Una vez en nuestra habitación Malik estaba acomodando mi cama en lo que yo me daba un baño rápido.
Salí secándome el pecho con la toalla y usando solo un pantalón negro para dormir. Malik estaba sentado en la cama cepillando su cabello de forma distraída, se había quitado su short y tenía las piernas algo separadas por lo que alcancé a ver una marca rojiza, un chupón que mi boca había dejado en su muslo interno. Sonreí con arrogancia.
Cuando me hube secado bien colgué mi toalla en el respaldo de mi silla y me senté tras Malik en la cama, él se giró a mirarme un tanto apenado y me dio una bella sonrisa, yo le regresé una sonrisa maliciosa mientras me recostaba en la cama, llevando ambas manos tras la nuca. En este momento agradecí todo el ejercicio que me veía en la obligación de hacer, Malik paseo su mirada por mi pecho y abdomen casi descaradamente, lo que me hizo sonreír aún más.
Como quien no quiere la cosa y, consciente de su insistente mirada, moví mi mano derecha alborotando un poco mis cabellos, luego la bajé por mi cuello y pecho, hasta dejarla reposar en mi vientre bajo, cerca de mí ombligo. Los ojos de Malik no perdieron de vista el recorrido de mi mano, le vi humedecerse los labios y como apretó con fuerza el mango del cepillo en su mano.
A sabiendas de que aun mira mi mano, hago con esta una señal de que se acerque, moviendo mi dedo índice. Colorado, seguramente apenado al saber que le había descubierto, Malik deja su cepillo en la mesita de noche y se acerca a gatas hacia mí.
¡Oh-Dioses! Se ve tan hermoso, tan sensual…
─ ¿sí? ─cuestiona ladeando la cabeza. Sin decir nada repito el gesto con mi mano y el inclina su cabeza más cerca de mi ─ ¿qué pasa?
En ese momento lo tomó de la nuca y lo jaló para unir nuevamente nuestros labios en un ansioso beso que Malik corresponde pocos se segundos después. Mi lengua se adentra ansiosa en su dulce boca, enlazándose con la suya. Malik pone una mano al lado de mi cabeza y la otra en mi pecho para acomodarse mejor, siento que pasa tímidamente una de sus piernas entre las mías. Sonrío entre el beso y con mi mano libre lo atraigo más hacia mí para acomodarlo sobre mi cuerpo.
Sentía que el aire me faltaba ya, pero no quería separarme de su dulce boquita, sin embargo Malik se movió hacia arriba empujándome por el hombro con la mano que antes tenía en mi pecho, su cara estaba colorada y respiraba agitadamente.
─Casi me ahogas, Marik ─se quejó apenado.
─Eres tan tierno, Malik ─le dije acariciándole un poco el cabello mientras con la otra mano lo tomaba de la cadera para acomodarlo mejor sobre mí.
Malik se sentó a horcajadas sobre mi abdomen y se irguió cruzándose de brazos e inflando las mejillas por mi comentario.
─ ¡Oye! ¡Que no soy un niño pequeño! ─se quejó.
Solté la risa ─lo sé Malik… me lo acabas de demostrar allá arriba ─le dije en un sugerente murmullo, Malik se ruborizó ─recuerda que eso se queda entre nosotros Malik, no se lo debes decir a nadie ¿sí?
─Lo sé ─relajó el gesto y se inclinó más hacia mi ─Marik, te quiero ─recostó su pecho en el hueco entre mi hombro y cuello, sentí su bostezo en mi piel.
─Es hora de dormir Malik, mañana habrá que levantarnos temprano a despedir a Ishizu ─dije con pesadez.
Malik emitió un gemido de angustia ante mis palabras, no pude evitar estremecerme ante el melodioso sonido ─ ¿podemos despedirla, desayunar y luego regresar a dormir? ─pidió levantando un poco su rostro.
─Jajaja, si eso quieres ─respondí divertido ─siempre y cuando duermas conmigo Malik ─me acerque a rozar mi nariz con la suya, sabía que le gustaba eso.
─Siiii ─dijo con infantileza entre risas, luego me dio un beso rápido en los labios ─Marik... ¿es malo que yo haga esto? ─preguntó con timidez, refiriéndose al beso.
─No Malik, no es malo ─yo le doy otro beso ─pero hay personas que no lo comprenden, por eso no debes hacerlo frente a otros.
Malik parece pensárselo un poco ─ ¿y por qué a veces Bakura-kun besa a Ryou?
Eso me tomó con la guardia baja ¿los había visto besarse? Me revolví un poco acomodándome mejor entre las almohadas, esto estaba interesante ─ ¿los has visto besarse?
Malik se ruborizó un poco ─bueeeeeno, no exactamente ─yo arqueó una ceja, pidiendo explicación ─bien, a veces, cuando Ryou está muy alegre o cariñoso y se apega mucho a Bakura, él le da besos aquí ─puso su dedo en la comisura de mis labios ─Ryou se apena y mueve su cabeza algo rápido ─deslizo su dedo rozando a penas el costado de mis labios.
─Pequeño, me acabas de contar algo muy interesante ─dije con malicia ─ ¿Y qué hay del enano? ¿Has visto algo parecido con Yami?
─No llames así a Yugi ─se quejó indignado, ni a Ryou ni a Malik les gustaba cuando Bakura y yo llamábamos así al ojón, mini-copia de Yami ─bueno, Yami-san es más delicado en cuanto su trato a Yugi aunque igual de cariñoso ─me cuenta llevándose un dedo a la mejilla ─jamás les he notado ningún gesto más allá de besos en la frente o mejillas y los abrazos, pero definitivamente Yugi es mucho más mimoso y consentido cuando está cerca de Yami-san ─concluye.
─Ya veo ─sonreí ladinamente, esto era información valiosa para molestar a esos dos.
Malik infló los mofletes ─jura que no le dirás nada a Ryou y Yugi ─me pidió ─son mis mejores amigos.
─Está bien Malik ─lo jaló para un nuevo beso.
Al separarnos Malik me mira feliz, con una dulce risa bailando en su boca ─creo que ya deberíamos dormir ─bostezó ligeramente.
─Tienes razón ─apartándolo suavemente de mí, me levanto para apagar las luces, muevo las cortinas para cerrarlas por completo y regresó a la cama donde Malik, de inmediato, se apega a mí, no puedo evitar una sonrisa.
Me acomodó bien, bocarriba y luego lo acomodo más a él. Malik se pone de costado, lleva una de sus piernas entre las mías y las entrelazamos, uno de sus brazos reposa sobre mi abdomen a modo de abrazo y recuesta su rostro en mi pecho, rozándose allí mimosamente antes de depositar un beso justo sobre mi corazón.
Malik es taaaaaaaaan tierno.
─Me gusta mucho dormir contigo ─dice en un adormilado susurro.
─A mí también Malik, me encantaría dormir siempre contigo ─le acarició el cabello, contagiado por sus somnolencia, con mi brazo libre le rodeo la cintura ─y que seas tú lo primero que vea al despertar ─bostecé ─quiero que estés siempre a mi lado, mi ángel ─finalicé casi sin ser consciente de lo que dije, justo antes de caer dormido.
-0-
A la mañana siguiente, los pocos rayos de sol que se colaban por las cortinas fueron insuficientes para despertarme, incluso el sonar del despertador fue ignorado deliberadamente por mí, Malik necesitó sacudirme un rato para que me espabilara de una vez.
─Y eso que era yo el que menos ganas tenia de levantarse hoy ─dijo entre risillas, sentado a mi lado en la cama ─Ohayō* Marik ─me dice con dulzura recostándose en mi pecho, dejando nuestros rostros a centímetros.
─Ohayō Malik ─le respondí ahogando un bostezo con mi mano, que luego lleve a frotarme un ojo. Malik cerró los ojos sonriendo dulcemente ─me encanta que seas lo primero que vea al despertar ─dije sin pensar.
Malik se ruborizó ─dijiste algo como eso anoche, antes de que me durmiera ─murmuró apenado ─como sea, no quiero levantarme de la cama ─ladea la cabeza y me pasa los brazos por el cuello ─pero Ishizu nee-san ya está despierta y creo que preparando el desayuno.
─ ¿Crees?
Se encogió de hombros ─me pareció escuchar ruido de platos abajo, no estoy seguro ─enterró su carita en mi pecho descubierto.
─Oye.
─ ¿Qué? ─pregunta sin levantar la cara
─… ─yo me quedo en silencio hasta que él alza el rostro mirándome interrogante ─ ¿No me darás un beso de buenos días?
Malik parpadeó un par de veces hasta que pareció entender mis palabras, pues se puso sumamente rojo.
─ ¡M-Ma-Marik! ─me reclama avergonzado.
─jajaja ─yo no puedo evitar soltar una carcajada pero aun así estiro el cuello para acercarme más a su boca, en realidad espero ese beso.
─ ¿Es enserio? ─me pregunta aun rojo, yo asiento ─ santo RA ─murmura bajito antes de cerrar los ojos y estampar sus labios contra los míos de manera algo brusca, seguramente por la vergüenza, pero aun así es delicioso.
Cierro mis ojos lentamente disfrutando de la exquisita caricia, juro que a partir de ahora me volvería loco si no pudiera probar su dulce boquita, los labios de Malik son tan suaves, deliciosos y atrayentes, son mi adicción.
─Ahhh esa si es una buena manera de despertar ─digo luego de separarme de su boca, dejando caer mi cabeza en la almohada.
─Bobo ─me dijo en broma, aun apenado ─anda, tienes que levantarte y vestirte, Marik ─me dice pasando levemente sus dedos por mi pecho.
─Pues tú también tienes que cambiarte, Malik ─dije con una mirada lasciva, tomándolo de las caderas, levantando sutilmente mi playera que le cubría por poco los muslos ─estas muy provocativo, lindo ─jugué con él, dándole un guiño.
─Baka* ─Malik se ruborizó, parando el ascenso de mis manos.
─ ¡Eh! ¡Eh! Un poquito de respeto, que yo soy el mayor ─le jalo un poco la mejilla.
Malik rodó los ojos, se levantó de la cama y tomó su ropa del armario y se dirigió al baño a vestirse, yo simplemente tomé una playera blanca que estaba en mi mesita de noche -aprovechando de ver en el reloj que apenas eran las 7 de la mañana- y me la puse, todo sin levantarme de la cama, me acosté bocabajo y cerré los ojos en lo que esperaba a Malik.
A los tres minutos mi pequeño salió del baño vestido con esa sexy ombliguera lila que tanto me gustaba y un pantalón negro que abrazaba sus caderas de forma espectacular, lo miré con un solo ojo entreabierto.
─Estoy listo Marik ─me dijo sentándose en la cama ─oye, no duermas de nuevo ─me sacudió por el hombro ─Maaaarik ¡oki teru*! ─me sacudió con más fuerza ─ ¡Maaaariiiiik! ─me llamó al oído.
Yo no pude ahogar una risilla al sentir su aliento en mi oreja.
Malik torció el gesto, gateó por la cama hasta ponerse a horcajadas en mi espalda baja ─Marik ¡Oki teru! ─me puso las manos en la espalda y rebotó ligeramente para sacudirme, repitió el proceso un par de veces y yo ya estaba perdiendo el control, sintiendo su redondo trasero rozarse insistentemente en mi espalda baja, entonces él cambió de técnica, se inclinó al costado de mi cara y besó mi cuello, mordiéndolo un poco, me estremecí ─ ¿vas a seguir ignorándome, oni-chan? ─me dijo en un sensual susurró a la oreja, deslizando sus manos por mi espalda, casi como un masaje, no pude contener un gemido; él besó mi cuello y pude sentir su sonrisa contra mi cuello.
─ ¡Malik! ─gemí cuando sus labios envolvieron mi oreja, sus manos seguían acariciando mi espalda.
─Estas muy tensó Marik ─seguía murmurándome al oído ─ ¿no te gustaría un masaje? Ummm ─jadeó, acariciando mis omoplatos.
─ ¡si! ─gemí moviendo de lado a lado el cuello, eso se sentía realmente bien, las delicadas manos de Malik eran esplendidas ─y hay muchas otras cosas que quiero contigo, mi ángel.
Malik se ruborizó, lo supe porque sentí el calor de sus mejillas aumentar contra mi piel ─si te portas bien, te levantas y bajamos te prometo que te daré un buen masaje cuando Ishizu-nee se haya ido ─me dijo mientras se acomodaba, recostándose por completo en mi espalda, rodeándome el cuello con sus brazos en cuanto me levante un poco, apoyándome en mis codos.
─ ¿Me estas sobornando? ─ladeé mi cabeza para verlo con una sonrisa maliciosa y una mirada lasciva.
─Digamos que… estoy negociando contigo ─me regresó una sonrisa pícara.
─ ¡RA, que orgullo! ─dije con gracia llevando un dedo a la comisura de mi ojo, como si me limpiara a una lágrima.
Malik rio ─ ¿vamos?
─Pues, no es que esto me moleste, pero contigo así no puedo levantarme ─le recordé que seguía acostado en mí.
Malik se ruborizó y bajó a la cama para luego levantarse y dirigirse a la puerta. Lo seguí de inmediato.
Llegamos al comedor e Ishizu ya estaba lavando su plato, y se dispuso a servirnos el desayuno.
─Buenos días, muchachos.
─Buenos días Ishizu/Nee-san ─le regresamos el saludo, no pude mirarla a la cara después de lo de anoche, alcancé a ver una par de grandes maletas al lado de la puerta.
Malik y yo empezamos a comer nuestro desayuno: huevos, tocino y tostadas, Ishizu se acercó con la frutera llena y la puso en el centro de la mesa.
─Marik ─me llamó en un susurro, yo le miré ─mira ─señaló la frutera, arriba estaba una banana; casi me ahogo con mi comida, Malik se rio, me llevé un dedo a los labios, haciéndole seña de que se callara.
─ ¿Qué les pasa a ustedes dos?
─ ¡No es nada! ─negamos a coro.
─ ¿tienen algún secreto?
Malik le miro y le sonrió con infantileza, tenía la carita más inocente, como de un niño pequeño que no mata ni una mosca, el muy astuto sabía que Ishizu no sospecharía nada de él, hizo un sonido de afirmación mientras asentía ─ ¿cierto? ─canturreó con diversión mirándome.
No pude más que sonreír ─cierto ─Malik rozó su mejilla contra la mía y rio por lo bajo.
Ishizu nos miró extrañada, pero bastó la dulce sonrisa de Malik para que se diera la vuelta y regresara a la cocina. Le di un rápido beso a Malik en la comisura de sus labios y seguimos comiendo tranquilamente en lo que Ishizu volvía a darnos (darme) un millón de indicaciones, hasta que fue a terminar de arreglarse.
Al rato Ishizu bajó de nuevo, usaba un fresco vestido dorado de tirantes y un fajón amarillo, tenía la mitad de su lizo cabello recogido en una media coleta con un broche y calzaba sandalias de color café claro. Llevaba un gran bolso de mano.
Malik y yo cogimos sus maletas y las llevamos hasta la cerca de la entrada cuando el taxi que ella había pedido sonó el claxon.
─No se duerman muy tarde, nada de faltar a clases, hagan sus tareas y pórtense bien ─recitó por enésima vez mientras el conductor metía las maletas en la cajuela ─Marik, cuida bien de Malik ─ohhhh claro que iba a cuidarlo ─no quiero peleas ni discusiones ─dijo con severidad, luego se inclinó un poco frente a mi hermano ─Malik, si Marik te hace algo no dudes en llamarme ¿de acuerdo? ─no pude evitar que mis ojos demostraran la malicia, por supuesto que le haría unas cuantas cosas a Malik.
─Está bien nee-san ¡Pero no tienes de que preocuparte! ─afirmó enganchándose a mi brazo derecho ─ ¡Marik-nii es muy bueno conmigo, él me cuida! Estaremos bien ─Ishizu asintió y se subió al vehículo ─dale un abrazo a Odion-nii de mi parte ─despidió moviendo la mano.
─Ten cuidado, hermana ─Ishizu asintió a los dos y agitó su mano despidiéndose cuando el auto avanzó.
Esperamos a que el taxi saliera de nuestra vista antes de regresar a la casa, Malik se estiró ─ ¿podemos regresar a la cama, Marik?
─Si Malik, vamos ─le tomé de la mano para subir las escaleras ─creo que me debes un masaje ¿sabes?
─Como gustes, ya verás cómo te relajas ─dijo con orgullo levantando el mentón.
─Si es como lo hiciste más temprano no dudo que se sentirá muy bien ─le dije tomándole el rostro con una mano, pasando mi dedo pulgar por sus labios, que Malik separó un poco dejándome sentir su tibio aliento y la humedad de su lengua.
Malik se sonrojó y se soltó de mi mano para seguir hacia nuestra habitación.
Cerré la puerta tras de mí y encendí el aire acondicionado mientras Malik entraba al baño, me tiré de regreso en la cama -que ni me había tomado la molestia de arreglar- dejando las sabanas a un lado para cubrirnos más luego.
Escuché cuando Malik salió del baño con algo en manos y vino a sentarse a mi lado, me acarició el cabello con suavidad, inclinándose a dejar un beso en mi mejilla.
─Anda, tienes que quitarte la remera ─me indica mi niño, abrí los ojos para darle una mirada lasciva y Malik rodó los ojos. Me senté en la cama y me retiré lentamente la prenda, alboroté mis cabellos mientras arrojaba la camisa a alguna parte de la habitación, noté con diversión como la sombra rojiza en sus mejillas. Malik se inclinó a depositar un par de besos en mi pecho, luego subió a rozar rápidamente mis labios ─acuéstate ─me empujó para tumbarme en la cama.
─Como digas.
Me di la vuelta y Malik volvió a ponerse a horcajadas en mi espalda ─ahora solo relájate ─me dijo al oído, al instante sentí sus manos recorrer mis espalda, esparciendo algo que parecía una crema o aceite y que tenía un agradable olor a canela, inhalé profundo y relajé el cuerpo lo más posible mientras sentía las manos de mi angelito acariciar toda la zona, no pude evitar soltar unos suspiros de gusto, que bien se sentía ─estas algo tenso, Marik ─dijo masajeando con algo más de firmeza mis hombros.
─Debe ser por los entrenamientos ─comenté ─hmmm ─jadeé sintiendo el agradable masaje y como mis músculos se relajaban.
─Pobre nii-chan ─se inclinó para hablarme dulcemente al oído ─últimamente te has estado esforzando mucho más en tus practicas Marik… mereces que te consientan un ratito ─murmuró depositando unos cuantos besos en mi mejilla y alrededor de mi oreja ─ ¿Te gusta, Marik? ¿Se siente bien? ─preguntó moviendo sus manos por el inicio de mis brazos y de regreso a mi espalda.
─Siii ─digo algo atontado por la agradable sensación ─que bueno eres con esto, Malik.
─Me alegra poder hacerte sentir bien, Marik ─bajó hasta la mitad de mi espalda y se movió otro poco hacía atrás para seguir con mi espalda baja.
Malik empezó con una serie de ligeros y rápidos golpes con las manos empuñadas ─Mmmm ahhh Malik ─sentí que Malik se estremecía sobre mi ─ ¿pasa algo?
─Cu-cuando hablas así… me-me da escalofríos ─murmuró con algo de vergüenza en su voz, sonreí con arrogancia ¿mi voz lo excitaba?
Malik siguió con el espléndido masaje un rato más, de vez en cuando se inclinaba a darme unos cuantos besos, para ese momento me tenía sumamente adormilado, me sentía de maravilla. Finalmente mi hermanito bajó de mi espalda al colchón, lo sentí arrodillarse a mi lado, ni los ojos pude abrir de la somnolencia ─Malik ─le llamé.
─ ¿Te ha gustado eso Marik? ─me habla al oído ─ ¿se ha sentido bien?
─Se ha sentido de lo mejor, gracias mi dulce ángel ─digo revolviéndome en cama para ponerme de perfil, jalando a tientas las mantas ─ven, acomódate y regresemos a dormir, Malik ─ Escuché sus dulces risitas y como se movía para acurrucarse en mí, nos cubrí a ambos pues ya empezaba a sentirse el frío ─ ¿estás bien así?
─Si ─puso una mano en mi pecho ─aunque por ahora con tu calor me basta, Marik ─me dio unos deliciosos besos en el cuello.
─Mi niño ─bostecé antes de volverme a dormir, sentí como la respiración de Malik se atenuaba también, perdí la consciencia entre sus dulces besos.
…
-0-
Más o menos, pasadas las diez de la mañana, el sonido de un zumbido interrumpió mi sueño; abrí los ojos para saber de qué se trataba y callarlo antes de que despertara a Malik, me tuve que frotar los ojos pues tenía tanta pereza que se me nublaba la vista, a mi lado en la mesita de noche, mi móvil vibraba, lo tomé y conteste sin mirar siquiera el número, no fuera a ser Ishizu y armara todo un escándalo porque no le cogiera le móvil.
─ ¿Mochi, mochi? ─contesto sin ocultar mi somnolencia, pero en voz algo baja, sintiendo a Malik totalmente apegado a mi.
─ ¡Hey Marik! ─escuche una conocida voz de chico en la línea.
─ ¿Bakura?
─ ¿A quién esperabas? ¿A Yami? ─me pregunta con burla.
─Si claro ─rodé los ojos ─ ¿Qué pasa?
─Pero si fuiste tú el que me llamó anoche ─me reclama, ni siquiera me acordaba de eso ─ ¿Qué te pasa? ¿Interrumpí la siesta de media mañana? ─dice con burla.
─Pues más o menos, colega ─Bakura emitió un sonido de incertidumbre ─me tocó levantarme temprano a despedir a Ishizu que se iba al aeropuerto, por lo que Malik y yo regresamos a dormir otro poco.
─ ¿Su hermana se fue? ¿Significa que están solos en casa? ─consultó mi amigo, respondí afirmativamente con un sonido de mi garganta ─pues queda perfecto ¡vamos a reunirnos en tu casa!
─ ¿Disculpa? ─pretendí sonar indignado.
─Estuve hablando con Valon y los otros más temprano, queremos reunirnos y echar algún partido solo por diversión ─me informa ─ además Ryou, Yugi y Joey también querían reunirse, creo que estuvieron llamando a Malik ─supuse que el teléfono debió de haber sonado mientras estábamos dormidos ─ ¿Por qué no vamos al rio ese que queda por su casa? Podemos nadar un rato.
─No pues, gracias por consultarlo conmigo ─dije irónico ─veo que ya lo tienes todo organizado.
─Oh vamos Marik, no seas aburrido ¿Qué dices?
─ ¿Pues ya qué? ─dije llevando mi mano libre a la cabellera de Malik, acariciándole con suavidad.
─ ¡Estupendo! Pues ves desperezándote y despertando a Malik que llamó a la pandilla y nos vemos allá como en dos horas, bro.
─Espera hay Fluffy ─gruñó fuertemente, sabia cuanto odiaba que le llamaran así ─ ¿Qué estuviste haciendo ayer, eh? ─Bakura gagueo un poco ─Te estuve llamando pero no contestabas y Malik me comentó que Ryou le había dicho que tú y él iban a hacer algo.
─ ¡Keh! So-solo fuimos a-a… ver una película, por eso no te cogía el móvil ─no sonaba muy convencido.
─Aja ─dije suspicaz ─bueno, será creerte ─escuché un sonido de reclamo ─bien, los veré en un par de horas, Baku. Bye.
─Si, nos vemos, Ja na ─colgó.
Bloqueé mi móvil y lo puse de regreso en mi mesita de noche, moviéndome para apegar a Malik más cerca de mí, la habitación ya estaba algo fría. Aún tenemos bastante tiempo antes de prepararnos para reunirnos con la pandilla, no despertaría a mi niño todavía.
─Marik ─o esa había sido mi intención.
─Oh, ¿te desperté, Malik? ─pregunté en voz baja.
Malik alzó el rostro para mirarme, se le veía adormilado, me sonrió ─no Marik ─acercó su linda carita a mi ─buenos días, otra vez ─dijo entre risas antes de darme un beso en los labios.
─Hola otra vez, mi niño ─acaricié con mi nariz su mejilla en cuanto se separó de mi boca.
─Me pareció oír tu vos ¿con quién hablabas? ─me preguntó acariciándome el cabello, justo tras la oreja… que bien se sentía eso.
─Me llamó el torpe de Fluffy ─le dije ─parece ser que la pandilla viene para acá en dos horas.
─ ¿Enserio? ─consultó emocionado ─ ¿Ryou, Yugi y los demás también? ─Yo asentí ─ ¿Y eso?
─Nos vamos al rio ─le conté ─vamos a jugar un partido amistoso y quizá a nadar un rato.
─ ¡Genial! ─dijo emocionado ─ ¿en dos horas, dijiste? Aún tenemos mucho tiempo ─bostezó tiernamente y luego se acurrucó a mi costado ─hace algo de frío ya.
Sonreí de lado ─ ¿tienes frío, pequeño? ¿Quieres que te de calor? ─le murmuré al oído, sentí un estremecimiento por su parte. Malik me miró ladeando el rostro con curiosidad, lo tomé del hombro para ponerlo bocarriba y encimarme lentamente sobre él -aun con las mantas encima-, Malik pareció captar el doble sentido de mis palabras después de eso pues sus mejillas se colorearon.
─M-Marik ─me llamó avergonzado. Le acaricié el rostro con la punta de mis dedos lentamente, bajé por su cuello mientras empezaba a besar sus mejillas. Lo escuché suspirar y una de sus manos se aferró a mi espalda. Bajé mis besos por su cuello, olía tan bien, adoraba su aroma; me entretuve un rato allí sintiendo a Malik temblar bajo mi cuerpo y sus dulces gemidos, parecía que su cuello era algo sensible ─Nnhhhh Mmmmm ahhhh Ma-Marik awww.
─ ¿Te gusta, Malik? ─mi niño asintió, tenía los ojos cerrado ─ahora es mi turno de hacerte sentir bien, mi ángel ─di una lamida a todo el largo de su cuello, sacándole un alto gemido.
─ ¡Marik! ─gimió mi nombre cuando, esta vez, le di un suave mordisco, bajé mis dedos hasta su pecho para apretar un poco su pezón.
─ ¿Aun tienes frío, Malik? ─pregunté burlón.
─No ─me respondió como jadeó ─sigue, ahhhh ─sip, definitivamente su cuello era un punto sensible.
─ ¿Te gusta que te bese el cuello? ─pregunté, besando el lóbulo de su oreja mientras mi mano levantaba su ombliguera.
─Me-me gusta cuando pasas tu lengua ─repetí esa acción ─awww, se siente muy, muy bien.
Sonreí de forma maliciosa inconscientemente siguiendo con auto-impuesta tarea de explotar el punto sensible en su cuello, encantado con sus bellos gemidos, eran toda una melodía para mis oídos.
Acaricié con mis manos su vientre, pasando mi boca al otro lado de su cuello. Malik separó más sus piernas, flexionándolas para rodear mis caderas, ahora sus dos manos se aferraban a mi espalda, bajando y arañándome ligeramente, podía sentir el camino -seguramente enrojecido- que dejaba con esa exquisita caricia, me encantaba.
Mordí su cuello mientras acariciaba el costado de su torso, Malik se arqueó echando la cabeza hacia atrás y apegando su cuerpo al mío, rozándose contra mí de una manera muy sensual. Malik era tan jodidamente sexy.
─ ¡Moooo Marik! ─Malik empezó a rozarse constantemente contra mí, alzando el rostro para besarme el rostro.
─Te quiero mi bello ángel ─jadeé antes de tomar sus labios, colé mi lengua entre sus labios para probar la miel de su boca, enrollándola con su lengua. Malik subió sus manos para enredarlas en mi pelo, moviendo su boca tímidamente, invitándome a cambiar constantemente el ángulo del beso, de forma ciertamente excitante.
─ahhh ahhh, yo también te quiero mucho Marik ─me respondió con la respiración agitada cuando cortamos el beso… mi demonio ─dijo con timidez y algo retraído.
No pude evitar soltar una risa, nuestra hermana suele decirme así cuando hago travesuras, lo mismo que los profesores cuando los chicos y yo hacemos de las nuestras en el colegio; sin embargo la forma en como lo decía Malik, tierno y algo apenado, era simplemente encantadora, de hecho me gustaba que me llamara así.
─Eso me gusta Malik, podrías llamarme así más seguido mi niño.
Malik parpadeó un par de veces ante mi comentario, luego me ofreció una dulce sonrisa con los ojos cerrados.
Mi hermanito soltó unas dulces risillas, enrollándome las manos al cuello, abrazándome ─ ¡Te quiero, mi demonio! ─me dijo entre risas, dándome muchos besos en las mejillas.
Entre risas, rodé en la cama para acostarlo sobre mi cuerpo ─dime ¿ya no tienes más frio? ─pregunté a modo de broma, intentando aligerar el ambiente antes de que las cosas se me fueran de las manos, aun no era el momento indicado y además nuestros amigos vendrían en un rato.
Malik me miró apenado, ligeramente ruborizado pero asintió y se acurrucó en mi pecho, dejando unos pocos besos en mis pectorales, haciendo que se me erizara la piel. Llevé una de mis manos tras la nuca, acomodándome, mientras la otra la llevaba al cabello de mi hermanito, acariciándolo de regreso.
-o-
Malik y yo estábamos en nuestra habitación guardando nuestros trajes de baño en una mochila, ya luego de haber almorzado -una deliciosa comida, que por cierto había preparado Malik-
El timbre de la casa resonó.
─Deben ser los chicos ─dijo Malik con emoción ─yo voy ─salió rápidamente de la habitación para ir a la primera planta, yo solo negué con la cabeza mientras metía un par de toallas y algo de ropa de cada quien. Al minuto o así Malik regreso al cuarto seguido de dos albinos.
─Buenas tardes ─saludó el menor de los recién llegados, Ryou, unos de los mejores amigos de mi hermano.
─Hey Marik ─ me saludó el mayor, Bakura, uno de mis compañeros más cercanos, podría decir que es mi mejor amigo.
─ ¿Qué hay Baku? ─regresé correspondiendo a su choque de puños, una vez se sentó a mi lado en mi cama, Malik se sentó con Ryou en su cama ─ ¿Y los demás?
─Yugi y Duke me mandaron un mensaje, llegan enseguida ─respondió Ryou.
─Seto, Valon y Joey se demoran un poco más, como sabes Seto siempre es jodido para ponerse de acuerdo con Valon ─dijo burlesco. Ambos reímos por lo bajo.
Malik y Ryou se miraron entre sí ─Yo no entiendo por qué esos dos siempre se la pasan peleando ─comentó Ryou ladeando la cabeza.
─Cierto ─apoyó mi hermano imitando el gesto ─y es diferente de cuando Seto-kun y Joey discuten.
─Pequeños par de ingenuos ─dijo Bakura, con cierta ternura en su voz -todos sabemos que Ryou es su debilidad, no puede hablarle mal aunque quiera- encogiéndose de hombros ─las discusiones de Joey y Seto son una tontería para llamar la atención del otro ─estableció lo obvio.
─Por otro lado Valón y Seto se la pasan peleándose por la atención de Joey.
─Pero a Joey le gusta Seto ─declaró Malik como si nada, Bakura y yo nos sorprendimos, más porque Ryou apoyó sus palabras ¿ellos lo sabían? ─Valon-kun debería dejar de meterse en eso.
─Si, bueno, hasta que el gato amargado de Kaiba no se decida por decirle al perro que siente lo mismo, creo que va a tener a Valon dándole lata por un buen rato ─dijo mi colega.
─No llamen perro a Joey ─nos regañaron ambos con diversión, por mucho que quisieran defender a su amigo hasta a ellos les causaba risa ese apodo.
─ ¿Vamos a jugar? ─le pidió mi hermano a Ryou.
─ ¡Sí! ─aceptó el pequeño albino dando una palmada, Malik se levantó y le tendió una mano a Ryou, él se la tomó, levantándose también y ambos salieron corriendo de la habitación. Bakura y yo suspiramos ante el infantil comportamiento de esos dos.
─ ¿Y quién se supone que trae la pelota?
─La traje yo, bro. Esta abajo con mi mochila.
─Genial ¿te apetece algo de tomar? ─me levanté de mi cama con mi mochila en mano para bajar a la cocina.
─Claro.
-
Bakura y yo estábamos en la sala, viendo un partido en la tele mientras Ryou y Malik jugaban a las escondidas por toda la casa, al poco rato escuchamos el timbre sonar junto con una vocecita muy suave. Malik salió de la cocina, de donde se estaba escondiendo mientras Ryou bajó por la escalera, pues lo estaba buscando en la segunda planta.
─ ¡Ese es Yugi! ─dijeron a la vez emocionados mientras corrían hacia la puerta.
─Nunca entenderé ese amor que tienen con el enano-ojón ─le dije a mi amigo mientras nos levantamos.
─Estamos en las misma ─me dijo encogiéndose de hombros.
─ ¡Hola Yugi, Duke! ─saludaron nuestros chicos.
─Hola chicos ─el enano de ojos violetas se abrazó con nuestros hermanos; el de ojos verdes, Duke, los saludó más tranquilamente.
─Hola ─nos saludaron Yami y Tristán.
─ ¿Qué tal? ─saludamos de regreso con un gesto propio nuestro.
─ ¿Vamos tirando para allá, o qué? ─pregunta Tristán.
─ ¿Qué pasa con Joey, Seto-kun y Valon-kun? ─pregunta mi hermanito.
─Joey me llamó, me dijo que llegan directamente al rio ─informó Tristán.
─Pues vale, andando ─afirmó Bakura.
Ryou tomó el maletín que había traído Bakura y Malik el nuestro, ambos estaban en el suelo. Bakura y yo las tomamos enseguida, Malik tomó las llaves y todos salimos de la casa con dirección al rio.
En el camino Malik iba charlando y riendo con Ryou y Yugi, mientras Yami, Tristán, Duke, Bakura y yo veníamos bromeando unos pasos más atrás.
Más o menos a los diez minutos de camino llegamos al lugar.
El rio no era demasiado profundo, alrededor de metro y medio con tres metros de ancho, y se alargaba un montón. Sus aguas eran sumamente transparentes, dejaban ver claramente las rocas que cubrían el fondo y los pocos peces que se paseaban de vez en cuando por allí. En los alrededores había varios árboles grandes y frondosos que daban sombra al lugar y ayudaban a que la brisa refrescara, moviendo ligeramente el césped y las múltiples flores que cubrían el suelo.
El clima estaba perfecto, los suaves rayos del sol y pocas nubes que adornaban el cielo azul. Un excelente escenario para pasar un buen día entre amigos.
Los chicos se encargaron de acomodar las cosas cerca de unos árboles mientras Bakura, Yami, Tristán y yo movíamos unas rocas para simular las porterías.
─ ¡Yujuuu, minna*! ─la chillona voz de Joey nos hizo saber cuándo él, Seto y Valon llegaron.
─ ¡Joey! ¡Por aquí! ─lo llamaron Malik y Yugi, agitando sus manos en alto.
─ ¡Bien, parece que ya estamos completos! ¡Qué comience el partido! ─dijo Tristán con emoción, elevando un brazo con la mano empuñada.
─ ¡Sí! ─le coreamos los demás.
Continuará…