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EROS (cupido) AL RESCATE por Anonimus_Saint

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Notas del capitulo:

!!MIL GRACIAS POR SUS COMENTARIOS!!


eso me animo a continuar lo mas pronto posible la historia jeje me reanima saber que les gusta.


 


 

 

De sustos y disgustos hay muchos...

 

El olimpo permanecía pasible, todo alrededor era paz y tranquilidad, si, no había otro lugar más pasible y armonioso hasta que los gritos de cierta diosa retumbaron por todas las paredes acabando el ambiente pacífico.

-¡EROOOOS!- Athena se veía muy furiosa, buscaba con la mirada a el dios del amor por los alrededores, no pensaba irse del olimpo sin antes arreglar una cuantas pendientes con él.

-¿pero qué rayos  te pasa, porque gritas de esa manera? – artemisa salió de su templo para encontrarse con la causa de tanto alboroto.

-estoy buscando a Eros, así que apártate de mi camino y no molestes. –  dijo Athena mientras apartaba a la diosa para ingresar al olimpo, donde los demás dioses permanecían reunidos.

-pero mira nada más a quien tenemos aquí. – hablo Hades, mirando a Athena con desdén, claro que al ser Athena la causante de frustrar sus planes de dominar el mundo la convertía en la persona menos favorita.

-no molestes Hades, que ahora no estoy de humor. – Athena ingreso al salón y no hiso más que buscar a Eros hasta por debajo de los muebles.

-vaya, creo que ya se volvió loca. – artemisa solo miraba el extraño comportamiento de su hermana.

-y que esperabas, la tierra es un lugar muy conflictivo y desastroso. – hablo Poseidón mientras tomaba un vaso de agua.

-y si era tan desastroso porque querías gobernarlo o espera ahora que lo recuerdo tú te dejaste engañar por un simple humano. –

-cierra la boca Hades, que por lo menos a mí no se me ocurrió resucitar en una persona tan influenciable. –tanto Hades como Poseidón se dirigieron miradas de odio profundo.

-¡silencio los dos! – Intervino afrodita mientras ingresaba a la sala.-vaya con todos ustedes, con razón Zeus me puso a cargo del olimpo mientras esta fuera.-

-él no te nombro a ti, me nombro a mí. – dijo artemisa molesta.

-claro que no, Zeus no dejaría a alguien tan inepta como tú a cargo.-

Tanto artemisa como afrodita comenzaron una pelea verbal, al igual que Poseidón y hades, hasta que cierta personita se acercó a ver qué pasaba.

-vaya este lugar necesita de mi para estar en armonía. – y ahí estaba el causante de todo ese alboroto, Eros, ingreso todo relajado mientras se desperezaba, luego de tomar un laaaaargo descanso.

 Athena al oír su voz, giro rápidamente su vista hacia él para luego sujetarlo de la sotana que vestía.

-¡TUUUUU! – todos vieron asombrados como Athena sostenía a Eroscomo títere, para luego arrinconarlo lo en una pared.

-¿qué pasa contigo? – eros se veía desconcertado, Athena solo afianzo su agarre.

-¡quiero que ahora mismo me devuelvas todo lo que me quitaste! – exigió Athena mientras lo zarandeaba violentamente.

Eros con delicadeza y gracia se soltó de su agarre. – pero vaya los modales tuyos, ni pareces una diosa. – hablo mientras se acomodaba la ropa.

-escucha, gracias a ti tengo a Tadsumi vendiendo naranjas para poder comer y a los de bronce haciendo malabarismos en las esquinas para conseguir dinero¡gracias a ti estoy en la quiebra, tú me estafaste!-

-oye yo no te estafe, no sé de qué hablas. –

-a no sabes. – Athena se acercó a él para tenerlo cara a cara. – te di todos mis bienes a cambio de que hicieras que mis caballeros dorados cambiaran su comportamiento y dejen de pelear, pero no hiciste nada; todo está como si nada. – Athena hablaba histérica en tanto Eros se tocaba la sien tratando de captar todo lo que Athena le dijo.

Antes de responder a sus acusaciones hecho un hondo suspiro.- escucha, yo hice lo que me pediste así que no vengas aquí a hacerme un escándalo ni mucho menos me reproches nada ok. –

-¡no hiciste nada!- grito histérica. - ¡mis santos se odian y pelean como perros y gatos! –

-fleche a 7 de tus dorados, los  cuales ahora deben de estar locos de amor, con su corazón palpitando desenfrenado por los otros 7 caballeros restantes eso  fue loque tú me pediste. –

- no mientas ellos…- Athena callo al percibir las últimas palabras dichas por Eros. – dijiste que los 7 caballeros  a los que flechaste ahora están locos de amor por los otros 7 caballeros  que no flechaste?-Athena apenas entendía que fue lo que en realidad paso.

-claro, los fleche con mis flechas de cupido, que esperabas que pasara. –dijo Eros de lo más tranquilo.

-eso quiere decir que 7 de mis caballeros están enamorados de los otros caballeros.-esta vez la cara de Athena se puso pálida.

-no están solo enamorados, sino pérdida y locamente enamorados pues Mis flechas son 100% efectivas.-dijo con orgullo eros.

-entonces…ellos…están…-Athena no podía creerlo.

-sí, tus caballeros están perdidamente encamorrados y no van a parar hasta conseguir lo que quieren, ósea a los otros caballeros.-

-¡estás loco, eso no puede ser! – Athena estaba cada vez más alterada. – quiero que los dejes como estaban ahora mismo! –

-no puedo. – respondió eros de lo más tranquilo,

-¡como que no puedes!-a estas alturas Athena ya había perdido su compostura, volvió a agarrar a eros de su sotana. - ¡tú los hiciste así! ahora tú tienes que…

-soy el dios del AMOR no del desamor.-eros ya se estaba hartando de tanta gritadera.

-¡pero yo no quería que esto pasara! -

-pues eso a mí me vale un reverendo cacahuate, yo hice mi trabajo así que déjame en paz.- eros molesto hiso que Athena lo soltase.

-pero…-

-pero nada,- interrumpió eros más molesto. -  desde el principio te dije lo que pasaría, incluso te pregunte si estabas segura y tú lo recontra afirmaste. –

-si pero, yo  no pensé que tu referías a…-

-¡ya! no hay peros ni  devoluciones, un trato es un trato. - 

-pero…yo….ellos.-Athena solo podía pensar en lo mal que le iría si sus caballeros se enteraran de lo que paso.

Eros solo hiso oídos sordos a la quejas de Athena.

-¡está bien! – termino diciendo Athena, ya resignada. -  pero te advierto una cosa, si algo llega a pasar en MI santuario TU. – lo apunto con su dedo índice. – serás el principal responsable.

Y así, ante la mirada perpleja de los demás dioses, Athena salió hecha una fiera, de haber habido una puerta de seguro la azotaba con fuerza.

 

 

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TEMPLO DE PISCIS

 

Afrodita se preparaba para descansar de un día taaan agotador. Si, solo esperaba que al abrir nuevamente sus ojos, todo volviera a ser como antes, con Shura y Death muy lejos de él, mientras el tan solo se limitaba a cuidar de su bello y amado jardín.Ante tal pensamiento, se dio cuenta de que había dejado a milo trabajando en su jardín para restaurarlo.

-vamos a ver si el alacrán hiso algo. – se puso en pie para dirigirse hacia su jardín.Cuál fue su sorpresa al encontrarse nuevamente con unos bellos rosales, plantados y deslumbrantes, si el escorpión parecía trabajar mejor bajo presión.

-¿qué tal, a que si se algo de agronomía? – milo apareció detrás de afrodita desempolvándose las manos.

– si no fue tan difícil. – hablo orgulloso de su labor. Afrodita solo se cruzó de brazos mientras lo miraba con recelo.

-¿esto es real? – pregunto acercándose al jardín, milo solo amplio su sonrisa.

-acaso no ves túnuevo jardín. – milo le señaló los rosales, afrodita seguía desconfiando.

-conociéndote, tu serias capaz de plantar  plantas artificiales en lugar de unas de verdad. – dijo mirándolo serio.

-y… hay mucha diferencia?- afrodita arrugo el entre cejo y lo miro asesinamente.

-tu...- estaba por gritarle hasta que se cansara, pero milo solo se echó a reír.

-calmado hombre, no me creas tan tonto. – posos su mano en el hombro de afrodita, este seguía mirándolo receloso. -  si son verdaderas. –

Entonces afrodita se acercó a una rosa blanca y la olio para luego tocarla con delicadeza. Sonrió, era autentica y muy hermosa.

-en verdad me sorprendeque alguien como tú, haya hecho todo esto, normalmente todo lo que tocas termina destruido e inservible. – le miro verdaderamente asombrado, milo solo amplio su sonrisa.

-que te puedo decir, el amor hace maravillas. – dijo milo en tanto se dirigía hacia la salida.

-bueno…más te vale mantenerte alejado de estos rosales, porque te juroque si algo les pasa ¡te enterrare vivo justo aquí! – le grito intimidante,  milo solo hiso un ademan con la mano dándose  por advertido antes de dirigirse a la salida del templo.

Afrodita se quedó admirando otro rato sus nuevos rosales, les faltaba su toque venenoso, pero ya tendría tiempo para remedirá ese desperfecto, ahora, estaba muy cansado y la cama ya lo llamaba.

Se acercó a su cama y se dejó caer pesadamente.Busco la posición perfecta por una par de minutos hasta que se le hiso muy atrayente el dormir boca abajo.

Si, Morfeo ya lo estaba hechizando y él no pondría resistencia, así que lentamente cerró los ojos.

Con afrodita profundamente dormido, una sombra se dejó ver, el silencio y la oscuridadserían sus aliados, eso, si quería que todo le saliera bien.

Con una tijera y con un enorme temblor en la mano derecha, se acercólentamentea afrodita, si, ese cabello celeste se veía tan encantador y deslumbrante.

-yo ganare…- acerco lentamente la tijera, si todo salía bien, entonces no solo sería un mechón de pelo lo que obtendría de afrodita sino todo el.

Las ansias lo hacían temblar al igual que el miedo de ser descubierto, trago en seco y el sudor de su frente estaba por resbalar, la tención era mucha, pues si afrodita notaba su presencia y más si percibía lo que pretendía estaba seguro de que lo echaría de su vida, pero eso no le importaba, el ganaría y entonces se quedaría con afrodita definitivamente, o eso pensaba él.

Estaba por obtener aquello que tanto anhelaba, hasta que sintió un empujón fuerte, casi cae sobre afrodita, pero logro equilibrarse cayendoal suelo, a un costado de la cama, ahogando un quejido de dolor al haberse clavado  la mano con la tijera que sostenía.

 

-aparte de lento, tonto. – esa voz lo trajo a la realidad, su ira estaba por salir y no la reprimiría por mucho.

-¿qué rayos haces aquí cangrejo? – hablo shura, tan bajo que apenas logro escucharlo Death.

-vengo por lo que es mío, así que tu apártate. – respondió Death  en un susurro para luego acercarse a afrodita.

- tócale un pelo y te rebano en dos. – advirtió Shura, mas Death siguió acercándose a afrodita con tijeras en mano.

Entonces Shura, como un felino sobre su presa, se fue por Death, tirándolo al suelo he iniciado un forcejeo.

 Afrodita, afortunadamente para los enamorados,  parecía dormir placido, ignorante de lo que acontecía a su alrededor.

-quítate de encima. – farfullo Death molesto, con Shura encima de él.

-haber quítate tú. –le sonrió victorioso.

Y así,  Ambos caballeros  lucharon,  comenzando a tirar objetos y provocándose cortaduras ellos mismos; dando una sangrienta y feroz batalla cuerpo a cuerpo donde nadie parecía querer dar su brazo a torcer.

Si, ninguno de ellos se iría sin su preciado mechón de pelo.

Mientras Afrodita dormía profundamente, como oso en invierno.

 

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TEMPLO DE ARIES

 

Mu,al fin parecía dormir tranquilamente, el dolor de su brazo  ya no lo sentía y los síntomas anteriores, habían desaparecido por completo, si, toda esa pesadilla había pasado. ¿O no?

De repente abrió los ojos al sentir movimiento en su cama.-HAAAAAAAAAAAAA! – grito sobre saltándose al verse frente a frente con milo, quien permanecía a unos centímetros de su rostro.

-hola. – saludo  de lo más natural milo, mientras se acomodaba en la cama. Mu solo se puso en pie rápidamente  apartándose de milo lo más que pudo resguardándose detrás de una almohada.

- ¿que….que haces aquí, milo?  – pregunto en tanto se reponía  del susto.

- vine para llevarte a la feria. Como lo prometí. – fue la respuesta franca que le dio milo.

Mu lo miro incrédulo.-¡pe…pero son las 4 de la madrugada! – le señalo el reloj histérico, milo se asomó a ver el reloj que colgaba en una pared curioso.

- ¡mejor, así seremos los primeros en todo! – exclamo alegre, poniéndose en pie. -  así que apúrate, cámbiate que ya nos vamos. – mu se dio una palmada en la frente, sabía que milo era una persona muy especial, pero no pensaba que tanto.

- escucha…milo, yo solo quiero dor…-

-no importa mu. – le interrumpió, acercándosele. - ya verás cómo te diviertes. Así que vamos, vístete.–  le guiño un ojo mientras se alejaba de mu, echándole una última vista a el torso blanco de mu. Este se tapó al percibir su mirada insinuadora.

-¡te espero afueraaaa!- le grito antes de salir de su recamara para darle su espacio personal.

Mu se dejó caer en la cama agotado.

En realidad nada tenía sentido, Milo actuaba extraño, no entendía la razón de su comportamiento, si él solía molestar de esa manera a Camus, a él solo lo saludaba y a veces compartían la merienda pero siempre en plan de camaradas,  pero ahora, parecía estar obsesionado  con él no parecía querer dejarlo ni respirar.

 Un repentino escalofrió recorrió su cuerpo al temer lo peor, milo estaba interesado en el…

-  no señor,  yo no tengo nada que ver en este lio, mejor me voy antes de que esto se ponga peor. – muy rápidamente se puso en pie y comenzó a armar su maleta. Empaco todo lo que creía necesario.

 Ya  estaba por tele transportarse a su tierra natal (Tíbet) y no regresar hasta que a milo se la pasara la locura o que arregle las cosas con Camus.

-¡maestro! –kiki apareció de repente en su detrás, asustándolo.

 -¡kiki! cuantas veces te he dicho que no aparezcas así, por…por poco y me matas de un infarto. – mu se tocaba el corazón, mientras intentaba normalizar su respiración.

- perdón. – se disculpó apenado. – pero es que su grito me despertó y me puse alerta, por eso vine a ver qué pasaba. -Hablo mientras observaba curioso lo que su maestro hacía.

-¿se va de viaje?– pregunto kiki anonadado, mirando las maletas de mu. Este no respondió solo se limitó a escribir una nota para Shion donde le informaba su ausencia en el santuario.

 – ¡me deja! – kiki se sobresaltó.-  nooooo, por favor no se vaya, prometo ser más obediente y no faltarle al respeto nunca más, pero no me deje se lo suplicooooo – se arrodillo y se abraso a  sus piernas con fuerza. Mu solo lo miro aterrado, pues milo estaba cerca y no quería que este se diera cuenta de lo que pretendía.

-kiki. – le hablo bajo. – Cálmate yo…-de repente la puerta se abrió de par en par.

- ¡ya estás listo mu! – grito milo entrando por la puerta, mostrando una enorme sonrisa, sonrisa, que se le  borro al ver a kiki llorando abrasado a las piernas de mu mientras este  sostenía unas maletas.

- ¿para qué es eso? – le pregunto milo a mu, señalando las maletas que sostenía.

Este las tiro lejos al verse descubierto.-no…n o es nada. – respondió algo nervioso.

- ¡mi maestro se va, nos deja! – grito kiki llorando, milo volteo a verle incrédulo

- no, para nada kiki, solo exageras las cosas. – mu solo buscaba la manera de salir de esa bochornosa situación. – solo me quería deshacer de esas maletas  viejas. -

- ¿entonces no se ira? – pregunto kiki alzando la mirada hacia su maestro, mu agobiado y resignado  asintió levemente con la cabeza, entonces kiki se puso en pie y dio un salto de alegría. –¡yupi!

- bueno mu ya vámonos. –hablo milo tomándolo de una mano, mu estaba por refutar, pero sabía que sin importar lo que dijera  milo lo arrastraría hasta la dichosa feria  a como diera lugar.

Entonces se puso a buscar alguna solución o salvación.

- ¡kiki! pensó mientras se detenía en seco y volteaba a ver a su pequeño aprendiz.

-espera milo. – Mu agarro a su aprendiz de la mano.- vamos con kiki, -tanto milo como kiki lo miraron con caras desencajadas.

-él  me dijo que tenía muchas ganas de ir a la feria, así que  yo creo que no es justo que solo yo me la esté pasando chévere. Mi alumno también tiene derecho a divertirse y gozar.–kiki lo miro incrédulo.

- pero maestro, si usted mismo dijo que solo me limitara a trabajar, hasta me había prohibido ir a esa feria.-kiki lo miro a los ojos mu solo respiro hondo.

-vamos kiki, hoy solo te limitaras a divertirte, como todo niño de tu edad. – le revoloteo los cabellos descuidadamente, ante la atenta mirada de milo.

-pero maestro, usted…-

- basta kiki.- le hablo telepáticamente. - vendrás con migo y no te apartaras de mi ni un momento,–

- que gano yo…- respondió kiki de la misma manera, mu lo miro sorprendido, se supone que kiki debía de obedecerlo pues él era su maestro, pero como kiki era un niño taaan precoz.

- te comprare todo lo que quieras.-respondió, sin otra alternativa, entonces kiki puso una cara de suma felicidad, jamás esperaba negociar algo como eso con su maestro.

-¡bien! La feria siiii.- grito kiki feliz y encaminando a milo y a mu hacia la salida. Milo se  veía todo frustrado, su plan de salir de paseo solo con mu había fracasado.

-tenía que salir el niño – refunfuño, si kiki se interponía en su camino ya no iba a poder acercarse a mu como quería.-rayos…-

Y ahí iban los tres, rumbo a la dichosa feria.

Ninguno de ellos se percató de una presencia, que observaba todo atento mientras lo seguía muy de cerca.

 

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TEMPLO DE VIRGO

 

Aioria salió hecho un rayo del templo de virgo y  rápidamente comenzó a tapar  la salida  con todos los escombros que encontró, para impedir que Shaka saliera tras él. Sabía que eso no lo detendría, pero para ese entonces le daba igual, Shaka estaba como loco y  necesitaba resguardarse de el a como dé lugar, claro, eso si  quería mantener su integridad física.

-esto está mal, esto está muy mal. – dijo intentando normalizar su respiración, para luego correr a la velocidad de la luz hacia el templo de su hermano.

 

 

 

-Así que quieres jugar  a las escondidas, he leoncito. – dijo para sí mismo Shaka, sonriendo  con una mirada lasciva, algo jamás visto en él. – bien, juguemos. – solo hiso falta que levantara su dedo índice para que los escombros, que Aioria puso de tranca, salieran volando.

-¡SHIVA, AGORA! – grito de pronto.

-si maestro. – tan pronto escucharon  el grito de su maestro, ambos aprendices aparecieron como por arte de magia ante él, arrodillados, mostrándole un infinito respeto.

- quiero que limpien este desastre y se encarguen de restaurar el templo. –ordeno serio y en tono duro. 

Ambos hombres abrieron los ojos asombrados al  encontrarse con el sexto templo totalmente en ruinas.

-¿maestro, que fue lo que paso? – inquirió Ágora anonadado.

-eso no importa. – respondió Shaka, restándole importancia.

-ahora, limpien este lugar - ordeno. – odio el desorden. –

- sí. - Ambos caballero asintieron he hicieron una leve reverencia.  Mientras Shaka  se dirigía hacia la salida ante la atenta mirada de sus aprendices.

 -¿maestro a dónde va? – se atrevió a preguntar Shiva. Shaka solo esbozo una leve sonrisa.

-voy de casería. – respondió, ambos caballero parpadearon perplejos y confundidos ante el extraño comportamiento de su maestro.

Shaka solo subía las gradas hacia el séptimo templo a paso seguro.

 –…si la montaña no viene a Mahoma, Mahoma va hacia la montaña…. –

 

Ambos caballeros se miraron entre sí, confundidos, pero decidieron acatar la orden de su maestro lo más rápido posible poniendo  manos a la obra,  sabían que debían de cumplir con la orden de su maestro, eso,  si no querían ser duramente castigados.

 

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TEMPLO DE SAGITARIO

 

Aioros permanecía sentado, con pluma en mano, muy concentrado en lo que escribía.

-¡Listo! – exclamo, poniéndose en pie, en tanto admiraba su obra de arte. – creo que con 200 serán suficientes. – dijo para luego caminar hacia la salida de su templo.

-¿ya amaneció? – abrió los ojos con pesar, claro el estar a la luz de las velas casi toda la noche escribiendo por horas,  desgastaba a cualquiera.

-hammm me alegra haber terminado. – sonrió levemente, dando  un bostezo para luego estirar su músculos y así echar un poco la atención que se concentraba en su cuello.

- SIP, este día será genial. – Aioros mantenía una enorme  sonrisa en su rostro, hasta que vio a su querido hermano acercarse a su templo a toda velocidad.

-¡HERMANOOOOO! – Aioria se acercó a Aioros para abrasarlo fuertemente, Aioros solo lo miro intrigado por su comportamiento.

-ti…ti tienes que ayudar me. – Aioria temblaba sin control al igual que los latidos desenfrenados de su corazón.

-¿pero qué te pasa Aioria? – Aioros aparto un poco a su hermano para mirarlo de frente. – ¿por quéestás tan nervioso y asustado?  -le miro a los ojos, encontrándose con los ojos de su hermano lleno de terror.

- No me digas que volviste a tener la misma pesadilla en donde un tal Fredy trata de  matarte. – negó con la cabeza. -  ya te dije miles de veces que esa era solo una peli…

-¡NO! – le interrumpió a  Aioros abruptamente, separándose de él por completo. – nada de eso, esto es algo mucho peor. – Aioros solo lo miraba sin entender nada.

-¿qué paso entonces?-

-sha…shaka. – logro decir apenas, Aioros solo hecho un hondo suspiro, ahora todo tenía sentido.

-¿qué fue lo que le hiciste esta vez?- pregunto, cruzándose  de brazos.

-¿yo?- Aioria se vio ofendido, pues Aioros parecía confiar más en Shaka que en él.

-vamos Aioria, tu siempre estas molestándolo. - 

-él fue el que me ataco. – soltó Aioria alterado. - Solo…solo mira como me dejo. – entonces Aioros miro a su hermanito de pies a cabeza. Enarco una ceja al ver los moretones y los rasguños que Aioria tenía en su cuerpo sin mencionar que la parte inferior de su vestimenta estaba toda desgarrada.

-bueno… algo muy malo le has de haber hecho como para que se pusiera así de… violento. –

-¡yo no hice nada! – replico molesto, en tanto Aioros lo miraba con los ojos entreabiertos.

-¿a no?- pregunto incrédulo y  sin dejar de mirarlo, conocía muy bien a su hermano, más de lo que él creía. 

Aioria solo desvió su mirada mientras se mordía el labio inferior.

-bueno…si lo provoque un poco. –admitió encogiéndose  de hombros.  Aioros solo negaba con la cabeza.

-pero es que él…-

-ya basta Aioria, no sé porque te empeñas en fastidiar a Shaka, la verdad, a veces creo que  disfrutas demasiado el molestarlo y provocarlo.-

-¿qué yo lo molesto  y lo provoco?- Aioria se señaló indignado. –pero si él es el único que me provoca y me exaspera, si solo no fuera tan petulante y presumido…-

-como sea, ahora tú, tienes que disculparte con Shaka. –

-¡¿yo?!-Aioria no lo podía creer, quería la ayuda de su hermano pero al parecer este estaba de parte de Shaka.

-así es, tienes que disculparte y afrontar la consecuencia de tus actos como un verdadero hombre.- sentencio serio Aioros.

-pero…-Aioria no podía creer lo que su hermano le decía. -tu eres mi hermano !Mío!, se supone que tienes que estar de mi lado no del de Shaka. – dijo molesto e indignado.

-esto lo hago por tu bien, tienes que aprender a respetar a los demás sin importar que te agraden o no. –acoto Aioros sereno. – Hermano, entiende, yo solo quiero lo mejor para ti. –

-¡lo mejor! – Aioria grito histérico, eso no lo podía creer. – Shaka va a….-

- no te preocupes Aioria, no estoy molesto. – hablo Shaka de repente detrás de el, tan cerca suyo que le dio un respingón de punta a punta al sentir su aliento en su nuca.

-¡Shaka!- exclamo Aioros, sin percibir lo pálido que se puso Aioria. - justo estábamos hablando de ti – dijo Aioros sonriendo. Aioria  solo corrió como niño chiquillo para resguardarse a espaldas de su hermano.

-¿Aioria, que crees que  haces? – Aioros miraba a su hermano muy confundido.

-no te acerques  Shaka, te lo advierto, yo se defenderme y no…

-Aioria, yo solo quiero arreglar las cosas entre ambos. – Shaka sonaba sereno como siempre aparentaba, mientras, poco a poco, se acercaba a Aioria, este solo se resguardo más  tras Aioros.

-quiero que el pasado quede atrás y que volvamos a empezar de nuevo. – tanto Aioria como Aioros lo miraron sorprendido por sus palabras.

-ves Aioria, Shaka solo quiere hacer las paces. –intervino Aioros mirándolo por sobre los hombros, Aioria solo negaba con la cabeza. -  , vamos, dense la mano en señal de amistad. -  Aioros empujo a su hermano para ponerlo en frente de Shaka, quien ya tenía la mano extendida.

-pero…- Aioria solo temblaba descontrolado.

-hazlo. – ordeno Aioros serio, Aioria trago en seco estaba por sostener la mano de Shaka, pero de solo recordar lo que Shaka le hiso,  como lo toco, se le subió toda la sangre a la cara y un repentino miedo se hiso presente haciendo que se acobardara y retrocediera lentamente.

 -no…no puedo. – entonces corrió de bajada a toda velocidad hacia su templo.

-¡Aioria! – lo llamo Aioros, mas Aioria solo apuro el paso sin prestarle atención.

-discúlpalo Shaka, -Aioros hablaba muy decepcionado por   el comportamiento tan inmaduro  de su hermano menor.

-Creo que esta en esa edad donde todo les va…- antes de que Aioros terminara su frase, Shaka ya iba de bajada a toda máquina para ir tras Aioria.

Aioros miro la escena perplejo.-estos muchachos, no piensan madurar nunca.- nuevamente negó con la cabeza mientras posaba ambas manos en su cintura.

 Alzo la vista al cielo y hecho un hondo suspiro. – Si no tuviera cosas por hacer… - se dirigió dentro de su templo para ir en busca de lo que necesitaba.

 

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TEMPLO DE PISCIS.

 

Afrodita apenas despertaba, durmió toda la noche como angelito o mejor dicho un oso.

Estiro sus músculosen tanto echaba un bostezo.Sin muchas ganas aparto las sabanas de su cuerpo para ponerse en pie, si, las mañanas nunca le sentaban bien.

Lo primero que siempre hacia cada mañana era lavarse el rostro y peinar su bello y perfecto cabello meticulosamente repasándolo con el peine una y otra vez.

 Así que se levantó para dirigirse al baño. camino un par de pasos,hasta que tropezó con algo.

-¡auch! – exclamo ante el dolor en su tobillo tras chocar con una mesita que no recordaba que estuviera ahí, trastabillo un poco pero siguió su camino, ignorando por completo el estado en el que se encontraba su recamara.

Entro a su baño, cogió el jabón con una mano mientras con la otraabríael grifo. Sentir el agua fría sobre su rostro, lo hiso despertar y apartar el sueñopor completo.Después de asegurarse de haber lavado bien  su  rostro,tomo una toalla y comenzó a secarse.Y fue entonces que abrió los ojos para verse al espejo.

Los ojos casi se le salen de sus orbes, al ver lo que su reflejo mostraba.

–¡ HAAAAAAAAAAAAAAAAAAA! –

El grito que emitió afrodita,  se escuchó en todo el santuario, despertando a alguno de sus compañeros.  Sobre todo a dos personas  que se estremecieron al oír ese grito desgarrador. En  sus caras solo se podía apreciar el  terror y pánico. Afrodita ya había despertado y se habría encontrado con la peor de los panoramas, tragaron en seco eso no se veía nada bien para ninguno de los dos.

 

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Saga ya llevaba casi media hora esperando a que apareciera el arquero, no le gustaba esperar.Pero si vería a Aioros no le importaba estar ahí toda mañana.

-¡SAGA! – grito Aioros mientras se acercaba a él corriendo.

-pe…perdona la demora, pero…pero se me paso la hora. – dijo intentando relajar su respiración, saga solo le sonreía.

-descuida.- le dijo sin apartar su mirada de la de Aioros.

-bien, entonces vamos. – le tomo de la mano para guiarlo nuevamente hacia el pueblo.

-¿que se supone que vamos a hacer ahora? – le pregunto saga algo temeroso por la respuesta, Aioros solo amplio su sonrisa.

-hoy vamos a hacer algo de…servicio ciudadano y al mismo tiempo   algo de concientización. –

-¿concientización?- saga no entendía nada, Aioros a veces Salía con palabras tan “extrañas”.

- primero, vamos a limpiar este lugar. – de repente Aioros saco dos enormes bolsas negras, junto con dos escobas, saga mantenía la boca abierta.

-¿hablas en serio?-

- claro,  tu limpias la parte norte;en tanto yo limpio la parte sur.– le dijo Aioros entregándole una bolsa y una escoba a saga.

Saga solo miraba las cosas que tenía entre sus manos incrédulo, eso nunca lo había hecho, hacerle de barrendero, como para que o que.

-Aioros, estas seguro de…-

-saga, el ser caballero, no solo consiste en proteger a toda la tierra, sino también a mantenerla limpia y saludable para las personas. –

Saga no lo podía creer.-pero…

-nos vemos, luego. – le dijo Aioros guiñándole un ojo antes de tomar otro camino, saga solo parpadeabaatónito.

Poso sus manos en la frente para luego fijar su vista en el suelo. Jamásse había percatado de lo sucio que estaba ese lugar.

-maldita sea…- no le quedómás que resignarse, lastimosamente no podía usar sus poderes para hacer que otro hiciera su trabajo, Aioros lo notaria.

 

2 HORAS DESPUÉS….

 

Aioros regreso con la bolsa repleta de basura, al mismo lugar donde había dejado a saga.

-saga. – lo llamo al verlo sentado en una banca descansando, traía la cara sucia al igual que la ropa, pero el lugar estaba limpio.

-bien hecho saga, ves que no fue tan difícil.- Aioros se acomodó a su lado, saga solo asentia sin muchas ganas.

-bueno, ya vámonos al santuario que quiero darme una ducha. – dijo saga cansadoponiéndose en pie, pero Aioros lo detuvo.

-espera saga.- se puso en pie al igual que saga.- aún nos falta algo.-

-¿qué? – saga lo miro impaciente odiaba sentirse sucio.

-te dije que hoy haríamos servicio social y también concientización. –

De la nada,Aioros saco un montón de papeles, eran como folletos, que decían: la basura mata,  cambia tu conducta, no seas un puerco y deja la basura en su lugar, y cosas así.

-Me la pase toda la noche haciendo estos afiches, pero valió la pena, si con esto logramos generar algo de concientización. – decía Aioros contento y muy entusiasmado.

-ten. – Aioros  le tenido la mitad de los papeles a saga. Este  solo miraba todo con un tic en el ojo.

-vamos a repartirlos. – Aioros lo empujo para que se moviera pues seguía estático y pasmado.

 

MEDIA HORA DESPUÉS….

 

-lo ves saga, terminamos muy rápido.-le decía Aioros a saga, este solo mantenía una cara de pocos amigos.

-bueno, por lo menos ya terminamos. A menos que tengas otra magnífica idea en mente? –saga hablaba algo molesto, Aioros se pasaba de la raya, no comprendía su interés por ayudar ni ser servicial.

-no, eso es todo por hoy.- le respondióAioros. Saga hecho un suspiro, relajándose.

-bien entonces vámonos. – esta por dar un  paso hacia el santuario, más la mano de Aioros lo detuvo.

– saga…- lo llamo, este volteo a verle.

-dime. –

-Gracia por hacer esto…digo, todos piensan que yo soy muy exagerado con algunas cosas, incluso mi hermano pone mil escusas para no acompañarme a hacer este tipo de cosas, dice que solo pierdo el tiempo pero tu…de alguna manera me apoyas… …- le sonrió con esa candidez que solo el poseía. -  me alegra mucho que hayas decidido cambiar y acompañarme, en verdad, jamás me imagine que tu…en fin, gracias por todo.  – le dijo sin apartar su mirada de él, saga solo sonrió algo ruborizado.

-yo soy quien te tiene que agradecerte, después de todo, tu  perdonaste todas las barbaridades que de hice, las humillaciones por las que te hice pasar cuando éramos más jóvenes, las acusaciones falsas, el haberte mandado a matar por…-callo, al ver la cara de molesta de Aioros. –bueno tú ya sabes. – le sonrió algo apenado.

-sí, todo está bien, -ambos estaban por iniciar su camino hacia el saltuario.

- mejor vámonos antes de que…-

-¡pero mira nada más!- lo interrumpió Aioros.

-esto es increíble, no lo vi venir. – hablo posando ambas manos en su cintura y echando un hondo suspiro.

-creo que la concientización no fue muy eficiente jejeje. – dijo volteando la mirada hacia las calles aledañas.

Saga abrió los ojos incrédulo ante lo que veía.  Todos los volantes que habían repartido, estaban desparramados por el suelo, el que  hace poco habían limpiado.

-que rayos….estos aldeanos son unos marranos.- saga estaba muy furioso, hubiera destruido ese pequeño pueblo  con mujeres y niños incluidos de no ser porqueAioros lo detuvo.

-calmado saga. – poso una mano en su hombro. - sí,sé que esto es muy desalentador, pero aún hay algo que podemos hacer. – saga lo miro incrédulo.

-¿qué?-

-simplemente témenos que recoger todos los volantes que desecharon  los aldeanos y volvelos a repartir, los volvemos a recoger y luego los volvemos a repartir,  así,  hasta  que haya quedado claro nuestro punto de vista. – saga solo empalideció, Aioros  parecía no bromear.

-bien, empecemos por…-antes de que Aioros dijera algo más, Saga cayo pesadamente al suelo desmayado preso de la impresión y el agotamiento.

-¿saga?- Aioros  se acercó a él, intentando despertarlo, pero saga seguía inconsciente.

-y ahora quien me va a ayudar.- hecho un suspiro, para luego fijar su vista en el cuerpo inerte de saga.

A Aioros no le quedó otra más  que llevarlo a su templo para que descansara, ya luego retomarían su tarea de la limpieza.

 

TEMPLO DE GEMINIS

 

Saga permanecía desparramado en su sofá.Todo su cuerpo le dolía y la espalda lo estaba matando. La verdad  no sabía porque soportaba y aguantaba las ideas de Aioros, o más bien a Aioros, si el antes lo odiaba a muerte; sin embargo,  ahora parecía sentir un infinito afecto hacia él  algo tan inexplicable y confuso que lo aterraba y lo hacía feliz al mismo tiempo.

Si,  seguiría con todo ese rollo de ayudar a los demás,ser más  consiente, sin importas cuan desgastante, humillante y extraño le  resulte,  si, lo haría,  incluso sería  capaz de ira a la luna de ida y vuelta si es que Aioros  se lo pidiera,  lo haría con todo gusto, solo por él.

Dejo salir un suspiro, en tanto pensaba en Aioros,mostrando  una leve sonrisa en su rostro. 

Entonces, Kanon se apareció en el templo parecía aterrado, estaba todo sudado y respiraba de manera agitada.

Saga lo miro de reojo. -¿En dónde te metiste…. Ya es hora del almuerzo, quien crees que me va a alimentar?– le preguntó al verle, pero Kanon solo  se abalanzo hacia su hermano temblando.

-he tranquilo, tranquilo que me arrugas la camisa. – Kanon se separa de él, algo molesto.

-  bueno, bueno, a ver qué le pasa Esta vez mi pequeño e inofensivo hermanito. – dijo con una sonrisa burlona en su rostro.

- deja el sarcasmo que lo que me pasa es muuuuuuy serio. – Kanon parecía muy alterado y angustiado.

-lo dudo, pero haber, suelta el rollo, ¿qué pasa? – le pregunto saga desganado.

-es….es Aldebarán! creo que se comió algo que le hiso muy  mal y ahora me acosa como demente, no me deja en paz, me sigue a donde vaya, cada que volteo, lo veo,  está detrás de mí. - se agarró de los cabellos.

- ya lo mande a la fregada muchas veces pero él no hace caso, dice que solo quiere mi perdón y estar a mi lado,  incluso ahora, hasta le dio por llamarme hermoso! Te lo puedes creer! no digo que yo no sea un adonis, pero no tolero que él me lo diga es muy raro, perturbador y extraño.- hablaba  Kanon nervioso mirando a los alrededores. Saga, solo lo miraba incrédulo.

-vamos, Kanon, no exageres tanto. De seguro le robaste dinero de nuevo y ahora te las quiere cobrar, nada más. – Kanon lo miro ofendido.

-así que no me crees, está bueno, entonces  no te cocino nada, además si llego a hacer algo de seguro ese toro viene y…- de repente Kanon escucho unos pasos acercándose. – nooo, debe de ser el. – corrió alejándose hacia el templo de cáncer. -  ¡dile que no estoy o que me morí, lo que sea! - ¡haaay que desgracia! – -Grito antes de salir del templo dejando a saga con la boca abierta.

- pero que exagerado. -  Dijo saga bebiendo una soda, pero la escupió toda al ver a Aldebarán en la entrada con un enorme pastel en la mano que decía: “perdóname Kanon”. -

-¡Kanon!- grito preocupado Aldebarán, mirando a los alrededores buscándolo con la mirada. En cuando vio a saga se acercó a él, este  lo miro desconfiado.

-yo no soy Kanon. – le dijo sin apartar su mirada de alde.

-lo sé, Kanon tiene los ojos más brillantes, el pelo más sedoso, la piel más suave, además de unos bonitos…

-ejem…- saga hiso una mueca de molestia ante sus palabras, alde solo le sonrió algo apenado.

-perdona saga, no quería ofenderte,  pero Kanon es especial para mí…- dijo echando un hondo suspiro, saga solo lo miraba de arriba abajo, incrédulo.

-sí, ya lo creo…- entonces enfoco su vista en el enorme pastel de chocolate, el cual por cierto, no se veía nada mal.

-sabes dónde está tu hermano, mira que hice este pastel para él y quiero dárselo a modo de disculpas, pero cava vez que lo veo, el escapa, creo  que desconfía de mí yo…yo necesito que me perdone. – hablaba afligido alde, en tanto saga solo miraba el pastel, se le hiso muy atrayente.

-y…porque no me lo dejas a mí, digo, yo puedo dárselo en cuanto lo vea. – saga se ofreció pero sus intenciones no eran entregarle el pastel a su hermano precisamente.

-harías eso por mi…- Aldebarán solo  lo miro alegre.

-claro. – saga asintió mientras estiraba las manos para quitarle el pastel a Aldebarán, la verdad tenia hambre y  diría lo que fuera por comérselo.

-ha, si solo Kanon fuera  como tu…- saga lo miro aterrado.

-¿qué? acaso no nos parecemos  como dos gotas de agua. –

-no me refería a eso sino…-

-ya ya déjalo así…mejor vete que no me dejas comer…digo….vete, te aseguro que yo le entrego el pastel a Kanon. – dijo saga, mientras empujaba a Aldebarán a fuera del templo, para que así lo dejara solo con el pastel.

-oye saga, -volvió Aldebarán la mirada atrás, saga ya tenía un pedazo de pastel en la boca y casi se atraganta por la intromisión.

-di…dime. – trago el pedazo con dificultad mientras se limpiaba la boca disimuladamente.

-tú conoces muy bien a Kanon, ya que es tu hermano, podrías darme algún concejo para que yo le agrade. – saga solo parpadeo perplejo mientras se ponía a pensar.

-no lo sé…- dijo cruzándose de brazos, no entendía a que se refería Aldebarán con “agradarle más” pero una idea se le vino a la cabeza.

-tal vez si te tiñes el pelo de otro color…-

-qué color. – pregunto alde ilusionado.

- a él le gusta el color plomo, - dijo con una sonrisa en el rostro. -  además los tatuajes le llaman muuuucho la atención….

-¿y, que más?-

- bueno…uno que otro pircing en en…en las orejas y en la boca, créeme a él le gustan  esas cosas y  te podría más atención, si tú tienes esas cosas. Kanon no despegaría la vista de ti. – Aldebarán tenía una mirada deslumbrante, estaba dispuesto a hacer lo que fuera con tal de llamar la atención del gemelo.

-a una cosa más.- dijo saga ante la mirada atenta  y expectante de alde. – no te rindas. – sonrió de lado. – lucha por lo que quieres hasta el fin. – lo miro fijamente intentando sonar serio.

-gracias saga, en verdad.- estrecho su mano con fuerza. – muchas gracias. Es bueno saber que cuento con tu apoyo. – decía alde deslumbrante sin dejar de apretar la mano de saga.

-si si Aldebarán. - hiso que soltase su mano, ya que alde apretada muy fuerte. – tú tienes toooodo mi apoyo. –

Alde afirmo feliz, en tanto se iba rumbo hacia su templo.

-jajaja. –al haber desaparecido alde, del tercer templo, Saga comenzó a reír a carcajadas, claro que meter  a su hermano en un  enorme lio era lo mejor.

– vaya hermanito hasta que das una jajajaja. –saga reía sin control mientras devoraba el enorme pastel sin recato. Tanto así que  por poco y se vuelve a  atragantar con otro pedazo de pastel.

-que bueno esta…-

 

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Ya en el santuario, Athena se adentró a su recamara para descansar de tan agotadora visita al olimpo.

-bueno… -se sentó en su trono-.no creo que pase nada malo. – trato de convencerse de aquello. – digo…solo…solo están enamorados,  eso no quiere decir que dejen de ser los fieles y leales caballeros que son. – esbozo una leve sonrisa mientras dejaba salir un hondo suspiro. – si… no va a pasar nada malo, ellos ante todo son caballeros. - Cerró los ojos para intentar relajarse, pero las puertas del salón se abrieron de par en par dejando ver a Shion con un par de maletas en ambas manos.

-¿y esas maletas? – pregunto Athena muy desconcertada.

-viene a decirle que me voy.- dijo Shion como si nada.

-¡QUE!- Athena se puso en pie, impactada por la noticia. – como que te vas, si tú eres el patriarca,

-vera, lo estuve pensando y siempre ya no quiero ser patriarca, así que usted se queda sola, si quiere puede nombrar a otro caballero como mi sucesor, pero le advierto que ese será su problema.-

-pe…pero Shion, tú no puedes hacerme esto. Tú eres mi más leal caballero, mi mano derecha, el que me traer café caliente todas las mañana. No puedes irte así como así. - -

-lo siento pero ya tome mi decisión, además no me voy solo. El caballero de Libra me acompaña.

-¿Doko?-

-así es, ambos tomaremos una merecidas vacaciones, yo y él nos relajaremos y la pasaremos como nunca, juntos en la playa, a la luz del atardecer… – Shion hablaba tan ilusionado y emocionado que por un momento olvido que se estaba dirigiendo a su diosa.

-pero Shion, tu jamás antes habías dicho algo así, es más, tu dijiste que el ser patriarca era tu misión en la vida lo más importante y…

-las personas cambian, además ya es hora de que empiece a hacer su trabajo, yo ya me voy. – entonces Shion tomo sus maletas y se dirigió hacia la salida del salón, donde doko lo esperaba muy impaciente, Athena intento detenerlo.

-y si se le ofrece algo no mas pregúntele a mu, descuide, él es responsable y sabrá que hacer, por algo es mi discípulo,  con permiso y hasta nunca. – termino diciendo shion  cerrando la puerta de tras de él.

Athena se quedó boca abierta, eso no podía ser posible,  Shion, el más responsable, el más leal se había lárgalo sin importarle nada. Trago grueso, si así era como estaba el más maduro y sensato de sus caballeros no quería ni imaginarse como estaría el resto.

-esto no me gusta. – volvió a sentarse temerosa. – No me gusta nada…. –

Le invadió el temor y sobre todo el terror, los otros 7 caballeros restantes, los que no habían sido flechados, tarde o temprano se darían cuenta de que algo “extraño”  pasaba con sus camaradas y entonces…entonces buscarían culpables y la encontrarían a ella.

-Creo…creo que este lugar ya no es  seguro. –dijo con el rostro pálido y temerosa de lo que se vendría.

 

¡! Continuaráaaaaa!!

Notas finales:

pronto lo continuare solo esperen un poco mas lolol

gracias por leer (^=^)/


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