Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Cambio de Corazón por Yami Red eyes

[Reviews - 259]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

 Hola, Hola!!!

 

Y bien, este fic no se quiere acabar, ya le falta poquito pero siempre termino escribiendo de más. Trataré de ser más concreta y no describir tanto xD

 

Muchisisimas gracias por leerme,

creo que mi mente sí está loquishia, pero ¿no dicen que de lo diferente sale lo único?

Ok, espero no me maten en este capítulo. Por fin el encuentro en el siguiente, (espero)

 

 

"Aquellos que hieren suelen destruirse por si solos"

 

 

Capítulo 23.- Venganza

 

 

Johan espiaba la mansión desde un lugar prudente; sus binoculares solo se percataron de los guardias que custodiaban el lugar como en un fuerte del ejército. Hasta donde él recordaba, Haou no había requerido de guardias para que lo protegieran; eso solo podía significar que su hermano Jaden estaba en la mansión o había algo valioso en ella.

No era seguro adentrarse aun, tenía que estar seguro que Jaden se encontraba dentro antes de dar un paso.

Tenía tres pensamientos en su cabeza que lo dejaban clavado en la incertidumbre:

Uno era: Jaden entró y fue bien recibido por su hermano; ahora estarían charlando como en cualquier reunión familiar. Quizás pelearon por el comportamiento despiadado de Haou, pero ahora todo estaría tranquilo.

La segunda opción era todo lo contrario: Jaden entró y su hermano se deshizo de él, o lo tiene cautivo. Recordaba que la mente de su amado Haou ya no era la misma.

Y la que temía, la que odiaba siquiera pensar ya que le provocaba un mal presentimiento: Jaden no llegó a la mansión y fue secuestrado por alguno de los enemigos del magnate.

Chasqueó los dientes.

Tenía que pasar justo ahora que su hermano Jesse estaba delicado por las emociones fuertes que lo torturaban; era demasiado para Johan, ni siquiera había logrado descansar nada desde que llegó a Alemania.

Recordaba lo acontecido en la madrugada:

 

Los hermanos Anderson regresaron apresurados a su hogar. De inmediato Axel acudió a su encuentro. Estaba bastante alterado.

—¿Qué fue lo que pasó, Axel?

—Lo lamento Johan, pero no me di cuenta cuando se fue de la casa. Me puso un cebo y caí como un tonto.

—¡Debe haber ido a la mansión! ¡Tengo que apresurarme!—Johan buscó rápidamente su armamento asesino.

Justo al tratar de cruzar el umbral de la puerta principal, su hermano Jesse lo tomó de su capa grisácea evitando sutilmente que se fuera.

—Jesse…—se volvió para verlo.

Su hermanito cubría sus ojos con su flequillo y su rostro parecía decepcionado.

—¿Te vas otra vez?—soltó en tono triste.

Johan se irguió y lo abrazó fuertemente. Jesse se dejó hacer.

—Esta vez no tardaré mucho, Jesse, te prometo que pase lo que pase yo regresaré a tu lado; yo te prometo que estaré contigo siempre, cuidándote, amándote, hasta que deje de respirar.—alzó la barbilla de su hermano para que este pudiera darse cuenta de la sinceridad con la que hablaba—Siempre serás tú el primero en mi lista, haré lo que sea por ti, pero Jaden era mi responsabilidad, solo déjame saber si se encuentra bien. Yo volveré.

El semblante de Jesse era taciturno, sus ojos esmeraldas no parecían resignados.

La silueta de Jaden, su voz, su felicidad, aquel aroma del chico llenaron sus sentidos de nuevo. Todavía no podía superarlo y necesitaba de su hermano para calmarse, pero las circunstancias volvían a llevárselo lejos de él, aunque le prometiera el mundo entero, Johan se iría.

Amaba a Johan, pero también adoraba a Jaden.

Jesse soltó a su hermano y afirmó con un cabeceo sin decir nada.

Johan se acercó y lo besó tiernamente en los labios, eso despabiló un poco al pequeño Anderson pero su reacción seguía siendo la misma.

—No tardaré.—se acomodó su fiel katana y se marchó sin mirar atrás.

 

Johan no temía encontrarse con su amado Haou, lo que lo tenía realmente preocupado era la reacción de su hermano, su inestabilidad en estos momentos. Por eso debía apresurarse lo antes posible. Adentrarse a la mansión no era su prioridad si deseaba volver con su hermano.

Esperaría un poco mientras vigilaba e inspeccionaba por fuera.

 

Oficina de Haou Yuki.

 

La respiración se había detenido en su sistema, sus ojos dorados estupefactos fuera de si, parecían que se saldrían de sus orificios. Todo su cuerpo se tensó.

La risa escandalosa de Duke Devlin logró que reaccionara un poco.

“¡Impresionante! ¡Sublime! ¡Esa es la reacción que esperaba! ¡Con la que tantas veces solo pude soñar, y ahora es una realidad! ¡Deberías ver tu rostro, mi querido rey! Jajaja.”

— ¡Es una trampa! ¡Es mentira! ¡No puede ser Jaden! —se levantó de su asiento dando un fuerte golpe sobre el escritorio con sus dos manos.

“¿Qué pasa, Haou? ¿No crees en lo que ven tus ojos? Los milagros existen, su alteza” —Duke fue hasta Jaden y lo tomó de la quijada para que el diseñador enfocara mejor su mirada sobre la cámara. —“¿Quieres comprobar que es tu hermano? No es un truco de cámaras.” —lamió una oreja del cautivo. Jaden apretó los ojos por el asqueroso contacto.

—¡NO! ¡DÉJALO EN PAZ! —la alteración de Haou era inusual. Tanto Kaiba como Atem y los que estaban escuchando, se habían impresionado; sintieron una mezcla de satisfacción y pena al mismo tiempo.

Duke volvió a reir a carcajadas.

“!Ahora se lo que se siente tener el control! Déjame decirte que es exquisito, una gran sensación de poder. Sobre todo hacia ti, mi ángel del infierno.”

La alteración de los sentidos de Haou era total, su hermano miraba la cámara con insistencia, con temor, pero a la vez con esperanza.

 

¡Jaden!... —sudó frío. Sus gélidos orbes estaban tornándose aterrados.

 

“Que belleza, Haou Yuki, que belleza es tu hermano, Igual a ti.”

—¡¿Por qué….por qué está desnudo?! ¡¿Qué le has hecho?!

“No, no, no.” —movió su dedo negativamente al compás de su rostro, burlándose de él—“Aunque me encantaría haber podido desquitar mis fantasías con él, quiero que veas tú mismo que su cuerpo está intacto.” —sonrió­—“Míralo bien Haou, no tiene ni un rasguño, no tiene moretones recientes ni marcas de dientes. Si ves en su rostro, él está desorientado, no sabe lo que sucede; por lo tanto, está limpio.”

¿Qué era lo que planeaba Duke Devlin? En ese estado de alteración Haou no podía descifrarlo, ni siquiera pensaba bien, comenzaba a sentir algo extraño, algo que no había experimentado en años: el miedo.

—¡Entonces….

“Así es, no he probado nada de él. Quiero que quede muy claro una cosa, su alteza: no se trata de hacerte enojar, de provocarte de esta manera tan tonta para estallar tu ira; sería muy fácil tomarlo y enfurecerte; pero no es lo que busco, no, soy más ambicioso, más perfeccionista; busco hacerte sufrir, quiero hacerte llorar, atacarte en donde más te duele, tomar mi venganza y burlarme de ti como tú lo hiciste siempre. Ya te hace falta un poco de disciplina.”

Yuki afiló la mirada, Devlin siguió hablando.

“Pero no te confundas, mi rey, algunas marcas no son mías. Tú debes saber de quién son los rasguños ¿verdad?” —habló con insinuación.

Haou se congeló, si mencionaba a su nuevo novio frente a su hermano la cara se le caería de vergüenza.

“Sí, son de Yusei Fudo, del mismo a quién tomas cada día sin misericordia y salvajismo, al mismo que lo haces retorcerse de placer y lujuria pese a que sabes que es el novio de tu hermano, jajaja.” —estalló en risa.

Esta vez Jaden miró desorbitado, sus ojos comenzaban a humedecerse y agachó la cabeza para que no pudiera ver su pena.

—¡NO!

Haou sintió la misma desesperación de su hermano, apretó los dientes con el semblante totalmente arrepentido.

—¡No…yo…Yusei…yo no sabía…

Nuevamente las carcajadas de Duke aturdieron a la audiencia.

“Pareces otro, mi rey jajajaja. ¿Qué pasó con toda esa confianza?”

—¡Calla! ¡CALLATE! ¡CALLATE! ¡CIERRA TU MALDITA BOCA, SERPIENTE! ¡TE ARRANCARÉ LA LENGUA!—sus ojos brillaron exasperados y nauseabundos, estaba perdiendo la cordura.

Duke rio de nuevo.

“Haou, tu eres un hombre de negocios; asi es que negociemos. Tu hermano es un diamante tentador para alcanzar mi ascenso a la punta de la mafia y hacerte mi esclavo; de alcanzar todos mis sueños y orillarte a ceder tu reinado.” —Haou lo fulminó con la mirada—“Pero por más tonto que esto suene no es lo que en este momento me interesa.” —aguzó la mirada, parecía haberse puesto serio al enfrentarse a la de Yuki. Lo apuntó con el dedo índice en tono autoritario.—“Quiero a Joseph Wheeler”. —hizo una breve pausa.—“Así es, nos hemos peleado tanto por ese rubio que hemos llegado hasta este punto crucial; tanto tú como el apestoso de Kaiba y yo, pero al final solo habrá uno quien tenga el dominio sobre ese ángel y se lo restregué a los demás en la cara. El ganador, el supremo vencedor frente a los que se humillen por ser los perdedores. El verdadero Rey Supremo; ese seré yo.”

Kaiba comenzó a insultarlo, a decirle que Joseph solo tenía un solo dueño y era él. Pero Duke no escuchaba a Kaiba, ni siquiera sabía que Rebeca había hecho el enlace también con los liberadores, pensaba que solo podía verlo y escucharlo Haou.

“Quiero que me lo entregues y yo…yo te entregaré a este chico sin ningún problema.”

Algo andaba mal, las cosas no podían ser tan fáciles y menos de una mente dañada como la de Duke Devlin. Haou estaba consciente de eso, trato de serenarse, una gota de sudor recorrió su mejilla. Dejó que hablara para que se explicase mejor.

“Es simple. Joseph por Jaden. No hay mayor ciencia, un simple trueque.” —Haou apretó los dientes—“Te daré dos coordenadas, mi querido rey.” —aparecieron en las pantallas—“En la primera llevaras a mi ángel ahí y lo dejarás en manos de mis colegas; en la otra estará tu hermano, debes de ir SOLO hacia ahí, SOLO Haou, no quiero sorpresas porque en cualquiera que me vuelvas a traicionar y no te apegues a mis instrucciones, lo mataré. Piénsalo; ¿Deseas a Joseph Wheeler o la vida de Jaden Yuki?, tú decides.”

La decisión era fácil, entre esos dos Haou no dudaría en hacer lo que fuera por su hermano.

“Te estaré esperando esta noche, mi rey, justo a las 10:00 p.m. Apuesto que a tu hermano le dará mucho gusto en verte, no me hagas esperar. Bis bald*”

La transmisión se interrumpió dejando el enlace solo con los dos primeros negociantes.

—¡Ahhh! —el magnate alemán tiró todo lo que estaba sobre su escritorio, la laptop seguía encendida por lo que la transmisión con los liberadores no se interrumpió pese al azote.

Dio un fuerte golpe al escritorio hasta partirlo en dos, así comenzó a patear y destruir todo a su paso con total desesperación.

Después de un rato haciendo trisas todo lo que encontraba, apretó un botón de su celular para hacer un enlace urgente.

—¡¿Tú lo sabías?! —cuestionó encolerizado en un estruendoso grito.

“Estoy tan sorprendida como tú, Haou.  No me esperaba eso de Duke, esta vez tomó todas sus precauciones. Ya se me hacía raro que no podía encontrar nada de tu hermano”

—¡No puede ser! —se recargó sobre sus rodillas, todo su cuerpo temblaba en impotencia. —¡¿Cómo?! ¡¿Cómo pasó esto?!

“Cálmate, es justo lo que quiere.”

—¿Se encuentran en las coordenadas que me dio?

Kaiba y los demás escuchaban esa extraña conversación, ahora entendían una cosa: había alguien ayudando al magnate.

“Sí, en la misma, lo acabo de rastrear. Es en Gera.”

—En Gera…no…no permitiré que se quede con Wheeler, pero tampoco que haga daño a mi hermano.

“Pero eso es imposible. ¿Qué harás?”

Haou no respondió por unos minutos.

—Bien dicen que el enemigo de mi enemigo es mi amigo. —Apretó un botón, de inmediato sus subordinados acudieron a su presencia.

Todos se desconcertaron del desastre en el que se encontraba la oficina, incluso valiosas obras de arte habían sufrido el atentado salvaje. Se pusieron lo más firme que pudieron sudando un poco; menos Sora, Adrián y Yuri, ellos veían todo normal, estaban acostumbrados, pero en cuanto a Yusuke, Valon y Vector, ellos estaban algo patidifusos.

La mirada asesina de su jefe parecía que en cualquier momento se lanzaría con cualquiera de ellos para arrancarles la cabeza. Incluso su pose de su cuerpo lo hacía ver más escabroso, se erguía como un psicópata descubierto.

—Todos…—habló en tono aprensivo y sombrío —¡Todos los cautivos a Main Satisfaction!

 —¡¿Qué?! —nadie podía creerlo ¿Por qué esa repentina orden?

—Mándenlos a todos a la subasta de esta noche. ¡Es una orden!

—¿Ta…también  a Yusei? —un golpe en la cara sumió algo la nariz de Adrián cuando el puño del magnate impactó contra él.

—¡Es obvio que él no, idiota! ¡Todos los demás fuera!

Los subordinados estaban temblando internamente, aunque por fuera aparentaban ser los más duros entre los rudos; Sora se retiró con sus brazos sobre su cabeza y mordiendo una paleta, parecía no sentir miedo, por dentro era otra historia; seguido de los demás que estaban dudosos, ni siquiera se atrevieron a preguntar por Yuya o cualquier otro. Yuri miró serio al magnate; no dijo nada, se retiró a paso lento.

—Valon. —Yuki lo llamó antes que saliera por completo. —Prepara al sr Wheeler gentilmente, saldremos esta noche, te daré instrucciones para él más tarde.

El chico hizo una reverencia y salió afirmando con un “Sí señor”.

Haou volvió a estar solo.

“!Haou! ¡Haou!” —se escuchaba la voz de Kaiba desde la laptop llamándolo con insistencia. El aludido lo miró de re ojo, no tenía ánimos para eso en esos momentos.

—Lo siento señores, pero no habrá trato para nadie esta vez. Lamento haberles hecho perder su tiempo. Que tengan un buen día.

“!¿Que?! !Espera!”

Interrumpió la transmisión, después suspiró pesadamente. ¿Qué estaría pasando su hermano?

—Jaden, sabía que estabas vivo.

 

Propiedades de Noah Kaiba.

 

—¡¿Cómo se atreve a botarnos?! —Kaiba apretó los puños y azotó la diadema al momento de quitársela.

Atem estaba muy pensativo, analizaba esa última conversación meticulosamente, después una idea cruzó por su mente.

—Oráculo. —soltó el egipcio.

—¿Qué dices? —todos lo miraron.

—La persona que pudo haber orientado en todo a Haou Yuki debió haber sido Oráculo.

—¿Quién es Oráculo? —hizo la pregunta Noah.

—Es un haker de alto nivel. Nadie sabe su identidad pero es muy eficiente, tanto peligroso. Solo los altos mandos y poderosos han podido contratar sus servicios de espionaje. Cualquier información, cualquier cosa que necesites saber, por una desorbitante suma de dinero, Oráculo te lo dirá.

—Había escuchado hablar de él, pero pensé que era una leyenda del ciberespacio. —Seto se cruzó de brazos.

—No lo es. Una vez tuve una oportunidad de contratarlo, pero al final no lo hice. Mi asunto se resolvió solo. —puso su mano sobre su barbilla sacando deducciones. —Ahora que lo pienso, tiene mucha lógica; Haou es una fuente inagotable de dinero sucio, además ¿cómo supo dónde estaban los agentes de Kaiba Corp y Pharaon´s Corp? ¿Cómo violó la seguridad de nuestro sistema de comunicaciones para hacerse un enlace con nosotros? Solo una respuesta: un haker. Y no cualquiera: Oráculo.

—Ya se me hacía extraño el haber entrado a su sistema de cámaras tan fácilmente. —Kaiba también se posó meticuloso. —Ese sujeto debió haberme permitido el acceso solo para hacerme pensar que estábamos dominando la situación, que astuto.

—Sí—dijo Noah—Pero ahora ya nada podemos hacer. Todos serán mandados a ese lugar Satisfaction y nosotros no tenemos un “Oráculo” que nos diga su ubicación.

—No—habló Atem— Pero tenemos a alguien quien podría ayudarnos en eso. Es cuestión de confiar. —afiló la mirada.

—¿Ese chico? —preguntó Noah—¿Crees que nos ayude?

—Sin duda. Lo obligaremos si es preciso. —Kaiba habló imponente. —Debe ceder.

En una habitación de aquella residencia, Kaito descansaba vendado por completo del pecho y algunos rasguños en su rostro.

 

----------------------------

 

Gera, Alemania.

Almacén en ruinas.

 

La energía de Duke vibraba con cada segundo que pasaba del día. No podía controlar la expresión de exultación de su rostro y esa sonrisa de oreja a oreja se había grabado en sus músculos faciales.

Por fin tendría a su ángel rubio de vuelta.

—Jaja, Haou no es tan tonto como para venir antes de la hora establecida. —miró a Jaden, este le regresó la mirada en furia. —Por fin he ganado.

Nuevamente imaginó tocar el rostro y la piel de ese rubio que le quitaba el sueño; hacerlo suyo era su mayor deseo, restregárselo a Kaiba y humillar a Yuki lo dejaba impaciente. Todos sus sueños se harían realidad en cuanto Joey Wheeler cayera en sus manos. Era su derecho, Joey era de su propiedad.

Estaba muy contento. Tomó una vieja silla y se sentó frente al diseñador con las piernas abiertas a cada lado del asiento y su cuerpo recargado en el respaldo de la silla volteada. Miró todo aquel esbelto cuerpo.

—Jaden Yuki. De haber sabido que existías, habría ido por ti desde hace muchísimo tiempo. Créeme que me hubieras ahorrado muchas penas; en este momento tú y tu hermano estarían comiendo de la palma de mis manos. —suspiró—Que bueno hubiera sido eso, tenerlos a ambos de mascotas, pero … ahora tomaré mi venganza. Debo agradecerte, si no hubieras aparecido creo que sería otra victoria más para Haou Yuki jajajaja.

Las palabras del desconocido hirieron la susceptibilidad de Jaden, si su hermano caía en esa trampa, si a su hermano le llegaba a pasar algo, sería por culpa suya. Ahora se arrepentía de no haber esperado a Johan, pero también desaprobaba lo que su hermano era.

 Duke notó aquella aflicción

—Va…¿Por qué tan triste?, se lo merecía. ¿Acaso no has escuchado todas las infamias que realiza tu hermano? Apuesto a que lo sabes.

Jaden no despegó la mirada del suelo, parecía no alterarlo.

—Por mucho, mucho tiempo, tu hermano no ha hecho más que lastimar a cuantos quiera que se crucen es su camino. Solo se preocupa por su propio beneficio y parece que adora ser un maldito. —hizo que lo viera a los ojos cuando lo jaló de los cabellos y alzó su rostro, Jaden frunció el ceño al toparse con los esmeraldas. —Pff, veo que tú eres totalmente lo contrario a él, puedo notarlo en tu tierna mirada e incredulidad. Pobres de los inocentes.

Devlin se acomodó en su asiento, quedó viendo hacia el techo reviviendo su estadía a manos de Tristán por órdenes de ese castaño. Revivía todos sus planes frustrados y lo último, aquella burla mayúscula al arrebatarle a su rubio; muy en el fondo admiraba a Haou, deseaba ser como él, pero también le enardecía un deseo de humillarlo y acabar con él.

—No te imaginas por todo lo que he pasado. Yo pude haber sido el favorito de Dornberger, pero Haou siempre fue el número uno. —entrecerró los ojos enfocando un punto en el techo—Hay algo aterrador en ese chico, no es normal; sin embargo, ahora me pertenece ese título. Darle jaque al rey tomó mucho tiempo, pero la espera ha acabado. —cerró los ojos imaginando al duro castaño lamiendo su virilidad y los ojos dorados acuosos sobre algún sonrojo en su rostro diciendo su nombre en un tono sumiso.

Imaginación.

Se levantó para estirarse un poco y olvidarse de eso.

—¿Quieres saber lo que tu hermano hacía? Bueno, las películas de horror y suspenso se quedan muy cortas. La realidad siempre es mucho más explícita y superior que todo lo que veas en internet o el cine. Haou ha destruido familias, sueños y esperanzas; todo de la manera más atroz y vil que te puedes imaginar; es el protagonista de todo lo mórbido, de lo egoísta, de lo enfermo que el bajo mundo ha construido. Tiene reputación de demonio debido a su fiereza y a su falta de corazón, pero ya se le acabó la suerte.

Pasó una navaja delineando delicadamente el rostro del cautivo Yuki.

—Mm, ahora que te veo bien noto que no tienes una pisca de maldad. Tu eres muy inocente sin duda; valioso, puro…—reflexionó— No, —se corrigió—solo eres valioso por ser hermano gemelo de ese maniático; creo que si no lo fueras valdrías lo mismo que un pedazo de mercancía de Main Satisfaction, aunque fueras VIP. El que realmente es valioso es mi amado ángel Joey. El tiene ese fuego que nadie posee y es mi deber consumirlo. —se separó de él.

—Tú en cambio, solo eres el príncipe del reinado de Haou Yuki. Solo un título por pertenecer a la “familia real”, pero sin eso serías un simple humano.

Volvió a jalarlo del cabello castaño, Jaden apretó los ojos por el dolor, lo contempló por largos minutos, después lo soltó arrancando algunos cabellos que se quedaron entre sus dedos.

—Eres una belleza. Cuando Haou caiga, tú me pertenecerás y me harás muy rico. Sobre todo para los enemigos de tu hermano.

El silencio invadió el lugar por varios minutos. A pesar de sus palabras, Jaden no parecía aterrarse, parecía muy serio y decepcionado; todavía no podía procesar su realidad.

Ese estado sin horror molestaba mucho al pelinegro. Bufó entre dientes; de alguna manera debía lograr ponerlo mal.

—Oh, tú tenías un novio ¿verdad, Jaden? —logró llamar su atención— Yusei Fudo, si mal no recuerdo.

La reacción patidifusa de Jaden afirmaron su insinuación, a ese chico le causaba un gran dolor escuchar sobre el mecánico; el aura del castaño parecía perder fuerza con cada mención.

Duke se regocijó.

—Jajaja, sí, ese pobre imbécil. No quisiera ser yo quien te arruine el concepto que tengas de ese idiota, pero se siente tan bien herir en el lugar en el que casi nadie puede curar: el corazón y la mente. Escucha, Yusei Fudo fue hasta tu hermano y lo obligó a que aceptara ser su novio; solo por borrarte a ti, Jaden jajaja. Estaba tan desesperado en tener a Haou que se entregó a él como una puta, ¿no es patético? jajaja.

Jaden comenzó a llorar, el salado líquido de sus orbes no se retuvo ni un momento por la revelación, además de las escenas que se le venían a la mente por la expresión de “amor” que había presenciado en la mansión.

 

Yusei…—su alma estaba destrozada.

 

Duke lo había conseguido, el dolor de la copia de Haou lo envolvían en deleite.

—Sí, siente dolor, ¡siéntelo! — lamió esas lagrimas para saborear el primer paso a su victoria y burlarse de los hermanos Yuki.

—Será mejor que no te pases con él, pedazo de mierda. ¡Ábreme la puerta de una buena vez! —los altavoces retumbaron aquella voz femenina por cada pared de su estadía.

—Mierda, ya está aquí. —Devlin se dirigió hacia la puerta para dejar entrar a su invitada.

Rebeca era una chica de unos 29 años, de cabellos rubios hasta las caderas; su figura pequeña, pecas en las mejillas y grandes ojos azules, la hacían parecer diez años más joven a su verdadera edad. Llevaba una diadema de comunicación en su cabeza, una pequeña laptop en las manos y varios teléfonos celulares caros en el cinturón. Su atuendo era de una colegiala normal: playera blanca con un moño azul; suéter rosa, falda a cuadros verde y calcetas altas hasta las rodillas con zapatos de charol.

Se acomodó los lentes al mirar al hermano del que pudo haber sido su pareja, Jaden la miró perplejo.

—Mmh, sin duda es el clon de Haou. Gemelos idénticos. Algo inusual en la genética.

—Tsk, eres la única loca con esos gustos excéntricos.

—Así somos los poderosos. Eso nunca lo sabrás, pobre esclavo.

—¡No te pases de lista, enana! —había logrado herirlo con esas simples palabras. —Pronto seré de la nobleza.

—Ja, como digas. —cerró la computadora que lucía infinidad de cámaras en vivo, entre ellas estaba Haou, Yugi, Kaiba, Yusei y los demás. Duke deseó arrebatársela, pero esa chica no sería nada fácil de derrotar ya que conocía mañas para acabar con toda su base de datos y dar una alerta mundial, a menos que acabara con ella físicamente.

Era muy arriesgado.

—¿Y? ¿Qué esperas Duke? ¡Sal de aquí!

El pelinegro volvió a chasquear los dientes y bufó.

—Antes debo recordarte que no debes dejarle marcas, ni un chupetón, lo necesito limpio, ¿entendiste?

—Los patos tirándole a las escopetas, ¿Quién te crees que eres? ¡¿Con quién crees que hablas?! ¡Lárgate de una vez!

Duke no podía ponerse rudo con esa chica, después de todo, dependía de su ayuda para colocarse entre los mejores con ella como guía cuando el magnate cayera del trono.

—Ju. —salió dándole un último vistazo al castaño alterado, después solo dio un portazo.

Rebeca exhaló, miró a Jaden con mucho interés y lujuria, caminó lentamente hacia él examinando sus encantos.

—Hola —le habló en tono amigable—soy Oráculo, una niña inocente y simple igual a ti. —le quitó la mordaza—Te han tratado mal, quisiera que no hubieras pasado por nada de eso, ese Duke es un monstruo. —comenzó a desatarlo, Jaden agradeció, se sintió algo aliviado.

—Dice cosas terribles. Me cuesta trabajo creerlo. —habló Jaden tratando de afinar su voz.

—Sí, creo que exageró con tu hermano; Haou no tiene la culpa, sabes, tuvo una infancia difícil. Fue obligado por su padrastro y torturado, así es que no es culpa de él; solo fue dirigido por el camino erróneo por alguien cruel. —Rebecca parecía comprender la situación, hablaba como una madre—Haou sufrió mucho; él era tan frágil como cualquier otra persona, un inocente más, corrompido. Solo que…bueno, tuvo muchos cambios.

Jaden escuchó lo que decía, comenzó a vestirse analizando lo que ella y Johan habían dicho acerca de su gemelo.

—¿Todavía tienes esperanzas con tu hermano? —se acercó por la espalda.

Jaden no supo que responder.

—Yo solo quiero irme de aquí.

Oráculo se sintió intrigada por lo que ese gemelo a esas alturas sentía, pero no había tiempo de cuestionarlo hasta llegar a sus más profundos pensamientos; el tiempo pasaba y su monitoreo estaba desatendido. Tenía que actuar rápido si quería culminar con sus objetivos, antes de casarse con Yugi.

Se acercó a él, Jaden todavía estaba desprevenido poniéndose el pantalón, cuando ella lo inyectó con una sustancia en una jeringa de 150 ml.

—¡Ahh! ¿Qué me hiciste? — Se tocó la nuca.

Oráculo escondió la jeringa detrás de ella como si solo hubiera hecho una inocente travesura.

—Nada grave. —le sonrió picara— Déjame contarte algo para que te familiarices conmigo. — afiló la mirada hacia él.— Casi llego a los 30 años y mis ganas de ser madre se han intensificado.

—¿30? —los años habían sido muy bondadosos con ella.

—Ya tengo a la persona quién será mi futuro esposo, pero ciertamente no quiero dejar escapar este momento por si algo pasa y no puedo culminar mis ambiciones.

—¿Esposo?

Jaden comenzó a sentir efectos raros en su cuerpo, sus mejillas se encendieron y su respiración se agitó. No podía mantenerse en pie; todos sus sentidos se intensificaron con la droga y su cuerpo se comenzó a poner caliente, así como tuvo una erección.

—¿Qué me has…

—No lo tomes personal, bueno sí, ojalá fueras Haou, esto sería mucho más interesante pero no importa, tu estas bien. —habló ahora en tono serio—No pienso quedarme tranquila hasta tomar algo de Haou Yuki, así es que tú solo relájate y disfruta…

 

 

Mansión Dornberger

Special Satisfaction 2:05 p.m

 

 

Yuma despertaba lentamente, no se había percatado de la hora y realmente no le interesaba. Sus pensamientos volaron hasta aquel tortuoso momento en el fallido escape:

 

Kaito se puso de escudo para proteger a Yuma, este vio todo como en cámara lenta, fue tarde para reaccionar.

¡Ahh!había sido un grito desgarrador, pero no de la persona que pensaba. Al terminar el fuego, Yuma se dio cuenta de lo que había pasado.

¡Shark! —no podía creerlo.

Así era, en el momento que Kaito fue atacado, Shark Reginland había saltado para protegerlos a ambos. Algunas balas las había recibido también Kaito, pero no fueron en puntos vitales, no como el héroe de Reginland.

¡SHARK!Yuma corrió hasta él empapado en lágrimas, Kaito permaneció de pie unos momentos, después también había caído al suelo, mas sus heridas parecían no ser graves.

Yu-ma…—su voz se apagaba, aquella boca ensangrentada ya no podía resistir por más tiempo. —Quiero que seas feliz, ese es todo mi deseo.

—¡No, no Shark!

Jeje siempre tan tor-pe.

Fueron sus ultimas palabras, la muerte se lo llevó rápidamente, aunque había dejado este mundo con una sonrisa.

¡NOOOOOOO!

Vector se acercaba con Kaito, estaba a punto de darle el tiro de gracia pero la voz del ex químico lo hizo detenerse.

¡Noo, por favor! ¡Iré con ustedes, pero por favor, déjenlo!

No soportaría perderlo a él también frente a sus ojos lastimados por presenciar tanta violencia. Vector estaba encantado, no objetó nada y se marcharon sin que Yuma opusiera resistencia.

Tsukumo solo esperaba que Kaito no se hubiera desangrado en ese lugar.

 

Era una pesadilla, todo lo que estaba pasándoles, era una terrible pesadilla.

Repentinamente Vector entró a su habitación, Yuma no tenía ni el valor ni los ánimos para enfrentarlo.

—Vamos, no estés triste mi niño, supéralos. Ellos no valían la pena.

Yuma no dijo nada.

—Lamentablemente el juego se acabó. Ya no son del agrado del amo Yuki. Regresaras a Main Satisfaction.

—¡¿Qué?! ¡¿Pero por qué?

—Ordenes. —se acercó para besarlo, Yuma se cubrió para que no pudiera hacer contacto. —Oh, que lindo. Ahora que ya no gozas de protección puedo tomarte si yo quisiera. Pero costarías mucho, y quizás mi vida en este lugar, así es que mejor lo haré cuando estemos lejos del radar del amo.

Yuma apretó la mandíbula. Otra vez a ese horrible lugar.

—Pero vele el lado amable, mi lindo niño. Te enviaron a la subasta. Yo te compraré si nadie supera mi precio, así es que regresaras siendo de mi propiedad, jajajaja. No te libraras de mi tan fácilmente, además no quiero que alguien, que no sea yo, te maltrate. Nos divertiremos tanto juntos el resto de tu vida fufufufu.

—¡Mal nacido! —se levantó para darle un golpe; Vector lo detuvo fácilmente.

—Y tú pobre desafortunado. ¡Vamos! ¡Camina! —comenzó a guiarlo con brusquedad.

 

--------------------------

 

A un lado de esa habitación, Yusuke entró para llevarse a Yugi.

La mirada de ese chico había cambiado, y en cuanto su verdugo llegó, parecían tornarse sus ojos color púrpura.

—¿En serio crees que con esa mirada de odio lograrás que Kiryu regrese? Tú no eres más que un triste muñeco de trapo.

—¿Ahora que quiere ese enfermo de Haou?

—¡Respeta más al amo, y si te diriges con él por su nombre debes añadir el “Señor”!

Yugi arrugó el entrecejo.

—¿Qué quiere ahora el “señor” ese?

—Parece que ya no le agradas.

Yugi alzo una ceja.

—Te ha mandado a Main Satisfaction, a la subasta de esta noche. Contigo ahí, las ganancias serán exquisitas; traerás muy buenos clientes. Sé que tú serás de las piezas más valiosas de la colección de Yuki.

—Yo no soy un juguete.

—Son órdenes, ya no puedes hacer nada. Haou se cansó de jugar con ustedes y los desecha como basuras rumbo al equipo principal. Así es que muévete, este lugar ya no es para ti. Se te acabaron los privilegios.

Yugi intentó protestar pero Yusuke lo amenazó con un arma.

—Será mejor que sea por las buenas.

 

………………………………..

 

En otro lugar de la mansión.

 

Yuya despertó sintiendo dolor en su pecho; no era por algún golpe, esa herida había sido por el pasado, por lo que había acontecido:

 

Haou ya había terminado eyaculando en el interior del cuerpo de Sakaki. Yuya no podía sostener más tiempo la mirada por todo el llanto que le ocasionó ver a sus amigos caer, uno por uno, ante la emboscada del magnate.

De repente Edo había entrado a la habitación y sin hacer ningún ruido, le disparó al castaño varias veces.

Haou parecía haber caído muerto.

—¡Mal nacido, te veré en el infierno! —dijo el peliblanco cansado de todo eso.

Yuya se había alegrado en verlo, realmente aquella acción la había tomado como la decisión más correcta.

—Edo.

—Yuya, se acabó.—iba a acercarse, fue cuando Haou volvió a levantarse como si nada.

—Te estaba esperando, Edo Phoenix. — Tanto Yuya como Edo estaban estupefactos. ¿Acaso llevaba un chaleco blindado o algo?

—Tu castigo será especial ya que te atreviste a tocar a mi joya preciada—afiló la mirada demoniaca— Sufre las consecuencias de tu infidelidad.

El estado paralizado del peliblanco le dio la oportunidad al magnate de someterlo fácilmente; Yuya imploraba que se detuviera, mas el castaño era muy fuerte, derribó también al chico de espectáculos con mucha facilidad.

Pronto sacó una cajita de entre sus ropas, en ella habían dos jeringas con líquido ambar, listas para ser usadas vilmente.

—Yuya. —habló aprensivo el oji-dorado— Mira la cara de tu adorado cuando conozca a Yubel.

El liquido fue inyectado en la nuca del agente de ojos azules, Yuya seguía implorando por su liberación pero Haou parecía insaciable.

—¡AHHHHHHH! ¡AAAAAAH!!!

Quemaba, aquel líquido ardía como si hubiera inyectado acido. El color de la piel de Edo se puso grisácea y sus ojos perdían ese color tan puro que lo caracterizaba.

—¡EDO! —lo llamaba Sakaki desesperadamente.

Haou Yuki se regocijó con la mirada erguida hacia ellos; la soberbia y superioridad salían brillantes de cada uno de sus poros mientras Edo se retorcía de dolor intenso, mas no se burló externamente.

—Diviértanse. —salió sin voltear atrás, ya sabía como terminaría aquello.

—¡Edo, Edo! —Yuya fue hasta el cuerpo para moverlo y hacerlo reaccionar; no tenía idea de que hacer y el tiempo se le iba entre las manos.

El cuidador no le respondía, solo se agarró el pecho como si sufriera de un paro cardiaco entre la tensión de todos sus músculos.

—¡Edoo! —Ni los primeros auxilios podía estabilizarlo. Alguna clase de veneno le había inyectado. —¡Háblame por favor!

Nada, simplemente su sistema no le permitía reaccionar.

Yuya presenció el acto más vil que pudo imaginarse en su joven vida; el asesinato lento y tortuoso de una persona a quien amaba frente a sus ojos.

Un agente llegó y arrastró el cuerpo agonizante de Phoenix.

Yuya gritó, pero nada podía hacer. El llanto de Sakaki se prolongó todo ese tiempo.

 

No podía creerlo, de nuevo sucedió. Quizás no debería luchar más y dejarse envolver por la obsesión de ese castaño por su cuerpo.

Yuri entró en su habitación sin expresión en su rostro, lo sacó de sus pensamientos repentinamente.

—Tú.. —dijo Sakaki, ya nada le importaba, miró el suelo sin esperanzas—¿Qué es lo que quieres?

—Juuu, parece que mi reflejo está sufriendo mucho. Es natural estando aquí, pero creo que te portaste muy mal con Yuki ya que te han mandado a Main Satisfaction, ¿sabes lo que eso significa?

Yuya entendía lo que ese lugar representaba, sería como ir al infierno en vida, según le había contado su amado Sawatari.

—¿Ya no me quiere?

Yuri se recargó sobre un mueble y miró a través de la ventana haciendo una retrospectiva del comportamiento inusual de su jefe.

—No sé qué le pasó, él no es así, pero déjame decirte que es lo mejor que pudo haber sucedido.

—¡¿Te alegra deshacerte de mi?! —alzó la vista.

—Eso me encantaría, —sonrió anchamente, después habló con más simpatía— pero no es así del todo. Te sacaré de aquí.

—¡¿Qué?!

El asistente exhaló. —Realmente no sé cómo sea ese lugar; yo nunca lo he pisado, pero tengo un contacto muy bueno que te sacará de sus entrañas; así que lo que necesito es que vayas a Main Satisfaction.

Los ojos carmesí quedaron confundidos, Yuri se estaba comportando de una manera acomedida.

—¿Por qué me ayudas?

—Ju, no es por ti, mi reflejo. Creo que es por cierto rubio que me guio hacia otro camino. Siéntete afortunado, al menos tú saldrás de este manicomio. —se encogió de hombros ironizando su destino el cual ya aceptaba junto a Yuki.—Fuu, no hay remedio. Haou sigue interesado en mi, lo noté pues después de la desobediencia, él no puso un dedo sobre mi. Hasta me deseó buenas noches, es raro. En fin, no puedo salir, pero puedo hacer algo por ti y mis homólogos.

—¿Te refieres a Yuto y Yugo?

Yuri se cruzó de brazos.

—Esos pobres infelices también tendrán su oportunidad. Hago el trabajo completo, si no ni me molestaría.

—Yuri. —dijo en tono intranquilo.

—Jehh. No te preocupes por mi. —comentó entre una risilla nerviosa— Soy más precavido que Sawatari y Phoenix.

Supo lo que Yuya estaba pensando, Sakaki creía que quizás amar a alguien les traería solo desgracias. Primero Sawatari, después Yuma y Edo; ya creía que estaba maldito si volvía a abrir su corazón.

—Jaja, que cara tan más tonta tienes en este momento, mi reflejo. No moriré como todos tus amores, a diferencia de ellos yo te odio profundamente. No es por ti, es por alguien a quién respeto. —se viró para retirarse. —Alístate, en un momento vendrá Sora para llevarte.

 

……………………………………………….

 

Joey estaba en una enorme cama dentro de un lujoso cuarto. Al despertarse y bostezar (de lo bien que había dormido) se percató del cambio de entorno.

—¿Dónde estoy ahora?

Parecía haber caído en un pedazo de cielo.

Un hombre de inmediato le contestó.

—No te pongas muy cómodo, Joseph Wheeler. —Valon entró sintiéndose superior. Joey lo miró con desconfianza.

—¡¿Qué es este lugar?! ¡¿Quién eres tú?! ¿Dónde están los demás? ¿Qué pasa? ¡Responde!

Valon reía internamente, hizo una muesca pareciendo confiado.

—Haou no te ha entrenado bien, haces muchas preguntas. Soy Valon, que rápido olvidas.

Joey parpadeo varias veces, le costó un poco recordar a ese misterioso hombre que los había atacado.

—¡Ahhh, es verdad! ¡Ese mal viviente del humo eras tú! —lo apuntó con el dedo índice— ¡Dónde,… dónde está Yuri?!

—Tranquilo, él está bien. Es un tipo especial para Yuki. —comenzó a acercársele como un leopardo a su presa.

—¡¿Q-Que haces, infeliz?! ¡Ya estás muy cerca de mi!

El castaño sostuvo su quijada para verle el rostro.

—Que extraños gustos tienen los ricos; a mi me pareces un tipo normal. —miró el hermoso color dorado de sus ojos, sin duda parecía que llevaba una galaxia en ellos.—Bueno, casi normal. —dijo antes de liberarlo.—Hoy habrá algo especial contigo. Haou me ha pedido que te aliste para salir esta noche. Todavía no manda las instrucciones, pero conociéndolo, no será bonito para ti.

Joey tragó saliva.

—¡Que haga lo que quiera, no podrá conmigo, soy el mejor! —Wheeler aparentó sentirse en control.

—Ja. Espero que esas palabras no desaparezcan esta noche. —le aventó un atuendo blanco como de bailarina exótica y brazaletes de oro. —Tienes que usar eso, son órdenes. —se marchó dándole el visto bueno.

Joey quedó perplejo.

—¿Ahora qué es lo que quiere de mi?

 

 

------------------------------------


Dojo

 

Mientras el tiempo iba transcurriendo, en el dojo de la mansión Dornberger, Haou Yuki había tratado de hacer algo de ejercicio con su katana para calmar sus ansias; sin embargo fue imposible. Sus vanos intentos lo había llevado al borde de la desesperación; ahora se agarraba la cabeza con fuerza, en cuclillas, en medio del lugar; temblando por la incertidumbre, el coraje, y la impotencia por su hermano, de todo lo que estuviera pasándole por su culpa.

—¡Jaden! —no había nada que pudiera hacer, necesitaba iracundamente de alguien que lo ayudara con su ansiedad, que detuviera su instinto salvaje para dejarlo pensar fríamente la situación e idear una buena estrategia. Pero no había nada más que su mente deseara. Haou estaba atrapado en sus verdaderos sentimientos, todo lo que perdió y lo que estaba a punto de perder.

La desesperación, el terror; algo bien fraguado por Duke Devlin; el maltrato psicológico que estaría torturándolo todo ese tiempo hasta ver a su hermano.

—¡Johan! —en esos momentos pensaba en él, lo deseaba, lo necesitaba. Siempre que Yubel intentaba apoderarse de su cuerpo, Jaden era su remedio infalible, pero Johan siempre era su calmante indiscutible. Ahora no tenía ni a uno ni al otro.

Haou estaba bien solo, eso era lo que pensaba, siempre y cuando su hermano estuviera bien, él podría superar lo que sea; pero ahora sabía que Jaden estaba en serio peligro y que nadie podía ayudarlo por más que le daba vueltas al asunto.

Yusei era el novio de su hermano.

Yusei era el prohibido. Al que había profanado, al que había manchado.

¿Cómo vería a su hermano ahora a la cara?

Se levantó de su estado psicótico, ya imaginaba a Johan frente a él con el ceño fruncido y sus ojos naranjas restregándole un “te lo dije”.

—No, yo no me estoy perdiendo, Johan, te equivocas. Solo fue un descuido. !Jaden solo se salió de mi radar!

La silueta del peli-turquesa seguía nítida frente a él, este no decía nada pero parecía hablarle en telepatía.

—¡No lo entiendes! —le gritó —¡No hay nada más perfecto, nada más completo que yo! Jaden es al único que le entregaría mi alma entera, es al único al que pertenezco. Yo…Yo…yo no viviría sin él, ¿por qué quieres traerlo? ¡¿Por qué me dejaste?! —un brillo en su mirada soltó algo de su tristeza reprimida, las palabras se le habían salido solas. Una salada gota de lágrima demostraba la herida que su único gran amor, sin contar el de su hermano, le había provocado. —¿Por qué me dejaste solo, Johan? ¿Por qué? Eramos un gran equipo, éramos un solo ser.

Levantó la katana, la miró leyendo lo que había grabado en ella.

“Hermoso tiempo. Días de gloria, H + J”

Dedicada a Johan, a los días bellos junto a él; dedicada a Jaden, y la felicidad de su maravilloso ser. ¿Cómo podría alcanzar… ¿Cómo podría tocar… ¿Cómo podría empaparse con un solo residuo de su luz?

La imagen de Johan seguía mirando su pobre ser, desaprobando sus decisiones, torturándolo con su rechazo.

—¡NO ME VEAS ASÍ! — con un movimiento del brazo hizo desaparecer la sombría figura de su antiguo amor. Sus ojos retuvieron todo dolor para esconderlo nuevamente tras esa mirada siniestra.

Volvió a pensar en la situación actual, haciendo a un lado sus complejos de existencia:

—¿Qué es lo que hará ese maldito de Duke Devlin? —no podía deducirlo, pero si le tocaba un pelo a su amado hermano estaba decidido a saltarse todos los protocolos de buena conducta para ir a venderle su mente al mismo Luz Bell por el poder para hacerlo cenizas.

 

 

-------------------------------------

 Habitación de Haou.

 

Yusei se levantó de su cama y reflexionó todo lo que había pasado.

¿Sería acaso que su vida no volvería a la normalidad?

¿Haou Yuki lo retendría para siempre?

¿Acaso no habría algo que se pudiera hacer?

Aun no podía rendirse, necesitaba ver a Jaden, disculparse con él y lograr su perdón; Yusei no podría morir en paz sin haber logrado ver su sonrisa de nuevo.

Volvió a levantarse, se duchó; esta vez se le hizo raro no encontrarse con Haou Yuki . Fue un alivio. Mas su tarde no llegaba a ser del todo placentera; su sorpresa fue mayúscula cuando notó la puerta cerrada con llave.

—¡No puede ser!

¿Ahora lo ataría a él de esa forma?

—¡Haou! ¡Abre la puerta! ¡Haou! —dio golpes para que alguien lo asistiera.

Estaba en la habitación del magnate, eso solo podía significar que había desplazado a Sakaki y ahora estaría “guardado” como un objeto de colección para deleite del magnate. No permitiría eso.

Chasqueó los dientes; ¿Acaso lo creía un debilucho? No sería la princesa del castillo de nadie. El era mecánico, y demostraría de lo que era capaz. Había abierto muchos cofres de autos con anterioridad usando objetos comunes para ese fin. Su destreza lo ayudarían ahora. Haou no podía mantenerlo quieto a menos que le quitara la vida, y era algo a lo que no lo dejaría acceder.

—Jaden, cueste lo que cueste, te volveré a ver.

 

 

 

--------------------------------------------------------------

 

9:00 p.m

 

El momento se acercaba.

 

—Valon—dijo el CEO alemán haciendo una pausa—Estas son las coordenadas donde quiero que lleves al Sr Wheeler. Asegúrate de ser lo más obvio posible para que cualquier persona pueda rastrearte.

—¡¿Qué?!

—Irás solo. Entregarás al Sr Wheeler a quién sea que te reciba. Lleva protección, un arma y…—no lo miraba, sus ojos estaban entretenidos con alguna cosa a través de la ventana—Has tiempo, protégelo, lo entregaras solo a la persona indicada. —afiló la mirada. —Es una misión delicada.

Valon no podía descifrar lo que estaba a punto de pasar, lo que orilló a su jefe a hacer eso y lo que puso a los demás conejos en el Equipo Principal de Satisfacción.

No era el Haou Yuki que conocía, este parecía más distante, más ensimismado, más misterioso.

—C-Como ordene. —solo podía seguir órdenes.

 

 

 

-------------------------------------------

 

Propiedades de Noah.

 

 

Las pantallas dejaron ver un mensaje en la computadora del CEO de KC.

Seto leyó la información y afiló la mirada.

Mientras tanto Atem interrogaba a un adolorido Kaito acerca de la mencionada subasta de Main Satisfaction y su ubicación.

Atem haría lo que fuera por recuperar a su amado Yugi.

 

 

----------------------------------------------

 

Afueras de la Mansión.

 

 

Por otro lado, Johan había descubierto una señal inusual en su forma de violar la comunicación. Supo que Jaden no estaba con él pues su espionaje nunca lo reveló. Necesitaba averiguar lo que estaba pasando y se concentró en los movimientos de su amado para hacer lo suyos. Algo andaba muy mal y seguramente Haou sabría, debía seguir sus movimientos de cerca.

Johan ni siquiera sospechó que Jesse estuviera unos metros atrás de él; Jesse llevaba el mismo atuendo oscuro que su hermano; una gran navaja de caza y el arma de Axel, sus ojos completamente naranjas con el ceño fruncido revelaban su desorden emocional completo.

El menor de los Anderson se detuvo al notar un objeto al pie de un árbol. Vio tierra removida y pisadas, el objeto era un dardo somnífero de una pistola silenciadora, su instinto lo dirigió.

Decidió seguir el rastro ignorando el estado oculto de su hermano y adelantando con ventaja su andar.

 

 

---------------------------------------------

 

Y la hora había llegado:

 

Mansión Donrberger.

 

 

—Esta listo su auto, amo Yuki. —un hombre en uniforme impecable le abrió la puerta trasera he hizo reverencia.

—Hoy manejaré yo. —subió al frente del volante. Su actitud inusual hizo que su chofer perdiera las palabras por el asombro; ya solo miró a su amo Yuki partir en el lujoso Maybach Landaulet.

Un pensamiento llenaba al magnate más peligroso del mundo: Jaden; todo lo demás desaparecía al instante.

Más atrás, en un Aston Martin one 77, Joey y Valon tomaban otro camino.

Joey solo podía figurar su futuro incierto esa noche, las amenazas habían sido muy duras.

Y así la mansión quedó sin supervisión del dueño.

Justo antes de cerrarse las enormes rejas automáticas, una motocicleta Dodge Tomahawk apenas pudo salir de la oprobiosa mansión Dornberger; ni los francotiradores, ni el abundante personal se había dado cuenta del escape inminente de Yusei en traje oscuro y casco de motociclista.

Seguido y cauteloso arrancó Johan en otra motocicleta a discreción de todos.

 

 

---------------------------------------------

 

Main Satisfaction.

 

 

—¡Apresúrense!

Yugi, Yuya, Yuma, Yuto y Yugo entraron en una habitación alfombrada de rosa; con sillones afelpados del mismo color y sin ventanas aparentes; al otro lado había una salida custodiada por hombres robustos en traje negro, hablando entre ellos en un lenguaje agresivo, esperando órdenes y mirando a la “audiencia” que se encontraba del otro lado de aquella puerta, mientras la estruendosa música sonaba melodías pegajosas del classic rock.

Echando un vistazo a su entorno se encontraban otros chicos de diferentes nacionalidades. Algunos estaban hundidos en el temor y llanto, otros se encontraban perdidos en el reciente piquete de brazo que había hecho hacer un gran viaje a su mente, y otros tantos miraban a todas direcciones horrorizados con todo lo que estaba pasando.

Yugi afiló la mirada, sintió pena por todos esos chicos más que por su propia suerte. Su único pensamiento era acabar con esa red de tráfico ilegal, pero la impotencia lo ataba de manos. Odió con todas sus fuerzas al hermano de su mejor amigo. Haou Yuki debía ser detenido, merecía lo peor por causar tanto sufrimiento.

—¡Ustedes, los nuevos! — un hombre calvo con cicatrices en la cabeza de lado izquierdo, mirada podrida, sin sentimientos, moreno claro y cuerpo corpulento, les llamó con una voz gruesa tal general del ejército. —¡Son enviados del Sr Yuki, ¿verdad?, ustedes preséntense ante mí en una fila!

Otros hombres hicieron que los chicos obedecieran, ninguno opuso resistencia.

—Mi nombre es Akaba Leo. Esta noche será su debut en el negocio del SS; es decir, la Subasta de Satisfacción.  No crean que por ser enviados del Sr Yuki su estancia será menos estricta que los que traen las demás organizaciones. Si uno de ustedes no es comprado, o su valor es mínimo a comparación a los demás, será bienvenido permanentemente al equipo Main Satisfaction, donde será entrenado como es debido para dejar a todos los clientes que lleguen en total complacencia para su regreso. —hizo una breve pausa—Cuando ya no tengan clientes, o sean reemplazados por alguien más joven y atractivo, serán despedidos dignamente, con una ceremonia rápida que los mandará directamente al cielo.

Los chicos no aparentaban temor, al menos no Yuya, Yugi y Yuma. Ellos sentían un tipo extraño de rencor hacia la vida, o mejor dicho, no tenían ya nada de que sorprenderse.

Unos hombres les dieron unas pastillas y un vaso con agua a cada uno.

—Es su decisión si las toman o no. Cuando estén frente a los clientes deben de enseñar sus encantos; si no tienen el valor para hacerlo, es mejor que tomen eso y no recordaran nada después del evento. —miró a cada uno de los nuevos integrantes—Yo les recomiendo que lo tomen, no quiero lloriqueos en mi escenario. —miró en especial a Yuya y a Yugi, sus rostros era una exquisitez.—Ustedes dos, desnúdense.

Los hombres los volvieron a amenazar con pequeñas armas y cachiporras, ellos no tuvieron otra opción que obedecer.

—Como lo imaginaba. —el cuerpo de Yugi y sobre todo el de Yuya, tenían escrito brutalmente la firma del magnate alemán. Miró ahora a los otros y pidió que hicieran lo mismo.

Solo Yuma estaba plagado con otro tipo de marcas, mientras que Yugo y Yuto llevaban otro tipo de trazos. Claramente no hechos por Haou Yuki.

—Mmm, Ustedes dos (refiriéndose a Yuto y Yugo) irán primero, después tú, —señaló a Yuma—Y en seguida…—no supo a quién elegir primero; sería difícil puesto que llevaban el sello de Yuki tatuado en su piel, ambos valdrían una fortuna. Decidió que entrarían juntos.

 Yugi no tomó las pastillas, Yuya hizo lo mismo y Yuma solo imitó. Los chicos extranjeros vieron esa acción pero prefirieron ignorarla, cada uno metió esas desconocidas sustancias en su cuerpo.

Uno a uno, los chicos de la estadía fueron entrando. En su mayoría regresaron y otro pocos fueron comprados. La razón de tantas devoluciones era debido al anfitrión que había prometido una sorpresa directamente del proveedor Supreme King, por lo que los clientes habían apartado su fortuna para conocer si valía la pena lo que Haou Yuki iba a ofrecer esta vez.

En las gradas, tras una cortina de seda (como cada cliente estaba sentado en total anonimato y luces apagadas) Atem, Kaito y Noah presenciaban aquella abominación de degeneración, sin escrúpulos ni sentimientos, de lujurias y perturbación en el que todos los ahí presentes gozaban al ser partícipes.

La voz delicada de una sensual mujer iba explicando los detalles y características de la “mercancía”.

La subasta continuó.

—A continuación, provenientes de la casa DH, en los dominios de Supreme King, traemos hasta ustedes la última gama de excelencia de esta noche.

Atem y los demás estaban nerviosos.

 

 

 

--------------

 

Gera.

Almacén en ruinas.

 

 

Haou Yuki aparcó su auto a un costado de la vieja instalación.

Alzó la vista para ver la lúgubre morada que yacía desierta, ni un faro a la redonda podía iluminar algo de ese solitario lugar. Repentinamente una tenue luz parpadeante— en mal estado— le indicó la entrada.

Haou afiló la mirada y se dirigió hacia ella cautelosamente.

—Así es, mi rey supremo. —Duke lo miraba mediante una antigua cámara de vigilancia—Acércate, ven por tu hermano. Estoy seguro que no te arrepentirás Jajajaja.

 

 

Continuará….

Notas finales:

 

Ahh todo puede pasar.

* Bis bald- adiós en Alemán.

Aclaraciones mmm..... creo que no. xD

 

quien no conozca a Akaba Leo, esta es su pic, solo que yo le puse cicatrices : Akaba Leo

 

Los autos son un deleite, quiero uno T_T

 

Valon

Yusuke Fujiwara


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).