Ha pasado casi un mes desde que Ryou Partió a Londres, Yugi y Malik sentían mucho la ausencia del albino, y Bakura, ni se diga. La escuela ahora ha estado tranquila, Marik ya no estaba en el instituto, estaba en una clínica de rehabilitación que el colegio le había recomendado, pero nadie sabía en donde estaba, Yami asistía de repente a algunas clases y de repente desaparecía como cada periodo en el que su ausencia se cuchicheaba en todos lados, Bakura de igual manera, pero él se la pasaba más tiempo en la jardinera recostado sobre un árbol que le hacía sombra, sus pensamientos a veces lo agobiaban, sabía que todo esto estaba mal, y nadie se le acercaba, ni si quiera sus primos.
Yugi de repente veía a los tres primos vagar por los escalones o pasillos de los salones de clase, Malik casi siempre prefería estar solo, la ausencia de su alter ego le había pegado mucho y luego la partida de su primo, no sabía si se repondría pronto, en ocasiones estaba con Joey y Yugi riendo un rato, pero después de un rato, era inevitable que las lágrimas salieran y saliera corriendo de la vista de los demás.
Por Otro lado, Joey, estaba concentrado en otras cosas, como en el empleo de medio tiempo que tenía a escondidas, su hermana, y Mai, no dejaba de pensar en ella, pero de repente, se le viene a la mente cuando Seto lo tomó aquella tarde lluviosa, no negó absolutamente que no le haya gustado estar al lado del desabrido y mal geniudo castaño de ojos azules.
-No Joey, debes sacarlo de tu cabeza, es un patán- Se decía a sí mismo, de repente suena su celular, la llamada proveía del hospital.- ¿Moshi Moshi?- contestó serio.
-Hola hermano- suena una voz afeminada, dulce y cálida.
-Serenity, ¿Qué ocurre? ¿te encuentras bien?- preguntó preocupado.
-Sí hermano pero creo que te olvidaste de algo- dice con un humor bastante extraño.
-¿Olvidar algo?- preguntó- pero no se me ha olvidado nada- dice sospechoso
-Claro que te has olvidado de algo, por eso quiero que vengas ahora mismo a verme- suelta una risita.
-está bien Serenity, iré en un rato, voy a pedir el permiso y salgo para allá- serena a su hermana.
-No tardes Joey, te estaré esperando- colgó en seguida.
-¿pero qué olvidé?- trató de recordar lo que según se le había olvidado pero no tuvo éxito y para quitarse esa duda, se apresura para ir con su hermana menor al hospital. Al salir del instituto camina hasta la parada del bus y se sentó a esperarlo. Ahora su mente estaba inundada de pensamientos ahogados que se desbordaban de manera peligrosa hasta los sentimientos, ahora se sentía asustado de una sensación que le preocupaba.
Luego, hubo unos minutos de divagación, la cara de Seto Kaiba no se desaparecía de la mete, se sentía muy incómodo el hecho de que la persona que tanto odias, esté infiltrada en tu mente. Joey soltó un suspiro, volteó hacia la derecha, el bus ya venía en camino. Justamente se detuvo delante de Joey, subió con tranquilidad y se sentó en el asiento individual, miró hacia la ventana y recorriendo todo el trayecto o separó su vista de la ventana. Pronto, llegó a la parada de autobús que lo dejaba más cerca del hospital donde su hermana se estaba quedando. Al entrar, saludó a una de las enfermeras que la atendía y se quedó unos minutos platicando felizmente con ella, hasta que en un momento de curiosidad, ella preguntó el porqué de su visita de ese día, él confesó que Serenity le había indicado que la viniera a ver, de hecho a él también se le hacía extraño que ella le llamara para citarlo. La enfermera le deseó mucha suerte y se retiró a atender sus demás deberes.
En cuanto Joey sube las escaleras del cuarto piso y se encamina por los pasillos a la habitación 406 donde estaba su hermana, escuchó rudos y risas, y por lo que oía era la risa de su hermana menor. De seguro una de las enfermeras le dijo que ya estoy aquí- se afirmó a sí mismo.
En cuanto entra a la habitación, ve a alguien parado sobre la ventana y en cuanto el rubio entra, voltea a verlo, su hermana sonríe mientras entraba discretamente a la habitación, aunque ambos huéspedes ya sabían de su presencia. Joey, enfurece en seguida.
-¿qué haces aquí?- Joey le preguntó a Seto.
-Nada, visitaba a tu hermana, como cada martes.- contestó Seto.
-¿QUÉ? Serenity, ¿cómo permitiste que él te viniera a visitar, es más ¿cómo te dejaron venir a verla si ni si quiera eres familiar.
-Claro que no lo soy, pero ¿qué como amigo no cuenta?- Seto de defendió.
-No seas absurdo… ¿amigo de quién?- Joey dice molesto.
-Es mi amigo, Joey- Serenity sonríe.
-¿qué?, pero ni siquiera lo conoces- dice frustrado.
-Claro que nos conocemos, desde hace más de dos meses que me viene a visitar, por ciento que es muy amigable.
-Já, ¿Seto Kaiba amigable? Eso es más que una broma mal jugada, sus primos y él son nefastos.
-Bueno, Yami o lo es tanto, los que me asustan más son Bakura y Marik..- dice pensativa.
-¿qué? ¿Cómo es que los conoces?- dice asustado.
-Es que un día vinieron a verme acompañaron a Seto.- sonríe de nuevo y acaricia la mano de su hermano para calmarlo.
-¿por qué haces esto Kaiba?- Dice con desesperación.
-Porque quiero y puedo- dice frío e indiferente.
-¡Largo de aquí!- Joey señaló la puerta y corriendo va a abrirla.
-Joey- Serenity interviene con un grito hacia su hermano.
Seto camino hasta la puerta y se paró en frente de Joey que hacía pucheros, Seto rodó los ojos y cerró la puerta y se fue a sentar al sofá en frete de Serenity.
-¿qué haces? Te dije que te fueras.- dice con un aura oscura rodeándolo.
-No lo haré, no obedezco órdenes, Cachorro.- Seto se cruzó de brazos y Serenity rio con el comentario de Cachorro.
-Hermano, ya que estás aquí ¿ya recordaste qué se te olvidó?- dice feliz y curiosa.
-La verdad no lo recuerdo, hasta creo que me estás jugando una muy mala broma.- Serenity ríe y se voltea del otro lado de la cama para agarrar un pequeño panqué con crema batida, chispas de chocolate y una cereza coronando la miniatura de pastel y a un lado una pequeña velita
-¡Feliz cumpleaños!- La hermana extiende los brazos dándole el pequeño pastel, Seto suelta pequeños confetis al aire con una cara muy larga mientras usaba unas orejas de neko. En la mesita de noche de Serenity había un pequeño regalo para él aunque eso iría hasta el final. Ahora seto encendería la velita de cumpleaños para que Joey la apagara.
-¿eh? ¿cómo? Serenity…- dice sorprendido.
-De nada hermano, hace mucho que nadie te festeja algo en tu cumpleaños, me hubiera gustado estar más sana para hacerte una gran fiesta sorpresa.- Joey negó con la cabeza y sonríe humildemente.
-Gracias hermana- la abraza co la mano que tenía libre. Seto los miró de una manera algo triste, pero continuó con lo que Serenity le había pedido.
-Ahora pide tu deseo y sopla la velita.- dice ansiosa. Joey obedeció e hizo el típico ritual de cumpleaños. Seto iba a decir unas palabras, pero ya no se animó y solo quedó en espera a que él mordiera el pastel.
Joey hizo lo que todos esperaban, morder un pedazo del pequeño pastelito y quedar manchado de crema batida en los labios, al chuparlos, no alcanzó a limpiarse, de hecho, se ensució más en las esquinas del labio inferior. Serenity le dio oportunidad a Seto para básicamente despedirse.
-Me voy, tengo cosas qué hacer, fue un gusto verte de nuevo Serenity- se quita las orejas de Neko y camina hasta Joey- Te veré pronto cachorro- lo toma de la fuerza por el mentón y lame la crema batida que le quedaba en los labios. Joey se confundió demasiado y Serenity se emocionó.
-adiós cuñado- dice feliz la chica.
Joey se coloró más de lo que ya estaba al escuchar a su hermana decirle eso a Seto aunque a Seto le pareció divertido.
-¿qué? Qué tontería…- Joey se indigna un poco aunque no puede simular algo de hiperactividad.
-Ya sé todo hermano, me alegra mucho que no te asuste nada de lo que digan los demás, además por lo que me dice seto de ti, parece que te quiere de verdad. ¡¡Es tan hermoso!!! Aunque no tienes que seguir fingiendo que lo odias, de hecho hacen buena pareja.
-¿qué?- Serenity ríe de nuevo y le entrega el regalo de la mesita de noche…- ¿qué es esto?.
-Seto lo trajo para ti, le eché un vistazo, me gustó mucho.- abre los ojos grandes.
Joey se sentó a un lado de su hermana y empezó a abrir los regalos que Seto le había llevado, así los abrió con tranquilidad con la yema de los dedos…
Continuará…