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Cambio de Corazón por Yami Red eyes

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Notas del capitulo:

 

Hola, hola. Sí, se que me tardé horrores, la verdad que en este nuevo puesto no puedo ni respirar.

Muchisisimas gracias por todo el apoyo, de verdad que me hace muy feliz saber que agrada mi trabajo.

 

Y aqui dejo la continuación.

 

"No debes luchar demasiado con un enemigo o le enseñarás tu arte de la guerra"

 

Capítulo 22.- Conquista (Parte Final)

 

Al día siguiente.

 

Camino a la mansión.

 

—Estoy cansado, Jack. ¿Falta mucho?

Crow, Jack y Sora andaban por un sendero algo empinado hasta la Mansión del empresario, habían estado caminando ya hace varias horas sin descanso alguno desde que encontraron a ese misterioso chico en la ciudad, ahora estaban exhaustos.

—Oye, enano. —se dirigió de esa manera Jack hacia Sora—Más te vale no estarnos tomando el pelo. ¿Seguro que sabes dónde se encuentra mi Yusei?

—¿Y por qué vamos caminando y no en un taxi? — quejándose el sub-jefe de mecánicos.

Sora estaba tan fresco como una lechuga, chupaba una lolipop tranquilamente y sus manos estaban puestas tras su nuca como si no le interesara la vida.

—Ya les dije que sé el camino. Sé dónde se encuentra, y vamos a pie porque olvidé mi dinero. Ustedes no tienen euros de esta región. Solo tengan paciencia, ya no falta mucho.

—Uff…deberíamos regresar a Japón, Jack. Yusei debe estar bien, no seas terco. Ya no podré aguantar más, ¡Tengo hambre!

—Regresa tú, ¡Yo no me iré sin mi Yusei!

Crow suspiró resignado.

—Y dale con eso. Al menos deberíamos parar una mula o algo.

—Me sorprende lo débil que eres, Crow. Yo ya pude controlar las pulsaciones de mis juanetes desde hace unas horas. Todo está en la mente, así es que deja de quejarte.

—¡Pero yo no quiero juanetes! ¡Arrrr!

 

Mansión Dorngerber. 10:15 a.m.

 

Yusei se había tomado el atrevimiento de ir hasta la habitación de Sakaki. Sería al primero que alertaría para que estuviera listo.

—Si todo sale bien, mañana regresaremos a Japón. Edo pasará por ti.

Yuya quedó estático por unos minutos; luego de analizar los planes, replicó con voz firme.

—Yo quiero hacerlo.

—¿Perdón?

—Quiero ser yo quién seduzca a Haou.

—¿Qué? ¿Pero por qué?

—Porque quiero ser útil para esta misión. Quiero poder hacer algo por alguien, esta vez…no correré. —los orbes carmesí brillaron en determinación. Yusei admiró esa valentía. —Déjame hacerlo, Yusei. Por favor.

—Yuya, aprecio tu sacrificio, pero debes saber que quien lo haga deberá soportarlo más tiempo. Se quedará a su lado por tiempo indefinido, sin esperanzas de una libertad futura y … Haou podría matarte.

Yuya no se intimidó, habló después de un corto silencio de reflexión.

—Sé de lo que es capaz y quiero hacerlo. No te preocupes por mi, Yusei. Haou ya me ha quitado a la persona más importante para mi alma y no lo dejaré hacerlo de nuevo con ustedes. Yo estoy dispuesto porque es personal.

Era peligroso, bastante arriesgado pero su aprendiz parecía tener todas las agallas y coraje del mundo.

—¿Estas consciente que el sufrimiento podría ser mayor?

—Sí.

—Podrías morir.

—Lo sé.

—Podría idearse torturas medievales.

—Yusei, ya dije que sí.

El aludido se mordió el labio inferior, estaba preocupado. Yuya lo comprendió y suavizó sus gestos.

—Estaré bien. —sonrió el aprendiz de mecánica con los ojos cerrados entre una agradable aura.

Yusei aun estaba indeciso. Unos minutos le faltaron para convencerse: si Sakaki no tenía prejuicios ni tapujos, entonces creería en él.

—Ten mucho cuidado. Sé que estarás bien pero mantente en alerta. Te lo encargo mucho, Yuya. —posó su mano derecha sobre su hombro, Yuya asintió con la cabeza y serenó su rostro, eso cerró el convenio de fe entre los dos.

 

Archivo 10:15 a.m

 

—¡Joey!

Yuri de inmediato acudió a su asistencia al ver el estado mancillado de su rubio.

—¡¿Estas bien?! —se apresuró a desatarlo; unas lagrimitas traicioneras se estaban acumulando en  sus orbes.

Y es que no quería perder tan rápido a Joey, al alegre chico rebelde de agallas admirables quien era un escape a su realidad y un símbolo de esperanza.

Joey tenía el rostro empapado de lágrimas secas, sus ojeras delataban lo mal que lo había pasado la noche anterior, mas su respiración pausada revelaba un control duro en sus emociones; además, los colores dorados de sus iris parecían haber oscurecido, mostraban un leve tono carmesí rígido. Miraba un punto sin importancia en el techo perdido en sus pensamientos.

—¡Ese malnacido te lastimó mucho! —Yuri apretó el puño en impotencia, algunas lagrimitas incontrolables le dieron vergüenza. —¡Siempre ha sido así, siempre con sus asquerosas mañas, enfermo, demente de sus propios aires de grandeza…!—quebrándole la voz, sus lágrimas ya manchaban el piso.

Yuri era un chico duro, muy consciente de la maldad del mundo, egoísta a su propio beneficio, pero…también se aferraba a creer; a volver a creer en una libertar próxima, física, psicológica o espiritual, pero algo que lo hiciera sentir vivo. Joey había llegado a su vida para mantenerlo más tiempo cuerdo. — ¡Pagará, pagará caro…!

Joey trató de despabilarse, la desesperación retraída de Yuri lo había conmovido, ¿Cómo podía sentirse mal por el dolor de una persona que acababa de conocer? Suspiró, después acarició el rostro del más joven y sonrió de lado. El más joven apreció ese gesto y tomó la mano que estaba posada sobre su mejilla con mucha delicadeza para profundizar el contacto.

—No te preocupes, Yuri. Estoy bien. —le dedicó una ancha sonrisa. El joven asistente cerró los ojos; y gracias a la energía y alegría del rubio, volvió a sentirse seguro.

—No quiero que nada malo te pase. —Yuri replicó con sinceridad.

—Jeje gracias por preocuparte, amigo. Pero estoy bien; sabía que tarde o temprano pasaría. Lo noté desde el primer día que lo conocí y me devoraba con la mirada. Estaba preparado mentalmente. —Le guiñó un ojo. Aunque por dentro estaba desconsolado. —Esto es algo que no debe afectarnos o perderemos frente a él. Vamos, deja de llorar. —limpió sus pequeños ríos salados con sus dedos. Yuri perdió la postura, se abalanzó para abrazarlo y perderse en su cuello y la protección de esos fuertes brazos.

—Tranquilo, estoy bien.

 

La cámara de la ropa de Yusei mostraba la escena. Kaiba estaba de pie, con los brazos cruzados, sin hacer gesto al presenciar aquella cercanía a su propiedad.

Atem, Noah y Shark lo miraron algo preocupados. Grande fue su sorpresa al notarlo tan calmado.

 

“¿Estas mejor, Yuri?” —preguntó el rubio al asistente más joven, este simplemente asintió; después se incorporó para darle ropas limpias a Joey.

 

Kaiba afiló la mirada, apretó sus dientes pero no se alteró colérico, era obvio que ese pequeñajo— copia de Sakaki—, tenía otro tipo de intenciones con su cachorro.

Solo refunfuñó entre dientes.

Duke, Haou, y ahora ese enano, ¿quién más se uniría a ese desafío por tocar su propiedad?

Se apresuró para darle instrucciones a Yusei y este las replicara a los demás, todo comenzaría después del entrenamiento con katana. Llamó también a sus soldados y personal de KC, estos ya estaban preparados para cualquier orden.

—Equipo Alfa, quiero que permanezcan en su perímetro por cualquier acontecimiento. Debemos ser lo más silenciosos posibles y cautelosos. No hay que darle oportunidad a Haou de que se reubique y lance una contra ofensiva. La prioridad es tener a todos fuera de su alcance antes de que se de cuenta de su descuido. Lo obligaremos a lamentarse de su pobre seguridad de mierda. —cerró los ojos y exhaló—Y si aun así, algo sale mal…Lo último será usar la fuerza bruta, —centró su mirada hacia su amado en las pantallas— Aunque…debemos de evitar la fuerza debido a la seguridad de los cautivos, sobre todo de mi cachorro. Nada debe salir mal…

 

La indicación para los demás retenidos se corrió gracias a Edo y Kiryu. Así fue que Yugi, Yuma y Joey estaban al pendiente.

Joey solo deseaba recostarse en la cama todo el día para recuperar fuerza, no estaba del todo bien tanto física como emocionalmente; pero solo resistía, pues pese al dolor de su cuerpo maltratado, se levantó atento de la hora marcada, donde tendría que arriesgarlo todo. Ya habría tiempo de tratar su daño psicológico.

Yugi estaba emocionado; ansioso por lo que iban a hacer, por la valentía y disponibilidad de todos sus amigos; aquello solo lo llenaba de coraje y esperanza. Casi podía sentir los brazos protectores de su faraón al momento de la liberación. No podía contener su energía.

Por otro lado, Yuma había perdido ante todos sus intentos con el magnate, había fallado pero en el trayecto también había descubierto algo magnífico, algo que involucraba a su cuidador y él; mas era hora de ir a casa y encontrarse con el hombre a quien “amaba”, ¿o sería que quería quedarse a lado de su guardián en cautiverio? Estaba confundido. Una parte de él deseaba huir con Kaito hacia un nuevo futuro, y la otra deseaba ver a Shark. Como fuese, necesitaba ser libre de nuevo.

3:35 pm sería el momento de la insurrección. Cada uno tenía la misión de salir de la mansión por caminos diferentes.

Primero sería la actuación de Edo, Kiryu y Kaito. Ellos se ocuparían de distraer a sus compañeros guardianes— los pocos que habían—, sobre los puntos de escape donde se había establecido las partidas.

Kaiba debía entrar al servidor de las cámaras de vigilancia, eso para bloquear la evidencia y reemplazar las cintas con otro monótono día, así también para que Haou no sospechara si se le ocurría mirarlas.

Entonces todos estarían al pendiente de las cámaras físicas en las esquinas; que darían la señal de inicio: cuando estas se oscilasen en dirección horizontal tres veces, eso quería decir “campo libre”, de esa forma comenzaría la liberación.

La mañana pasó con tranquilidad.

 

Dojo 3:15 p.m.

 

Era la tercera vez que Yusei caía al suelo con cortes largos y algo profundos en su brazo. Su atlético cuerpo apiñonado casi no podía soportar los enérgicos y hábiles ataques de la copia de su amado Jaden, por lo que estar con vida podría considerarse como un milagro.

La respiración agitada del jefe de mecánicos les hizo hacer una pausa al entrenamiento. Yusei miraba con un solo ojo a su adversario mientras trataba de regular su respiración; se limpió un poco del sudor y sangre de su rostro con su antebrazo antes de escupir al piso el líquido vital que manchaba sus dientes. Por otro lado, Haou sonreía pérfidamente, sin ningún rasguño, airoso de su porte soberbio; la burla en él siempre era molesta.

Yuki parecía más despiadado que el día anterior, como si estuviera motivado de alguna manera.

El castaño rio elegantemente. —Vaya, mi amor. Parece que no estas inspirado hoy.

—Ah…ah…—tratando de recuperar el aliento—No…no voy a permitir que sigas burlándote, Haou.

—¿En serio? Bueno, enséñame algo que valga la pena.

Yusei se puso de pie, su mirada estaba concentrada en su estrategia y ataque. La rabia le hervía el cuerpo. Ambos sostuvieron su mirada por corto tiempo hasta esperar el mejor momento en donde estuvieran listos; inmediatamente Yusei se lanzó al ataque.

Corría a buena velocidad entre un estruendoso grito de batalla; seguro lo hacía para tomar el impulso necesario que le daría potencia a su ataque al blandir el arma contra del magnate. Haou ya se esperaba ese choque de metales, estaba preparado para el impacto con su común exceso de confianza en sí mismo; sin embargo, esta vez fue diferente; en vez de lo que había pensado que pasaría, Yusei se había barrido con toda su fuerza, debido a su velocidad, contra las piernas del ricachón.

 

Maldición. —Haou no había pensado en eso. Yusei había logrado que perdiera el balance obligándolo a romper su guardia para estabilizarse.

 

Yusei sonrió por el éxito de su estrategia, la punta de su katana tenía la intención de hacer volar la de su adversario para desarmarlo, sería su primer victoria; y como el magnate lo había sentenciado “si le ganaba una, lo podía obligar a hacer lo que quisiera”.

Este era el momento.

 

Jaden, volveré a verte. —se motivó.

 

—¡Te tengo, Haou! —Yusei rápidamente blandió su arma contra la mano que sostenía la katana contraria.

Haou no lo podía creer, estaba cayendo al piso como en cámara lenta con sus ojos desorbitados por el improvisto asalto. Arrugó el entrecejo evitando ser consumido por la impresión; nuevamente su orgullo saltó a la defensiva.

Tuvo que usar un movimiento complicado para mover todo su cuerpo, eso con la intención de evitar algún toque lacerante del arma contraria. La única persona que había podido herirlo en el cuerpo había sido Johan y pensaba que sería el único a su nivel, pero ahora... Yusei comenzaba a ser su nueva y pura obsesión.

—¡¿Pero qué?! —El cuerpo de Haou le había dado una sorpresa. Se había conseguido el balance necesario nuevamente, sin embargo, no evitó el contacto con el filo. En vez de dejar ir a su fiel “cegadora de almas” para regresar a su punto de defensa y concentrarse en el control; Haou dejó que el arma de Yusei perforara su mano.

Se alejaron a sus respectivas distancias.

La mano de Yuki sangraba escandalosamente, mientras Yusei lo contemplaba en shock.

La mirada dorada penetraba la azulina pérfidamente; después se miró su mano completamente roja con una enorme llaga que casi le cuesta su dedo pulgar el cual se balanceaba.

La sangre lo excitaba; a pesar de su rostro inexpresivo, por dentro estaba eufórico; su respiración se agitó y todo su cuerpo tembló por la ansiedad y la emoción. Miró a Yusei sintiéndose inmensamente extasiado.

—Haou…—Fudo no estaba preocupado, más bien estaba aterrado. Gracias a esa destreza ahora seguramente le esperaba lo peor.

—Bravo. Has logrado que me enamore perdidamente de ti., Yusei. Lo siento por mi hermanito. —le enseñó la terrible consecuencia de su ataque; es decir, su mano sangrante y el dedo pulgar colgando. Yusei casi vomitaba.—Observa esto…

Yusei estaba estupefacto, el shock que recorría su cuerpo lo había paralizado por completo.

Miro como la sangre del empresario pronto se volvió de un color ámbar brillante, rápidamente su terrible herida estaba sanando a velocidad asombrosa y los tejidos regresaban a su lugar.

En pocos minutos su mano estaba sin evidencia de daño.

—¡¿Q-Qué eres tú?! —Yusei dio un paso atrás temblando descontrolado.

Haou sonrió y abrió más sus orbes algo enloquecidos.

—Soy el hombre que le da significado a tu vida. Yo soy tu Dios.

 

Pero la cámara no pudo ver el acontecimiento ya que ahora estaba en poder del rubio cachorro. Entonces aquella importante revelación no había podido ser captada ante los ojos de los “salvadores”. Kaiba y los demás solo escuchaban sus aires de grandeza, como cada día había sido, sin sospechar lo inimaginable.

—¡AHHHH! ¡AHHHH! —La brutalidad con que fue atacado Yusei fue suficiente para hacerlo perder el conocimiento.

No podía lastimarlo mucho, aunque tenía muchas ganas de poseer esa piel rebelde desde cada  rincón, por dentro y por fuera.

—Yusei. —su mirada psicópata no pudo ser apreciada, todo su cuerpo temblaba y la ansiedad no cedía. Quería enterrar el objeto punzante que sostenía su mano en aquel indefenso cuerpo, quería hundirse en la desesperación de Yubel, en la locura del placer por manchar el filo de rojo. Escucharlo gemir, escucharlo implorar, obligarlo a que lo amara.

Pero no pudo.

Nuevamente la sombra de su amado hermano lo había regresado a su realidad, lo había estabilizado, nuevamente Jaden lo había salvado de perder el control.

Cerró los ojos, esa ansiedad debía ser liberada de otra forma; y como todos los días, sus ansias las haría calmar con su “Joya perdida”.

 

Habitación de Haou Yuki. 3:30 p.m.

 

Yuya estaba listo. Esperaba a su “victima” pacientemente, atento a los cambios de la puerta. Se había vestido con una faldilla egipcia sin ropa interior, sobre sus hombros descansaba una bella chalina transparente color naranja con brillos, y sobre su cabello lucía algunos adornos preciosos que Haou le había comprado, así como un brazalete de tres oros, con diseño de serpiente en su brazo derecho.

Ese atuendo Haou lo había obligado a lucir años atrás. Yuya lo odiaba, era humillante, muy provocador; en ese tiempo se había jurado que no lo volvería a usar, su agresor lo adoraba, pero ahora era necesario.

Todas las velas aromáticas estaban encendidas, y su determinación a flote.

Ese día Haou Yuki sería suyo.

No pasó mucho cuando por fin el tan esperado hombre había atravesado el umbral. El ricachón estaba sorprendido, y al ver a Yuya de esa manera, sus instintos afrodisiacos se habían activado como un zorro.

Yuya lo invitó a que se acercara moviendo su dedo índice hacia él en pose provocativa. Haou ya sabía lo que estaba tramando, pero aun así se sintió complacido y aparentó fascinación.

—Así me gusta, Yuya, por fin ya comenzaste a disfrutar de nuestros encuentros. Me alegra que  hayas aceptado tu irrefutable destino.

Yuya se abalanzó hasta rodear su cuello con sus brazos, su voz era totalmente sensual.

—Me costó un poco, pero mi cuerpo ya no puede estar sin ti. Quiero que me hagas el amor como solo tú lo sabes, como solo tú me sabes amar; solo contigo siento tantas maravillas en todo mi cuerpo, tú, mi amo, mi Dios.

—¿Yo te hago sentir bien? —con sonrisa burlona, estrujando los glúteos del más bajo.

—Toco el cielo cuando estas dentro de mi y comienzas a moverte al ritmo de nuestro baile. —hablaba sumiso sobre sus labios. —No me hagas esperar, Haou. —acortó la distancia, Haou también respondió el ósculo de manera deseosa, comenzando a recostarlo lentamente sobre las sedas de la cama.

—Ah, Haou. —dejando que mordiera y saboreara su cuello.

Los besos entre ambos no disminuían, se magnificaban deseosos del uno al otro, sin pisca de amor, en un juego de acertijos lujuriosos e insensibles.

 

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“!Yusei, Yusei!…!¿Me escuchas?!” — trataba de despertar al mecánico.

Kaiba había entrado ya al sistema de monitoreo de Haou Yuki; entrar a las cámaras había resultado extrañamente fácil, al parecer ni eso tenía actualizado, ahora Seto tenía el control sobre ellas, pero necesitaba del mugroso mecánico para comenzar.

—¡Yusei!

 

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Adrián caminaba por los pasillos de la mansión, se dirigía directo al dojo, cuando fue interrumpido por Edo Phoenix, quién comenzó a cuestionarle cosas sin importancia de una manera intrigada y lenta.

El guardia no sospechaba nada, ni siquiera la repentina curiosidad de su colega, por lo que se dejó envolver en esas cuestiones sin sentido que en realidad eran una distracción.

Edo tenía una pistola de choques eléctricos. Esperaba solo el momento para dejar indefenso a su amigo guardián para continuar con otro y posteriormente esperar por su amado Yuya.

 

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Kiryu estaba preocupado, había un presentimiento fuerte en su pecho que predicaba un mal augurio, pero no se detuvo a analizar aquella pequeñez; Yugi era su prioridad, así es que inmovilizó a cuanto guardia veía, aunque solo debía ser de su perímetro de escape, pero todo sea por despejar el escape de forma segura. Veía todo muy normal, aun así, tomaba sus precauciones para que ningún obstáculo los retrasara.

Lo importante era que Haou Yuki no se diera cuenta de su escape “hormiga”. Yugi saldría por la ventila del cuarto secreto en Special Satisfaction. Lugar al que nunca había puesto un pie, pero que solo podía imaginar por las instrucciones de Yusei.

Muto estaba atento a la cámara del corredor, su corazón latía precipitado por la adrenalina y el nerviosismo, pero su voluntad de hierro lo motivaba.

Teniendo al magnate completamente fuera, ellos podrían enfrentar cualquier adversidad, por lo que estaba confiado.

—Ahora, esperaremos el momento, Yugi.

 

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Kaito ya había hecho su parte. Todos los guardias que encontró habían sido “neutralizados”. Ahora solo faltaba el escape. Yuma saldría por la alcantarilla donde había escapado Sakaki años atrás. Kaito ya había revisado que nada hubiese obstruido ese lugar.

Miró a Yuma; este estaba sentado en el piso abrazándose de sus rodillas; parecía melancólico.

—¿Estas bien? —preguntó preocupado, Yuma lo miró a los ojos.

—Kaito…—hizo una pausa, de esas largas que no puedes evitar cuando cuesta mucho revelar algo importante. —Siento que… estoy enamorado de ti.

La confesión provocó que sus pupilas azules reaccionaran al contraerse, su corazón casi se le sale del pecho y un leve, pero notorio, sonrojo se dejó apreciar sobre las mejillas del duro chico vigilante.

 —Yuma…—se inclinó para abrazarlo. El ex químico también lo hizo y poco a poco hundieron sus labios.

—¡Huyamos juntos!

 

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—¿Entonces se van? —Yuri había escuchado todo el plan de liberación de los labios del asistente rubio. Wheeler escaparía por una entrada secreta en los jardines, en la parte de atrás.

Gracias a que se encontraba en el archivo, pudo obtener información más precisa del lugar por lo que conocía la ruta, al menos por los planos.

—No. Nos vamos juntos, Yuri. —corrigió Joey. —Tú también, quiero que vengas con nosotros, viejo.

El chico de cabellera púrpura se emocionó descomunal, sus ojos brillaron y dibujó una ancha sonrisa; el abrazo con el oji-melado fue una reacción natural de su cuerpo, ¡Sería libre! ¡Finalmente, sería libre!

—¡Hagámoslo!

 

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Habitación de Haou Yuki.

 

—¡Mh! —la estimulación a su sexo lo estaba haciendo olvidarse de sus deberes, aunque no demostraba mucho sentimiento por el acto, la experta boca de su joya era exquisita.

La mente del magnate estaba en otro lugar, en un toque de felicidad efímero que daba una breve pausa a su desquicia, hasta que el placer se convirtió en una explosión de su semilla dentro de la cavidad bucal de Sakaki.

Este lo tragó sin inconveniente, no le había molestado realizar esa típica práctica a la cual estaba acostumbrado con él.

—Muy bien Yuya. Ahora dame diversión.

El chico de espectáculos se levantó con una sonrisa falsa. Abrazó a su “amo” y susurraba que cualquier cosa la haría solo para él.

—¿En verdad? —Yuki hizo una pausa, posteriormente se cruzó de brazos. —Creamos en esas palabras. Ponte a cuatro sobre el piso y ladra como un perro.

Degradación. Nunca le había pedido hacer algo así. Los ojos carmesí estaban atónitos.

—¿Qué esperas? Quiero ver esa sumisión repentina de ser fiel, Sakaki Yuya.

Esta vez Yuya apretó los dientes sobre su labio inferior hasta sangrar; lo fulminó con la mirada. No podía hacer eso.

 

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Yusei había logrado despertar después de media hora. Kaiba le resonada en la cabeza.

 

“Vaya, pensé que ya habías muerto” —Seto tranquilizó un poco su tono de voz.

 

—¿Qué me pasó?

 

“Creo que Haou te dio una paliza”

 

En ese momento Yusei reaccionó. —¡Haou!…!Haou no es normal!

 

“Lo sabemos, es un tirano, pero ahora no tenemos tiempo de debatir el grado de maldad del enfermo ese. Levanta tu trasero y sal de ahí. Comenzaré a dar la señal”

 

Yusei no estaba seguro, afirmo con un cabeceo pero sin convencerse. Forzaría a su cuerpo a continuar pese a que estaba mal herido.

Yusei se atrevería a escapar descaradamente por la puerta principal.

 

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Y el momento había llegado.

Las cámaras se oscilaban dando el inicio, aunque se había demorado bastante tiempo.

Yugi tragó saliva y se adentró —junto a Kiryu— al cuarto oculto de Special Satisfaction.

La oscuridad lo había abrumado, pero sentía seguridad debido al deseo de volver a ver a su egipcio y las palabras de aliento que siempre le brindó Kiryu.

Escuchó una respiración en aquel húmedo y lúgubre lugar, eso provocó que se le pusieran los pelos de punta.

—¡Ah! —un quejido ajeno hizo que gritara levemente.

Rápidamente buscó algún interruptor en la pared, al tentarlo lo accionó prendiendo una leve luz que apenas hacía distinguir los objetos.

Dos chicos estaban amarrados en camas separadas con los ojos vendados.

El estómago de Yugi dio un vuelco, se revolvió por completo pero no vomitó, controló su respiración y acudió a los presos.

Miró a los chicos con apariencia de su amigo Yuya, solo que sus cabellos eran de otros colores y el diseño también.

—Se parecen tanto a Yuya.

—Yo no soy Yuya. —dijo uno de los presos en el idioma de Irlanda.

—Ustedes deben ser Yugo y Yuto. —continuó diciendo Yugi— Yusei me habló de ambos. Yuya pidió que los liberara, solo que no pensé que los encontraría tan rápido.

—Por favor…Ayúdanos. —dijo ahora el otro en idioma español.

Yugi no entendía los idiomas, pero sabía que para ellos también era esa liberación; los desató prometiéndoles seguridad y dándoles confianza para que siguieran adelante. Ambos chicos no comprendían, sin embargo, por las acciones del desconocido, creyeron en él, ya que era su última esperanza de vida.

El escape comenzaba. La ventilación era lo suficientemente grande para que cupiera un ser humano, uno por uno, hasta el final. Debían llegar a una clase de mazmorra, de ahí a una cloaca lejana y caminar hasta la quinta tapa en el techo que indicaría calles alemanas en un antiguo edificio.

Atem estaría ahí.

—No se preocupen, prácticamente todo está detenido en el tiempo. No habrá nadie que nos detenga.

Kiryu estaba con él, sonrió de lado orgulloso de la confianza de su amado, quién ahora lideraba a ese escuadrón mientras él les cuidaba las espaldas.

—Quisiera secuestrarte, Yugi. —bromeo el mayor.

—No es el momento Kiryu, vamos.

 

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Kaito y Yuma no querían perder contacto entre sus cuerpos y lenguas; sin embargo, fue que Yuma se dio cuenta cuando la cámara se osciló.

—Kaito, ya es hora.

—Una nueva vida juntos. Ya anhelo eso.

Yuma se sonrojó, y comenzaron a moverse para el escape.

 

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Los jardines estaban desolados, demasiado. Joey estaba caminando hacia el escape conocido por unos planos que sostenía. Pero ese detalle lo tenía nervioso. Yuri también se percató.

Seguramente había sido debido a que sus amigos se habían deshecho de los guardias, pero, aun así, no era muy normal.

—No deberíamos escapar ahora. —dijo Yuri—No creo que Haou sea tan tonto.

—No te preocupes, viejo. Esta distraído por ahora, asi es que no pasará nada. Mis amigos nos hicieron el favor de abrirnos el camino, por eso no hay nadie. Apresurémonos. —aceleró sus pasos entrando al laberinto de arbustos.

Yuri, desconfiado, lo siguió de cerca.

 

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5:00 p.m.

 

Yugi

 

No puedo creer que estemos escapando, este escenario me parece haberlo visto en películas de acción y espionaje, es un estilo de “misión imposible” que casi puedo escuchar esa música de la película.

La ventilas son angostas, gateamos rápido para no desperdiciar ni un minuto, ni un segundo, ni un parpadeo de tiempo. Los estoy guiando.

Realmente no tengo idea de como es este lugar ya que es la primera vez que entro en una ventila, por lo que me podría perder, podría echarlo todo a perder y regresar al mismo punto, o aun peor, junto a Haou. Pero la confusión no es una opción, hay mucha gente que depende de mi, de mi capacidad para resolver puzzles, de mi destreza analítica, por lo que perder está prohibido.

Yusei me confió esta misión, todos mis amigos harán su mejor esfuerzo, todos son valientes por lo que no debo temer.

Todo saldrá bien. Si sigo las instrucciones que me dio Yusei, todo saldrá bien.

 

Llevamos un tiempo en la ventila, dando vueltas, topándonos con mugre, insectos, polvo y ratas muertas. Los chicos tras de mi debieron tragarse sus gritos y claustrofobia, la oscuridad— junto con ese reducido espacio— pudiese desquiciar a cualquiera, sobre todo por el tiempo que hemos estado aquí.

Los admiro, a todos, nuestro deseo de ser libre es más fuerte que nuestros temores, debemos seguir adelante.

—Aquí debemos virar a la izquierda, Yugi. Abajo están las mazmorras. —comenta Kiryu, es información que ya sabía, pero escuchar que lo afirma me da más seguridad.

Estamos a un paso de ser libres, de volver a ver a Atem; en todo este tiempo no he pensado más que en él; en su voz, sus labios, ese aroma que me embriaga y su mirada, esa mirada tan llena de amor hacia mí, llena de deseo, de tantas emociones que me hace experimentar. Atem, no sabes cuánto te amo, pronto estaremos juntos.

Por fin encuentro la tercera reja de ventilación; con mi cuerpo zafo el enrejado fuertemente para abrirlo de un solo empujón.

—¡Ah!

Casi caigo, pero gracias a Yuto pude mantener mi equilibrio. Agradecí, aunque sé que no me entiende.

—Parecen dos metros. —dije sorprendido. La altura es impresionante, pero será mejor no pensar en eso; el tiempo es oro en este momento. Mis palabras se dirigen hacia ellos. —Escuchen, debemos saltar.

—¡QUE! —lo dicen en su idioma, quizás no me entendieron, pero se hacen a la idea, por eso se que están incrédulos.

—No es difícil, tal vez duela un poco la caída, pero será momentáneo. Traten de doblar las rodillas al caer, para hacer el efecto de resorte y nuestros huesos no sufrirán mucho.

No me entienden, sus rostros me revelan su condición confundida. Esto me hace pensar en lo importante que es para cualquier persona el poder hablar otro idioma. Cuando se termine esto, lo primero que haré será meterme a un curso de inglés; porque el alemán realmente lo odio ya.

—Escuchen, saltaremos. Flexionen las rodillas por completo al caer. —Dijo Kiryu en inglés. Ambos chicos asintieron con la cabeza.

Trague saliva, estoy temeroso, no se cuanto daño me puede causar la caída, pero no puedo perder tiempo, debo dar el ejemplo.

Abajo el concreto me espera, puedo ver las mazmorras solitarias y empolvadas.

Atem, protégeme.

El salto me provocó un fuerte dolor en la espalda después del rebote de mis rodillas, pero tenía razón, después de un corto tiempo el dolor cesó y me pude volver a levantar.

—¡Yugi ¿Estas bien?!

—Sí, no hay problema. —Kiryu siempre tan protector, si él hubiera estado al frente seguro me hubiera atrapado, pero creo que mi confianza me agobio.

Uno a uno los ayudo a saltar, esos chicos ya han sufrido demasiado, puedo verlo en sus cuerpos y sus miradas aterrorizadas. Haou no volvió a tocarme, pero seguro hubiera sufrido esa apariencia demacrada si me hubiera tomado más. Pobres chicos.

Kiryu me abraza protectoramente de inmediato que sus pies tocaron el piso, supongo que para él no fue difícil debido a su entrenamiento de años. Lamento no poder reconocerle, yo amo a Atem.

—Sigamos.

Solo falta seguir el camino de la mazmorra unos cuantos metros hasta encontrar la cloaca, y entonces estaremos más cerca de las calles alemanas.

 

¡Sí podemos!

 

Todo va saliendo bien, la cloaca esta apestosa pero no importa, casi puedo oler la libertad.

 

¡Atem, ya estoy contigo! ¡Solo falta un poco, solo un poco más…..!!!

 

 

5:00 pm

 

                                                                              Yuma

 

No se si lo que siento por Kaito es debido a la desesperación que este lugar me provoca; me siento tan tranquilo, tan protegido y confiado cuando estoy junto a él. Pero Shark, Shark también tiene lo suyo, fue mi platónico todos estos años, el hombre al que no podía alcanzar, el perfecto y seguro Reginland, mi ex compañero de la preparatoria y ahora mi novio.

Lo conseguí, por fin pude alcanzarlo, tocar un poco de su virtud, pero…entonces tenía que aparecer Kaito. Todo un caballero, todo un profesional en sus encantos, en su madurez y rudeza. Es el hombre rebelde que te hace suspirar.

Kaito Tenjo.

Debo ser la peor persona por pensar en él y en Shark como si quisiera tenerlos a ambos al mismo tiempo. Pero no, debo decidir.

Shark es el elegante galante, y Kaito es el experimentado y rebelde.

Pero Shark es el más presuntuoso, aunque también amable.

Y Kaito….

Kaito….¿Será que en este momento que me toma de la mano con tanta delicadeza y protección es que mis sentidos estás dirigidos solo hacia él por sobre los de mi novio actual?

Kaito, creo que arriesgaré mi recién noviazgo con Shark por ti. Por tu manera de protegerme, de verme y quedarte a mi lado, pese a mi desgracia en Main Satisfaction, estas conmigo.

Huiremos juntos. No regresaré a Japón, siempre y cuando sea contigo, iré hasta el fin del mundo.

Pasamos de la cocina a la alcantarilla. Nuestro transcurso en muy calmado, nos da tiempo de pensar, de mirarnos y de afirmar que entre nosotros hay algo mágico.

Este hombre me hace sonrojar, su mirada me hace suspirar y nuestro contacto me provoca mariposas en el estómago.

—Iremos a mi ciudad natal. Es en Berlin. Estoy seguro que mi abuela nos acogerá muy bien. Es prácticamente clandestina mi casa, asi es que Haou NO podría encontrarnos. El me reclutó en Moscú, en Rusia, cuando accidentalmente me vio pelearme con algunos de sus hombres y yo ganara. Yo era tan incrédulo que pensé que sería una gran aventura trabajar con ese hombre terrorífico. —Me miró arrepentido—Lo único bueno de estar con él, fue conocerte, Yuma.

Se que mis mejillas están ardiendo, mis orbes se humedecen por la felicidad de escucharle decir eso. Este corazón que late lo hace por ti. !Berlin suena maravilloso!

—También quiero estar contigo, Kai.

Nos sonreímos y seguimos nuestro camino. Ya falta poco para comenzar de nuevo nuestras vidas…

 

 

5:00 pm

 

Joey

 

Una extraña sensación de alerta me advierte que no debo seguir este camino. Pero por más que miro a todas partes no veo nada extraño, nadie nos sigue, no hay nada sospechoso fuera de lugar. Es como Yusei lo había dicho, todo estaría como si el tiempo se detuviera. Pero, ¿Por qué no puedo quitarme esta sensación de miedo?

Quiero pensar que es debido a que fui….fui…tomado por alguien más. Mi primera vez fue arrebatada, fui violado brutalmente y supongo que mi cuerpo aun esta aturdido.

Miro a mi compañero, él esta preocupado por mi, no puedo demostrarle mi debilidad, no debo; si me ve mal, él también perderá esa confianza y el terror lo invadirá, a ambos, entonces la misión fracasará.

No parece mal chico, es un niño asustado, eso es todo. Por eso debo darle una mejor vida, se lo merece, ha soportado a esa fiera tanto tiempo; la libertad lo hará apreciar la vida, pues veo en su mirada tanto odio por la humanidad.

—Yuri. Este es el pasadizo. —Por fin hemos llegado.

El no me responde, sabe que algo anda mal, o eso es lo que creo que piensa, está demasiado callado.

Por un momento esta estático, no se mueve, su cabeza parece estar en un conflicto; comienza a preocuparme.

—Joey. —me dice como un susurro.

—¿Qué pasa, Yuri? —su actitud me pone nervioso.

No sé que le ocurrió, de repente me miró bastante afligido y su voz sonaba alterada.

—¡Debo regresar! No debimos oponernos a Haou, ¡Debo regresar!

—¡¿Pero de que estas hablando?!

—Yuya es tu amigo ¿Verdad? También merece ser libre, yo…yo soy la única escoria que debería sufrir los maltratos de Haou. ¡Ese desprecio por todo, yo soy el único que debe apaciguar esas ansias de ese demente!

—¡¿Pero por qué dices eso?!

—¡Yo no conozco otra cosa que la violencia! Si regreso a Francia será lo mismo, no tengo un lugar al que pueda llamar hogar. Solo soy un refugiado en una casa que me tiene lástima. Mi madre no me quiso y a mi padre nunca lo conocí. Yo trato de salir adelante por mis medios, pero es tan difícil no darse cuenta de la realidad, de la morbosidad de la gente, de lo mala que es mi realidad. Francia es el país del amor, pero si vivieras en ella verías que es el país del dolor. —vi como apretó sus puños. —No soy una buena persona. Sé como se mueve la escoria, sé como piensan los pervertidos adictos al sexo y los avaros capaces de matar y vender niños por unos euros. Yo…yo no conozco otro lugar. Yuya debe ser rescatado, él solo es un tipo estúpido que tuvo mala suerte y me arrastró hasta aquí. Pero…Francia, mi lugar de nacimiento, no es muy diferente. Así es que yo, yo debería estar con Haou.

—Yuri. —No supe que decirle, su vida parecía difícil, pero hacerse el mártir no era una salida.

Mi reacción fue impulsiva, mi mano le dio una fuerte cachetada que hizo un eco. Yuri quedó perplejo mirándome con incredulidad; pero, realmente se lo merecía.

—Es verdad que tienes una vida difícil. Pero no te creas el único, todos tenemos una historia que contar. —aun esta perplejo—Yo tampoco tuve una infancia fácil. Mis padres se divorciaron cuando yo era un niño, mi madre se llevó a la única persona que amaba con toda mi alma, ¡a mi hermana! Y jamás la volví a ver. La vida con mi padre no fue grata, era un borracho, un golpeador y despilfarrador. Cada día era una tortura para mi: si no llegaba, si no le llevaba su licor, si no estaba atendiendo sus necesidades, me iría mal. Pero sabes, Yuri; no me dejé llevar por el odio, yo era mejor que él, era mejor que todos los que me insultaban. Fui un rebelde gamberro que hacia difícil la vida de los demás;, no me importaba nada. Todo fue así, hasta que conocí a Yugi. Mi amigo, mi mejor amigo, Yugi Muto, me hizo entender que en la vida no todo es dolor; que soy mejor que esas personas que me hacen daño y que puedo ayudar a la gente para darle felicidad a mi alma. La vida es por lo tanto lo que nuestra conciencia, creencias, sentimientos y nuestra manera de conducirnos hace de cada día algo único. —lo miré como si fuera mi hermano menor. —Crea tu propia realidad, Yuri. Y vive. No seas estereotipo de la sociedad. 

Creo que mis palabras lo llenaron, asintió con la cabeza y sus orbes volvieron a serenarse.

—Esta bien. Quiero decidir por mi, y lo que quiero es que Yuya Sakaki sea libre.

Era algo que no me lo esperaba, en ese punto yo ya no podía debatirle nada.

—¿Por qué?

—Porque él es solo un desgraciado que está a la sombra de un ser mucho más terrible.

—¿A que te refieres?

—Yuya está en esa posición por culpa de Jaden. Del hermano de Haou. ¿Verdad? Y yo que pensaba que mi desgracia era solo por la existencia de mi reflejo Yuya, ahora me siento como un imbécil. Sobre todo, por los chicos parecidos a mi que lastimé.

—Yuri…

—¡Es mi decisión! Y quiero que tú seas libre, yo…solo quiero un dulce beso tuyo en los labios. Se que me dará fuerza para enfrentar mis miedos.

Seguramente Kaiba me mataría si se lo diera, se que me está escuchando y con la mini cámara de Yusei en mi posición, me va a matar si …. Un momento, a Kaiba no le intereso. ¿Por qué me preocupa si lo ve o no? Además ese chico desea algo de valor, y quizás sea la última vez que lo vea.

Nos miramos fijamente, la contemplación de nuestros iris acercó más nuestras almas. Un beso solamente.

Nos acercamos, Yuri cerró los ojos…

 

 

 

5:00 pm

 

 

Yusei

 

¿Inmortal? ¿Haou Yuki es inmortal?

Es una razón más para huir de sus garras porque he comprobado que es un demonio, literalmente lo es, pero ¿Cómo puede ser posible? ¿Jaden también será inmortal?

El reciente descubrimiento no me deja pensar bien. La imagen de su curación demoniaca me venía a la mente escabrosamente una y otra vez. Aquellos ojos dorados no desaparecerían de mis pesadillas nunca más y me seguirán para siempre.

Pero todo esto tiene que acabar. Jaden, tiene que terminar ya.

Quiero correr, gritar despavorido, ahora Sakaki es quien está con esa bestia pero no puedo evitar sentirme mal por él; es mi responsabilidad, debería ser yo quien termine humillado por Haou pero, de alguna manera estoy aliviado de no volverlo a ver, aunque Yuya no lo merece.

Doy algunas vueltas a mi habitación hasta que por fin decido salir.

Hago una pequeña inspección y noto que no hay nadie. Todos han hecho ya su parte y ahora es momento de actuar.

No debo preocuparme por Yuya, Edo prometió que lo liberaría cueste lo que le cueste, pero…Haou, ellos no saben que Haou es inmortal.

Maldición, la decidía hace mis pasos lentos de nuevo. No se si intervenir y hacer que Haou se desquite conmigo. No se que hacer, debo confiar, eso es lo que debo hacer; confiar, confiar la vida de Yuya a Edo, confiar en las palabras de Sakaki.

Más calmado sigo mi trayecto, ya he perdido muchísimo tiempo luchando con mis preocupaciones; debo ir a la entrada principal…

 

 

5:00 p.m.

 

Yuya

 

No puedo creer lo que este desgraciado me está pidiendo. No puedo hacer eso, aun tengo orgullo, rebajarme a eso será perder lo que soy completamente.

—¿Qué sucede? ¿Acaso no irías tan lejos como yo quisiera? —se está burlando de mi, esa sonrisilla cínica hace que mi sangre hierva.

—T-Tú nunca me has pedido esto.

—No. Jamás lo haría, jamás lo hubiera hecho; pero veo que el Yuya que conocí fue muriendo. Ahora me encuentro ante un Yuya más atrevido, más devorador, rudo. Me intriga mucho esta nueva actitud.

—Pero si yo sigo siendo el mismo.

—No lo eres. —se alejó de mi. Parece que lo aburro, eso es muy malo. —Con este nuevo tú solo bailaremos hasta desahogarnos; podemos descubrir nuevas formas de divertirnos en el proceso, pero... con el otro, era una fascinación única en mi siquis.

 

No entiendo lo que quiere decir.

 

—¿Qué quieres decir?, yo soy el mismo.

—Yuya, me doy cuenta de todo. Este nuevo Yuya está lleno de venganza, no es el Yuya que aun conservaba esperanza y felicidad en su rostro; sobre todo en el brillo de tus ojos. —me sonríe, parece que sabe algo—Es como si hubieras visto algo pérfido que te hizo cambiar de ser. Y no fui yo, al parecer otra cosa que llenó tu mirada de ira; brillas en un aura destructiva, igual a mi. —pausó en reflexión—Sabes, no me interesa poseer otro como yo.

—¡Yo no soy como tú! —a logrado alterarme.

—Entonces haz lo que te digo, o me iré para buscar algo más de entretenimiento.

No, eso es lo menos que quiero. Si se va y descubre a todos estamos perdidos.

—Espera ¡Está bien! —No tengo otra opción, debo ceder.

—Bueno, adelante. —toma asiento en la orilla de la cama. Realmente nunca me imaginé que hiciera esa petición justo ahora.

Esto es humillante, es retorcido, enfermo; nunca creí estar haciendo esto pero no tengo otra alternativa.

Me arrodillo para después ponerme a cuatro sobre el suelo, agacho mi cabeza y me quedo en esa posición por varios minutos. Haou ha estado muy paciente.

—¿Y? — me pregunta—¿Dónde está el ladrido?

Maldito. No hay peor persona que él.

Lo hago pero a penas es audible, me pide hacerlo más fuerte y yo obedezco como un idiota. Quiero morirme, sobre todo al escuchar su risa.

—Más pareces un gatito, jaja. Bien, ahora ronronea.

No puedo creerlo, ¿Por qué justo ahora?, ¿en este día se le ocurre pedirme eso?

Así me pidió algunos animales, incluso que los imitara en sus andares, solo para que riera un poco. Después me acarició en esa posición tan humillante y metió y sacó dos dedos en mi entrada después de obligarme a lubricarlos con mi saliva.

Creo que mi actuación lo excitó, pues comenzó a penetrarme ahora con su miembro.

El cuerpo de Haou es una delicia, eso no puedo negarlo jamás. Es una experiencia unica y humillante, realmente se siente bien tenerlo dentro; esa es una verdad que jamás saldrá de mis labios, es algo que debo de llevarme por completo a la tumba; puesto que aunque es terrible, es un elixir.

—¡Ah! ¡ah! ¡ah!.... —gemir es inevitable, sobre todo a manos expertas de él. Aunque sea un desalmado, aunque no tenga escrúpulos, sabe hacerlo tan bien que tu mente se vuelve loca. Quizás es algo en su piel, algo en su química que hace reaccionar a mi cuerpo de esta forma; mi mente lo desaprueba pero mis sentidos siempre piden más de él.

Las embestidas son frenéticas, me ha cambiado de posición para que pueda ver mi rostro encendido y ojos acuosos. Como siempre, no se ha quitado la ropa. Me pregunto si habrá algún individuo que lo haya visto desnudo ¿Cómo será su piel bajo esa protección textil?

Es un ángel, un ángel del inframundo.

—¡Ah, Haou!

No se cuanto tiempo llevamos con ese ritmo, para mi parece que hubieran pasado horas enteras. No sé por qué se siente tan bien, y espero que él sienta lo mismo. Esto le dará más tiempo a mis amigos.

Pero escucho algo inusual, Haou esta riendo.

—¿Por qué te ríes?

Me miró déspota.

—Me sorprende hasta dónde has llegado, mi joya. Pero me pregunto hasta donde llegarán los demás en este juego de los dos.

 

¿Juego?

 

—No se de lo que hablas.

—Yuya, en mi corazón hay un pedazo de rompecabezas que está perdido. He buscado desesperadamente esa pieza que lo cubra y complete mis palpitaciones. Ahora pienso que he encontrado algo, o mejor dicho a alguien y no estoy dispuesto a perderlo, ni por la copia de mi difunto hermano.

Las embestidas fueron cada vez más brutales, sus dientes volvieron a morder mi cuello como un vampiro y mis uñas solo pudieron arañar sus ropas. No me dejó pensar en lo que había dicho.

—Ya les di tiempo de correr, es momento de que el lobo salga de su escondite.

¿Qué ha dicho? ¡Entonces él…!

—¡Tú lo sabes!

 

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En la entrada de la mansión llegaba Crow, Jack y Sora.

—Como lo prometí, esta es la mansión Dorngerber.

El impulso de Jack era lo esperado, Sora sonrió cuando lo vio moverse decididamente hasta entrar en las propiedades del ricachón.

—¡Espera Jack! ¡Deberíamos tocar primero!

—¡No hay tiempo, Crow! ¡YUSEI! ¡YUSEEI!

Justo en ese momento Yusei estaba tratando de pasar desapercibido, pero gracias a la aparición del rubio, su huida fue un fracaso.

—¡YUUUUSEEEEEI!! —Jack corría hacia él.

Era un escándalo, los pocos guardias que quedaban se dieron cuenta de la presencia de un extraño en las instalaciones, de inmediato notificaron a su jefe.

 

 

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—¿Saber que? —preguntó Haou haciéndose el desentendido.

Un piteo en su celular hizo detener su movimiento.

 

“Señor, hay un intruso. No había guardia y parece que en varias zonas no hay comunicación. Es extraño.”

 

El rostro de Haou se endureció, realmente aparentaba frente a Yuya, él ya lo sabía.

—¿Qué esperan? ¡Deténgalo! —volvió a mirar a Sakaki. — Con que querían huir.

—¡No, no…¿de que hablas?!

—Jajaja solo bromeo. Sí, es verdad, ya lo sabía.

—¡¿Qué?!

—Lo siento, su estrategia era buena pero los descubrí desde un principio. —afiló la mirada—Ahora te demostraré por que no debes meterte con Haou Yuki.

Accionó un botón, de inmediato se prendió el gran televisor de lcd con divisiones en su pantalla que indicaban cámaras captando a cada uno de sus amigos.

—¡NO! —Yuya sudó frío.

—Sí. Mira la caída del Zeppelin:

 

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Cámara 1.

Yusei estaba al descubierto, la salida principal se había llenado de guardias de quien sabe donde, y frente a él, Jack Atlas lo había sorprendido.

—Jack, ¡¿Qué haces aquí?!

—¿Cómo que “que hago”? He venido por ti, porque eres mi novio, mi damisela en peligro. Vine a rescatarte—Trató de llevárselo a la fuerza pero los guardias se aventaron contra él para detenerlo.

Jack, Crow y Yusei tuvieron que pelear contra ellos.

 

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Cámara 2.

Yugi y los demás habían encontrado la salida que daría a las calles alemanas, de repente un disparo los hizo agacharse un poco. La bala había herido al peli-plata en el hombro derecho.

—¡Kiryu! —Yugi acudió a él de inmediato.

—¿A dónde van? ¿De qué permisos gozan ustedes?

Era un hombre joven de cabellera larga verde, parecía bien entrenado y con exceso de confianza.

—¡Yusuke!—dijo Kiryu agarrándose la herida sangrante.

—Je. Parece que el traidor todavía tiene fuerza. ¿Lucharás conmigo? Creo que el primer asalto lo he ganado yo.

—!¿Cómo supiste?!

—No lo sabía, yo pasaba por aquí hasta que me notificaron de unos ratoncitos en la alcantarilla jajaja. En cualquier caso, mis órdenes son devolverlos a la mansión.

—¡!No puede ser!!

 

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—!No puede ser! —Atem todavía escuchaba a Yugi, ya estaba listo, fuera del lugar para su rescate. Ya no podía más, él iría personalmente.

Mas no pudo, repentinamente un tiroteo desde un auto los detuvo. Atem tuvo que refugiarse; aquel auto hizo una maniobra para regresar y seguir atacándolos. Entonces comenzó la respuesta con una lluvia de plomo de parte de ellos también.

—¡Maldición, Yugi! —solo le quedaba el tortuoso audio.

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Kiryu se levantó mal herido, Yugi no quiso que lo hiciera pero este lo apartó para enfrentar a su ex colega.

—No permitiré que te lleves a los chicos.

—Oh, que sorpresa, irás en contra de Yuki. No imaginé que tú puedieras llegar a ser así: de los segundos. Que lástima. Bueno, trata de evitarlo, si puedes.

Era un matón profesional; en el momento que Kiryu iba a sacar su arma para apuntarle, este le disparó nuevamente pero esta vez en el pecho. Todo había pasado en un parpadeo.

—¡NOOO, KIRYU!!!

Cayó al piso empapado de su propia sangre. Yugi fue a recogerlo, a levantarlo sobre su regazo.

—¡Kiryu, Kiryu!!

—Yu-gi…—su voz casi no era audible.

—¡Tranquilo, vas a estar bien, vas a estar bien! —la desesperación en el rostro de Yugi era avasallante.

—Yugi, perdóname.

—No, no digas eso. Tu has hecho mucho por mi…—lloraba desconsolado.

—Yugi, lo más hermoso de mi vida fue haberte conocido. Gracias mi amor, pero perdóname, no pude salvarte.

—¡Kiryu, por favor, no digas eso! ¡Vamos a salir, vamos a salir adelante!

—Te amo Yugi…no llor…

No pudo acompletar, la muerte se lo había llevado.

Campanas funebres resonaron en la mente del vendedor, había perdido a un gran amigo.

 

—¡!!!KIRYUUUUUUUU!!!!

 

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Cámara 3.

Yuma y Kaito ya salían, estaban en calles alemanas. Shark estaba justo frente a ellos esperándolos en un auto; era algo que no se habían esperado.

—¡Shark! —el corazón de Yuma dio un vuelco. Shark lo vio de la mano de ese desconocido y afiló la mirada.

Ambos conquistadores se fulminaron con el vistazo.

—¡¿Quién eres tú?!, !¿Y porque tomas de la mano a mi novio?! —la voz de Reginland sonaba colérica.

—Kaito Tenjo, novio de Yuma.

—¿Novio? ¡Ese soy yo!

—Eras— acercó a su cuerpo a Yuma.

Reginland estaba colérico, apretó la mandíbula y se lanzó al asecho, pero antes de llegar unos disparos lo hizo retroceder.

Entonces un chico de cabellos naranjas todos en punta y mirada enfermiza apareció junto con tres hombres de negro.

—¿Puedo unirme al deseo por ese chico? Veamos con quien se queda.

—¡Vector! —Kaito cubrió a Yuma a modo de escudo.

—Jajaja, es irónica la vida. De todos los estúpidos que pensé que pudieran traicionarnos, nunca pensé que tú lo hicieras, Kaito. Me desepcionas.

El aludido esta vez habló fuerte.

—¡Nosotros no deberíamos seguir las órdenes de ese sanguinario de Haou! ¡Estamos mál, no te dejes manejar por ese demente!

—Eso ya lo sabemos, Kaito. Pero no es su mente lo que nos domina. Hay algo terrible en ese chico, es mejor no hacerlo enojar. ¡Entrega a ese chico y clamaré por tu vida!

—¡No entregaré a Yuma!

Había mucho que perder, y no estaban listos. ¿Dónde estaba el personal de Kaiba Corp?

—Como tú quieras, Kaito. Fue un placer conocerte.

La lluvia de plomo paralizó al chico de ojos azules, pero al menos su cuerpo protegería a Yuma...

 

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Cámara 4.

Yuri y Joey casi se habían besado, pero no pudieron culminar el gesto debido a que un chico de apariencia rebelde, ojos esmeraldas y cabello castaño en pequeñas puntas los había llamado y hecho temblar por lo repentino de su llegada.

Este había entrado por la puerta del pasadizo, algo imposible debido a que se suponía nadie sabía de él.

—Si hay alguien quien va a besar a ese rubio seré yo, y quizás le deje a Yuki hacerlo.

—¿Quién eres tú? —preguntó Yuri.

—Me dicen Valon. Y ese rubio es propiedad de mi amo Yuki. —afiló la mirada—Y tú también, Yuri.

Lanzó una bola que parecía un coco, de ella salió un fuerte gas que los hizo toser y perder el conocimiento.

—Lo siento, pero a ustedes dos no puedo dejarlos avanzar más. —miró a Joey analizando cada facción. —Es increíble que este chico desatara todo esto. Debe ser un sujeto muy especial para el amo Yuki.

 

 

Entrada de la mansión.

 

Salían más y más los hombres que atacaban al trío. Ellos ya estaban agotados. En ese momento salió Haou Yuki hasta ellos. Toda la servidumbre hizo una reverencia.

—Jack Atlas. —se puso frente a frente con el más alto mirándolo hacia arriba. —Te dije que no te acercaras a Yusei. !El es mío!

Jack frunció el seño.

—¡Claro que no! ¡Yusei es solo mi…ahh!!

—¡JACK!

El magnate lo había golpeado en el estómago, después lo alzo de esa manera con toda facilidad.

Todos quedaron anonadados.

—Estoy harto que los idiotas no sepan respetar lo ajeno. Yusei Fudo es de mi propiedad. ¡Entiéndanlo!

Jack parecía muerto, sus ojos se habían tornado completamente en blanco y la baba colgaba de su boca. Crow tembló, seguramente era su turno; sin embargo, Haou solo lanzó al rubio a la calle y fijó su mirada en el peli-naranja. Yusei se puso a manera de escudo frente a Crow.

—¿Vas a desafiarme de nuevo, mi amor? —se burló el castaño.

—Sal de inmediato, Crow. —ordenó Yusei a su amigo, este huyó despavorido después de dos órdenes que lo despabilaron. Yusei fulminaba al magnate con la mirada—¿Qué has hecho con Yuya? ¡Responde!

—¿Mi joya? Está ocupado con su noviecito.

—¡¿Que?!

—Pero no te preocupes por él. Preocúpate por ti y tu intento de escapar, mi querido Yusei. —cambió el tono de su voz a uno completamente agresivo— ¡Tratabas de orquestar una rebelión!, ¿verdad? pero que crees. Todas las bajas, serán culpa tuya.

Haou lo volvió a hacer, Fudo estaba aterrorizado hasta la médula. Aquella copia de Jaden jugó de nuevo con su mente.

—¡¿Hay bajas?!

 

Al final la “liberación” había resultado ser un total fracaso.

 

Mansión Dorngerber

11:00 pm

 

Yuya dormía en una nueva habitación privada, se había dormido llorando hace unos minutos; su cuello estaba apresado por un collar de cuero y una cadena atada en la cabecera. Ahora ni siquiera podía moverse del límite que le diera la cadena, justo como una mascota.

—Edo…—volvió a llamarlo entre sueños.

 

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Yuma descansaba sobre la cama que le habían asignado, atado de las manos sobre su cabeza. Su cuerpo parecía algo maltratado, quizás era debido a algunos azotes que se había ganado por parte del magnate, quien solo ordenó la sanción. Yuma también lucía unas lágrimas secas antes de dormir.

 

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Yugi estaba en la habitación contigua a la de Yuma, también atado de manos sobre su cabeza. A él no le habían tocado ni un pelo pero su estado psicológico estaba muy mal. Se perdió en su shock emocional y no volvió a hablar.

Su mirada apagada se posó en algún lugar de la habitación.

 

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Yuto dormía en una habitación propia. Sus heridas fueron atendidas y al menos las condiciones de su cautiverio habían mejorado. Era una habitación limpia, con baño propio y sábanas blancas. No habían podido escapar, pero Haou había sido benevolente al darles una estancia más digna. Ahora temblaba por el futuro incierto en garras de ese animal.

Lo mismo era para Yugo, este seguía aterrorizado por todo lo que había acontecido; sin embargo comenzaba a aceptar las cosas y deseaba que la muerte lo visitara pronto.

 

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Yuri estaba en su cuarto, no estaba atado, pero las cosas que habían pasado lo habían dejado en vela. Dormir parecía haber sido un privilegio lejano pese a que había sido atacado con gas. Haou todavía no lo había castigado; pero sabía que sería atroz.

 

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Mientras tanto Joey dormía en una habitación privada, todavía no había despertado desde aquel atentado. Ahora Valon lo custodiaba celosamente, cuando antes no tenía un cuidador personal.

 

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Por último Yusei, este dormía ahora en la cama del magnate, su mano lucía dos piquetes de una sustancia que parecía un sedante. El motivo había sido su alteración, su mente estaba a punto de perderse y Haou había administrado la dosis para que se relajara y su cuerpo no se dañara. El efecto estaba por terminar.

 

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—Parece que todo salió bien. Siempre te sales con la tuya, mi rey.

—Lo que no pensé es que tuviera tantas bajas, Oráculo. Kiryu, Kaito y Edo eran excelentes elementos.

—Nadie es indispensable, Haou. Hay reemplazo para todos.

—No para todos. ¿Has sabido algo de mi hermano?

—Aun nada.

—No puedo creer que siga perdido.

—Vamos, ¿Que te preocupa, Haou? Aun si está muerto, tú sigues viviendo.

El castaño pegó en el escritorio.

—!No digas eso! !El es la persona más importante del planeta!

Oráculo rio elegantemente.

—Oh, que sensible.

—¿Kaiba ya salió del servidor principal?

—Ya lo saqué, debiste ver su cara. Fue esplendida cuando todo se le salió de control jajaja. Lo dejé entrar muy fácilmente; y no sospechó nada.

—Bien. Quiero que me tengas listo el enlace mañana.

—Esta bien. Temprano será.

 

3:00 a.m

 

Ya hacía una hora que Yusei había despertado. Estaba sentado a la orilla de la cama reflexionando lo que había pasado horas atrás. Todo había sido un fiasco. Jack había sido un factor que ciertamente no había previsto.

¿Dónde estaban los subordinados de Kaiba de todos modos?

Haou entró a su habitación con aires de grandeza, como siempre.

—¿Ya te sientes mejor?

Yusei bajó la vista, prefirió no hablarle.

—Sabías que enfrentarte a mi era peligroso; sabías que perderías, que tus esfuerzos serían en vano. Aun así te atreviste a desafiarme, otra vez. A idear un plan para que todos escaparan. ¿Cómo pudiste ser tan tonto, Yusei? ¿Acaso se te olvidó con quién tratas? No soy cualquier persona soy…

—¡Un demonio! —soltó sin pensar. —!Ya sé que eres un demonio! Eres la contra parte de mi amado Jaden, tú, tú eres un desgraciado.

Una fuerte bofetada lo hizo callar. Haou aun no superaba que hablaran de su hermano tan frágilmente.

—¡No soy un demonio, solo soy un crítico estricto del art…!

—¡No hay nada de arte en lo que haces! ¡¿Qué diría Jaden?!

 

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3:15 a.m.

 

En el pacillo Yuri se había levantado aprovechando que Haou estaba en su habitación, y fue hasta los aposentos de Sakaki.

Al entrar vio su estado deplorable.

Sintió pena por él, mucha lástima, impotencia también por no haber llegado a tiempo.

—Perdóname Sakaki. No sabes cuánto te odio pero…juu…al menos se que tú no tienes toda la culpa.

Tocó su rostro y delineo sus labios rosados.

—Somos unos tipos atractivos sin duda. —recordó a Joey y sus palabras—Perdóname, no pude hacer nada por ti. Solo espero que no te pase nada. Ojalá hubiera liberado a Yugo y a Yuto. Ahora no se que va a pasar. Solo te pido que me perdones.

No se contuvo más. Lo besó aunque estaba prohibido, lo besó sin temor de que Haou fuera a entrar en ese momento o fuera delatado. Ahora respetaba a ese chico debido a su sacrificio, debido a su coraje y decisión, aunque no haya resultado bien.

Sakaki Yuya se había ganado su respeto.

—De alguna forma debo liberarte.

Regresó a su habitación, todo estaba tranquilo, hasta que por los pacillos casi se le sale el corazón cuando vio al magnate que parecía perdido.

—¡¿Yuya?! —lo cuestionó Haou.

 Yuri quedó inmóvil, tragó saliva y sudó frio. Apenas pudo responderle.

 —Yu..Yuri, recuerde que soy Yuri.

 —¡Vaya, viejo! ¡Te pareces mucho a un amigo! Qué pequeño es el mundo. —era extraño; Haou se rascó la cabeza pareciendo más agradable.

Yuri pensó que era un sarcasmo, en cualquier momento revelaría sus bajas intenciones.

 —Jee, no… solo fui a revisar que Yuya y los demás se encontraran bien.

 —¿Yuya está aquí? ¿Qué quieres decir con "los demás"? —se puso serio.

Yuri alzó una ceja. 

—Usted sabe: Joey, Yuma…Yugi.

 La expresión de Haou fue totalmente de desconcierto. Quedó pensativo por mucho tiempo, Yuri pensó que algo andaba mal con el castaño. 

—¿Se siente bien? —cuestionó algo curioso.

Haou miró el suelo unos segundos, parecía que seguía algo con la vista. No se impresionó, a veces lo hacía.

—No es nada. Regresa a dormir. Buenas noches, Yuri. —continuo su camino.

Yuri quedó extrañado.

—¿Buenas noches? —era rara la amabilidad en el magnate. Ni siquiera lo cuestionó.

Como sea, había salido ileso de ese encuentro con Haou, ahora podía regresar a su habitación tranquilamente.

 

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—¡Ah! ¡Ahhh! —las embestidas eran salvajes. Yusei no estaba listo para soportar esas injurias. Suplicó por ser liberado pero Haou simplemente adoraba ese poder sobre de él.

—No vuelvas a hacer esa estupidez como escapar. Tu debes aprender quien es tu amo, !a quien perteneces!

—¡Ah! Ah! —Yusei lloraba, mentalmente imploraba por un milagro. De repente miró que la puerta se abrió.

Su corazón se aceleró cuando notó la silueta de su Jaden asomándose. Ya estaba alucinando, tanto lo deseaba ver que ahora deliraba; quizás no volvería a verlo nunca más.

 

Jaden….—imploró. La silueta se había ido.

 

—Eres mío, Yusei, ¡MIO!

 

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10:00 A.M

 

Al siguiente día.

Residencia de Noah Kaiba

 

—¡No puede ser! ¡Ese maldito! —Kaiba aun no salía de su trance, todo había salido mal.

—¿Desde el principio lo sabía? ¡Estoy seguro de eso!—replicó Atem.

—Eso debe ser. —dijo Noah—La emboscada a los agentes de Kaiba Corp fue muy precisa. Todos murieron y fue tan silencioso que fue tarde cuando nos dimos cuenta.

—¡Ese mal nacido, ese mal nacido!

—¡Esta vez usaremos la fuerza bruta!

Las pantallas se iluminaron dejando ver el rostro y torso de Haou Yuki sentado en su oficina sobre una cómoda silla.

—Eso no será necesario—dijo el magnate dirigiéndose a los “liberadores”.

—¡Haou! —gritaron a coro.

—Ya les he mostrado un poco de mi poder. No es necesario que se arriesguen a perder sus vidas. Es simple si negociamos, ¿no creen? —parecía serio, esta vez daría a conocer sus verdaderas intenciones.

—¡¿Qué es lo que quieres?! —Seto hablo alterado. ¿Cómo había sabido de ellos y cómo entró a su sistema incorruptible?

—Bueno, seré breve. ¿Cuánto creen que valga, Yugi Muto?

Sabían que comenzaría con esa clase de tratos.

—¡!¿Qué?!! —Atem pegó sobre la mesa—!Yugi no tiene precio maldita escoria!

—Relájese, Sr Aknamkanon, si no quiere negociar, no lo haga. A mi me pagarán muy bien por el Sr Muto.

—¡Maldito! Esta bien ¿Qué es lo que quieres? ¡Solo dilo! —era inusual en él, pero Atem ya se había desesperado. Lo que sea por tener a Yugi de vuelta, lo haría.

Haou no sonrió, solo suavizó la mirada.

—Quiero ser socio mayoritario de Pharaon’s Corp, con derechos exclusivos.

—¡¿Qué!? —eso era, había secuestrado a sus amigos por dinero y obtener control sobre la corporación más poderosa de Egipto.

—Vamos, ¿A que le teme, Sr Aknamkanon? Cuidaré muy bien de su inversión como cualquiera de mis empresas alemanas.

—Eres un…

—¿Qué dice?

Atem bajó la vista, cerró los ojos derrotado y asintió con la cabeza. El orgullo del magnate alemán se intensificó.

—Buena decisión. Nos veremos en dos días para firmar los acuerdos y cambiar mercancía.

—¡YUGI NO ES NINGUNA MERCANCÍA! ¡¿QUÉ LE HAS HECHO?!

—Tranquilo, él se encuentra bien. Yo no le he hecho nada.

—¡Mientes!

—¿Y que has hecho con Wheeler? Mi trato será el 10% de Kaiba Corp. —habló ahora Seto.

—Oh, me mal interpreta Sr. Kaiba. El trato solo es con el egipcio Aknamkanon.

—¡!Pero ya dije que parte de mi corporación pasará a tus manos!! ¿Qué es lo que quieres a cambio de Wheeler?!

—Yo no he pedido nada a cambio de ese chico que mencionas. —sonrió con malicia. —El es mío.

—¡MAL NACIDO, DEJALO EN PAZ!

La risa elegante de Haou solo los enojaba más, los tenía arrodillados ante él.

De repente unas interferencias en las pantallas habían puesto un pequeño recuadro de otra cámara de algún lugar sobre cada uno de sus monitores. Kaiba, Atem y Haou quedaron extrañados.

—¡Pero si es! —Kaiba estaba estupefacto.

Duke se dejó ver frente a sus rivales.

—El poderoso Rey Supremo. Parece ser que te agarré ocupado. Me disculpo, pero no pude resistir el saludarte estando en el mismo país, su alteza.

 Haou afiló la mirada, se notaba molesto.

—¿Cómo lograste infiltrarte en mi máquina?

 —Vamos Haou, ¿Ya olvidaste todas mis habilidades? Esto no es nada para mí.

El magnate chasqueo los dientes.

—Ahora estoy tratando unos negocios muy importantes, Duke, no puedo atenderte.

—Ahhh, claro que puedes, ¿recuerdas que te dije que esta vez pelearía si me jugabas chueco? Bueno,…te  tengo algo que te hará sufrir.

—Ju—se burlaba internamente al no darle importancia.

—No Haou, será mejor que esta vez tú seas el que no se ponga muy cómodo. Quiero venganza, serán dos pájaros de un tiro. Veras, tú me regresarás a mi ángel rubio y en el proceso te veré sufrir a cambio de una cosita que no podrás rechazar.

Haou bufó en fastidio, sus orbes gélidos estaban muy desinteresados.

—¿Qué puedes hacer tú, contra mí?

—No Haou, la pregunta correcta es: ¿Qué puedes hacer tú, contra ti mismo y tus instintos?

En ese momento se movió de donde estaba para dejar ver a Jaden frente a la cámara, este lo miró suplicante sin haber captado absolutamente nada de lo que habían dicho.

Kaiba, Atem y Noah quedaron boqui abiertos.

Y Haou, sí, el poderoso magnate con cara de póker y semblante asesino, había quedado paralizado con la boca abierta y los ojos desorbitados.

 

 —Jaden…

 

 Continuara….

 

Notas finales:

 

Mañana responderé los revs, nuevos y anteriores del capi pasado. Debo salir y solo dejaré el nuevo cap.

En el siguiente por fin llegamos a la parte que nunca llega xD

Tambien no me da tiempo de poner algunas fotos de unos personajes que aparecen, pero creo que si son fan, sabrán quienes son sin ningun problema. Me refiero a Valon y Yusuke. 

Bueno, sin más .... estaré escribiendo el sig capi y se acerca el final.

Haré Ovas ligadas a este fic:

                 Kaito x Yuma (cap 1)

                 Kiryu x Yugi (cap 2)

                 Edo x Yuya (cap 3)

                 Joey y Yuri (cap 4)

 

Nos leemos!!!! <3<3<3<3

Gracias por leer!!!


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