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Cambio de Corazón por Yami Red eyes

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Notas del capitulo:

 

 

 

 

 

YUGIOH

*W*

 

 

 

 

 

 

 

Capítulo 11.- Alemania.

 

 

Alemania, 15 años antes.

 

El padrastro del chico lo jaló violentamente hacía dentro del laboratorio después de haber sido descubierto, los científicos de inmediato los miraron.

—Sr Dornberger.

El hombre lo arrojó al piso rojo de sangre lo que hizo que el infante se manchara su ropa como si hubiera asesinado a alguien.

Haou tembló en trauma, sus manos estaban manchadas y escurrían de aquel líquido. Lo que fuese que hubieran hecho ahí, había sido reciente.

—Un gatito curioso viene a saludar. —todos hicieron silencio y miraron al chico con lástima—Bueno Haou, estoy realmente impresionado de tú destreza al encontrar este lugar. Realmente me tiene encantado. No esperaba menos de ti, sabía que eras especial desde que te vi.

Haou seguía sumergido en el shock, incluso sus ojos se volvieron vidriosos de la inmensidad de adrenalina que su cuerpo estaba controlando desesperadamente. Miró a aquel hombre, tan aterrorizado como si estuviera en presencia del mismo Lucifer.

—Ahora que ya has visto mi secreto no hay otra manera de arreglar las cosas. Tienes dos opciones. —sonrió con prepotencia—Opción A: obedecer. Opción B: La muerte. ¿Quieres elegirla?

Haou no contestó, estaba petrificado.

—Bien, entonces queda la opción A. —rió a carcajadas.

—Bienvenido a mi laboratorio bajo tierra, Haou. Este es el “Proyecto Yubel”.

Lo obligó a levantarse del piso y mirar al pobre chico en la mesa.

—Su nombre es Johan Anderson, es uno de mis preciosos “moldes de arcilla”. Le daremos forma de soldado Sicario.

—¡¿Si-cario?! —le costaba trabajo a Yuki procesar tanta información.

—¡SÍ! ¡Un soldado que solo me servirá como mi leal asesino! A mi.! A su Dios! ¡Lo fortaleceré y lo entrenaré para matar siguiendo mis órdenes fielmente como perro de cacería!

Haou seguía impactado.

—Estamos a un paso de dejar huella en el almanaque de la humanidad. Nada ni nadie podrían igualar esta gloria que yo he creado, soy un Dios. —Se alabó emocionado—Hubieron muchas pérdidas; muchos conejos murieron a favor de la ciencia, pero gracias a mi insistencia y excelente trabajo, he descubierto que los genes de los gemelos esconden en su interior un código de resistencia más estable que el de nosotros.

Se miró las palmas de las manos como un maniático emocionado.

—¡Hay una conexión en los gemelos extraordinaria! ¡Como si compartieran los mismos órganos, aun estando lejos sus cuerpos de inicio! ¡Ellos son fascinantes, los hace útiles! —miró al pequeño castaño.

—Haou, tú y tu hermano debían ser los que estén en este lugar en vez de mis conejitos de arcilla Anderson. Pobrecitos de ustedes, no será bendecido con mis dones. Aunque no hay pérdida.—su respiración estaba extasiada—Formaré un ejército de obedientes marionetas que pondrán a mis enemigos a temblar, así ganaría inmunidad y podría dominar la humanidad con el temor.! La gloria será mía! ¡Y tú! —miró al pequeño aterrado— ¡Serás mi legado querido Haou!.

Justo al acabar de decir eso, otros científicos agarraron al pequeño niño y lo  amarraron a otra plancha. Haou pataleó y suplicó por ser liberado, pero simplemente sus intentos eran en vano.

—¡Sorpréndete! ¡Tú te volverás mi hijo perfecto! ¡Tú tendrás la gloria de ser líder y soldado de nuestra casa de negocios! ¡Tú brillarás bajo mi sombra! ¡ahora eres parte de mí, Haou, y te moldearé a mi imagen!

—¡Noooo!!Nooooo!

Un científico inyecto una sustancia ámbar a su brazo; de inmediato sus venas comenzaron a hincharse y sus ojos agarraban un tono brilloso rígido. Un tratamiento realmente doloroso que recorrió cada rincón de su cuerpo rápidamente sin dejarlo respirar. Haou solo podía pensar en la protección de su hermano y la falta que tanto le hacía en ese instante.

 

El “Proyecto Yubel” era el nombre de un experimento desquiciado que el magnate, Walter  Dornberger, estaba desarrollando en secreto. Dicho proyecto trataba de modificar los genes de un ser humano para volverlo casi inmune a cualquier ataque físico. Así, bajo una total dominación mental, podría disponer del sujeto como un arma viviente contra cualquier adversario. Walter tenía muchos enemigos, sobre todo por sus bajos negocios y un arma biológica personalizada le vendría muy bien.

En su búsqueda de poder, Walter había experimentado con muchos seres humanos jóvenes; sin embargo, el mortal líquido era muy inestable en todos ellos y los resultados habían sido catastróficos. Dornberger estaba devastado, mas no se rindió. Su insistencia lo llevó a profundizase en el tema; indagó en todas las antiguas teorías y tesis descabelladas de las prestigiosas facultades por todo el mundo, entonces una teoría inocente relataba sobre las peculiaridades de los genes entre los gemelos.

Quería probar, lo deseaba pero necesitaba los conejillos para realizarlas. Fue en ese instante oportuno cuando conoció a una mujer deseosa de abandonar su inmundicia de vida por internet. Una casualidad de oro que se presentó al comentar una publicación en un foro sobre gemelos (en busca de información de ellos). Ella tenía un par y él se vio intrigado totalmente.

La mujer estaba encantada, sobre todo porque el sujeto no era mal parecido y las riquezas del hombre fácilmente la hicieron caer en sus encantos, más los buenos tratos.

La decepción del magnate fue grande cuando el juez falló a favor del padre biológico y separaron a los hermanos. Uno sólo no le servía para sus planes de la investigación. Tenía que conseguirlos por otros medios, entonces fue así que se hizo del par de inocentes peli-turquesa que jugaban en un parque.

Walter estaba complacido y comenzó las investigaciones. Hizo a un lado su interés por los castaños, aunque realmente le intrigaba Haou, sabía que era especial pero se concentró en los nuevos pequeños.

No obstante, comenzó a notar ciertas anomalías en su pequeño hijastro, a veces parecía que fijaba su mirada por mucho tiempo en un solo lugar, otras hablaba solo, y la mayoría deambulaba por las noches. Esos pequeños detalles llamaban su atención.

Había algo maravilloso en él.

Ahora que el niño había descubierto sus excentricidades no podía dejarlo ir tan fácilmente. Estaba impresionado con él por haber llegado a ese lugar casi imposible de localizar, entonces decidió que le enseñaría todo lo relacionado con sus negocios, de los legales, de los ilegales, y los retorcidos. Así toda su “empresa” podría mantenerse en pie por otra generación más y sus esfuerzos no habrían sido en vano; su legado y su nombre resonarían por mucho tiempo más siguiendo obligatoriamente sus pasos. Pondría a temblar a todo el mundo, ya que no solo vencería en todos los mercados, sino que también nadie osaría levantarle la mano debido a su inmunidad física.

Haou Yuki sería tratado con el mismo proyecto que llevaban esos chiquillos, pero al ser “heredero directo” de Walter tendría mucha más ventaja y poder.

 

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Así pasó un año, la madre había sido convencida de que su hijo debía entrar en el negocio familiar de “telefonía”, y ella pensó que dejarlo estar cerca de su nuevo padre fortalecería los lazos familiares.

En realidad Haou era testigo de cómo operaba una red de mafia bajo las sombras de las autoridades, aprendió de los chantajes, los sobornos, las amenazas, las injusticias, pero sobre todo de los gustos de su padrastro por el cuerpo humano. Y lo que un “Dios” era capaz de hacer con todo su poder.

Poder.

El poder concedido por una divinidad en la tierra. Su padrastro.

Su cuerpo había asimilado rápidamente las frecuentes dosis, especialmente su cerebro que seguía con normalidad. Este hecho excitaba al magnate de telefonía. Su soldado heredero aprendía rápido, y eso lo deleitaba. Pronto dejó de ser aquel niño inseguro y tierno, cambiando su visión para volverse sanguinaria; dentro de él abandonaba los rastros humanos, todo lo que lo hacía débil solo para obedecerlo, o al menos eso era lo que Walter había pensado.

Muy pronto había creado a un silencioso monstruo sin saberlo.

Así era como Haou era adiestrado; participaba y era testigo de todo en lo que su padrastro estuviese involucrado, inclusive de los avances del Proyecto Yubel:

 

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Johan había asesinado a algunos practicantes de artes marciales que el magnate había puesto contra él para entrenarlo en una explanada con paredes de espejos donde podían analizarlo mejor. Johan estaba histérico e incontrolable. Solo unos choques eléctricos en su cabeza eran lo suficientemente potentes como para controlarlo por un momento y el profesor Walter era quién los propiciaba.

—Recibe muy bien las órdenes, pero no sabe cuándo parar. —Dijo algo decepcionado de otro intento fallido por controlar su poder. Todos hicieron anotaciones.

Walter miró a su hijastro a un lado de él con mucho interés. ¿Cómo había hecho Haou para saltarse esa fase en su cabeza y seguir en control tan rápidamente? El profesor simplemente no encontraba una razón, y entonces se comenzó a intrigar en el pequeño también.

—¿Qué piensas de eso, Haou? ¿Cómo podríamos estabilizar a Johan?

El chico miró al pobre peli turquesa tirado en el piso, el rostro de Yuki reflejaba indiferencia.

—¿Haou?

—Te daré una respuesta si me das tiempo de conocerlo.

Todos los científicos miraron al pequeño niño, era algo arriesgado. Johan solo podía mantener un contacto salvaje con otro ser humano. Miraron al encargado esperando órdenes.

Para Walter esa idea le pareció interesante. Ordenó poner a Johan en un cuarto normal, con cama y muebles para dejarle el resto a Haou; después de todo, ambos pertenecían al proyecto Yubel.

Pasó una noche, Johan despertó lentamente en esas comodidades, no es que fuera un humano primitivo, en realidad era un chico normal, pero al recibir órdenes es que salía de control solo para matar, después era muy difícil calmarlo.

Haou estaba dormido pacíficamente a un lado de él,  con una inmensa tranquilidad envidiable y confianza excesiva. Anderson se sorprendió mucho que ese chico se encontrara tan tranquilamente muy cerca de él. ¿Acaso no le tenía miedo después de ser testigo de su comportamiento sádico?

Johan no se turbó. Contempló el rostro pasivo del castaño y se atrevió a acariciar la piel de aquel  perfil lentamente; con mucha curiosidad de sentir aquel contacto, con suavidad y delicadeza. Delineo los ojos, la nariz, los labios, los pómulos  y después  suspiró.

“Es un ángel” —pensó profundamente.

En ese momento Haou abrió los ojos lentamente encontrando el rostro del oji-naranja muy cerca del suyo. Las miradas se encontraron, dos gélidas orbes desafiándose y conociéndose hasta la más mínima reacción de sus pupilas.

—¿Quién eres tú? —preguntó inocente el Anderson suavemente.

El castaño no respondió al instante, acarició también el rostro joven del pequeño, eso provocó que Johan se tensara un poco por el repentino contacto, pero después de un rato cerró los ojos y se dejó querer como un minino. Un contacto verdaderamente humano que ya hacía mucho tiempo nadie le regalaba.

—Mi nombre es Haou Yuki.

Johan repitió aquel nombre muchas veces en su mente, era un hermoso nombre que jamás borraría de su memoria.

—Soy Johan Anderson. —el chico bajó la mirada. Se sentía una abominación al lado de ese hermoso chico pero estaba hipnotizado con su encanto.

Haou tomó la mano derecha del Anderson, midió la dimensión de estas y después las entrelazó.

—No vengo a hacerte daño Johan. Puedes confiar en mi.

A partir de ese día el padrastro había dejado que los chicos convivieran más íntimamente. Sobre todo en los entrenamientos, donde —en ocasiones—, Haou se blandía a duelo con Johan en un combate de katana.

Justo en los momentos en los que Johan estaba a punto de perder el control, Haou ágilmente lo sometía sin hacerle daño y después recitaba unas palabras en el oído del chico que nunca pudo conocer Dornberger. Así Johan regresaba en sí y todo volvía a la calma.

—¡Es maravilloso! —Walter estaba emocionado y complacido del progreso de sus dos obras maestras. Era un Dios al haber creado esas singularidades y su soberbia había llegado al extremo.

Así pasaron seis años, ambos chicos estaban convertidos en dos fuertes adolescentes de 15 años. Ya el padrastro había dejado a su hijastro que se encargase del adiestramiento de Johan mientras él se encargaba del otro gemelo que no había completado todavía el sistema.

Mientras tanto Johan era mandado a hacer el trabajo sucio: asesinar miembros de juntas, funcionarios impuntuales e infieles del gobierno, enemigos de la competencia en el mercado que ellos operaban e infelices a quienes Walter los tuviera en la mira de matar.  El obedecía fielmente, pero sinceramente lo hacía solo por ser una orden a través de Haou.

Para Johan, Haou se había vuelto indispensable en la vida del Anderson; era su mente, su espíritu y su corazón. Poco a poco se fue enamorando de su imagen, de su seriedad, de su compasión y comprensión solo con él, y de su tiranía también.

Lo amaba hasta entregarle su vida e inclusive su alma, ya que Yuki lo había hecho sentirse más humano conforme tenían contacto, hasta rogarle por que tomase su cuerpo y lo hiciera suyo por la eternidad. Cosa que Haou Yuki había aceptado y respondido con mucho amor, siendo primera vez de ambos hasta llegar a un punto cenit donde toda su esencia se volvía una sola y llegaban a tocar las estrellas del universo con su infinita devoción del uno al otro.

La vida en ambos se había vuelto más placentera, incluso dentro de ese mundo de inmundicias y perversidades mórbidas donde les había tocado vivir. Siempre y cuando pudiesen expresarse su amor, nada podía salir mal.

 

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—Jesse no tiene ese control como su hermano. Quiero que interfieras como con Johan. —Walter estaba mirando unos papeles tras el escritorio de su lujosa oficina. Ya estaba harto de no lograr persuadir y estabilizar al gemelo Anderson, además de no haber podido lograr tener más hijos con su esposa. Había puesto todo su empeño con Jesse sin resultados favorables, el chico era más violento y desalmado que su hermano Johan. Ni siquiera los choques eléctricos habían podido amansarlo rápidamente, y tuvieron que recurrir a las drogas. Estaba desesperado, empero los resultados que había logrado Haou con su “primera arcilla Anderson” lo habían convencido de poder dejarle  igual a Jesse.

Haou estaba echado con desgane sobre un elegante sillón de cuero dentro de la oficina de su padrastro, no parecía tener interés en el chico, pero su obligación era obedecer las indicaciones de su padre y (aunque no quisiera aceptarlo) su amo.

—Ese chico es muy problemático. —soltó Yuki con pesadez. —Pero puedo estabilizarlo.

Walter miraba con deseo el cuerpo crecido de su hijastro, siempre le había maravillado su imagen, solo que ahora comenzaba a sentir más el impulso de acariciarlo, de poseerlo, de marcarlo de su propiedad. Después de todo, también era su soldado y perro fiel.

—Te he visto tener intimidad con Johan, Haou. No creas que soy tonto, me molesta mucho. —endureció el gesto. Había despertado un marullo de celos por su hijastro que ya no quería ocultar.

Haou no lo miró directamente, puso su codo derecho en el brazo del sillón y recargó su cabeza  sobre su mano cerrada. Exhaló con zozobra.

—Lo que haga o no con él, es mi problema.

El magnate pegó sobre el escritorio haciendo un estruendo al momento que se levantaba de su asiento de golpe.

—¡Me molesta! ¡No quiero verlos juntos!

Los orbes doradas solo miraron la escena sin ninguna alteración. Tomó una revista que estaba a un lado sobre una mesita y comenzó a hojearla ignorando a su mentor.

—¡¿No vas a decir nada?! —el padrastro ardía de furia, sobre todo por la grosería.

—¿Qué puedes hacer tú contra nosotros? —siguió leyendo, a esas alturas y el dominio en sus habilidades, Haou se sentía invencible.

El padrastro comprendió, tragó saliva y se sentó en su lugar nuevamente con un mar de pensamientos contradictorios invadiendo su cabeza.

Por un momento el cuarto quedó en silencio. El hombre maduro solo miraba inalcanzable la exquisita figura de ese bello adolescente.

 

“Si tan solo pudiera…”— entonces una idea macabra se le vino a la mente y comenzó a reír.

 

Haou miró al magnate con discreción, quizás se habría vuelto loco.

—Eres una belleza Haou. —Walter se levantó de su lugar lentamente para llegar hasta él y tratar de tomar su rostro; sin embargo Haou lo alejó con un fuerte manotazo que entumió algo su mano.

—Yo te cree,  te enseñé y te cuidé. Me debes todo lo que eres, tu vida, tu poder. —el chico lo miró con el seño fruncido, aquel maniático estaba diciendo estupideces.

—En los experimentos siempre resultaste ser mejor que los Anderson. Más centrado, más resistente y estable. No puedes dudar que fuiste un "diamante en bruto portentoso".

Haou solo escuchaba, se sentó de forma correcta y esta vez le puso atención ya que en sus palabras había algo retorcido.

—Jesse no completó todo el procedimiento de control en el proyecto Yubel, así como tú, pero a comparación de él, tú no necesitaste otra intervención para ser estable. Johan es un modelo completo, pero hasta él necesitó de una intervención para su balance….—puso una pose pensativa—Me pregunto….

En ese momento Haou afiló la mirada esperando que terminara. Ese jueguito podría tener ideas muy retorcidas. 

 —¿Qué clase de resultado tendrá Jaden Yuki?

Haou se levantó de un salto, por primera vez su expresión había cambiado a una alteración total. Las orbes de sus ojos habían saltado las venas haciéndolas ver rojas junto a una combinación diabólica con lo frío de sus dorados iris.

—¡NI SIQUIERA LO PIENSES! —fue hasta él y lo alzó con facilidad estrujándolo de su elegante camisa—¡NO TE ATREVAS! ¡NO TE ATREVAS A TOCAR A MI HERMANO PORQUE JURO QUE TE MATARÉ LENTAMENTE, MALDITA ESCORIA!

 Esa exaltación era exagerada, Walter por fin pudo conocer su punto débil.

—¡Mátame Haou! ¡Mátame ahora que puedes! ¡Pero si lo haces, toda la organización se irá en tu contra! Sabrán que me asesinaste, y se darán cuenta de tu deslealtad hacia la hermandad, ya que eliminaste al pilar principal! Entonces las autoridades, las sectas y la mafia no tardarán en encontrarte culpable y desconfiaran de ti. Aunque seas muy fuerte…—se anchó su sonrisa—tú vida será un infierno del cual no podrás estar tranquilo ni en tus sueños.

Haou sabía de las desventajas, su padrastro tenía toda la razón. No solo su vida acabaría en ese infierno, podría llevarse a Johan entre las patas y quien sabe, si alguien descubría a su hermano, también lo buscarían.

Lentamente lo bajó de las alturas hasta que pisara suavemente el piso, desvió la mirada con notoria impotencia y sin saber que hacer.

—Así me gusta Haou. Sabes cuál es tu lugar. Debes obedecerme y permanecer a mi lado para siempre. Tú eres de mi propiedad, yo soy tu amo y señor. —lo rodeo como asechando una presa.

No tardó en tomarlo por la cintura y pegarlo a su cuerpo, el chico solo desvió la cabeza sin mirarlo, pero el magnate insistió en que lo viera a los ojos tomando su mentón para obligarlo a fijar esas hermosas orbes con las suyas.

—Tú eres mi creación y yo soy tu Dios. —acercó sus labios con los del chico y lo besó a la fuerza. Haou tuvo que dejarse. Después el magnate bajó a besar su cuello, acarició sus glúteos y recorrió la piel de su espalda por debajo de su camisa.

El hombre estaba excitado hasta la nuca, empujó al chico hasta toparse con el escritorio donde lo recostó levemente y bajó su cremallera del pantalón  para estimular el joven miembro a la vez que devoraba aquellos labios que tanto había deseado.

Ese era su momento, ya no esperaría más, por fin haría realidad todas esas fantasías que desataba Haou en su más bajo ser. Y era solo para él

Al menos eso hubiera sido si los golpes de Johan no hubieran llamado a la puerta para indicar a su “amo” de la llegada de la ama de la casa a la mansión.

Ambos se separaron con exuberante exaltación. El padrastro se acomodó todo su traje tratando de enfriar sus ideas y a su amigo erecto. Mientras Haou volvía a ponerse todo en su lugar, regulando su respiración y el cuerpo crispado.

—Ah, este no es el momento, mi “diamante portentoso”. Esta noche firmaremos tu lienzo con el maravilloso sello de mi semilla en tus entrañas. Quizás desista la idea de invitar a tu hermano a nuestros “campos elíseos”, o quizás te guste tanto, que tú mismo lo invitarás.

Le guiñó un ojo y salió airoso entre estrepitosas carcajadas para hacer un viaje de negocios junto a su esposa que lo esperaba en la entrada.

Haou se recargó en el escritorio para tranquilizarse, tenía mucho que pensar, entonces Johan entró con un semblante endurecido.

—¿Qué te hizo ese mal nacido, Haou?

Haou afiló la mirada. Su padrastro no se detendría aunque le entregara su cuerpo. Involucraría a Jaden tarde o temprano, a como diera lugar, solo para probar sus teorías y fantasías extremistas.

No permitiría que hiriera a su hermano. Jamás se lo perdonaría. Recordó una conversación que había sostenido con uno de los empleados más desagradables de la corporación.

Duke Deblin le había insistido varias veces en que él haría un mejor trabajo con el liderazgo de las “empresas” que manejaban, que lo que había hecho su padrastro. Y que solo le faltaba que este desapareciera del mapa para que él ascendiera al poder. Si lo llegaban a matar en algún enfrentamiento, tendría el mando por ser heredero directo y no como un traidor, siempre y cuando nadie se enterara.

Los únicos que conocían el proyecto Yubel eran los científicos encerrados en el laboratorio, los conejillos arcilla, su padrastro y Haou. De haber algún cabo suelto —si asesinaba a su padre—, él mismo haría el trabajo sucio para callar a los chismosos y dejar todo en secreto. Eso incluía a Duke Deblin, ya que había escuchado de Johan que él quería el mando de toda la mafia alemana y era capaz de traicionarlo.

No había tiempo que perder, no le daría gusto a su padrastro; hizo una llamada al “leal” Duke y puso su complot en marcha.

 

“Esta noche darás jaque mate”

 

Walter, ni su madre volvieron a pisar la mansión nunca más.

 

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Un año completo había pasado. Johan había podido liberar de los ultrajes y violaciones a su hermano gemelo, e iniciaba un proceso de recuperación gracias a Haou. Sin embargo el proyecto Yubel viviría con ellos para siempre. En Jesse solo se despertaría si llegaba a alterarlo algo, necesitaba mucho apoyo, entrenamiento y paciencia para poder estabilizarse; emociones que solo Johan podría brindarle y que lo estaba ayudando a salir adelante, muy lenta y lastimosamente. Su hermano (Jesse) aún estaba aturdido por las drogas,  por el confinamiento y las torturas; apenas podía hablar, pero gracias a sus cuidados podía ver nuevamente el color original de sus pupilas, ese verde hermoso con el cual ambos habían nacido y que ese profesor desquiciado les había arrebatado.  Aunque para Johan, su color original se había perdido para siempre debido a Yubel.

 

Pasó el tiempo, las cosas no parecían que se hubiesen calmado después de pasar al mando de Haou Yuki. Este parecía perderse a veces en algunas frustraciones, otras en melancolías y la mayoría de veces en arranques de crueldad para quien cometiera un error.

Pronto todos sus negocios habían absorbido otras compañías al llevarlas a la ruina, después otras mafias se habían unido a su modo de operar, ya que habían escuchado de buenas fuentes que aquel castaño había sobrevivido a varias balaceras en su contra; pronto nadie se atrevía a pronunciar su nombre. El imperio de Haou se había expandido por todo el mundo y su reputación sanguinaria más.

Johan estaba perdiendo al amor que alguna vez conoció. Ahora sus demostraciones de amor eran más como desahogos de sexo y lujuria. Pero Johan lo seguía amando fielmente, sentía que necesitaba ayudarlo.

 

Y un día…

 

—Haou…—llamó al magnate quien revisaba unos informes. Este solo escuchaba pero no lo miró a los ojos.

Johan suspiró.

—Haou. Has ido al extremo. Te has vuelto como él, como Walter; o peor que él. Has arrasado con familias enteras, pequeñas empresas, los sueños de muchos hombres.  ¿Qué es lo que te pasa mi amor?

Yuki no le respondió enseguida, solo fijó su mirada en su amado sin hacer algún gesto y regresó a su lectura con tranquilidad.

—Creo que es debido al arte.

—¡¿Al arte?!

—Sí. Tú me entiendes Johan, lo has vivido. —Johan quedó expectante, después Haou lo volvió a ver al rostro.—Cada célula que se transforma en algo diferente, que se regenera o se desgasta. Cada batalla que dan las empresas hasta perder todo por lo que lucharon, la esperanza que pierden esos hombres incluyendo al que juraba ser el más fiel a sus ideales. La fragilidad de aquellas  neuronas que mueren a diario sin ser reconocidas. Toda la belleza de un pedazo de mierda desde su origen hasta el terminar así. He contemplado y analizado cada estado del humano común y nada se puede comparar a la exquisitez y pureza de tu belleza y de Jaden. El arte en cada cosa que tocan tus manos, en cada reacción del humano, encada súplica es una armoniosa sinfonía celestial exquisita de presenciar.

—Haou. —Johan recargó ambas palmas en el escritorio con algo de fuerza y desafió las frías orbes doradas con las suyas. Nada de lo que había dicho tenía sentido.— Quiero que te detengas. No seguiré siendo cómplice de toda esta injusticia solo para satisfacer tus alucines con fetiches. Mi hermano y yo, incluso tú, fuimos víctimas de esos deseos abominables de un ser despreciable. No somos juguetes, ni armas, ni música o lienzos ¡somos humanos!

Yuki no se impresionó, su semblante no había cambiado.

—Solo soy un hombre curioso amante del  arte surrealista.

En ese punto Johan sabía que había perdido a la parte coherente de su amado. Ese bajo mundo que dominaba ahora lo estaba corrompiendo, su alma estaba siendo tragada por la oscuridad de Walter, como siempre quiso que Haou fuera, a su imagen,  como él,  y lo estaba logrando.

Así fue que se convenció de que debía hacer algo.

—No dejaré que tu alma desaparezca. Necesitas tu estabilidad, necesitas regresar a mi lado.

—Yo no me estoy perdiendo.

—¡Haou, te amo! !Y daría todo por ti! !Pero ahora sé que yo solo no puedo hacer nada para recuperarte!

—Es una fase tonta que no te conocía, Johan. No me divierte.

—¡No se trata de diversión, se trata de amor! ¡Se trata de salvar tu alma, Haou!

El magnate bufó entre dientes y lo volvió a ignorar, el silencio reinó por muchos minutos.

—Entiendo—dijo Johan — Se que no puedo hacer nada para que cambies de parecer pero….sé quien sí puede.

El castaño alzó una ceja intrigado.

La única persona capaz de salvarte, es tu hermano Jaden. —se  irguió mirándolo gélidamente.

Haou abrió grandes los ojos al escuchar aquel nombre y lo contra atacó con esa misma mirada.

—¡No metas a Jaden en esto! —se levantó de su asiento en un salto y pegó en la mesa. —¡No te acerques a él!

Johan descubrió su debilidad.

—Haou. Voy a ir por Jaden, tengo fe en que regresaras si lo traigo a Alemania. No me detendré así tenga que abandonarte. —estaba firme a su decisión, lo miró con seguridad sin arrepentirse de sus palabras y el magnate lo desafiaba también con orbes incrédulas. Quizás no pensaba que su amado jugara con esas cartas en su contra, pero sobre todo lo peligroso que sería traer a su hermano a ese lugar.

No había nada más que tratar, ya el plan daba inicio en la mente de Johan; se dio la vuelta y partió sin agregar nada más, demostrándole que iba en serio.

—¡JOHAN ¡ —Haou no permitiría esa locura, corrió de inmediato  hacia él.

Al llegar y tratar de voltearlo para seguir la discusión, Johan lo golpeo fuertemente en el rostro derribándolo puesto que lo agarró desprevenido.

Los ojos naranjas eléctrico estaban empapados de lágrimas, pero fue fuerte ya que deseaba a Haou con todas sus fuerzas, Sin embargo era un mal en la vida del Yuki. Si se quedaba a su lado solo lo alimentaría más de soberbia y crueldad. Ya que ellos solo conocían la crueldad.

—Te amo Haou, y por ese amor que te tengo haré lo que sea para salvarte de Walter.

—¡Walter está muerto! ¡Dices incoherencias! ¡Ya veo que solo eres otro patético y triste humano, de los cobardes! ¡Vete!, ¡Pero te advierto que no permitiré que te acerques a Jaden!

—¡Inténtalo entonces!! Pero lo traeré!

—¡Johan! —se levantó del piso en euforia, mas no aplicó mano dura como estaba acostumbrado solamente por tratarse de él, de su amado. — ¡Si te vas no regreses jamás! ¡Te mataré si regresas! ¿Entiendes? ¡JOHAN!

El Anderson estaba decidido, no volvió a mirar a tras a pesar que le dolía lo que estaba haciendo.

Pero nada de lo que hiciera o dijera podría salvar a su amado. El corazón de Johan lo guiaba y no su juicio.

Fue por su hermano para llevarlo hacia una pequeña casa que Haou les había comprado cerca de la mansión y ahí se despidió de él prometiéndole regresar a su lado.

Jesse estaba todavía débil por las drogas, pero Johan confiaba que su amigo Axel lo trataría ben. Solo le dio instrucciones de cómo tratarlo para que no tuviera muchos problemas. Entonces cogió sus cosas, se puso una túnica grisácea desgastada con capucha y partió.

Pero su hermano Jesse lo odiaría por abandonarlo; de todos modos no dejaría sin vigilancia a Jesse en su viaje. Siempre lo llamaría, así sabría que está bien, el donde se encontraba y con quién; aunque difícilmente le podía sacar información debido a su enojo. No obstante continuó con sus planes.

Así emprendió la búsqueda de Jaden Yuki en Japón.

Por otro lado, Haou no se lo pondría nada fácil.

El magnate había mantenido en secreto comunicación con su hermano desde que se separaron de niños; por lo que sabría de él si se llegaba a acercar; además que tenía algo de personal infiltrado en las aerolíneas japonesas y las aduanas. Jaden podría continuar con su vida tranquilamente sin ser molestado por nadie, garantizaba su seguridad; siempre y cuando no saliera por su cuenta.

Pero comenzaron los problemas de comunicación, Jaden se había escapado de su radar debido a la interrupción inesperada de mensajería, pero Haou seguía tranquilo ya que tenía la certeza que continuaba en el país debido a un informante, de lo contrario tendrá que enviar personal adiestrado fielmente hacia la protección del chico, o incluso personalmente para que no saliera del país.

Johan había estado esperando un solo momento desde un año y medio para atraparlo, desde que lo encontró por fin y lo vigilaba como sombra. Pero no sabía cómo sacarlo del país sutilmente sin que sus arranques de ira lo obligaran de la forma fea que conocía a hacerlo (sobre todo por el exceso de seguridad alemana alrededor de él).

Y llegó el día donde tuvo la perfecta oportunidad.

Lo divisó en la aerolínea que se dirigía a Suecia. Era igual a su Haou por lo que no pudo evitar suspirar al verlo la primera vez.

Se infiltró entre los pasajeros, el dinero no era problema para él, por lo que los sobornos evitaron que algún japonés pudiera abordar el vuelo para tomar su lugar.

Y se encontraba muy cerca, demasiado cerca de un destrozado castaño que deseaba alejarse de la decepción amorosa lo más lejos posible, al ritmo de alguna triste melodía que seguramente sus audífonos puestos en sus oídos le tocaba, sin percatarse del peligro de su entorno debido a la depresión que lo acongojaba.

Y partieron juntos, pero vigilados también por un agente del magnate alemán que había abordado sigiloso.

Entonces, a pleno vuelo, justo cuando había trascurrido  varias horas de su partida. Johan al tratar de acercarse al diseñador—, no pudo evitar la confrontación con el enviado de Alemania.

La pelea había sido dura, sobre todo porque su agresor no consideró a los pasajeros y había disparado a matar contra el pel-turquesa. Todos se agacharon en sus asientos, pero Johan no estaba herido de muerte, su piel había resistido el impacto debido su chaleco antibalas.

Fue tarde para todos cuando el sonido del disparo había despertado a “Yubel” dentro del cerebro del Anderson. Entonces se volvió demoniaco, y empezó a asesinar a todo ser con quien se cruzara o estuviese cerca de él.

Aquel alemán no podía alejarlo con su poderosa arma y no se le ocurrió otra cosa que abrir la puerta en pleno vuelo haciendo que algunos pasajeros salieran volando.

Jaden estaba aterrado, pero no podía ver nada, solo se aferró a su asiento y se puso la máscara de oxigeno.

El barullo llegó hasta los pilotos ya que el alemán había ido retrocediendo hasta llegar a ellos, y ambos conductores perecieron debido a las acciones violentas de la confrontación, o mejor dicho de la violencia de Johan.

El avión había perdido el control, rápidamente Johan regresó en sí y fue hasta donde estaba Jaden; lo abrazó haciendo una protección con su cuerpo y lo obligó a saltar del avión antes de que se estrellara de picada contra el mar.

Jaden no había podido ver a la persona que guiaba sus pasos hasta el vacío. La caída había sido espantosa, pero había logrado sobrevivir debido a que todo el impacto lo había recibido aquel cuerpo desconocido que lo había obligado a saltar. Sin embargo, debido al efecto de la succión se separaron y el mar provocó que perdieran contacto. Alguna maleta estaba flotando cerca de ahí y Jaden se aferró a ella como si fuese un salvavidas. Así la suerte —que siempre había estado de su lado—, volvió a sonreírle y unos pescadores lo encontraron inconsciente a la deriva.

Por otro lado, Johan se había alejado hacia otro lugar, el mar lo había arrastrado hasta los dominios del sur en Escocia. Su recuperación fue muy rápida, en pocos días estaba como nuevo y gracias a que conocía el código de sus cuentas bancarias, pudo sobrevivir en ese país.

Pero estaba decepcionado de él mismo.

Su esfuerzo había sido en vano, había matado a más gente inocente por su estúpida ira de entrenamiento; pero sabía que Jaden estaba con vida en algún lugar desde el día del atentado. No le quedaba de otra más que volver a empezar de nuevo para localizarlo, sin embargo, antes quería regresar a casa y ver a su hermano para saber que estaba bien.

Le dio la orden de ir para que  nuevamente se encontraran en Alemania.

 

 

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Jet privado de Industrias Yubel.

 

 

 

Haou estaba recargado en la ventana del avión mirando la imponente perfección del mundo a sus pies. Acariciaba los cabellos bi-color de Yuya con mucha delicadeza, quien dormía en su regazo apaciblemente. Haou amaba sobre todo la compañía de ese chico de cabellos verdes y rojos por lo que no perdía un momento para sentir su piel. Aunque sus pensamientos en ese momento volaran hacia su hermano.

En otro lado se encontraba inconsciente Yugi junto con su cuidador Kiryu quien solo vigilaba que estuviera estable pues tenía prohibido tocarlo de manera sexual.

Confinado en un asiento de la otra sección —en la parte de atrás del Jet—, estaba Yusei Fudo junto con dos guardaespaldas que evitaban que se moviera de donde estaba. Yusei no podía creer hasta que punto había llegado su estúpida desesperación, que incluso había involucrado a sus amigos.

Solo pudo pensar en Jaden puesto que el miedo lo estaba aterrorizando, pero debía enmendar las cosas..

Alemania parecía cada vez más cerca y su destino incierto podía terminar en tragedia.

 

Jet privado de Kaiba Corp.

 

Atem, Kaba y Shark viajaban en ese lujoso aparato. Todos con los nervios de punta y frustración evidente. Habían dejado atrás a los retrasos, sobre todo por Jack quien estaba imaginando los peores escenarios y seguro echaría todo a perder por sus impulsos prepotentes.

De alguna manera tendrían contacto con Yusei y prepararían el espionaje teniendo la cautela de no llamar la atención del oji-dorado.

 

Vuelo 66 Japón- Alemania.

 

Jack no dejaría que se salieran con la suya y le arrebataran a su Yusei, así tuviera que llegar más tarde que ellos intentaría todo con tal de tener de vuelta al mecánico, todo para hacer sus fantasías y (según él) su destino realidad. Crow no tuvo otra que acompañarlo.

 

Vuelo 254 Bretaña-Alemania

 

Jesse y Jaden no habían tenido ningún problema al abordar el avión. Jesse tenía a su disposición el dinero que siempre le enviaba su hermano para sus necesidades cotidianas y uno que otro capricho, por eso ambos boletos de ultimo minuto solo fue un gasto mínimo.

Pero estaba de alguna manera alterado de arribar a su país nuevamente. Jaden —en cambio— tenía miedo del vuelo, mas aquel impulso de saber de su hermano lo motivaba a continuar.

Llegarían rápidamente a Alemania al estar cerca.

Los pensamientos de ambos chicos se llenaban de sus hermanos respectivamente.

 

 

Turingia. Alemania. 10:00 pm

 

Johan se encontraba parado sobre una colina que dejaba ver gran parte de la ciudad de Turingia. El viento jugaba con sus cabellos y los recuerdos de su amado, su trágica vida, su hermano y sus objetivos llenaban su corazón.

El presentimiento de algo excitante estaba a punto de comenzar.

 

—Todavía no me he rendido…Haou.

 

 

Continuara…

 

Notas finales:

 

Hoy no hubo nada de trabajo ya que no había sistema en la empresa, sumado a que ninguno de los jefes fue a trabajar y bueno....cuando no está el gato, los ratones hacen fiesta xD Así es que todo el día me la pasé escribiendo un pequeño flashback de la historia y decidí compartirlo antes de subir el capítulo del Regreso.

 

Bueno, a nadie le importa eso.

 

Excelente fin de semana, que yo me voy a dormir.

 


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