugar mientras rápidamente alcanzaba a Kanon en las escaleras.
- será mejor que todos regresen a su entrenamiento. – hablo Shion mientras se ponía en pie y dirigía su mirada hacia Doko. Observando como este se alejaba.
-espera Doko! – hablo antes de verle salir para luego acercarse a él. - hay algo que quisiera platicar contigo. – Doko respiro agotado mientras volteaba a verle.
- no será uno de tus sermones, Verdad?–
- claro que no, ven acompáñame a la sala. – Shion lo guio.
Doko lo siguió maldiciendo el no haber abandonado el lugar a la velocidad de la luz.
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Shaka no apartaba su mirada azulada de Aioria, este ya se veía cada vez más incómodo con su presencia y sus preguntas.
- bueno Shaka, yo creo que aquí de quedas tú. – dijo mientras se apresuraba para ir a su templo.
- no! – antes de que Aioria de se alejara Shaka lo detuvo de un brazo para jalarlo con fuerza hacia sí.
- no?- repitió Aioria mirándolo asombrado, sentía el agarre de Shaka innecesariamente fuerte.
- bueno yo…- Shaka noto lo extraño de su actitud así que prefirió soltarlo.
- yo quisiera que…quisiera que te quedaras y…y me acompañaras un momento. – hablo algo sonrojado Aioria abrió los ojos atónito, ese era Shaka, Shaka le pedía que se quedara con él.
- bueno…solo un momento, es que quede de verme con mi hermano abajo y…tu sabes cómo se pone cuando me atraso. – mintió, pues eso lo estaba poniendo nervioso y no quería pasar más tiempo con shaka.
- claro! Solo será unos momentos. – Shaka lo guio hacia su sala gemela. Ambos tomaron asiento, Shaka estaba extra e incómodamente muy cerca de Aioria.
-y… cuál es tu comida favorita? –
-bueno…pollo frito, supongo. –
-enserio? la mía también, no me había dado cuenta de lo muuuucho que tenemos en común. – Aioria lo miro incrédulo.
-creí que tú eras vegetariano. –
- claro que no, es lo más ridículo y falso que se ha dicho de mi… si a mí me encanta la carne. – Aioria lo miraba susceptible.
-tú mismo me lo dijiste, es más, me insultaste varias veces diciéndome que soy un asqueroso carnívoro, que me voy a morir joven por consumir carne de animales inocentes.-
- bueno…-Shaka abrió más los ojos mientras inventaba mentalmente una mentira creíble.
– yo…– Shaka se maldijo mentalmente, el solo se metía en problemas, ya sabía por demás que; él y Aioria no tenían absolutamente nada en común. (Hay buda ayúdame)
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-que tal esta?- pregunto Kanon expectante y mirando a Aldebarán atentamente luego de meterle un enorme cucharon lleno de su nuevo “experimento” a la boca. Este solo mantenía su cara roja y hacia lo posible para no abrir la boca y botar lo que traía dentro.
-muy picante? –pregunto nuevamente, alde negó con la cabeza repetidas veces.
-muy salado?- volvió a negar.
- muy condimentado?- Pregunto extrañado, alde volvió a negar.
- muy sabroso?! – exclamo feliz, pero Aldebarán mantenía la misma expresión.
- ashhh entonces? – hablo fastidiado y cansado, poniendo ambas manos en su cintura.
- muy calienteeeee! – grito alde, poniéndose en pie para luego agarrar un florero y beber toda el agua que había.
-no exageres.- Kanon lo veía decepcionado. - la verdad eres un llorón, que muy picante, que muy aguado, que si le puse veneno, que te duele el estómago, y ahora, resulta que muy caliente, no, pues pero que exigente me saliste hombre. -
- lo siento Kanon, prometo no quejarme de nuevo; hare lo que tú me pidas.-
-nop, no me sirves.-
-no digas eso Kanon- Aldebarán se veía nervioso. - , yo… yo soy incluso capaz de comer estiércol si me lo pides. –
-estas diciendo que mi comida se compara con estiércol.- Kanon lo miro furioso. – como te atreves a comparar mi deliciosa comida con estiércol. –Kanon se veía muy indignado.
- no yo…- Aldebarán intento aclarar sus palabras.
-LARGATE! - grito furioso mientras señalaba la puerta de salida.
- pero Kanon yo…-
-DIJE LARGOOOO!- grito más furioso, Aldebarán, cabizbajo se dirigió a la salida, hasta que se detuvo y volteo a ver a Kanon.
- pero, este es mi templo. – hablo Aldebarán en tono triste, Kanon abrió los ojos sorprendido. Había olvidado por completo que estaban en la cocina de Aldebarán. Se había apropiado de esta para no toparse con saga, además, porque el torito tenía todo un arsenal de especies y comida en la suya.
- ah, entonces me corres. – hablo Kanon más molesto e indignado que antes. Agarro sus pertenencias, que consistían en un cucharon, una espátula y un gorro de chef con su nombre grabado en él, para luego dirigirse a la puerta.
-no te vayas Kanon, yo no…- Aldebarán intento detenerlo.
- deja me!- Kanon alejo la mano de Aldebarán. - pero me las vas a pagar, -dijo Mientras se dirigía a la puerta- Y ten por seguro que yo soy un enemigo temible. – Kanon salió echando tremendo portazo al salir.
- Kanon. – hablo Aldebarán triste, se dejó caer al suelo.- por qué?...tengo que recuperarlo, mi amado Kanon no puede pensar que lo odio, ni verme como su enemigo, no, tengo que hacer algo para tenerlo de nuevo. Pero que…-Aldebarán se puso pensativo por un largo tiempo. –YA SE! – exclamo mientras se ponía en pie.
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- no puede ser. - hablo fastidiado Camus al ver a milo aproximarse a su templo. -milo, ya te dije que no quiero que me moleste…-
-ah! hola Camus, -milo lo miro feliz, paso por su lado rápidamente, rumbo a la salida. - solo pasaba para subir al templo de afrodita y robarle unas cuantas rosas, quiero decir, comprarle unas cuantas rosas a ver si las vende. –
-adiós. – milo no dijo más, solo desapareció por la puerta. Camus lo miraba algo extrañado.
-rosas?- enarco una ceja. - si cree que soy una niña que puede sorprenderse y elogiarse por unas simples y tontas plantas, pues está muy equivocado, ya vera.-hablo cruzándose de brazos.
-Camus!- grito mu al verlo, mientras ingresaba por la puerta.
-mu, que te trae por aquí? – pregunto mirándolo.
-bueno, yo venía por lo de la vitrina y…-
-aaah sí, eso. Espera un momento. -Camus saco algo de dinero de su billetera, mu, lo miraba atento.
-ten, - le tendió el dinero.- son 500 pesos. –
-no, -mu lo miro apenado. -Camus, si yo te dije que era un acto de desprendimiento y…
-no, mu,-Camus negó con la cabeza depositando el dinero en la mano de mu. - en verdad me gusto tu trabajo y quedo muy bien hecho así que mereces una paga, .
- no Camus, como creer que yo te voy a….-
- mu, -lo llamo. – me vas a decir que tú haces todo gratis, -sonrió. - nadie es tan benévolo.-
-bueno,- dijo guardando el dinero. - pero solo lo acepto porque kiki necesita comer jeje, bueno adio…
- ¡qué alegría verte! -tanto Camus como mu voltearon a ver a milo, este lucia todo rasguñado y sangrando por las espinas de las rosas que había robado del jardín de afrodita.
Milo se acercó a ambos con una enorme sonrisa, Camus solo rodo los ojos mientras mu lo miraba algo divertido por su estado.
-yo creo que los dejo solos. – le susurro mu a Camus mientras le guiñaba un ojo, para luego darle la espalda.
Camus molesto, volteo a mirar a milo. –milo, ya te dije que eso….-- milo se pasó de lado de Camus ignorándolo y acercándose a mu.
-ten. –milo le tendió el enorme ramo de rosas a mu, este lo miraba muy sorprendido.
-son…para mí? – pregunto mu incrédulo mientras volteaba a ver a Camus quien veía la escena atento y algo sorprendido.
-sí, y te las doy con mucho cariño. – mu no sabía si recibir o no el ramo, miraba a milo alegre y luego miraba la cara inexpresiva de Camus. Iba del uno al otro sin entender nada.
Camus, por un momento pensó que eso sería una jugada de milo para hacerle sentir celos, como que si lo logro, pero no pretendía dar a conocer.
-vamos mu, acepta las rosas o acaso no te gustan? – pregunto Camus mientras lo miraba con una sonrisa forzada.
-si…gra…gracias, milo. – mu incomodo por tal panorama, recibió las rosas. Milo solo amplio su sonrisa.
-de que mu, y ahora, quiero llevarte a un lugar muy especial, si hoy no tienes nada que hacer.
-bueno la verdad yo…
- a que bueno, vamos a hora mismo, la feria estará abierta todo el día y hay mucho por hacer. -
-la feria? – pregunto extrañado, mientras milo lo tomaba de la mano para jalarlo.
- siii ven. –
-pero yo…- milo jalo a mu para afuera del templo. – adiós, Camus. – dijo antes de salir.
Camus los miraba alejarse molesto. – ja! si el alacrán ese cree que yo soy tan idiota como para caer en su trampa, pues esta muuuy equivocado. – se cruzó de brazos.
- lo que si me sorprende es que mu se haya prestado para esto. –hablo serio y molesto. – pero de todas maneras, no voy a ceder, milo. -
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Mendigo toro, como se atreve a ofenderme de tal manera. – renegaba Kanon dando vueltas de un lado para otro. – debí de imaginarme que alguien como él no apreciaría mi arte culinario, claro, cómo se traga todo lo que le pongan en frente no hace falta que tenga buen sabor o no. –Hablo más molesto.- con razón esta tan…-
- te quieres callar, no me dejas concentrar! – grito saga desde su cuarto. Kanon se acercó a este para gritarle.
-Que haces? – pregunto curioso Kanon al ver a su hermano sentado en la mesa, con una montonera de papel regado por todo el suelo.
-No te importa, entrometido. – Kanon se acercó un poco más mirando la hoja por encima de la cabeza de saga.
-Para quien es la carta. – Kanon le arrebato la hoja que saga tenía entre sus manos rápidamente.
-devuélvemelo! – grito saga molesto.
Kanon sostenía la carta con una mano, mientras que con la otra apartaba a su hermano, para evitar que le arrebatara la hoja.
- A ver… quien es la desdichada…-Kanon comenzó leer en voz alta. - para mi gran amigo Aioros…- Kanon por poco y se hecha a reír, pero se contuvo y prosiguió.
- Lamento de todo corazón el daño que te cause, al acusarte de traidor y todo eso, pero fue sin querer. – volteo a ver a su gemelo. Incrédulo. - Es…jajajaja esto es enserio. -Saga estaba rojo de la furia. Nuevamente intento arrebatarle la carta, -Espera, que todavía hay más.- volvió a leer imitando el tono serio de la voz de su hermano.
- Me gustaría muchísimo que fuésemos amigos, si me lo permites, incluso que llegáramos a ser inseparables, tú sabes, tú y yo, yo y tu…como…- saga le quito la carta a su hermano y la rompió en mil pedazos.
-Pero por que la rompiste si… si estaba tan conmovedora y se nota que esas palabras nacieron de tu corazón jajjajja- Kanon no paraba de reír, saga lo fulminaba con la mirada.
-Sigue riendo y te mato. –siseo furioso, Kanon al oírlo se contuvo.
-Vale, vale. – Kanon se secó las gotas de lágrimas que tenía en sus ojos por tanto reír.
-solo dime una cosa. – lo miro de reojo. - Que….que pretendes hacer ahora, hacerle creer a Aioros que eres su amigo para luego burlarte de él. Dime, le clavaras un puñal por la espalda,- amplio su sonrisa. - sí que eres malvado jajaja.- nuevamente se echó a reír.
-Eso no te importa. –
-Sí, si tienes razón, no me importa en lo más mínimo lo que le pase al arquero ese, pe…pero no deja de ser gracioso. Jajaja . –
- largo de mi cuarto. – dijo serio.
- bueno, bueno pero no te enojes. – Kanon se dirigió hacia la salida. – Solo no se te vaya a pasar la mano, jajaja-- Kanon se alejó riendo abiertamente.- amigos jajaja
- rayos! – maldijo saga golpeando una pared. – Ahora tendré que idear otra cosa para acercarme a Aioros y pedirle perdón- se revolvió el cabello. - haaa estúpido Kanon, siempre termina arruinándome los planes. – decía mientras veía los trocitos de papel en el suelo.
- y si se lo digo personalmente. – saga negó con la cabeza. – no me va a creer, estúpida y maldita reputación. – saga se dejó caer el su cama poniéndose a idear un plan para decirle a Aioros sus intenciones y su repentino interés en él, eso no era nada fácil considerante su orgullo y su timidez.
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-vamos afrodita ven conmigo. – decía Death feliz jalándolo de un brazo, este solo se aferraba a un pilar de su templo negando con la cabeza.
- no el vendrá conmigo, pues yo lo invite primero. – refuto Shura jalando a afrodita del otro brazo,
- ¡no! – grito, soltándose de ambos y haciendo que cayeran al suelo bruscamente. – no pienso ir contigo. – dijo señalando a Shura, Death le sonrió triunfante.
- ni mucho menos contigo. – grito señalando a Death.
Les dio la espalda alejándose. - iré a regar mis plantas y a mi regreso, los quiero fuera de mi templo y de ser posible muy lejos de mi vista. – afrodita furioso agarro la regadera llena de agua y se dirigió hacia su jardín.
- esto es tú culpa cabra de monte!-
- mía? – Shura se señaló indignado. – si yo fui el primero en invitarlo a la feria, pero claro, como siempre tu imitando y copiando la idea de los demás. -
- no me importa, tu apestas por eso afrodita te rechazo. –le dijo sacándole la lengua.
- entonces a ti te rechazo por imbécil, feo y sádico. – Death lo miro furioso.
- me las vas a pagar, – hablo en tono amenazante, Shura lo miro con altivez. -Afrodita se quedara conmigo y tú te alejaras por tu bien.
-así?- Shura se remangaba las mangas de su camisa. – entonces por qué no arreglamos esto de una vez por todas. – hablo poniéndose en pose ofensiva.
- me parece muy bien. – Death lo imito, ambos estaban por iniciar una guerra de mil días, hasta que… - HAAAAAAAA - el grito de afrodita los detuvo.
-¡quien arranco todas mis rosas! - cuando Death y Shura ingresaron al jardín de afrodita vieron perplejos a este en el suelo mirando furioso como su jardín había sido destrozado.
- voy a matar al que hiso esto. – tanto Shura como Death retrocedieron unos pasos pues afrodita irradiaba un aura maligna una que nunca antes habían sentido.
CONTINUARA