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Cambio de Corazón por Yami Red eyes

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Notas del capitulo:

Amor. Hay muchas maneras de interpretar ese término dependiendo de la personalidad y el estilo de vida en cada ser humano, de lo que papá o mamá hayan contribuido para formar ese concepto absoluto, de lo que los hermanos o abuelos hayan instruido a un hijo desde pequeño para lograr definirlo. El Amor, considerado como el punto puro y cenit de cualquier relación natural. Amor de madre hacia un hijo, amor de un hijo a sus progenitores, amor de hermanos, amor de pareja, amor por un animal, etc...No importa qué clase de ser sea a quién se ama, el punto máximo en su definición es hacer y dar el todo por el todo por el bienestar de ese ser tan especial que ha llegado a cambiar un pedazo importante en nuestras vidas; ya sea espiritual, física, emocional o pasional, ese cambio significativo en realidad es la cumbre de nuestras acciones benevolentes hacia otros.

El amor es hacer jubilosa a aquella persona que te interesa.

Se dice que el que aprende amar corre el riesgo de aprender a odiar, ese es otro factor oculto en la inocente palabra que define al “amor”, va ligado a malinterpretaciones; la decepción es uno de sus riesgos que viene mezclado: fallarle a una persona que te ama, esta quizás no pueda odiarte, pero comenzara a despertar una obsesión insana con estándares de justificación bajo el escudo del  “amor” convirtiéndolo en celos, posesión, restricción, dictadura, atadura...

El amor sigue existiendo pero dañado en la base de cualquier relación, la confianza, da como resultado la distorsión escandalosa del sentimiento.

¿Lograrías perdonar a tu ser amado?

Yo creo que sí.

El que ama no puede pensar, lo perdona todo, lo entrega todo, no conoce un final.

Así pues, al final somos el resultado de todo lo que cosechamos a través de nuestra historia y las consecuencias que conllevan los karmas ejecutados en el pasado.

  

 

 

—Haría cualquier cosa por ti, Jaden. Te amo.

También te amo Haou, tan inmenso como la distancia de aquí a las estrellas y de vuelta.

Jaden…los ojitos dorados brillaron con la intensidad de los astros en el cieloYo te amaré más allá de cualquier frontera en el universo.

Jeje, eso es mucho, a ver…amm…miró la belleza del cielo nocturno pensando en algo mejor. Alza una de sus pequeñas manos tratando de simular un toque con una estrella sin levantarse del pasto verde donde estaban tendidos.Yo te amaré hasta el final de todos esos universos, hasta el final del tiempo, no importa que pase, yo siempre te amaré, porque eres mi rey, mi rey supremo, Haou…

 

“Sin el pasado no hay presente, y sin el presente no hay un futuro”

 

Capítulo 24.- Amor

 

Haou descendió de su lujoso automóvil y miró el deplorable lugar; una luz intermitente le había dado la bienvenida indicándole el camino a seguir. Nunca se había intimidado ante ninguna cita de negocios anteriormente, sin embargo, esta vez no se trataba de destruir al enemigo con sus planes de arrogancia y conquista; esta vez el “negocio” era toda su vida. La duda parecía haber sido un sentimiento extraño y vacío que solo podía susurrarle los ayeres en su infancia, mas ahora regresaba con más fuerza en una sola mención de lo que realmente le interesaba en todo el mundo y su vida misma: Jaden.

No tenía un plan, solo estaba actuando conforme a sus impulsos desesperados; lo único verdadero en su mente era que su hermano necesitaba su ayuda y él tenía que acudir cueste lo que cueste.

Así que caminó hasta la bodega, no temió de la oscuridad o los seres del inframundo que lo miraban pasar. La pesada puerta del recinto hizo un agudo rechinido que aturdió algo sus oídos; dentro no había más que un espacio vacío y mal oliente con agujeros notorios en el techo y animales carroñeros escondiéndose en la oscuridad de sus rincones; el eco de sus pisadas era molesto, enfocó la vista en el fondo, había una pequeña puerta de madera roída por polillas que dejaba ver una pequeña lamparita de luz blanca. Repentinamente tenues luces se prendieron con la intensidad de los foquitos de una serie en un árbol de navidad; estos solo iluminaban torpemente enormes fotografías en las paredes como si fueran murales informativos; todas con una fecha en la base, eran de personas en estado lamentable, resultado —quizás— de severas golpizas en cada uno de esos rostros atormentados. No conocía a ninguno, no hasta acercarse a la pequeña puerta.

La figura de Yuya Sakaki se mostraba en un gran cuadro luciendo las flagelaciones y torturas a su frágil cuerpo pálido y ojos tristes provocados por él.

 

¿Sakaki? —no comprendía el significado, pero sobre todo ¿Cómo pudo Duke conseguir esa imagen?

 

Trató de no darle tanta importancia a sus sospechas, sacudió la cabeza para seguir adelante. No podía ser cierto su mal presentimiento sobre aquellas imágenes y su relación con lo que estaba pasando, ahora lo más importante era su hermano.

“Bienvenido, Haou Yuki” —escuchó la voz de su enemigo a través de unos viejos parlantes que emitían un golpeteo en su gastada bocina. —“Este es un lugar dedicado especialmente a ti, ¿no crees que soy muy considerado?”

Haou no respondió a su burla, no era fácil de alterar.

“Quiero que conozcas a algunos de los mártires que viven sus días en Main Satisfaction, ellos eran personas hermosas como tu hermano o tú, echa una mirada, Yuki. Tú nunca has pisado ese lugar, por lo que no sabes lo que pasa ahí dentro. Bien, contempla el resultado de los clientes en el equipo principal.”

Era verdad, Haou sabía que existía, pero no conocía siquiera las instalaciones por dentro; lo que él sabía era que se hacían subastas y los ricachones compraban, tenían sexo, mas nunca imagino que estuvieran más locos que él al grado extremoso de desfigurar a las víctimas. Todas las fotografías le habían parecido repugnantes. En ese momento un escalofrío recorría su espalda; se había preocupado por los chicos que había mandado ahí, ya era demasiado tarde.

“Solo te interesas en ti, en tus negocios, en atormentar a tus enemigos; en ganar aplastando a cualquiera. Ahora puedo decirlo, Yuki, eres igual a tu padrastro. Walter tampoco sabía del manejo de ese lugar donde ustedes son los dueños; son tan egoístas, bastante similares. Que ironía.” —su voz sonaba muy confiada y sátira. Haou apretó la mandíbula, odiaba que lo compararan con él.

—Yo no soy como Walter. ¡El está muerto!

“Te equivocas, Yuki. El está más vivo que nunca.”

— ¡¿Qué dices?!

“Sí, él vive totalmente en ti. El logró convertirte en su reflejo, no, aun peor que él, al grado de tener a todo el mundo arrodillado. Admito que eres bueno siendo un desalmado, pero la suerte se ha ido de tu lado. Yo ganaré y tú me obedecerás como siempre debió ser, mi rey.”

—Solo eres otro patético segundón tratando de llamar mi atención, Duke Deblin, no sabes con quién te metes.—Bufó como solo él sabía hacerlo, tratando de parecer tranquilo.

 “Jaja. Exactamente, no sé hasta donde eres capaz de llegar, ¿Cuáles son tus límites? ¿Qué estás dispuesto a perder? Tú no sabes hasta qué grado eres capaz de actuar y yo quiero ver el resultado de Haou Yuki en su máxima intolerancia”

—¡Maldito! ¡¿Qué quieres?! ¡¿Qué planeas?!

“Oh, vaya, es impresionante este lado tuyo, mi rey. Cuántas preguntas viniendo de un hombre que se movía como un Dios; sabiéndolo todo, viéndolo todo, actuando con precisión y ventaja ante sus enemigos. Este nuevo Haou me gusta más jajaja”

El castaño no estaba acostumbrado a ese trato autoritario y denigrante, lo hacía enfurecer, ¿A qué se refería con “llegar a sus límites”? La sangre comenzaba a hervirle y sus ojos dorados a cambiar levemente de color a un tono guinda.

“Escucha, Yuki, solo para que estés enterado; ese infierno es gobernado por Akaba Leo, él es el responsable de convertir esa “casa de citas y perdición” en una “carnicería sin límites e impunidad” ¿Te gustaría conocer las infamias de ese sujeto? Apuesto a que todos amarían hacerle eso a tu familia.”

—¡JADEN! ¡¿Dónde está Jaden?!

“Tranquilo, tómalo como siempre has hecho las cosas; con indiferencia, con calma. Este es su debut, no le eches a perder a tu hermano su primer espectáculo en Satisfacción”

—¡MENTIRA! —la alteración era total. Imaginar a su dulce hermano en el equipo Satisfacción hacía que la sangre se le fue a los dedos de los pies, todo su cuerpo estaba petrificado y su pecho no podía más con la culpa.

Duke echó a reír.

“Ahora puedes amarme, Haou. Soy el único que ha logrado que reacciones de esa manera tan hermosa. ¡Admítelo! Ni siquiera ese perro de Johan ha logrado esto.”

—¡CALLATE! ¡CALLATE! ¡NO PUEDES! ¡¿QUÉ LE HICISTE A MI HERMANO?!

La risa escandalosa del pelinegro hizo retumbar el sitio.

“Pues entra y averígualo.” —las bocinas volvieron a dejar en silencio el sitio.

Yuki estaba aterrado, dudaba en seguir y mirar el estado de su hermano irreconocible como las fotografías, pero tenía que llegar a él a cualquier precio. Estaba dispuesto a todo, a entregar todo su imperio con tal de que su hermano estuviera bien.

 

¡Jaden! —su pensamiento se volvió devoto. Apresuró sus acciones para enfrentarse con lo que sea.

 

Al abrir la puerta de madera sintió un aroma muy familiar en el aire, era suave, dulce, muy agradable como un hipnotizaste perfume de mujer. Rosas, había pétalos de rosas en el piso como si fuera una alfombra roja, digno de un rey, Duke había pensado en todo. Tenues luces iluminaban nuevos cuadros de chicas y chicos deformados por los clientes y en cada hueco de un cuadro a otro se encontraba un guardia de pie. Estos lo miraron con soberbia y sorna, pero no hicieron ni dijeron nada; la presencia del magnate era suficiente para intimidarlos en el alma.

 

Con que tienes subordinados, Duke, estas muy confiado. —Dedujo el castaño.

 

El camino iba hacia abajo, era un lugar único, subterráneo.

La puerta estaba frente a él, era donde aquel perfume se intensificaba; los últimos cuadros eran de personas conocidas: Yusei, Yugi y Yuma. No se veían maltratados, al parecer eran fotografías de antes de caer en su poder, pero su simple imagen fue suficiente para recordarle lo que sus manías les habían hecho. A Yusei sobre todo, la culpa regresó a él.

Se preparó para seguir avanzando.

Lentamente fue abriendo la última puerta donde se intensificaba el olor; estaba dudoso, como aquella vez que descubrió el laboratorio de Dornberger, no quería encontrar a su hermano sometido en manos de terceras personas como lo descubrió con Johan, no podría soportarlo.

A mitad de la apertura se detuvo, solo para calmarse y tomar valor.

“Vamos Haou, ¿Acaso tienes miedo?”

Miedo, ese sentimiento era el peor de todos; no iba con su personalidad, el nunca huyó de nada, mas ahora estaba influenciándolo con fuerza, esta vez sus piernas estaban temblando.

 

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Gera. 10 KM de ahí.

 

El lugar que indicaban las coordenadas dadas por su jefe era una clase de granja en mal estado.

El lujoso Aston Martin se aparcó cerca de ese lugar. Valon estaba junto a Joey dubitativo; sea lo que sea ese sitio le daba muy mala espina. No quería abandonar al rubio en ese lugar por lo que no siguió adelante. Esperaba a ver a alguien conocido o siquiera una persona parecida a lo que estaba acostumbrado a ver, de traje y lentes oscuros.

Nada, ese lugar estaba vacío.

—¿Qué demonios? —masculló tragando saliva.

Joey lo miró examinando sus acciones; sabía que ese tipo no tenía idea de lo que tenía que hacer.

—¿Y? ¿Solo me sacaste a dar un paseo? —no era su intención provocarlo, pero no sabía como preguntarle lo que estaba pasando.

—Tsk—bufó. Las instrucciones de Haou no habían sido claras. Sus nervios le impidieron preguntarle los detalles. ¿A quién tenía que entregar al rubio?

—Quién esté aquí notará el auto y vendrá por ti. Solo se paciente.

El asistente esta vez tiritó. ¿Habría algo peor que estar en manos de Haou Yuki?

 

Seto…—su mente imploraba por él. Deseaba regresar a la oficina y verlo como siempre, en su gran silla giratoria revisando papeles y atendiendo teléfonos. Extrañaba ser regañado y retado por aquellos ojos azules, deseaba volver a perderse en el aroma fresco de Seto Kaiba y su media sonrisa que solo le dedicaba a él. No importaba si este solo persiguiera a su mejor amigo Yugi. Joey solo deseaba volver a verlo, aunque sea por última vez.

 

—¿Por qué yo?

—¿Eh?

—¿Qué es lo que quieren esos tipos de mí? No soy la persona más brillante o la más hermosa, no soy un chico especial sino un humano que vive el día a día con normalidad en la vida citadina. ¿Qué quieren de mí?

Valon contempló aquella humildad, no se contuvo en tomar aquella barbilla para contemplar nuevamente ese brillo de estrellas en el universo de aquellos orbes de oro.

—Joey Wheeler, no te has dado cuenta de la hermosa persona que eres.

Joey profundizó la mirada con los azules del castaño; no eran como los de su querido Kaiba, estos parecían siempre estar despreocupados, solo hacía las cosas por hacer, no parecían ambiciosos.

—¿Por qué estas con Haou, Valon? No me pareces un chico de los malos.

El comentario hizo que el castaño soltara una risotada.

—No estoy con él por ser de los malos. Es solo que no había podido colocarme en ningún sitio, no he podido entrar a un trabajo estable y bien pagado en todo este tiempo, ya tengo casi 28.

—No lo pareces.

—Gracias por el cumplido. Pero veras, mi familia necesita comer y mis trabajitos de cargador eran pocos y mal pagados. Trabajo para pagar una buena escuela para mi hermana y darle comodidad a mi madre.

—¿Tienes una hermana? —Joey se sintió identificado.

Valon se recargó sobre el volante y sonrió melancólico debido a los recuerdos de su familia en la pobreza.

—Es una buena chica, todo lo que he hecho ha sido por ella. Mi madre está sola desde que nació mi hermana. El parto se complicó y la dejó lisiada. Yo era un niño de 8 años cuando eso pasó y mi padre se fue, así es que yo he llevado el sustento a la familia desde entonces. Trabajillos que solo nos alcanzaba para lo esencial. No quiero que mi hermana sufra de no tener educación. Y el Sr. Yuki paga muy bien. Aunque cuentan cosas terribles de él. Yo soy de los pocos agradecidos con él. Sabes, él ha pagado los gastos totales en mi familia y de mi hermana.

—¿Eso hizo? —sorprendido.

Valon asintió con la cabeza.

—El no quería contratarme, yo fui personalmente a ofrecer mis servicios de lo que sea. No le parecí útil hasta que le hable de mi hermana y lo mucho que la quería, le dije con lágrimas que daría todo por ella. Creo que lo conmoví de alguna manera.

Joey entendió lo que pasaba, debió haberse reflejado igual que él con Serenity en ese muchacho, pero Haou debió haberlo hecho con su hermano Jaden.

—Vaya, después de todo tiene corazón el maldito. —Joey se estiró en su asiento.

—Yo no sé qué cosas terribles haya hecho. Es verdad que tiene un aura de asesino y aquellos ojos son aterradores, pero creo que es su forma de liderar como en cualquier empresa. Los líderes deben ser firmes o los empleados harán lo que les plazca.

—¿Cuánto tiempo llevas con él?

—Un año ya.

—Vaya, es poco. Realmente no lo conozco bien, pero sí a su hermano y déjame decirte que son completamente diferentes.

—¿Tiene un hermano?

—Gemelo. Son totalmente distintos, pero ahora que me cuentas eso de él, no sé qué pensar.

El castaño se serenó.

—Creo que él no es mala persona, solo toma decisiones muy fuertes.

—Si supieras. —Joey agachó el rostro, recordaba el maltrato que sufrió en sus manos. —Hace cosas repugnantes.

—Es lo que dicen. Tal vez yo sea un loco, pero…dejaría que hiciera lo que quisiera conmigo con tal de seguir recibiendo el sueldo, incluso mi cuerpo.

—¡¿Qué?! ¡¿Estás diciendo que le entregarías tu trasero?! —volvió a levantar el rostro hacia su captor, su mirada reflejaba incredulidad.

Valon sonrió con los ojos cerrados.

—Vamos, debes admitirlo, él es un galán, aterradora belleza; desde que llegué solo he contemplado su genialidad; es de esos sujetos que parecen perfectos. Me da envidia los que tienen un roce de su piel.

El asistente parpadeo varias veces algo crispado, no lo había pensado, recordó el rostro de Haou Yuki a milímetros del suyo, sus manos suaves, su calor… después sus manías, se sonrojó un poco.

—Bueno, es verdad que es un trastornado, pero tienes razón en que tiene buena pinta. —concluyo Wheeler después de unos minutos.

—Podríamos pedirle una ronda entre los tres, ¿no crees? Sería placentero.

Ambos lo recordaron, pensaron en ese trío y se sonrojaron al mismo tiempo; después echaron a reír con fuerza. ¿Cómo era posible que las personas pudieran ver ese “algo especial” de un desalmado asesino?

—Nos mataría antes jaja.

—Yo creo que sí jaja.

Parecían entenderse bien a pesar de las circunstancias.

—Sabes Wheeler, es muy fácil encariñarse contigo.

—¡¿Eh?! —se sonrojó—¡No me vengas con eso, viejo, parece una maldición!

Valon miró hacia la apagada granja sonriendo por lo que decía el rubio.

—Eres especial sin duda. Quisiera no entregarte, creo que me preocuparía mucho lo que te pase. Dicen que el equipo donde mandaron a tus amigos es el infierno y que el Sr. Yuki solo envía ahí a la gente que ya no quiere, no sé si tu situación sea mejor que la de ellos.

—¡¿Mandaron a mis amigos?!

—Se llama Main Satisfaction, los enviaron a la Subasta, no me ha tocado ir, sé que es un horrible lugar de prostitución selectiva, es decir, solo la gente pudiente accede a esos servicios.

—¡Tenemos que ayudarlos! ¡Por favor, llévame con ellos!

—Estás mejor aquí. No podría dejarte en un lugar como ese, además son órdenes del Sr. Yuki.

—No. Por favor, viejo. ¡Vamos ahora que podemos!

—¡No quiero que pises ese lugar!

Unos pasos comenzaron a escucharse acercándose a ellos, pero estaban tan concentrados discutiendo que no prestaron atención al hombre frente al auto.

—¡Valon! —una bala había impactado con el cristal haciendo que ambos se agacharan. Los vidrios habían herido un poco los brazos de ambos.

—¡Salgan! —ordenó aquel hombre.

El castaño tomo valor, en contraste de Joey quien tembló por el temor que se apoderó de todo su cuerpo.

—Bien, parece que ya es hora. —Valon estaba listo para seguir.

—No quiero ir con él.

—Vamos, terminemos con esto, sal del auto. — lo amenazó nuevamente.

Joey no tenía alternativa.

Aquel chico que los había recibido era un hombre de apariencia rebelde, tenía su cabello desliñado, rubio de la parte de enfrente y color vino de la parte de atrás. Tenía varias cicatrices en su rostro resultado de múltiples batallas seguramente en andadas peligrosas, tez clara y vestimenta en un conjunto blanco formal.

—¿Quién eres? —preguntó Valon.

—Me llaman Quattro. Debes ser el mensajero de Yuki. Notificaré tu llegada. —De inmediato apretó un botón que estaba en su auricular de su oído. —Sr. Deblin, su pedido ha llegado a salvo.

Al escuchar ese nombre Joey se aterró, trató de esconderse tras del castaño.

—¡No! ¡Por favor, no me entregues a Duke Deblin!

—¿Quién es Duke Deblin? —cuestionó el castaño.

El chico frente a ellos sonrió anchamente hablando con ironía.

—El nuevo rey supremo. El será el nuevo poderoso líder de la mafia alemana. Todos estarán a sus pies y ese chico rubio es su primera adquisición en su escala a la cima, es su trofeo al descoronar a ese desgraciado de Yuki.

—¡Prefiero que me mates antes de estar con ese enfermo! —gritó el asistente tras la figura del castaño, asomando un poco su rostro.

Quattro los apuntó con una escuadra butterfly. —Vendrás, aunque no quieras.

 

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“Eso es Haou, entra”

 

El cuarto era amplio, muy limpio y agradable; sobre el suelo, pegado a las paredes, estaban encendidas un montonal de velas aromáticas, los pétalos de las rosas se concentraban en su mayoría alrededor de aquella cama de colchón grueso y cómodo.

Jaden Yuki estaba sobre la sábana blanca de seda, aprisionado de sus manos por encima de su cabeza, exhalando aire caliente y con el rostro totalmente sonrojado. Aun lado de él una mesa con instrumentos de tortura, juguetes sexuales y gel estaban disponibles.

Los orbes del magnate se tornaron desorbitados, no podían estar más anonadados puesto que casi podrían salirse de sus orificios. Al mirar a su hermano desnudo y provocativo, hizo que su cuerpo reaccionara de una manera lasciva y aterrada, terror, terror de él mismo. Un espasmo eléctrico recorría de ida y vuelta cada punta de sus nervios.

Su sueño dorado estaba frente a él, haciéndose realidad, pero… era prohibido.

Jaden lo miró con seriedad, trataba de controlar su respiración agitada por la droga afrodisiaca inyectada en su brazo, no pronunció palabra alguna.

En tanto Duke se deleitó con el estado petrificado del magante.

“¿No es hermoso?, es decir ¿No eres una belleza, Haou Yuki? Contémplate. No sabes cuántos pervertidos desean verte de esa manera.”

—¡¿QUE PRETENDES?! —Haou no podía enfrentarse a esa situación, estaba perdiendo la postura.

“Te lo dije antes Yuki, ¿Qué puedes hacer tú contra ti mismo y tus instintos? Tu hermano está presente, debutando con el líder de Satisfacción. Ese eres tú mi querido rey”

—¡NO SIGAS!

“¿Por qué no? Hace mucho que no se ven ustedes, ¿verdad? ¿Por qué no le cuentas a esta belleza  todo lo que has hecho? ¿Cuéntale de Sakaki, de Yugi, de Yusei?” —el ultimo nombre lo pronunció con malicia.

—¡NO!

Jaden controló desesperadamente sus emociones al escuchar ese último nombre, cerró los ojos y apretó los dientes para volver a mirar a su hermano.

—¡NO! ¡CIERRA TU MALDITA BOCA!—estalló el magnate.

“Hablar es normal. Además Jaden quiere saberlo ¿verdad encanto?” —Jaden fulminó la cámara con la vista—“Es realmente una joya”

—¡DEJA, DEJA DE DECIRLE ESO A MI HERMANO!

“Oh, que sensible. Pero si no son palabras ajenas a tu boca, mi rey. Sakaki Yuya era tu joya perdida ¿no es así? Cuéntale como te gustaba hacerlo sufrir y gozar de su cuerpo cada día y noche, era tu lienzo preferido.”

—¡CALLATE!

“Pero ahora ve a Jaden, el lienzo supremo, donde podrás plasmar todo lo que llevas dentro.”

Haou entendió lo que deseaba ese mal nacido, se quedó estático mirando a su hermano, aterrorizado mientras este le devolvía la mirada frívola. El temor más grande de Haou se estaba materializando, aquella mirada lo estaba torturando psicológicamente.

“Así es, Haou Yuki, para liberarlo debes tomarlo. Quiero venganza y sé cuál es tu tortura favorita.” —hizo una breve pausa—“Tócalo, doma todo su ser, rasgúñalo, ultrájalo; acaba con cada rincón de libertad en él y márcalo como de tu propiedad. Quiero ver la sangre de tu hermano derramada en tus manos, como lo hiciste con todos los demás.”

—¡No puedes obligarme!

“Sí puedo, si no lo haces lo mataré. Hay un dispositivo apuntando directamente a él, si no lo haces  lo accionaré y verás a tu hermano retorcerse mientras va muriendo”

Las piernas ya no respondieron en el cuerpo del magnate, ese había sido el peor escenario que Deblin pudo haberle puesto en su cabeza; calló al piso de rodillas con el terror reflejados en los temblores de su cuerpo.

—Haou…—susurró Jaden afligido al ver a su gemelo derrumbado.

El silencio se hizo profundo, Haou derramó algunas lágrimas puesto que ya no podía retenerlas por más tiempo.

¿Qué podría hacer? Tratándose de Jaden sus ideas eran confusas.

Yubel estaba haciendo estragos en su cuerpo, sus ojos cambiaban frívolos a guinda, si no se controlaba podría volverse muy peligroso para su hermano, se contuvo todo lo que pudo.

—P…por favor…

 “¿Queee?¿Qué has dicho? Creo que no escuché bien” —mofó divertido el pelinegro.

—Por favor. —dijo bajito—No me obligues, no puedo hacerlo a mi hermano, por favor, no a él. —el piso estaba humedeciéndose con su llanto. En todo el mundo era su mayor felicidad y hacerle daño era hacerse daño también, no podría vivir más si eso ocurría.

“Esto es tan divertido, jajaja. Pensé que esa palabra no pertenecía a tu vocabulario, Yuki.” —Duke estaba regocijado—“Pero hagamos una retrospectiva. ¿Cuántas personas te imploraron por que no los dañaras? ¿Cuántos infelices no te lo pidieron incontables veces? Inclusive yo. ¿Ahora ves lo que se siente, su majestad?” —las carcajadas provocaron un revuelco en el estómago de Jaden. Miró la agonía de su hermano y los temblores en su cuerpo.

 

Haou…

 

—¡Por favor, déjalo!—volvió a rogar.

“!No! ¡Me has herido por mucho tiempo, Haou Yuki, es momento de pagar! ¡Si no lo quieres hacer, entonces lo verás morir!”

El estruendo de una bala había puesto los pelos de punta en ambos gemelos, el proyectil se había impactado a unos cuantos centímetros del rostro de Jaden.

Haou se petrificó por largos segundos.

“Sabes que soy capaz de hacerlo, Yuki. No desapareceré de tu vida sin antes ver mi venganza consumada. Me encanta verte sufrir, Haou, quiero ver como torturas a una persona que te interesa con tus propias manos.”

La sentencia estaba clara, Haou no tenía otra opción sin duda, ver morir a su hermano no era una opción.

Se levantó, lentamente se fue quitando su gabardina negra y su camisa de importación.

"Eso es, así me gusta, mi rey. Hazlo sufrir."

Verlo desnudarse era algo que Duke no se esperaba ya que nunca se había quitado la ropa ante nadie.

Para Haou era una falta de respeto hacia la persona más perfecta del universo el tener la ropa puesta si iba a profanar la delicadeza de esa inmaculada piel, para los demás era un deleite especial apreciar ese magnífico cuerpo desnudo en su totalidad, solo una persona lo había visto y tocado anteriormente.

“Realmente es perfecto” —Duke susurró impresionado por la imagen de su enemigo ¿Cómo podía estar intacto después de tantos atentados que había sufrido anteriormente?

Ningún rasguño, ningún moretón, ni imperfección visible. El cuerpo del magnate parecía haber sido tallado en porcelana; a diferencia de su hermano que podía notarse algunos piquetes rojos de moscos, manchas de sol o grasa, y los rasguños y pequeños moretones hechos por Yusei.

En otra parte Rebecca se extasió con el cuerpo del ricachón empedernido, estaba muy atenta a cada evento. 

—Conque esa es la fuente de juventud de Yubel. Qué envidia—se dijo, solo ella sabía a cerca del experimento.

Haou contempló a su hermano, lentamente fue subiendo a su cuerpo, temblando, tratando de controlar a Yubel en sus venas y no profanar aquella delicadeza.

Duke guardó silencio, no parpadeaba, no quería perderse ni un solo momento del pecado obligado que harían esos dos, él mismo estaba nervioso, atento, ni siquiera recordaba las noticias del rubio en su poder.

Los ojos dorados estaban avergonzados, no podía mirar a su hermano a la cara, sus lágrimas comenzaron a humedecer el rostro de su semejante bajo él.

—Perdóname.—Era débil, sentía dolor en su pecho, en su corazón; su alma misma se estaba desfragmentando con cada toque impúdico en el rose de la piel de su hermano. Esa magnífica piel que tantas veces había soñado poseer, que deseaba probar, deseaba sentir; nunca quiso que fuese de esa manera, nunca deseó dañarlo así, de ninguna, Jaden era su Dios, su salvación de ese mundo mórbido lleno de infracciones impunes y asquerosas, y ahora él se estaba convirtiendo en el vil destructor de su propia felicidad.

Por unos segundos solo se escuchaba sus ahogados sollozos, hundiéndose en su culpa y despreciable existencia; hasta que por fin Jaden lo regresó a la realidad

—Haou…—su voz tenía un tono suave y confortable. —Que gusto verte, hermano.

Esta vez lo miró asombrado, pensaba que lo recriminaría o le escupiría sus faltas.

—Te extrañé tanto, mi amor. —Jaden le sonrió gentilmente, en un acto humilde trato de acercar su rostro con el de su hermano para regalarle un dulce beso en los labios.

Haou dejó de llorar por la sorpresa.

—Jaden…

El mayor le sonrió.

—¿Recuerdas cuando saltamos al lago? —Haou prestó atención— Tenías mucho miedo, lo recuerdo, me rogaste que no lo hiciera, que podría ser peligroso, pero no te escuché y de todas maneras lo hice, quería demostrarte que no estaba tan fría, era muy travieso. ¿Lo recuerdas? Saltaste detrás de mí aunque te daba miedo el agua, cuando casi me ahogo, me salvaste.

El recuerdo se había hecho nítido en la memoria del castaño más joven,  todavía podía sentir el agua entrar a sus pulmones, pero recordaba que su pensamiento solo se llenaba de el bien estar de su hermano más que de su propia vida.

—Sé que lo hiciste porque te preocupaba, no temías morir por mí, Haou. Sé que eres buena persona.

—¡No! ¡Te equivocas! ¡No lo soy! He hecho cosas terribles.

—Yo lo entiendo Haou. —volvió a besarlo.

Haou liberó sus manos y lo abrazó, los ojos se humedecieron nuevamente.

—No lo entiendes, Jaden. No soy buena persona.

—Te equivocas. Sé lo que te hicieron y tu vida con Yubel.

El pavor se apoderó nuevamente del magnate con la información ¿Cómo sabía eso su hermano?, dentro de su cabeza escuchaba una escalofriante risotada a todo pulmón y uno de sus ojos cambió a guinda gélido.

—¡No! —se agarró la cabeza con fuerza tratando de sacar a sus demonios que lo atormentaban cada noche.

Duke no entendía lo que estaba pasando, y Rebecca solo sonrió maliciosa.

—Tranquilo, Haou. Hermano, me tienes a mi, siempre me tendrás, lo sabes desde siempre, te amo.

—!NO LO ENTIENDES!

No pensaba con claridad, estaba entre el miedo y la culpa, entre la vergüenza y la desesperación. Sus impulsos lo llevaron a tomar su miembro y entrar de una sola estocada en el cuerpo del diseñador, envistiéndolo, a la par que tomaba el cuello del castaño y comenzar a asfixiarlo; marcando sus manos, mirándolo a través de una cara psicópata entrando en la apofenia.

Jaden apretó la mandíbula y soportó el dolor, trató de verlo con un ojo, entendía su dolor.

—Haou, e-está bien…no es nada malo, tó-mame. Ha-hazlo como a todos, por más salva-je que pudiese ser, te seguiré amando, mi rey supremo.

Haou reaccionó; pero no en totalidad; aun no comprendía el comportamiento de su hermano, si sabía todo lo que hizo, todo lo que le quitó, todo lo que hirió, ¿Por qué seguía siendo tan bueno con él?

Volvió a empapar el rostro del diseñador con su llanto, después de pocos minutos la fuerza se le había escapado de ese fuerte agarre y las embestidas fueron cesando. Luchaba contra sus instintos asesinos de su interior y Yubel.

 

No puedo...

 

Jaden acarició su rostro con dulzura para calmarlo.

—Siempre hemos estado juntos, Haou. De corazón, sé que eres una buena persona en el fondo de lo que te obligaron a convertirte. Johan me lo dijo, y yo le creo.

—Johan… —ahora todo tenía sentido. Haou no dejó de llorar, su antiguo amor estaba en esa conversación presente. Sonrió con el recuerdo; al final Johan se había salido con la suya y él debía aplaudir su persistencia.

—El te ama, Haou...

El recuerdo de Johan regresó a su mente, sonrió levemente mietras hacía una breve pausa para serenarse. Suspiró profundamente antes de comenzar a hablar desde lo más profundo de su alma.

­—Johan es un necio.—su rostro se relajó—Desde Yubel, algo despertó en mi interior... la sobrevivencia. Quería ser fuerte solo para el día que llegáramos a encontrarnos y tuvieras que estar orgulloso de mi. Se suponía que nunca te enterarías de las cosas que hice, no se suponía que debía pasar así. —cerró los ojos calmadose un poco antes de volver a mirarlo con sus penetrantes iris de oro.—Jaden, debo agradecerte. Tú siempre me salvaste de caer en manos de ese demonio inyectado en mi interior, del tormento que cada día me aterrorizaba; aunque mi pesadilla nunca acabó...

El ambiente se tensó un poco, un ligero aire de melancolía y menosprecio se percibió en esa rigides, el alemán prosiguió.

—Es difícil, ¿sabes?, haber sido marcado para siempre con esta parte salvaje de mi lado oscuro. Sé que podía resistirme, pero mi cuerpo nunca me escuchaba—acarició el rostro de su hermano como un pétalo delicado de flor.—Los primeros días fueron lo más dolorosos, todos ellos solo fueron torturas psicológicas.—los gestos volvieron a tensarse al igual que su respiración.— !Pero no lo entiendes! !No! !Nunca lo harás! !Cada noche!, !cada noche veo la cara sin vida de todas las personas que asesiné!, los gritos y la agonía, las súplicas y amargura, no puedo hacer nada. Me atormenta desde lo más profundo de mi alma y sé que soy el culpable, no Walter, solo yo. !Mis manos! !Mis manos se mancharon de sus últimos suspiros, Jaden! !No lo entiederás porque esta agonía es solo mía! !Nada ha vuelto a ser como antes! !Nada volverá nunca a ser como antes!

Se agarró la cabeza con fuerza, ya no podía controlar su cuerpo pávido y su respiración apresurada; Yubel volvía a aparecer en su cabeza reprimida con fuerza.

—No es como si todo eso lo hiciera voluntariamente pero, fue mi egoísmo lo que lo causó. Como dije, cada noche he tenido esas pesadillas donde todos mis miedos se hacer realidad. —se miró las manos temblantes con ojos estupefactos y sudor frío—A veces una persona se queda en silencio, de pie, mirándome en mis sueños, torturandome con su presencia; ese eres tú Jaden. No me dices nada pero tan pronto como te veo siento como si una navaja cortara lentamente mi cuello. Me juzgas, me odias, sé que lo haces aunque no digas nada.—no retuvo más su llanto—No importa lo que digan bueno de mí, yo no puedo arreglar todas las cosas que hice. No soy una buena persona. Cada que tu recuerdo me ayudaba a salir de ese temible trance, despertaba sintiendo una terrible culpa, pero nada podía hacer, era solo mi culpa y Johan podía entenderme. !Pero también se fue!

Algo del terror de su hermano se transmitió en los iris de Jaden, su gemelo había estado llevando una carga tan pesada sobre sus hombros desde el día que se separaron.

—Lo unico bueno de mi vida, eres tú, Jaden. Solo tú y ahora también te esoy lastimando. Traté de protegerte, pero he fracasado...no soy buena persona, Jaden, y nunca lo seré, ya no puedo hacer nada. Solo sé atormentar.

Jaden se sitió terrible al escuchar las palabras sinceras de su hermano. Lo abrazó con fuerza y también derramó lágrimas junto a él.

—¡No, Haou, escúchame bien! Todo lo que ha pasado no ha sido tu culpa! Las decisiones que tomaste no fueron lo que en realidad tu verdadera persona deseaba hacer. Tu verdadera persona la reflejaste en mí, pero no, ese eras tú, eras tú, Haou. —Jaden lo besó profundamente repitiendo el gesto sobre sus labios varias veces.—No puedo garantizarte que nada malo pueda suceder de nuevo, algo malo pasará, así es la vida;, pero ahora hay algo diferente a la vida que te arrebataron, y es que yo estaré en ella, ayudándote a aligerar la carga de tus hombros, a desaparecer la sombra de Walter sobre tus pasos. No eres mala persona, solo estás atrapado en esta horrible forma de vida, pero no es tu culpa. Yo sé cómo eres en realidad, y te amo, te amo, Haou; ahora yo te ayudaré a volver a ser feliz, a tomar otro camino y ver las cosas con otros ojos. Aun hay tiempo puesto que sigues vivo, aun puedes hacer tanto. !Eres tu propia persona, tu eres ahora libre, Haou! !Libre!

Las palabras de Jaden tocaron la esencia del magnate en su totalidad, aquella carga acumulada se había aligerado un poco pues entendió lo que su hermano deseaba transmitirle: No podía borrar los errores del pasado, pero ahora era libre para construir un futuro.

Respondió el abrazo con fuerza, trataba de serenarse y pensar en todo lo que había pasado hasta ese punto.

—Gracias, Jaden…—los ojos regresaron a ser ambos dorados.

Se besaron como apasionados amantes; Haou recorrió el cuello del diseñador con dulces besos y la penetración se había vuelto más delicada. Los suspiros en ambos se demostraban lo mucho que se extrañaron, y deseaban permanecer juntos. Las caricias suaves, los besos sublimes tatuados en sus bocas y sus células, el ritmo cardiaco en armonía para ser su primera vez; volvían a sus días de amor y superación, donde no existía nada en el mundo más que ellos dos. Vida, como en aquellos recuerdos:

 

 

Jaden abrió de a poco los ojos en un intento de adaptarlos a la tenue luz que entraba por la ventana. La calidez en sus pequeños brazos le hizo bajar la mirada encontrando a su querido hermano menor, el cual estaba aferrado a él con tal fuerza que daba la impresión de que no quería dejarlo ir. Sonrió con ternura en un gesto protector tan digno de él mientras procuraba no hacer movimiento alguno para evitar despertarle.

Sus padres siempre peleaban y el refugio más próximo uno del otro era su cercanía; así la situación escabrosa de sus padres podían sobrellevarla, al grado de imaginar que no existía nada malo, solo un mundo donde Jaden y Haou existían y se amaban.

La suave brisa de la habitación mecía el cabello del castaño menor provocando cosquillas en la nariz de Jaden; este no contuvo un fuerte estornudo y así regresó de sus sueños al de ojitos dorados.

Jaden soltó una carcajada, después de tanto cuidar el sueño de su hermano, una acción tan simpe y boba lo había despertado.

 

—Lo siento Haou, no era mi intención despertarte, pero tu cabello me dio comezón.

 

El oji miel trató de esconder su rostro sonrojado en el pecho de su hermano, no había lugar más confortable que los brazos pequeños que lo acogían como un valioso tesoro en ese momento.

Jaden era su héroe, su felicidad y su realidad, no la cambiaría nunca por nada, por nadie, deseaba estar con él.

Sonrió anchamente contagiado de la sonrisa hechizante del oji marrón.

Amo estar en casa…

 

 

—Estoy en casa, Jaden. —el aludido le sonrió, Haou decía eso cuando estaba muy feliz.

Jaden le apunto con dos dedos hasta tocar un costado de su frente.

—Gotcha.

 

La penetración y caricias continuaron hasta que ambos llegaron al punto climax de excitación y derramaron su semilla en el cuerpo del otro. Estaban agitados, cansados, pero también se sonrieron. No hacía falta hablar, aquellas miradas se decían todo.

 

Por fin eres mío, Jaden...

 

Duke estaba confundido, sentía que Haou no podía sentir más dolor después de esa larga confesión, pero su arrogancia le exigía sangre derramada, no lo le interesaba sus complejos existenciales, ni su intensión nunca fue reconciliar a los gemelos; se suponía que debía estar sufriendo. Solo deseaba venganza.

 

“Se acabó, Haou. No es lo que yo te pedí. Basta de charla. ¡Desgárralo!”

 

 

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Yusei entró lentamente a la bodega, los cuadros en las paredes le habían parecido sacados de películas de horror, pero con la diferencia que estos eran de gente real.

Siguió su camino con cautela.

Johan era más experimentado, el sigilo era una de sus virtudes; sus ojos naranjas solo lo acosaban desde lejos.

 

¿Qué está haciendo él aquí? —Johan no veía coherencia en su estadía en Alemania.

 

Permaneció oculto, siguiéndolo como su fiel sombra. Todo iba bien hasta que Yusei abrió la segunda puerta.

—Parece que te equivocaste de lugar, muñequita. —uno de los guardias se fue acercando al recién llegado en el momento que este abrió la puerta y enfrentó su figura de pie, contra ellos.

—¡Haou, ¿Dónde está Haou Yuki?!

—Ohhhh, la muñeca busca a su mami. —todos los hombres se burlaron. —Lo lamento muñequita, pero tu mami está ocupada ahora con su pequeña hermana. Será mejor que esperes.

Yusei captó de inmediato.

—¡Jaden! —quiso adentrarse sobre el pasillo siguiendo el tenue perfume en su interior; pero uno de los hombres lo detuvo con fuerza.

—A dónde vas, muñequita. Si quieres pasar te costará caro.

—¡Suéltame!

—Sí, te costará caro. —lo rodearon sintiéndose atraídos por el marcado cuerpo del mecánico que resaltaba ese traje de motociclista.

—Y tiene un rostro bonito.

Yusei soltó fuertes golpes derribando a dos de ellos, corrió después de eso pero los demás lo volvieron a jalar.

—¡Suéltenme! —eran seis contra uno. El destino del mecánico estaba sentenciado.

—Vamos, muñequita, no seas tímida, solo danos un poco de diversión jajaja—estaba a punto de lamer su rostro asquerosamente.

 

—Será mejor que lo suelten. —Johan entró desenvainando su katana. —Hoy no estoy de humor.

 

Continuara…………..

 

Notas finales:

Y por fin llegó la parte que nunca llegaba.

Ahhh, lo se, me quedó muy corto, además de que me tardé horrores.

No fue mi culpa, no he podido escribir. Hoy no hubo trabajo y pues salió.

Sí, puedo aventarme un capi en un solo día xD

 

Dudaba en publicar esta parte, ya que es...bueno, nunca había escrito un incesto. Creo que era lo último que me faltaba por escribir, ya he escrito todas las advertencias. Mmmmm menos de animales....agh...Bueno, espero no me asesine nadie.

 

En el siguiente capi.....

 

No Spoilers

 

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30 Julio 2019

 

Una disculpa por aclarar algo hasta ahora. La parte del flashback donde Judai se esta ahogando fue una pequeña colaboración de Dark Kirito.

 

Gracias por tu colaboración nena.

 

 

 


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