Parece que había amanecido, Yugi abre poco a poco los ojos, la vista era borrosa, se sentía extraño, a su alrededor, se escuchaban otra vez esas ruidosas máquinas de hospital. Cuando su vista se aclara, siente un vacío en el estómago, se revisa a sí mismo. La habitación en la que estaba, era totalmente blanca y él llevaba el pijama de hospital, de un color muy apático y opaco, miró sus manos y las notó pálidas y de sus brazos veía la manguerita de suero que estaba conectada a él. Miró para todos lados, desesperado. Alguien, muy temprano apareció por la habitación de Yugi, no se percató de que había despertado, Yugi estaba impresionado por la silueta. La persona abre las cortinas y la ventana para que le entrara un poco de aire fresco de mañana a la habitación, cuando voltea, ve los ojitos amatistas entreabiertos, apenas enseñando la pupila.
-Ya.. Yami?- Preguntó el menor, a Yami se le iluminó el rostro al ver despierto al pequeño Yugi, hace una cara de impresión y sonríe en seguida.
A unos pasos, él se acercó a la cama y se sentó al borde de esta. Yugi no tenía palabras, Yami no dijo nada en ese momento. Pasó su mano por el rostro y el cabello de Yugi, supo que lo que estaba viendo no era producto de su imaginación. Sin dudar nada, toma la mano de Yugi y lo abraza. Yugi se levanta un poquito para recibir el abrazo y derramar unas cuantas lágrimas.
-Yami!! Yami!!- repitió Yugi con la voz casi cortada por el llanto.
-Yugi!! Mi Yugi, ¡estás bien!!- Yami sonríe como jamás había sonreído y eso lo notó Yugi en cuanto se separaron del abrazo, de repente le llega un pequeño recuerdo a Yugi de lo que había decidido con Ishizu de la otra dimensión, quedó callado después e hizo una nueva cara melancólica. Yami notó este cambio en el pequeño.
-¿pasa algo? ¿Te duele el cuerpo? ¿te sientes mal?- Dice empezándose a agitar.
-¿EH? No, estoy bien Yami, ahora me siento muy bien- Lo toma por el cuello y lo abraza de nuevo, esto dejó impresionado a Yami, se separaron rápidamente, Yami miró con detenimiento el rostro de Yugi, aunque estuviera pálido, no dejaba de ser lo más lindo que él había visto.
Tomó entonces el mentón de Yugi, hizo una cara bastante seria pero a la ve muy incierta y lentamente se fue acercando a los labios de Yugi. Yugi estaba paralizado, en verdad esta vez sí tenía muchos deseos de besar a Yami. Sin interrupciones, Yami logró su cometido. Yugi ahora se dio cuenta que estaba bastante arrepentido de no haber tomado la decisión correcta, pero ahora que ya estaba en la otra dimensión nada le preocupaba. Lo único que quería era estar con Yami y nada más.
El padre de Yugi entra a la habitación para asegurarse de que su hijo estuviera bien atendido. Yami se separa rápidamente de Yugi y Yugi con impresión a la reacción de ambos mayores, hizo que se preocupara.
-¿Qué haces? ¡Eres un degenerado!, te dije que no te le acercaras a Yugi- el padre de Yugi suelta su café que cargaba y a pasos agigantados amenaza a Yami, Yami temía mucho de esa presencia, pero tenía el suficiente valor para enfrentar al padre de su amado Yugi.
-No lo haré, Yugi es todo para mi- Yami enfrenta al señor Mutou, este, se enfurece más al comentario. Detrás del hombre va llegando la madre de Yugi y ve tremendo alboroto en la habitación de su hijo.
-¿qué pasa querido?-Dice serena.
-Que quiero sacar a este maldito degenerado de la vida de mi Hijo..
-Papá- grita Yugi…
-Por favor, sal de aquí muchacho- ruega la señora a Yami, Yami obedece, mira a Yugi de reojo y le sonríe, al salir de la habitación la madre lo acompaña. El señor Mutou se encerró con su hijo en la habitación.
En la sala de espera, la madre de Yugi, sienta con calma a Yami, que se sentía cada vez más impotente con las discusiones que se echaba con el señor Mutou. La madre de Yugi entonces le confiesa a Yami…
-¿en verdad quieres a mi hijo de esa manera?- Preguntó algo indiscreta. Yami se sorprendió y se apenó al cometario.
-AMM así es-dice dudoso- de hecho estoy perdidamente enamorado de él- por fin dice con resignación y melancolía.
-Tranquilo, por cómo reaccionó Yugi hace un momento diría que él también está muy interesado en ti.-Dice convencida.
-¿qué? ¿usted no me dirá nada?- Yami pregunta ante la incertidumbre.
-No, para nada-le sonríe- si Yugi es feliz amando a alguien y esa persona le corresponde, no tengo por qué meterme en ese asunto, solo apoyaré a mi hijo- hace pequeños mimos sobre Yami- además, te descubrí un día en la habitación de Yugi, cuando mi esposo no estaba, te acercaste a él y parece que le susurraste algo y luego le besaste la frente y luego los labios. Parece que fue un gran estímulo el que le diste.
-¿eh?- se sonrojó en seguida- ¿de verdad me vio?- Le sale una gotita, la señora afirma con la cabeza.- Lamento mucho eso..
-Ya te dije, eso me tiene sin cuidado, el que te debería preocupar es mi marido- cambia de tema repentinamente en un tono muy serio- Debes tener mucho cuidado cuando estés con Yugi. Mi esposo resultó ser un homofóbico de lo peor…
-Entiendo- dice serio…
-Bueno, avísales a sus amigos que ya despertó, te has quedado mucho tiempo cuidándolo, debes por lo menos ir a asearte un poco- hace pequeños tonos como si también Yami fuese su hijo, la verdad Yami también la sintió como una madre, ya que él había crecido sin una y con el trato de la señora se sintió especial.
Así Yami llamó a sus amigos y ponerlos al tanto de la situación, Ryou recibe la llamada; alegre por la noticia intenta localizar a Malik para informarle de lo sucedido…..
Por otra parte, el abuelo de Yugi, llama a Yugi varias ocasiones para que se despertara para desayunar. Al entrar a la habitación del chico, pareciera que sigue durmiendo pacíficamente con una hermosa sonrisa en el rostro. Cuando el anciano se acercó y tocó a Yugi, este estaba helado como hielo, inmóvil como piedra y tranquilo como si ahora estuviera en una paz interminable. Por fin Yugi se separó de una de las dimensiones, ahora estaría por siempre con Yami, y nada ni nadie los iba a separar
……………………………………………….
En el hospital la madre de Yugi le hace compañía a su hijo, el señor Mutou, había ido a trabajar, más tarde pasaría a visitarlo.
Las pláticas con su madre eran muy agradables y divertidas, tanto que ninguno de los dos paraba de reir, Yugi creyó que su estómago estallaría en ese momento.
-¡Ayy!-la señora suelta un suspiro y alarga el sonido “i” de repente.- ¡qué bien! Y cuéntame Yugi, ¿cómo conociste a ese chico?
Yugi no entendía (o no quiso entender a la primera) de quién hablaba su madre. Su gesto mostró confusión ante su madre y ella rodó los ojos ante la ingenuidad de Yugi.
-El chico que viene diario a verte, ahh, no recuerdo su nombre, creo que era… ¿Atemu?-mira pícara dirección a Yugi.
Yugi suelta un sonrojo y desvía un poco la mirada, sus ojos brillaron a la par y su madre hizo un gesto de tranquilidad para relajar a Yugi.
-Tranquilo, hijo, ya lo sé todo hasta que Yami también siente lo mismo por ti-sonriente, acaricia el hombro de su hijo pasando su mano con caricias.
-Mamá ¿pero qué cosas estás diciendo? Yami y… ¿y yo? Qué locuras dices-Yugi no pudo evitar ponerse nervioso y eso lo llevó a esconder la mirada entre sus mechones.
Yami, abrió la puerta y dejó que entrara un rabillo de luz a la habitación. Escuchaba lo que Yugi le decía a su madre.- Sabes, mamá… Yami es alguien distinto, en mis sueños (para no decir que viajaba de dimensión en dimensión, agregó), lo veía como mi hermano mayor, como mi gran héroe, mi compañero, mi mejor amigo.
Yami escuchó la conversación completa, su estómago se hizo pequeño. No se atrevía a entrar a la habitación para ver la evolución de salud de Yugi.- Ahora es como si no lo conociera- Yami cerró la puerta y salió del pasillo para sentarse en la sala de espera.- Pero creo que eso es más interesante, porque lo voy conociendo poco a poco, él casi no se abre con los demás… sé que tiene problemas y lo quiero ayudar. Pero necesito que se abra más y eso sí es difícil.
-Creo que sí, pero no te des por vencido hijo, y si crees que Yami solo es un amigo, está bien, lamento haber pensado otra cosa…- serena, la madre imaginó que el amor de Yami no era correspondido y que su hijo le interesaban otras cosas, y así era al inicio, pero con forme fue descubriendo las cosas, Yugi ya veía a Yami con otros ojos.
--------0-----------
Por otra parte Ryou y Malik estaba juntos últimamente, Bakura se la pasaba haciendo de las suyas con sus clases y los compañeros con los que se topaba. Marik, estaba lleno de celos e ira, desde que Ryou y Bakura vieron a Malik vestido de Maid, las actitudes del menor ya no eran las mismas, eso empezó a generar un problema de paranoia a Marik. De por si era lo bastante celoso y posesivo con sus pertenencias más valiosas, era peor cuando se trataba de sus sentimientos.
Malik por la tarde llega a su habitación tranquilamente, no sabía nada de su novio en mucho tiempo, eso le llegó a preocupar, en cuanto abrió la puerta, se encendieron las luces de la pieza, Marik estaba parado cerca del apagador, su mirada era distinta, y la manera en la que se posó ante el menor, era aterradora.
-¿Marik? ¡Corazón! Te he extrañado mucho- Malik se acerca nostálgicamente, Marik ante la ternura quería abrazarlo y besarlo, pero su orgullo, lo hizo reaccionar de otro modo.
-¡qué irónico! Me extrañaste, pero nunca te dedicaste a pasar tiempo conmigo-Malik dejó de extender los brazos para abrazar a Marik e hizo una cara un poco confusa.
-¿buscarte? Pero, no lo sé, últimamente estuve dedicándole tiempo a mi primo, la escuela también nos mantiene ocupados, Marik.- comienza a tener un tono de reproche.
Marik camina lentamente hasta Malik y lo acorrala contra la pared- ¡esos son puros pretextos para evitarme, Ya te dije, no me gusta que estés con tu primo, no me gusta que lo mires con ojos de dulzura, no me gusta que lo abraces, ni que le beses las mejillas como lo haces de repente; no puedes…-Ambos brazos crean un obstáculo para un escape para Malik, su respiración se agitó y un miedo lo rodeaba, le comenzó a arder la cara de lo nervioso que estaba, la mirada de Marik estaba ida, el mayor lo tomó de las muñecas forcejeando.
-Marik, detente, Marik… esto no es divertido- jadeando habla casi entre dientes pero Marik ya no lo escuchaba. Malik repitió lo mismo en varias ocasiones, mientras que Marik lo desnudaba y tocaba su miembro, se sentía invadido.
Por la noche, Marik, salió de la habitación del menor sin mirar atrás y se desvanecía con cada segundo en el que Malik derramaba lágrimas.
-¿por qué?... ¿qué pasó con Marik?-Jadeó- ¿por qué hizo eso?...- Malik envuelto en las sábanas semidesnudo, hundía la cara en las almohadas que lo rodeaban para que le sirvieran como pañuelos contra el llanto más trágico que é, sentía bastante patético.