Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Lo aprendí todo de ti por Yuuki Hachiken

[Reviews - 45]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola, luego de un descanso retomo la historia... disculpen las molestias.

Endou San término esa llamada de una manera un tanto sospechosa y aunque había decidido pasar Navidad en el pueblo, mis piernas no dejaban de sentirse inquietas mientras me encontraba en el parque practicando con el balón, "¿Entonces Endou San fue gay todo este tiempo y me mentía?, ¿acaso se estaba fijando en mí cuando me....?", por andar distraído caí de cara en el helado suelo...

- ¿Eso significa que soy gay por masturbarme pensando en...? - Cubrí mi boca con mis manos antes de soltar algo mas comprometedor.

Escuche unos pasos algo silenciosos que se movían entre la nieve cerca a mi, normalmente hacia como que no lo veía venir pero me preocupaba cuánto tiempo llevaba escuchándome y observándome.

- Jou, ¿no deberías estar con tu familia? - Se que hablaba para mi ya que mi mas reciente amigo era muy silencioso, me gire a verlo, su pequeña figura y sus ojos algo vacíos me hacían sentir algo incómodo porque parecía no estar viendo nada en particular. - Yo solo vine a practicar un poco, no quiero que las vacaciones empeoren mi juego.

El me ofreció su mano para ayudarme a levantar aunque prefiero levantarme por mi cuenta, no por falta de confianza o algo asi, es que era tan bajito que seguro haría que cayera contra mi.

- Endou San no se encuentra aquí por vacaciones, pero si seguimos las indicaciones que dejó, seguramente el recién formado equipo del Tonegawa Tousen será imparable. - A pesar de sentirme animado y feliz de verle, él por su parte no expresaba nada en su rostro...

Sentía que hablaba solo, pero desde que le conocí hace unos días, siempre a sido así, aparece de la nada o lo veo a lo lejos solo observándome y en las prácticas es callado... de hecho podría jurar que nunca he escuchado su voz.

Aún así Jou se unió al equipo, es una buena persona a mi parecer, aunque me gustaría saber algo mas de el, pero no quiero ser entrometido.

De repente, él comenzó a jugar con el balón, aunque sus movimientos seguían siendo algo toscos, pero se notaba que apenas había empezado a jugar fútbol, no se porque el verlo me animaba un poco, aunque su expresión no cambiaba, sin más decidí intentar quitárselo lo cual logre con facilidad, pero lejos de seguirme la corriente se quedo viéndome.

- Vamos Jou, acaso no lo quieres? - Le hice una señal que viniera con mi mano como si le desafiara.

Jou no dijo nada, pero se dirigió hacia mí con intenciones de quitarme el valor, en mi mente, me imaginaba como se vería sonriendo o riéndose, seguro se vería muy bien.

- Sabes, me gusta mucho ponerle condimentos y salsa de soja al arroz blanco. - Dije sin venir a cuento. - ¿A ti te gusta?

El no respondió, al principio pensé que no le interesaba pero entonces se me ocurrió que podría ser.

- ¿Quizás nunca lo has probado?

Por lo que veo así es, ya que respondió con su cabeza... quizás esta era la oportunidad de conocer mejor a Jou...

Caminamos por el nevado pueblo, la mayoría de la gente se encontraba refugiada en sus casas y como no, hacia una helada terrible además de que era una animada fiesta festiva, en el pueblo había pocas personas pero todos eran como una gran familia.

Pero Jou, bueno, su familia parecía bastante alejada del resto, y el a ser tan callado, muchos no tenían idea de como tratarlo aunque es posible que nunca supieran cómo iniciar una charla con el.

Una vez lo vi en el O-bon, se vestía bastante formal pero muy tradicional, no se si era imaginación mía pero sentía que se me quedó viendo... o pudo estar viendo cualquier cosa, quizás jamas lo sepa.

- Jou, ¿te me quedaste viendo en el O-bon? - ......¡NO PUDE EVITARLO!

Seguramente estará pensando lo peor de mí, quizás yo...

- Si.

¿Que?

- Creo que... debemos ir antes de que se nos haga tarde. - Tome un bocado de aire profundamente y exhale dejando salir un poco de mi aliento visible por el frío. - Hace frío, ¿no crees?

- Si...

Parece que solo se limitaría a responder si o no, durante el camino lo miraba de reojo y notaba como frotaba sus manos, no tenía guantes, con este frío era casi un delito andar con las manos descubiertas.

- Pontelos. - Le ofrecí mis guantes cuando andábamos a unas calles de mi casa. - Tranquilo, estaré bien.

Parecía negarse pero le tome de la mano y se los puse aunque no quisiera, intento quitárselo pero lo tomé de la mano para que así pudiéramos seguir sin perder tanto tiempo, quizás no pensé en lo que hacia, yo crei que le había tomado de la muñeca pero le había tomado de la mano de una forma tan poco casual que nuestros dedos se encontraban entrelazados, no me percate de esto hasta que uno de los abuelos del barrio nos vio y lanzó una leve risilla.

Entramos a prisa a mi fría casa, obviamente estaba así porque no tenía necesidad de encender la calefacción si iba a pasar casi todo el día fuera, espere en la entrada junto con Jou quien parecía algo avergonzado cuando le ofrecí unas pantuflas que tenía de cuando era más pequeño, realmente, nuestra diferencia de tamaño era algo...

- Vamos Jou, no esperaras que deje que te de un resfriado por andar en calcetines por la casa. - Insistí al ver que seguía tímido. - La calefacción es algo vieja y se tardará...

Todo parecía ser un proceso con Jou, no entiendo porque tenia tanta timidez, ninguno de los amigos que había traído antes a casa era así, normalmente reaccionaban con total libertad y asombro porque tenía un lugar casi totalmente libre de padres.

- Por fin está empezando a calentar... - Dije en voz alta mientras terminaba de ponerle las pantuflas a Jou. - Tranquilo, el arroz sigue calentito.

- Bien. - Vamos Jou, háblame mas.

Llegamos al kotatsu y le dije que esperara mientras traía la comida, incluso le ofrecí jugar con mi Nintendo Switch a pesar de que no se le veía muy convencido.

Por suerte, tenía razón, la arrocera mantuvo el arroz caliente y me puse el delantal para prepararle algo delicioso... ¿que puedo decir?, es mi invitado, sea callado o no tengo la esperanza de que si le cocino algo muy bueno podría hablar de ello, tal y como pasó con Endou San quien vivió conmigo durante todo el tiempo que duraron las preparaciones del nuevo equipo.

Al final me decante por hacer sopa de miso con algunas verduras salteadas y filete de tonkatsu, quizás me tarde un poco porque quería que la primera impresión quedará bien, pero... siempre me esforzaba en esto.

Al volver con la comida, noté como Jou estaba jugando con la consola mientras tenía la mitad de su cuerpo en el kotatsu, acostado en el tatami y con una concentración que se notaba a pesar de que su expresión parecía no cambiar.

- Si que te estas divirtiendo. - Le dije con ánimo intentando hacerle reír pero solo recibí a cambio que se sentara con formalidad y tensión. - Hey tranquilo.

Note como sus ojos se clavaron en la comida que traía y no se si fue mi imaginación, pero note un gruñido de su estómago.

- Mira aquí tienes, arroz blanco con sopa de miso y... - Acomode la comida sobre la mesa del kotatsu.

- ¿Soya? - Preguntó Jou con algo de brillo en sus ojos.

- Si, traje soya para acompañar y otras cosas por sí quieres probar. - Le sonreí mientras tomaba asiento frente a el.

Creo que estamos... teniendo una conversación.

- Itadakimasu. - Dijimos al tiempo para agradecer por la comida.

Jou esperaba a que diera el primer bocado pero yo esperaba ver su reacción.

- Se va a enfriar, Jou.

Jou dio un suspiro como si le hubiera causado pesadez y con sus palillos tomo algo de arroz con soya, su pequeña boca se abrió con modestia y lo empezó a probar, por un instante, creo que note una leve sonrisa en el.

- Sabroso. - Dijo sin más mientras tomaba un poco de cada cosa. - Muy sabroso.

No se porque pero me sentía muy alegre más allá de que era un pequeño halago, quizás porque quería ser su amigo.

- Ah cierto, ¿quieres que te preste el teléfono para que puedas avisarle a tus padres que estás aquí? - Se me había pasado eso por alto por alguna razón.

- No, les da igual. - ¿Que?

- Esta bien. - Decidí encender la TV para ver las noticias pero la señal se encontraba algo mala. - Cielos... - Hice zapping hasta dar con un canal que estuviera estable y vi algo que me heló la sangre del cuerpo.

 

EMERGENCIA EN HOKKAIDO

ATAQUE TERRORISTA

SE INFORMA A TODAS LAS PERSONAS DE HOKKAIDO QUE NO ABANDONEN SUS HOGARES Y ESPEREN NOTIFICACIONES DE LAS AUTORIDADES PERTINENTES PARA HACERLO, REPITO, NO SALGAN DE SUS HOGARES.

 

La mujer que daba la noticia se encontraba en lo que parecía ser el refugio de la ciudad en medio de una enorme ventisca que apenas hacia posible escucharla por el aullido del viento.

¡E-Endou san...!

Me levante con prisa del Kotatsu con las manos temblorosas mientras buscaba su numero para llamarlo y saber si estaba bien. Lo intente varias veces pero nada, Jou me miraba inexpresivo y no entendía que pasaba.

- E-Endou san está en Hokkaido con su familia... - Jou dejó caer sus palillos y saco su teléfono e hizo algunas cosas.

- No es bueno... - Susurro Jou. - Mira.

Jou acercó su teléfono a mi rostro y pude leer cómo la gente hablaba en pánico sobre que un joven con un balon de futbol disparaba supertécnicas hacia los edificios en un área residencial.

Mi corazòn se aceleraba guiado por un miedo indescriptible mientras esperaba a que respondiera.

- ¡Endou! - Grite al sentir que alguien contestaba el teléfono. - ¿¡Estas bien!?

 

El aullido de la ventisca resoplaba como si de un animal salvaje se tratara.

 

Pero podía escuchar quejidos y pasos, no...

 

De repente la llamada fue cortada.

 

No debo pensar lo peor, pero antes de que pudiera decirle algo a Jou, recibí una videollamada por parte de Endou, conteste al instante.

 

Había una persona que no reconocía.

sostenía a alguien de la muñeca mientras reía perversamente hacia el teléfono como si presumiera una presa.

 

"¿Estas buscando a esta persona?"

 

De repente llevo la cámara hacia abajo y pude ver el rostro de Endou totalmente ensangrentado y golpeado.

Ese tipo de cabello rosa y sonrisa de cretino, estaba presumiendome como había derrotado a Endou san...

 

"Es un debilucho, niño, no pudo ni soportar una docena de mis disparos"

 

Mi sangre hervía en cólera...

 

"¿Quieres que lo deje ir?, eso debes ganartelo, además él será el próximo portero del equipo, solo necesita unos cuantos retoques"

 

"Detente"

"Ven y evita que lo haga"

 

Me fui corriendo con cólera a la entrada de mi casa para ir a Hokkaido a patearle el culo a ese cretino pero de repente, mientras escuchaba como se mofaba.

 

"¡Solo eres otro jugador de baja categor....!"

Vi como soltaba a Endou para rápidamente disparar o poderoso tiro que casi al instante pareció devolverse con el doble de potencia hacia el dándole la cara.

"Así que todavía quieres mas."

Dijo finalmente antes de dejar el teléfono tirado.

 

Vi a Jou, no sabia como decirle todo lo que pasaba o si él había visto lo que ocurriría, si quiera si lo entendía, pero la verdad, creo que la expresión de mi rostro lo decía todo.

- Debo ir a ayudarle. - Le dije en voz baja mientras cerraba los puños y me disponía a ponerme las botas de nieve para llegar a la estación. - Lo siento.

Estaba tan nervioso que las botas resbalaban de mis manos y la torpeza parecía invadirme, mi corazón latía con preocupación y pesadez, por mucho que tomara el tren bala me demoraría una hora en llegar y peor aun... no tenia dinero para tomarlo.

De repente mire a mi lado y Jou ya tenía sus botas puestas y estaba totalmente listo para salir, al ver como estaba se acerco y me ayudo a vestirme.

- ¿Eh?, ¿qué haces?

- Estas nervioso. - Me dijo con total tranquilidad. - Iré contigo.

- Es algo peligroso, no puedes simplemente...

- Si es peligroso, debo ir. - Me interrumpió al instante.

No tenía tiempo para discutir con Jou, por raro que suene... el hecho de que me lleve la contraria y me comunique lo que siente me hacia sentir algo feliz en medio de tanta preocupación, seguro la policía ya andaba enterada de todo esto pero lo que ocurría parecía ser demasiado increíble.

¿Que quería de Endou san?, ¿alguien más está enfrentando a aquel tipo?, cielos... ¿Como llegare a Hokkaido?...

Salí de casa disparado hacia la estación de tren no sin antes caerme al menos una vez por imprudente, sería malo si llegaba lesionarme ahora que debo ayudar al capitán, miraba de reojo cada tanto para ver si Jou me seguía pero tenía un rato sin poder verlo.

Finalmente llegué a la pequeña estación, ya me imaginaba que debía tomar algunas escalas... demasiadas si no tomaba el tren bala, pero el dinero que tenía en mis bolsillos apenas me alcanzaría para tomar dos escalas y quedar a 4 estaciones de Hokkaido...

- Sakanoe. - Di un sobresalto dejando caer el dinero que contaba con mis manos una y otra vez como si esperara a que milagrosamente se multiplicará. - Toma.

Jou Apareció detrás de mi dándome el susto de mi vida, mi corazón y respiración se aceleró demasiado y mientras me recomponía me di cuenta que me ofrecía un pase en tren bala completo (JR Pass), esto... no era barato, ¿de donde lo saco?, ¿acaso se le cayó a alguien?

- ¿De dónde sacaste esto...? - Le susurré como si estuviéramos haciendo algo malo. - Acaso lo...

- Lo compre. - Dijo con su expresión calmada y suave voz. - De hecho. - Me enseñó otro.

Este chico.. está yendo demasiado lejos por razones que no entiendo, pero no podía permitir que un novato aun mas novato que yo corra tal peligro.

- Jou, te estoy diciendo que esto es peligroso...

- Lo sé. - Jou me tomo de la mano por sorpresa y apenas alcance a tomar el dinero que había dejado caer. - Debemos irnos ya.

- ¡E-Espera!

Jou no se detuvo y pude notar algo curioso mientras corríamos hacia el tren, sus pisadas apenas se escuchaban, era como si sus zapatos o el estuvieran hechos para ser sutiles.

Vimos el tren que nos correspondía y apenas alcanzamos a llegar justo antes de que dieran la orden de partir, el encargado de la seguridad del tren nos miró con reprimenda aunque intentaba disimularlo, por las dudas me disculpe en nombre de los dos y sin más, procedimos a unos asientos.

Cuando me senté me di cuenta que en ningún momento Jou me soltó la mano, sus manos se sentía tan suaves y pequeñas, su forma de sostenerme era natural, sin apretar demasiado y con una sensación de serenidad que me invadía.

- Mira. - Jou me sorprendió pensando tonterías, creo que no se percató que veía nuestras manos unidas y fingí ver la ventana. - Encontré mantas.

Me hice el despistado y me gire a ver las mantas.

- La verdad es que hace frío, qué buen descubrimiento, Jou. - Le sonreí con naturalidad y me disponía a soltarme de su agarre pero Jou fue tan rápido que ya me nos había cubierto a ambos con la manta. - Ah... eso fue rápido. - En ningún momento me soltó.

- Tenias frió. - Respondió así nada mas.

Ambos duramos un buen tiempo callados simplemente... tomados de la mano sin más, la verdad no me gustaba estar tanto tiempo callado.

- Jou. - El chico se giró a verme con sus grandes ojos. - ¿Estás seguro que tus padres no dirán nada de todo esto?

- No pueden. - Sentí su mano un poco más fría en ese instante. - Ya no están.

¿Que?, acaso... ¿me está queriendo decir que ellos fallecieron?

- Lo siento.

- Esta bien. - Mantuvo su expresión fría en todo momento aunque algo en él me daba a entender que estaba vulnerable. - Fue hace mucho.

No sabia que decir... quizás todo este tiempo había estado metiendo la pata sin darme cuenta.

Después de unos minutos algo incómodos, Jou sacó su teléfono con su mano libre y comenzó a distraerse, así que también hice lo mismo pero estaba buscando más información sobre el incidente de Hokkaido.

La gente en los foros estaban locos con el tema, o eso me parecía, exagerar los hechos o directamente se inventan unas teorías muy locas pero entre todos ellos había alguien que parecía saber cosas similares a las que yo vi en la videollamada al teléfono del capitán.

"Este incidente tiene similitud con el evento de hace años, un ataque selectivo de jugadores, no digo que esto necesariamente tenga que estar involucrado con lo que pasó en la madrugada con aquella escuela de Estados Unidos, pero, es de mencionar que el secuestro de jugadores parece ser el modo de operar y eso es algo que se asocia a lo ocurrido con lo de los aliens... ¿pero a quienes buscan?, ¿que quieren?, el hecho de que todo parece indicar que el príncipe de las nieves está interviniendo en Hokkaido parece un hecho pero... todo esto se sale de las manos, no tiene precedentes, seguiré informando en este hilo."

Dicho comentario fue dado por un tal "wonderglass", un usuario destacado de Inachan al parecer.

- Tranquilo. - Jou interrumpió mi búsqueda al notar que también había apretado mi mano que había empezado a temblar. - Encontraremos al capitán.

 

BIENVENIDOS A HOKKAIDO

 

Me sobresalte al escuchar el anuncio, en algún momento nos quedamos dormidos luego de que intentara sacarle charla a Jou quien mantuvo silencio luego de decirme eso, y para empeorarlo me había quedado dormido hacia el, me levante con la esperanza de que él no se hubiera dado cuenta pero sentí su mano sin soltar la mía por lo cual lo jale un poco... menos mal ya estaba despierto.

- Buenos días. - Dijo Jou sin más levantándose del asiento por mi jalón accidental.

- L-Lo siento.

De repente note como uno de los encargados del tren se nos quedó viendo, su apariencia parecía ser la de un señor que fácilmente podría ser un abuelo con una sonrisa notable en su barba y bastante amable en su expresión corporal, sentí tanta vergüenza que quería soltarme pero no me dejo hacerlo.

- D-Disculpa es que mi amigo y yo... - Movía mi otra mano con desesperación intentando dar a entender que no era lo que parecía.

- Señores pasajeros, ya deben desembarcar. - El hombre tosió un poco como dándonos la señal de que debíamos apresurarnos. - También observe que ambos estaban dormidos durante el protocolo de emergencia. - ¿¡HUBO TAL COSA!? - En vista de los recientes acontecimientos en la ciudad, estamos ofreciendo a todos los pasajeros la oportunidad de permanecer en la estación o volver a su destino.

- Cielos... las cosas no parecen ir nada bien. - Sentí un escalofrió recorrer mi cuerpo entero.

- Al ser menores de edad, me veo en la obligación de supervisar que no abandonen la estación.

- Entiendo..

Al parecer las cosas no podrían ir peor, ahora tenemos a un "adulto responsable" pero quizás... eso podría ser útil...

- Bajemos Jou. - Le dije a mi compañero con total calma.

- Siganme por favor y por cierto, asegúrense de salir bien abrigados.

Una vez que bajamos del tren pudimos ver como la estación entera parecía un refugio de personas víctimas de una catástrofe como lo que parecería ser un tsunami o terremoto, las personas en sus rostros mostraban terror y desesperación.

- Por como esta el clima es peligroso salir. - El frío me invadía de lleno mientras notaba el aliento del encargado. - Siganme, necesitaran protegerse del frío.

Incluso en el interior de la estación el frío parecía ser igual a como si estuviéramos fuera en plena ventisca, las paredes crujían y el viento aullaba con fuerza contra las ventanas impactando con nieve.

El encargado nos llevó a un área donde había otros niños y adolescentes, algunos no estaban con sus familias y se veían muy tristes, otros parecían tomarse la situación a gracia y algunos simplemente jugaban, pero nosotros...

- Mira. - Dijo Jou acercándose a un calefactor para calentar sus manos.

Quizás... era mi oportunidad. observe al encargado quien parecía estar ocupado tomando algunas cosas para nuestra estadía en este sitio y Jou estaba calentando sus manos en el calefactor, di unos pasos hacia atrás, que me costaron dar por lo que estaba haciendo... estaba rechazando la preocupación y bondad de ellos...

Empecé a caminar rápidamente sin intentar llamar la atención hasta que fui empujado por una multitud de personas que se quejaban por como se había detenido el servicio del tren, menos mal pude mantener el equilibrio debido al entrenamiento que me había dado el capitán y luego de recomponerme, logre esquivar a la multitud con facilidad.

Corrí lo mas rápido que pude hacia la puerta con el corazón cada vez latiendo más fuerte y sintiéndome culpable, perseguido y preocupado.

Abrí y casi al instante cayó una tonelada de nieve pero aun asi intente abrirme paso, el frio era terrible y no podía escuchar o ver casi nada por la ventisca. Solo tenía la certeza que si me acercaba al punto más frío podría encontrar que era lo que causaba todo este caos, pero cada paso era como nadar mar abierto, como si por cada paso retrocediera tres.

Mis dedos temblaban a más no poder, casi no sentía mis pies... no se cuanto tiempo había pasado pero solo podía sentir oscuridad luego de que mis ojos se maltrataran por la nieve.

Podía desmayarme en cualquier momento, era como si hubiera una pared de nieve al frente de mi pero seguía intentando una y otra vez hasta avanzar.

- ¿Que?... - De repente me encontraba en un sitio donde la ventisca no existía y todo parecía tan brillante y tranquilo. - ¿D-Dónde estoy?

Mi cara estaba casi totalmente hundida en la nieve, pero alcanzaba a ver todo eso, me costaba levantarme pero alcanzaba a ver y escuchar algo a la lejanía que para mi sorpresa no era la ventisca.

- Oh vamos, han pasado dos horas. - Esa voz... - Ya rindete, no puedes contra nosotros dos.

Parecía ser una pelea.. en medio de todo esto, solo podría ser... he llegado a donde ocurrió esa llamada.

- Vamos hermano, es tu turno. - Dijo otra voz que no reconocía. - Yo ya derrote fácilmente a quien me tocaba.

- Si que estas impaciente desde que volví. - De repente la ventisca empezó a manifestarse de nuevo pero se dirigía toda hacia un solo punto. - ¿Entonces quieres un disparo doble?

Me levante lo mas rápido que mi débil cuerpo permitía y pude poner de pie para ver a dos siluetas oscuras y muy similares muy cerca a un balón cubierto de nieve, quienes veían en dirección a un chico semidesnudo de cabello castaño que estaba muy golpeado y agotado, el noto mi presencia como si fuera alguna clase de espíritu y me dijo unas palabras que no podía huir por la ventisca pero señalaba hacia los restos de una casa, me escondí un poco antes que aquellos dos me vieran y me empecé a mover arrastrándome.

Justo cuando llegue a los escombros de la casa, note algo de sangre en ella en los restos de nieve y sentí un frió aun mayor del que se generaba alrededor y más aún cuando al buscar un poco en ella encontré el cuerpo de Endou San, muy frió... pero aun respiraba a pesar de que parecía haber perdido sangre y su cuerpo estaba herido.

Pero de repente, como si mi cuerpo se hubiera quedado paralizado mientras intentaba sacar a Endou de los escombros, mis oídos sintieron un fuerte pitido que casi me hace desfallecer y sin mas, dos voces muy similares se escucharon al unísono, como si fuera la señal del fin.

 

El viento explotó,

la nieve crujió totalmente

y se disparó de golpe,

hacia lo que me imaginaba que era aquel chico...

Hyouketsu no Gungnir

Eso era una... supertecnica... como nunca había sentido antes...

 

Fue como un pestañeo donde todo se torno cristalizado y carmesí a mi alrededor, quizás por instinto había cubierto al capitán con mi cuerpo como si sirviera de algo ante aquel poder pero aun así reuní valor, tome a Endou san pero no podía cargarlo solo debido a cómo temblaba mi cuerpo...

- Déjame ayudarte.

Gire y vi a Jou, ¿¡COMO DEMONIOS!?, no importa, ahora no es el momento para preguntarme como me siguió y encontró... pero aun así, Dios... debo dejar de preocuparme y actuar antes de que nos descubran.

- Vamos. - Jou tomo las piernas de Endou omitiendo el hecho de que el andaba desnudo tal y como yo hice.

Tenerlo cerca, a pesar de que todo lo que pasaba y que se me caía la cara de la vergüenza, me reconfortaba y me daba la seguridad para poder continuar con esta locura.

Pero si nos descubren estamos muertos, tal y como podría estarlo aquel chico que me compraba tiempo...

Nos alejabamos lo más lejos que podíamos aunque la ventisca había parado el miedo que sentía solo se incrementó, era como si tuviéramos a unos animales salvajes a apenas unos metros detrás de nosotros, le indique a Jou que nos debíamos esconder debido a que la nieve nos llegaba hasta las rodillas, si no éramos capaces de ocultarnos nos encontrarían mas fáciles aunque el rastro...era muy evidente.

Encontramos refugio en el agujero de un árbol derribado, pero tan pronto como lo hicimos escuchamos pasos y luego como la parte superior del árbol rompiéndose por un balonazo.

Mi corazón estaba por detenerse del miedo pero de repente podíamos escuchar ambulancias y patrullas de policía acercándose, pero aun así, ¿eso detendría a esos locos?, esos malditos demonios gemelos.

- Aquí están. - Exclamó con arrogancia el de cabello rosa mientras sonreía desafiante.

- Es hora de que vengas con nosotros, Endou Mamoru....¿ah? - Al parecer el de cabello gris empezaba a tener una jaqueca severa y sus ojos parecían cambiar de color intermitentemente. - ¿P-Porque le hice eso...?

- Maldición, al parecer todavía no lo asimilas. - Refunfuño el otro. - Ni se te ocurra....

El de cabello gris empezó a intentar atacar al otro pero cuando se acercaba al balón para atacarlo, pero el de cabello rosa fue más rápido y le dio un balonazo en el estómago para dejarlo inconsciente.

- No me hagas hacerte esto, Shiro. - El agresivo chico tomó a su aparente hermano y lo cargo, no sin antes lanzarnos una mirada funesta. - Hoy tuvieron suerte, pero no ganarán nada con esos patéticos intentos.

Finalmente desaparecieron en una extraña neblina del cual salió un extraño rayo de luz disparado al cielo de color celeste... que carajos... aun así, creo que moje mis pantalones del terror.

- ¿J-Jou...? - Note como se levantaba e intentaba tomar a Endou consigo. - S-Si... debemos ir por ayuda...

- Si. - Jou se estaba esforzando a pesar de que su expresión no había cambiado... aun así sentía que estaba molesto conmigo. - Esto... yo...

De repente recordé al otro chico, cielos, debe estar...

Salí lo mas rápido que pude de aquel árbol roto en dirección hacia donde estaba el por ultima vez y de donde se originó aquella supertecnica, pero aun así, mis ojos no podían creer el grado de destrucción que había a mi alrededor, casas, árboles, autos... y aquel chico quien parecía estar en un agujero de más de diez metros cubierto de cristal.

- Oh no... - Me lleve las manos a la boca pensando con la posibilidad de que quizás había muerto.

Pensaba en bajar y socorrerlo, pero no tenía nada a la mano para bajar... para mi sorpresa, de repente empezó a moverse con dificultad y su respiración parecía volverse cada vez más agitada como si fuera un animal furioso.

- M-Mamor...Mamoru... - Dijo casi como un gruñido mientras tocaba el pecho desnudo con fuerza. - El...

- ¡No te muevas!, ¡ya viene la ayuda! - Le grité para que se diera cuenta que si se movía podría hacerse daño.

Por suerte no se tardaron en llegar las ambulancias, aquel chico seguía de pie, no podría ver su rostro y el equipo de rescate mencionó que estaba inconsciente pero inmóvil a pesar de mantenerse en esa postura, a pesar de que Jou y yo no sufrimos daños directos, nos llevaron porque estábamos fuera en plena ventisca, íbamos en la misma ambulancia y cielos... creo que jamas había sentido tanta presión en mi vida, pero aun así, Jou no soltaba mi mano.

- ¿Sakanoe? - Me susurro Jou al notar lo que pasaba.

- Somos débiles, Jou. - Intentaba evitar que me salieran lágrima de los ojos por todo lo que paso, pero era la verdad, ni siquiera el capitán pudo detenerlos. - No pudimos hacer nada...

- Sakanoe. - No podía verlo a la cara pero si sentí como me daba una palmadita en la mejilla con su mano libre mientras perdía un poco el equilibrio una vez que se movió la ambulancia.

- Jou ten cuida... - Habíamos quedado en una posición algo ridícula porque parecía como si descansara su cabeza en mis piernas, creo que ambos nos vimos a los ojos bastante apenados e intentamos separarnos pero el vehículo no dejaba de moverse.

- Hey, dejen de moverse. - Nos regaño uno de los miembros de la ambulancia que intentaban estabilizar a Endou y quien deduje luego de verlo bien un rato, Tachimukai, todavía recuerdo su "descripción.

No tuve de otra que quedarme así con Jou... no es que me queje, era cómodo pero me daba algo de vergüenza a pesar de que ni siquiera nos estaban viendo y quizás el sentirme así evitaba que lo que pasaba al frente de nosotros, no fuera tan terrorífico como lo que parecía.

El pulso de ambos disminuían mucho se quejaban como si tuvieran un mal sueño y parecían pálidos como un cadáver.

Nuestros caminos se separaron tan pronto llegamos, fuimos enviados a medicina general y ellos directamente a urgencias, el hospital estaba muy lleno y el sonido de la tos se hacia eco en los pasillos llenos de personas desesperadas.

Ambos no teníamos nada serio más allá de lo que parecía ser algunos síntomas de hipotermia leve, nuestros pies también estaban algo maltratados y además estábamos en problemas por desobedecer las órdenes de permanecer en la estación.

- Esta vez no tienen permitidos salir de aquí, cuando sus amigos estén bien y dependiendo de su estado, serán re ubicados en su misma habitación. - Dijo el médico encargado al cual le había rogado que por favor hiciera eso. - Aun así no puedo garantizar nada, están en un estado indescriptible, ¿están seguros que lo que contaron es verdad?

- Si señor, también le entregue mi teléfono a la policía - Los efectos del frío que pasamos se hicieron presentes en mi voz.

- Guarden reposo y ni se les ocurra escaparse. - El medico se acerco a la puerta y antes de irse miró a Jou. - Estás a cargo, después de todo tu tienes mejor cabeza para todo esto.

- Si señor. - Respondió mi amigo con su voz ronca.

El médico se fue y tan pronto como lo hizo, abandone mi cama para invadir la de Jou, mi amigo seguía igual, inexpresivo, pero se que esto era embarazoso para ambos.

- Vamos, dame espacio. - Le pedí amablemente mientras lo miraba con algo de reproche. - ¿cómo es eso de que hiciste todo un escándalo avisándole a la policía? - Todavía seguia sin creérmelo, una vez que Jou se dio cuenta de que lo había dejado.

- Me dejaste. - Su tono era algo triste. - Somos un equipo.

Maldita sea... me siento culpable.

- Lo siento Jou... - Trague algo de saliva. - Es solo que queria que no corrieras riesgo alguno.

- Lo corrí igual. - Sentenció mientras me tomaba de nuevo de la mano. - Y solo.

Definitivamente Jou estaba enojado, estaba apretando muy fuerte mi mano, incluso podría decir que me estaba haciendo algo de daño.

- Eres mi amigo, de por si todo esto fue casi una misión suicida, si te llegaba a pasar algo por mi culpa no podría perdonarme...

- Igual, si te pasaba algo a ti. - Su mano empezó a temblar pero su expresión no cambiaba. - Yo no perdonaría.

- ...

¿Que estaba haciendo?... yo no hago esto, no puede ser que esté haciendo esto... estaba abrazando a Jou mientras me dejaba llevar en silencio por la necesidad de que me perdonara y entendiera lo que decía, a pesar de que no quería escuchar como estaba sufriendo por mi culpa, no se porque le preocupo tanto y porque, el imaginarme que la pasó mal por mi, me afecta en tal escala.

Nuestros heridos pies se chocaban un poco contra el cuerpo del otro a pesar de nuestra evidente diferencia de altura, a pesar de que hacia frío me sentía cálido por el contacto y extrañamente eso me reconfortaba.

- Esto es algo gay. - Dije en voz alta y me levante automáticamente para irme a mi cama, sin mirar a Jou y tambaleando un poco ya que el resfriado cada vez tomaba más control de mi.

Llegue a mi cama con suerte y me juré a mi mismo que no volvería a hacer eso, no es como si me gustara Jou o algo, no es como si pensara mal de las personas homosexuales pero yo no era uno.... yo no...

 

Mire la palma de mi mano recordando lo que tanto me avergonzaba.

 

No, no lo soy, estoy bien, todo está bien... esa es la misma mano a la que Jou tanto se aferra...¡NO!, ¡TODO ESTÁ BIEN!, ¡ES SOLO EL RESFRIADO!

 

Mi sonrojado rostro... por la fiebre se hundió entre las mantas de mi cama...

Y menos mal me dormí.

 

Estaba tan cansado que no soñé nada y lo agradezco, luego de todo lo que pasó ese día mi corazón y mente estaban muy afectados, seguro tendría una pesadilla con esos dos demonios y como estaba Endou san, su novio y Jou...

Desperté al escuchar que abrían la habitación en la que nos encontrábamos, pero no pude moverme ya que veía que entraba en una camilla totalmente inconsciente y vendado, Endou... incluso tenía un asistente respiratorio y monitoreador cardíaco.

Las enfermeras se retiraron en silencio luego de poner todo en orden y cubrirlo con una cortina, definitivamente sufrió mucho, tenia que verlo mas de cerca y aunque sabía que no estaba despierto, quería hablarle, pero no podía moverme por dos grandes razones, tenía fiebre y además...

- Jou. - Quería asegurarme que estaba despierto pero no recibí respuesta. - ¿Porque...?

Su pequeño cuerpo y manos cubrían mi espalda debido a que había dormido de lado... pero aun asi, ¿¡QUE DEMONIOS HACIA AQUÍ!?.... lo peor es que podía sentir algo que punzaba mi espalda y no eran sus manos porque no era para... ¡QUE NO SEA LO QUE CREO!

A pesar de mi sobresalto, mi cuerpo no podía moverse y mi mente estaba demasiado agotada... creo que por ahora solo debo dejarme llevar y descansar ya que después de todo lo que pasó, aunque estemos heridos y enfermos, ya todo esta... ¿bien?

 

Notas finales:

Gracias por leer. 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).