CAPITULO IX
Sousuke se encaminaba sin prisas a la habitación donde se hospedaba Haruka, la amable recepcionista había tenido la gentileza de pasarle dicha información, aunque tuvo que valerse de su media sonrisa para conseguir dicho objetivo.
Se sentía mucho más ligero y relajado y es que no era para menos, el hecho de hablarle con la verdad a Rin le hizo quitarse un gran peso de encima, por fin comprendió que no tenía porque lidiar con todos sus problemas solo y que tenía amigos con los cuáles podía contar.
Después de que el pelirrojo le contara sobre lo sucedido con Haru, no había dejado de sentirse preocupado por el chico y sentía un gran necesidad de hablar con él, ambos estaban pasando por crisis similares y quería hacerle ver que no estaba solo.
Tocó la puerta de la habitación y quien le abrió fue Makoto, que al verlo cerró la puerta detrás de él, impidiéndole ver hacia adentro.
-Vengo a ver a Haruka- fue todo lo que dijo el de Samezuka.
-Haru no está aquí y aunque estuviera no te dejaría verlo- contestó el castaño a la defensiva.
-Me temo que tú no estás en posición de prohibirme nada Tachibana, el único que puede decidir si quiere verme o no es Haruka- al decir esto, Sousuke enderezó más su espalda y miró a Makoto a los ojos, sin necesidad de bajar la vista, ya que el castaño era prácticamente de su misma estatura.
-Ya te dije que Haru no está y no te permito que lo llames por su nombre- le contestó el de Iwatobi, manteniendo el contacto visual.
-Entonces también deberías prohibirle a Haruka que me llame por mi nombre de pila, aunque dudo mucho que te haga caso, en estos últimos meses nos hemos hecho lo suficientemente cercanos como para dejar de lado esas formalidades. Ahora si me disculpas, iré a buscarlo por mi cuenta, de todos modos gracias por tu ayuda, nos vemos luego, Tachibana.-se despidió Sousuke, sonriendo cínicamente ante semejante desplante de celos.
Makoto entró a la habitación y cerró la puerta azotándola con fuerza.
En vista del éxito no obtenido, Yamazaki decidió marcar al celular del pelinegro, pero se enfrentó por primera vez a cierta situación que le acarrearía muchos dolores de cabeza más adelante: Haruka jamás contestaba las llamadas, porque rara vez traía el celular consigo.
Pensó seriamente en ubicar a los otros dos miembros del Equipo de Iwatobi, pero desechó ese pensamiento casi de inmediato, en su opinión ese par vivían en su propio mundo y si Tachibana desconocía el paradero de Haru-lo cual ya era mucho decir dadas las circunstancias-entonces lo más probable era que Ryugazaki y Hazuki ni siquiera estuvieran enterados de la situación, por lo que decidió salir del hotel y buscarlo por su cuenta.
Haruka se encontraba sentado en la misma banca donde hacía un par de horas había escuchado la discusión entre Rin y Sousuke, ya había caminado un rato por el jardín intentando en vano despejar su mente, casi había anochecido y no había probado bocado desde el almuerzo, pero aun no se sentía listo para regresar al hotel y enfrentar a sus amigos. Se imaginaba que Makoto ya estaría buscándolo, al salir intempestivamente de los vestidores había dejado su mochila olvidada y dentro de ésta se encontraba su celular.
A pesar de que le había prometido a sus amigos que competirían juntos el día siguiente en los relevos, ya no se sentía tan seguro de cumplir dicha promesa. Su experiencia durante la competencia individual había sido traumática y tenía miedo de que al día siguiente se repitiera la situación.
Se encontraba tan ensimismado en sus pensamientos que no sintió que alguien se aproximaba a él y le arrojaba una enorme chaqueta negra, entonces Haru levantó la mirada azorado y se encontró con un Sousuke que lo observaba con cierta irritación.
-Asi que aquí te has estado escondiendo desde la tarde, vamos ponte la chaqueta porque se ve que te estás congelando.
-Gracias- fue todo lo que pudo decir el pelinegro y se colocó la dichosa prenda, que obviamente le quedaba incluso más grande que la ropa que a veces le prestaba Makoto. Se sonrojó ligeramente al sentir la calidez y sobre todo el aroma que todavía emanaba de su dueño y esperaba que Yamazaki no notara este detalle.
El chico más alto se acercó a la banca y se sentó al lado de Haru, ambos quedaron en silencio algunos minutos y entonces Nanase se puso de pie, la banca era algo pequeña y se sentía algo nervioso al tener al de ojos claros tan cerca de él, quien notó la incomodidad y le preguntó de manera socarrona:
-¿Acaso te molesta que me siente a tu lado?
-No es eso, es que ya he durado demasiado tiempo sentado.
Ahora ambos se encontraban uno frente al otro, ninguno de los dos hallaba las palabras adecuadas, hasta que Yamazaki tomó la iniciativa.
-Y dime, ¿al menos ya has comido algo?
-No tengo hambre
-¿Y así piensas competir mañana?
-Aun no sé si competiré- respondió Haru con el animo apagado.
-Rin me contó sobre la discusión que tuvo contigo hace rato, no sé si te lo dijo pero se siente muy mal por haberte presionado a hacer cosas que tú no deseabas.
-Lo sé, ya hablamos al respecto y todo está olvidado.
-Entonces si todo está olvidado, ¿por qué no estás seguro de querer participar en la competencia?
-Porque no pude terminar la prueba individual y tengo miedo de que me suceda lo mismo mañana, si le fallo a mis amigos jamás me lo perdonaré.
-Hasta hace muy poco no comprendía esos conceptos de amistad y trabajo conjunto que tienen ustedes, por eso por muchos años me negaba a participar en relevos, consideraba que tanto mi éxito como mi fracaso debería depender de mi mismo y no de los demás. Ahora entiendo que ese es el secreto de un equipo ganador y que poco importan los talentos individuales, ¿puedo preguntarte cuál es tu motivación para nadar?
-Nado por mis amigos, para estar cerca de ellos y porque me siento libre, o al menos eso creía antes.
-Entonces hazlo por ellos, háblales de esos temores e inseguridades que sientes, no tienes porque cargar con todo tu solo, yo intenté hacer algo similar y no me fue nada bien, al contrario sólo compliqué más las cosas. Pero al mismo tiempo debes hacerlo por ti mismo, de nada sirve que tus amigos crean en ti si tu no lo haces, a lo largo de tu vida te encontrarás con diversos obstáculos que tendrás que resolver sólo y de nada sirve que te escondas cada vez que las cosas no salen como tu lo deseas, porque créeme, las cosas rara vez son como uno desearía.
Haru se quedó callado por algunos minutos mientras intentaba digerir todas las cosas que le había dicho Sousuke, era cierto que su actitud estaba siendo infantil y que no resolvería nada si seguía escondiéndose de sus problemas, que por cierto no eran ni la mitad de graves de los que tenía el otro chico, por lo que armándose de valor se decidió a preguntarle sobre su situación:
-¿Cómo te sientes de tu lesión? ¿Has hablado con Rin sobre eso?- preguntó Haruka algo inseguro, aunque ya sabía la respuesta temía que Yamazaki le respondiera con hostilidad como cuando lo encaró en el ascensor, pero se sorprendió al verlo encoger los hombros y responderle con total tranquilidad.
-Por fin le confesé a Rin lo de mi lesión, a pesar de que me dijo que yo contaba con su apoyo no puedo dejar de sentir que lo he decepcionado, creo que esperé demasiado tiempo.
-No creo que se sienta decepcionado de ti, es más creo que está contento de que hayas tenido la confianza de hablarle con la verdad, eres muy importante para él Sousuke.
-¿Eso crees? Pues tu eres muy importante para Rin, aparte de tu amistad eres su principal motivación para competir, aunque supongo que eso lo sabes desde hace mucho.
Haru sonrió casi imperceptiblemente ante este comentario, era más que evidente que el afecto hacia el pelirrojo era un punto en común entre ambos y se preguntaba en cuántas cosas más podían coincidir. Cada vez se sentía mas cómodo en compañía del más alto, ambos se estaban confiando sus más profundos pensamientos y temores y era como si toda la animadversión y rivalidad entre ambos nunca hubiera existido.
-¿Entonces cancelarán su participación en la competencia de mañana?
-¿En serio crees que permitiría que Rin hiciera algo asi? Ya te lo dije antes, esto no afectará en nada la competencia entre tu equipo y el mío porque mañana si participaré sin importar como me sienta, creo que se lo debo a mi equipo y voy a cumplir con ese compromiso.
-Pero si sobrepasas la capacidad de tu hombro tal vez nunca te recuperes, ¿Qué hay de tu beca universitaria?
-Pues tendré que hablar con los de la Universidad con el fin de saber si me darán otra prórroga para continuar con mi rehabilitación, pero es muy probable que pierda la beca- comentó Sousuke, suspirando cansadamente.
-Lo siento mucho Sousuke, de verdad lo lamento- le respondió Haruka con un tono apesadumbrado.
- ¿Pero sabes algo? Ya no me importa tanto como antes porque me siento liberado de tantos secretos y mentiras, aunque no pueda volver a nadar de manera profesional no significará que deje la natación porque es lo que le da sentido a mi vida, es lo que me hace sentir libre, si es que sabes a lo que me refiero- completó el muchacho más alto, mientras le guiñaba el ojo a Haru.
Nanase no pudo evitar sonrojarse ante el gesto que le dedicara Sousuke, por lo que agachó la cabeza intentando en vano ocultar su reacción, esto solo causó que el de ojos claros sonriera autosuficiente.
De nuevo se quedaron en silencio por un momento, pero para Sousuke no fue algo incómodo, al contrario se sentía lleno de paz y tranquilidad y suponía que era por estar cerca del pelinegro. Haruka le transmitía esa sensación y muchas otras más que jamás creyó posibles, sabía que tenía que aprovechar el momento para confesarle lo que sentía, pero primero debía disculparse, así que tomó aire y se aclaró la garganta, llamando así la atención del otro chico.
- Supongo que te extrañará el motivo por el que te estuve buscando, afortunadamente no tardé mucho en encontrarte, supongo que tengo un radar integrado cuando se trata de ti o algo asi- comenzó a hablar sin mucho sentido, por lo que suspiró e intentó reacomodar sus ideas-Primero que nada quiero pedirte una disculpa por la manera en que te he tratado durante los últimos meses.
Haru abrió los ojos desmesuradamente e intentó responder, pero Yamazaki lo interrumpió sin darse cuenta.
-Como te dije antes, tu amistad es muy importante para Rin y yo sentía que él no me consideraba de igual manera, al principio éramos sólo él y yo y luego llegaste tu y me sentí desplazado e ignorado, y tuve muchos celos de ti. Te odiaba porque no te comprendía, no entendía como podía existir alguien con semejante filosofía de libertad y con esa falta de espíritu competitivo e indiferencia ante el mundo. Te envidiaba porque tienes un talento inmenso que a mi parecer desperdiciabas y yo estaba lidiando con una lesión que estaba truncando mi futuro. Como te darás cuenta estaba lleno de todos esos sentimientos negativos y buscaba una forma de sacar mi frustración, por eso comencé a acosarte y hasta llegué a lastimarte físicamente. Sé que no hay justificación para mi comportamiento, por eso te pido perdón por haberte molestado, por burlarme de ti y de tus amigos y por hacerte insinuaciones sin sentido, te prometo que jamás volverá a pasar, si no puedes perdonarme lo entenderé y te aseguro que nunca mas te volvere a buscar o intentare hablarte.-le dijo Sousuke a Haru en un arrebato de honestidad.
El chico se sentía muy arrepentido y sabia que habia actuado de mala manera y estaba preparado para asumir las consecuencias, aunque estas implicaran no volver a ver al pelinegro nunca mas, pero respetaría la respuesta de Nanase.
-Está bien Sousuke, te perdono y no te guardo rencor, en realidad aprecio mucho tu sinceridad y tu honestidad al contarme los motivos por lo que no te agrado-le respondio Haru mientras miraba al piso, sintiendose algo decepcionado.
Sousuke lo observo extrañado, hasta que cayo en cuenta del supuesto malentendido y de inmediato le aclaro las cosas al chico de Iwatobi.
-Gracias por perdonarme, pero creo que no me expliqué bien, lo que te dije antes eran los motivos por los que no me agradabas, pero las cosas han cambiado ya que algo sucedió, algo que definitivamente no se hallaba entre mis planes: empecé a comprenderte y me di cuenta que tu manera de ver la vida era un tanto o más válida que la mía, a pesar de ser tan distinta y comencé a admirarte. Eres tan diferente a los demás que apenas creo que pueda existir alguien como tú y lo que al principio hacía para desquitarme se convirtió en una forma de escapar de mis problemas al menos por un momento, luego fue una necesidad…y después de lo que pasó en tu casa no he podido dejar de pensar en ti, no tienes idea de cuánto deseo que vuelva a suceder, pero no quiero asustarte, no quiero que pienses que estoy loco o algo así, pero creo que yo…-Sousuke se quedó en pausa unos segundos, lo que estaba a punto de decir podría cambiar la vida de ambos chicos para siempre y de repente lo invadió la inseguridad y el miedo al rechazo, por lo que replanteó su declaración- …quiero que me des la oportunidad de conocerte mejor.
Haruka volteo a mirar a Yamazaki con una expresion de total sorpresa mientras sentia su rostro arder, pero recordó cierta situación que lo desanimó al instante.
-Yo tambien quisiera conocerte mejor Sousuke, pero asi como dijiste que soy importante para Rin el tambien lo es para mi y no quiero herir sus sentimientos.
-Entre Rin y yo no hay nada mas que una gran amistad, los que paso entre nosotros si bien no fue un error fue algo en lo que no involucramos sentimientos-le aseguro el moreno al chico de Iwatobi, que respiró aliviado-Habiendo aclarado esto, me gustaria que me dieras tu respuesta en cuanto a un par de cosas: en primera, ¿que decidiste en cuanto a la competencia de mañana?
-He decidido que mañana si competiré y daré lo mejor de mí mismo, ya no me interesa lo que los demás esperen de mí, ni permitiré que nada ni nadie me haga sentir presionado de nuevo.- Haru hablaba con tanta vehemencia, que sus ojos volvieron a brillar como cuando miraba el mar.
De un salto, Sousuke se puso de pié y se acercó a Haruka, pocas veces lo había escuchado hablar tanto, el más bajo tomó aire y continuó.
-Nadaré por lo que de veras me importa, lo haré por mí, por mis amigos y también por ti Sousuke, pase lo que pase con tu recuperación, ya sea que puedas volver a competir o no, te prometo que tu sueño no morirá, de ahora en adelante también será mi sueño llegar a lo más alto y quisiera que estés a mi lado cuando eso suceda.
Yamazaki extendió su brazo, y su enorme mano acarició la pálida mejilla de Haruka con toda la delicadeza que le fue posible, la reacción del otro chico fue inclinar ligeramente la cabeza, disfrutando el contacto.
-Supongo que eso responde a mi segunda pregunta.
Y entonces, no necesitaron decir nada más.