Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

¡I Hate you! por Eliann

[Reviews - 74]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

 

Caminaba por las calles tarareando una canción por ahora no podía hacerme pasar por lo que era tenía que mantener la fachada de un estudiante vago con aficiones a cantante eso es todo, para que nadie sospeche de nada ni si quiera quien era yo realmente hasta ahora me estaba funcionando bien.

 

Llegue a casa de Kaito y sonreí por ello me acerque para tocar la puerta para ser recibido por su hermano su expresión ante mi persona era muy seria, me pregunto ¿cómo estarán mis hermanas y mis sobrinos? Siempre he querido preguntarle pero no puedo.

 

-Levante las manos en señal de rendición cada vez que venía aquí me daban un sermón estaban sobreprotegiendo demasiado a Kaito más que conmigo y sé que piensan que es por mi perdida y que él no aguantaría otro dolor de igual forma –

 

-mh –Siguió de largo para que yo tocara la puerta pidiendo permiso para entrar –

 

Y si, si no pedía permiso sus padres me comían vivo como que era una falta de respeto, que no debía entrar sin tocar antes, que está no era mi casa, que si a mí no me habían enseñado modales y ética, que solo era un vago que no estudiaba.

 

-Pase –Escuche para poder entrar –Ah… eres tú.

 

-Permiso –Contesté –“este desprecio ya me está doliendo” –Suspire un momento era extraño ver a las personas que fueron como mi familia tratarme como a un completo desconocido al cual odian –

 

-Murasaki –Le escuche decir a Kaito que bajaba las escaleras y me sonreía – viniste.

 

-si me desocupe un momento en cosas de. . .la banda –Respondí él solo asintió – quería invitarte a salir.

 

-Ah…claro si –Sonrió para tomarme de la mano – ¿a dónde iremos?

 

-pensaba en que podemos ir al cine y luego a la feria ¿no? Si gustas también en el acuario tienen una nueva exhibición y luego ir a cenar a un buen restaurant.

 

-Delincuente –le escuche decir al padre de Gakupo –Kaito recuerda regresar temprano.

 

-¿eh? pero papá ya no soy un niño –Contestó –

 

-Está es mi casa y en mi casa se hace lo que yo diga –Kaito solo bufo –

 

-Está bien, vamos Murasaki –Yo solo asentí para suspirar Kaito se echó a reír a lo loco mientras yo le veía extrañado –lo siento. . .es que me hace gracia el cómo te trata mi familia.

 

-¿cómo tú cuando estábamos en la segundaría? –Respondí –

 

-Como yo quería que te trataran cuando te odiaba –me dejo un beso en la mejilla –Pero ahora yo te amo y ellos te aborrecen

 

-Y que lo digas –Sonreí para que subiéramos a mi moto –

 

-Murasaki sabes yo quiero hacer algo más contigo que salir al cine y eso –Musitó era muy bajo pero pude escucharlo claramente –

 

-¿eh? ¿Qué quieres hacer? –Pregunte –

 

-Quiero ir a un hotel contigo –De la impresión que me dio frene de repente que bueno que el semáforo estaba en rojo y no cause ningún accidente –

 

-¡¿Qué?! –Voltee a mirarle sus mejillas estaban rojas y solo se aferraba a mi camisa fuerte de seguro estaba muy nervioso ni siquiera yo me lo había esperado oculto su rostro en mi hombro sin dejar que le mirara –. . .esta. . .bien.

 

-Bien –Aun no dejaba de aferrarse a mí suspire pues se me hizo un nudo en el estómago creo que eran ansias y al mismo tiempo nervios porque teníamos ya nuestro tiempo sin hacerlo acaso ¿es justo hacerlo ahora? ¿Realmente se sentirá bien con ello? –

 

-pero. . . ¿y si primero vamos a cenar? –Contesté pues si era la tarde y dentro de poco la noche nos alcanzaría y pienso que era lo mejor –

 

-Bueno –Respondió fuimos hacia un restaurante no tan elegante porque si no, no nos dejarían entrar –

 

La cena fue amena aunque en ciertos momentos recibía llamadas que tenía que atender dejando a Kaito solo por algunos instantes, de allí nuevamente se me hizo un nudo del solo pensar que tal vez estaba mal es que teníamos dos años en lo que no estábamos juntos ¿realmente se sentirá cómodo con esto? Pague la cena y fuimos al hotel pedí una de las mejores habitaciones y entramos, la decoración era muy bonita.

 

-Vaya nunca había estado en un hotel –Sonrió para lanzarse a la cama cuyas sabanas eran de terciopelo rojo –Ah, son tan suaves es como dormir en una nube.

 

-¿te gustaría tener una cama así? –Pregunte sentándome al borde de la cama mientras le veía dar vuelvas sonriendo –

 

-Si es muy cómoda las sabanas son tan suaves –froto la mejilla con la almohada –Ah, que comodidad.

 

-Bueno cuando se acabe todo este embrollo que te parece si, vivimos juntos ¿y tenemos una cama así? –Se quedó quieto un segundo para observarme sus ojos tenían un hermoso brillo –

 

-me parece maravilloso –Contestó –Aunque mis padres querrán matarte.

 

-Y que lo digas –Reí para besarle –Te amo Kaito demasiado.

 

-Yo también te amo Gakupo –Volvió a besarme para que me acomodara sobre él sus manos acariciaban mi espalda mientras las mías se iban adentrando a su camisa tocando su suave piel –

 

-No puedes tener relaciones sexuales con Kaito sin protección él es hermafrodita aunque no lo sepa, por lo tanto puede quedar embarazado si están juntos ¿realmente quieres que Kaito te culpe de haber arruinado su futuro? Por tener un hijo a temprana edad, no puedes ¿entiendes? Ustedes son jóvenes son hormonales y tienen sus necesidades pero la protección ante todo y no quiero que mi hijo se entere de que es hermafrodita hasta que sea tiempo o créeme que yo si voy a castrarte

 

–Aquel recuerdo vino de repente a mi mente y me asuste separándome de Kaito inmediatamente y yo lo sabía no traía ningún condón conmigo porque yo no pensaba que lo fuéramos a hacer – ¿Qué te pasa? –Me pregunto –

 

-No tengo condón –contesté para que suspirara –lo siento Kaito ya sabes yo no puedo hacerlo sin el condón, además yo no pensaba que lo fuéramos a hacer… no creí que te sintieras cómodo aun para volverlo a hacer.

 

-Si me siento cómodo porque sé que eres tú y nadie más que tú el que yacerá conmigo –Se acomodó para sacar su billetera y de ella un condón –Además ya sabía que no traerías uno –No sabía si reírme o estar sorprendido realmente me agarro de golpe el que estuviera tan anticipado, apretó las sabanas algo nervioso – ¿acaso tu no quieres hacerlo conmigo?

 

-¿Qué? Claro que quiero o vaya que quiero han sido dos años ¿Qué crees que soy de piedra? Es solo que también pienso en tus emociones no solo en mis deseos –respondí para que riera y me volviera a besar –

 

-Bueno ahora concéntrate solo en nuestros deseos ¿mh? –Susurro contra mis labios sonreí –

 

-estas muy seductor ¿no? –Solo se ruborizo pero no me respondió –Tomare eso como un sí.

 

Comencé nuevamente a besarlo y redescubrir nuevamente su piel acariciando lentamente todo su cuerpo escuchando sus suspiros, mirando sus ojos, sus sonrojos deleitándome nuevamente con mi dulce manjar que se me fue arrebatado durante dos años, saboreando su piel con parsimonia.

 

-NNGGG –Se quejó –me estás torturando.

 

-No, no mí querido Kaito solo me deleito que es distinto, quiero tallarte en mis dedos para sentirte por siempre, quiero grabar tu dulce expresión en mis retinas para que cada vez que cierre los ojos admirar tu rostro nuevamente –Me sonrió para besarme –Te amo lo sabes ¿no?

 

-lo sé, yo también te amo –Respondió sus ojos se llenaron de lágrimas –Te amo tanto Gakupo, tanto, tanto –Se abrazó fuerte a mí –Te extrañe tanto.

 

-Kaito –sus lágrimas mancharon mi pecho, se hizo una gran opresión en mi corazón los dos compartimos aquel abrazo que se empaño con nuestras lágrimas, nos volvimos a besar con aquel sabor salino en los labios –Yo también te extrañe demasiado amor mío, no sabes cuánto.

 

-Me sonrió una sonrisa cargada de zozobra –pero ahora te tengo aquí a mi lado, no sé por cuanto tiempo y eso me perturba pero disfrutara del tiempo que me des.

 

-Kaito yo. . .

 

-Sé que no quieres lastimarme, también sé que no quieres que yo salga herido por lo que estás haciendo, entiendo que lo que haces es para estar conmigo todo lo que nos reste de existencia, por eso Gakupo te pido, te ruego y te suplico, regresa a mi lado con vida, porque cuando me entere de tu falso accidente, no sabes lo muerto en vida que me sentí en esos momentos –Sus manos temblaban acariciando mi mejilla –por favor solo te pido regresar a salvo conmigo, solo eso.

 

-lo haré te juro que regresare a salvo a tu lado –bese su frente –por qué esta vida no quiero vivirla si no es contigo –Bese su nariz –por qué sé que me estarás esperando para estar contigo –Bese sus labios –porque jamás he querido causarte dolor, te amo tanto, más que a mi propia vida y sé que debo seguir viviendo para que tu vivas a mi lado.

 

Mis manos comenzaron a acariciar nuevamente su piel, mientras me encargaba de morder besar y lamer su cuello, deleitándome con su aroma, con parsimonia baje por su clavícula, para pellizcar sus pezones, la ropa desapareció rápidamente de ambos, que nos encontrábamos nuevamente desnudos apreciando con la mirada aquello que se nos había arrebatado, acariciando deseando que el tacto se quedara por siempre en la palma de nuestra mano, entregándonos entre los besos palabras no dichas pero necesitadas para el alma que poco a poco se llena de su sequia de amor, los suspiros comenzaron a llenar la habitación con aquella atmosfera caliente que nosotros habíamos creado.

 

Nos entregamos con esmero, mordiéndonos, besándonos, robándonos el aliento que escaseaba a cada minuto que exhalaba el calor de nuestros cuerpos que se quemaban esta noche, sus manos acariciando mi piel, sus piernas rodeando mi cadera, sus ojos con aquel brillo de lascivia de amor, la sonrisa surcada en aquellos labios cual fruto rojo y labios bañados en lágrimas salinas derramadas.

 

Nuestra mirada nuevamente se encontró ambos nos sonreímos esa noche nos profesamos el amor que no logramos entregarnos por aquellos dos años separados y lo extrañe, lo extrañe tanto, lo ame, toda esa noche en la que me dio su cuerpo entregándomelo por completo, alma, corazón cuerpo, todo me perteneció y todo de mi le perteneció a él.

 

Acaricie suavemente su cabello observándole dormir, hace tanto que no le tenía durmiendo entre mis brazos  solo añoraba que nuestro abrazo fuera tan fuerte que nuestros cuerpos se fundieran en un solo ser, pero aunque eso no fuera posible, nuestras almas se habían vuelto una esa noche de eso estoy seguro, sonreí para dejar un beso en su frente, para dormirme a su lado.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).