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Masquerade Cap. 2
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Y el gran día había llegado, era viernes por la noche y todo el mundo se encontraba emocionado; pues dentro de unos minutos se llevaría acabo el juego decisivo entre María Senior High School, versus Sina Senior High School. Todo el mundo se encontraba más que emocionado, las banquetas se encontraban llenas tanto por jóvenes como por los padres de familia, e inclusive los docentes de cada escuela.
Hola, hola… Probando uno, dos, tres… Repito… probando, uno, dos, tres… -Se escuchaba una voz femenina- Bien, veo que si me escuchan…. Padres de familia, docentes y jóvenes! Sean todos muy bienvenidos a nuestra amada escuela –Todo el mundo guardo un sepulcral silencio al escuchar esa voz tan vivaz y animada, por los alto parlantes- Mi nombre es Isabel Magnolia
Y yo soy Farlan Church –Dijo otra voz, pero esta vez masculina y con cierto atisbo de seriedad- Y ambos estaremos presentando el juego decisivo de hoy.
Farlan, ¿qué haces aquí? –Pregunto Isabel, quien parecía no contenta con que su amigo estuviera ahí en la cabina con ella-
El señor James me mando a que te hiciera compañía -contesto. Por otro lado, la pelirroja no pudo evitar hacer un puchero mientras que el de cabellos rubios cenizas soltaba una pequeña sonrisa; cosa que no pareció gustarle a la menor, pues a los segundos ambos se pusieron a discutir sin siquiera dares cuenta de que los altoparlantes habían quedado encendidos y que todo el mundo era testigo de su "pequeña" discusión-
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Aaaw ellos sí que parecen llevarse bien, ¿no lo crees así Levi? –Pregunto Hanji, quien sonreía ampliamente a su amigo gruñón quien le miraba con grandes deseos de matarle- Anda Levi, cambia esa cara de gato estreñido
Pues perdón pero esta es la única cara que tengo. Si te gusta bien y si no pues, me vale mierda –Gruño de forma amenazante, aunque la peli castaña pareció tomarlo más como un chiste que como algo mordaz-
Erwin y Eleonoir, quienes se encontraban sentados con ellos prefirieron guardar silencio. En casos como esos, era mejor no decir algo que hiciera enojar al peli negro; pues era bien sabido que cualquiera que lo sacara de sus casillas, seria brutalmente golpeado, aunque para serles honestos, él nunca había llegado a esos extremos con Eleonoir, pues ella era su hermana menor. Ni tan siquiera con la copia de Capitán América (ósea, Erwin,) la única que mas parecía sufrir la ira del peli negro era Hanji, aunque claro era ella misma quien provocaba al azabache.
Hanji, será mejor que dejes a Levi en paz –Y ahí iba de nuevo Erwin, tratando de intervenir antes de que el azabache cometiera algún homicidio enfrente de todos-
Oh vamos, no es para tanto –Nuevamente volvió a sonreír ampliamente y de forma despreocupada, mientras que con uno de sus brazos rodeaba los hombros del peli negro- ¿No es así, pequeñín~?
Tanto Eleonoir como Erwin parpadearon varias veces mientras miraban a Hanji como si le hubiera crecido una segunda cabeza. Segundos después se escuchó un grito desgarrador por todo el campo, más de una persona creyó que el lugar estaba embrujado o algo así por el estilo.
Levi, ¿no crees que te pasaste? –Pregunto Erwin con evidente preocupación mientras miraba a su amiga acostada en la banca y con un paño húmedo, que Eleonoir se había encargado de conseguir-
… -El oji gris le vio con el ceño fruncido- Se lo tenía bien merecido –Contesto después de diez largos segundos, para después dirigir su mirada hacia el campo; pues ya faltaban pocos minutos para que el juego diera inicio y el como buen seguidor, estaba ansioso por ver al quarterback jugar- "Maldito mocoso, más te vale jugar bien…"
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Por otro lado, los jugadores de ambos equipos se encontraban en diferentes habitaciones mientras recibían las instrucciones y palabras de aliento de su entrenador.
Muy bien chicos, hemos tenido una buena temporada llena de victorias y gloria para nuestra escuela –La mirada del entrenador se encontraba llena de orgullo hacia aquellos jóvenes que tenía enfrente de el- Este será el juego decisivo, y sea cual sea el resultado déjenme decirles que me siento completamente orgulloso de ustedes. Ya que lograron formar una buena unidad entre todos ustedes, y su trabajo en equipo ha llevado a nuestra escuela a estar entre las primeras tres.
Pero eso también ha sido gracias a usted, señor Pixies –Hablo el quarterback y capitán del equipo, que no era nada más ni menos que Eren Jaeger- Si no hubiera sido por sus sabios consejos, y toda la ayuda que nos brindó jamás hubiéramos llegado hasta aquí.
Eso es verdad –Secundo un chico más alto y robusto que Eren. Su nombre era Reiner Braun, al igual que Eren él también era un Senior, y muy a pesar de su apariencia él era alguien muy amigable. Reiner era el número 30 y jugaba como defensa- Gracias a usted y a su entrenamiento tan intenso, logramos mejorar.
Ante estas palabras los demás integrantes del equipo demostraron su inmensa gratitud hacia su entrenador. Pixies se encontraba totalmente orgulloso de esos jóvenes, pues no solo había mejorado su físico, también habían cambiado y mejorado su actitud.
Sus palabras me hacen feliz –Respondió- Por eso y por el gran y duro entrenamiento al que se han sometido, espero que todos sus esfuerzos no sean en vano y traigan la victoria definitiva a nuestra escuela.
¡SI ENTRENADOR! –Gritaron con gran euforia, para después salir al campo a jugar y ganar-
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Vaya, vaya, vaya… Por lo que veo es hora de que el juego empiece –Isabel había vuelto a agarrar el micrófono con una de sus manos, mientras que con la otra tenía unos binoculares (que según ella los iba a necesitar para ver mejor el juego)- Tanto los unicornios como los cazadores se encuentran listos para jugar, este sin duda será un partido muy emocionante.
Y así fue, ambos equipos salieron de sus lugares y en cada uno de ellos iba uno de sus integrantes con una bandera en mano; ondeándola con gran orgullo. El escudo de Sina era el de un unicornio mientras que el de María era el de unas alas entrelazadas.
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Bien chicos, -El equipo del castaño se encontraba atento ante las palabras de su capitán- Sé que ellos son catalogados como "los mejores" y que nunca nadie los ha logrado vencer pero –hizo una leve pausa- Hemos trabajado muy duro para llegar hasta aquí y por eso mismo no nos debemos dejar intimidar, debemos luchar y dar lo mejor de nosotros y ganar.
Todos los demás afirmaron con la cabeza y sonrieron, pues era cierto, mientras que Sina era considerada como una de las mejores escuelas, con lo mejor de lo mejor; ellos eran los marginados. Pero sus esfuerzos y todo lo que habían logrado hasta ahora, los había unificado y llevado a gran parte de la cima. Jugarían con todo, ganar era su objetivo pero si perdían lo harían con honor.
Ey Eren, mira quien esta allá –Comento Luke, mientras señalaba hacia donde se encontraban las porristas- Hombre, si es que te tengo envidia de que tengas una novia tan buena
Mikasa no es mi novia –Respondió de forma seca al ver como la capitana de las porristas trataba de llamar su atención-
No puedo creer que sigas con eso –Ante eso Eren tan solo le vio de soslayo, para después volver a buscar entre el público a cierto peli negro- Tch… Es decir, Mikasa es la capitana de las porristas, es inteligente y está muy buena, ¿es que acaso no has visto sus tetas?
No y no me interesa –Volvió a responder con el mismo tono, aunque su enojo se disipo en un santamente al haber dado con quien buscaba- "Levi…"
Tch… -Decidió guardar silencio, pues era mejor antes de enojarse con su "capitán"- "Estupido…" –Pero su enojo tampoco le duro mucho, ya que fue sustituido por el asco- Vaya, vaya, vaya, pero que tenemos aquí?
Todos los demás presentes dirigieron la mirada hacia el rubio, quien al parecer miraba con sumo desprecio y asco a Bertholdt Fubar, quien hace unos minutos se encontraba platicando con Reiner.
Nunca imagine que en nuestro equipo había otro rarito –Ante esto todos los demás le vieron sin entender, así que decidió seguir hablando- Berth, jamás pensé que eras uno de ellos, sé que tienes pinta de marica pero ¡Por Dios! Si hasta tenia esperanza de que no lo fueras jajajaja
¿De que estas hablando, Luke? –Esta vez fue Connie quien hablo-
Hahahahaha, ¿es que no se han dado cuenta? –Pregunto- Ahora todo tiene sentido, ahora entiendo por qué nuestro querido amigo y compañero Berthie, siempre se encontraba tan pegado a Reiner.
Ante esto nadie se atrevió a decir ni una sola palabra, el rostro de Bertholdt se encontraba completamente pálido, y tal parecía que de sus ojos irían a escapársele aquellas traviesas lágrimas. El pobre pelinegro sentía que el mundo se le caía, pues nunca imagino que aquello que el tanto había guardado, ahora había salido a la luz.
Bertholdt, es… ¿es eso cierto? –Pregunto. Los ojos ámbar de Reiner se encontraron con los del pelinegro, quien no podía verle de frente-
Reiner…. Yo… -No sabía que decir, era un manojo de nervios, sentía un nudo en la garganta y unas grandes, no, más bien unas inmensas ganas de llorar y mandar este juego a la mismísima mierda-
¡Y hasta lo acepta! –Continuo el rubio mientras miraba al pobre pelinegro, quien se encontraba destruido, pues a pesar de su apariencia y gran altura; Bertholdt seguía siendo como un niño, seguía teniendo aquella dulzura y simpática, ese aire soñador y con un corazón lleno de buenos sentimientos-
Luke, cállate –El tono despectivo y lleno de furia con que Eren había hablado hizo que a más de uno se le helara la sangre-
¿Qué?
He dicho que te calles –Volvió a repetir- Y todos ustedes, no olviden que estamos a pocos segundos de iniciar el partido, más les vale jugar bien –Noto como el rubio le miraba con odio, pero poco le importo- Ahora vayan a sus lugares –Y dicho y hecho todos los demás obedecieron a su capitán, inclusive Luke, quien parecía irse con el rabo entre las patas- Berth…
S-si… - -
No tienes por qué temer –Le vio- No dejes que las palabras de alguien como Luke te afecten, Luke es alguien de mente cerrada, y las personas que en verdad te apreciamos no nos alejaremos de ti solo porque ames a otro hombre. Si tu amas a otro hombre y él te ama a ti también, entonces, ¿Por qué sentirte mal? Es tu vida, no la de ellos.
Capitán… -El pelinegro se había quedado sin palabras- G-gracias… capitán…
No tienes por qué agradecer, además eres uno de mis mejores jugadores y un gran amigo –Sonrió- Demuéstrales de lo que estas hecho, y además… -Esta vez su sonrisa logro ampliarse un poco más mientras se acercaba al pelinegro y le hacía un ademan para que se agachara un poco, para así poder susurrarle algo en el oído- Yo que tu hablaría con Reiner después del partido
¿Q-que? –Exclamo entre una mezcla de angustia y terror-
Berth, no tienes por qué temer tan solo hazlo y créeme no te arrepentirás yo sé lo que te digo –El pelinegro tan solo le vio sin entender, para después buscar con la mirada al rubio. Y vaya sorpresa la que se llevó, pues al parecer Reiner no le había quitado la mirada de encima, cuando sus miradas se encontraron, ambos chicos sintieron que sus mejillas empezaron a arder-
Te veo después del juego… -Dijo el rubio sin emitir ningún sonido de su boca. Bertholdt se sonrojo aún más al ver como el rubio le sonreía ampliamente y sin ninguna pizca de odio o desprecio hacia el-
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Se encontraban en el último cuarto del partido y ambos equipos iban empatados. Esto era historia, pues nunca antes alguien había llevado la misma puntuación que los de Sina. Todo el mundo se encontraba eufórico y comiéndose las uñas.
Hanji lanzaba gritos a diestra y siniestra, Erwin intentaba calmar la euforia de la castaña aunque el también sentía que se moría de los nervios, pues ahí en el campo, había alguien que se encontraba jugando, y quien había recibido más de una tacleada por los gorilas de Sina.
¡Erwin! ¿Cómo puedes estar tan calmado? ¿Es que acaso no viste como ese maldito tacleo al pobre de Mike? –Ante esto el pobre rubio no pudo evitar palidecer, ya que la oji marrón había gritado aquello a los cuatro vientos. Levi quien seguía ahí, tan solo enarco una de sus cejas mientras que Eleonoir parecía algo divertida con todo aquello-
Podrías por favor dejar de gritar? –Pidió, o más bien rogo mientras le tapaba la boca a la chica, pero antes de que esta pudiera decir algo, todo el mundo soltó una exclamación de asombro. Levi quien parecía tener cara de no importarle nada termino abriendo los ojos por completo, sin poder creer lo que había visto. Ahí en medio del campo, se encontraba el quarterback, tirado y retorciéndose de dolor, pues había sido tacleado entre dos defensas del equipo contrario-
Nadie dijo nada, pues seguían sin salir de su asombro. El francés sentía como sus manos temblaban y su rostro estaba aún más pálido que de costumbre.
Levi, ¿estás bien? –Pregunto en un susurro la menor, mientras tomaba la mano de su hermano-
Yo… Si… estoy… -Mentía, y eso ella bien lo sabía pero prefirió no decir nada. El marcador marcaba lo mismo 60-60, y ya solo hacían falta tres minutos para que el partido acabara, y si ambos equipos seguían teniendo el mismo puntaje, tendrían que jugar por otros quince minutos más, y por como las cosas iban Los Cazadores no iban a poder durar más-
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Connie, Luke, Thomas, y otros dos más habían salido del campo y ya no quedaban más para poder reemplazar a los que ya no podían seguir jugando.
Bien, ya solo quedan dos minutos con cuarenta segundos, tenemos que hacerlo –Sus demás compañeros le vieron con asombro, pues jamás se esperaron que su capitán les sugiriera llevar a cabo aquella jugada-
¿Estás seguro? –Pregunto Reiner, quien a pesar de ser un buen defensa ya se encontraba con el uniforme todo sucio y con algunos moretones-
Es lo único que nos queda –Los demás se vieron entre sí, sabían que su capitán tenía razón. Nuevamente todos se fueron a sus lugares, lo bueno es que tenían una gran ventaja al haber avanzado bastantes yardas- 32, 49, 50, Set… Hut!
Y el reloj volvía a avanzar, Eren había lanzado el balón hacia Mike quien corría con todas las fuerzas que estas le permitían mientras que los demás bloqueaban al enemigo. Pero segundos después se vio sorprendido por cuatro jugadores que iban hacia a él, por suerte Reiner logro detener a dos de ellos, y Berthold a los otros. Su mirada adquirió un brillo al ver que ninguno había notado que el alemán había desaparecido, todo iba saliendo de acuerdo al plan.
Pero ahí, enfrente de el se apareció otro tipo queriéndolo tirar, a Mike no le toco de otra más que correr con todas sus fuerzas para después saltar por encima de un impresionado número 14, quien miraba aquello sin podérselo creer.
Todo el mundo en las gradillas gritaba por aquel gran salto que el chico había dado, ¡Era impresionante! Pero más impresionante fue ver que Mike, el número 25, había lanzado el balón hacia la portería, lo peor de todo es que no había nadie ahí.
Bien hecho chicos… -Susurro con orgullo mientras miraba como el balón volaba en dirección hacia la portería. A pesar de los golpes que había recibido, decidió ignorar el dolor de estos, ya solo quedaban veinte segundos, y estaba a unos cuatro metros de alcanzar la victoria. Sus piernas se movieron, corría con todas sus fuerzas, sentía que el oxígeno se le acababa y la cabeza le empezaba a doler, pero aun así no le importo mientras corría y después ejecutaba un salto para poder atrapar el balón, los del equipo contrario se habían dado cuenta de la treta pero ya era demasiado tarde.
Nadie dijo nada, ni tan siquiera un susurro, todos contenían la respiración. Levi, quien parecía tener el corazón en la mano, miraba con algo de angustia a su mocoso quien corría con todas sus fuerzas a la portería mientras que detrás de él iban dos gorilas que le iban dando gran alcance.
Lo último que se vio fue una gran cortina de polvo, y el reloj marcando el fin del juego. Todo el mundo guardaba silencio en sus asientos mientras esperaban a que aquella cortina de polvo se disipara, Mikasa se había desmayado de la impresión al ver a "su novio, y futuro esposo" en aquella situación.
Y para sorpresa de todos, el sonido del silbato del referí se escuchó por todo el lugar. Ahora la pizarra marcaba 60-66. Nadie podía creer el resultado, nadie se movía, nadie hablaba. Pero poco después se escuchó un grito lleno de euforia.
¡Cállate Hanji!-Grito después el pelinegro mientras trataba de jalar a la peli castaña que poco o nada le importaba irse corriendo hacia el campo a felicitar a Mike y a cierto castaño-
Ahí fue cuanto todos lograron reaccionar, ahí, con su brazo derecho estirado hacia la zona de anotación, se encontraba Eren; con una amplia sonrisa en el rostro pues había logrado colocar el balón a tiempo. A pesar de que aquellos dos mastodontes lo habían hecho caer, pero ahora eso no importaba. Ellos habían ganado, habían obtenido aquella victoria.
Lo hicimos… -Susurro, para después quedar completamente dormido. Estaba exhausto y poco le importaba celebrar-
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Oi, que bueno que despiertas –El peli castaño se removió en su cama al escuchar aquella voz ya conocida para el-
Mhghm… ¿Qué paso? –Pregunto, a la vez que se estiraba con cuidado- ¿Dónde estoy?
Te quedaste dormido –Respondió como si nada- Y en tu casa, donde mas?
¿Qué? –Abrió los ojos por completo aun sin creerse aquello- Y tú… como es que…
¿Estoy aquí? Fácil, tu mamá me abrió la puerta –Dijo mientras se sentaba en el borde de la cama y acomodaba los cabellos de su pareja- Es una suerte que tu papá no este
Ya veo… -Se acomodó ya más tranquilo en la cama. Gracias a Dios que su padre no estaba, ya que él no aceptaba que su único hijo se fuera "amigo" de alguien como Levi. Pero la señora Jaeger, ella era un pan de Dios y sabia de los sentimientos que su hijo tenía hacia el peli negro, y pues, para una madre ver feliz a su hijo es lo más bello del mundo. Y créanlo o no, pero ella siempre vio con buenos ojos a Levi, ese chico era un amor-
Sabes… decidieron cambiar la fecha del Homecoming –Eren tan solo le vio con algo de sorpresa- Según lo que dijo el director, era lo correcto pues ustedes, Las grandes súper estrellas debían de descansar algo
Vaya, que… Considerado –Sus labios se curvearon con dulzura, y sus brazos atrajeron el cuerpo del más pequeño, quien al estar tan cerca del alemán no pudo evitar robarle un beso-
Me tenías muy preocupado –Admitió con un leve rubor en sus mejillas, mientras se acomodaba junto al mayor-
Eren tan solo le vio con algo de sorpresa, para después acariciar con cariño las mejillas de su pareja, Levi cerro sus ojos ante aquella caricia. Ambos jóvenes se vieron fijamente y sonrieron con complicidad, para después juntar sus labios en un suave roce que después se fue volviendo más fogoso y lleno de pasión. Las manos de Eren recorrían el cuerpo de su pareja, empezando desde la espalda y brazos, hasta bajar a aquella estrecha cintura.
Levi no pudo evitar soltar un suave jadeo al sentir como las manos de Eren se metían por debajo de su camisa y empezaba a acariciarle. El mayor se encontraba feliz de que su cuerpo ya no le dolía tanto, así que decidió aprovechar aquello para colocarse encima del cuerpo de Levi, quien a este paso ya había rodeado el cuello del mayor con sus brazos y volvían a juntar sus labios en otro beso.
Sus manos se movían sobre aquel suave y nievo abdomen, mientras que sus caderas se movían al compás de las del francés, provocando suaves roces en aquellas zonas bajas.
E-Eren… –Gimió el nombre del castaño, provocando que el otro solo se excitara aún más al escuchar aquella voz tan suave y aterciopelada soltando sonidos tan eróticos- Agh….
Ambos jóvenes siguieron en la misma posición por varios minutos, repartiéndose caricias y besos ya algo subidos de tonos. Sus respiraciones se encontraban algo agitados y los latidos de sus corazones ya latían más acelerados. Eren sentía un pequeño dolor en aquella parte, y más aumento aquel ardor al ver a Levi mostrando su abdomen y parte de su pecho, con el cabello algo revuelto, las pupilas dilatadas por el deseo, sus labios sonrojados y algo hinchando producto de tantos besos, además de aquel pequeño rastro de salía que se escapaba por la comisura de sus labios.
Mas los gemidos acompañados con aquella imagen que Levi le estaba dando, hacia aumentar aún más su deseo de devorar al pelinegro. Pero un suave golpeteo en su puerta hizo que sus ganas se fueran.
Eren, Levi… es hora de cenar –Decía la señora Jaeger mientras volvía a golpear levemente la puerta-
….Agh,,, Y-ya vamos –Respondió mientras se levantaba con cuidado de un muy sonrojado y apenado Levi, quien al igual que el moreno, se había dejado llevar por el momento. Aunque claro, ninguno de ellos se dio cuenta de que la señora Jaeger ya sabía de antemano lo que estaba pasando en la habitación de su hijo, ¿Cómo lo sabía? Ese era un secreto, ¿Por qué interrumpió? Fácil, sabía que su hijo aún no había hecho eso, y ella le insistía que no se debía dejar llevar en cualquier momento, que debía ser algo especial y para recordar, además de que no quería nietos a tan temprana edad-
A ambos chicos no les quedo de otra más que arreglar sus ropas y cabello, con suerte el susto que la señora Jaeger les había dado, les había ayudado para deshacerse de cierto problemita. Aunque ninguno de los dos sabía cuánto más seguirían aguantando aquello,
El moreno sonrió con algo de timidez mientras atraía al pelinegro hacia el para plantarle un beso en la frente, Levi solo soltó un gruñido mient5ras volvía a sonrojarse y salía de aquella habitación junto a oji verde que sonreía de forma estúpida.
Continuara…