CAPITULO II
Pasados unos cuantos días se llegó la práctica semanal conjunta entre el equipo de Natación del Samezuka y sus invitados de Iwatobi.
Sousuke sonreía satisfecho al notar que el pequeño Haruka evadía cualquier contacto visual con él y lo mejor, que evitaba cualquier acercamiento con Rin. Se preguntaba si quizá fue demasiado intimidante con el muchacho, no que le importara mucho como se sintiera en realidad, pero le divertía la situación.
Al terminar la práctica pudo más su curiosidad por Nanase, a quien no dejó de observar y decidió seguirlo hasta los vestidores, con la mala suerte de que Tachibana también se encontraba ahí. Era bastante obvio para cualquiera que el chico de ojos verdes se bebía el aire que respiraba Haruka, pero al parecer el pelinegro también ignoraba este hecho.
Sousuke sonrió burlón, aún no entendía que era lo que hacía que todos cayeran a merced del chico y la situación pasara inadvertida para él, eso sólo alimentaba aun más su curiosidad, quería descifrar ese enigma que era Haruka Nanase. Al caer la tarde, los chicos de Iwatobi de despidieron de sus anfitriones, agradeciendo de nuevo la oportunidad de entrenar en sus instalaciones, Rin se encontraba con Sousuke despidiendo a sus amigos y a su hermana. El más alto le dirigió una mirada burlona a Haruka y éste reaccionó de la manera usual, mirando hacia el costado, Makoto le tocó el hombro para indicarle que ya se iban y se giró para seguir a sus amigos sin mirar atrás
La hermana de Rin y el pequeño rubio revoltoso habían organizado una comida conjunta "para agradecer la hospitalidad del Equipo de Samezuka y estrechar los lazos de cooperación" en un restaurante de mariscos local. Siendo los asistentes el minúsculo equipo completo de Iwatobi, su energética manager, la maestra asesora, incluso el dueño del Iwatobi SC Returns, y de parte del equipo rival estaban su flamante capitán, su mano derecha, el antiguo capitán junto con su hermano menor y Aiichirou, quien al parecer también había hecho amistad con los rivales y siempre lo incluían en los planes conjuntos.
Mientras se escuchaban las risas estridentes de Nagisa, las discusiones de los hermanos Mikoshiba sobre quien se ganaría del corazón de Gou, y demás plática sin importancia, Haruka se sentía incómodo. No solo porque el disfrutaba más de la soledad o a menos de una compañía más limitada, sino porque ya no podía soportar la insistente mirada de Yamazaki sobre su persona. No quería sentirse vulnerable o intimidado ante esa penetrante mirada azul clara, pero le era imposible sentirse tranquilo.
Aunque no había obedecido a cabalidad la orden de alejarse de Rin, si había puesto un poco de distancia entre ellos, no lo rechazaba por supuesto, así que Matsuoka no sintió ningún cambio en su comportamiento, pero no dejaba de sentirse nervioso.
Apenas había probado su deliciosa caballa y se sentía mareado, así que se excusó diciendo que iría a tomar algo de aire fresco, por supuesto que Makoto se había alarmado, pero Haru le dijo que no pasaba nada grave, solo que tanto ruido le estaba causando jaqueca y saldría un momento.
Pasados un par de minutos Sousuke se excusó diciendo que iría al baño y fue en búsqueda del pelinegro.
Había sido por puro impulso, pero decidió seguir a Haruka aprovechando la distracción de todos, se sentía un tanto estúpido, no entendía como podría interesarle algo relacionado con su odiado rival. Pero recordó que Nanase seguía hablando con Rin, aunque su conversación se redujera a monosílabos, y eso no era parte del acuerdo, así que iría a recordarle que se mantuviera bien alejado del pelirrojo.
Encontró a Haruka en un costado del establecimiento, agachado y con las mejillas ligeramente sonrojadas, apenas perceptible en su piel pálida y respirando profundo, Sousuke carraspeó un poco y se dirigió al chico más bajo:
-¿Acaso te sientes mal, Nanase?- dijo sonriendo autosuficiente.
-Estoy bien, solo me duele un poco la cabeza- contestó con su habitual mirada hacia el lado contrario.
-Sólo vengo a recordarte que no estás respetando la orden que te di hace semanas, creo que fui muy claro en decirte que cortaras todo tipo de lazo con Rin, tu estúpida amistad lo está distrayendo de sus objetivos.
-¿Y quién eres tú para saber cuáles son los objetivos de Rin? ¿Acaso crees que lo conoces mejor que el resto de sus amigos?
-Escucha bien lo que te voy a decir Nanase, y quiero que me veas de frente- dijo Sousuke ya molesto, tomando a Haruka por la barbilla y obligándolo a mirar al frente, ignorando el estremecimiento que le causó tocar la piel ajena-¡Mírame a los ojos cuando te estoy hablando!, ya me estoy cansando de ti y de tus molestos amigos, todos ustedes están deteniendo el desarrollo de Rin con sus ideas idiotas de la amistad y la cooperación, el objetivo de la natación es ganar siempre, y a cualquier costo; Rin está destinado a grandes cosas y si sigue juntándose con ustedes su futuro se truncará, que no se te olvide que nuestros equipos son rivales, y si te sigues metiendo en su vida tal vez tenga que tomar otras medidas más drásticas contigo.
Sousuke seguía deteniendo la barbilla de Haruka con fuerza, pegándolo más a la pared del restaurante, entonces con su mano libre tomó la muñeca del chico más bajo y la apretó con fuerza, el pelinegro se quejó débilmente.
-Más bien quieres decir que sólo a tu lado Rin estará destinado a grandes cosas- dijo Haru con la voz entrecortada mientras Sousuke apretaba aun más fuerte su muñeca-Lo que pasa es que deseas que Rin esté solo contigo, que sea sólo para ti, o me equivoco- completó Haruka con voz monocorde, pudo observar la sorpresa en los ojos del muchacho más alto y este lo soltó bruscamente, a lo que el pelinegro aprovechó para despegarse del muro e intentó masajear su muñeca lastimada. Yamazaki lo había apretado tan fuerte que se habían quedado marcados los dedos, ingresó de inmediato al restaurante, dejando a un Sousuke lleno de ira.
Al acercarse de nuevo a la mesa, Haruka fue de inmediato interceptado por un Makoto preocupado, el espigado chico ya estaba listo para salir en su búsqueda, porque había tardado demasiado tiempo afuera. El chico sólo contestó que eso no era necesario porque ya no le dolía la cabeza, mientras decía eso bajaba las mangas de su chaqueta para cubrir las marcas en su muñeca, haría lo posible por ocultarle a sus amigos sobre los problemas que, sin siquiera buscarlos, estaba teniendo con Yamazaki.
El aludido llegó minutos después, excusando su tardanza con una llamada telefónica que había recibido de su familia; siguió comiendo, ya sin dirigirle la mirada al chico que lo hacía rabiar con su aparente apatía hacia todo, porque ahora sabía que aquél era más perceptivo de lo que aparentaba. Aún sentía en la mano la tibieza de esa pálida piel y el pulso acelerado cuando oprimió su muñeca con fuerza, estaba casi seguro de que si apretaba un poco mas podría llegar a fracturarlo. A su parecer Nanase tenía un físico demasiado frágil, y a pesar de eso era jodidamente veloz, Sousuke suspiró fastidiado, ya era suficiente de pensar en ese muchacho por el momento.