Capítulo 6
Cuando comenzaron las clases pasamos más tiempo, juntos, ignoraba y le era completamente indiferente a Gakupo en el tiempo de que ni su presencia me era importante. Aunque sabía que no era así, conforme mi rencor crecía, era más el tiempo que pasaba con ella queriendo y deseando olvidarlo todo a través de sus bromas y simpatía.
Pero lo que aprendí es que el dolor no se debe aliviar a consta de los demás, pensé que si estaba con Gumi, podía olvidar el sentimiento que alguna vez tuve por Gakupo, aquel que me causo dolor y odio en todo mi ser. Por el simple hecho de que yo también termine lastimándola a ella.
-Me gustas –Le dije y eso creía realmente lo sentía porque ella era tan buena, sincera y cariñosa conmigo, yo no era alguien tímido y si me iba a doler que me doliera –
-¿Enserio? –Me dijo ella sorprendida –
-No bromeo hablo muy enserio –Dije a lo que ella sonrió –
-A….mí…también me gustas –Dijo sonrojada movía nerviosamente su mano –
-¿Quieres ser mi novia? –Le pregunte –
-Me encantaría, pero tendrás que hablar con mis padres…ellos… dijeron que nada de novio hasta los 18 –Dijo soltando una risa nerviosa –
-Entiendo… entonces hablare con ellos –Dije ella sonrió muy animada por ello y luego de eso nos tomamos la mano como si fuéramos realmente novios, aunque aún no lo éramos –
Y eso hice hable con su padre y su madre. Le dije que no tenía realmente malas intenciones con ellas. Y se lo explique muchas veces a su padre. Entonces tuvieron que hablar con mi padre y mi madre. Yendo a mí casa. Y quien estaba en mi casa. Nada más y nada menos a quién más odio pero esta vez por alguna extraña razón no me molesto. Todo lo contrario permaneció escuchando en silencio y luego se fue molesto de la casa sabe por qué razón.
-Qué raro se comportó ¿No lo crees? –Me pregunto Gumi –
-él siempre es raro –Fue mi respuesta –
-No lo sé, se fue molesto muy rara vez se le ve molesto ¿No? –Dijo ella –
Era cierto, a Gakupo muy rara vez se le veía molesto siempre andaba con esa sonrisa arrogante en su rostro, no le importo cuando lo golpee o las veces que le grite, no importo ninguna el permanecía tranquilo e inalterable. Pero esta vez no fue así.
Realmente no le preste mucha atención a su comportamiento él podría importarme lo más mínimo después de todo yo le odiaba. Pero cada día de mi noviazgo con Gumi, él estaba más extraño más distraído, más molesto. Qué hasta mando a un chico a la enfermería, era de su club de kendo. Y lo mando a la enfermería, le dieron una reprimenda en su club y lo expulsaron por una semana. Era la noticia que pasaba de boca en boca por todo el instituto el mal comportamiento del chico perfecto.
A mí solo me parecía verídico y hasta me daba un poco de gracia todo aquello, aunque ahora las chicas decían: Es tan rebelde, oh y tan atrevido. Realmente que nunca las entendería. Pero para mí pensar en eso me daba jaqueca. Así que me decidía entre salir con Gumi o pensar en eso, y escogía salir con Gumi, al cine, al centro o a la cafetería de la esquina a platicar con ella.
Y pensé que… que un primer beso se sentiría bien, pero fue… frío seco y para mi completamente desagradable, no entendía por qué. Fue suave un pequeño rose un contacto. Que no me dejo deseando nada. No era como lo pintaban en los libros al menos eso pensé.
-¿Te ocurre algo? –Me pregunto ella –
-Nada –Respondí sonriendo para que ella también sonriera –
Quería desinteresarme de una vida que había arruinado parte de mi infancia y mi adolescencia pero de alguna forma no podía. Joder cuanto lo odio por ponerme en situaciones como esta.
Continuara…