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Cambio de Corazón por Yami Red eyes

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Notas del capitulo:

Hola, Hola!!!

 

Llega el capítulo 10.

Algunas de las escenas "censuradas" las pondré en notas del capitulo o notas finales, como el secuestro de los Yus al final del capi 9.

Para quienes no saben como son los personajes, les dejo el link de sus diseños:

Kiryu Kyosuke, Mai Valentine, Tea Gardner, Yuto, Yugo, Yuri, Vector, Kaito, Adrian, Sora, Edo

 

 

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 .......

 

 

"No juzgues a un libro por su portada"

 

 

Capítulo 10.-Objetivo

 

 

Japón 17 años antes.

 

 

Dos pequeños niños de rasgos casi idénticos jugaban entre la naturaleza del popular bosque de Aokigahara. El bosque era asociado con demonios, y según la mitología japonesa, era un lugar maldito. Debido a esto el turismo había sido limitado únicamente a zonas vigiladas, y aunque no estaba prohibido adentrarse al bosque, se podían apreciar numerosas señales de advertencia en varios idiomas para ayudar a las personas que pensaban en suicidarse, a buscar ayuda de familiares antes de dejarlo todo.

Jaden Yuki y Haou Yuki, dos niños de escasos seis años se adentraron a dicho lugar sin vigilancia. Habían escapado de la vista de sus padres ya que odiaban verlos pelear— que era la mayoría del tiempo—, los adultos ni siquiera se percataron de la ausencia de los infantes, por lo que los pequeños no midieron lo peligros que podía haber y se perdieron en el bosque ya entrada la noche.

—Jaden, tengo miedo. —se agarró al brazo de su hermano mayor.

—No pasa nada, hay mucho menos cosas que den miedo que papá y mamá gritando.

Haou siempre sentía protección al lado de su hermano. Desde que podía recordar, Jaden era su héroe, el valeroso, el que siempre lo defendía, quién lo consolaba, quien cuidaba de él y lo amaba, siempre regalándole esa ancha sonrisa que le indicaba que no pasaba nada grave. De todas las pocas personas que llenaban su infante mundo, Jaden era la más importante, ya que de no ser por él, Haou hubiera crecido en un mundo de odio y peleas de parte de sus dos padres.

Los gemelos se adentraron al bosque, sus ojos podían guiarse debido a todas las luces de los espíritus que rondaban en el bosque. Era normal para ellos y no sentían miedo al presenciar ese espectáculo casi mágico que adornaba la naturaleza. Si Haou se asustaba con alguna criatura o silueta desconocida, Jaden se adelantaba un paso a manera de escudo y trataba de ahuyentar al ente o ser vivo que osara intimidar a su amado hermanito.

Muchos eventos desagradables habían tenido lugar durante su corta vida —transcurridos dentro de su propio núcleo familiar—sin embargo, gracias a esa poderosa unión de hermanos, lograron superarlos todos. Porque eran un gran equipo que podía encarar casi cualquier golpe de la vida sin traumas aparentes.

Juntos.

Esa vez ya era demasiado tarde como para regresar del bosque, estaban perdidos y aunque pidieran indicaciones a los traviesos espíritus del bosque maldito, el cansancio simplemente no los dejaría avanzar.

Tuvieron suerte, dos pequeños espíritus los guiaron hacia una cueva que los protegía del frío de la noche, se refugiaron ahí donde durmieron abrazados para combatir la incertidumbre y conservar el calor. Gracias a los espíritus que los guiaban, siempre podían regresar a salvo a lo que ellos conocían como su “hogar”, por la mañana volverían a sus padres.

 

—Jaden. ¿Por qué papá y mamá siempre pelean?

—Mmm, no lo sé. Quizás son cosas de adultos como mamá siempre dice. —Haou hundió la cabeza en los brazos de su hermano.

—Yo no quiero que seamos así de grandes. —los ojitos dorados entristecieron.

—Haou. —Jaden lo separó un poco para poder juntar sus frentes.—No lo seremos, nosotros no pelearemos nunca de esa manera, debemos tratar de solucionar las cosas de otro modo para no ser así.

—Pero tengo miedo.

—Tranquilo, yo estoy aquí y nunca te dejaré por nada ni por nadie. —besó dulcemente su frente. Le había dado a Haou todo el valor y esperanza que necesitaba.

—Te amo Jaden. Quiero estar contigo para siempre.

—También te amo Haou, siempre estaremos unidos.

 

 

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Alemania. Un año después.

 

—¿Por qué no peleas la custodia del otro gemelo? —reclamo un hombre alto con porte elegante, de barba corta y bigote espeso azabache, ojos pequeños color avellana, tez apiñonada con el cabello algo crecido hasta los hombros pero bien cuidado.

—Cariño, tú fuiste testigo de que el juez solo me dejó a Haou. Así está bien. Que su padre también se haga responsable.

—No me interesa el padre, me interesa el otro niño también. Yo puedo mantenerlo.

La mujer ladeó los ojos, no quería entrar en un nuevo conflicto con el verdadero padre por Jaden y menos comenzar con su nuevo amor peleando, cosa que no le convenía.

—Después tendremos nuestros propios hijos mi amor. Ten paciencia.

—¿Gemelos?

—Esos genes son muy problemáticos, pero si quieres, los tendremos corazón.

—Al contrario, son genes maravillosos. Por eso te amo cielo mío, anhelo ese día en el que me des esos niños.

 

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Cuarto secreto.

 

Los ojos dorados se abrieron aterrorizados, todo su sistema se paralizó en un mísero segundo, la piel de Haou se puso morada y tembló entre terribles escalofríos al presenciar lo que moraba dentro de aquella fría habitación de ese cuarto secreto.

Era una especie de laboratorio personalizado, tubos de ensayo, probetas, calibradores de sustancias, máquinas desconocidas, computadoras encendidas, numerosos especímenes y teorías en pizarrones blancos; eran el cuadro más normal que los científicos acostumbraban a ver salidos de revistas del tema; sin embargo, aquellas investigaciones que ocultaban en aquel lujo soberbio de la mansión, tenía un toque retorcido ya que el piso estaba manchado de sangre y los científicos parecían forzados a hacer su trabajo. Pero lo que realmente lo dejó petrificado era lo que estaba sobre la mesa de operaciones y en un tanque de agua púrpura.

Un chico de su edad —aparentemente—, de cabello rebelde peli-turquesa, piel blanca y ojos naranja eléctrico, se retorcía de dolor debido a las sobredosis de choques eléctricos que los científicos descargaban sobre su pequeño cuerpo y anotaban las reacciones en sus tablas de trabajo. Dentro del tanque de agua, otro chico peli turquesa —igual al de la mesa—, flotaba apaciblemente dentro del líquido, su respiración proporcionada por una máscara de oxígeno era monitoreada por otro científico, mientras que otro inyectaba pequeñas dosis de una sustancia ámbar a pequeñas mangueras conectadas a sus brazos. En una pequeña pantallita cerca de la computadora de control se leía “Proyecto Yubel”. 

Haou Yuki quedó en shock, todo su sistema se paralizó y su cerebro se estaba reiniciando de la impresión.

El pequeño espíritu que también veía esa clase de torturas no parecía impresionado, de repente alzó una oreja y miró a Haou alarmado haciéndole señas de peligro ya que alguien se acercaba a él.

Pero Haou no había salido todavía de la impresión, su estado estático no le ayudó a mirar a la pequeña criatura para ocultarse y ponerse a salvo.

Entonces fue demasiado tarde cuando su padrastro lo tomó fuertemente del brazo derecho para hacerlo reaccionar. Los ojos dorados se contrajeron del terror al haber sido descubierto.

—Oh, Un gatito curioso…

 

 

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Isla de Man. Actualidad.

09:00 am

 

El tiempo comenzaba a ser desesperante para Jaden, a su nuevo amigo no se le había ocurrido otra cosa mejor que ir en una carreta jalada por un burro, donde el jinete campesino  llevaba cajas de manzanas para el pueblo, De acuerdo con las palabras de Anderson, era para que disfrutaran de la belleza de los campos que poseía la isla.

 

Esto no puede ser…—se quejaba internamente el castaño, aburrido por la lentitud.—¿Cuándo llegaremos a la embajada?

 

Pero Jesse estaba disfrutándolo mucho, estaba recostado sobre las cajas y gozaba del momento a solas con Jaden. Miraba su espalda—ya que el diseñador estaba sentado en la orilla de la carreta—; contempló su cabello, las partes visibles de su piel, su postura y la buena vibra que emanaba.

Era el mejor ser que se había encontrado en toda su vida, o eso percibía de su aura y sería solo para él.

—Japón debe ser excepcional, he leído muchas cosas positivas de ahí, de la disciplina, el amor a su naturaleza, el respeto a sus antepasados, sus excentricidades,…

Jaden estaba muy distraído como para prestarle atención al chico peli-turquesa, pensaba profundamente en lo que estaría haciendo Yusei en ese momento.

—¡Jaden!

—¡¿Eh?!—salió del trance. Esos momentos de ausencia le molestaban al Anderson de sobremanera.

El chico de ojos jade se incorporó, después tomo una mano del japonés y la besó suavemente; eso provocó que las mejillas del diseñador se encendieran.

—No te preocupes Jay, llegaremos a la embajada y tu familia podrá estar tranquila. Pero escúchame bien, trata siempre de disfrutar cada momento que te regala la vida. Cada instante es importante Jaden. Preocuparse no sirve de nada, a veces se soluciona todo de una forma tan sencilla que la frustración queda de más. Recuerda, siempre hay un medio.

Jesse le guiñó un ojo. Hablaba con una seguridad admirable. Y su manera de ver la vida lo llenaba de esperanza; Jaden sonrió anchamente y se rascó la cabeza apenado.

—Tienes razón.

Jaden no era así, las recriminaciones de Yusei lo habían orillado a preocuparse por cada una de sus acciones, sobre todo el avisarle dónde estaba y con quién.

Jesse acarició una mejilla del diseñador y le habló sensualmente.

—Que nada apague tu luz.

La atracción con ese chico era inevitable para Anderson, poco a poco comenzó a acercar su rostro con el del diseñador, este abrió grandes los ojos y se quedó inmóvil, su mente no reaccionó ya que no esperaba que lo fuera a besar.

Y así pasó, Jesse besó a Jaden con una apasionante ternura, con los ojos cerrados para sentir el contacto más profundo, en un cenit de amor inquebrantable al cual se había aferrado desde que lo vio; mientras las castañas orbes quedaban en shock.

Jesse le sonrió en cuanto finalizó el gesto vehemente al separarse lentamente. El diseñador solo pudo cubrirse la boca con el dorso de la mano.

—¡Jesse! ¿Por qué?

Jesse solo le sonrió, pero no pudo responder nada ya que en ese momento la carreta se detuvo de golpe y el castaño casi pierde el equilibrio.

Inmediatamente viraron sus cuerpos para encarar al campesino y saber los motivos de la pausa, fue ahí que se percataron de dos bellas mujeres paradas en medo del camino. Una era una rubia provocativa de ojos amatista y cabellos largos, sus ropas ajustadas de mezclilla resaltaban su prominente busto. La otra era una chica de cabello castaño corto a medio cuello, de ojos azules y grandes pechos firmes, vestimenta similar.

—¡Vaya que bellas señoritas! ¡¿Puedo ayudarles?!Bajaré a estos vagos para trasportarlas si gustan, dulces damas. —el campesino se ruborizó al verlas.

La “dulce dama” de cabellera rubia (y mucho maquillaje) sacó un revólver de su bolsa de mano y apuntó al mercader.

—¡No se mueva viejo asqueroso! Nuestro asunto no es con usted. —Miró a los pasajeros—¡Ustedes dos, bajen de la carreta!

Ambos chicos obedecieron sin oponerse, por instinto Jaden levantó las manos a la altura de su cara indicándoles que no estaba armado, Jesse —en cambio—,  endureció las facciones de su rostro pero no imitó a su prospecto, se puso un paso frente a él a manera de escudo.

—¡Tea, revísalos! —le indicó a la otra chica.

Pero la chica de cabello café no se movió, sentía algo oscuro en el peli turquesa que la miraba penetrantemente, pero sobre todo le aterraba la figura de Jaden, conocía muy bien aquel rostro sanguinario.

—¡Tea! —la llamó la rubia para que reaccionara.

La castaña tragó saliva.

—Sí. Debe ser él, Mai. Es idéntico.

Ambas chicas estaban sudando frío, si se equivocaban de persona, seguro lo lamentarían.

Mai sacó su radio comunicador.

—Lo hemos localizado, está en la Isla de Man. Envíen un helicóptero al paso “Hollindow”.

—Entendido, vamos para allá. —escucharon la voz grave de un hombre maduro que le respondía por el altavoz.

Los tres hombres estaban interrogantes, solo miraban a las chicas en tensión.

—Tú, el gemelo bueno. Vendrás con nosotras. —apunto al diseñador, pero la figura de Jesse le estorbaba por estar delante de él.

—¿Qué es lo que quieren de mi? —Jesse preguntó poniéndose algo agresivo,  a eso Jaden lo miró extrañado.

—¿Tú? ¡El asunto no es contigo!—gritó Tea. —¡Apártate estorbo!

—Queremos a Yuki. —Mai arrugó el entrecejo. Entonces Jesse y el campesino miraron fijo a Jaden; este último estaba confundido.

Jesse regresó la vista a la rubia provocativa y la fulminó con la mirada, el iris verde comenzaba a cambiar a un naranja gélido, pero solo Mai y Tea se percataron ya que lo veían de frente. De ninguna manera dejaría que se lo arrebataran.

—No lo permitiré.

—No te hagas el héroe pequeña sabandija. Si no quieren morir aquí, dejen al chico. —Mai aparentaba fuerza y poder.

—¿Cuál es el motivo? —Jaden hizo presente su voz.

Tea, la castaña, bajó la vista mientras Mai sostuvo un semblante de impotencia, tardaron unos minutos para hablar.

—Queremos una mejor vida.

Los tres hombres quedaron a la expectativa, el silencio reinó por varios minutos invitándola a que dé su explicación.

—Nuestras vidas eran hermosas. Dos chicas que vivían del glamur de su trabajo, dos bellas modelo de lencería femenina que aclamaba su público. —Mai sonrió al recordar su vida pasada. —Pero un día, un monstruo nos arrancó la felicidad.

Se hizo un breve silencio ya que la voz de Mai había cambado a una lastimosa.

—Fuimos los blancos perfectos para su red enfermiza de lujuria y excesos. Dónde la esperanza se pierde rápido y la justicia desaparece.

Tea se tapó la cara con las manos y comenzó a llorar, su cuerpo temblaba costándole el seguir de pie, los recuerdos la torturaban cada vez.

—No pudo haber sido tan terrible… —soltó Jesse con insolencia.

—¡Que te parece ser violada y ultrajada por más de 20 hombres al día!!Filmada para los deleites de los malditos de internet por todo el mundo!!Y obligada a hacer lo más asqueroso que puedes imaginarte! ¡Las drogas era lo que aclamas entonces!

Jesse y Jaden quedaron perplejos, no sabían si sentir lástima por ellas.

Mai también comenzó a llorar bajando algo la guardia.

—Ruegas, imploras, te humillas porque esa pesadilla no llegue a más pero siempre hay un pervertido más enfermo y asqueroso que el anterior. Es un infierno. —Se limpió las lágrimas con su brazo libre. —Tuvimos mucha suerte al escapar y nadie nos hizo caso. Ese sujeto tiene mucho poder.

Otra pausa hizo que todos reflexionaran sobre los ultrajes atentados contra esas damas. Si en verdad fuese así la situación, tenía sentido sus reacciones de impotencia.

—¡Por eso pedimos venganza, queremos al responsable de esos actos infames! ¡Queremos a Haou Yuki!

Las orbes castañas del diseñador se paralizaron, todo su cuerpo se tensó al momento de la mención. Debía existir algún mal entendido, un error;  su hermano no podría ser capaz de hacer semejante cosa; era el dulce y amable Haou, esas acusaciones no eran más que una retorcida mentira.

—Mientes…!Mientes! —se alteró Jaden—¡Deja de mentir! ¡Mi hermano no podría ser capaz de eso! ¡Es amable, es bueno!

—¡¿Has estado viviendo en una cueva?! ¡¿O te estás burlando de mi?! —se alteró la rubia—¡Tú más que nadie debería saber la criatura perversa que es Yuki! ¡Hasta cuesta trabajo decir su nombre!

—¡Es por eso que vendrás con nosotras! ¡Tú vales más que cualquier tesoro en este mugroso planeta! ¡Le haremos pagar a Yuki todo lo que sentimos, contigo! —dijo Tea saboreando la venganza y recuperándose un poco de los recuerdos.

Jaden apretó los puños, sudó frío, eso debía ser un mal entendido, debería serlo.

—Mi hermano no es capaz. —dijo firmemente. —¡No lo es!

Mai serenó su  mirada y habló con tono sátiro.

—Entonces en verdad crees que es bueno ese animal, que tonto eres. Qué lástima, la familia siempre es la última que se entera. Pero debo admitir que Yuki tenía bien guardado este secreto de ti. Nadie sabía que tenía un hermano. Tu error fue salir de tú país. —lo señaló con el dedo índice—¡Se acabó tu suerte nuevo Yuki, ha comenzado una  cacería por ti! ¡Todo para humillar a tu hermano!

—Pero no te preocupes. —dictó Tea—No caerás con nadie más puesto que nos perteneces ahora.

Jesse rápidamente sacó de un compartimiento oculto de su pantalón un afilado cuchillo y lo lanzó con certeza hacia la mano de la rubia que sostenía el arma. El arma disparó al aire, cortó las venas de su parte superior de la mano y le potencia empujó fuertemente a la chica hasta caer.

—¡Agh!

Inmediatamente sostuvo a Jaden de la mano y lo arrojó fácilmente en la carreta como si no pesara nada. Hizo a un lado al campesino y arreó los lazos del burro para que corriera.

—¡No dejes que escape! —Mai no podía controlar la hemorragia de su mano.

Tea no tuvo otra opción que actuar. Dejó a su amiga en el piso y subió a una motocicleta que estaba aparcada bajo la sombra de un árbol cercano.

Los alcanzó rápidamente, ella había sacado una pistola de 9mm y comenzó a disparar.

—¡Ah! —Jaden se agachó tapándose la cabeza con sus manos por el estruendo. Afortunadamente no le había dado.

—¡Jaden! —Jesse se alarmó de sobremanera, temía que algún rasguño tuviese su amado.

—¡Sostenga esto! —le dio los lazos al campesino aterrado y saltó a la parte de atrás.

Jesse se paró sobre la carreta en movimiento encarando a la chica que estaba demasiado cerca de ellos. Protegía a Jaden quien estaba agachado en le carreta protegiendo su cabeza.

Azul y naranja gélido se encontraron en aquellas miradas.

—¡Quítate de mi camino, estorbo! —Tea le gritó en histeria.

—¡No! ¡No permitiré que se lleven a Jaden!—Tomó las pesadas cajas con mucha facilidad y las arrojó a la chica una a una. Ella esquivó todas haciendo maniobras no muy impresionantes, pero en una de esas ocasiones, al pensar que se trataba de otra caja, no pudo esquivar el cuerpo de Jesse Anderson quién se había lanzado contra ella.

—¡Estás loco! —la chica perdió el control. Cayó al piso dolorosamente dando vueltas sobre el rocoso camino hasta estrellarse contra un árbol. El chico también había rodado, seguramente con lesiones mayores.

Pero Jesse estaba intacto, caminó hacia ella rodeado de un aura sepulcral y ojos demoniacos.

Tea tenía una fractura pronunciada en la cabeza que manchó su rostro de sangre escandalosamente, pero ignoró el dolor al sentir el temor de que ese muchacho se estaba acercando a ella.

Anderson la miró como un asesino experimentado, como un militar sin sentimientos contra su objetivo. La sola mirada la hicieron temblar al recordar al otro par de gélidos orbes, pero dorados, en Alemania.

—¡NO! ¡NO! ¡NO TE ME ACERQUES! ¡ALEJATE! ¡ALEJATE! —se hizo lo más atrás que pudo pero un  árbol simplemente no la dejó ceder más.

—Sabes. Me gusta cuando sale el agua roja de sus cuerpos aterrorizados. —Jesse comenzó a reír. —Nadie tocará a mi Jaden.

Todos los poros de la chica estaban secretando un sudor frío, su cara estaba totalmente morada y su arritmia estaba enloquecida.

Jesse se aceró a ella y le sonrió como un demente, aquellos ojos naranjas brillaban siniestramente, paralizando a la dama con su presencia.

—Las chicas bellas no deberían arriesgarse a una vida fácil. Es una lástima, no debiste aspirar a una venganza inútil, tenías libertad, una nueva oportunidad, pero la desperdiciaste.—la tomó de la cabeza con ambas manos.—No te preocupes, yo te volveré a hacer libre.

Y sin aparentar hacer mucha fuerza, le dio un giro a su cabeza de 180° dejandola en una expresión de terror al voltear su rostro hacia atràs en su espalda.

Jesse la miró con prepotencia y algo de asco.

—Nunca debieron poner sus ojos en Jaden, él es mio.— después subió a la motocicleta y partió.

 

 

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El campesino y Jaden se habían detenido un kilometro del punto donde el oji-verde había saltado. Aquel viejo simplemente le gritó que se bajara de su propiedad y que desapareciera lejos de él. No quería problemas con alguna persona muy peligrosa; así es que lo dejó solo sobre el camino.

Jaden caminó rápidamente hacia atrás esperando ver a Jesse con vida, deseaba que estuviera a salvo ya que había sido todo un héroe aunque muy imprudente. Ni siquiera Yusei había hecho tal barbaridad en su moto.

Entonces fue que lo vio regresar, montado en la motocicleta de la chica, con un casco puesto ya que las chicas no los habían usado y dichas protecciones colgaban de la máquina.

—¡Jesse! —se alivió al verlo en una pieza.

—¡Toma esto Jay! —arrojó el otro casco hacia el castaño, este lo atrapó en el aire. Anderson abrió el cristal plástico de su casco para hablarle claro.—Debemos irnos. Aquí no es seguro.—sonrió amablemente como si nada hubiera ocurrido.

—¿Qué sucedió? ¿Estas bien?

Jesse se rascó la nuca.

—Jeje nada grave Jaden. La chica y yo llegamos a unos términos que nos convenían a los dos y bueno…ya no nos perseguirá.

Jaden estaba confundido. Sin embargo todas sus ideas estaban ahora en una cuerda floja y no le tomó importancia al asunto de la chica. Se puso el casco y subió a la parte de atrás sosteniéndose con los agujeros traseros del asiento.

—Me alegra que hayas sido tan persuasivo. —dijo Jaden sin cerrar el cristal plástico del casco.

—Eso siempre lo intento.

—Jesse, necesito que vayamos al aeropuerto.

—¡¿Al aeropuerto?! ¡¿No íbamos a la embajada?!

—Sí pero… debemos ir a Alemania.

Anderson abrió grandes los ojos, era el último lugar que deseaba ir, pero si su rey se lo pedía, no tendría otra opción.

—¿Pero… para qué? —hizo la pregunta.

—Necesito comprobar las acusaciones injustas que le hacen a mi hermano. No puedo creer esas inmundicias contra él. Debe haber una error.

Jesse endureció su semblante, no quería regresar ahí. Suspiró, de todas formas no conocía a ese hermano gemelo y le daba curiosidad aquel cuñado.

—Me sorprendió que tuvieras un hermano gemelo Jaden, no me lo habías dicho.

—Oye viejo, tú tampoco me dijiste que tenías uno.

—Supongo que estamos a mano. —rió nervioso y cerró el cristal del casco.

—¡Gotcha! —también cerró el suyo y se agarró con fuerza.

 

Arrancaron rápidamente, necesitaban desaparecer de las coordenadas que la rubia había alertado.

Otro par de ojos los veía partir.

—Gracias a Duke, podemos tener una oportunidad de venganza —los siguió muy discretamente.

 

 

Departamentos Syncro No 24. Japón 10:00pm

 

Haou acariciaba suavemente los cabellos tricolor de Yugi, este último estaba dormido en su pecho con lágrimas secas después de haber sido marcado y desflorado varias veces por la imagen de uno de sus mejores amigos, dormía exhausto en esa posición que no era molesta, pero no era la mejor.

Haou estaba hipnotizado por su piel, tan tersa, tan blanca, ahora llena de marcas profundas y cicatrizantes, pero que aquel color le hizo recordar a su antiguo amor que poco a poco regresaba a su mente:

 

 

Alemania. Algunos años antes.

 

Las respiraciones se agitaban entre aquellos cuerpos desnudos y mojados encendidos a la máxima expresión de pasión.

Haou Yuki estaba desnudo sobre el cuerpo de su amado de ojos naranja eléctrico y cabello turquesa. Amaba todo de él, y es que desde que lo conoció habían hecho clic, aunque la forma de conocerse hubiese sido inmunda.

—¡Ah, Haou! —aquel chico gemía el nombre del magnate una y otra vez con fuerza mientras era penetrado vigorosamente por aquel semental.

El contacto piel a piel era un auge espectacular que tocaba cada rincón de sus células rápidamente para inundarlos de placer, cada roce transmitía una locura cenit pasional.

Ellos se amaban, se habían entendido tan bien que ahora les era casi imposible vivir sin la presencia del otro. Sin embargo, cuando entran los intereses de alguien, el amor pudiese salir por la ventana.

Las embestidas eran cada vez más rápidas y marcadas; el lugar se llenaba de un sonido viscoso y desenfrenado que era el resultado de los testículos del magnate chocando contra las nalgas de su amante, enredado en el lubricante natural del pene y sus locuras.

Haou complacía hasta al mínimo musculo de su amado y el chico respondía de la misma forma, en los mismos lugares. Si Haou golpeaba, él golpeaba con la misma fuerza, si mordía, él mordía de igual manera, y si era suave, también lo imitaba.

—Johan…

 

Una llamada entrante lo regresó a la realidad. Buscó en los bolcillos de su pantalón hasta hallarlo y contestar.

“Tengo noticias de Yusei”—el magnate afiló la mirada, prestó toda su atención.—“Se encuentra en la torre Kaiba, junto con Atem y Seto. ¿Desea que interfiera?”

“Ese idiota, tráelo en cuanto tengas oportunidad.”

“Entendido”

Otra llamada entraba en ese momento.

“Creo que te interesará saber que ese chico Yusei está en la torre con Kaiba, Atem y mi ángel rubio, ha estado ahí desde la tarde”

“Y a penas me dices”

“Bueno, dijiste que me traerías a mi ángel si yo atrapaba a ese chico Sakaki, incluso te di a Yugi. Así es que solo yo hice mi trabajo, Yuki.  No me parece justo”

Haou acarició delicadamente  los flequillos del durmiente Muto haciendo como que lo peinaba con sus dedos.

“Es fácil Duke, Joseph Wheeler será todo tuyo en cuanto esos dos se enfoquen en Yugi. Entonces lo dejaran solo. No tienes visión.”

“Sí la tengo pero me preocupa que hagas algo retorcido en mi contra, Yuki”

Haou no dijo nada, siguió indiferente como siempre.

Para Duke ese silencio era una burla, chasqueó los dientes y contestó algo altanero.

“Porque esta vez yo….me defenderé.” — colgó.

 

La amenaza no lo sorprendió, estaba muy acostumbrado a eso y siempre salía ganando, mas esas palabras de frustración lo complacían.

Hizo una llamada.

“Quiero que prepares a Yuya y a Yugi para nuestro regreso a Alemania. En cuanto regrese Yusei, volaremos”.

Como ordene”

Se levantó mirando al vendedor y su figura.

—Creo que esta vez conseguí buenos recuerdos. Espero que te acostumbres rápido a tu nueva vida.

 

 

Isla de Man. 2:00 p.m.

 

 

La motocicleta iba a una velocidad prudente, ambos chicos estaban muy pensativos después de esos acontecimientos tan repentinos. Cada uno metido en su mundo interno.

 

Alemania…—pensó Jesse y los recuerdos lo invadieron.

 

“¿Cómo te sientes Jesse?”

Un chico de igual imagen que él le daba de comer una sopa. Era como verse al espejo, solo que aquel chico vestía con ropas azul oscuras, de cuero y diseños góticos. Parecía unos centímetros más alto que él, tez blanca y ojos naranjas; diferenciaban en eso, o al menos eso pensaba ya que sus orbes eran esmeraldas.

Jesse no respondió, sentía mucho frío, comía siempre lo que su hermano le traía pero casi no hablaba mucho.

“Hoy se completó mi estado de control. Solo espero no caer nuevamente o decepcionaré a mi amado. Odio matar inocentes, lo odio de verdad, pero no podía controlarme sin que él me calmara. Ahora ya pienso mejor por mí y soy dueño de mis acciones.”

Jesse seguía comiendo de la mano de su semejante.

“Sabes Jesse, él pudo controlar más rápido todas nuestras habilidades que nosotros y eso que no completó el sistema. El es como tú” —acarició una mejilla—“Pero de alguna manera su cuerpo logró aceptarlo y tiene control de sí mismo, algo que te falta a ti. Sus genes son fuertes”

Suspiró.

“Ahora que se deshizo de ese maldito profesor que nos hizo esto, se está volviendo cada vez más sanguinario como él. Quizás es por la reacción química de su cuerpo, o por el terrible aprendizaje que lo obligó a tener a su lado. No lo sé, pero su lado oscuro se está apoderando de su alma pura”

A Jesse no le interesaba eso, ni siquiera conocía al susodicho, lo único en su mundo era su hermano y no le hacía falta nada más.

“ Necesita que lo ayudemos, y  siento que soy el indicado para hacerlo. Debo encontrar su balance antes que se autodestruya o elimine a todo el mundo.”

Jesse esta vez lo miró con ojos de súplica. No quería que su hermano se apartara de él.

“N-NNN…No te vayas” —apenas dijo.

“No te preocupes Jesse, yo siempre estaré al pendiente de ti. Ya eres capaz de muchas cosas por ti mismo, pero te suplico que no te vayas de aquí, debes de continuar con tu tratamiento para que no pierdas el control.”

“N-No te va-yas. ¡No me dejes!” —tiró el plato de sopa y se aferró a las oscuras prendas de su hermano.

“Tranquilo, Axel cuidará muy bien de ti. Esto es algo que tengo que hacer por el amor que les tengo a ti y a Haou, para darte un mundo mejor también”

“!No!” —su voz parecía susurrar, pero era lo más fuerte que su voz daba—“Que-da-te, que-da-te con mi-go…”

“Lo siento, necesito encontrar al otro Haou, aunque tenga que desafiar al que yo amo para salvarlo de si.”

 

Volvería a Alemania, a su antiguo hogar, a los paisajes que tanto le recordaban a su hermano y fragmentos de su amada familia antes de haber sido secuestrados; al recuerdo de su oscuro pasado en el laboratorio, a esas flagelaciones y violaciones de los trabajadores…y el dolor.

Ató cabos, el chico que llevaba ahora a sus espaldas era el objetivo de todo el mundo, incluso de su propio hermano. Llevaba al ser más valioso del bajo mundo junto a él y se aseguraría que así fuera siempre.

 

“Jaden es mío”

 

 

Kaiba Corp. Japón. 10:01p.m

 

 

—¡Mira ese cangrejo, Yusei! ¡Se parce a tu cabello! Jajaja—Jaden se divertía con la similitud irónica.

—¡Ah sí…pero si las medusas se parecen al tuyo! —contra atacó divertido.

Jaden reía a carcajadas, ambos chicos estaban en la playa, sentados sobre la arena en su enorme toalla. Sus dedos se entrelazaban perfectamente mientras miraban el crepúsculo del atardecer.

Yusei amaba verlo reír, ver cada una de aquellas expresiones magnificas en la figura del que era su novio, aquella belleza natural no se comparaba con nada en el mundo, ni el mejor paisaje o joya preciosa; ante los ojos azules del mecánico Jaden era su mundo.

Repentinamente el clima cambio. Todo el entorno comenzó a deplorarse, el viento a soplar fuerte y el cielo se nubló.

—¡¿Qué está pasando?! —se alteró el  mecánico.

Jaden se levantó como hipnotizado, caminó pausadamente  hacia el mar y se sumergió en él.

—¡Jaden! —la arena no dejaba que Yusei se levantara. Veia a su amado desaparecer lentamente entre las olas mientras que él era tragado por la arena blanca.

—¡JADEN!

 

Despertó de golpe a causa del insistente sonido del teléfono. Trató de controlar a su agitado corazón y se limpió el sudor de su frente. Se encontraba recostado en uno de las camillas de la enfermería de la empresa.

Rápidamente miró la hora, pasaban de las 10 de la noche, entonces se tensó, había perdido todo el día inútilmente y su intento de fuga sería en vano a esas alturas.

Pero debía regresar al lado del magnate y arreglar ese mal entendido con Yugi. No quería que por su culpa, su amigo pagara su terrible destino.

Se levantó rápidamente y se puso su chaqueta.

—¿A dónde vas Fudo? —Kaiba no le permitiría ir hasta saber lo que le estaba ocurriendo.

—Necesito ese cheque, o mejor aún, en efectivo.

Atem se acercó.

—Yusei  Fudo, si tú sabes algo sobre Yugi, por favor. Te lo ruego, aunque sea una insignificancia, dimelo.

Yusei bajó la vista, quedó en silencio por varios minutos. Estaba desesperado y fue entonces que comenzó a contarles todo a cerca de Haou.

 

 

Aeropuerto. Jet privado de Industrias Yubel. 10:25 p.m

 

 

Tanto Yuya como Yugi habían sido drogados. Delicadamente eran subidos al lujoso avión por sus cuidadores, mientras esperaban las indicaciones de su jefe, que no estaba en el lugar.

 

 

Kaiba Corp. 11:01p.m

 

 

Kaiba y Atem estaban estupefactos. El relato de Yusei había sido lo peor que hubiesen escuchado. Si era verdad que Haou chantajearía a Yusei con Yugi, entonces se afirmaba que lo tenía en su poder.

—¡Juro que lo mataré si le ha hecho algo a Yugi! —Atem apretó los puños.

—¡¿Cómo pudiste meterte con alguien tan peligroso como él?! ¡Eres un idiota!

—¡No lo soy! Nunca pensé que esto llegara tan lejos. Sobre todo antes de conocer su retorcida mente. Yuya tenía razón.

—¿Yuya? —Kaiba no lo conocía.

—Ni Yuya ni Yuma se encuentran en ninguna parte en estos momentos. —Shark  Reginland se unió a la pelea. Venia junto con Crow y Jack llegando justo en ese momento.

—¡¿Qué dices?! —Yusei se sintió responsable.

—Jack dice que vio a un sujeto de cabello negro largo en cola de caballo, asechándolos en un coche color vino. —continuó diciendo Crow.

—¡¿Color vino?! —Atem, Kaiba y sobre todo Joey se alteraron de sobremanera. Eso hizo que los demás se sintieran intrigados.

—¿Algún conocido? —todos comenzaron a sudar frío. Menos Jack, que se dirigió para abrazar a Yusei fuertemente y cargarlo entre sus brazos.

—Me alegra que estés bien, Yusei. No sabes lo feliz que me siento.

—Jack por favor bájame, este no es el momento.

—¡A mi que me importan los demás o el mundo, yo solo quiero que el destino por fin nos una como siempre debió haber sido!

—¡JACK! —Crow trató de quitarle a Yusei, y Yusei trató de zafarse. Comenzaron a forcejear y Crow también se puso rudo.

—¡Ya cálmense ustedes!—gritó Joey —Oigan, ¿No ven que este no es el momento de hacerse el divertido? Necesitamos encontrar una solución para traer de regreso a Yugi, a Yuma y a Yuya.

El rubio tenía razón, estaban perdiendo tiempo valioso. Todos volvieron a serenarse y el silencio los invadió por mucho tiempo.

—Oye Yusei. —dijo de pronto Reginland—¿Qué te parece un trabajo de infiltración?

Los ojos de todos se posaron en su figura.

—Si Yusei es el único que puede entrar sin ser sospechado por nadie, ni por el mismo Haou. Entonces podrá adentrarse a cualquier punto allegado a Haou y saber cómo opera. Todo eso para ver la vulnerabilidad de sus instalaciones y podamos rescatar a los chicos.

—¡Es una buena idea! —Joey comenzó a ver un rayo de esperanza.

—¡Podremos monitorearte cerca de donde estés para estar listos! —Crow se sintió motivado.

—Es una solución descabellada, pero es lo único que tenemos ahora. —Atem no estaba seguro pero por tratarse de Yugi podría hacer una alianza hasta con el diablo.

—¿Creen que sea lo mejor? —por supuesto que Yusei estaba aterrado. No quería volver a sentir esas manos sobres su cuerpo. Sin embargo, también se sentía responsable por sus aprendices y uno de sus mejores amigos.

—¡Claro que no! —dictó Jack. —¡No dejaré que abordes ese peligro! ¡!Me reúso a que Yusei acepte esa farsa!!

—Jaack. —Yusei pronunció su nombre con pesadez.

—Jack, es la única manera. —trató de explicar Crow.

—¡Yusei estará a salvo conmigo! —su voz sonaba firme.

—¡Eres tan egoísta! —dijo Joey.

—¡No me importa!

—Debes dejar que lo haga por la vida de tres personas. Nada le pasara a Yusei. —Atem comenzó a sentir algo de desesperación.

—Deja de jugar a hacerte el tonto Atlas. Ni que fuera de tu propiedad.—Kaiba también trató de detenerlo.

Jack en ese momento cargó a Yusei y lo llevó hacia afuera. Todos los demás estaban tratando de persuadirlo, algunos de  manera grosera, otros con algunos golpes leves, pero nada podía derribar a Jack Atlas cuando se trataba de Yusei.

Entonces un coche elegante se aparcó justo frente a ellos. Dicho vehículo era conocido por todo el grupo, menos por Jack.

El chofer se bajó para abrirle la puerta a su jefe. Haou Yuki salió muy tranquilamente, aunque el ver a Yusei en los brazos de ese rubio logró que se molestara.

Entonces todos guardaron silencio, inclusive Jack, quien estaba anonadado por el fantasma del difunto Jaden.

—Buenas noches.

Nadie le respondió, algunos tragaron saliva.

—Yusei. —Yuki Llamó al mecánico tratando de suavizar su tono.—Es momento de irnos Yusei. Parece ser que tu fiesta de despedida se prolongó mucho.

—¿Despedida? —Crow miró a su jefe y amigo confuso.

—Dijiste que nos iríamos mañana. —contestó Yusei bajando de los brazos de Jack.

—Cambio de planes. Nos iremos hoy. Sube. —le hizo una seña.

La presencia de Haou sí que era aterradora. Había algo en él que no era normal.

Yusei volteó a ver a Kaiba y a Atem, ellos afirmaron con un cabeceo dándole a entender que llevara el plan a cabo.

Haou y Jack se encontraron cara a cara. No sabía el porqué de ese extraño efecto que tenía ese chico parecido a Jaden, solo sabía que algo le decía que no se metiera con él

Jack vio como Yusei se movió hasta el coche, entonces no tardó en reaccionar y fue a impedirlo.

—¡No Yusei!

No pudo hacer mucho, al tratar de agarrar el hombro del mecánico, Haou atrapó su mano fácilmente y comenzó a voltearla 180°.

—¡Agh! —no podía zafarse.

—¡Jack! — sus amigos se alarmaron, pero Haou lo soltó a tiempo.

—No te quiero cerca de Yusei. —su voz sonaba espeluznante. Jack no quiso hacer otro intento y lo dejó ir.

Todos vieron el auto alejarse.

—Yusei…

 

Duke que escuchaba y miraba todo solo se reía.

—Bueno. Y ahora van a intentar lidiar contra el diablo, jajaja. —calmó sus burlas y se puso muy serio.—Buena suerte.

 

 

Continuara….

 

 

Notas finales:

 

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Capítulo 11, tardará un poco. Espero no me maten.

 

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