Por otra parte, cerca del edificio de la familia Kaiba, uno de los más importantes, apenas iba atravesando la calle el pequeño tricolor, estaba ansioso de ver a Yami, estaba ansioso de saber que se encontraba bien y feliz con su padre. Esperaba algo que jamás habría de ocurrir.
Dieron casi las ocho de la noche, cerca de las residenciales había unas cuantas bancas cerca de la parada de autobús, donde Yugi pensando se quedó a meditar unos segundos del qué le diría al padre de Yami, y en especial, ¿qué le diría a Yami? Pensó que todo estaría bien, que sería fácil el llegar y entrar a su casa. En fin, convencido, fue en busca del domicilio, al parecer era una casa humilde a comparación de las demás casas residenciales, era como la casa de sus padres, o así la recordó irónicamente. Era muy sencillo entrar al terreno, no había perros ni nada que lo vigilara, parecía que no había nadie. Tocó la puerta, apenas rosándola y se percató de que aquella se encontraba abierta; sin pensar las cosas, entró, todo estaba apagado, excepto una habitación que tenía la puerta entre abierta y apenas se alcanzaba a ver la luz que salía de ahí. Cerca del sótano se escuchaban ruidos extraños, inicialmente Yugi pensó lo peor y corrió a ver qué es lo que había ahí.
A penas en las escaleras pudo ver que era un lugar pútrido, denigrante, tenía un hedor muy penetrante. Ahí, sobre un catre vio a una mujer en camisón, enlodado y ella despeinada, se asustó. Yugi estaba aterrado, no supo qué hacer. Quedó estático, la mujer se le acercó y sonrió.
-Mi querido Yami- Se acercó ilusionada.- Mi hijto, parece que te hiciste más joven, qué gracioso, qué gracioso, mi bebé…- La mujer intentó acariciar a Yugi pero él salió volando de ahí.
Al salir asustado de ahí se dirigió rápidamente a la habitación donde salía la leve luz que había, sentía que ahí iba a encontrarlo. Justo en la orilla de la puerta a penas se asomó.
Sus ojos se abrieron tanto que parecía que salían de orbita; Yami traía un bozal y estaba atado sobre la cama, puesto en cuatro. De repente a su lado se puso un hombre de cierta complexión, Yugi lo reconoció en seguida y se tapó la boca mientras lloraba de lo horrorosa que era aquella escena. Veía en los ojos de Yami que sufría, Yami antes de que el hombre se lubricara con aceites, cerró los ojos apretándolos un momento y la voz del hombre replicó.
-Abre los ojos, no quieras que papá se enoje de nuevo ¿verdad? – El hombre nalgueó a Yami, en cuanto él abrió los ojos vio la silueta de su igual, Yugi se percató de ello y accidentalmente golpeó la puerta. Dartz enloqueció de ira, salió de la habitación casi semidesnudo. Yugi sólo pudo salir corriendo de la casa chillando por todo el camino.
-¿Yugi?- Yami se sobresaltó, Dartz desató a yami y le ordenó vestirse rápido para que él trajera de regreso al menor y sabría que le daría el peor de los castigos. Yami estaba asustado, pero sabía que si no obedecía, la que pagaría todo sería su madre, después
de un intento de asesinato por parte de su padre, él no lo toleraría, pero sabía que Yugi también había sufrido mucho por su madre y por él mismo con sus desquites y su mala forma de acercarse al amor de su vida.
No tuvo más remedio que salir a buscarlo, para explicarle las cosas. Yugi se fue a esconder entre unas calles para tomar aliento y seguir adelante antes de que lo atraparan. Al recuperarse estaba más calmado pero no sabía qué hacer, salió de su escondite y en ese momento Yami lo agarró del brazo y lo abrazó fuertemente. Besó su frente y sinceramente, no lo quiso soltar. Yugi estaba helado, no sabía qué decirle.
-Yugi, me alegra que estés bien- Yami se oía con la voz entre cortada.
-Ya.. Yami…- Yugi tenía un gran nudo en la garganta. - ¿Qué te está pasando?- Soltó varias lagrimas y la voz le cambió. Se cobijó en su pecho suave y su aroma había cambiado tan solo un poco.
-Lamento mucho que hayas visto eso- Yami se soltó a llorar también. – Pero es la única forma de mantener a mi madre a salvo.
-Te entiendo Yami, pero no debes dejar que te haga eso, que les haga eso, tienes que denúncialo, ese hombre debe ser detenido y juzgado.
-No puedo, antes de que eso ocurra, le hará cosas terribles a mi madre como en el pasado, no debo, y perdóname porque no sé qué hacer.
-¿perdonarte?- Yugi se separó un poco de Yami.
-Lo lamento mucho Yugi- Yugi se asustó por esas palabras y se alejó más de Yami.
-No me vas a volver a lastimar, lo prometiste. – En ese momento llegó Dartz cerca de ellos.
-Bien hecho Yami, obediente como siempre, y tú niño entrometido, te enseñaré a dejar de meterte a casas ajenas. Si gritas, les diré que entraste a robarme y no te creerán.
-No tiene pruebas! - Yugi exclamó orgulloso. Un error más que ha cometido.
-Tengo cámaras de seguridad de cuando entraste a mi casa sin autorización y la indagación en el interior.
El hombre cargó a Yugi de regreso a su casa en forma e bulto y tomó del brazo a Yami. - Nos vamos a divertir muchísimo. -Hizo cara maleada.
Llegando a casa del padre de Yami, los encerró en el cuarto un momento en lo que buscaba una cámara digital que tenía en el ático y que hacía tiempo que no usaba. Mientras tanto Yami estaba sentado cerca de la cómoda y el closet, inmóvil no podía ver a Yugi a la Cara, sólo lloraba silencioso, pudo adivinar lo que su padre pensaba hacer. Yugi estaba atado en la cama con la camiseta de la escuela a medio alzar. Lo peor de todo es que Yami quería sacar a Yugi de ahí pero no se le ocurría ningún método, y temía por su madre de igual forma.
El hombre entró a la habitación y carcajeó de ver a su hijo sentado llorando.
-Yami, ¿me haces los honores? - Lo obligó a sostener la cámara y empezara grabar todo. El hombre se acercó a Yugi de manera lujuriosa empezando a tocar su pecho lentamente, Yami, estaba entrando en trance, los celos de que su padre tocara a su aibou lo enloquecían cada microsegundo. En seguida bajó la cámara y la tiró al suelo, la cámara seguía apuntando hacia la cama mientras Yami separaba a su padre de Yugi.
-Ya basta, no lo vuelvas a tocar o te mato, él es mío. – Yami estaba totalmente incontrolable. Interponiéndose entre el padre y Yugi, el hombre se levantó y bofeteó a Yami. Sin saberlo, Yami de tanta ira, no había sentido el golpe de su padre y se aventó hacia él. Yugi sollozaba mientras pedía ayuda.
Sin embargo, el escándalo que se estaba haciendo en la casa del Sr. Dartz alarmó a los vecinos de enfrente u del lado izquierdo de su casa, ambos llamaron a la policía. Rematando, la madre de Yami Igual sollozaba por el ruido, el tiempo encerrada la había perturbado mentalmente y antes que pudiera escapar, salió corriendo velozmente del sótano, con pequeños flash backs se acercó a la cocina y tomó un cuchillo, lentamente se acercó a la habitación donde provenían todos los ruidos. Se abrió la puerta de un azotón, Yugi estaba paralizado yami y su padre seguían golpeándose, hasta que el hombre pateó fuertemente al tricolor mayor y la madre por proteger a Yami, se abalanzó sobre su marido y lo acuchilló una tras otra tras otra y una ocasión más. Al soltar el cuchillo, Yami desató rápido a Yugi y le pidió que buscara ayuda mientras él se quedaba con su madre. Yugi quedó pasmado, inmóvil. Recordó los momentos que había pasado con el otro Yami, de la otra dimensión, nunca había vivido tanta violencia, pero algo era seguro, ahora sí estaría con él por siempre, y ya no habría impedimentos para que no estuvieran juntos.
Autoridades de la policía y del instituto acudieron al domicilio y se afirmó que el hombre con el nombre de Dartz era un psicópata y que desde hacía Más de diez años que quería alejar a su familia de la sociedad para poder abusar y asesinarla próximamente, la sociopatía del hombre había llevado a su esposa al encierro y a su único hijo en adopción a una familia que desconocía la historia completa de esta familia. El instituto les proporcionó la ayuda psicológica más profesional a ambos tricolores y co la mejora de esta ayuda, hacía que unos días antes de los hechos Marik pudo regresar al instituto. Justo como el vecino de Ryou, esa noche de los acontecimientos, Marik había salido de noche para pensar y meditar, porque básicamente no podía volver con Malik por salud de ambos, pero Marik nunca quiso dejar a Malik. Y de hecho no pensaba hacerlo. Ahora lo que planeaba era el cómo buscarlo de nuevo.
Finalmente, los delitos cometidos por el padre de Yami fueron juzgados y sentenciados, (realmente la madre de Yami no mató a su esposo) fue arrestado y condenado sin derecho a Fianza, por violación, privación de la libertad y manipulación de medios. Yami por ser casi mayor de edad se le concedió la emancipación total, a su madre se le hospitalizó en uno de los mejores hospitales de rehabilitación y sus avances fueron progresivos.
En realidad, Yami había cambiado, desde que Yugi se cruzó una vez más en su camino. Los padres de Yugi ahora estaban separados, más que nada porque su pare nunca aprobó su relación con Yami y su madre estaba totalmente a favor, en cuanto su padre desapareció de sus vidas, Yami se mudó a casa de Yugi por insistencia de él y de su madre.
Marik, organizó una sorpresa de bienvenida, pero para Malik (sinceramente debió haber sido al revés) Lamentablemente Malik por su depresión se alejó de todos y estuvieron a punto de llevárselo a él también por su bajo rendimiento el último parcial, aunque por lo menos logró pasar tranquilamente todas las materias en exámenes.
El verano ha llegado, jamás había tanta serenidad entre los chicos, Joey se llevó a su hermana a la playa, o más bien, Seto se los llevó a ellos a la playa, así Joey pudo conocer al hermano menor de Seto al igual que Serenity.
Ryou, se fue con Bakura un par de semanas a su tierra natal, ya que ahora a los padres de Ryou les interesaba conocer formalmente al albino que llegó por su hijo en unas de sus románticas escapadas. Bakura tuvo que practicar un poco más de inglés ya que la primera impresión con su padre al hablar en puro japonés estuvo extraña. Ryou estaba demasiado feliz a lado de Bakura y Bakura ni se diga, y en cada oportunidad, podían darse un breve momento para darse gusto (Ustedes entienden)
Con la sorpresa de Marik a Malik, le hizo prometer que no se iría de nuevo y si llegaba a tener problemas, que él estaría siempre a su lado, aquel verano no salieron por las citas semanales que Marik estaba tomando aún. Y al igual que ellos Yami y Yugi quedaron juntos, esta vez Yugi estaría con Yami, sin condiciones, sin reglas, sin juegos de por medio y sin irse uno del lado del otro. Como fue alguna vez frente a una puerta antigua egipcia donde sus caminos se cortaron y a la vez se unieron para siempre.
Fin….?