Las semanas se hacen más cortas, en sí, el curso va más avanzado y los alumnos no ven la hora en que el ciclo escolar termine por fin. Sin embargo, no todo se torna a favor de nuestros protagonistas. Desde hace semana y media, el tricolor mayor desapareció como es de costumbre, generalmente cada fin de parciales Yami, desaparecía y nadie sabía a donde ni el porqué. Ni siquiera sus primos tenían la explicación que resolviera tal enigma que empezó desde que está en el instituto.
Sobre ese enigma, Yugi estaba dispuesto a averiguar, ya que ahora siendo más que su pareja quería ablandarlo completamente y conocer cada uno de sus más oscuros secretos. Sin consejo de ninguno de sus amigos, se aventuró a buscar a los primos en la cafetería. El reloj Marcó las 2:45 pm.
Mientras tanto, junto a las mesas cerca de la ventana más grande de la cafetería, Seto y Bakura hablaban igual del tema de la desparasitación de Yami. Cada vez este hecho estaba impactando en todos lados; ya se había rumoreado que Yami se iba siempre con chicas para acostarse con ellas, otros dicen que salía con un permiso especial por parte del director para visitar familia lejana y otros más decían que salía de contrabando a hacer negocios sucios con gente magna. Pero nada era seguro, Yami cuando aparecía, actuaba normal, como si solo se hubiera tomado un Break de la escuela o algo así.
Bakura, cada vez sentía un mal alrededor de todo ese misterio, pero nunca decía nada por incomodidad o inseguridad (y fíjese que Bakura también es bastante descarado) Por su parte, Seto ya había hablado con Y de eso, pero jamás l tenía respuesta que le convencerá.
Justo Yugi llegó a los asientos de Bakura y Seto, sin importar lo que pasará se atrevió a preguntar.
-hola muchachos- Seto Kaiba y Bakura Kaiba callaron y miraron fríamente al menor.
-No, no sabemos dónde está Yami, por cierto, tu que ahora estás con él y lo has ablandarlo, ¿Qué te ha dicho sobre sus ausencias? - Seto cruzado de brazos, se recargó en la mesa con la cadera.
-Etto, yo, sólo lo he notado preocupado, hace dos días qué no lo he visto- agacho la mirada- pensé que ustedes sabrían.
- El nunca nos ha contado de sus ausencias, y siempre guarda silencio y actúa como si nada pasara. Aunque la última vez que desapareció, regresó más violento y algo herido. - Bakura mientras platicaba con el tricolor menor, se levantó rápidamente con un chico de lentes y muy delgado y le quitó sus papas fritas. En seguida tomo su asiento y ofreció unas cuantas a su primo.
- sólo te pediré un favor, Yugi, sea lo que esté ocultando, apóyalo, eres la única persona que puede hacer algo por él. Ahora, muévete de aquí, no queremos que nos veamos más con la guardia baja. - Seto explicó sin rodeos, aseguró que no se entrometería y con un empujón alejó un poco a Yugi de su atmósfera.
Las palabras de aquel castaño inspiraron a Yugi para seguir investigando. Por otra parte, aún tenía unos asuntos que atender con respecto a sus amigos, Marik aún seguía en terapia psicológica lejos del instituto, y hace tiempo que Malik no convive con ninguno desde aquella partida y Ryou pasa demasiado tiempo con Bakura para no provocarle ninguna molestia a su primo (que si recordamos, no son primos sanguíneos)
Pronto, el curso acabará; Pronto nos acercamos a la verdad y Pronto se sabrá. Todo esto es un sueño mal logrado. Eterno y bastante satírico.
Yugi, casi en el toque de queda se acercó a la habitación de Yami, se dio cuenta en ese momento que la puerta estaba entre-abierta, sin dudarlo, se acercó; esperaba con mucha ilusión que fuera él.
Justo en el borde, Yugi abrió la puerta totalmente pero no vio nada, la ventana de la habitación estaba abierta, nada fuera de lo normal porque Yami no estaba ahí, se introdujo en la pieza y al cerrar la puerta, de la repisa cerca del escritorio y la puerta, cayó un folder grande con muchos papeles y fotografías.
Yugi se asustó y se tapó la boca para no hacer ningún ruido extraño, al ver una de las fotos de Yami tiradas, era cuando él era mucho más pequeño, le hizo recordar mucho “el sueño que había tenido” sobre el duelo de monstruos y el rompecabezas del milenio, el ayudar al faraón y las locas aventuras que se “había imaginado” a su lado estaba un personaje muy familiar.
Haciendo breves memorias, recordó haber visto a ese hombre, Yugi movía los ojos como buscando algo en la nada de la habitación tratando de recordar el nombre.
-¿Dartz? – se preguntó mirando al frente, en cuanto recordó el nombre, miró la fotografía de nuevo y se reclinó cerca del suelo para recoger los demás documentos.
Efectivamente, Dartz era su nombre y mientras más leía el menor, más cosas salían a la luz.
- Yami tenía una familia, una familia que nunca lo abandonó.
- Yami había sido adoptado por alguna extraña razón por la familia Kaiba cuando él tenía unos doce años aproximadamente.
- El padre de Yami resultó ser el mismísimo Dartz y su madre entonces estaba desaparecida, de hecho, hasta la actualidad.
- Yami visitaba a Dartz exactamente esos días donde desaparecía.
Yugi después, pudo encontrar datos de la residencia del padre de Yami, era una excelente oportunidad ya que vivía a unas cuantas calles del instituto.
Después de todo, Yugi estaba un poco desesperado de encontrar a Yami, más porque tenía la idea de perderlo una vez más. Y ahora, estaba totalmente dispuesto a salvar a su dulce y torpe mayor, aunque estuviera con su padre, había algo que no le gustaba de esa relación y menos con la desaparición repentina de su madre y la adopción de la familia Kaiba.
Yugi agarró su mochila, y en ella, introdujo todo lo que creía necesario. Básicamente sería la primera tontería que haría en su vida; escaparse a buscar a su novio.
Pasaron casi dos horas, los pasillos estaban vacíos, silenciosos, un poco oscuros y lúgubres. Desde las sombras en el segundo piso, donde estaba la habitación de Ryou, un vecino de él apenas había llegado, aunque extrañamente, Ryou no tenía vecino en la habitación de junto.
Se acomodó dentro y al cerrar la puerta recibe una notificación del teléfono móvil.
“Te recuerdo que estaré al pendiente de ti”
El sujeto cerró el teclado del teléfono y lo guardó en el bolsillo. De repente escucha en el cuarto de junto ruidos sospechosos, de hecho venía del cuarto de Ryou, una leve música se escuchaba de fondo y varios golpes sobre el suelo y las paredes eran los que hacían el momento más extraño, el extraño salió apresurado de la habitación y del instituto.
-Ahh Ahh Bakura para, estás empeorando las cosas.
-No me detendré, no tendré piedad ni compasión de ti.
-Por favor! Ahh Ahh Ahhh….- La cara de Ryou estaba totalmente roja y tenía una expresión de goce. Bakura parecía esforzarse.
-¿y bien?- Bakura se levantó suavemente de la cama mientras limpiaba sus manos con un trapo húmedo.
-Me has aliviado, muchas gracias-
Flash Back.
Después de la clase de deportes, Ryou se había acalambrado totalmente y se había torcido un pie, fue su última clase y cuando Bakura lo fue a buscar, lo habían mandado a la enfermería donde estaban dos chicas que estaban enamoradas de él y uno que otro colado escuchando su anécdota de la tarde, Bakura cuando fue a su encuentro, estaba rodeado de un aura sospechosa, entonces cuando Ryou se percató de la presencia del Mayor se le erizó la piel y junto con la sensación, le salió una gotita en la sien. En seguida Bakura apartó a todos de su camino y se acercó a su hikari, lo tomó y lo cargó tal cual princesa de cuentos de hadas, el aura se iluminó cerca de Ryou, pero sobre los demás, sólo había oscuridad y tensión. Sin decir palabra alguna salió de la enfermería mientras el encargado le gritaba que Ryou no debía salir aún, pero a Bakura no le importó.
-Oye Bakura, tenía que quedarme en la enfermería, me iban a medicar y…- Bakura lanzó una mirada asesina hacia el menor. - Okay, está bien, no te enojes, sólo trataban de ayudarme.
-Nada, sólo trataban de coquetearte, y ¿qué hacía ese sujeto tocándote el hombro de esa manera? - Bakura ya estaba paranoico, Ryou sólo se sonrojó on los celos de Bakura. En cuanto llegaron a la habitación de Ryou, lo sentó sobre la cama y fue a buscar un desinflamatorio en pomada para masajear los músculos de Ryou de la cintura para abajo que eran zonas donde Ryou le dolían con más intensidad.
En seguida, Ryou se acomodó bien sobre el colchón y antes de que llegara Bakura con la pomada, se masajeó un poco los muslos, pasó sus dedos suavemente por las zonas afectadas, cuando Bakura se paró frente a él notó un leve sonrojo en el menor, su cuerpo empezó a calentarse, sentía tembloroso hasta que por fin despertó la otra intención que lo tenía casi cachondo.
Pov’s Bakura.
“¿Por qué?, No me puede pasar ahora esto, debo concentrarme, no puedo, no puedo... maldición, probablemente en unos momentos se ponga más duro y se note totalmente mi erección. Ignoraré esto” *Respiró profundo*
Fin del pov’s
Ryou se percató de la extrañeza de Bakura e intentó preguntar, pero el albino mayor no se lo permitió, dio un paso frente a él y se arrodilló para empezar a sobar sus piernas, y exactamente comenzó en los muslos donde Ryou se tocó.
-Ahh Hey, puedes hacerlo más despacio? -Ryou se quejó.
-Emm Sí, discúlpame. - Bakura trató de contenerse, pero su cara estaba totalmente roja, poco a poco fue bajando las manos hasta los tobillos de Ryou.
La sobada de Bakura estaba funcionando, pero lo malo es que hacía que a Ryou le doliera mucho el lapso del masaje y así golpeó varias veces el muro, Bakura tratando de acomodarse con las rodillas haciendo ruido contra el suelo.
FIN DEL FLASH BACK.