Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Suck por Room 13943

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Hola chicos.

Aquí yo con otro One-Shot y esta vez de una pareja que personalmente me gusta bastante, que es DavidxD, del juego RPG Maker The Crooked Man (El Hombre Torcido), que jugué hace muucho tiempo y que ahora vuelvo a ver. 

Decidí hacer un PwP (Plot? What plot?/ ¿Trama? ¿Qué trama?) porque me apetecía hacer algo diferente y, la verdad es que, no he encontrado muchos PwP en la página. Así que aquí está mi grano de arena

Probablemente haga otro fanfic de esta pareja, un multichapter ^^, ya que en serio la amo.

Espero les guste mi One-Shot calenturiento.

Besos♥

12:42 p.m. Salón de Cómputo.

 

Algo pasaba.

Algo pasaba en las computadoras de hasta atrás. Las últimas, las que casi nunca servían.

Y ese "algo pasaba" prefería ser ignorado por, absolutamente,  todos los presentes en la clase. Hasta la maestra se hacía de la vista gorda. ¿Qué se podía hacer con ese algo? Nada.

Completamente nada. Sólo dejar continuar y ya.

Pero, ¿qué era ese algo

Para empeza, estaba pasando entre dos chicos, dos chicos bien queridos por todos; David, el rubio de ojos celestes, siempre tan amable y apoyando a todos en lo que pudiera. Y el otro era D, o así se hacía llamar. Era alguien... problemático y muy distraido. Iba fatal en los exámenes.

Segundo, ¿por qué hacerlo en mitad de una clase? Era un enigma. Existía el baño en el descanzo, los cuales estaban más vacíos que un cementerio de personas aun vivas. 

Tercero, ¿no podían callar los sonidos? Sí. No se escuchaba tan alto, pues las conputadoras estaban bien aisladas pero, ¿y las personas que estaban cerca de ellos? En efecto, lo oían todo y bien se podría decir que uno u otro se puso cachondo ante tales ruidos obsenos.

¿Qué pasaba?

Puede que ya te hayas dado cuenta, y sino, será mejor que te enteres rápidamente.

D, el problemático estaba, nada más y nada menos, que haciéndole una buena mamada a David, el amable y caritativo.

D retenía con sus temblorosas manos el enorme pene de su amigo - si se le seguían podiendo catalogar así -, mientras que las movía de arriba hacia abajo en un ritmo lento que perfectamente sabía que agradaba a David. ¿Y cómo era conocedor de eso? No era la primera vez que hacían aquello en una clase, pero si que era la primera vez en donde lograban que alguien más se dieran cuenta de sus actos morbosos.

El sonido que producían sus manos en contacto con el pene erecto humedo por el presemen era, de una manera sencilla, tan obseno que podría poner caliente a quien fuera. Pero sobre todo a David, que no sólo lo escuchaba, sino también lo sentía. 

—D...— jadeó en voz baja. El chico pelirrojo volteó hacia arriba para ver, con sus ojos brillosos y su cara sonrojada, a aquel que lo había llamado de una manera tan excitante sin dejar de hacer su trabajo— ¿Por qué no usas tu boca?

La voz, el tono, con la que había dicho aquellas seis palabras su amante, su David, hubiera sido suficiente para que se corriera en el acto aún con los malditos pantalones ajustados puestos.

—Como digas—susurró D. Su lado sumiso sólo salía en estas ocasiones. Situaciones especiales. Como cuando estaban en la cama. Ahí D era todo una perra sadomasoquista, rogando por más. Más duro. Más fuerte. Más, más y más hasta que se cansaba.

D se quitó unos mechones rebeldes de su rostro y, con sus manos puestas en la base de aquel falo, introdujo la verga de David en su boca, sacándole un gemido inaudible a éste último. 

David sentía que estaba en el puto paraíso cada vez de D usaba su boca y su lengua para los trabajos manueales. Y otra cosa que mostraba perfectamente el lado sadomasoquista del pelirrojo era que le encantaba que el rubio llevará el ritmo de la mamada, uno frenetico a tal grado de que parecía que le estuviera follando la boca. Y estar en un aula de trabajo no era la excepción para que eso pasara. 

El rubio tomó el cabello de D con fuerza, casi jalandolo, haciendo que gimiera y comenzó a imponer aquel ritmo que tanto agradaba a los dos.

La lengua del pelirrojo eran tan humena y cálida que David creía no poder aguantar más. De vez en en cuando D usaba su dientes para causar mayor placer al contrario, sacando de su garganta uno que otro gemido quedo o jadeo desenfrenado.

—Haa... D... Me voy a venir— le susurró David. D asintió y, ahora sin el ritmo impuesto, aceleró el vaivén hasta que pudó sentir como el cuerpo de su contrario temblaba y su boca era llenada de un líquido espeso, blancuzco y con un sabor amargo que tanto amaba—. D, tú también estás tan duro...

—Ahh...— gimió. David hacía movimientos circulares en aquel bulto aprisionado por encima de la tela. 

Sonriendo de lado, David sacó el pene al aire de D y, rápodamente, mandando las manos al carajo, introdujo la verga del pelirrojo a su boca. Éste gimió tan alto que algunos se movieron de sus lugares incómodos, por lo tanto tapó su boca con ambas manos.

David sonrió y comenzó a moverse freneticamente. 

D temblaba, jadeaba, gemía, se estremecía y llamaba, en su mente, a David. Deseaba tanto de que el rubio lo follara ahí mismo, pero eso sería imposible, tendría que esperar hasta la casa y era por eso, la impaciencia, que estaba sucediendo todo esto.

Cuando David se dió cuenta que D estaba a punto de correrse en su boca, lamió el glande, haciendo que se viniera antes de tiempo. Tragó todo aquel líquido, saboreándolo y pasando su lengua sobre sus labios mientras dirigía a su amante una mirada obsena.

D sonrió y, acto seguido, ambos se besaron combinando el sabor del semen y de la saliva contraria.

—Tranquilo, D— le susurró David al oído—. Una vez que estemos en la casa te follaré tan duro que no podrás moverte.

—Por favor, hazlo, David— le respondió D, seductoramente.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).