CAPITULO V
Rin esperaba molesto e impaciente afuera del autobús de su Escuela, de repente Sousuke se había desaparecido sin dar justificación y los demás miembros del Equipo ya estaban desesperados por regresar; en ese momento apareció el aludido sonriendo como si hubiera vuelto de un paseo.
-¿Se puede saber donde rayos andabas Sousuke? Llevamos más de media hora esperándote, juro que si te tardabas 5 minutos más en llegar nos hubiéramos ido sin ti, ¿y por qué diablos traes el cabello mojado?
Las palabras de Rin fueron silenciadas por los labios del chico más alto, que parecía bastante divertido por los reclamos de su amigo, quien sólo alcanzó a abrir los ojos desorbitadamente, todos los chicos del Equipo los vieron besándose y no es que le diera vergüenza, sino que él prefería mantener un bajo perfil cuando se trataba de su vida privada.
-Esto es un adelanto del premio que te mereces por tu excelente trabajo como Capitán del equipo- dijo el otro chico mientras se separaba un poco de Rin y le dedicaba una media sonrisa.
Y el resto del "premio" fue bastante estimulante para ambos muchachos, el sólo hecho de ver el cuerpo del pelirrojo sobre el suyo jadeante y perlado de sudor fue suficiente para Yamazaki, quien cayó rendido y muy satisfecho mientras admiraba una mordida cortesía del chico tiburón en la parte interna del muslo y pudo dormir sin que las visiones de Nanase inundaran sus pensamientos.
Haruka comía silenciosamente su preciada caballa con arroz en la ruidosa compañía de sus amigos del Club de Natación, mientras miraba la terraza de manera ausente alguien tocó su hombro llamando su atención.
-Haru, ¿podemos hablar un momento en privado?-le preguntaba un tanto inseguro su amigo de la infancia, Haru lo miró y se puso de pie, alejándose varios metros del grupo, en lo que Makoto tardó en reaccionar y lo alcanzó con sus largas piernas.
-¿Qué es lo que sucede Makoto?, ¿Aun te sientes mal por lo que pasó en los Relevos? Sabes que entre todos resolveremos el problema de las transiciones y estaremos listos para las Regionales.
Nanase supuso que ese era el tema que su amigo quería tratar con él, a pesar de que habían conseguido avanzar de las Preliminares aun se respiraba un aire de tristeza entre los miembros de Equipo, y Makoto se había auto nombrado responsable del supuesto fracaso, cuando en realidad todos habían fallado en mayor o menor medida.
Por eso el pelinegro había ideado un plan de trabajo para mejorar las deficiencias de cada uno, para sorpresa de sus amigos que juraban no haberlo visto tan "motivado" en mucho tiempo, Haru se sentía exactamente igual que siempre y no comprendía el porqué de tanto alboroto.
-Me temo que ese no es el tema que quiero tratar contigo Haru, tu sabes que puedes contar conmigo para lo que sea ¿verdad?- a lo que el otro chico afirmó con la cabeza- Y si tienes algún problema con alguien sabes que puedes confiármelo y que yo te ayudaría ¿verdad que si?.
-No entiendo a donde quieres llegar Makoto- dijo Haruka un tanto confundido.
-Me refiero a Yamazaki- contestó Makoto armándose de valor y continuó, -Si ese chico te está molestando o algo yo puedo ayudarte, no permitiré que nadie te haga daño.
Haruka quedó sorprendido ante las palabras de su amigo y se sintió un tanto nervioso, pero dichas emociones no se reflejaron en su rostro, por lo que volteando al lado contrario de donde estaba el castaño le contestó con su usual monotonía.
-No sé de qué estás hablando Makoto, yo no tengo ningún problema con Yamazaki y asumo que él tampoco, simplemente no somos amigos.
-He visto como te mira Haru, y créeme que no me gusta nada la manera en que lo hace, me he dado cuenta de que todo el tiempo te está vigilando y siempre está al pendiente de tus movimientos. Dime por favor si él te ha estado molestando o acosando, o si ha intentado hacerte daño, yo sé que no te gusta que la gente se entere de tus problemas, pero te aseguro que nadie sabrá de la situación, ni siquiera Rin, yo puedo lidiar con ese tipo sin ayuda de nadie, te lo aseguro.- Aseveró Tachibana mientras miraba con intensidad a su amigo.
Cada palabra dicha por el castaño reflejaba el tumulto de emociones en su interior: angustia, desesperación, inseguridad, miedo, celos y la irracional necesidad de proteger al pelinegro de todo mal y Haruka estaba consciente de todo eso.
Entonces el chico de ojos azules volteó a mirar a su amigo y con su acostumbrada indiferencia le dijo que no se preocupara, que todo estaba bien, que nadie lo molestaba y que en caso contrario le pediría ayuda, pero en ese momento no era el caso y se alejó caminando dejando atrás a un Makoto que se había quedado de piedra.
Haruka caminaba a su acostumbrado paso tranquilo de regreso a su casa, su mejor amigo había conseguido un trabajo de medio tiempo en el Iwatobi SC Returns, ya que el dueño estaba corto de personal y Tachibana se ofreció a ayudarle a impartir clases a un grupo de niños. El pelinegro tenía la impresión de que tal vez el castaño estaba evadiéndolo, lo había visto con el ánimo apagado desde las Preliminares y eso había afectado su concentración, y esperaba que su trabajo como entrenador interino lo despejara de las preocupaciones.
Cuando menos acordó ya estaba en la puerta de su casa, y mientras sacaba las llaves sintió que su celular había sonado indicando la llegada de un mensaje de texto, supuso que se trataba de Makoto o incluso de Nagisa, pero nada lo preparó cuando abrió el celular y vio el mensaje de un número hasta ese momento desconocido para él.
"Me da gusto que te hayas deshecho de Makoto-chan, porque hoy vine a visitarte y no me gustan las interrupciones".
Haruka cerró su celular con rapidez, y sintiendo que la sangre abandonaba su rostro por primera vez volteó a los alrededores de su hogar, donde vio a Sousuke apoyado en la fachada, con los brazos cruzados y sonriendo cínicamente.
-Venías tan distraído que ni siquiera te diste cuenta de que te estaba esperando aquí afuera Haru-chan, tan descortés como siempre- comentó el enorme chico con un falso dejo de indignación mientras miraba con atención aquellos ojos azules llenos de sorpresa, ansiedad y tal vez miedo.
Cuando el chico más bajo pudo reaccionar, tomó con fuerza sus llaves y se dispuso a abrir la puerta de su casa, pero su nerviosismo lo traicionó y tiró las llaves al piso, de donde las recogió con prisa y abrió el cerrojo, metiéndose a su casa lo más rápido que pudo. No pudiendo cerrar la puerta ya que una mano enorme se lo impidió, dejando el espacio suficiente para que el muchacho más alto pudiera entrar sin problema a la casa ajena.
Haruka no entendía porque no había hablado con Makoto sobre el problema de acoso que vivía por causa de Sousuke, al quedarse callado había dejado que las cosas escalaran sin control, al quedarse callado era como si protegiera al chico más alto.
Era como si le gustara la situación y no comprendía el porqué, pero todo quedó más claro cuando, al intentar decirle a Yamazaki que se marchara éste sonrió con lascivia y tomándolo de la cintura, lo besó de manera demandante y él ni siquiera se resistió.