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¡I Hate you! por Eliann

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Notas del capitulo:

Si, la historia tiene extras. . .y tengo que ponerlos o no agarra algunos sentidos... 

Extra 1
¡Odio a mi estúpido compañero!


¡Ah! Como odio a ese maldito cretino ¿Quién se cree que es? Desde que estamos en la misma universidad no me ha vuelto la vida más que un infierno, con su sonrisita marca Colgate, con esa mirada, con esos malditos ojos. ¡Lo odio! ¡Odio todo de él!

-Maldito Kagura –Pronuncie enojado e irritado –

Era mi compañero de cuarto tenía que verle la cara todos los días, teníamos las mismas clases y estaba en los mismos lugares donde yo solía estar… que molestia ¡¿Por qué simplemente no me puede dejar en paz?!

Yo no tenía amigos… bueno antes solía tener, pero ese imbécil se quedó con ellos, siendo el chico nuevo… me dejaron a un lado como si no fuera más que basura por su culpa, lo desprecio… ah y la chica que me gustaba se enamoró perdidamente de él… no entiendo que rayos le ven… es un cretino un imbécil ¡Ya deberían darse de cuenta! ¡No vivan en ceguera por siempre! Solté un suspiro llegando a mi habitación compartida, si… era compartida… la tenía que compartir con él… como ese cretino imbécil que tanto despreciaba.

Deje mis cuadernos en el lado de mi habitación y me fui a echar una ducha… al salir lo encontré a él leyendo un libro solté un ligero gruñido para tomar mi ropa y comenzar a cambiarme… pero cuál fue mi molestia que no dejaba de mirarme.

-¡¿Qué tanto me miras?! ¡¿Nunca has visto un hombre desnudo?! –Le reclamé para que él solo soltara una ligera risa y devolviera la mirada a su libro – “¡¿Pero qué con este cretino?!”

No quería más verle la cara, al terminar de cambiarme me disponía a irme de la habitación repentinamente me vi acorralado por él, sus ojos azules estaban fijos en los míos.

-¡¿Qué crees que haces?! ¡Suéltame en este maldito instante! –Vocifere, había tomado mi barbilla, le di una patada en la entrepierna, lo vi retorciéndose en el suelo –

-Desgraciado –Murmuro bajito –

-¡Por cretino! –Le grite para salir de la habitación dejándole retorciéndose de dolor –

¡¿Pero qué tramaba ese imbécil?! ¡¿Por qué de repente me había acorralado?! No le deseaba prestar atención ya tenía suficientes problemas. Ya que por ser diciembre teníamos que salir de la universidad, los calentadores estaban averiados por lo tanto, te morirías de frío si te quedabas allí. Pero… yo no tenía donde quedarme.

Mi padre me odiaba… me odiaba profundamente… por dos razones… yo nací hermafrodita, por lo tanto… puedo dar a luz… a pesar de que es demasiado peligroso y arriesgado para mi persona… la segunda soy Bisexual… y me echo de casa al saber que tenía una relación con un hombre… pero aquel chico solo deseaba tener relaciones sexuales conmigo, como yo no quería hacerlo termino echándome… en fin no estoy más que en la calle… como si fuera un perro sin dueño.

Estaba buscando un lugar que estuviera en renta, para estar durante las vacaciones de invierno, para luego volver a la universidad a hospedarme allí, pero… tenía que ver que no fuera un lugar demasiado caro. Pues no tendría después para pagarme la universidad, yo no tenía el mejor de los salarios… por lo tanto era muy complicado para mí. ¿Pero qué puedo hacer? Con este destino que la vida me ha deparado.

Realmente no quería quedarme en el lugar donde me quede la última vez… en esa maldita pocilga de mala muerte, casi terminan abusando de mí y arrebatándome la virginidad… si… a mis 23 años de edad soy virgen. . . y estudiando una carrera de medicina ya que era lo que siempre me había gustado desde niño… era algo muy complicado y estresante pero me gustaba… y no planeaba rendirme y dejarlo… como me decían mis primos.

Eran los únicos que estaban en comunicación conmigo de vez en cuanto los veía… pero solo terminaban burlándose de mí… constantemente… de que yo era un maldito gay… que era una vergüenza para la familia que nunca sería nadie en la vida… que terminaría en un prostíbulo vendiéndome… y muerto por drogarme… ¿Lindo no?

Solo son unos malditos cretinos… a esos cretinos le tengo que decir familia… ¡Yo no tengo familia! ¡La única familia que tenía era mi madre! ¡Y murió a mis dieciséis años!. . . desde allí todo se volvió no más que un infierno…

Solté un suspiro intentado sacarme aquellos recuerdos horribles de mi cabeza… andando por los pasillos del instituto conjunto a la universidad pues era por el único lugar por donde podíamos salir y entrar…. La entrada del instituto… el otro lado era un estacionamiento y solo podías salir por allí si tenías auto y eso era algo… que obviamente yo no tenía.

Al salir de allí a la calle con el frío gélido recorrer mi cuerpo, me sentí deprimido, ¿por qué será que este blanco ambiente siempre me deprimía? Tal vez… que mi madre murió en este mes… en un día de ventisca… donde todo estaba cubierto de blanco… no podía olvidarlo… fue la única que siempre me trato bien… y nunca me quiso abandonar… me siento tan solo y desamparado sin ella… cerré los ojos soltando un suspiro.

-“La vida siempre te dará retos” “Pero aunque te tropieces más de una vez… tienes que seguir adelante” “Nunca te rindas… yo sé… que has nacido para algo grande” “eres lo mejor que ha podido pasarme” “Eres mi mayor regalo ¿Lo sabías Kaito?” “Mi niño ya no tienes que llorar, aunque yo me vaya siempre estaré a tu lado” –Sus palabras siempre estaban en mis pensamientos… sacándome una sonrisa… y más de una lágrima –“Yo te quiero sea como sea mi pequeño” “No digas que nadie te quiere… si yo siempre te amaré” “no sabes cuánto te amo mi querido Kaito” “Más que a mi propia vida”

Sin querer una lágrima resbalo por mi mejilla, aquella gota caliente… solo me hizo darme de cuenta… de que pronto comenzaría a llorar si no cesaban aquellos recuerdos. Solté un suspiro para en caminarme. . . estuve observando unos lugares para rentar… pero… eran en lugares de mala muerte… quería rendirme ya… tal vez… yo no estaba para estar en un departamento tan bien cuidado ni nada… ni con puerta al parecer… me marche de aquellos lugares ciertamente no quería estar por allí nuevamente… no me quedaba más que rendirme… y tal vez pedir varias mantas en la universidad para poder dormir allí sin congelarme por completo, pero no pasaría por lo mismo que pase la última vez ya había aprendido mi lección… no soy tan fuerte como creo que soy… si me atacan entre cuatro se me es demasiado difícil defenderme…

Estando por el centro de la ciudad observe el nublado cielo que solo avisaba que más nieve seguiría cayendo. De repente mire a una pareja… era un joven parecido a mí con otro parecido al cretino de Kagura, pero era distinto pues… Kagura tenía un tatuaje en su ojo en forma de rayo.

-¡Eres un idiota! –Le grito el chico sonrojado mientras el otro reía al parecer eran pareja, negué, intentado sacarme tal cosa de la cabeza… y era que…. Yo deseaba una pareja… los humanos no estamos echo para estar solos… pero con tantas fallas amorosas que he tenido… del amor estoy más que cansado, no es más que un ideal que creamos para darnos consuelos… de que no estaremos solo… pero en realidad no existe…. Solo es eso no más… que una simple palabra… vacía, seca y vana, tal vez… la única persona que podrá querernos verdaderamente… es nuestra propia madre y nada más… –

Llegue rendido a mi cuarto en la universidad… allí se encontraba él nuevamente leyendo el mismo libro, me tire a la cama completamente decaído soltando un suspiro de desconsuelo, odio mi vida… pero no deseo acabar con ello… quiero saber que me deparara el mañana en este maquiavélico juego. Tal vez el infierno sea un lugar inexistente y aquí es donde verdaderamente pagamos nuestra condena.

Sin poder aguantar más aquel dolor que atosigaba mi pecho... no puede evitar echarme a llorar… como si fuera no más que una persona débil y quebrada cuyo destino le ha ganado y ya no puede hacer nada. . . en todo momento que de mis ojos resbalaban gruesas lágrimas no mirar al tipo que más odiaba… intentado ignorarlo y calmarme yo mismo… pero al parecer no podía ya dejar de llorar.

Escuche un suspiro para sentir que caminaba… se sentó en mi cama y me abrazo eso me irrito… pero era algo que yo necesitaba a pesar de ser una persona que yo odiaba profundamente… me di la vuelta aferrándome a ese calor reconfortante… que arrebataba el frío que mi cuerpo sentía.

-Es algo de lo más loco que he visto… verte destrozado –Comentó en un susurro –Tanto como para aceptar un abrazo de mi parte

-Cállate –Contesté con evidente irritación –

-Puedo saber… ¿Qué es lo que ocurre? Como para que la fiera intocable… ¿se haya roto en miles de pedazos? –Me pregunto –

-No estoy roto –Respondí –Aun no… yo solo… necesito desahogarme nada más… mañana te tratare igual que siempre… porque te odio

-Y al menos puedo saber la razón ¿por la que me odias con tanto afán? –Profirió, ¿Cómo podía mantener tanta calma conmigo? Que siempre le trataba mal –

-¿Y aun lo preguntas? Cuanto llegaste, me arrebataste a mis amigos, a mis compañeros, comenzaron a tratarme como si ya yo no existiera… y la chica que a mí me gustaba… que quería que fuera mi novia… se enamoró perdidamente de ti, por tu culpa todos me echaron a un lado… como si no fuera más que basura… tal vez sea eso lo que realmente… sea… o solo un perro sin dueño que cualquiera puede tirar a la calle cuando se le plazca…. ¿Qué seré realmente?... no estoy seguro –Murmure decaído –

-¿Sabes que eres? –Me dijo haciendo que levantara un poco la mirada –Eres Isamine Kaito, el chico más fiero, más arisco, más tosco y más agresivo que conozco… y también uno de los más fuertes… lamento haberte arrebatado a tus amigos… yo no quería… solo me cambie a esta universidad para ayudar a mi primo… aunque no lo creas su vida era un desastre cuando me aleje de él… pero ahora parece que mejoro por él mismo… así que ya no me necesita

-Mh –Murmure bajando la mirada –

-De alguna forma… te admiro… pero no solo hago eso ¿sabes? Tú realmente me gustas… eres la persona… más… fiera que conozco… y que no se ha sentido atraído a mí… y lo suficientemente estúpido como para darme una patada en las bolas –Contestó haciendo que yo riera –pero me gustas

-Yo no creo en el amor –Respondí –Además… si esto es una confesión sabes que no me gustas y que obviamente no voy a aceptarte…

-Hay Isamine… chico arisco… yo no me rindo tan fácilmente… are que te enamores de mi perdidamente… ya veraz… nunca te dejaré ir –Confesó –

-Ya veremos –Contesté alejándolo y secándome las lágrimas –Ahora ¡Bájate de mi cama maldito cretino! – Y lo empuje tirándolo –

-Si eso es un reto… lo acepto –Profirió levándose y riendo –

Notas finales:

Como siempre espero les haya gustado y por favor comenten. 


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