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Mientras no tengamos rostro por XIVA

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Notas del capitulo:

¡Hola a todas! Bueno primero que nada tengo que disculparme por el peor atraso que he tenido en esta historia… ¿Y que puedo decir a mi favor?... Pues que entramos a diciembre, y eso quiere decir mas invitaciones de la nada a eventos familiares, y organizar invitaciones para familiares y amigos… Ademas muchas de las cosas que provocaron los retrasos anteriores influyeron también ahora y pues cuando me pase de mi plazo note que el capitulo salio como incompleto y entonces me arriesgue a poner partes que pensaba poner mas adelante y modifique un poco la historia aunque no quedo afectada, asi que en compensación por el super retraso salio este capitulo que quedo largo, con una escena sexy y un giro.

Muchas comentaron que Shinobu es un doncel, tengo que aclarar algo: La historia no es un Mpreg, lo hubiera anunciado desde el principio, y aunque me gusta leer historias con Mpreg, yo aun no me considero preparada para escribir una historia asi, además en lo personal, no visualice la historia en ese universo, siempre concibo a los personajes en un contexto mas realista, además me enredaría explicando el porque los donceles existían… Y prefiero no usar esas herramientas para mis historias, pero aclaro, a mi me gustan los Mpreg si están bien hechos, sobre lo del uso del condon se insinuara en este capitulo.

De nuevo disculpas por el retraso, espero les guste la historia, se develaran nuevos misterios sobre Miyagi… Y ¡Ah! Hice el guiño a otro personaje del mundo de Junjou Romantica… A ver si adivinan de quien hablo… Y ahora si ¡A leer!

Decimo Octava Parte: Aunque reine la pasión las dudas entran

 

 

Las noches en la habitación matrimonial no volvieron a ser frías, de eso estaba seguro Shinobu, porque ninguna noche había sido solitaria y estaba seguro que ninguna noche seria solitaria de ahora en adelante, al vivir hundido en las mieles del amor, todo parecía un sueño hecho realidad… Todo transcurría en una neblina de dicha perpetua, donde solo era él y su esposo. La tranquilidad que proveía su esposo para él era lo único que le hacía falta, a pesar de que su lado racional objetara que se dejara abandonar tan fácilmente a ese ritmo, su corazón lo hacía enmudecer, recordándole que siempre había anhelado tener a alguien así con él, que se preocupara por él, que lo colmara de amor en todos los sentidos y para SHinobu eran razones más validas que entregarse a la suspicacia y a la cautela, de andar de cierta forma resentido por que su familia era del asco y que nunca hubiese tenido una relación real… Pero no descarto ese lado de todas formas, era un instinto de auto preservación no erradicar su lado crítico… Le había funcionado antes y ese mecanismo no podría eliminarlo si le podría ser útil en alguna ocasión nefasta que él estaba seguro era de remota probabilidad… Pero “Por si acaso” lo dejo abandonado en algún rincón escondido de su cerebro, sabiendo que si lo llegaba a utilizar seria porque algo muy malo había pasado… La verdad no quería volver a reencontrarse con esa faceta nunca más.

Por ahora solo importaba como se encontraba con su esposo… El cual resulto ser un autentico dios sexual… No lo dejaba en paz, para su delirio, habiendo encontrado el gozo de las delicias de la pasión y la sensualidad que puede emanar las sensaciones experimentadas por el cuerpo, no podía negar que se encontraba totalmente inmerso en esa onda… Su esposo, era cuidadoso al principio, le había dado dos días para que su cuerpo se adaptara a la nueva vida marital que iban a establecer como rutina, al que Shinobu accedió o más bien a la que le fue impuesto para su dicha, sabía que debía comparecer a sus deberes conyugales, y lo había hecho, aunque sin prestar su trasero… Accedió a complacer a su esposo masajeando sus partes privadas y dejarse hacer felaciones… Sabía que ahora que su esposo había encontrado el jubilo de hundirse dentro de él, ninguna otra forma de hacerlo venirse superaba la del clímax del coito con él, Shinobu sabía que nada se comparaba al placer recibido al sentir a su esposo enterrarse en el, aunque fuera muy doloroso al principio, incluso con la minuciosa y paciente preparación que realizaba Miyagi con él, o que se esmeraba en distraerlo con su habilidosa forma de estimularlo con eficaces formas de masturbación y masajes internos en su próstata… Nada se comparaba con la forma en que su esposo daba rienda suelta a la fuerza de sus caderas empujándose cuán grande era en su interior… Y su lado pervertido había nacido desde esa noche.

Sus compañeros de universidad se impresionarían grandemente si supieran lo lujurioso que Miyagi Shinobu era en realidad con la persona adecuada… Su esposo en esas pasionales noches siempre le afirmaba lo sensual que era el debajo de esa imagen de seriedad que el trataba de imprimir en su semblante, el chico solía fruncir el ceño con cierta frecuencia y era muy taciturno, es mas el mayor le decía que se parecía a un amigo suyo de hace muchos años que es una persona que solía ser muy gruñona y de comportamiento agresivo pero muy fiel y profesional como erudito en literatura antigua japonesa, de quien adquirió su amor por los poemas… Ese hombre había sufrido por amor pero luego conoció al hombre de su vida de forma inesperada para que luego de años de relación se casaran en Estados Unidos para irse a vivir a Europa donde su amigo imparte clases de literatura japonesa en la Universidad de Oxford mientras su pareja trabaja como medico en el Hospital de la Universidad de Oxford en el departamento de pediatría, y que son infinitamente felices… Yoh le confesaría que fueron ellos quienes le inspiraron a financiar y promover con su familiar que se perfilaba como un prometedor político y que eventualmente seria miembro de la Dieta para impulsar la ley del matrimonio igualitario, una decisión osada en un país tan conservador como lo es aun Japón… La idea inicialmente había sido porque quería que personas como su amigo pudieran experimentar la felicidad de un matrimonio como la de una pareja heterosexual en su propia tierra, luego el al enamorarse de un hombre se propuso poder tener en esta ocasión para sí mismo esa libertad… Shinobu sonreía como bobo al escuchar mas detalles de su esposo y en ocasiones le preguntaba el cómo llego a enamorarse de él, pero Miyagi siempre le decía que se lo contaría en otra ocasión para luego invadirlo de besos e iniciar otra ronda pasional distrayendo olímpicamente a un chico que después ya no reiteraba su curiosidad por estar exhausto mental y físicamente.

El chico cada vez se veía más inmerso en esa espiral de seducción y lujuria… Después de las noches de reposo, las actividades sexuales crecieron en número notoriamente… Shinobu tendría que sufrir (O disfrutar) los embates lujuriosos del mayor el cual parecía dar libertad a su ánimo y energía sexual que ahora descubría que en realidad tenía su marido, y que al parecer había tenido esos deseos restringidos para no asustarlo desde un principio… Pero ahora aceptaba esas facetas gustoso porque disfrutaba de cómo su esposo lo tomaba, de cómo se esmeraba en hacerlo sentir bien, en cómo le enseñaba trucos para relajarse y que la penetración no fuera muy dolorosa, o como mejorar la sensación de fricción que sentía con las embestidas moviendo sus caderas en sentido opuesto a los de él, de cómo cambiaba dicha sensación al posicionar las caderas en diferentes ángulos… Y con el tiempo empezaron a cambiar de posiciones, Shinobu se sentía más cómodo al estar a gatas, no se sentía tanto la incomodidad de la penetración menos aun habiendo sido preparado, pero aunque fuera más conveniente, no le gustaba la idea de hacerlo así sin poder sentir más que a su esposo detrás de él sosteniéndose de sus caderas y penetrándolo de forma tan distante aunque incluso el se inclinara para acariciarle su miembro para estimularlo o para darle suaves besos por sus omoplatos y nuca o incluso susurrarle lujuriosas palabras productos del placer que sentían… Pero no se equiparaba a sentir a su esposo encima de él, aunque no pudiera verle la cara, sentir su aliento sobre su rostro, sus labios sobre los de él o en alguna parte de su rostro o cuello… Abrazándolo, sintiéndose protegido por su masivo cuerpo caliente su sudoroso pecho y contoneándose con un ritmo cadencioso y caprichoso en búsqueda de prolongar el éxtasis de la unión de sus cuerpos y almas, y él lo prefería así, aunque fuera una posición muy sumisa, vergonzosa hasta cierto punto y hasta femenina… Prefería tenerlo en sus brazos, abrazarse a su cuello e intentar perfilar su rostro en la oscuridad con la sensibilidad de sus dedos aunque su esposo hábilmente evadía al ubicar su rostro lejos de su curiosidad como si tuviese reticencias de darle detalles de su aspecto físico a su esposo… Aun no sabía el porqué lo hacía, pero Yoh siempre trataba de compensar eso con mas mimos y besos y embestidas más fuertes que pronto lo hacían olvidar sus deseos de curiosear sobre su esposo.

Miyagi había sido muy cuidadoso de no incitar a Shinobu a responder a sus estímulos con una felación para él, sabiendo que la última vez que lo habían hecho había sido un momento para olvidar y era obvio su temor que al practicarla, incluso si Shinobu voluntariamente lo solicitara, el chico se volviera a sumir en ese trauma así que había sido muy estricto en no forzar esa práctica, aunque Shinobu estaba deseando con avidez complacer a su esposo tal como el mayor lo hacía con el… Pero debía concederle su interés en mantener su estabilidad mental, así que tras unas cuantas negativas de parte de Miyagi, Shinobu accedió a que el hiciera la felación solo cuando él se lo pidiera y así hicieron un trato para que eventualmente sucediera sin problemas.

Otra sorpresa después de haber debutado su sexualidad plenamente fue la de que en cada ocasión que hacía el amor, Miyagi sin falta usaba condón… Shinobu le inquirió en la segunda oportunidad que tuvieron sexo de porque lo hacían con protección, siendo ellos personas con un pasado bastante decente, nulo en su caso, pero Yoh aducía a que lo hacía, a modo de preferencia personal, más que nada por higiene, ya que quería evitar infecciones además de que sentía que la lubricación duraba mucho mas antes de tener que detenerse para usar mas loción y evitar hacerle daño a él, y el afirmaba que esperaba que él lo entendiera y que accediera a seguir haciéndolo así, a lo que el chico no tuvo razones para negarse.

 

Con todo y eso la relación entre ellos estaba floreciendo con mayor intensidad, se estaban conociendo de forma intima y muy personal, haciendo a un lado la limitación de conocer su aspecto, una desventaja que aun Shinobu resentía en el fondo, pero Miyagi se había esmerado en darse a conocer en todas las formas posibles sin recurrir a la vista, como queriendo acentuar la idea de que su aspecto era lo menos importante de él, y Shinobu hasta ahora no había manifestado oficialmente algún tipo de desacato a esa política estricta de su esposo, pero la curiosidad estaba latente y creciendo de forma inconsciente, pero para ese entonces ese impulso estaba ahogado en el florecimiento del ímpetu de esa nueva fase de su relación, ahora basada en instintos menos racionales y mas pasionales, y tal vez por el rastro que dejaba ese deseo.

Últimamente habían dejado gradualmente la timidez a la hora de dar a entender que se deseaban, y se había diseminado a sus otras formas de comunicación, es decir los mensajes que se enviaban por su teléfono celular ya eran claramente explícitos, los poemas pasaron en una semana después de que empezaron a hacer el amor a ser frases de la propia autoría de Yoh con descripciones muy directas de que quería estar con él esa noche, algo que cumplía a cabalidad… Y Shinobu nunca se quejaba de recibir dichos mensajes donde su esposo le pedía que lo recibiera bañado y perfumado, o donde le decía que había adquirido una loción con olor a una fruta exótica y que quería usarlo con él, que quería probar una nueva posición… Claro que resultaba incomodo cuando SHinobu se encontraba en su oficina en compañía del jefe del área de RRHH y tenía que controlar el sonrojo que inevitablemente le invadía y tener que dar alguna excusa para ir al baño para refrescarse y controlar su nerviosismo y que su mente evitara rememorar a las manos de su esposo sobre el… Pero aunque el chico le rogara y le pidiera que dejara de enviar esa clase de mensajes Miyagi simplemente respondía “Es tu culpa por inspirar mi imaginación en los momentos menos indicados”, además de que el también supuestamente había sufrido inconvenientes cuando estaba en medio de una conferencia telefónica, se le hacía muy difícil interrumpirla para controlar sus emociones cuando su mente, de forma necia insistía en recordar al detalle la sensación de la satinada piel de su joven esposo restregarse contra la suya deshaciéndose en eróticos sonidos que emanaba de su boca… Y eso era solo una de las recriminaciones que el tenia al respecto, haciéndole ver al joven como culpable de ser el gestor de esos momentos embarazoso y que por tanto tenía que compartir las consecuencias con él, en un tipo de lógica absurda que Shinobu luego aceptaba con tal de tener a su cariñoso marido colmándolo de dulces y torturantes gestos.

 

*******

 

Una mañana le sorprendió una llamada proveniente de su suegra, pero no por que sucediera ya que Chiyo-san por lo general lo llamaba con mucha frecuencia para saber cómo estaban ellos, ya que desde que Yoh le pidiera a su madre que si él no podía contestarle porque tuviera alguna reunión o algo llamara a Shinobu para que le contara todo lo que ella quisiera y desde ese momento la señora Miyagi dependía totalmente de su llamada a su yerno favorito (Y el único) para saber de la vida de su hijo, y el chico estaba gustoso de hablar de cómo le iba con su esposo, omitiendo los detalles escabrosos de sus devaneos íntimos, aunque ella estaba muy interesada de saber si su hijo había mejorado en el aspecto expresionista de Yoh, y se sorprendía cada vez que Shinobu le aseguraba que ese hombre que había sido criado para ser recto, eficiente y serio moría por la poesía y que podía ser increíblemente cursi, es mas ella le aseguraba al chico que si él le llegara a grabar algo en donde su hijo apareciese (O se oyera más bien) en esas inéditas actitudes para ella le estaría eternamente agradecida, aunque lo decía más bien en un tono lúdico, porque ambos sabían que Yoh era terriblemente sicorígido con respecto a su privacidad, si ya de por si se había enojada bastante cuando supo que su madre le había mostrado fotos de el de niño, pero después lo acepto a regañadientes, aceptando que su esposo tenía el derecho de ver cuando era joven, pero persistía en la molestia de haber sido contemplado aunque hubiese sido indirectamente a través de una foto.

Chiyo-san retomo una idea que antes había hecho que Shinobu volviera a darle el curso adecuado a su matrimonio: Terapia… Pero esta vez no era para enmendar una situación, era para estrechar el vinculo y rehabilitar a Miyagi, se trataba de la terapia que Miyagi dejo truncado hacía muchos años, en la cual se buscaba superar la escopofobia que agobiaba a ese hombre, que volviera a ser alguien normal, y ahora que había encontrado a alguien en quien confiaba y que amaba, tal vez era el engranaje faltante para poner en marcha lo que Chiyo-san había intentado con su hijo desde hace mucho tiempo sin haber tenido un apoyo muy notorio por parte de su esposo, que aducía que si Miyagi no lo buscaba que él no se metería en su vida (Así como cuando se entero de las intenciones de casarse con un hombre en vez de casarse como era normal para asegurar una descendencia) y menos en su otro hijo el cual poco o nada opinaba sobre su hermano así que ella estaba sola en ese tema… Bueno ahora compartía esa iniciativa con Shinobu quien se encargaría de convencer a su esposo para que se decidiera a seguir la terapia que había dejado abandonada hace mucho tiempo.

 

Y espero hasta la noche para iniciar dicha iniciativa, al esperarlo de forma seductora: Solo vestido con una camisa de Miyagi y en ropa interior… Había leído en artículos en internet que esa era una estrategia muy usada por las mujeres para aproximarse a temas espinosos de la pareja, el hacer una especie de “ablandamiento” de las corazas externas y cuando este estuviera a su merced atacar a discreción… Y con ciertos trucos encontrados en internet, Shinobu no quiso pensar en sí mismo como un manipulador, pero debía reconocer que era por una buena causa y que no le desagradaba del todo el intentarlo, si desembocara en un feliz término esa noche en todos los sentidos… El chico no podía evitar sentirse diferente, de pronto desde que había descubierto esa faceta suya se sentía capaz de explorar objetivos que antes hubiese desdeñado, por lo que se propuso dejar de lado la timidez que normalmente en situaciones así afloraran, y se dedico a prepararse tanto física como mentalmente para obtener ese logro y grande fue la sorpresa de Miyagi al entrar a la habitación de encontrar a un Shinobu extremadamente cariñoso… Sabía que algo traía entre manos ese muchacho, porque él en su inocencia no podía actuar furtivamente como lo haría alguien con mucha más experiencia, pero decidió seguirle el juego por un rato mas hasta saber que planeaba su inexperto esposo.

Y la tensión creció enormemente cuando Miyagi al fin supo a que se debía que su joven conyugue se dedicara a mimarlo, a retirarle de forma lenta la camisa desabotonándole uno a uno los botones de su camisa mientras lo besaba con suavidad, y como se dejaba acariciar sus muslos inesperadamente desnudos y notar como la grande pero corta prenda que llevaba Shinobu era una de sus camisas a diferencia de los pijamas de dos piezas bien cubiertas que siempre usaba… Shinobu al verse descubierto cuando el mayor le presiono por lo que pretendía supo que su plan de seducción se fue al traste, así que simplemente recurrió a la honestidad, por lo que le hizo la petición que ya había ensayado previamente pero sin los besitos en el cuello ni la voz melosa que había imaginado se oiría irresistible de sus labios… Y silencio fue su respuesta… Eso y que Miyagi retiro de forma firme pero aun sutil al chico que estaba a ahorcajadas sobre su regazo, para levantarse y decirle en tono serio que “No necesitaba de terapias” y que “Así estoy bien” Como diciéndole que ya se había ajustado a su vida y con esas limitaciones, y ahora que tenia al hombre que amaba viviendo como él vivía y respetando los limites que él había impuesto, que no era necesario proseguir con una terapia que el recordaba de forma vocal como “tortuosa y estéril”.

Shinobu se irrito ante la actitud conformista de su esposo, y le presiono a que debía cambiar su postura, que habían hecho un gran esfuerzo para estar de nuevo bien, y que sería una prueba para que el está dispuesto a mejorar ese problema crónico, y que también sería una muestra de confianza porque él estaría junto a él en todo el proceso… Solo recibió una acusación velada de que en realidad SHinobu estaba tan desesperado por saber cómo era su aspecto físico que ahora insistía en hacer esa terapia para que el pudiera permitirle verle, además de recriminarle las oportunidades que el chico trato de determinar sus rasgos en la oscuridad cada vez que hacían el amor, y que eso era algo que le incomodaba que no quería que él lo supiera pero que en vista de lo que intentaba hacer, debía ponerle un alto… Miyagi se parecía un poco de nuevo a ese hombre agresivo que apareció esa noche que él quería olvidar, Shinobu supo entonces que él no estaba muy dispuesto a hacer la terapia porque no tenía intenciones que cambiar su vida para mejorar sino estancarse en esa rutina, y de paso ignorar el deseo que el tenia para que su esposo pudiera salir de esas extrañas circunstancias que no le aportaban nada a su vida.

Pero lo que le dolió es que esa faceta intransigente de Yoh lo acusaba de que fuera un plan urdido por él para intentar pasar por encima a esa política de Miyagi derivado de ese problema psicológico que él había desarrollado, como si sus deseos no fueran importantes, y se sintió tan estúpido pensando que las cosas estaban bien entre ellos… El que tuvieran una vida sexual activa no era definitivamente un indicador de que las cosas entre ellos andaran sobre ruedas, pues solo hacía falta que apareciera un problema para que ambos tomen posiciones opuestas, era una consecuencia de no haberse conocido bien antes de su boda, y la decepción volvió a SHinobu, se sintió ridículo con ese fallido intento de seducir a su esposo como si fuese un pasivo experimentado, se levanto de la cama y haciendo oídos a los llamados de su esposo que al parecer había caído en cuenta de que había exagerado su actitud defensiva al respecto y salió de la habitación sabiendo perfectamente que Miyagi no se atrevería a atravesar el umbral de su habitación ya que sus deseos de permanecer en la oscuridad eran mayores que el buscar a su esposo para pedirle disculpas, y de nuevo se acostó en la cama de la habitación que muchas noches atrás usaba como refugio contra ese hombre que a pesar de la terapia aun tenia vestigios de una personalidad dominante y autoritaria.

Esta vez no lloro, porque sabía en el fondo que su petición podría haber sido denegada como al final sucedió, pero no pudo contener la contracción de su pecho al ver que a pesar de que su esposo insistiera que lo amaba, no era capaz de hacer esos cambios que él le proponía, un cambio del cual el mismo sería el mayor beneficiario… Y sobretodo que sus buenas intenciones fueran tomadas como un intento manipulador… Como si no lo conociera… La decepción que había sufrido con el abuso había sido mayor, y con esfuerzo logro perdonarlo, esto era menor aparentemente, pero notaba que Miyagi en ciertas concesiones que le había dado a Shinobu habían sido superficiales, y que su amor aun no era tan fuerte como él le hacía saber… El que ambos disfrutaran de hacer el amor no indicaba que su amor fuera fuerte, y hacía falta esa clase de pruebas para ver que tan fuerte era ese matrimonio… Decidió darle un tiempo a ese hombre para que pensara bien sobre su propuesta… Pero definitivamente le haría saber que lo que le dijo estuvo muy equivocado y que él no estaba contento.

 

*********

 

Y las noches durmiendo separados volvieron… Miyagi volvía a llamarle y el chico volvía a dejarlo en espera al siguiente día… Yoh sabía que era absolutamente innecesario dejar cartas porque sabía que su esposo no las leería así que no dejaba nada escrito, por eso solo apelo a intentar como en esa ocasión a hablar con el por teléfono, y a mandarle mensajes de texto donde le pedía que hablaran y que no dejara pasar mucho tiempo para que el pudiera disculparse por su actitud y explicarle el porqué no estaba a gusto con esa petición… Cuando leía los mensajes, el tono de Miyagi era conciliador pero lo que enojaba a Shinobu es que cuando algo no le gustaba, era cuando el mayor explotaba con agresividad contra el muchacho de forma hiriente, y que luego anduviera pidiendo disculpas, ya lo vivió y sabia que ese hombre debería tener una terapia psicológica aun más profunda, no solo para enmendar su problema de ansiedad social crónica sino con sus problemas de manejo de la ira, que de haber sido un problema aun mas grave ese hombre probablemente hubiera reaccionado peor… Y retorno esa suspicacia hacia su esposo, ahora acompañado por su lado critico que había sido liberado de cuando él estaba viviendo un corto periodo de romance… Su lado racional ahora en plena boga le recordaba que eso era lo que ocurría cuando bajaba la guardia y que si no actuaba rápido, tal vez ahora Miyagi podría violarlo sin consideración… Y ese miedo se instalo brevemente en él para después denegar esa línea de pensamiento, recordando el cómo Miyagi se había esforzado en las terapias que habían tomado juntos… No podía desechar eso, Miyagi lo amaba y se había esforzado por el… Este era un problema que perfectamente debía poder tratar con su esposo, y sabía que Yoh estaba buscando el momento para hablar así que cuando tuvo su receso en el trabajo le marco desde su celular:

-              ¿Yoh-san… Puedes hablar?

-              ¡Shinobu-chin!... Me alegra que aun quieras hablar conmigo

-              Yoh-san… ¿Cómo estás?

-              Yo… Podría estar mejor ¿Sabes?... Yo quería disculparme.

-              Si lo sabía… Y después cuando toque algún otro tema que no te guste volverás a reaccionar así y volverás a disculparte… Siempre será de esa forma ¿Cierto?

-              ¿Te gusta hacerme sentir mal cierto? ¿Para eso me llamaste?

-              Tú deberías haberme llamado… Tu eres el del problema no yo

-              Y no estás ayudando mucho restregándome las fallas Shinobu.

-              … Mira… No quiero pelear… Estuvimos esforzándonos mucho para volver a tener un matrimonio feliz para ahora arruinarlo con una discusión… Pero Yoh-san… Yo no quise en ningún momento manipularte con sexo… Solo quise tratar ese tema porque en verdad quisiera que pudiéramos salir juntos, tomados de la mano… Salir de viaje juntos, o incluso cenar ramen a algún pequeño local como los esposos que somos…

-              Pero no somos una pareja convencional Shinobu… Incluso si pudiera salir a la calle sin problema, no podríamos hacer todo lo que tú dices… Yo no puedo exponerme mediáticamente así y no creo que a ti te gustara que los periodistas comentaran sobre lo que haces o dejas hacer a través de las fotos que nos tomarían sin nuestra autorización y que invadieran nuestra vida privada.

-              Ese no es el punto Miyagi y lo sabes… Quiero poder estar contigo y disfrutar juntos sin tener que buscar cualquier habitación oscura o adecuada para encontrarnos… Sin tantos requisitos para poder abrazarte o darte un beso, que solo podamos estar juntos en esta habitación… Yoh-san… No es solo debido a la curiosidad de verte… Es para saber que podrías estar junto a mí sin barreras ni limitaciones ¿No querrías sentir eso conmigo?

-              Yo si lo deseo Shinobu-chin… Pero… No quiero pasar por eso de nuevo… Fue algo que no quiero recordar y revivir… Ese tipo de terapia es de choque y me siento tan vulnerable…

-              No te preocupes por eso Yoh-san… Yo estaría a tu lado… Yo te apoyare y no pasara nada malo porque estarás conmigo…

-              Shinobu-chin… Se oye muy bonito… Pero no sabes cómo es eso…

-              A mí ni me importa que tan duro sea… Mientras sea a tu lado podremos salir a delante… Juntos lo haremos… Te rehabilitaras y podrás ser libre ¿No te gustaría Yoh-san?

El silencio al otro lado de la línea lo puso nervioso… Hasta que se oyó un suspiro y luego en un tono más resignado Miyagi prosiguió:

-              No te detendrás hasta convencerme ¿Cierto?

-              ¿No se trata de mis deberes conyugales? Debo estar a tu lado en todo sentido y apoyarte… Estoy seguro que tu familia apoyara esta iniciativa y veras que los beneficios son mucho mayores que lo que ganas ahora encerrado en habitaciones oscuras o rodearte de solo gente que te conoce… Podrías hacer las negociaciones viéndole a la cara a otros empresarios y darles la mano ¿No se vería bien en las fotos? ¿o se sentiría bien si lo hicieras?

-              … Shinobu-chin… Eres increíble… Te he extrañado tanto… Lamento tener que cortar la llamada pero debo atender algo… ¿Hoy dormirás conmigo en nuestra cama?

-              Si prometes hablar de esto antes de dormir, con gusto accedo Miyagi-sama

-              ¡Te dije que no me llames así Shinobu-chin!... Lo haces a propósito ¿Cierto? Hacerme sufrir así…

-              Yoh-san… ¿Estás haciendo un puchero?

Una risa estruendosa resonó al otro lado de la línea que hizo que Shinobu se contagiara de ella atrayendo la atención de compañeros curiosos al verlo reír con el teléfono sostenido en su oreja, pero eso no le dio vergüenza, simplemente se alegraba de hacer reír a su esposo y este después de recuperar el aire responde:

-              Está bien Shinobu-chin, esta noche hablaremos del tema… No te prometo acceder tan fácil… Pero prometo discutirlo contigo como personas civilizadas y tener las barreras defensivas abajo… No volveré a insinuar que tienes motivos ulteriores conmigo, confiare en ti.

-              Eso me gusta más Yoh-san… Te esperare en la noche… Cuídate esposo mío.

-              Hasta la noche Shinobu-chin.

Y al terminar el chico sonriendo suspiraba al ver que tal vez podría convencerlo y eso le daba esperanzas de que pronto podría vencer a ese temor irracional que tiene Miyagi y después todo sería perfecto entre ellos y ese era su más ferviente deseo.

 

Esa noche Shinobu lo esperaba, ya no intentaría recurrir a los trucos baratos de seducción, ya que le quedaba claro que no servía para eso, solo se puso el pijama de algodón que acostumbraba y esperaba a su esposo con algo de nervios pero preparado para un Miyagi reticente a ceder… Esta vez lo convencería con honestidad y tozudez, características con los que más se sentía identificado.

La conversación inicio de forma algo tensa, Miyagi seguía con la idea de no seguir con la terapia, Shinobu seguía asegurándole que en esta ocasión el estaría con él y que habiendo pasado muchos años desde que el dejara la terapia, es probable que hubiese un método mejor para manejar la escopofobia, Shinobu estaba dispuesto a estar junto a él cuando tuviera una crisis y quisiera desquitarse con él, Miyagi cada vez parecía ceder… La conversación duro varias horas donde ambos estuvieron reafirmándose que era momento de evolucionar… Miyagi aun no se sentía muy cómodo de dejar su estilo de vida porque le había costado tanto encontrar un ritmo para vivir con sus limitaciones que se sentía desubicado si algo llegaba a cambiar… Pero Shinobu solo le decía que tenía que recordar su vida cuando era normal… Aun si él no supiera que fue lo que desencadeno ese trauma, el estaría allí para el… Era su muestra de amor… Y Miyagi Yoh lo acepto con esa condición… De que si se ponía feo, o si la terapia desencadenaba reacciones no deseadas, Shinobu estaría allí soportándolo… Shinobu acepto porque lo amaba y estaba dispuesto a pasar esa prueba con el… Y esa noche durmieron juntos con los corazones llenos de tranquilidad y sus cuerpos juntos después de varias noches estando separados… Estuvieron unidos de corazón y no hubo necesidad de una unión física… En esa noche no fue necesaria.

 

*******

 

Era de esperarse que Chiyo-san estuviera llena de júbilo al enterarse de que Shinobu había sido capaz de convencer a su hijo de hacer la terapia, después de tantos años de insistencia… Supo entonces que ese matrimonio había sido maravilloso y le estaba sentando de maravilla a su hijo… Le había animado bastante para que prosiguiera con la terapia y que si llegara a necesitar cualquier cosa que ella se lo daría sin ningún problema… Shinobu le agradeció por haber sido la gestora de la idea pero la mujer aducía que era el chico quien inspiraba a que sucediera todo esos sucesos positivos con su hijo, igualmente la mujer le invito de forma muy especial a una cena que ella le daría exclusivamente a él para la noche del día siguiente, a lo que el chico acepto gustoso… Luego de colgar su celular, SHinobu estaba dispuesto a irse para el trabajo cuando recibió un mensaje de texto de un número desconocido… Cuando lo abrió más por curiosidad el mensaje solo decía:

 

<< ¿Conoces bien a tu esposo?... ¿Ya sabes cómo es el en verdad?>>

 

Shinobu lo sintió muy amenazador, a pesar de ser corto, le filtraba un tono sarcástico venenoso que le dio escalofríos, el jovencito borro ese mensaje y bloqueo ese número, pero de alguna forma sentía que no dejaría de recibir mensajes así.

 

*****

Estaba terminando un informe en su oficina, el cual ya era casi rutinario para Shinobu cuando recibió una llamada, y al ver de quien se trataba lo contesto después de cerciorarse de que no había nadie cerca contesto:

-              ¡Yoh-san! ¿Cómo estás?

-              …

Solo escucho un suspiro al otro lado de la línea, algo que preocupo al chico, iba a repetir la pregunta cuando su esposo dijo con voz ronca:

-              Shinobu-chin… Te extraño

-              Yo también te extraño-

-              No tu no entiendes… ¡Te extraño!

-              ¿Extrañ… arme?

La voz de Miyagi se torno de pronto agitada:

-              ¡Maldita sea!... ¡Te quiero aquí!…

-              N-No entiendo Yoh san

-              Quiero que ahora mismo digas que tienes un asunto importante, pidas permiso a tu jefe, salgas de tu oficina, el chofer estará llegando en 2 minutos, subas al auto para que te traiga a mi oficina… Te necesito ahora mismo…

-              ¿Paso algo grave?

-              Si algo grave está pasando… ¡Hace mucho que no te tengo y te quiero ahora mismo aquí!

Shinobu miro con desconcierto a su celular, preguntándose si era una broma de parte de su esposo, aunque bien sabia que él no hacia bromas de ese estilo:

-              Es un chiste ¿Cierto?

-              ¿Tú crees que haría un chiste así? Sé que puedo hacer bromas pero ese no es mi estilo… Shinobu te estoy hablando muy en serio.

-              P-Pero… Es de día… ¿Cómo…?

-              Tú no te preocupes por eso, solo haz lo que te digo y yo hare el resto…

-              Pero… Es que… Es muy repentino… ¡Que bicho te pico!

-              Me has tenido en abstinencia por varias noches… Ya no quiero seguir con esto… Es tu deber como esposo… ¡Así que obedece y ven aquí!

Ya esto estaba tornándose hasta cómico para el jovencito… Lo sintió hacer un berrinche por la falta de sexo, algo que nunca creería de ese hombre tan serio, pero sentía que Miyagi no tomaba eso como broma:

-              Miyagi… No es como si fuera que cumpliera tus deseos cada vez que chasquees los dedos… Tengo responsabilidades…

-              Extraño la calidez de tu culo y quiero perforarlo ya que ahora mismo tengo una maldita erección y es tu culpa así que ¡Hazte responsable! ¿O quieres que sea más explicito?

Shinobu no pudo detener en rubor que se extendió instantáneamente por su rostro y sus orejas sintiendo un terrible calor en su cara… ¿Estaba ese hombre en sus cabales? Se pregunto el chico casi sin saber cómo retomar el habla ante ese tono autoritario de su esposo:

-              ¡No es mi problema!... Si quieres hacer algo hazlo tu mismo y no me metas en esos asuntos

-              ¿Qué ropa interior traes?

-              ¿Es en serio? ¿Me vas a ignorar?

-              ¡Dímelo!

-              ¡Está bien!... (Susurrando) Son bóxers blancos… ¿Ya… Contento?

-              Hmmm… No… No es suficiente… Por favor ya sal del edificio, el chofer ya llego.

-              Pero es que no-

-              Nos vemos en 10 minutos… Ni uno más… Te espero.

Miyagi colgó y SHinobu se quedo casi sin habla… ¿Qué rayos planeaba ese hombre?... El chico se asomo por la ventana de su oficina que daba a la calle principal y vio el Lexus GS aparcado al frente y al chofer asomándose por la ventanilla, y supo que su esposo estaba hablando muy en serio, así que reuniendo fuerzas ante esa situación, se dirigió a donde su jefe indicándole que había un problema en su casa y que debía ir urgente diciéndole que le entregaría el informe a su correo, a lo que el hombre acepto dado que Shinobu siempre entregaba a tiempo sus informes y el chico llevo su laptop y se fue raudo para sentarse en el asiento trasero del auto y el conductor sin mediar palabra arranco.

Al llegar al edificio del conglomerado Miyagi, Shinobu se sintió algo intimidado, sabiendo lo que le esperaba… Su mente estaba tratando de entender en cómo esta situación se ajustaba a la rutina que ellos compartían en la intimidad y encontraba que era algo impensable para las circunstancias en que llevaba esa faceta de su matrimonio… Entro al lobby y fue recibido por una muy hermosas recepcionistas que parecían modelos, y cuando dio su nombre y al ser ingresado en el sistema, la chica que le atendía abrió sus ojos con asombro ingenuo, para luego retomar un rostro inexpresivo y ahora mas amablemente que nunca le pidió que la siguiera, el chico asumió que al saber quién era el, era la causa de ese cambio de actitud, y la siguió hasta llegar a un ascensor que estaba distante de las puertas de los ascensores centrales que había en un gran pasillo, luego le pidió que mirara hacia una cámara que había al lado del único botón del elevador, y le pidió que pusiera su dedo índice en un lector de huellas digitales que también estaba allí, el chico siguió las instrucciones, para después ser corroborado por una pantalla que cercioraba que se trataba de “Miyagi Shinobu”, algo que el chico reprochaba en su interior… La señorita le hizo una venia cortes dándole la bienvenida al edificio y que le deseaba una feliz estancia, para luego guiarlo adentro de ese habitáculo que tenía un interior lujoso, demasiado, parecía uno más para un hotel que para un edificio de oficinas, pero sin retrasarse más ingreso y dejo que las puertas se cerraran con una recepcionista despidiéndose con una venia, y entonces mientras encendía el único botón disponible, que el intuía, le llevaba a la oficina de su esposo, el chico se recostó contra la pared mirando hacia el espejo que había en la pared trasera, luego en un impulso se puso a peinarse y a arreglar su ropa, se estaba poniendo nervioso mientras el aparato subía a una velocidad moderada los 45 pisos, porque suponía que la oficina de su esposo llegaba al último… Y en cada minuto esa ansiedad se transformaba en excitación de saber cómo Miyagi lo estaba deseando en esos momentos.

Cuando por fin se abrieron las puertas del ascensor, había un pasillo largo y de nuevo otra recepción esta vez una más amplia, y había una mujer de más edad aunque elegante atendiéndola… El chico se acerco pero al parecer la mujer ya sabía de quien se trataba pues se había levantado de su asiento y salió de su escritorio para saludarlo con una venia “Bienvenido Miyagi-san… Miyagi-sama esta esperándolo… Por favor sígame” Y la mujer lo guio por detrás de la recepción abriendo la puerta doble que había detrás de ella dando paso a una sala decorada con esculturas y cuadros abstractos y unos inmensos sillones de cuero negro…

Normalmente lo hubiese dejado esperando para dar a conocer a su jefe su llegada, pero al parecer las instrucciones eran que apenas el llegara debía ser llevado al lugar que estaba estipulado.

Y la mujer entonces en vez de llevarlo a una puerta que parecía ser el de la oficina lo llevo a una puerta más discreta que estaba aledaña a la principal… Shinobu empezó a sentir curiosidad de ser llevado de forma tan silenciosa… Fue cuando la mujer abrió la puerta y le guio al centro de una habitación pequeña iluminada por una única ventana que tenía en su borde superior el mecanismo para un black out; había un sofá de cuero una mesa con dos sillas capitoneadas y un escritorio de mesa de vidrio con cajones negros y además un chifonier con un espejo en una esquina… Sin ningún cuadro o escultura en ninguna parte, las paredes eran oscuras y tenía un aroma almizclado como de colonia que le recordaba al Terre D’Hermès que usaba con frecuencia Yoh… Shinobu de pronto se sintió algo cohibido al estar allí solo, y fue cuando la mujer le dijo en un tono de voz calmado como si fuese algo normal en ella:

-              Miyagi-sama especifico que hoy no cubriría la ventana, pero dio instrucciones estrictas de que por favor vire para ver hacia la luz y que aguarde a que entre Miyagi-sama, y siga sus indicaciones… Me encargo de recordarle que no debe voltear ahora que hay luz en la habitación, debe esperar a que el señor prosiga… Me retiro… Que disfrute su estadía señor Miyagi.

La mujer entonces cierra la puerta que ahora notaba era robusta, y aparentemente era acústica… Eso le puso más en alerta… ¿Por qué Miyagi tenía una habitación así?, probablemente era para reuniones muy secretas y que no querían que lo que se mencionase en ellas pudieran ser oídos por personas curiosas o con ciertos intereses, pero… ¿Por qué lo llevaba allí?... Shinobu en la soledad de esa habitación solo pudo quitarse la chaqueta que tenia y dejarlo en el respaldo de una de las sillas y se asomo por la ventana dándose cuenta de la hermosa vista de los rascacielos que decoraban el paisaje urbano de Tokio, y en especial porque no había edificios más altos que el de los Miyagi en muchas cuadras alrededor… Y fue cuando sintió que la puerta se abrió de forma abrupta, haciéndole dar un salto, y entonces la voz de su esposo resonó en la habitación:

-              Shinobu-chin… No voltees.

-              Si… Ya me lo advirtieron…

-              Espera un momento.

Fue cuando Shinobu lo sintió llegar a él desde atrás y entonces frente a sus ojos su esposo colgó lo que el reconoció como un antifaz ciego de cuero negro muy similar al que uso la otra ocasión… Shinobu entonces supo que esa era su forma de evitar dejarse ver por él, lo que le causo cierta curiosidad:

-              Yoh-san… ¿Por qué no simplemente pones el black-out de la ventana.

-              En esta ocasión deseo poder verte a la luz del día... Quiero ver el color de tu piel bajo esa ropa...

Shinobu se sonrojo notoriamente, pero quiso disimularlo con un falso tono de enojo:

-              Tu si puedes verme y yo ni puedo ver tu rostro…

-              Pronto amor mío… Pronto podremos vernos… Pero por ahora… Póntelo por favor.

El chico obedeció tomando el antifaz y colocándoselo, dándose cuenta que la estructura interna del antifaz era tal que no permitía que se viera ninguna rendija de luz que no le daba oportunidad de tener ningún vistazo… Era absolutamente obscuro con el antifaz pero el chico estaba acostumbrado ya:

-              ¿Es el mismo antifaz de la otra vez?

-              Este antifaz es exclusivo para ti… ¿No te incomoda?

-              Bueno ya estoy acostumbrado a la oscuridad… Así que tendrás que guiarme.

-              Eso hare Shinobu-chin.

Sintió la mano de su esposo tomarlo del mentón y su boca ser invadida por los inconfundibles labios de su esposo y el chico respondió amorosamente.

Miyagi ciertamente estaba más afanado que de costumbre… Ahora sentía como el mayor se deshacía de los zapatos y los calcetines que él tenía puestos para luego desprender los botones de la camisa del chico y luego procedía a aflojar el cinturón y la bragueta de los pantalones de paño que tenia Shinobu bajándolos por sus piernas dejándolo solo en su ropa interior y la camisa abierta… Mientras procedía a desvestirlo Miyagi no había dicho ni una palabra, y el chico se adapto a ese silencio, pero se sentía que sus respiraciones estaban agitándose con cada toque y roce… Porque Miyagi era tan suave a la hora de retirar cada prenda, y en el proceso le acariciaba la piel haciéndole dar piel de gallina producto de la excitación más que del frio que sentía la piel al desprenderse del calor en el que estaba… Y luego sus labios eran devastados con labios ardientes, su piel humedecida por una lengua ávida de la sal que había en su superficie y dientes que rozaban sobre cada vértice y curva… Su cuello estaba siendo llenado de chupetones mientras unos dedos sagaces estimulaban con rapidez unas tetillas erectas, haciendo a su dueño jadear con erotismo.

Miyagi hizo que Shinobu se inclinara hacia adelante sobre lo que parecía ser la mesa sosteniéndose con sus manos, y así exhibir su trasero, el cual fue inéditamente manoseado por unas manos pervertidas haciéndole gemir por sentir esa sensación de gusto por saber que morbosa caricia seguía… Y lo sentía acariciar sus glúteos y amasarlos sobre la ajustada prenda intima… Y entonces su marido se acerco a su oído susurrándole:

-              Así te quería tener… A plena luz del día… Mira como su piel se estremece con mi tacto.

Fue entonces cuando sintió una fuente de calidez encima de su miembro atrapado en la tela elástica de su ropa interior… Y un masaje ascendente y descendente sobre su longitud, y no podría negar que las manos de su esposo estaban haciéndole sentir maravillas en su parte sensible, haciéndole respirar más pesado mientras su esposo parecía disfrutar de sus reacciones. Y sintió como el hombre le bajaba con buena disposición sus bóxers teniendo cuidado de no hacerle daño a su erección que ya estaba notoria, y lo dejo solo con la camisa, algo que podría avergonzarlo pero definitivamente estaba extasiado con la idea de que al estar así estaba seduciendo de forma efectiva a su esposo.

Miyagi se inclino sobre su espalda, después de sentir que él se estaba retirando prendas de vestir, sintió en la espalda el pecho desnudo de ese fornido hombre, y unos labios deslizándose por su nuca, y una lengua surcando húmedamente sobre la línea de la espina dorsal después de bajarle la camisa deslizándola por los hombros y dejándola caer al suelo silenciosamente, y luego llego a las delicadas y redondas nalgas del joven, haciéndole dar un respingo cuando sintió a su esposo separar los glúteos y exponer de forma indecente su entrada, sintiendo incluso frio en ese lugar, Shinobu se empezó a sentir nervioso:

-              Yoh-san… ¿Qué vas a hacer?

-              Nunca te había visto en todo tu esplendor mi amor… Tienes un cuerpo precioso y una hermosa y suave piel… ¿No has visto lo delicioso que eres?

-              ¡Ugh! ¡Estás hablando como un viejo pervertido!

-              No, te digo la verdad… Eres delicioso… Y voy a probarte.

-              ¿E-Eeehh?

Y entonces sintió una calidez rozando su entrada, y ese lugar mojándose y estimulándolo… Un gemido salió de su garganta mientras la sorpresa de saber que su esposo estaba usando su boca y su lengua allí pasaba y después era, como una sensación creciente de excitación… De hecho quería que esa sensación ingresara dentro de él, deseaba la penetración… Y sin poder controlarlo empezó a rotar sus caderas al ritmo de esas lamidas y posteriormente con un intrusivo dedo que se intercalaba con la punta de la lengua y se insertaba con cuidado logrando hacerle gimotear de placer… Y aceleraron cuando una mano empezó a masturbarlo con suavidad, y esa sensación era maravillosa… pero él deseaba algo más… Y entonces fue cuando su esposo se levanto y lo sintió removerse detrás de él y entonces sintió la gran erección de Yoh restregarse contra sus nalgas, y contra su entrada, y el chico solo susurraba de forma inconexa por el delirio que se metiera dentro de él y entonces alargo la mano para acariciar el miembro de su esposo y encontrarlo de nuevo envuelto en un preservativo con lubricante algo que ya en ese entonces no le sorprendía y hasta lo aceptaba, y sin pudor empezó a acariciar el grueso miembro del mayor… Miyagi al parecer entendió y sin previo aviso inserto el glande en el estrecho y fruncido agujero haciéndolo gemir con dolor, Miyagi le susurro un “Lo siento” y prosiguió con cuidado hasta enterrarse totalmente en ese apretado canal.

Shinobu se adapto rápido a la intrusión, mientras su esposo se aferraba con agarre de acero a sus delicadas caderas y sus labios le susurraban lo estrecho que era… Y la lujuria se apodero de ellos… Y las embestidas iniciaron con firmeza y fuerza desde la primera vez, Shinobu casi no podía creer que Miyagi le estuviera penetrando de esa forma tan brutal, su boca abierta y su garganta erosionada con las respiraciones pesadas, los jadeos y los sollozos… Unas lágrimas cayeron en las mejillas producto del placer… Miyagi se lo estaba haciendo con más fuerza y él se inclinaba más separando más las piernas para mayor penetración… El agarre en sus caderas se reafirmó con unos dedos enterrándose en su carne… Entonces Miyagi jadeo con morbosidad:

-              ¡Rayos SHinobu!... ¿Por qué estas tan estrecho?

-              N-No… S-se

-              ¿Sera porque...?... ¿Estamos en un lugar diferente y en una situación inesperada?

-              ¡No… P-preguntes idioteces!… ¡Y dame más!

-              Tus deseos son órdenes…

Y entonces con habilidad Shinobu sintió como su esposo le levantaba la pierna izquierda sosteniéndole por detrás de la rodilla y la estiro de tal forma que dejo el muslo reposando encima de la mesa abriéndole aun más el ángulo de sus piernas y forzándolo a apoyar el pecho sobre la superficie fría del mueble y ayudándose a sostener agarrándose el borde opuesto con los dedos, en una posición bastante indecorosa pero que ambos disfrutaban como animales en celo el chico gimiendo por mas y el mayor cambiando el ángulo de inserción para dar nuevas sensaciones.

Pronto el tiempo y el sonido húmedo del choque de sus pieles o el jadeo pesado de su esposo o los gemidos del menor dejaron de existir mientras un entumecimiento y un sonido estático invadió el lugar… Un calor desbordante reboso de su cuerpo mientras el placer inundaba la mente del chico haciéndole gemir con más vehemencia al ritmo de las estocadas profundas de Yoh que estaba al borde de la locura agarrándose con garras al cuerpo de ese jovencito ensimismado en ver como el desaparecía dentro de su esposo para volver a salir y a volver a entrar con mas arrebatamiento… Pronto todo dejo de importar cuando las explosiones surgieron, primero el jovencito el cual se vino derramándose de forma vergonzosa, producto de solo la acción de las penetraciones y no en conjunto con la manipulación manual con su miembro, sobre la fina mesa de forma estridente que incluso salpico a una buena distancia, seguramente producto de la abstinencia a la que el mismo también se sometió, y cuando pensó que podría tomar aire de semejante ejercicio, sus contracciones internas al venirse habían provocado que el pene de Miyagi se enterrara lo mas humanamente profundo dentro de él y explotara con su semilla dentro de la capa de látex que lo envolvía enterrando sus anchos y largo dedos en la suave piel del chico, y tratando de no aplastar la espalda de esa suave silueta se apoyo con la largura de su brazos sobre la mesa mientras trataba de normalizar su respiración a la par que el chico que estaba con su flequillo pegado a su frente por el sudor que expelía debido a tal actividad física… Y sentí incluso que goteaba sudor cayendo sobre su también sudorosa espalda… Pero así de desastroso que resulto al final se sentían tan satisfechos, Miyagi tomo el mentón de su preciado tesoro y lo beso con amor en los labios a los que el chico respondió un tanto agobiado por que casi no podía mover su cuerpo por lo agotado que estaba, luego unos gruesos labio se acercaron al oído del joven para susurrar:

-              No sabes cómo te amo Shinobu-chin…

-              Yo también te amo Yoh-san.

Y luego de unos tiernos intercambios Miyagi procedió a limpiar a su pequeño conyugue con una toalla, deshacerse del condón usado y volver a vestir a un exhausto jovencito que solo se dejaba hacer y hacerlo también consigo mismo, mientras dejaba descansar al muchacho que se quedaba medio sentado en uno de los sillones porque no podía posar sus asentaderas de forma correcta… Luego de unos momentos el mayor se acerca y vuelve a besar a Shinobu y le dice que ya tiene que irse que espere a que llegue su secretaria para poder quitarse el antifaz… Y de paso le dijo que se volverían a ver esa noche a lo que el chico contesto de forma cariñosa… Y después de un par de minutos la mujer entra para guiar a Shinobu hasta la salida y retirarle el antifaz. El chico casi no podía verla por pena, y solo le agradeció su ayuda para salir disparado hacia al elevador para irse a su casa.

 

El ascensor se abrió dejando al chico en el primer piso, y este salió con algo de dificultad, pues debía reconocer que Miyagi le había dado con muchas fuerzas, más de lo que había experimentado antes, y esa era la faceta arrebatada de Miyagi con la que podía conciliar el concepto de “fiereza”, y eso lo hizo sonreír, porque había logrado hacer una fantasía realidad, ese hombre había sido a falta de una mejor palabra “bestial” y le había encantado haberse dejado someter de esa forma... Un sonrojo recorrió su tez, y sonriendo de forma satisfactoria  cruzo el pasillo de elevadores y llegó a la recepción y con muy buen humor se despidió de las recepcionistas las cuales de forma animada se despedían de ese apuesto jovencito... Fue cuando Shinobu recibió un mensaje de texto en su celular y al abrirlo encontró el mensaje que había mandado su esposo:

<< Shinobu-chin, gracias por esos momentos maravillosos y cumplir con mi capricho... Eres el esposo más maravilloso del mundo... Te amo... Esta noche te llevare un lindo obsequio>>

Shinobu se sintió muy avergonzado con ese mensaje así que iba a responderle que no era necesario el obsequio y entonces sintió que chocaba con alguien justo en la entrada del edificio y al subir la mirada se encontró con la mirada fría de Miyagi Kyosuke el cual no pudo más que disimular una sonrisa sardónica de irritación.... Y un gesto nada disimulado de desdén de parte de Shinobu el cual se acrecentó cuando su cuñado le saludo con desidia:

-           Vaya sorpresa encontrarlo aquí Takatsuki-san... Que placer volverlo a ver.

-           No puedo decir lo mismo... Ahora si me permite...

-           Pero por qué se  va tan rápido... ¿No debería incluso estar trabajando aquí? Si es dueño de todo este edificio.

-           Debería cuidar sus palabras Miyagi-san, mi esposo ya le debió haber dejado en claro de cómo tiene que tratar al esposo de su hermano... Con respeto... No quisiera que mi esposo le emparejé el otro ojo ¿Cierto?

 

El gesto rabioso del mayor no se hizo esperar y es que precisamente eso traía malos recuerdos... Shinobu después se enteraría de boca de Yoh de lo que había sucedido después de que él hubiese aparecido en el salón donde Kyosuke estuvo a punto de agredir al joven, y según lo que le relató el mismo, apenas Shinobu salió del lugar, Yoh le asesto tal puñetazo en el ojo derecho a su hermano que el morado de tanto ese golpe como el que le dio el joven permanecieron por varios días en el rostro del hombre que tuvo que usar anteojos oscuros y maquillaje para disimular, pero eso había levantado murmullos en la empresa... Además Kyosuke tuvo su correspondiente advertencia por parte del hermano más joven en donde le prohibía hablar de forma grosera o incluso si fuese insinuada sobre Shinobu, además de que tendría que pedirle disculpas, algo que Kyosuke había pospuesto, igualmente el muchacho no había insistido en eso... Lo importante era que por disposición de él, Kyosuke tenía que respetarlo como si fuese un Miyagi, aunque sabía que en el fondo este se rehusaba con sus fuerzas a equiparar a su familia con él y aunque ya no hacía comentarios inapropiados, el no hacía nada para dos militar lo mal que él le caía y viceversa. Y ese recuerdo le traía a colación la humillación que había tenido el primogénito de los Miyagi, y Shinobu sólo sonrió con suficiencia sabiendo que el otro no podría cambiar ese hecho, así que se volteó para retirarse hasta que Kyosuke en voz algo elevada dijo en un tono que no supo identificar:

-           ¿Vino a hacerle visita conyugal a mi hermano?

-           Con todo respeto, a usted no le incumbe, señor Miyagi

-           ¡Ah sí! Mi hermano lo llamo ¿Cierto?

Shinobu frunció el ceño se volteó de nuevo para salir pero el otro hombre lo detuvo sosteniéndolo del brazo y en un instante se inclinó sobre su cabeza y le susurró en un tono perverso:

-           Usted apesta a sexo.

El joven se soltó bruscamente de Kyosuke y le dijo en tono amenazador:

-           ¡A usted no le importa! ¡Métase en sus propios asuntos!

Y de nuevo hizo un intento de irse pero el otro hombre menciono algo que lo hizo detener:

-           Lo llevo a la habitación que está al lado de su oficina ¿Verdad?

Y la sonrisa del mayor se ensanchó cuando vio el rostro del joven, como diciéndole que había adivinado y prosiguió:

-           Lo trajo precisamente para follarlo encima de la mesa de esa habitación... Dígame Takatsuki... ¿El dejó la ventana descubierta?

El silencio del chico sólo otorgaba razón a ese hombre que de nuevo se acercaba al más joven sin que este retrocediera y prosiguió con su veneno:

-           Entonces quiere decir que usó el antifaz... A él le gusta usarlo ¿No lo sabía? Cuénteme además... ¿Sigue usando preservativos con usted?

Los ojos del muchacho se agrandaron de forma repentina, y el hombre sólo pudo soltar una risa sarcástica que Cali en los huesos de su interlocutor:

-           ¿Quiere saber porque lo sé?... ¿Cree que usted es especial porque lo trajo a su oficina?... ¿Sabe la verdadera razón por la que usa protección?... Digamos que ya han habido un desfile de jovencitos contratados o convencidos de usar esa habitación con mi hermano... Y bueno, no tengo idea si en algún desenfreno tal vez no uso protección y no desee contaminar a su más preciado tesoro... ¿No te había contado nada de eso? O más aún ¿No sentía usted que mi hermano había mostrado demasiada experiencia para ser un hombre con obligado a estar recluido por sus problemas psicológicos? ¿No se había preguntado eso cuando estaba con él?

Shinobu se sintió mareado de repente con lo que le decía ese hombre, de pronto algunas inquietudes que tuvo tenían sentido... Además ¿como ese hombre podría haber sabido esas confidencias?... Era posible que se hubiese dado maña para seguir espiándolos aún si Yoh le hubiese exigido detenerse, tal vez incluso alguien le aviso a el que había ido allá y había deducido el resto, después de todo esa había sido su oficina en algún momento, así que disimulando la curiosidad y el temor que le carcomía por dentro dijo con la voz más calmada que pudo:

-           Si que le dolió mucho que su hermano menor le ande dando órdenes... Además de seguir espiándonos ¡Qué vergüenza!... Usted solo está respirando por la herida y sólo busca formas muy bajas para desquitarse... Tal vez lo mejor es que consiga ayuda antes de que enloquezca... Si no tiene algo mejor que decir... Con su permiso...

-           Takatsuki... ¿Usted sabe quien en verdad es Miyagi Yoh? No es sólo por que no pueda verle el rostro... Hay muchos aspectos de mi hermano que usted no conoce... Y definitivamente no ha sido un hombre que se ha limitado por su escopofobia para explorar su naturaleza humana... Y él tiene un ánimo bastante marcado en ese sentido, se lo digo yo que lo conozco más tiempo que usted... No crea que es todo un santo... Tiene su faceta oscura... Y tengo entendido que usted ya ha recibido una probada de eso ¿Cierto?

El chico se sintió peor cuando esa voz mordaz le hizo recordar lo acontecido esa noche, era imposible no pensar que ese hombre seguía espiándolos, porque ¿Cómo podría saber eso? Lo había manejado de forma discreta, pero... ¿Habría algún espía en su propia casa?... No... Su esposo había sido muy rígido en la selección del personal que le rodeaba incluso en su propio hogar... Se sentía confundido y todo el júbilo que sentía hacia unos momentos se habían esfumado y fueron reemplazados por una angustia que le empezaba a envenenar la confianza que el depositaba en ese hombre a quien amaba... Pero lo que decía ese hombre habían puntos donde él tenía razón e incluso le trajo a recordación ese mensaje anónimo que pensó habia dejado en el olvido... Pero... ¿Era suficiente para instalar la desconfianza en su corazón después de todo lo que había vivido con el hombre que adoraba? ¿Valían tanto las palabras cizañeras de un hombre que le había demostrado ser alguien envenenado contra él?... Debía ser cauto, lo sabía muy bien, la mirada del otro hombre demostraba suficiencia y dio por ganada esa contienda al saber que había instalado la semilla de la duda en ese a quien parecía detestar:

-       Que tenga una buena tarde Takatsuki… Piense en lo que le dije.

Y alejándose del joven confundido ingreso a la recepción del edificio siendo recibida por las recepcionistas las cuales lo recibieron de forma rígida y ambas muy formales mientras el hombre ingresaba sin apenas dirigirles una mirada hasta perderse en el pasillo… Y el jovencito se quedo en el umbral de ese edificio sin saber que pensar… Sintiéndose hundido en una marea de confusión… Tal vez debía preguntarle sobre esas dudas a Miyagi y aunque sabía que su reacción podría no ser la mejor, debía salir de esas dudas.

Notas finales:

Bueno, bueno… Aquí estuvo ese capitulo que paso de la felicidad, a la excitación a la desconfianza, la historia dio varias vueltas… Ahora ¿Cómo reaccionara Miyagi cuando Shinobu le diga sus preocupaciones? ¿Kyosuke tendrá el otro ojo morado?... ¿Sera el final de la terapia de Miyagi para tratar su problema antes de que incluso empiece?... Vamos a ver como Shinobu-chin se las arreglara para entender mejor sobre el pasado de Miyagi, y sobretodo conciliar todas las facetas de ese hombre que aun en verdad no conoce a cabalidad… Hay mas misterios y situaciones que influirán en el futuro de esta pareja… El momento critico se acerca, y están advertidas!!!... Nah, solo disfruten la historia y que me hagan saber su opinión, con eso soy feliz :)

 

Seccion Agradecimientos: Agradezco que aguanten mis retrasos a ustedes mis lectores fieles, y a los lectores fantasma… Ahora menciono con cariño los que quisieron darme un mensaje y me alegraron el corazón: Nana (Anonimo), kaorikusama, Yulianys (Anónimo), okajara chan, Maria-sama, amydoll, LUZYAOI (Anónimo), Fangirl del Yaoi.


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