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Cambio de Corazón por Yami Red eyes

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Notas del capitulo:

 

Hola, hola!!

 

Es, es muuuy dificil usar tantos personajes, ahh, por más que quice no pude llegar a la parte que quería. Que debió haber sido en el capi 9, pero bueno , ya en el 15 y no pude llegar tampoco, cuando me di cuenta ya eran 7000 palabras. Espero no atormentar con tanta escritura, pero mis manos simplemente escriben y escriben...

No me gustan los capítulos cortos, pero tampoco tan laargos jaja, no sé, cosa mia.

No había puesto esto pero , Yugioh no me pertenece. De serlo, Kaiba se casaba con Joey, Atem se quedaba con Yugi y Jaden se iba al futuro con Yusei en la peli.

Bueno...

 

Espero actualizar otra vez cuando el fic llegue a la página dos del inicio en categoria Yugioh xD Ok, no.

 

Muchas gracias por leer.

 

“A toda acción, corresponde una reacción…”

 

 

Capítulo 15.- Trato

 

 

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Las pantallas dejaban ver los códigos binarios en perfecto orden, con un salto de silabas en el siguiente renglón. Después de un rato de leerse en la pantalla azul, de repente cambió a una completamente negra con un mensaje encriptado en un código difícil de descifrar.

Duke metió un código en leguaje “C” y entonces apareció una pequeña ventanilla emergente en el centro, a su alrededor caían códigos ASCII color violáceo en un fondo negro.

La pequeña pantallita pronto dejó ver la silueta de una persona sentada en una silla, ni su rostro ni su cuerpo era revelado, al fondo una luz azul tenue era el responsable de hacer el efecto de misterio sobre esa figura desconocida.

—Hace tanto que no me llamabas, infeliz. Solo me hablas cuando necesitas algo. Mal hechote, mal hombre. —sonó la voz distorsionada, algo molesta y fuerte, de una chica.

Duke trató de sonar divertido.

Oráculo, no es verdad cariño. Sabes que yo “te amo” y mis pensamientos vuelan hacia ti.

—Ja, como si te fuera a creer eso, cretino. Dime, ¿sigues en el negocio de culo fácil en los servicios del King? —se burló. Duke no le tomó ninguna gracia dejando en claro, con su silencio, su molestia.

—El King volvió a traicionarme. Le advertí que esta vez pelearía.

—Vaya que eres tonto. Ese hombre es casi indestructible.

—Pues estoy aquí por ese “casi”.

La voz distorsionada echó a reír.

—Bueno, buena suerte, cariño.

—No me da gracia tus insinuaciones. Ya sé que es un monstruo, peor de lo que era su padrastro.

—Duke, te daré un concejo de amigos, por la amistad de antaño. Vive tu vida, aléjate de él, deja en paz a ese cerdo ahora que puedes o lo lamentarás.

—No puedo, se ha llevado una pieza exquisita que por derecho me pertenece. He trabajado duro por ella.

— ¿Cómo sabes que fue él?

—Fácil. Nadie sabía con precisión mi ubicación más que él. Además, sé cómo tiene adiestrados a sus perros rabiosos.

— Tienes buen colmillo, Duke, pero ¿por qué piensas que te puedo ayudar?

—Vamos, no te hagas la inocente, Rebeca, no te queda. Sé que tú lo ves todo, en todo lugar, estas metida hasta en el retrete más sarroso y putrefacto de cualquier mugroso hotel de mala muerte.

—Sabes que solo trabajo para los grandes.

—Y esta vez es grande, ¿no te gustaría poder darle un escarmiento a esa basura?

—El es mi mejor cliente, paga muy bien mis labores.

—Rebeca Hawkins, no me digas que ya no tienes hambre de una aventura. ¿Dónde está aquella chica curiosa de tener emociones fuertes en el mundo?

Oráculo, no me llames por mi nombre. ¿Qué quieres lograr con eso? Ahora soy una mujer de negocios. Vamos Duke, ¿Qué ofreces?

—Sabía que la  vieja amistad no sería suficiente. Pero sé que todavía no encuentras a ese amor idealizado que tanto esperas.

—Ya me olvidé de eso.

—Apuesto a que lo reconsiderarías si te digo que encontré a un chico como el que deseas.

—No creo que le llegue a la talla de mis exigencias.

—¿AH, no? —Duke mostró una foto del vendedor de videojuegos desde la pantalla de su celular a la chica. Lo sostuvo así por varios minutos para que ella lograra apreciar cada detalle del chico.

Los ojos azules de la rubia estaban complacidos.

—¡Es justo como lo imaginaba!, recuerdas muy bien mis gustos, pedazo de mierda.

Duke echó a reír.

—Sabía que era exactamente como lo describías en tus fantasías, en cuanto lo vi, pensé en ti.

—Gracias, ¿lo tienes en tu poder?  ¿Qué tan recorrido está? Sabes que mis peticiones son “Hasta que la muerte nos separe”. Es decir, que me casaré y tendré hijos de él. No quiero morir sola y sin mis sueños hechos realidad. El es perfecto, y no me importa si lo obligo, ya se acostumbrará a mí; sobre todo cuando llegue el primer bebé.

—Vaya que vas rápido, nena. Tranquila. Pues está casi limpio, solo ha sido usado una vez.

—¡Es perfecto! —su emoción aumentaba con la idea—¿Su nombre?

—Yugi Muto.

La chica suspiró.

—Entonces, ¿que me dices? ¿Trato?

—¿Exactamente qué quieres?

—Quiero encontrar a un inocente angelito.

—Varón, no me sorprende. Duke, desde el incidente con Taylor solo buscas hombres para vengarte. Algunos estrangulados por tus manos, sobre sangrientos actos de sexo, según reflejan las autoridades. Si no fuera por mi, ya estarías pudriéndote en una cárcel de las peores.

—Ya lo sé Oráculo, te agradezco, pero este hombre es especial. Nunca habrás conocido algo tan valioso como él. ¡Lo quiero! ¡Lo necesito! En verdad es indispensable.

—Mmhm, me interesa el desenlace. Te escucho…

 

 

Mansión Dorngerber.

Salón Special Satisfaction. “S”

 

 

Yugi despertaba cansinamente. Lo primero que sintió fue nauseas junto con mareos que entorpecían sus movimientos. Se fijó en el entorno, en el nuevo entorno lujoso y desconocido, donde solo había objetos carísimos. Trató de levantarse pero el apoyo con sus manos le falló y cayó torcido sobre la cama. Estaba tembloroso.

 —Tranquilo Yugi. —escuchó la voz de aquel hombre que le había explicado su desgracia la primera vez. —Trata de calmarte. Te administraron polvo de estrellas, una fuerte dosis. Como no estas acostumbrado, es natural que tus reflejos te fallen. Todo el día tu cabeza te va a dar vueltas.

—¿Qué hora es? —sintió mareo.

—Las cuatro de la tarde.

—¿Cuánto tiempo estuve….

—Varias horas. Tu cuerpo es muy frágil, normalmente dura de cuatro a seis horas y se pasa la primera vez, pero tú no dabas señales de vida. Me preocupé.

—¿Preocuparte?

Kiryu tocó el rostro del vendedor con suavidad, después tomó un pañuelo y le retiró unas gotitas de sudor de la frente.

—Has caído en un hoyo, uno muy profundo. Pero mientras no te sigan drogando, aún hay esperanza. Permanece a mi lado, yo te protegeré. Solo que… si Yuki te quiere penetrar, será mejor que obedezcas y seas dócil o te lastimará duro. No está interesado en ti, solo eres un capricho. Al parecer todavía no tiene planes contigo, no entiendo por qué te trajo aquí.

Yugi enfocó al chico, no era mal parecido, sus acciones y habla lo hacían ver como un hombre gentil, aunque detrás de ese par de ojos se podía apreciar profunda tristeza, terror y frustración. Al parecer ese hombre había sido testigo de múltiples actos despiadados y grotescos. Yugi tenía miedo, pero quizás sería mejor seguir sus concejos.

—¿Me repites tu nombre?

—Kiryu Kyosuke.

—Yo soy…

—Se quién eres, Yugi Muto. Lo que no se, es por qué estás aquí.

Yugi bajó la vista, se sentía traicionado por su amigo Jaden, aun sabiendo que no tenía la culpa, pero recordaba ser violado por él de forma atroz. Comenzó a derramar lágrimas de amargura y vergüenza; se sentía asqueado de sí mismo, sucio, sin valor.

Kiryu lo abrazó con toda la ternura que le quedaba en el alma, trató de consolarlo con palabras alentadoras; que no se derrotara, que luchara por salir de esa maldita experiencia y que aprendiera a tener una vida digna aunque fuese solo usado por sexo; trató de apaciguar su dolor diciéndole que era afortunado, ya que solo estaría con Yuki esporádicamente y no tocado por cualquier asqueroso y pervertido cabrón; todo el demás tiempo lo tenía para él solo, para superarse, aunque viviera encerrado; no debía dejar que ese demonio de Yuki tuviera el placer de ver su sufrimiento.

—Soy tu amigo, Yugi. Puedes llorar las veces que quieras en mis hombros. Yo siempre te acogeré.

—¡No! ¡No puedo! ¡No pudiera ver a Atem a la cara de nuevo después de esto!

—¿Atem? ¿Atem Aknamkanon?

Yugi no respondió, solo hundió sus sollozos en el pecho del más alto. Pero Kiryu sabía que ese Atem  era alguien a quien Yugi respetaba, y seguramente amaba. Sintió celos, pero no podía enojarse ya que ese chico le gustaba mucho, lo había dejado ser su razón para luchar, una manera de aferrase a la vida; algo que había dejado de hacer ya hace mucho tiempo.

—Yugi. Animo. Mira—le acercó una bandeja de exquisita comida en charola de plata. —Primero debes recuperar tus fuerzas. Después trata de tranquilizarte, te contaré todo lo que tienes que saber de este lugar. Y no te preocupes, mientras sigas mis indicaciones, esta prisión de oro puede ser mas llevadera.

—No tengo hambre, no quiero nada….solo quiero salir de aquí. —subió el tono de voz, trató de levantarse pero volvió a marearse, todo le daba vueltas, se quedó inmóvil tratando de recuperarse.

—Tranquilo, shh, todavía no hagas movimientos rápido y baja el tono de voz o despertarás a los otros.

—¿Otros?

—Recuerda que tu libertad ahora pertenece a otra persona, no solo has caído tú. Este es el salón Special Satisfaction, lo conocemos como el salón “S” y tiene otros cuartos donde hay otros chicos.

—¿Otros chicos? ¿Para qué quiere a tantos?

—Ventas exclusivas, u objetos de intercambio; son los más valiosos entre los desafortunados. De alguna forma, eres valioso para él.

—Entonces Yuki es un traficante de personas.

—Sí y no, aunque no es su mejor giro, él prefiere el lavado de dinero y destrucción de Industrias. Pero para los desafortunados que son vendidos; una vez vendidos, desaparecen de su radar. El se oculta tras la figura exitosa de un empresario de telefonía Alemana. No hay ninguna prueba que le señale una relación con el bajo mundo. Aunque las autoridades lo han investigado, de alguna forma siempre se sale con la suya. Eso es debido a que nadie se atreve a delatarlo ya que hay una probabilidad del 99% de ser asesinado brutalmente. Es muy poderoso en todo sentido. Incluso físico.

—Pero no puede tener a todos así. ¿Por qué no se unen en su contra?

—Siempre se entera de los movimientos de la competencia, y las alianzas; está en todo, a menos que haya algo superior que llame su atención como para tener un descuido.

Yugi comenzó a dudar de algún día ser rescatado, sus ojos se volvieron vidriosos.

— ¿Dónde estamos?

—En Alemania. Dentro de un pequeño y miserable condado de Turingia.

—¡Alemania! —alarmado se levantó tambaleante y miró por la ventana. El cielo estaba gris y la temperatura era algo baja. No reconoció nada. —Tan lejos…—su aura pesimista terminó por deprimirlo.

Kiryu se acercó.

—Si Yuki nota esa debilidad, te desechará sin dudarlo. Necesitas mostrar más rudeza, no, tampoco es que tengas que ser agresivo o boquiflojo, solo provocarás que te deteste. Tienes que ser seguro, tratar de jugar con su mente, tratar de que él te entienda y ambos lleguen a tener algo en común. Si lo haces, seguro que te considerará alguien indispensable e interesante.

 —Pero yo no quiero…

—Yugi, para permanecer con estos privilegios y que yo pueda cuidarte, debes exigirte un poco.

—No quiero hacer eso, temo verlo de nuevo.

Kiryu lo abrazó nuevamente.

—Yugi, contigo llegaron otros dos chicos. De nada sirve ocultártelo, te los toparas tarde o temprano. Pero parece que uno de ellos ha llamado por completo su atención, así es que no debes temer por ahora. Solo trata de asimilar todo esto antes de que Yuki pose sus ojos en ti.

Yugi solo deseaba regresar a su casa, estaba preocupado por Atem y por su abuelo. Aquel chico que se parecía a Jaden había dicho que su pariente aceptó un trabajo con él, solo esperaba que no le hubiesen hecho algo grave.

—Pero entonces…Cuando Yuki me vea de nuevo ¿Tengo que proveerlo de sexo?

—Me temo que quizás sea así. Solo eso.

—Esto es un asco.

—Llevo años queriendo salir de aquí. Lo hubiera hecho pero…—Kiryu dejó en pausa su comentario, miró por la ventana recordando que Haou lo había sacado de las calles y salvado de las drogas. Ahora solo era adicto al alcohol—No creo llegar a tener una vida pacifica nunca.

Yugi lo miró confuso pero no se atrevió a cuestionarlo, el más alto le sonrió amablemente.

—Vamos, come. Después de que te duches te llevaré a dar un paseo por los jardines. No te preocupes por Yuki. Aunque nos vea, sé que no se opondrá.

Los jardines eran extensos, con una belleza inigualable. Kiryu llevaba a Yugi a todos los puntos más sublimes que conocía. Había una capillita con detalles de oro muy llamativa en uno de ellos, donde se sentaron a beber un poco de agua que había llevado para su invitado. Kiryu le sonreía mucho, no con una amplia sonrisa pero a su manera tenue, era su mejor sonrisa sincera.

Pero Yugi no se había fijado mucho en ningún detalle, solo podía pensar en su abuelo y Atem.

—¿En verdad no se puede salir de aquí?

—Muerto solamente, aunque Yuki tiene su propia fosa común, así es que quizás ni muerto.

El vendedor centró su mirada y apretó los puños.

—Debe existir una manera.

La frustración era notoria, Kiryu colocó su mano sobre su hombro como consuelo.

—Mientras estés conmigo, yo te protegeré.

Yugi lo contempló algo incrédulo, hizo silencio y después de analizarlo un poco replicó. —¿Por qué eres tan bueno conmigo?

Tardó un poco en responder.

—He visto a muchos pasar por lo mismo, y sé que ninguno se merece estar aquí, pero…—tomó su barbilla con delicadeza—De todos los que han estado en tu situación, nadie, nadie me da más rabia que pase por esto, que tú. Es un sentimiento inexplicable, pocas personas tienen ese corazón noble como el tuyo, y aborrecería que desapareciera.

La mejillas del vendedor se tiñeron de carmín por aquellas palabras. Sinceramente era algo que Atem le había dicho con anterioridad en una de sus salidas “amistosas”. La voz del egipcio resonaba con suavidad en su mente haciendo que su corazón volviera a acelerarse y haciendo que sus ojos brillaran. Kiryu no pasó por desapercibido su estado, también compartió aquel sentimiento, pero por ese chico frente a él.

Se contemplaron íntimamente por largo tiempo, hasta que el vendedor desvió la mirada y se apartó de su contacto.

—Gracias, Kiryu. De no ser por ti, hubiera caído en un vacio desesperante desde que desperté. Espero que los otros dos chicos que llegaron, también tengan suerte.

 

Habitación de Haou.

 

Yuya despertó de un salto, al hacerlo provocó que su cabeza le punzara atroz.

Enfocó la conocida habitación, todo en su lugar, como lo recordaba. Dejó escapar aquellas impotentes lágrimas de sus carmesíes orbes desconsolados, y es que no podía evitar sentirse frustrado de nuevo.

Se abrazó de sus rodillas sobre la cama dejando escapar toda esa desdicha; nuevamente era el juguete de Haou Yuki; nuevamente en ese miserable estado de cautiverio a manos de ese desalmado. La última vez había tenido suerte, pero ahora…

Después de varios minutos compadeciéndose, de repente un estimulo de fortaleza regreso a su mente; era aquella motivación que anteriormente nunca había contemplado.

Yuma…

Secó sus lágrimas rápidamente, levantándose tambaleante y mareado por la droga; se disponía a salir cuando nuevamente se dio cuenta de su encierro .

Dio un golpe sobre la madera de la puerta.

—¡Maldición! Debo sacar a Yuma de este lugar, pase lo que pase,no debo permitir que lo hieran así. Sé que debe estar aquí, lo sé., nadie se lo llevaría más que Haou. Lo sé, lo sé…—Se dejó caer contra la puerta y abrazó nuevamente sus rodillas. —¿Pero cómo lo haré si ni siquiera puedo salir yo?

La desesperanza regresó como la sed en el desierto, Yuya estaba pensando enfrentar a Haou, al demonio irreverente que era Haou Yuki; su perdición y su verdugo. Tembló por los recuerdos y las vejaciones, por todo el daño psicológico que había sufrido y que nuevamente experimentaría. ¿Por qué Haou se había obsesionado tanto con él? ¿Por qué no lo había dejado ir después de tanto tiempo? ¿Por qué aun lo deseaba?

El castigo por la huida sería atroz, solo pensar lo que haría le helaba la sangre pero…¿Y Yuma? Ese pensamiento lo motivaba, volvió a levantarse con eso en mente. No era el momento de ponerse miserable, era el momento de ser héroe. Yuma debía sobrevivir, al menos.

Buscó algo en el cuarto, algo que lo hiciera salir pero no había nada. Las ventanas tenían barrotes, y no recordaba algún pasadizo, así que la única salida era esa puerta; tragó saliva, necesitaba saber que Yuma se encontraba bien, así es que comenzó a llamar fuertemente a la puerta.

—¡Haou! ¡Haou!

Ese escándalo había llamado la atención de alguien, esperaba que fuera ese enfermo chico de cabellos castaños; contuvo su respiración apartándose de la puerta para que la persona del otro lado, quien giraba los engranes de la chapa con la llave, se adentrara.

Yuri entró elegante y prepotente como si fuera el dueño de todo.

El rostro de Yuya se crispó en sorpresa, aquel chico era idéntico a él.

—¡Tú!

—Jee, despertaste. Y por lo visto te sorpendo. También yo lo estuve al verte, mi querido reflejo. —rió con elegancia—La vida no nos ha tratado muy bien que digamos, Ne.

Yuya no entendía su idioma, el francés de los labios de ese chico se escuchaba tan delicioso, pero aquella expresión de burla había hecho que pensara que no era un hombre amable.

—Boku wa Yuri desu. —Se presentó el chico en su idioma.

—¿Hablas japonés?

—Sí, forzado a hacerlo. Yuki es de esa nacionalidad y todo su personal está obligado a aprenderlo, junto con el Alemán. Te sorprendería saber de lo que un ser humano es capaz de hacer sometido a presión.  Hacerte entender es todo un reto. —hablo en idioma nipón, algo torpe pero entendible, con su acento francés.

—Pero tú, ¿también estás aquí por secuestro?... —anonadado.

—Mmhh…que se le va a hacer. Estaba descuidado cuando me atrapó, eso demuestra que en cualquier lugar, siempre debes estar alerta. La gente mala toma cualquier oportunidad.

—¡Dices las cosas como si estuvieras resignado! ¡¿No has intentado huir?! —comenzó a sudar frente a aquella presencia.

—¿Huir dices? —sonrió irónico, tapándose levemente la boca con sus dedos—En verdad solo he tratado de no perder la cordura ni mi dignidad.

—¿Dignidad? Pero si te ha…

—Tú no lo entiendes, reflejo. El cuerpo es solo un objeto, es material en este plano de la vida. Pero el alma lo es todo, es la esencia de tu ser, lo que te hace ser quién eres. Esa es la parte que nunca tendrá de mi, si dejo que corrompa mi mente, habrá ganado mi alma. Nunca le daré ese placer de ver aterrorizada a mi alma.

Las palabras apenas entendibles de aquel chico habían puesto en perspectiva toda su vida. Entonces él ya había perdido su dignidad, su alma le pertenecía a Haou por haberlo dejado acceder a ella. Ahora entendía porque aquel chico se erguía como un príncipe.

—Oh, no te entristezcas tanto, reflejo mío. Puedes poner mi teoría a prueba, no la he patentado, es tuya si te sirve. Aunque…—lo rodeó—Veo que tu experiencia fue completamente diferente a la mía.

—¿A qué te refieres?

Yuri se levantó la playera, casi no tenía marcas en su piel.

—Creo que en tu torso podría hacer un cuadro como los de Van Goh. En París son muy populares.

El aprendiz de mecánica se abrazó a sí mismo, odiaba verse al espejo desnudo, su torso sobre todo era asqueroso, le hacía siempre recordar las manos y flagelaciones de Haou. Las lágrimas volvieron a soltarse.

—Mhmm…Veo que tu alma pertenece a Yuki. Qué remedio, parece que la Alicia del otro lado del espejo es más débil que yo. —Era una metáfora apenas entendible, quería enfatizar que el único “Yuya” real era él y que ese chico frágil era solo una copia barata.

Para hacerlo sentir peor, comenzó a reír enérgicamente. Yuya trató de consolarse aferrándose a las palabras de ese desconocido. No le dejaría reírse de su debilidad, se irguió, parecía que sus ojos rojos brillaban en furia.

Ese cambio repentino no pasó desapercibido ante Yuri, quien ahora se había puesto algo serio.

—Quiero encontrar a un chico que se llama Yuma. —dijo Sakaki en voz firme.

—Yuma ehh…mmhmm supongo que es de el montón que está en el salón “S”

—¡Yuma no es del montón! ¡Es especial! —enfureció.

—¿Un amor ehh? Juuu, a Haou no le va a gustar nada eso. Tu estas en su habitación y eso te hace exclusivo, lo matará cuando se entere.

—¡No! ¡Solo…solo quiero sacarlo de aquí! ¡Haría cualquier cosa!

—¡¿Cualquier cosa?! —Yuri puso especial interés—Interesante, podría ayudarte si estás dispuesto a eso.

—¡¿Me ayudarás?!

—Bajo esa condición, Yuya. Cualquier cosa que quiera de ti, me lo darás a cambio de proteger a ese Yuma. ¿Verdad? —se acercó lentamente hacia él, Yuya no retrocedió.

—No. Lo que quiero es que lo saques de aquí.

—Sí, sí, me corrijo, a cambio de liberarlo. ¿Entonces tú harás cualquier cosa?

Estaban demasiado cerca sus rostros, podían sentirse las exhalaciones sobre sus labios. Yuya sentía algo de estrés en presencia de su homologo. Pasó saliva por su garganta pero el desafío sobre los ojos del contrario nunca se rompió.

—Si lo liberas.

Yuri acarició el rostro del chico.

—Vaya, ese Yuma debe ser muy especial para ti como para someterte a esas condiciones. Veo que te aterroriza lo que Haou pudiese hacer con él; haces bien, la experiencia propia es mejor que las especulaciones. —sus labios aprisionaron  los de Yuya con delicadeza, pero en seguida mordió la parte interna del labio inferior.

La mezcla de saliva y sangre degustaban sus lenguas. Yuya le seguía el ritmo algo asqueado pero los pensamientos de un libre Yuma le daban fuerza. Lo valía, había sido su único verdadero amigo, aunque en el fondo sabía que el moreno estaba enamorado de Sharck y quizás nunca le haría caso del modo que deseaba. Aún así, le quería ver libre, así se quedara él en ese infierno.

—Haré todo lo que pueda, reflejo. Comenzaré con dejarte verlo, pero primero, quiero que me enseñes lo que Yuki te ha enseñado a hacer.

—¡¿Qué?!

—Vamos no es nada nuevo, te masturbas y suplicas para que te coja. No es nada que no hayas hecho antes, ¿Ne?.

Yuri sabía de las manías de Haou, sobre todo bajo el efecto de esas sustancias afrodisiacas que le administraba para su deleite.  Yuya arrugó el seño, entonces Yuri explotó en carcajadas.

—Deberías ver tu rostro jajaja. No te preocupes, reflejo mío, está llegando la noche y Haou no tardará en regresar aquí. Regresaré por ti mañana, mientras pongo en orden a Yuma. Duerme bien por ahora, yo lo protegeré. —Volvió a besarlo hambrientamente y se marchó airoso, encerrándolo de nuevo.

Yuya esperaba haber tomado la mejor decisión.

 

 

Oficina principal de Haou.

 

 

Seguía viendo las acciones de Yusei, le parecía divertido ver como su novio jugaba al ratón en ese laberinto que era su mansión, pero entonces había encontrado la salida donde fue detenido por la poca seguridad.

“Señor, Yusei quiere escapar”

“Déjenlo”

“Pero señor, irá fuera de la mansión”

“Obedece. Solo dale este mensaje: Su límite es hasta las 9, ni un minuto más”

“Entendido”

El guardia había quedado incrédulo, a nadie había dado tanto privilegio, ese chico era como el segundo Johan.

—Hasta las 9 en punto, órdenes de Yuki, ni un minuto más.

Yusei entendió a lo que se refería, estaba poniéndolo a prueba nuevamente, arrugó el seño y se marchó.

Haou lo vio alejarse mediante las cámaras. Hizo una llamada.

“Sora, te encargo a mi novio”

“Si”

En otra pantalla miró a Kiryu y a Yugi conversando tranquilamente, miró la expresión de su sirviente para con el vendedor, había cambiado radiante aunque siempre haya sido oscuro. No pensó nada, lo dejaría disfrutar ese momento hasta arrebatarle a Yugi de nuevo. En otra cámara vio a Yuri que salía de su habitación, recordaba que Yuya estaba ahí, pero no acudiría todavía.

Comenzó a programar su computadora hasta llegar al sitio donde quería.

—Su majestad, el grandioso Rey supremo. Hace un rato que no me llamaba, mi señor.

—Me interesa el estado de la bolsa, Oráculo.

Oráculo se escuchaba alegre, con ligera sátira en su habla.

—Como siempre. Las tuyas son las mejores gracias a mi, ¿verdad? La competencia no quiere meterse en problemas contigo.

—Quiero un escaneo de las finanzas y movimientos de Kaiba Corp y Pharaon’s Corp.

—Vaya, otra vez a derrumbar torres, y estas son de los rascacielos. Dime, ¿crees que Kaiba y Atem te la dejarán fácil? Tienen historial limpio, no hay huecos, nada en su contra; no será nada fácil hacer que se asocien contigo.

—Solo dame las estadísticas, señorita. Yo me encargo de lo demás.

 —Oh, parece que tienes un plan. Con certeza veré el derrumbe de esas Torres Gemelas. Ja, siempre tan misterioso, por eso eres mi favorito mi rey. — La voz de chica distorsionada parecía motivada y enérgica, pero de una manera única y quizás demasiado impertinente. Nada normal.

 Haou se quedó en silencio por un largo tiempo. Ella comenzó a ponerse nerviosa en su respiración.

—¿Qué es lo que sabes, Oráculo?

—¿Eh? ¿Por qué lo dices? — pasó saliva.

Nuevamente Haou se quedó callado, pero no tardo tanto esta vez.

—Dicen que la mafia esta en mucho movimiento. ¿Sabes el motivo?

Rebeca no contempló el silencio.

—Sí, lo he notado, justo estoy descifrando ese misterio, me interesa saber que están planeando.

—Es raro un ataque a las aerolíneas alemanas. Encontraron a varios peones de mis enemigos agujerados por las balas en ese lugar. No es una colisión normal entre ellos, sobre todo por la aerolínea.

—También pesé lo mismo, eres muy intuitivo Yuki. —su voz sonaba algo baja. La conocía y sabía que ocultaba algo.

—Dame las grabaciones.

—¿Qué?

—Se que te gusta estar en la lente de todo. Tú puedes rastrear y mover cualquier clase de tecnología a tu antojo y con tanta facilidad. Así es que no me digas que no tienes las cintas, de ese encuentro.

Rebeca volvió a tragar saliva, soltó una risita traviesa pero notoriamente alterada.  

—Claro, soy la mejor. ¿Quieres verlas ahora?

Haou suspiró fastidiado.

Rápidamente la hacker le mostró los hechos, todos, pero solo mostro el enfrentamiento y no el motivo. En una de ellas la muchedumbre histérica había corrido hecha un estampida, Haou volvió a repetirla pues pensó haber visto a su hermano, sin embargo no se apreciaba bien y descartó la  idea, quizás se confundía por el deseo de verlo con vida. Lo que había llamado su atención fue la presencia de Jesse en el lugar. Siguió todos sus movimientos, entonces comprendió que el barullo lo había ocasionado él, debido a que sabía de su inestabilidad y violencia. Aunque la reunión de las mafias en ese lugar seguía  siendo un misterio.

—¿Qué tal, Yuki? ¿Cuál es tu conclusión sobre ese encuentro?

—Sigue investigando la causa. Te lo encargo Oráculo.

—¿Y mis honorarios?

—Vaya pregunta tan más inútil.

—Es que quería por fin tener un encuentro íntimo contigo como pago y pensé que...

La conexión se había perdido.

Rebeca se azotó en su asiento. Vaya que ese chico era difícil, pero sonrió, le encantaría ver su cambio drástico en su rostro. Miró la foto de Yugi en su celular

 

Muy pronto mi amado Yugi , muy pronto—pensó enamorada.

 

Haou contempló los jardines, estaba algo melancólico.

 En ese momento Yuri entró.

—¿Me llamaba?

—¿Qué te pareció Yuya?

Lo había descubierto.

—Es un tipo tímido, parece traumado.

—Es igual a ti. —no lo miraba.

—¡No es igual a mí! Superficialmente quizás, pero no en esencia.

Haou esta vez lo miró, le gustaban las respuestas de su Yuya 1.

—Estoy esperando una mercancía muy valiosa. En cuanto llegue te encargarás de ella un tempo. Necesito estabilizar muchas cosas aquí, sobre todo con los nuevos chicos, explicarles las reglas de este lugar, antes de hacer un movimiento.

—¿Más?

—Solo uno. Es importante.

—Esta bien. —hizo una reverencia y se dio la vuelta, pero la voz de su amo volvió a llamarle.

—Yuri, no quiero verte cerca de Yuya de nuevo, a menos que sea una orden mía.

 El chico no hizo gesto alguno, siguió adelante.

 

 

Turingia.  8:00 p.m

Algunos pocos kilómetros de la mansión Dorngerber.

 

 

—¿Cómo se encuentra Jesse?

—Perdió bastante sangre, pero se recuperará, aunque le costará un largo tiempo. —sentándose a un lado de él en la otra silla.

Jaden se sentía culpable, si tan solo hubiera sido más fuerte, pudiera haberlo ayudado. Apretó los puños.

Johan puso su mano sobre su hombro,

—No te preocupes. Se va a recuperar, ha salido de muchas.

—Cómo es posible que no haya muerto? No es que lo quisiera, pero en realidad me sorprende.

Johan no estaba seguro de cómo decirle la verdad, acarició su rostro y aquellos cabellos castaños.

—Te pareces tanto a tu hermano, es raro ver gemelos idénticos.

—¿Qué dices? Si tú y Jesse son como una copia.

—Je, aunque no te has dado cuenta, diferenciamos en algunas cosas; por ejemplo, la altura, el es más bajo. El cabello es más claro en él, mis ojos son más afilados…

—No bromes, ni se nota, viejo.

—Jaja, sí, está bien; si somos bastante parecidos, pero ustedes nos ganan. —se rascó la cabeza mientras reía un poco. Jaden se puso serio.

—¿Es verdad?

—¿Eh?

—¿Es verdad lo que dicen de mi hermano? ¿Qué es malo, un desalmado?

Johan miró el suelo, su expresión se  había puesto melancólica.

—El no solía ser así. Era bueno, se preocupaba por mí y por Jesse, entre otros. Pero…su padrastro le hizo mucho daño que absorbió con el tiempo. Yo diría que es una víctima más de ese mal nacido de Dorngerber.

—Nunca lo conocí.

—Y que suerte, Jaden. Era un maniático. Le hizo mucho daño a Haou, lo obligaba a hacer cosas atroces, le enseñó sus locuras enfermas y lo utilizaba para atormentar a la gente. Haou no tiene la culpa de haber caído en la oscuridad.

Jaden escuchaba atentamente.

—Nosotros estuvimos cautivos en esa mansión antes de conocerlo, nos usaban como conejillos de indias a Jesse y a mi. Ambos pasamos una horrorosa infancia en un laboratorio, donde cada día éramos torturados. A ese maldito se le ocurría una nueva forma de atormentarnos cada vez. La sustancia que nos suministraron se llama Yubel, es la causante de que Jesse no haya muerto en esa balacera.

—¡¿Yubel?!

—Sí. Es un poderoso regenerarte a nivel del núcleo celular, actúa 50 veces más rápido que las plaquetas y tejidos normales. Somos más fuertes y resistentes, pero solo a los gemelos se les puede administrar, ya que, de no tener esa condición, el sujeto moriría en poco tiempo. —Miró al castaño—Tu hermano también fue inyectado con eso durante mucho tiempo, también puede ser que sea una de las causas de su crueldad. Nosotros, aunque sobrevivimos, aun no somos perfectos. Es decir, que nuestro cuerpo aun tiene efectos secundarios de la sustancia misma que nos hace ser violentos. —Suspiró—Tu hermano me salvó. Cuando perdía el control solo bastaba con susurrarme al odio “Te amo Johan, vuelve a mi” para que yo regresara a ser consciente y así me estabilizaba. Sentía ese amor que me tenía y sé que era real.

Jaden no parecía sorprendido. Recordaba a su dulce hermano, temeroso y fantasioso ¿Quién no podía caer enamorado de él?

—Haou no era malo—siguió hablando—, lo obligaron, pero aun siento que puede haber esperanza para él, creo que no ha tocado fondo todavía. Es por eso que salí a buscarte, Jaden. Cuando su padrastro murió, Haou cambió totalmente a ser un desalmado. Parecía sentir placer al terminar con el sueño de mucha gente, se alió con personas peligrosas y controló los mercados bajos. Nada le importaba, parecía imparable; pero entonces fui testigo de cómo se ponía mal cuando escuchaba tu nombre; era como si él mismo sintiera vergüenza de lo que se había convertido y temía que tú lo miraras en esa podredumbre.

El silencio solo duró pocos segundos.

—Creo ciegamente en ti, Jaden, no puede continuar así. De alguna manera sé que podrás regresarme a mi amado Haou. Quiero poder susurrarle aquellas palabras que me decía ahora sobre su oído.

Jaden estaba consternado ¿Qué podría hacer él?

—Aunque me lo pidas, no sé bien qué hacer y muchos confían en mi.

—Sé que sabrás que decirle. El te quiere mucho, Jaden. Creo que tu sola presencia podrá traerlo.

—Suena tan fácil.

Johan le sonrió, aunque el castaño no se percató por la incertidumbre.

—No tengas prisa, Jaden. En cuanto te sientas listo, te llevaré a la mansión. Esta muy cerca de aquí, siguiendo el paso Gergad, hasta el final.

—Sí, de todas maneras no podría irme sin que Jesse se haya estabilizado. Le debo tanto. —miró hacia la puerta cerrada en el cuarto del peli turquesa.

—Jesse se siente muy atraído a ti, Jaden. —el chico se sonrojó—Cuando me fui a buscarte, supe que trató de rehacer su vida inútilmente. Buscaba alguna forma de distraer su mente para su estabilidad, por lo que indagaba cualquier clase de actividad que le quitara la ansiedad. Es por eso que se ofrecía de voluntario en todo. Así fue que viajando, dio a donde estabas tú. Noté su seguridad junto ti, ya que de haberse puesto salvaje, hubiera acabado con todo el establecimiento hasta sentirse satisfecho. Pero se controló para no herirte, por ti, porque  Jesse realmente te ama.

La expresión del castaño era desorbitante, el color de su cara cambio totalmente a carmesí. Pero sabía que no podía corresponder a sus sentimientos, estaba confundido.

—Yo no puedo…

—Lo sé. Es por ese hombre, Yusei ¿Verdad?

—¡¿Cómo lo sabes?!

—Te estuve observando una temporada, sé que es tu novio y el daño que te hacía. Deberías reconsiderar tus sentimientos hacia él, Jaden. Tú no mereces esa clase de maltratos, no mereces ser aprisionado como lo hacía Yusei. Eres un chico muy vivaz, y feliz. El solo te esta apagando lentamente. —lo tomó de las manos—Jesse jamás te abandonaría, jamás te haría daño, te amaría hasta la última palpitación de su corazón. Lo sé, porque puedo sentirlo. Dale una oportunidad.

 

Jaden no dijo nada, trató de zafarse del agarre, pero el mayor no lo dejó.

 

—No creo poder.

—Solo te pido que lo pienses. Yusei no vale la pena.

Quizás tenía razón aquel hombre, pero él todavía amaba a su mecánico, se serenó en su voz.

—Johan, así como tú conociste a mi hermano, debo decirte que Yusei no siempre fue así. Era muy entregado, era detallista, apasionado, estábamos enamorados en perfecta sincronía. El me ama y yo…! Todavía lo amo!

Se escuchaba firme y con fe. Johan se quedó callado un rato.

—Pero recuerda que la gente cambia, Jaden.

—Eso podría decírtelo también a ti. —endureció la mirada, no le gustaba que se expresara así de la persona que amaba.

Johan soltó una risilla irónica. Se notaba que era el hermano de Haou Yuki, no cualquier debilucho sin espíritu.

—Tú ganas.  Solo prométeme que lo pensarás. —lo soltó. —Ahora toma un refrescante baño y luego a la cama.

 

 

Bar Nibelungengarten.

 

 

Era el primer vaso de la segunda botella de Jägermeister que  Yusei se echaba de un solo trago. Sus mejillas ardían y sus ojos ya no distinguían bien su entorno, solo podía pensar en una sola persona y todos sus errores.

El sake y la bebida alemana tenían una gran diferencia, el alcohol en su cuerpo era dos veces más fuerte que el acostumbrado en Japón por cada copa. Pero estaba deprimido. Había estado buscando a Kaiba y a Atem por todas las calles sin ningún éxito, este bien podría ser la única vez que Haou lo dejara salir sin límites, una única oportunidad y no había podido aprovecharla.

Varios hombres y mujeres solo lo miraban, ya lo habían visto llorar y suplicar al viento inconsolablemente, seguramente su vida era muy difícil, pero bien, eso a ellos no les importaba, su nacionalidad extranjera era muy extravagante y el chico era muy atractivo. Una total joya si caía en sus manos para hacerse de las suyas, podría ser explotado con grandes ganancias; solo esperaban un poco más para que cayera por completo noqueado por el licor nazi. Sora y Kaito también lo miraban desde una mesa más alejados.

Poco a poco sus fuerzas comenzaron a fallarle, dejó caer su cabeza sobre la barra. El cantinero se acercó para zarandearlo un poco.

—¡Hey, princeso, esto no es un hotel! Vaya a dormir a la calle. Pero primero pague.

Yusei no entendió ni una palabra alemana.

—¡Déjeme en paz! —vociferó en japonés.

—Hey, no me importa que sea extranjero, haré que te den una paliza si no me muestra su tarjeta de crédito o los euros. —le alejó la botella, eso provocó que Yusei lo mirara enojado.

—¡Oiga, todavwía no termino!

—Dinero, princeso, Dinero. Sin eso te partiré ese bello rostro. —frotó sus dedos indicando que tenía que pagar. —A menos que lo quieras pagar con tu cuerpo.

Un hombre robusto y calvo, con la barba crecida, se acercó y depositó sobre la barra varios euros que cubrían el gasto.

—Yo pagaré  por él. Me lo llevaré.

El cantinero estaba complacido, chasqueó los dientes en la cara de Yusei y se alejó un poco, ya sabía su suerte.

Yusei lo miró, pero no lo distinguió por el efecto del alcohol.

—¡No tengwo dinero!

—No necesitas dinero, belleza, solo basta con que seas un buen perro. —parecía que conocía el idioma. Descaradamente le acarició un hombro y aspiró su aroma. —Eres justo como me gustan.

Yusei se sitió asqueado, lo apartó bruscamente, pero aquel hombre lo jaló de los cabellos para poder darle un beso en el cuello.

—¡Agh! ¡No me toque! —trató de zafarse sintiendo su lengua— ¡ No tengwo dinero! ¡Si quiere dinero vaya a pedíwselo a Haou Yuki!

Había sido como si el tiempo se detuviera, todos los comensales guardaron silencio y miraron a quien se  había atrevido a decir aquel nombre completo.

—¡¿Por qué mencionas a Yu-Yuki? ¡—lo soltó.

—Haou es mi novwio, si quieres dinero ve con él.

—¡¿Yuki es tu novio?! —contuvo la respiración, sintió escalofríos y un sabor a sangre en su boca. Sería mejor desaparecer antes que sea tarde; entonces acomodó sus ropas para después salir sin hacer barullo. Los demás comensales prefirieron no molestarlo y algunos salieron en desconfianza. Pensaban que el Yuki o sus matones  se encontraban ahí.

—Pe-perdóneme  usted—, se acercó el cantinero. —no sabía quién era. E..es cortesía de la casa. —había dejado otra botella. Yusei afiló la mirada pero solo volvió a dejar caer su cabeza sobre la barra después de otro trago largo, y se quedó dormido.

Kaito y Sora se tranquilizaron, estaban a punto de hacer una masacre por Yusei. Si no es que también tuvieran que llamar a su amo.

—Qué dices, ¿Vamos por él? —preguntó Kaito.

—Na. Déjalo. —con la sonrisa ancha—Yuki se encargará de él en cuanto regrese. Si no es que tenga que venir él acá.

—Pobre chico. Yuki esta vez lo quemará.

—Sí. Ya quiero escuchar sus gritos varoniles, este chico me excita.

—Ju. Dices eso con todos. ¿No que tu favorito era Yuya? ¿No estás feliz por su regreso?

Sora mordió una lolipop a la mitad.

—La verdad es que sí. Por eso odié a Sawatari cuando lo dejó ir. Pero tuvo su merecido y el tiro de gracia se lo di yo. Fue todo un placer ver su expresión aterrorizada por mi.

—A veces me das miedo, enano.

—Je. Por eso Yuki no me desechó.

—No se deshizo de ninguno. Sabe que volver a entrenar personal es algo tedioso y perdida de tiempo, además éramos muy pocos para una mansión tan enorme. No entiendo su falta de seguridad teniendo tanto dinero; pero estas quemaduras que nos hizo en el pecho nunca desaparecerán.

—Que esperabas, ese escarmiento nos sirvió para ser más cuidadosos.  Además muchos no lo soportaron y fueron directo a la fosa.— se comió la otra mitad de su dulce— No quiero imaginar si algo le llegara a pasar a este princeso.

—Lo que sea, tiene unos ojos azules muy hermosos. ¿No crees?

—Que no te escuche Yuki, Kaito, o te colgará. Recuerda lo que le pasó al tipo que quiso pasarse de listo con Johan.

—Pobre, pobre chico.

—De todos modos se le acabó el tiempo a Yusei. —miró el reloj—Mucho, pasan de las diez.

Kaito movió la cabeza en negación—Pobre, pobre chico.

—Será mejor enviarle el reporte.

 

Haou escuchó el estado de su novio de los labios de Sora. Frunció el seño y ordeno regresarlo a la mansión a la brevedad, en su voz furiosa pudieron notar ese cambio drástico inusual en su jefe. Este había colgado de forma violenta, al parecer arrojó el teléfono al piso con fuerza.

 

—¡Yusei, Yusei! ¡¿Por qué sigues desobedeciéndome!

 

No, causarle  terror a ese chico no era suficiente para hacerlo suyo, su ser seguía intacto y eso era algo que le molestaba.

 

 

Propiedades de Noah Kaiba.

 

 

Kaiba estaba destrozado, estaba sufriendo su error de una forma desgarradora. Duke no había sido su mayor problema, ahora sabía que Haou también había conseguido hacerse con su rubio. Se arrepentía atrozmente atormentando a su cabeza por haberlo dejado en Japón. Nada de eso le hubiera pasado a su cachorro de haberlo traído. Ahora no sabía que le haría el magnate Alemán.

—No somos rivales para luchar contra él. —se estaba derrotando. —Haou siempre va un paso adelante. Aunque infiltremos a alguien lo sabrá.

—No hables así Kaiba. No ha ganado. Si no lo intentamos nunca lo sabremos, así es que hagamos que valga.

—¡No! ¡El sabe nuestro punto débil! Primero Yugi, luego Joey.

—¡Kaiba no hables así! ¡Ganaremos! —Atem comenzaba a desesperarse.

—No lo entiendes, no somos nada. El es un Dios.

—¡Kaiba!

El golpe había sido duro, hizo que cayera al piso. Kaiba se repuso después de eso.

—¡Es en este momento que debemos estar más unidos y no sucumbir al pánico!

El magnate de KC solo se tocó la parte dañada, pero pensó mejor las cosas. No podía evitar pensar en todo lo que estaba pasando y sobre todo a Joey. Ahora entendía esa agitación en su pecho, ese regocijo al verlo, esos arranques de celos, y esos deseos de estar junto a él. Amaba a ese rubio, competía por Yugi solo por no perder ante su rival, pero entendía que era solo eso, por no perder.

—Joey…

—Escuchen—habló Noah—Ya contacté a mi amigo de la mansión. Después de insistir mucho y varios trueques, accedió a darle un transmisor a Yusei. A partir de mañana podremos saber lo que pasa ahí dentro. Debemos estar alerta.

—¡Excelente! ¡No dejaré que le haga daño a mi cachorro!

—Solo espero que Yugi  y los demás estén bien.

 

 

Notas finales:

 

Continuara....

 

 

Si, será pronto, espero... Llevo una pare del que sigue, lo iba a poner en este pero ya serian como 10000 palabras.

Una disculpa a los fans de Yuma y Sharck, voy a confezar que no he visto ZEXAL por lo que su participación es poca. No quiero que sea muy OC el personaje. Lo inclui solo por ser prota y quería verlos a todos en un fic.

No les he puesto mucha participación a los "Heroes", creo que se me facilita hacerles la vida de cuadritos, pero piensenlo, ellos nunca han lidiado con la mafia u-u

 

Que más....

 

Ah si, habrá una sorpesa en la continuación, o al menos me sorprende a  mi xDDD

 

Disculpen la horrografía.

 

Gracias por leer!!!

 


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