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Cambio de Corazón por Yami Red eyes

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Notas del capitulo:

Hola hola!!

 

Se que no tengo perdón de los dioses, que me tardé una eternidad y que incluso se haya perdido el hilo de la trama.

No quiero justificarme, pero quiero decir que el ritmo que llevaba con esta historia, me fue arrebatado como por el mes de Julio del 2017. Esto me pasó por asuntos personales, un problemita con un lector de aquí se que volvió un fastidio de acosador, entre algunos problemas de salud.

Viví y sentí demasiadas cosas fuertes en tan poco tiempo; lloré y reflexioné con lágrimas de sangre, y me desanimé por completo de todo, incluyendo esta historia. Sinembargo, justo cuando iba a mandar todo al carajo; al final pude ver la vida con ojos positivos, y agradezco a mis amigos y mi familia por todo el apoyo.

Hoy soy una mujer nueva, feliz y optimista. Cuesta el resurgir desde las ceniza, pero no es imposible.

 

Gracias a todos por leer, este cap es como una conclusión simplemente, siento que el fic realmente terminó en el cap pasado, faltan profundizar muchas cosas, pero creo que eso lo aclararé en ovas si es que se puede.

Ya solo faltaría el epílogo.

Gracias infinitas a ti por leerme y espero te haya gustado mi trabajo.

 

Get the fic on!!

 

 

¿Cuál es el punto del amor?

 

 

Se dice siempre historias sin sentido. He oído que el amor duele, que el amor te hace llorar; a menudo se dice que el amor es decepcionante, que cuando todo se ha terminado, te quedas sin nada y con el corazón roto.  Hubo quien no fue feliz.

 

Pero el amor no se puede explicar, eso viene de quién sabe dónde y de repente te lleva para darte alegría con lágrimas en los ojos, es triste y maravilloso. Incluso cuando hemos perdido el amor que hemos conocido, deja un poco de miel, mañana será para ti un recuerdo de alegría, el amor es eterno.

 

Sin amor en la vida,

Sin sus alegrías y tristezas,

Vivimos para nada.

 

Édith Piaf & Théo Sarapo - À Quoi Ça Sert L'amour?

 

 

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Jaden 

 

Yo nunca quise darme cuenta de la realidad con la que giraba el mundo que me rodea. Todo, en parte, es debido a las enseñanzas de mi padre, él siempre trató que viera el lado bueno de la vida; sobre todo de las personas que conocía, así fueran las más imposibles y raras del mundo, yo debía siempre sonreír y tratar de ver lo mejor.

“Guarda el secreto de tu don”, me decía para alejar a los curiosos y crueles. Este don que tanto mi hermano como yo compartimos, el don de ver los espíritus y ayudarlos; nunca me había causado tanta curiosidad como ahora. Siempre me pregunté: ¿porque solo nosotros dos podíamos verlos? ¿Por qué ellos querían hablarnos y aparecerse solo a nosotros?

Creo que este don solo tenía un propósito; alguna vez me convencí que existía simplemente por ser el vínculo que me unía a mi hermano gemelo. Así, el día que los dejara de ver, ese día, sabría que había perdido a mi amado hermano en vida.

Ahora me pregunto, ¿qué habría pasado por la cabeza de Haou la primera vez que, una de las almas que mandó a la condena, regresó para atormentarlo?

Todos esos ojos mirándolo, vigilándolo y juzgándolo a cada momento, incluso al dormir, ¿acaso no lo perturbaban?...entonces ¿por qué continuaba?, ¿por qué seguía condenando a inocentes y dañándose a si mismo? Había tantas cosas que quería preguntarle, como si mi madre estaba bien, o si había asistido a algún colegio ostentoso; ¿cómo era la vida en Alemania? ¿la vida de los ricos?, o si al menos había aprendido a montar en bicicleta como tanto quería. Ahora sé que no fui lo suficientemente comprensivo para tratar “el asunto familiar”. Es que estoy furioso por haber lastimado a mis amigos y a Yusei, pero también por haberme mentido.

Creo que mi hermano tuvo una vida más difícil que la mía, aunque cubierto de lujos, recuerdo que nosotros a penas teníamos para comer, pero éramos felices y él….quizás el lujo no lo era todo.

Papá se esforzaba por hacerme un buen hombre, me enseñó el valor del trabajo, del dinero, el del respeto a las personas, nunca juzgó mis preferencias sexuales, ya que había llevado a casa tanto a mujeres como hombres; siempre los trató bien y confió en mi. Es un gran hombre sin duda, un tipo sencillo, despreocupado y amante de la vida y la aventura, pero que siempre había estallado al límite cuando pelaba con mi madre de alguna manera. Nunca entendí el motivo de sus discusiones, pero creo tener una idea, lo clásico: la falta de dinero.

Me pregunto, ¿qué habría pasado de haberse quedado Haou en mi lugar y yo en el de él?

Haou era muy frágil e inocente pero yo…

No recuerdo bien a mi madre, solo que era una mujer bella, de grandes ojos, ambiciosa y con una voz que me ponía los pelos de punta al gritar. Creo que sus amigas la ponían celosa de lo que tenían, ya que mi padre nunca se preocupó por los lujos, o vestir bien; él simplemente vivía y disfrutaba de cada día; sentía un logro el traernos aunque sea una vez, algún alimento caro, de esos que venden en las plazas grandes de marcas prestigiosas; sin embargo, creo que a mi madre le repugnaban esos intentos y los llamaba “migajas”.

Tal vez si mi madre hubiera apoyado y confiado más en él, tal vez si se hubiera quedado hasta el final y sentir el amor que el le brindaba, habríamos crecido como familia.

Pero decidió el dinero a un amor de verdad. Es verdad, la vida da muchos giros, y tanto puedes estar arriba como puedes estarlo abajo. Si ella lo hubiera entendido, habría visto nuestro triunfo económico.

Gracias al señor Kaiba, ahora papá está de viaje haciendo lo que más le gusta, crear arte, aunque ya casi no lo veo. De vez en vez, me manda una postal. La última vez creo que estaba en América, ojalá estuviera aquí para apoyarnos y enfrentar a Haou, seguro le diría lo que está mal.

Haou...

A pesar de todo lo quiero.

Si yo lo hubiera entendido mejor, si hubiera sabido lo que pasaba, o quizás si hubiera estado al lado de él, probablemente la confusión de su pureza no se hubiera corrompido tan drásticamente; habríamos afrontado las catástrofes y calumnias juntos. Él sería otro hombre ahora, al menos no uno malo; un hombre comprensivo, amante de la vida, quizás como papá.

No sé por qué, desde que me inyectan ese suero extraño, siento una ira descomunal. Le doy gracias a mi papá por haberme enseñado a tranquilizarme en presencia de ese sentimiento, a ver la vida con la esperanza de que siempre, todo saldrá bien.

Y yo estoy seguro que todo saldrá bien, si tengo la fe, decisión y la esperanza de que así sea.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Capítulo 33.- Conclusiones

 

 

 

Jaden se había quedado en shock ante la realidad abrumadora. El primer sentimiento que invadió sus sentidos había sido la irá, seguido muy de cerca de la decepción e impotencia.

No era para más: su hermano había jugado con él.

Dio un fuerte golpe sobre el portal de la ventana, temblaba, estaba cubierto de coraje.

—¡Haou! ¡¿Por qué?!

El mensaje había sido muy claro. Haou no lo amaba y no cambiaría por él.

—¡Mentiroso! ¡mentiroso!—la furia contenida había provocado que derramara lágrimas de impotencia, mismas que cayeron sobre sus manos al inclinarse hasta que su cabeza tocara el vidrio. —¡No!

Se suponía que el magnate debía protegerlo por si llegaba a descontrolarse; se suponía que Jaden debía reformar las conductas impúdicas de su pariente con el fin de una causa justa;  él debía cobrar la “venganza”, de todos aquellos que depositaron su febril confianza sobre sus hombros; sin embargo, les había fallado a todos.

—¡¿Por qué? ¿Por qué?! —tendría que regresar para saldar las cuentas pendientes y culminar con su deber.

Dio un vistazo a Yusei que todavía no recuperaba el aliento, pensó en él también, tampoco podía abandonarlo en esas condiciones cuando más lo necesitaba.

Bajó la mirada, no sabía qué debía hacer.

—Con que estaban aquí. —Yugi había entrado en la habitación, Jaden no le respondió de inmediato. —¿Jaden?

—Fracasé Yugi…no pude hacer nada…Yo….Soy un fracaso como hermano mayor … Haou me venció rotundamente, en mis narices y  sin esforzarse. —apretó los puños. —Soy un completo perdedor.

—No, tú lo intentaste todo…

—¡Fracasé! — lo miró alterado—  ¡¿No lo entiendes?! ¡Haou es imparable! …. Soy un inútil, un fracasado, no pude hacer nada ¡Nada!

Yugi adoptó una posición seria, dejó pasar algunos segundos contemplando aquella patética escena, después miró a Yusei unos segundos antes de regresar la mirada a su desconsolado  amigo.

—No digas eso —suavizó su tono —, has hecho demasiado por nosotros. Sin ti, nuestro rescate hubiera sido imposible. Yo, Atem, todos nosotros, ahora estaríamos a merced de lo que se le ocurriera a Haou. Tú fuiste nuestra salvación y nuestra esperanza. No seas tan duro contigo mismo, Jaden.

Las palabras de su amigo no le recuperaron el aliento, pero al menos había logrado que reflexionara un poco. Repentinamente sintió el abrazo cálido de Yugi sobre su cuerpo.

Era realmente lo que necesitaba en ese momento.

—Cálmate, Jaden. Eres valiente, fuiste un héroe para todos nosotros. No sabes lo agradecidos que estamos; siempre lo estaremos, te apoyaremos.

El silencio no  fue incómodo; Jaden contemplo tristemente algunos adornos en el cuarto, pero agradecía ese gesto. Estaba algo feliz, no cambiaría por nada a ningún miembro de su círculo de amigos; solo hubiera deseado poder haber hecho más, y sobre todo, evitar que más jóvenes sufrieran esas perversas agresiones de parte de su sangre.

—Yugi... —cerró los ojos.

Joey y Kaiba entraron en ese momento.

—¡Amigos! —en esa misma posición, Joey abrazó a ambos con mucho júbilo. — ¡Me alegra que estén bien!

—Joey —habló Yugi— ¿Cómo fue que supiste que estábamos aquí?

Interrumpió con la respuesta el magnate castaño—Aunque no lo creas. Haou fue quien nos dijo dónde estaban.

—¡Haou! — la sorpresa fue puntual, sobre todo para Jaden, quién levantó la vista esperando saber más.

Kaiba se cruzó de brazos, sacó aire y habló sereno con un pequeño toque reflexivo. —No mentiré. En cuanto pude, los abandoné en Alemania, pero al regresar en mi Jet privado con todas mis pertenencias listas …—se refería al rubio. Joey sostuvo una venita de disgusto en la sien.— Recibí una notificación de Haou en persona. Solo me avisaba que en poco tiempo me haría llegar mercancía invaluable y valiosa. Me dio unas coordenadas y resultó ser este lugar. Parece ser que se refería a ustedes.

—¡¿Se rindió?!

—¡Por fin, ese loco sintió miedo! —Joey se sentía indómito.

—¿Pero…por qué mi hermano haría algo como eso?

Seto indicó—Creo que…, de alguna manera tocaste algo en su frío corazón, Jaden. Eres a la única persona a quién jamás le haría daño.

Jaden trató de analizar aquella información; sin embargo solo le dejó con más dudas: ¿Será que su hermano había cambiado por fin para bien? ¿Tendría remordimientos? ¿Por qué lo apartó repentinamente? ¿Qué planeaba hacer con alejarlos?,  ¿Sería acaso solo una cortina de humo para cubrir sus futuras fechorías?

—Debo ir a Alemania. —Jaden estaba decidido, no podía quedarse con los brazos cruzados.

—¿Qué? ¿Pero qué cosas dices, viejo? —alteró Joey.

—Las cosas que haga Haou es mi responsabilidad. —Reconoció Jaden con seguridad— No puedo estar tranquilo sabiendo que dañará más gente. —Recordó a Zane y las personas que confiaban en él—Yo debo impedirlo, debo cambiar a mi hermano.

—¡No puedes irte! —Joey recargó sus manos sobre los hombros del castaño—Sé que es tu hermano, que hace cosas terribles, pero piensa en que lo que haga no tiene nada que ver contigo; ninguno de nosotros te dejará ir solo. Nos importas, amigo, no podría dejar que hagas esta misión suicida tú solo.

Jaden apartó las manos del rubio—Ustedes no tienen por qué involucrarse. Es de suma importancia que yo vaya a arreglar esto solo. Es personal.

—¡No seas necio! —Yugi trató de persuadir—Solamente mira a Yusei; él no está bien todavía, no puedes abandonarlo.

Jaden bajó la mirada.—Sé que debo estar con él, pero esto también es importante. Se trata de vidas inocentes, se trata de un pequeño futuro que se aproxima.

—¡No te dejaremos ir solo!

—Recapacita— suplicó Yugi—, al menos vete después de que Yusei despierte.

—Amigos…

Kaiba se había mantenido al margen mientras veía como esos tontos discutían por el tema de Alemania. Debía añadirles información.

—Jaden Yuki—habló el magnate cerrando los ojos de manera prepotente. Con su voz había hecho silencio en el lugar; miró al castaño más bajo. —Aunque quisieras ir a ver a tu gemelo malvado, no podrás.

—¿Qué? ¿Por qué lo dices? —tenía un mal presentimiento, todos esperaron expectantes a Kaiba.

Lo miró severo—He recibido una notificación detallada y de confianza sobre la mansión donde se encontraba Haou. Al parecer su mansión explotó en mil pedazos justamente ayer.

Los rostros anonadados habían paralizado la escena, nadie podía creer tal información.

 

 

¡No, … Haou no puede estar…!—había sido el primer pensamiento en su cabeza, no solo del diseñador, sino de todos los presentes.

 

 

—No se asombren todavía. —Continuó Kaiba—La hierba mala nunca mure. La explosión de su mansión ocurrió cuando el bestial de Yuki no estaba en ella; así es que ese enfermo sigue con vida, aunque no sabemos donde, pero sigue con vida.

La aclaración había descansado los nervios del castaño menor, aun así…

—Debo ir.

—Perderías tiempo de tu vida en una búsqueda inútil en Alemania. —Kaiba sonó irónico. —Además, es peligroso si alguien te llega a atrapar.

—Pero si no lo intento…

—Si no lo intentas será tu mejor decisión. Haou no quiere que lo busques, estoy seguro que montó todo este teatro y los regresó a Japón con ese propósito. Pon los pies sobre la tierra de una vez, Yuki.

Jaden ya no se atrevió a decir más; sabía que Kaiba tenía toda la razón; por lo menos había podio  salvar a sus amigos..

Se hizo un corto silencio entre ellos.

—¡Ey chicos! ¡¿Están bien?!—entró un enérgico Yuma, seguido de Kaito quien mantenía una mirada serena y brazos cruzados. Más atrás se encontraba Yuya, este parecía un hombre totalmente diferente, aquella sonrisa tan característica de él, se había esfumado con la llegada a Japón.

—Todos están bien…—el corazón del diseñador encontró un poco de paz al mirarlos a salvo. —Me alegra tanto. — contuvo las lágrimas.

—Jaden, estamos bien, no te preocupes.—quizás eran los mejores mentirosos del mundo, pero para el castaño fue suficiente para sentirse jubiloso.

—Amigos…—se limpió un par de lagrimitas traicioneras y volvió a sonreír como lo hacía antes. —Gracias.

 

 

 

 

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"No juzgues a la gente por cómo es, pues en esa personalidad hay una historia detrás que la justifica."

 

 

 

 

 

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Yusei

 

Yo sé que le hice un daño terrible a la persona que amo. Nunca me di cuenta por lo que pasaba Jaden debido a que siempre me llenaba de sonrisas despreocupadas y comprensivas.

Yo fui un huérfano criado en las calles, por lo que desconfiar se había convertido en una manera de sobrevivir a ellas. Debí madurar y confiar en la fidelidad de Jaden, así nunca hubiera metido a todos mis amigos en este hoyo de celos y de muerte.

No saben lo arrepentido que estoy, pero he aprendido.

La vida es solo un escenario de sabiduría y constante aprendizaje; no todos llegan a madurar y entenderla, algunos se quedan en el camino de la oscuridad; mas se que ahora yo me he “graduado” y he aprendido, sé lo que debo hacer.

Las relaciones mágicas y duraderas se basan en la confianza y es justamente eso que me faltaba.

Te amo Jaden, y no importa los terrores que se me avecinen, te juro que saldré victorioso, pues solo tengo un único objetivo en mi vida, y es el hacerte feliz.

Siempre tendré este sentimiento llenando y sanando mi alma, tú me das esa fuerza para aguantar lo que sea y llenar el universo.

Te amo Jaden y siempre lo haré.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

06:25 a.m.

 

 

Calor infernal, insaciable sed, sudor; Yusei caminaba apáticamente por las calles de una ciudad desconocida, la desesperación nublaba su visión por lo que apenas podía inspeccionar algo.

Lo curioso era que no había sol, en cambio la luna— totalmente naranja—, brillaba en lo alto como el mismo astro padre, su luz parecía quemar su piel sin explicación lógica.

—¡Ah! ¡¿Por qué, por qué sigo aquí?! —Nadie en los alrededores, ningún animal o insecto, simplemente los edificios se alzaban preponderantes por las calles vacías con el objetivo de hacerlo enloquecer en aquella quietud y silencio. —¡Ya no quiero estar aquí!

Era un castigo divino, o quizás había sido secuestrado y llevado a ese lugar con algún propósito insospechado.

—Yusei…— escuchaba ocasionalmente el sonido de su nombre, de la voz de alguien importante para él. Ese efímero momento había salvado su cordura incontables veces desde que llegó ahí.

—¡¿Dónde estás?! —trató de correr hacia la voz, pero el sonido simplemente sonaba en todas direcciones. —¡¿Dónde?! —la desesperación volvió a golpear su cuerpo.

—Yusei…—nuevamente.

—¡Jaden, ¿dónde estás?! —rugió desde lo más profundo de su ser, mas nunca pudo hallarlo. —¡JADEN! —vociferó con todas sus fuerzas, controlando sus lágrimas de incertidumbre y desesperanza.

De repente, el sonido de un infante hacía eco por las calles como ya lo había hecho anteriormente; ese llanto lo torturaba cada vez más fuerte.

El infante seguía llorando, seguido de una canción de cuna salida de alguna caja musical escondida. Estaba estallando en sus tímpanos, se tapó fuertemente los oídos y rogó por que acabara aquel suplicio.

—¡Jaden, Jaden…!—cayó de rodillas al piso implorando por misericordia por volver a verlo— ¡Ya! ¡Deja de llorar, bebé! ¡Por favor!

Algo inusual pasó esta vez. Levantó de inmediato la cara solo para enfrentarse al propietario de aquellos ojos dorados demoniacos que alguna vez lo hicieron temblar hasta la medula. Haou lo miró hacia abajo, soberbio y galante como él solía ser.

Luego, quietud y silencio por todos lados.

—No tienes remedio, Yusei, eres un desastre. —habló sereno.

—¡Ha …Haou!

El escenario cambió entonces; estaba en la habitación que había sido asignada para él en la mansión del ricachón de Alemania. El fuerte brillo de la luz de los ventanales le provocó una aguda migraña que hizo que entrecerrara los ojos y se tapara un poco la cara con la palma de su mano.

—Eres un desastre, Yusei. —dijo Haou de nuevo— ¿Qué pensabas? ¿Dormir aquí para siempre?

El mecánico no comprendía que estaba pasando. Miró para todos lados  en busca de ubicación; había algo raro, la mitad de esa habitación era un pedazo de su taller de mecánica.

—¿Qué está pasando aquí? —se preguntó, el sudor perlaba su rostro a consecuencia de la duda.

Haou se acercó y lo tomó del mentón obligándolo a verlo.

—El juego se acabó, Yusei. Es tiempo de despertar.

Al acabar de decirlo, Yusei sintió un fuerte viento que lo arrastró por el cielo cada vez más alto; miró como Haou solo lo había dejado ir a las brasas de aquella anomalía que incluso había hecho volar el techo.

“!¿Qué está pasando?!” —sintió el verdadero terror a lo desconocido.

Se suspendió en el aire, tan alto, que pudo tocar las estrellas y escuchar el silencio del universo; y tan rápido que apenas podía pensar.

—Yusei…—aquella voz que tanto amaba volvió a resonar por todos lados.

—¡J…Jaden!

Unos segundos suspendido. La vista era divina, la tierra solo era un punto azul en el universo. Tan alto había subido que la ficción se quedaba corta. De repente comenzó a sentir que descendía.

—¡Ay no, no! — ahora venía lo difícil, la caída.

Yusei gritó con todas sus fuerzas, el estómago se le subió a la garganta por el horror de la caída libre y el sudor mojó todas sus ropas a causa de la adrenalina. No había manera en que él pudiera salvarse, el impacto lo mataría.

—¡No! ¡Alguien ayuda!

Recuerdos golpearon su cabeza, también voces felices, angustias; el llanto de un infante, seguido de la risa cínica de Haou, mezclado con las advertencias de sus amigos; la hermosa voz de  súplica de su amado opacado por algunos gritos desesperados. La velocidad del viento estaba combinando todo eso como un solo pensamiento. Entonces fue que aquella epifanía golpeó la mente del mecánico sintiendo un fuerte remordimiento en su vida. Había sido como un derechazo certero a la quijada.

 

 

“¡Quiero que entiendas, que solo debes mirarme a mí! ¡Yo te amo y no te dejaré ir!”recordó su propia voz dictadora.

“—¡Yusei, ah! ¡Me lastimas!”

 

 

—¡!Jaden, no! ¡No! ¡Perdón, perdoname!!Por favor, perdóname! —Su cuerpo parecía ser un muñeco, el fin se acercaba y él, a punto de estrellarse con el piso, estaba totalmente arrepentido.—¡Dame otra oportunidad, por favor Jaden! ¡Otra oportunidad! ¡Así te demostraré que ya he aprendido a amarte de verdad, a ser el hombre que mereces y darte felicidad!

La sonrisa radiante y ancha de Jaden fue lo último que recordó, antes de que el impacto fuera irrefutable y sacudiera sus huesos.

 

—¡Yusei! —Los ojos llorosos y trastornados de Yusei por fin se abrieron. Lo primero que vio fue la hermosa figura de su amado diseñador que le sostenía la mano con un fuerte agarre. El rostro de Jaden acongojado lo  miraba consternado.

—Ja-den.

Sin más espera, Jaden lo abrazó con fervor, temblaba como si hubiera estado a punto de perderlo definitivamente y empapó la playera blanca de Yusei con sus lágrimas pavorosas.

No le dijo nada, la acción claramente le demostraba su eterna devoción hacia él, lo mucho que lo adoraba.

Permanecieron así, en silencio, por varios minutos;  volvieron a verse a los ojos después de haberse calmado un poco. La chispa entre ellos volvió a avivarse superando la de antes con ese reencuentro. Aunque fueran testarudos, el sentimiento mutuo nunca podría desvanecerse; ellos realmente se amaban infinitamente.

—¡Estás de regreso! —Jaden se limpió algunas lágrimas de felicidad y se entregó nuevamente a sus brazos.

Yusei casi no podía hablar, estaba conectado a un respirador y sueros por intravenosas; asintió pero apenas soltó un débil “sí” que parecía más un susurro.

Jaden buscó su rostro nuevamente para sonreírle.—Estas débil, es normal, has dormido desde hace un año.

La sorpresa en los ojos azules fue evidente. Miró a su alrededor para cerciorarse que no fuera de nuevo una ilusión; se encontraba en su departamento, con todos sus muebles intactos, como si todo hubiese sido solo una pesadilla.

—¿Un…año?—se esforzó en hablar, estaba confundido, ¿habría sido todo un sueño?

Jaden se acercó para depositarle un tierno beso en los labios, ¿como le explicaría todo lo que había pasado? Tenía el temor de que se alejara de él ahora que más lo necesitaba, pero debía ser franco con él lo antes posible.

—Te prepararé algo, llamaré al médico para que venga a verte, tú descansa. —No pudo irse, Yusei lo detuvo con un tímido agarre a su playera. —¿Yusei?

—¿F…fue...un…s...sueño?

El diseñador sabía a lo que se refería, lo contempló por unos segundos en melancolía y escueto le dio una respuesta negativa. Se viró por completo para fijar sus orbes en él, aparentando seriedad.

—Yusei, Haou nos regresó a Japón a todos. Estuviste en el hospital por seis meses. Aunque tu cuerpo estaba lastimado, los doctores no se explicaron el shock de tu mente. Logré que te dejaran regresar a casa conmigo y….—la pausa le pareció dramática, sintió que algo no andaba bien del todo. Jaden desvió por un momento la mirada, seguramente le costaba decir lo próximo, pero enseguida se avalentó para proseguir con la misma seriedad que Haou Yuki—Yusei, en Alemania tuve un hijo con una chica.

Casi podía regresar al coma con semejante información, todo el cuerpo del mecánico se paralizó, su piel morena estaba perdiendo su color con eso, debía tratarse de una fea broma de mal gusto.

Mas no fue así.

—El nombre de ella es Rebecca; no es que yo quisiera acostarme con una desconocida, fui obligado. Yo estaba atrapado por un tal Duke cuando ella me drogó y …. Yusei, lo siento, no pude hacer nada, mi mente no pensaba, solo sentía, solo quería que se acabara ese exceso de lujuria en mi cuerpo. Fui débil, lo sé, y hubo consecuencias por aquella debilidad de ese día.

Se levantó hacia una cunita que estaba en una habitación decorada con colores pasteles, ahí recogió en brazos a su hijo para mostrárselo al moreno. Tarde o temprano lo iba a saber, aunque quizás era demasiado apresurado por su recién despertar, fue imprudente, pero ya no podía dar marcha atrás.

Era un pequeño varón de cabellos castaños claros de ojos azules, el rostro era la viva imagen de Jaden, con algunas pecas.

Yusei sostuvo al infante en completa fascinación.

—Se llama Yuseki.

La sorpresa no cabía más en el rostro del mecánico, Yusei tenía un mar de sentimientos internos encontrados.

 

“Es hermoso” —lo era. Para los ojos del oji-azul era lo más hermoso que había visto en toda su vida. No pudo evitar que su vista se le empezara a humedecer, el escozor de las lágrimas no podían ocultar sus verdaderos sentimientos: estaba feliz, feliz por volver a ver a Jaden, feliz por el infante en sus brazos, pero a la vez se dio cuenta que su  Jaden ya era padre y quizás se marcharía para hacerse responsable con la madre.

 

El diseñador por su parte, descansó una mano sobre el hombro de su amado para calmarlo, intuía lo que por su mente estaba pensando

—Haou trajo a mi hijo desde Alemania.—recordó…

 

 

Jaden contemplaba el cielo nocturno desde el balcón de su departamento.

Todo lo que había pasado y el mal que seguramente estaba haciendo su hermano, lo dejaban con una enorme desdicha de cargo en su consciencia que jamás lo dejarían tranquilo de nuevo. Pensaba en Yusei, en todo lo que habían vivido y sufrido; en sus amigos los cuales agradecía y que  gracias a ellos había podido salir a delante, por ultimo Haou llenó sus pensamientos, ¿Qué es lo que estaría tramando ahora? ¿Acaso no habría algo que él pudiera hacer?¿Acaso siempre sería así?

Como si de un fantasma se tratase, alguien tocó su hombro y al virarse se encontró cara a cara con su gemelo.

¡Haou!la sorpresa hizo que palideciera.

Hola Jaden. —pronunció tranquilo, llevaba en sus brazos un pequeño bultito envuelto en suaves cobijas de la mejor calidad.

Jaden quitó la mano con violencia para pasar a encararlo¡¿Qué estás haciendo aquí?! ¡¿Cómo entraste?! ¡¿Por qué juegas así conmigo?! ¡¿Por qué?!

El empresario silenció sus sarcasmos, simplemente miró al pequeño en brazos y volvió la vista a su hermano.

Cuando vine aquí la primera vez, obtuve la llave. Se que no te diste cuenta de que tus muebles no estaban porque los regresé antes que volvieras a pisar este lugar, pero no he venido a hablar sobre eso. Ha pasado tanto tiempo Jaden, yo no vengo para hacer mal, somos familia, recuérdalo.

No te importó que lo fuéramos cuando decidiste botarme como basura en Alemania.

Jaden, no seas cruel. He venido con buenas intenciones. Regresarlos solo fue un pequeño primer paso para que yo pudiera comenzar un viaje de redención con el objetivo de expiar mis culpas y convertirme de niño a hombre.

El diseñador tardó en procesar dicha información, aunque los temibles ojos de su hermano parecían no ser deshonestos, su fama simplemente lo precedía.

—No juegues conmigo, ¿después de todo lo que hiciste, esperas a que salte a tus brazos y te crea así sin más como un estúpido? Tú siempre fuiste falso. —lo acusó con el dedo índice.

Haou no replicó, su calma en cambio desesperaba a cualquiera.

Creerme o no, es problema solo tuyo, hermano. Pero te informo que gracias a ti, mi percepción del mundo ha cambiado drásticamente. Aunque te sea difícil de imaginar, he cambiado.Procedía con total seguridad Te prometo con el corazón y mi alma, que acabaré con los actos impúdicos que se habían estado ejecutando bajo mi dirección.

Aquellas palabras se sentían tan reales que Jaden enmudeció. La sorpresa impidió que respondiera de alguna manera arrogante; su hermano parecía honesto, por primera vez.

Haou…un brillo en sus ojos indicaba que se alegraba y creía en él, lo sentía en el alma.

No nos pongamos sentimentales, ten. —le entregó al infante. Jaden lo sostuvo entre sus brazos con extrañeza y examinó el pequeño rostro dormido.

¡Este niño…!

Él es tu hijo.

¡¿Qué?!su voz alterada casi hace que el bebé se despertara.¡¿Mi hijo?! ¡Pero, Rebecca…!

Haou endureció sus gestos al escuchar ese nombre. —Jaden, sé el por qué Rebecca te obligó a hacerte eso. Ella te utilizó para llegar a mí, ha estado enamorada de mi desde hace mucho y … yo de ella.—mintió— Estamos casados. Hemos hablado y después de que le di un severo regaño,  no se me hizo nada justo que te excluyéramos de este derecho tuyo. Decidimos que era mejor que tú decidieras hacerte responsable o no. Recuerda que es resultado de los caprichos y celos de mi esposa. Le dije que sería imposible que olvidaras a este niño y ella, con pesar, estuvo de acuerdo con que tú lo criaras si es que así tú lo deseas.

Se hizo un silencio incomodo entre ellos, mas no duró mucho tiempo.

Por eso estoy aquí, para saber tu respuesta definitiva. Sé que ahora debes cuidar del estado de Yusei y que otra responsabilidad más quizás no sea…

Lo acepto.interrumpió abruptamente.

Jaden…

Es mi hijo, no podría dormir tranquilo si supiera que está con ustedes, no podría con esa incertidumbre. Lo siento Haou pero aun no tengo la certeza de que tus palabras sobre tu cambio positivo sean sinceras, y con esa difidencia, no podría dejarte a cargo de mi hijo.

Haou sonrió tenuemente, esperaba esa respuesta. Acarició entonces el rostro del ser que más amaba sobre la tierra y después dio un beso en la cabecita del pequeño niño en sus brazos.

Sé que Yusei y tú serán buenos padres para él.

 

 

El mecánico se había quedado petrificado, solo escuchaba atentamente sin interrumpir.

—Después hizo  que decoradores acondicionaran el cuarto de junto para la llegada de Yuseki. Me ofreció una cuenta del banco para los gastos de mi hijo pero la rechacé. Si he de ser un padre responsable, debo comenzar por hacer mis propios logros. — sostuvo una mano del pelinegro— Yusei, yo no deseo obligarte a que permanezcas conmigo pero…si tú me aceptas con mi hijo, creo que podríamos formar una amorosa familia y darle lo mejor a Yuseki.

No poder expresar lo que sentía con el habla había sido un verdadero problema para el mecánico en ese momento; el júbilo era tal que sentía que su alma había saltado hasta el cielo de la alegría.

—¡Sí…sí…!—dijo afónico, apenas audible, pero su sonrisa ancha y la afirmación con gestos de su cabeza fortalecían el acuerdo eufórico.

Yusei abrazó al infante y Jaden los abrazó a ellos.

—Yusei, te amo.

 

La pesadilla había terminado; cada instante de aquella terrible experiencia solo los había hecho más fuertes y unidos. Poco a poco la normalidad regresó a sus vidas, aunque ya no supieron nada de Haou o las atrocidades de Alemania.

 

 

 

 

 

 

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YUGI

 

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Nueve meses después

 

 

 

 

 

 

 

Nunca entendí por qué Kaiba se había interesado en mi en primer lugar; parecía ser yo tan insignificante a los ojos de las personas, que estar en la mira de Seto Kaiba y Atem, hicieron que mi vida pareciera una novela mexicana.

Yo, el tipo sin chiste, raro, sin lujos ostentosos o ambiciones masivas, que solo deseaba una vida tranquila y feliz como la de sus padres y abuelo; de la noche a la mañana me había convertido en la manzana de la discordia de dos gigantes monstruosos.

Mi abuelito siempre me había considerado un diamante en bruto, siempre me decía que algún día, yo le llevaría riquezas a casa y lo llenaría de la buena vida que se merecía después de tanto trabajo arduo en su vida.

Papá siempre de viaje y mi madre no se metía en mi vida. Aunque se suponía que yo debía vivir con ella, el trabajo en el local era algo que me gustaba y por ese motivoy a excusas que solo le ayudaba a mi abuelo—, fue que me vine a vivir con él.

Yo siempre fui un soñador, soñaba con poder volar algún día y salir a conocer más del mundo. Me imaginaba en misiones como los personajes de videojuegos y en descubrir tesoros. Siempre fui un chico sencillo, pero mis padres me enseñaron en creer en la justicia y hacer lo correcto.

Esas enseñanzas me sirvieron mucho, y debo agradecerlo, ya que si no hubiera devuelto esa cartera en mi trabajo de mesero, nunca hubiera conocido a Atem. Él es el hombre que deseo, el hombre que me llena, con el que quiero estar siempre.

Atem me vio como algo especial, algo que realmente agradecía que existiera. Me vio cuando era invisible para los demás. El es mi héroe y quiero ser el suyo también.

 

 

 

 

 

 

 

Guiza, Egipto.

 

 

—¿Estás listo, Yugi?

—No estoy seguro Atem, es mi primera vez.

—Solo relájate y disfrutalo, te prometo que nada te dolerá. —Sostuvo su mano para darle valor.

—Tengo miedo Atem, pero a tu lado, sé que puedo enfrentar cualquier cosa nueva.

—Juntos Yugi, ¿listo?

—Listo.

El sonido del viento escandalizaba la cabina, pero tomados de la mano, Yugi Muto y Atem Aknamkanon, saltaron a través de la puerta de la avioneta.

La  vista era impresionante, les dejaba en claro que sobre el planeta los seres humanos no son más que pequeñas hormigas agitadas sobre el hormiguero.

No podían hablarse en el aire debido a lo cortante del viento, pero bien podían hacerse señas de que se encontraban bien. Atem apretó entonces un gatillo que llevaba en su mano y señaló a Yugi un lugar en la tierra.

Miles de globos de colores se soltaron a lo alto; era como flotar literalmente entre las burbujas. Desde esa altura, un campo de flores tenía escrito algo, escrito solo para el vendedor de videojuegos y cómics.

 

YUGI. ¿TE QUIERES CASAR CONMIGO?, se leía adornados con los colores de las flores.

 

Yugi no podía hablar, ni gritar de la emoción, solo afirmó con la cabeza regalando una preciosa sonrisa al magnate de Egipto. Entonces llegaron al punto límite que les permitía la caída libre para poder abrir sus paracaídas. Ese enorme pedazo de tela y las riendas, dieron un tirón a sus cuerpos y así pudieron descender lentamente en el aire.

—¡Sí, sí acepto Atem! ¡Acepto! ¡Acepto! —la euforia salía por todos los poros del vendedor. Gritó a todo pulmón con exclamaciones de  entusiasmo para que el mundo se enterase que Atem Aknamkanon le pertenecía solo a él. —¡Es el día más feliz de mi vida!

Atem también estaba muy feliz.

Al aterrizar, lo primero que hicieron fue correr para abrazarse, los besos no faltaron y los empleados aplaudieron a la recién pareja de futuros esposos. Hubieron halagos, risas, gritos de alegría y hasta botellas de champaña abiertas disparando los corchos.

—Jamás podría ser más feliz. Atem, te amo, te amo mucho, no sabes cuan profundo es mi amor por ti.

—Tú siempre has sabido mis sentimientos, Yugi, siempre los intuiste, siempre fuiste tan fiel a ellos. Yo te doy gracias a ti, por regresarme a la vida.

Ambos habían superado todos los obstáculos en sus vidas, desde los caprichos de Kaiba, hasta el diablo encarnado en persona. De ahora en adelante, resolverían todo juntos, como el equipo maravilla que eran.

 

 

 

 

 

 

 

Tal vez solo lo intuye, pero Yugi me ha salvado incontables veces, le ha dado un significado total y único a mi existencia.

Hoy quiero vivir, quiero respirar y sonreír. Ya hace tanto que no lo hacía y Yugi es el motivo de que lo haga ahora.

Me siento pleno, me siento fantástico. Esta noche cuando lleguemos al departamento, le haré el amor como nunca, quiero que cada poro de su piel, cada célula y sentido, sepa la magnitud con la que lo amo, y que jamás podría querer a otro ser humano en mi vida más que él. Quiero que, con cada movimiento vertiginoso, Yugi sienta que mis intenciones con él son genuinas y eternas, que al darme paso en sus entrañas, sienta el climax de la verdadera razón de mi existencia, que lo protegeré con todo lo que soy, lo amaré con todos mis sentidos, porque Yugi es mi dios en todo sentido, un héroe y un amigo de verdad.

Haou había dicho que Dios era un concepto que solo servía para calmar nuestro dolor, yo le digo ahora, que Dios existe y es real, es lo que es, porque se manifiesta en diferentes formas y no solo como dolor.

Cada humano le damos poder y sentido a nuestro Dios, y yo decido que mi dios es el amor ferviente y leal que siento hacia Yugi; y ningún Haou del inframundo, podría cambiar lo que es.

Hoy soy un hombre rejuvenecido, y estoy agradecido por la vida que tengo.

 

 

 

 

 

 

 

 

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“ Y así es como se conoce realmente a las personas. En sus reacciones ante lo inesperado.”

 

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JOEY

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Domino, Japón.

Kaiba Corp

 

Joey dejó una choncha pila de documentos sobre el escritorio del empresario castaño. A Kaiba no le pareció buena la forma en la que su asistente las había arrojado con fuerza.

—Aquí están los documentos que pediste, gato feo. —el rubio se hizo el digno, solo las dejó y se encaminó furioso a la salida. Claramente se le podía ver una venita en la sien.

—¿A dónde vas, cachorro? —Kaiba se sonrió por ver aquella actitud infantil. Esas sonrisas solo se las regalaba a ese rubio, ya que era el único que podía provocarlas.

—Ya me voy a mi casa, idiota. ¿Quieres otra cosa? —alzó el puño mostrando su argolla dorada de matrimonio.

El castaño se dirigió hacia él, lo tomó de la cintura con la mano derecha, sosteniendo su mano de la argolla con la otra, y así entrelazó esa mano con la suya para juntar ambas argollas de matrimonio.

Joseph se sonrojó hasta las orejas cuando el magnate le susurró al oído que esta noche lo llevaría al nirvana de los dioses egipcios.

—¡K-Kaiba!

—Cachorro, no tienes por qué enojarte por no haber podido salir a comer contigo hoy, sabes que me tienes para siempre.

A veces su esposo decía cosas que salían de su manera soberbia de ser; aquellos gestos nunca podría acostumbrarse, aunque le gustaran.

—¡¿Para que prometes algo que no puedes cumplir?! —seguía rebelde, aparentando molestia.

—Bueno, estoy cumpliendo ahora.

—Eso no es…

Los labios se juntaron en un maravilloso beso, el ósculo siempre traía a ellos gratificantes sentimientos de bienaventuranza. Joey poco a poco se dejaba guiar por la experta boca de su esposo.  

Los dragones de los dijes en su cuello se amarraban cada vez que se acercaban uno al otro. Y su pasión simplemente no los dejaba pensar con coherencia, ambos sucumbían al sentimiento ardiente de pasión en su pecho.

Kaiba lo había desposado hace algunos meses, lo habría hecho antes, pero el rubio era tan testarudo que nunca pudo encontrar un buen momento sin que sus instintos lo traicionaran y lo llevara a la cama con deseo y pasión. Joey siempre se entregaba a él  sin ofrecer mucha resistencia, aunque  a veces jugaban a gatos y perros para dominarse.

Al fin pudieron tener una ocasión:

 

 

Después de haberlo alejado por completo de sus molestos amigos. Kaiba permanecía como una sombra atado a los zapatos de Joey. La experiencia con Duke había sido una clara advertencia de que ese rubio podría llegar a caer en manos ajenas si lo descuidaba. Había sido un total ciego para no haberse dado cuenta de que era la persona correcta en su mundo y casi la dejaba ir.

Donde quiera que iba, lo que sea que hiciera Joey, Seto estaba ahí.  Imprimiendo las copias, Seto aparecía  a la vuelta; yendo por café, Seto entraba con su caravana de agentes al establecimiento hasta que el asistente acabara de pagar; si estaba en su computadora, en su propia oficina revisando facturas y haciendo arreglos; Seto le llamaba por teléfono para saber que todavía estaba ahí. Era una completa locura para el rubio, hasta que un día, Joey simplemente desapareció.

Kaiba estaba por completo nervioso, movió su ejército por tierra y mar para encontrarlo. Por todos lados, nadie había visto nada del rubio. Pensó que Devlin había regresado de la muerte, que quizás el disparo no habría sido suficiente, ya se reprimía por no haberlo cremado en sus narices. Lo que más temía era que se tratase de la intervención del magnate de Alemania. Eso era lo peor, realmente le helaba la sangre.

Vencido por indagar, incluso con sabuesos, recargó los codos en el escritorio de su oficina y poco a poco comenzó a llorar. Tres días buscándolo, nadie había sabido nada de él, el autor de esa bajeza era un profesional, no había dejado algún rastro.

¿Lo habría perdido para siempre? ¿Haou era el responsable?

Inconsolable dejo caer toda su angustia como lágrimas, pero alzó la vista y se dio cuenta de un pequeño postick rosado justo en medio del escritorio.

“Ven al lugar que solo tú y yo conocemos”-JW.

¿Al lugar que solo nosotros conocemos?, Kaiba analizó por varios minutos aquellas palabras.

—¡No puede ser! —se viró hacia un enorme y pesado librero. Ahí se encontraba un libro azúl zafiro, el título era “Blue eyes dragon”.

Lentamente lo jaló abriendo un cuarto secreto al final de un pequeño pacillo. Se adentró, el corazón le daba estrepitosos latidos.

Joey lo esperaba del otro lado, paciente, y con mirada serena.

—Wheleer…—los ojos azules se iluminaron.

—Pensé que nunca vendrías, torpe gato.

—¡!¿Cómo es que…!!

Wheleer colocó su dedo índice frente a su boca en señal de que guardara silencio, Kaiba obedeció sin pensarlo.

—Estoy harto de tu inseguridad, Kaiba. Yo se que lo que pasó con Devlin fue algo duro, pero yo también soy un vencedor. No volvería a dejar que me secuestren. Debes entender que no soy un niño chiquito que debas  seguir como si fuera débil e inútil las 24 horas. Soy un hombre, Kaiba, cerca de los 30. No necesito una niñera o un dueño que me pasee por el parque alejando a todos. —sonaba la seguridad en sus palabras— Kaiba, te amo y por ese amor, no dejaré que alguien nos vuelva a separar, pero por favor, dejame vivir mi vida también. Te lo prometo, por mi vida, que siempre estaré a tu lado. —le enseñó el collar del dragón. —El destino no se basa en casualidades. —enganchó la garra del dragón negro de ojos rojos con la del dragón blanco de ojos azules.

Kaiba quedó fascinado, estaba seguro que se había comportado como un tonto con su sobreprotección. Lo abrazó sin pensarlo, en primer lugar porque ahora sabía que estaba bien y en segundo porque le había dado nuevamente seguridad. Entendía por qué Haou lo había querido para él, Joseph era muy maduro, a pesar de su personalidad tan explosiva y a veces infantil.

—Casate conmigo, Joseph.

El rubio no esperaba esa propuesta justo ahora, miró a Kaiba con ojos incrédulos pero este le afirmó su seguridad.

—Te amo.

Jamás lo creería, pero era verdad; Seto Kaiba lo había dicho.

—K..KaibaUnieron sus labios lentamente— También te amo, gato feo.

 

 

Aquella decisión de casarse con ese rubio había sido el mejor "negocio" de su vida.

—Cachorro...

—Callate gato feo, solo besame.

Kaiba no volvería a cometer el error de dejarlo libre. No después de haberse dado cuenta del valor del rubio, no quería que otro Duke Devlin viniera a apoderarse de la situación y es por eso que apresuró las nupcias.

Seto lo amaba con locura y Joey lo amaba también.

¿Qué más esperaba, si era todo lo que deseaba en la vida?

A veces no nos damos cuenta que el amor que estamos buscando, siempre estuvo más cerca de lo que pensamos, solo es cuestión de darnos un poco de tiempo para mirar mejor a nuestro alrededor

 

 

 

 

 

 

 

Y Kaiba es de esos novios que no te esperas lo que va a hacer, siempre me da doble sentido a todo lo que dice. Créanme que es difícil cuando hablamos de negocios en las juntas con los directivos; se me queda viendo como desnudándome con la mirada y dice todo en doble sentido. El calor se me sube a las oreja y creo que es algo que a ese miserable le encanta.

Aunque sea así, lo quiero por ser como es, por ser quien es. Puede parecer feroz y rudo en ocasiones, pero solo yo se cuan detallista y tierno puede llegar a ser.

 

 

 

 

 

 

 

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“Y cuando aprendemos a superar el pasado, algo bueno llega a tu vida.”

 

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YUYA

 

 

 

 

 

 

Haou siempre encontraba en mi cuerpo un dulce elixir de regocijo y virtud,  que lo hacían retorcerse de placer con mi dolor.

Yo nunca creí que un viaje al mundo me haría prisionero de mis propios sueños; yo solo quería ser reconocido y hacer feliz a mi público. La risa que la gente oscurece y guarda en su alma, yo quería ser aquel que abriera el cofre de sus corazones y sacara la dicha de esas sonrisas al mundo, aunque sea solo en mi show, ese era mi más anhelado sueño, pero Haou me había convertido en su bufón personal.

La única sonrisa que sacaba era la de él, y yo poco a poco fui guardando en el cofre de mi corazón mi sonrisa.

Haou Yuki nunca se desnudó ante mi, así es que ni siquiera puedo llamarlo como logro de ese lugar. El infierno existe en la vida, gracias a personas como él.

Anhelaba a mis padres, anhelaba volver a correr por los prados, a escuchar los disparates del circo de mi padre y escuchar reir a mi madre con sus incoherencias. He dicho que el infierno existe, pero también existe el cielo, y un ejemplo era la vida que llevaba con mis padres.

Aprendí a valorarme, a no caer por los impulsos juveniles. Jamás imaginé que más allá de las paredes de mi casa, existía un mundo de desdichas y agonía. Pero como Yuki sé que hay muchos, así mismo como Edo, como Shingo, también existen. Así la vida tiene un equilibrio y puedes elegir hacia que bando irte.

Lo más maravilloso de la vida es que cada día cabe la posibilidad de que pueda pasar cualquier cosa, y hasta lo más insospechado y casi imposible, te sorprende.

Eso es justo lo que me ha pasado a mi, lo más imposible del mundo, el concepto de que la distancia es un impedimento para alcanzar tus sueños, solo se quedó en tabú, pues soy un ejemplo que vivir es sorprenderte de nuevo; nunca olvidaré lo que todos han hecho por mí, lo devolveré con las sonrisas que pueda sacar del mundo para el mundo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Cementerio Obelisk, Domio City

 

 

“Que la felicidad te inunde a donde quiera que estés, que la luna y el sol siempre guíen tu alma y que las fronteras no sean límites para que vuelvas a nacer.” —Yuya rezaba por el alma de sus dos amores. Estaba hincado frente a las tumbas de Edo y Shingo. Los cuerpos los habían traído desde Alemania y ambos pudieron por fin tener un funeral digno. — “Te amo Edo, te amo Shingo, ustedes nunca desaparecerán de mi vida. Nunca estaré lo suficientemente agradecido por todo lo que hicieron por mí y esta segunda oportunidad que me dieron”.

Se levantó después de haberles dejado flores de colores sobre unos elegantes floreros de mármol. Contempló las lápidas mientras dejaba que el suave viento jugara con su cabello bi color y sus manos se ocultaran en los bolsillos de su chaqueta.

—Que en paz descansen estos héroes. —Yusaku se acercó por detrás al chico de espectáculos mirando también las tumbas.

—Eso son, ellos son mis héroes.

El doctor lo tomó por la cintura con una mano. —También son los míos, pues sin sus hazañas, no habría podido conocerte hoy. Gracias amigos.

Yuya sonrió, como esas sonrisas que casi habían desaparecido en él.

 

 

 

 

La magia existe, y podemos encontrarla en cada día. En este momento, alguien en el mundo está viviendo algo mágico que creía imposible, así como a mí me pasó, la magia es real.

 

 

 

 

Yusaku había ido tras el rastro de Yuya desde el día que lo perdió. Había hecho la investigación en su país por todos lados, sin llegar a ninguna solución. Era como si se hubieran esfumado simplemente, pero eso no lo detuvo.  Él era un chico de hipótesis y acción, no podía simplemente dejarlo pasar y darlo por perdido, ese no era su estilo; él debía saber qué había pasado con Yuya.

Primero estaba la sospecha de por qué Haou estaba en ese Hospital.

Segundo, Yuya había llegado con un grupo de heridos que se relacionaban con el magnate.

Tercero, la única manera de que desapareciera sería por causa de un secuestro y ese poder lo tenía Yuki.

Por lo tanto, investigar al magnate fue lo primero que cruzó por su mente, así fue que, de contacto en contacto, supo que un avión privado de Industrias Yubel había despegado hacia Japón. Lo demás fue por sentido común. Si llevaban a alguien de ellos a algún hospital de la isla asiática, Yusaku lo sabría por colegas y expedientes.

Llegar a Japón no había sido lo complicado, lo difícil había sido dar con el chico melancólico de ojos grana. Había sido su prioridad y objetivo, indagó y buscó exhaustivamente hasta que lo logró.

 

 

—Yuyaeste estaba a la orilla de un puente, observando melancólico el agua del rio.

Yuya levantó su rostro sin vida encarando al recién llegado. Por un momento no lo reconoció y regresó a su entretenimiento.

Ya estoy aquí le dio ánimos. Yuya reflejó su incredulidad. ¿Había cruzado los continentes y el mar, solo por él?

 

 

Casi un año en terapias, un año de aprender el idioma japonés y costumbres extrañas. Justamente fue todo ese año que el doctor alemán había dedicado su vida en apoyar y cuidar de Yuya, y con su ayuda poco a poco había ido saliendo adelante.

 

 

 

 

 

Sé que algunas veces estamos al borde de la desesperación y optamos por tirar la toalla. Nada es más terrible a comparación del dolor del alma, pero créanme, que al final de las tempestades, al final de cada lluvia, no se rindan pues siempre hay un arcoíris, y el sol brilla para todos. En esos momento de oscuridad es cuando se revelan los verdaderos amigos, yo tuve suerte, agradezco los míos; así que tú, asegurate de elegir los correctos.

 

 

 

 

 

 

 

 

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YUMA

 

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Kołobrzeg- Polonia

 

 

—Ah, Kaito — el sudor perlaba la piel morena de Yuma. Su amado estaba haciendo un excelente trabajo de estimulación oral a su parte baja.

Se volvía loco, Kaito solo lo observaba fijamente con esos celestes ojos llenos de lujuria.

—Ahhh….—Por fin Yuma había vaciado toda su semilla en la cavidad de este, arqueó la columna mientras liberaba su ser de ese exquisito acto, quedando su cuerpo totalmente relajado.

 —Yuma…—Kaito subió hasta el pecho del ex químico, dando suaves besos por todos lados, dio un tierno beso sobre su mejilla. —Te amo, Yuma.

Los ojos grana brillaban con intensidad, se sentía realmente feliz de haberlo conocido.

—Y yo a ti, mi amado Kaito. —se dieron un beso en los labios.

Estaban justo en un Hotel a la costa de Kolobrzeg. Era un lugar acogedor y lleno de romanticismo en lo que cabía, apartado de la civilización estruendosa y precios costumbres de pueblo Polaco.

Después de aquel terrible infierno, casi habían olvidado que el mundo ofrecía bellas joyas naturales, que mientras estén con vida, no podrían perderse. Mientras siguieran respirando, Kaito y Yuma viajarían por el mundo, avivando con cada lugar que visitaban, el fuego de su amor por siempre.

Poco a poco Kaito fue introduciendo la punta de su ansioso pene por el pequeño orificio trasero de su amado. Lo introducía lo más cuidadoso que podía, pues para Kaito, aquel ex químico y mecánico era la joya más valiosa de su vida y la persona que le daba sentido a su vida.

—Ohh..umm…—lejos de cualquier alerta de dolor, Yuma se abrazó del cuello del rubio y disfrutó con sonoros gemidos de placer aquella deliciosa intromisión.

No era la primera vez que lo hacían, pero cada oportunidad era única y especial para aquellos dos  que se amaban. El perfecto ejemplo de que el amor, el profundo y verdadero amor, sí existía, y cada instante junto a él, era como la primera vez.

 

 

 

 

 

 

 

 

No lamento no haber correspondido a los sentimientos de Yuya, lo quiero pero como una figura fraternal.  Mi vida siempre fue tranquila aunque infructuosa; de alguna manera nunca me encontraba en ningún lugar, ni siquiera en el taller de mecánica. Con Shark fue simple atracción, no le he dicho a Kito pero realmente lo extraño. Después de todo lo que nos hicieron pasar, ahora por fin estoy donde pertenezco.

Todo tiene un sentido en el universo, el sol gira y los planetas alrededor de él, todos formados uno tras otro, La tierra también gira permitiéndonos ese cambio de día a día, dándonos con cada amanecer una nueva oportunidad.

Por algo pasan las cosas, si no nos hubieran secuestrado, si no hubiera enfrentado a Haou, si este no me hubiera asignado a mi carcelero, Yo no habría conocido a Kaito y poder conocer el lugar al que pertenecía.

Solo le di dirección a lo que deseaba, y junto a él me siento completo.

 

 

 

 

 

 

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“Y a veces, el mayor acto de amor hacia una persona, consiste en desaparecer de su vida”

 

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ALEMANIA

 

 

 

 

 

JESSE 

 

 

Cuando éramos niños, mi madre nos cantaba una canción de cuna antes de dormir. Rayos, a penas recuerdo lo que decía:

“Las estrellitas van danzando junto a ti, te llevan a viajar al país de los sueños. Tu barriguita destapada se ve ansiosa de comer, tantas nubes dulces en el cielo. Ven y juega con la luna, que te hará una cuna y con su luz alejará las pesadillas que quieran perturbar tu sueño. Mira que ya llegaron las estrellitas de los sueños.”

Todavía puedo escuchar la dulce voz de mi madre, tan tranquila y confortable como un suave susurro en el viento.

Recuerdo que Johan adoraba esa canción, en la escuela a veces la tarareaba en voz alta y los compañeros le hacían burla, pero a él o le importaba, era un tesoro que con orgullo entonaba. Yo siempre fui un poco más retraído, me daba miedo que alguno se burlara de mí si es que llegaba a defenderlo, nunca me imaginé la falta que me haría mi hermano, parecía ser algo que sería simplemente imposible, pues Johan siempre se las arreglaba para triunfar en lo que sea.

Nunca pude regresarle nada de esa protección que siempre me dio.

Pero ahora en su tumba le canto la canción de cuna que mi madre nos cantaba, quiero que Johan tenga un buen descanso, que no se preocupe por nada, que sienta que yo estoy preparado para afrontar la vida. Sé que el me observa y quiero que esté orgulloso de mi.

Siempre pienso que mañana lo veré de nuevo, sereno sonriente como siempre; así es que mi despedida constantemente va acompañado con un “Te veo mañana, descansa hermano”

Sé que algún día, volveré a verlo.

Sé que Haou sabía que vengo a rezarle a mi hermano, pero me alegra que solo se mantuviera al margen, él sabe lo mucho que valía para mi. A veces…siento que Haou me observa demasiado.

Ya ha pasado tiempo….

Mucho tiempo…

La vagancia me ha servido para reflexionar; claro, trato de no meterme en problemas ya que podría perder el control. Johan sabe que no volveré a perderlo, es una promesa que le he hecho y pienso cumplirla. Para eso, haré algo que Haou había hecho antes y le funcionó: pensaré en Johan. Él me protege aun después de la muerte y debo demostrarle que yo he crecido también.

Soy un hombre, y puedo valerme por mí mismo. He podido superar a Jaden, a Yusei, a mi destino.

Ahora puedo enfrentar mi pasado y he regresado a lado de Haou.

Él no me reprochó nada cuando un día aparecí de la nada en la entrada de su residencia sin aviso; él solo me miró tranquilamente y me dijo que llegaba tarde.

Este hombre es imponente sin duda, es el amor de toda la vida de mi hermano y mi deber es cuidarlo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Residencia Dornberger –Alemania, Núremberg-

 

 

—¡Haou, amor mío, por favor, dejame salir, mi amor dejame salir te lo suplico, Haou!

La voz de Rebecca se ahogaba entre esas paredes. La rubia estaba aislada completamente en una habitación subterránea con un baño, sin acceso a nada. Una cama y un tocador era lo único que tenía. Las provisiones y la comida le llegaban por parte de uno de los nuevos matones del magnate, eso después de que el cuarto se llenara de gas somnífero y le pudiera dejar las cosas con tranquilidad.

Rebecca sin duda era la legítima esposa de Haou Yuki, mas ahora sabía lo que ese título implicaba. Haou solo la había ido a ver dos veces desde que había dado a luz a los gemelos de su hermano. La falsedad del cuidado extremo con la que la había tratado al estar en cinta le había caído de golpe a la chica cuando se vio encerrada. Pero era tan infantil que había idealizado ese encierro como el amor profundo del magnate por ella; ese encierro —según su pensamiento—, se debía a ese amor que Haou derramaba por ella; solo la protegía para que nadie tuviera una obsesión con ella y que su belleza y genialidad, solo pudieran ser admirados por su esposo.

Pensamiento enfermo y triste para una chica que siempre idealizó a un hombre perfecto, y ahora se aferraba a él con cada minuto de desesperación en su vida.

—¡Haou!!Yo también te amo mi amor, te amo! ¡Pero dejame verte, quiero tocarte, Haou, no saldré con nadie, eres tú a quien amo, celoso, por favor dejame salir!

Rebeca se había encontrado su perdición en el momento de haber obtenido lo que quería, jamás volvería a ver la luz del sol o tener otro contacto humano, ni siquiera volvería a ver a sus hijos. La vida para ella se había terminado en cuatro paredes que encerrarían su locura por siempre hasta morir en soledad.

 

 

 

 

 

No comprendo bien a las mujeres como Rebecca, es tan evidente y palpable el triste abandono que Haou le dio a esa chica que sigue aferrada a él.

Me da pena la pobre chica.

 

 

 

 

 

—Mira que gordita estás, Johana,Jesse amaba a esa niñaYa no debe de ser tan glotona, señorita. Jejeje que linda eres, mi princesa. —le hablaba divertido a la niña mientras le sonreía.

Johana también tenía parecido con Jaden, de ojos azules y cabello castaño claro, con algunas pecas. Su llegada había dado otro significado para la vida del padre que ahora tenía; Haou no podía estar más contento de tener una parte de su hermano solo para él a quien le prometía que construiría, un mundo lleno de dicha para ella pero...

 

 

 

 

A veces pienso que esta felicidad no me la merezco. He hecho muchas cosas de las cuales no estoy orgulloso; pero la felicidad se me ha presentado a mi, de esta forma, que siento que lo único que debo hacer es protegerla. 

Mi felicidad es la que tenga esta niña, y en memoria de mi hermano, haré que sea feliz.

Ese es el destino que yo he elegido y dedicaré toda mi vida para ella.

 

 

 

Me pregunto, ¿que pensará Haou de todo esto?...

 

 

 

 

 

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 HAOU

 

 

 

¿Te arrepientes de algo en tu vida?—Haou pensó unos largos momentos.

—Sí, el haber herido a mi hermano de manera irreversible y sobre todo, de haber perdido al amor de mi vida.

 

¿Alguna vez habías pensado que hay límites y que te excedías demasiado lejos?

—Cuando estaba enfermo a causa de las inyecciones de mi padrastro, hubo momentos que me sentía tan desmoralizado que creía que había alcanzado el límite de mi existencia. Pensaba entonces en mi hermano que jamás volvería a ver. Pero incluso cuando sentía que mi existencia no tenía sentido; siempre me decía “Esto es imposible, me voy a mejorar, debo volver a verlo, voy a salir adelante”. Los límites están en la mente de cada ser humano.

 

Tu vida fue bastante caótica y tormentosa, ¿crees que si tu hermano hubiera estado contigo, habrías sido más humano con los presos que llegaban a tus pies?

—Sí, probablemente. Yo veo a mi hermano como una salvación para mi alma.

 

¿Y no crees que todo lo que has hecho se te regrese tres veces como castigo?

—… ya lo estoy viviendo.

 

¿Crees que podrás afrontarlo?

—He vencido a todos mis enemigos y traumas desde muy chico, pero las fracturas del corazón son la más difíciles de ganar.

 

¿Alguna vez has pensado en la vejez?

—No, cuando llegue lo averiguaré.

 

¿Tienes miedo de morir?

—No, no le temo.

 

¿Has pensado en eso?

—Sí lo he pensado, lo acepto. Pero cuando eso suceda, creo que estaré listo para ello.

 

Si pudieras volver al pasado, ¿Qué es lo que cambiarías?

—El divorcio de mis padres.

 

Pero si solo fuera a partir de tu llegada a Alemania, ¿Qué habrías cambiado?

—Haría lo mismo.

 

¿Qué piensas que es lo más hermoso de la vida?

—El amor.

 

Sabemos que el amor va más allá de una canción romántica, ¿Qué es lo que tú esperas del amor?

—Lo que me quiera dar.

 

¿Qué significa?

—Lo maravilloso, lo triste, lo trágico, lo extraordinario...

 

¿La decepción?

—Nunca me he decepcionado.

 

¿Cuál es tu color favorito?

—El rojo.

 

¿Por qué?

—Es la fuerza que representa a mi hermano.

 

¿Tú comida favorita?

—Sauerbraten.   (Un tipo asado de carne de res que se ha marinado en vino tinto, vinagre, caldo de verduras y mezcla de especias como enebro, pimienta, semillas de mostaza, etc. Era la comida favorita de Johan.)

 

¿Tienes miedo a la soledad?

—Si la vida lo decidiera, creo que es justo.

 

¿Alguna vez has rezado?

—Sí, por el amor. Porque creo en el amor.

 

¿Cuál es la mejor parte de tu vida?

—Mi primer beso.

 

¿Te gusta la noche?

—Sí, sin ninguna luz encendida, era cuando esperaba a que regresara a mi lado y aun lo sigo haciendo.

 

¿A quién? —miró el espíritu de Johan pero no respondió.

 

¿Te gusta la mañana?

—Con una melodía en mi cabeza, junto a la persona que amo.

 

¿Qué consejo le darías al mundo?

—Amen, cuiden a las personas que los quieren, tengan sus propias ideas y no dejen que nadie controle su vida.

 

¿Algo que añadir?

—Cuando realmente les interese una persona, denlo todo, si no funciona ya no quedará en ti, pero habrás tocado su corazón para siempre.

 

Eso te hará inmortal y también es una victoria en la vida.

 

 

 

FIN

 

 

 

 

Notas finales:

 

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Y así casi concluimos con este lío.

 

De verdad, muchas gracias por el apoyo a esta historia, los comentarios aquí y en redes sociales, aprecio cada uno de ellos como no tienen idea.

 

Y bien, ya solo falta el epílogo, creo que no me tardaré en subirlo, falta saber que pasó con el abue y con los dos torombolos.

 

Veo que todos se enamoraron de Haou, y es que como puedes odiarlo si es tan genial xD

 

Bueno, me despido, y nuevamente, gracias por leer.

 

 

¿Y tú, que le preguntarías a Haou?

 


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