Capítulo 27
Al llevar ese extraño amanecer y esas felicitaciones poco convencionales fuimos al instituto a pesar de que Kaito intentaba ocultar su cojera pero no se quejaba de ello, ya que yo no podía estar por los pasillos del instituto me había quedado afuera en el patio por el lado de las mesas. Nuestro instituto estaba al lado de una universidad conjunta. Era instituto y universidad por así decirlo. Por lo tanto a veces los maestros daban paseos por este instituto a los nuevos estudiantes universitarios para hacer sus horas comunitarias. Y también había recorridos para los nuevos alumnos.
Yo mientras me tenía que quedar en las mesas esperando que Kaito saliera de clases. Para acompañarlo a la siguiente y luego volver por lo tanto tenía que estar una o dos horas en el patio, me encontraba un tanto aburrido jugando con el celular. Cuando de repente el profesor encargado de los recorridos que era Kiyoteru se me paro en frente.
-Joven Kamui que está haciendo aquí afuera… que yo sepa tiene usted clase de química en estas horas –Me dijo cruzado de brazos –
-Lo sé –Respondí –
-Acaso se está usted jubilando –Me dijo todas las madres y padres me miraba serios – mire joven Kamui que usted tenga un padre rico no significa que tiene que andarse jubilando…
-En primera ese hombre ya no es mi padre, él me desheredo y me fui de casa –Dije mirándole serio –En segunda me han expulsado por dos semanas por lo tanto no tengo que asistir a clases solo espero a Kaito porque usted muy bien sabe lo que está pasando y tengo permiso del director para estar a fuera y no paseando en los pasillos ¿o se hará el ignorante de lo que ocurrió en el baño y el por qué me expulsaron?
-no sé de qué me está hablando –Respondió él –
-No se haga el loco profesor Kiyoteru, todos los profesores saben la razón por la que me expulsaron –Dije fastidiado –
-¿por dejar a tres estudiantes inconscientes y al otro romperle la nariz? O vaya tu historial se está haciendo más grande primero dejas herido a uno de tus compañeros de kendo y luego haces eso… ese novio tuyo te terminara llevando a la ruina Kamui ¿acaso no te arrepientes? ¿De todo lo que te ocurre? Solo por tener a un novio –Me dijo él con una sonrisa burlona –
-No profesor créame que no me arrepiento de nada de lo que me está pasando, porque he experimentado la mayor felicidad que en tanto tiempo no tuve… y el que me hayan desheredado y haberme ido de casa para mí no importa desde que tengo diez años he querido irme de casa… ahora soy feliz no me importa lo que usted me diga o los perjuicios de gente como usted, que no puede caber en sus pensamientos que dos hombres se amen, pero ¿Dónde está la regla que debo amar a mi genero opuesto? Además que yo sepa usted es igual ¿no profesor Kiyoteru? Qué pasaría si los demás se enteran de nuestro secreto ¿Eh? –Le dije él palideció para luego ponerse furibundo –
-¿Acaso me estas chantajeando? –Me dijo él –
-¿chantaje? Para nada, solo le pido que no me ande molestando profesor –Le dije –Usted no se haga el ignorante de lo que pasa y punto, porque yo sé muy bien quienes son los de los mensajitos… ¿o acaso me cree tonto?
-Kamui –Me dijo molesto para irse siguiendo el recorrido –
Solté un suspiro para volver nuevamente mi distracción a mi teléfono, ya pasada las horas había acompañado a Kaito y esperaba las horas del descanso, caminaba por los pasillos para volver al patio cuando me encontré con Luka además de la directora de la universidad.
-¡Gakupo! –Dijo Luka entusiasmada con una bolsa de regalo color morada –espera… ¿no te habían expulsado? –me dijo ella –
-Sí, pero le pedí al director que me dejara proteger a Kaito por lo tanto puedo estar en el instituto pero no puedo entrar a las clases –Respondí –
-O ya… bueno ten tu regalo –Dijo ella, lo observe para abrirlo y me quede perplejo ante el contenido –
-¿unas…esposas… y un paquete de condones? –Dije sorprendido mientras ella sonreía –
-Lo sé ¡no es lo máximo! Esta noche podrás usarlo y divertirte mucho –Dijo ella un chorrito de sangre le salía por la nariz mientras una gota de sudor resbalaba por mi sien –
-Ah….a….no lo creo –Dije –
-¡¿Qué?! ¿Cómo qué no? –Dijo ella cruzada de brazos – ¿es que acaso piensas que no sé lo que hiciste anoche?
-¿Podrías dejar tus averiguaciones? –Dije con una ceja arqueada –
-¡Jamás!... más bien tu ¿Cuándo me dejaras grabar? –Me dijo ella –
-cuando Kaito no me quiera castrar si lo hago –Dije ella sonrió ampliamente con un siniestro brillo en sus ojos –
-Interesante –Dijo ella, o no ¿qué rayos estará pasando por su perversa mente? –
-Bueno muchas gracias por el regalo, muy agradecido, muy agradecido, pero tengo que volver al patio –Dije para que nos despidiéramos y yo me fuera al patio –
Me quede allí soltando un suspiro cuando de repente me abrazaron por la espalda me alarme completamente más cuando me había tapado los ojos hasta que sentí unos mechones caer sobre mis hombros.
-¿Quién soy? –Pregunto una voz gruesa en mí oído –
-Kagura… ¿enserio? –Contesté para que me soltara y se sentara a mi lado –
-Ni te esforzaste primito –Me dijo él –
-¿Qué estás haciendo aquí? –Le pregunte –
-Bueno mí tía dijo que te habías escapado de casa –Respondió mirándome de manera seria – ¿es eso cierto?
-No, si me fuera escapado ¿no crees que me estuvieran ya buscando? ¿Estuviera castigado de por vida? ¿Y golpeado hasta la inconciencia? –Dije él sonrió para mirar hacia otro lado –
-Eso es completamente cierto –Me contesto para sacar una pequeña caja –Solo quería decirte feliz cumpleaños
-Gracias primo –dije para tomar la caja –por cierto ¿cuándo volviste a Japón? –le pregunte –
-Hace unas semanas en realidad, quería pasar tiempo contigo, ya sabes cómo los viejos tiempo… en el que andábamos correteando como animalitos salvajes por los grandes jardines de la mansión –Respondió –pero me entere de que te habías escapado… mi pensamiento fue… vaya… al fin lo hizo – Sonreí un tanto deprimido para bajar la mirada –fue malo desde que me fui ¿no es así?
-Empeoro, antes te tenía a ti para defenderme e imitarme y recibir las palizas por mí… pero luego te fuiste y fue un completo infierno –Conteste –
-Me lo imagino no nos hemos visto desde que tenías cuatro –Dijo él para que yo soltara un suspiro como si un soplo de mi vida se fuera escapado – ¿qué tanto ha pasado? –Me pregunto –
-je –Solté una ligera risa –En realidad no quiero hablar de ello, quisiera mejor olvidar todo lo que paso, todo lo que sucedió
-no abuso de ti ¿verdad? –Me dijo pero yo negué –
-No, solo me maltrataba ya sabes, me golpeaba… me cortaba, lo que te hacía a ti, me lo hizo mucho peor y por más tiempo –me sentí mal… sentía un nudo en mi garganta –
-bueno, mejor no hablemos de eso es un día feliz –Me dijo acariciando mi mejilla y besando mi frente –Te he extrañado, siempre estuve preocupado pensando que un día te terminaría matando
-Bueno sigo vivo, además he sido muy feliz desde que me fui de casa –Conteste –
-por cierto ¿Por qué te desheredo? Y te fuiste –Me dijo –lo de irte lo entiendo pero, ¿lo de desheredarte? Eso si no
-Porque tengo una relación con un chico –Respondí –me desheredo me dijo que si seguía con él no volvería más a poner un pie en la casa… por cierto Kagura… ¿podrías tomar mi ropa de la casa y dármela?
-Discúlpame primo pero sabes que mi tío no me tolera en lo más mínimo por lo tanto no podré darte la ropa… y es bueno que mantengas una relación estable –Dijo él yo solo asentí – ¿es lindo?
-Muy lindo primo, demasiado y tan adorable, estoy perdidamente enamorado…. Sabes… desde que estoy con él soy muy feliz, él me da esa felicidad que tanto perdí… pero... Pero ahora vivo bien… su familia me trata como a un hijo más… no sé ni cómo explicar esta felicidad que siento cuando estoy a su lado, estas ganas de protegerlo y no dejar que nada le pase… y aunque soy feliz a su lado… esa parte gris de mi pasado no me deja en paz… no sé cómo explicarlo es como si quisiera darle fin… del por qué… ¿cuál era la razón? –Dije – ¿por qué mi padre me trataba así? ¿Qué le hizo mi madre a mi padre? Y aún más… que le hizo a mi otra madre…
-Tú no sabes quién era tu otra madre ¿no es verdad? –Me dijo él yo solo asentí –por lo que se departe de mi madre, tu madre verdadera dicho por mi tía era una niña promiscua solo tenía quince años, mi tío tenía una relación oculta con ella pero tu madre lo descubrió además de que estaba embarazada de mi tío, por lo tanto… casi se separan por ello… pero no fue así… no te sé contar lo que paso de allí
-¿ella está viva? –Le pregunte… mi madre una joven eso no me lo sabía –
-Pues sí,… tu madre está viva –Me respondió – ¿te gustaría buscarla?
-Me gustaría saber la verdad –Contesté –
-podemos ir a buscarla si quieres, puedo averiguar algunas cosas con mi madre y saber quién es y donde la podemos encontrar –Me respondió –
-Kagura ¡Eres lo más fenomenal! Por eso es que te quiero tanto primo –Dije para abrazarlo –
-Todo por ti –me respondió –Tienes derecho a saber
Cuando sonó la campana fui a buscar a Kaito se lo presente a mi primo además de que Miku me dio otro regalo, realmente no sé qué rayos pasaba por sus cabezas pero me regalaron un consolador para usarlo con Kaito… él solo me miro con cara de “ni creas que vas a usar eso conmigo” al llegar a la casa deje a Kaito diciéndole que tenía que hacer algo con Kagura me miro un tanto intrigado pero no dijo más.
Comencé a averiguar con mi primo para poder encontrar a mi madre, en realidad quería saberlo al averiguar de ella supe que trabajaba en una gran empresa no solo eso mi madre era millonaria por lo tanto… ¿Qué había pasado? Me adentré a una casa enorme con un gran jardín era tarde como esa de las nueve de la noche, toque el timbre.
-¿quién es? Y que se lo ofrece –Me dijo el portero –
-soy Gakupo Kamui y vengo a buscar a la señora Yazuki –Dije de repente se hizo un silencio –
Me hicieron pasar a mí y a mi primo, pero el simplemente decidió quedarse alejado que esto lo tenía que averiguar por mí mismo, allí un hombre de cabello violeta y ojos azules me miro de manera seria.
-Dígame joven ¿Qué tiene que ver la familia Kamui con mi hija? Es que acaso no la hicieron ya sufrir bastante –Me dijo él –
-En sí señor no es la familia Kamui, ese es solo mi apellido pues fui desheredado de dicha familia y ya no soy reconocido como un Kamui, pero tengo que saber… que fue lo que paso entre mi padre y ella quien es mi madre –Respondí él me miro sorprendido para levantarse –
-¿tú eres mi nieto? –Me dijo yo solo asentí y me abrazo fuertemente –Vaya… nunca creí que podría conocerte… tengo que decirle a tu madre quédate aquí –Me dijo me quede completamente sorprendido por ello cuando se fue gritando “¡Yazuki querida hija de mi alma aquí está tu hijo!” Hasta que se escucharon pasos veloces a tacón y una caída más el “¡Querida estás bien!” de repente una señora ya mayor de ojos violetas me observo –
-¡Nieto! –Dijo para abrazarme –O no sabes por cuanto te hemos querido ver –Y allí aquella mujer de cabello violeta cortó que aún se veía bastante joven vino corriendo a abrazarme –
-¡Gakupo! ¡Hijo! –Me dijo con lágrimas en los ojos –No sabes cuánto he querido verte hijo, tu padre me dijo que habías muerto al nacer pero no fue así, o hijo mío… estás aquí en casa –Me dijo ella… simplemente me había quedado perplejo ¿qué tanto me había ocultado mi padre? –
Mi madre me contó la historia de lo que paso con mi padre de que ella se había enamorado perdidamente de él de como él la trataba y la quería, que realmente quería vivir una vida con él… pero eso no se dio, que fue desechada al final cuando dio a luz que mi padre le había hecho la promesa de divorciarse y casarse con ella pero eso nunca paso… que pensaba en tenerme a mí como su retoño… pero mi padre le había dicho que había muerto al nacer, pero ella no lo quiso creer, no le permitieron el regreso a la casa Kamui y corto todo contacto con ella.
-Pero dime hijo ¿has vivido bien? ¿Eres feliz? ¿Cómo te ha ido en todos estos años? Realmente quiero saber todo –Me dijo ella, le observe sus ojos mostraban un gran cariño y esperanza –
-Está bien –Respondí –te contare… lo que pocas personas sabe –Dije ella me miro sorprendida –Desde que era niño era maltratado por mi padre… sus maltratos iban a regaños y Kagura se hacía pasar por mí, para que él no me hiciera daño y todos los golpes se lo recibiera él, mi padre descubrió esto y echo a Kagura y a su familia de la casa no permitiendo que volverían jamás eso paso cuando yo tenía cuatro años desde allí todas las cosas que yo hacía que para él eran malas como llorar, caerme en frente de los invitados… pedir una muestra de atención llevaban un castigo, si salía mal en clases en algún examen si la profesora tenía una queja de mí yo era golpeado –Respondí sus ojos se iban tornado melancólicos pero al mismo tiempo molesto –Hasta el punto en que mi padre me cortaba –Dije allí fue cuando se volvió más molesta –Un día fue tal que caí inconsciente y estuve en coma por varios días… eso fue cuando tenía doce… me hizo cortes largos en la espalda y aun no sanan en realidad me han quedado cicatrices de por vida y no solo psicológicas… pero también me desheredo y me fui de casa
-¿Por qué te desheredo? –Me pregunto –
-porque tengo una relación con un compañero del instituto al que amo perdidamente… madre… me devolvió la felicidad que había perdido por tanto tiempo… yo… yo – ¿por qué? ¿Por qué ahora las lágrimas se acumulan en mis ojos queriendo escapar –yo… puedo vivir… siento que me he quitado un gran peso de encima… pero… no puedo ser completamente feliz… como si me faltara algo más…. Aquellos que por tanto desee… la atención de quien ame, mi padre y mi madre, aunque él me golpeara… me maltratara… me insultara… yo pensaba… me lo merezco… me lo merezco por ser un mal chico… todo lo que yo hacía estaba mal… siempre quise la aceptación de mi padre… el cariño de mi madre… hasta que me di de cuenta de que eso nunca pasaría, y… ahora soy tratado como un hijo más de la familia de mi amado… pero… a veces le tengo tanta envidia… porque él tiene una familia compresiva… y yo no… yo no pude saber lo que era tener una familia compresiva… una familia que se preocupara por mí una familia que me quisiera… y me siento mal… por… por tener esa envida de él cuando le amo tanto –Sentí como mi madre me acariciaba la mejilla limpiando mis lágrimas –
-Todo está bien –Me dijo ella abrazándome –Ya todo está bien… no tienes por qué sufrir hijo ya no más –Me dijo ella la abrace tan fuerte… como si con ese abrazo se fuera todo… todo lo que reprimí por tanto tiempo, hasta que me separe –no puedo creer que tu padre haya sido capaz de tal cosa… pero créeme que esto no se quedara así
-Por favor madre, no le vayas a hacer nada… ya estoy bien ya nada ha de pasarme –Le dije pero ella negó –
-No querido, esto no se puede quedar así… no se tiene que quedar así y soy feliz de que hayas encontrado a ese chico realmente se ve bueno y quisiera conocerlo algún día –Me dijo ella dejando un beso en mi frente –
A pesar de que mi madre quería que yo me quedara… no pude pues había recibido una llamada del padre de Kaito que no podía quedarme por la calle hasta tarde ya iban a ser las doce de la noche, mi madre me llevo a la casa en una gran limosina para dejarme en la entrada.
-¡Gakupo Kamui sabes que no puedes quedarte hasta alta hora de la noche! Nos tenías preocupados –Me dijo el padre de Kaito –
-Perdóneme señor fue mi culpa el que mi hijo tardara… no volverá a pasar créame –Le dijo ella el padre de Kaito la miro perplejo yo solo entré a la casa, para acostarme al lado de Kaito y dormirme realmente este día… no sabía ni como pensar de él… ¿era bueno? Si… lo era… pero reviví tantas cosas que solo quería borrar de mi memoria y que jamás escaparan… para poder ser feliz… al menos eso quería pensar, eso quería creer de que si olvidaba mi pasado si olvidaba todo lo que paso… podría deshacerme de esta extraña sensación que no sabía cómo explicar… pero las cosas no son tan sencillas como yo quiero –
Continuara…