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Mi Curiosidad es mas grande que tu Miedo por Angel electrico

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Notas del capitulo:

Hola de nuevo! aqui les traigo la actualizacion de este fanfic que tanto ha significado para mi, espero les guste el nuevo capitulo, ya saben que cualquier retroalimentacion siempre sera bien recibida :)

CAPITULO III  

Pasó la semana y con ella se llegó el acostumbrado día de la práctica conjunta, Sousuke observó que Haruka llevaba un pequeño vendaje en la muñeca, pensó seriamente en la posibilidad de disculparse, pero desechó ese pensamiento casi de inmediato.

Sabía que no lo había lesionado de gravedad y que lo más probable era que el vendaje ocultara algunos moretones, al parecer Haru no había hablado con nadie sobre el incidente y eso le parecía perfecto.

Y más perfecto fue escuchar que esa tarde el chico de ojos azul profundo regresaría a su casa sin la compañía de Makoto Tachibana, quien al parecer tenía unos pendientes que hacer, no entendía muy bien cuál era el impulso de seguir al pelinegro a su casa, no quería admitirlo pero la curiosidad le estaba ganando.  

¿Acaso no decían que a los amigos habría que tenerlos cerca y a los enemigos mucho más cerca?; excusándose con Rin sobre ir a correr por una ruta alterna, se decidió a visitar el entorno de Nanase y la idea de disculparse le pareció de nuevo plausible.


Haruka caminaba a paso tranquilo de camino a su casa, a pesar de eso se sentía nervioso de que Makoto no lo hubiera acompañado como siempre lo hacía, no es que le incomodara la soledad, pero los recientes acontecimientos le tenían los nervios crispados, afortunadamente nadie había notado algún cambio en su conducta. Sus amigos estaban consternados sobre su aparente lesión en la muñeca, a lo que el pelinegro se excusó diciendo que se había caído en la bañera, cosa que nadie creyó, pero decidieron no insistir.  

Nagisa insinuó que lo más probable era que había tenido un "accidente vergonzoso" a lo que todos se soltaron riendo y ya nadie preguntó nada más para alivio del ojiazul; que volviendo al presente apresuraba más el paso, sentía que alguien iba caminando a unos metros detrás de él sin despegarse, y ya se imaginaba de quien se podría tratar.  

-¿Se podría saber porque me estás siguiendo?- dijo Haruka mientras volteaba a mirar con su típica monotonía, pero apretando la correa de su mochila con algo de ansiedad.  

-Yo no te estoy siguiendo Nanase, simplemente estoy probando una nueva ruta para correr, tal vez no lo sepas pero hay personas que nos tomamos muy en serio nuestro entrenamiento y que tenemos claros nuestros objetivos para el futuro-contestó Yamazaki con una sonrisa burlona.  

Haru se dio la vuelta y siguió caminando a paso normal mientras sentía la mirada del mayor sobre su nuca; no quería admitirlo, pero ya estaba sintiendo curiosidad por su auto nombrado enemigo.

Aunque comprendía en parte el motivo del odio gratuito que sentía Sousuke hacia su persona, él nunca le había hecho un daño personal.Suponía que estaba llevando la rivalidad deportiva a los extremos, además del "asunto" de Rin.

 Siendo honesto consigo mismo, su amistad con Rin no sobrepasaba los límites, a pesar de notar cierto interés del pelirrojo hacia él, solía hacerse el desentendido, al igual que con Makoto, ya que los dos eran sus mejores amigos y prefería que las cosas se quedaran como siempre. No quería que ninguno saliera perjudicado si las cosas tomaban otro rumbo, podría estar siendo un cobarde o un egoísta, pero no le gustaban las complicaciones.  

A tal punto llegaron sus cavilaciones que cuando cayó en cuenta ya estaba en el inicio de las escaleras que antecedían a su hogar, comenzó a subirlas cuando una voz profunda lo regresó definitivamente a la realidad.  

-¿Cuánto quieres por uno de tus pensamientos?- dijo Sousuke ya a un par de metros de distancia del otro chico, que ni siquiera volteó a mirarlo y siguió subiendo las escaleras, se detuvo al frente de su casa y buscó sus llaves en la mochila mientras el más alto continuaba hablando.  

-Así que aquí vives Nanase, me atrevería a suponer que vives sólo o me equivoco- comentó casualmente, a lo que Haru tampoco contestó, abrió la puerta de su casa y lentamente dejó sus zapatos en la entrada.

Sousuke se quedó en el marco de la puerta mientras intentaba observar el interior, a los segundos Haru prendió las luces y entró a la cocina, saliendo de ella con una bolsa de basura, se detuvo en la entrada al ver que el chico más alto seguía ahí.  

-¿Podrías moverte de mi entrada? Tengo cosas que hacer-dijo Haruka sin mirar al frente, Sousuke sólo lo miró y se hizo a un lado lo suficiente para dejarlo pasar, cuando el más chico regresaba al interior de su casa, tuvo el impulso de entrar sin ser invitado.  

-Vaya Nanase, en serio no creí que fueras tan maleducado, es más ni siquiera me das el pase a tu casa. ¿Sabes algo?, quisiera disculparme por lo del otro día-señalando con su mano la muñeca aun vendada del otro chico- creo que me excedí un poco.  

-No fue gran cosa, sólo que aún tengo algunos moretones y no quiero que nadie me haga preguntas incómodas-contestó Haruka mirando hacia las vendas.  

-¿Podrías mostrarme tu muñeca?, traigo algo que podría ayudarte.  

Haruka volteó a verlo con el ceño fruncido, ¿de qué se trataba todo esto, acaso todo era un juego para Yamazaki, primero lo amenaza, lo agrede físicamente y ahora se disculpa y quiere curarlo? Apenas iba a negarse cuando sintió las enormes manos de Sousuke tomando su muñeca y empezando a quitarle las vendas con cuidado, su tacto era muy cálido, y Haru apenas pudo reprimir un escalofrío cuando el otro chico empezó a aplicarle un ungüento frío.  

Estuvieron en silencio algunos minutos en los cuáles el más bajo no se atrevía a mirar a los ojos al otro muchacho, cuando éste terminó de vendarlo tomó la mano más pequeña y se la llevó a los labios, apenas tocando la parte donde se siente el pulso. 

Esta vez Haruka no pudo reprimir el estremecimiento que sintió de pies a cabeza y no pudo evitar mirar a Sousuke a la cara con una expresión de confusión.  

-¿Sabes una cosa Nanase? Ya llevo cierto tiempo preguntándome cuáles son las cualidades que te hacen tan diferente a los demás. He de decirte que al principio no sentía más que desprecio por ti precisamente por no comprender que es lo tienes que atrae tanto a Rin, porque estoy seguro que sabes que tú le gustas más allá de la amistad, ¿o me equivoco? Al igual que estás muy consciente de que Tachibana sería capaz de hasta recibir una bala por ti- comentó Sousuke de una manera casual, a lo que Haru sólo respondió mirándolo fijamente, el más alto le sonrió y completó.  

-¿Sabes que creo? Que a pesar de tu apariencia angelical eres un ser bastante manipulador y egoísta, que no puede o más bien no quiere tomar una decisión y dejas que los demás lo hagan por ti, ni siquiera puedes decidirte a tener algo con Rin o con tu niñera, prefieres tener a los dos halagándote sobre lo maravilloso que eres- al decir esto Sousuke le soltó la mano a Haruka y le tomó la barbilla de manera un poco brusca.  

-Dime una cosa, ¿Cómo es que haces para tenerlos comiendo de tu mano?, ¿Al menos ya se la has chupado a alguno?, ¿O es que ya te los cogiste a ambos?  

Ante semejantes preguntas, el rostro de Haruka se sonrojó violentamente, se sentía ofendido, enojado y hasta avergonzado, ¿cómo se atrevía ese tipo a decirle esa clase de cosas?, apenas iba a contestarle cuando el más alto se echó a reír.  

-Vaya, vaya, hasta que veo a Haru-chan con otra expresión facial que no sea la apatía, y déjame decirte que te sienta bien, deberías intentarlo más seguido.  

-Te pido que salgas de mi casa inmediatamente y espero que no intentes entrar de nuevo y menos seguirme-habló Haruka con irritación mientras se soltaba del agarre de Sousuke.  

-Bueno Haru-chan, en realidad no sé si pueda prometer eso, esta nueva ruta que encontré para correr me parece muy agradable, así que no te sorprendas si otro día vengo a visitarte, claro, siempre y cuando no te acompañe tu perro guardián o algún otro de tus amiguitos.  

-No vuelvas a llamarme por mi nombre, te recuerdo que tú y yo no somos amigos Yamazaki.  

-Pero podríamos llegar a serlo, ya que tenemos tanto en común: la natación, los amigos, los amantes…niégalo si quieres pero ya no te desagrada tanto mi compañía como en un principio. Al menos yo si acepto que quiero llegar a conocerte mejor, tal vez mi curiosidad por ti esté ya sobrepasando el odio que te tengo.  

Al decir esto Sousuke se encaminó a la puerta y salió sin decir nada más, dejando a un Haruka con la respiración alterada y un fuerte sonrojo en las mejillas, que fue corriendo a ponerle el cerrojo a la puerta.

 


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