///Tensa////
Sousuke…espera no puedo más.
-Claro que puedes, ahora muévete es una orden de tu marido.
Refunfuño y sonrío traviesamente para él mirándolo sonreír. Jadeo sintiéndolo totalmente duro y palpitante dentro de mí. Un gemido bastante vergonzoso se escapa de mis labios al sentir como me da una dura nalgada. Tan solo me agarro de sus hombros comenzando a mover mis caderas, de inmediato un placer candente y delicioso comienza a recorrernos el cuerpo. Sousuke gruñe excitado aferrando sus manos a mi cintura moviéndose bruscamente para acelerar el ritmo de las penetraciones. Haahh…no…no, me…ahhh, me correré.
-Hazlo.
Grito sintiendo como su erección no para de golpear ese punto que me enloquece y me hace alucinar. Montones de pequeños espasmos de placer comienzan a acumularse en mi vientre bajo haciéndome vibrar. Ahh…Sousuke…ahí, ahí más.
-Vamos Tensa grita mi nombre más.
Derramo algunas lágrimas gimiendo su nombre con cada embestida mirándolo sonreír perversamente y sobre todo muy orgulloso. Intento soportar respirando agitadamente hasta que no logro contenerlo más corriéndome sobre su abdomen sintiendo como él lo hace dentro de mí a los pocos segundos entre un par de gruñidos y maldiciones. Me separo con cuidado y su ayuda recostándome a su lado abrazándolo y tomando su rostro para besarlo con demasiada pasión sintiendo una de sus manos recorrer mi pecho hasta mi vientre el cual acaricia tiernamente.
-Todo el mundo se sorprendió al verte regresar con semejante vientre. Realmente fue bueno habernos ido juntos.
Lo fue, ya no puedo esperar por contarle la noticia a papá y a Shiro-nii de que estoy embarazado por fin, también le pediré muchos consejos a Jugram. Ojalá Ichigo también estuviera aquí… Mis ojos se ponen llorosos a la vez que siento como Aizen me abraza con fuerza.
-Él debe de estar bien, después de todo es tu hermano. Aunque eres un llorón has demostrado ser uno realmente feroz.
Que graciosito. Le doy un pequeño golpe mirando cómo se ríe divertido. Sousuke ¿Por qué yo?
-¿Tú qué? ¿Por qué eres tan llorón y torpe? Ni idea…
¡No eso! ¡Y tampoco lo estoy admitiendo! Nos reímos mientras yo bostezo un poco. Me refiero a que ¿Por qué tu padre quiso que te casaras conmigo? ¿Por qué no con Ichigo? Sus edades son más parecidas y ya sabes…en aquel entonces era más probable una unión con él. Miro a Aizen el cual chasquea la lengua girándose y dándome la espalda. Permanecemos en silencio un par de minutos mientras yo pienso si dije algo malo ¿Se habrá enojado?
-Yo se lo pedí.
¿Ehh?
-Que yo se lo pedí carajo. Te pedí a ti y no a Kurosaki Ichigo porque tú siempre me has gustado.
¿Qué? ¡¿Yo?! ¡Pero si nunca nos habíamos visto antes!
-Eres un tonto, ya nos conocíamos desde mucho antes.
¿En serio? Aizen vuelve a girarse encarándome y dándome un diminuto golpecito en la nariz con sus dedos.
-Cuando tenía trece mi padre encontraba divertido reunirse con el tuyo y otros jefes de tribus cercanas en el enorme caudal del cañón del rayo. Tu padre siempre te llevaba consigo, eras un mocoso idiota que siempre se estaba tropezando con cualquier estúpida piedra mientras intentabas aprender a cazar pero aun así eras interesante. A pesar de que todos se burlaban de ti jamás te importó y siempre seguiste intentando mejorar. Supongo que eso me gustó de ti…Un día la corriente subió demás y caí por accidente al caudal y tú me rescataste.
¡¿En serio?! Aizen rueda los ojos sujetando todo mi rostro con su mano agitándome.
-Si tonto, un mocoso llorón y torpe como tú me rescató, cuando los demás pensaban lo peor tú fuiste más listo y te adelantaste con un par de ramas. Me logre sujetar y antes de despedirnos te agradecí y te dije que jamás te olvidaría y me contestaste lo mismo. Por eso cuando arreglaron nuestra boda te pedí a ti, el problema es que cuando nos reencontramos varios años después tú no me reconociste.
Ya recuerdo, me tropecé y…
-Te dije que eras más torpe de lo que recordaba y vas y me preguntas lo peor ¿Nos conocimos antes? Estúpido mocoso idiota rompe promesas. Por eso me enoje…
¡Y comenzaste a ser un odioso moleston! Ahora entiendo y recuerdo muy poco… Si me acuerdo que alguien se cayó en el río aquella vez pero ni siquiera sabía tu nombre así que supongo que lo olvide. Pero ahora que hemos recordado nos amaremos dulce y tiernamente y seremos extremadamente felices para toda la eternidad ya que de ahora en adelante serás sumamente cariñoso, compasivo, amoroso y lindo conmigo. Aizen comienza a carcajearse presionando mis mejillas.
-Sueñas mucho tonto, ahora que lo sabes te molestaré aún más porque te lo mereces y porque me encanta verte berrear.
Inflo los cachetes jalándole el cabello ¡Sousuke idiota! Le jalo las mejillas mientras él me hace cosquillas hasta que escuchamos un golpeteo en la puerta.
-Aizen-sama, Tensa-sama tiene un visitante.
¿Visitante?
-Shiro-sama del clan del fuego.
¡Shiro-nii está aquí! Me levanto de un brinco con cuidado por mi bebé para amarrarme algo a la cintura y salir a toda prisa buscándolo hasta que lo veo quedándome estático. Shiro-nii…
-Hey lloroncito, tanto tiempo sin vernos. Vaya, vaya por lo visto has estado ocupado, mira ese enorme vientre. Por cierto mis caballitos están dormidos y me hicieron favor de colocarlos en una choza, espero no te moleste.
¿Qué…qué te pasó? De inmediato mis ojos se llenan de lágrimas mientras corro a sus brazos aferrándome a él sintiendo como también me abraza con demasiada fuerza. Shiro-nii ¿Qué te pasó? ¿Quién te hizo esto? Tu cabello…y estas cicatrices. Miro que su largo cabello blanco como la nieve que solía trenzar y le llegaba más allá de la cadera ha sido cortado horriblemente casi por completo tan solo quedándole al ras. En su rostro se marca una terrible cicatriz no muy grande que sin embargo le cruza los labios horizontalmente más una grande que tiene en el pecho y un par más en todo el cuerpo. Shiro-nii responde ¡¿Quién te hizo esto?! ¡Lo mataré!
-Basta idiota me harás llorar enfrente de todos estos imbéciles que no conozco. Deja de llorar carajo, no llores ¿Qué no te enseñe eso?
Toma mi rostro haciendo que lo mire sin poder evitar seguir llorando. No entiendo que pasa.
-Deja de llorar te digo.
Seca mis lágrimas mientras yo me contengo para luego respirar hondo y tomarlo de la mano. Ven conozco un lugar. Lo llevo conmigo viendo como toda la gente lo mira con desagrado, después de todo que un salvaje pierda su cabello de esa manera es una forma de castigo. Debió de haber hecho algo realmente malo para que tuviera que pasar esto. Llegamos hasta el bosque metiéndonos entre los árboles y sentándonos en la orilla de un pequeño río. Le sujeto la mano con fuerza permaneciendo en silencio mientras miramos el agua fluir ¿No me dirás qué pasó?
-Supongo que tengo que hacerlo ¿Cierto? Pero primero dime algo ¿Ichigo está aquí?
¿Ichigo? ¡No! ¿Cómo podría estar aquí? ¿Qué no se fue a la ciudad? Shiro-nii me mira fijamente para luego sonreír tristemente.
-Ya veo, no sabes nada.
¿No sé qué? Comienza a relatarme todo con respecto a la llegada de Ichigo y su marido pantera feroz sorprendiéndome al saber que inclusive ya dio a luz a sus hijos y también sobre el regreso de Kokuto. Escucho como me habla desesperado y con la voz entre cortada sintiéndome terriblemente angustiado e intentando contener mis lágrimas. Jamás en mi vida había visto a mi hermano llorar, nunca ni cuando era regañado o se lastimaba y ahora llora como un niño pequeño e indefenso.
-Ichigo se fue…se fue porque no pude protegerlo, porque le di la espalda y luego Jugram también me dejó después de decirme que había sido un ciego testarudo y que Kokuto quiso abusar de Ichigo y yo…yo no….¡Yo no lo sabía! Todo este tiempo nunca pude ver la verdad aunque la tuve delante de mis ojos.
Shiro-nii derrama algunas lágrimas al igual que yo por lo que de inmediato lo abrazo. No fue tu culpa.
-Si lo fue, si lo fue. No he podido hacer nada por nadie, cuando Jugram se fue ya nada me importó, sabía que había tocado fondo. De inmediato me fui contra Kokuto quería matarlo, quería asesinarlo, quería verlo sufrir por lo que le hizo a Ichigo. Peleamos como nunca, nos golpeamos, apuñalamos hasta los dientes nos clavamos llenando charcos enteros de sangre y ese infeliz al final logró escaparse. Perdí la consciencia por varias semanas y para cuando desperté estaba totalmente solo.
Ni siquiera el honor de mi hermano menor pude defender, tampoco pude creerle a mi esposa cuando me habló, en cambio quise creer en Kokuto solo porque me daba la razón y fingía ser mí amigo. Alguien…alguien como yo no merece ser el futuro líder del clan. Alguien que no cree en su gente y desconfía de sus cercanos no merece ser llamado líder. Alguien como yo no merece respeto alguno porque el respeto se gana y yo perdí el de todos.
No, Shiro-nii, tu eres el hombre más increíble que conozco junto con papá e Ichigo. Estabas equivocado es todo. Niega con la cabeza mientras yo lo intento consolar ¿Te…te sacaron del clan? ¿Se atrevieron a hacer eso?
-No…son unos idiotas y no lo hicieron pero yo tomé la decisión de irme con mis hijos.
¿Y…y tu cabello te lo cortaron?
-Yo mismo me lo corte, no tengo honor alguno ni orgullo que mostrar y el mundo tiene que saberlo. Tiene que saber que Shiro, el caballo blanco del clan del fuego ha cometido muchos errores, muchos que no merecen perdón pero que está arrepentido de sus acciones.
Shiro-nii… Lo abrazo con fuerza y él a mí para luego tomar su rostro. Está bien, ahora estás conmigo, yo no dejaré que nadie te lastime ¿Sí?
-¿Quién carajos te crees tonto? Yo soy el hermano mayor aunque no sirva mucho para ese papel ¿No es así?
Idiota Shiro-nii tú me hiciste fuerte cuando más débil me sentía y ahora me toca regresarte el favor. Tú y mis sobrinos se quedarán aquí conmigo como la familia que somos y cuando regrese papá ambos iremos a hablar con él y le pedirás perdón a él y a Ichigo cuando lo encontremos. Recuerda que papá nos enseñó que todas las personas cometen errores, y todos los errores pueden ser perdonados. Me mira fijamente para luego regalarme una diminuta sonrisa.
-Supongo que lo intentaré.
Bien dicho, ahora el punto es ¿Dónde está Jugram? ¿Sabes dónde se encuentran esas personas los gitanos de los que te habló?
-No…no lo sé, ni siquiera quise escucharlo, ni decirle nada simplemente lo deje ir porque seguía tan enojado por lo de Kokuto.
No te preocupes lo encontraremos ¿Sí? Haré que varios chicos rastreen en lugar.
-Mírate nada más, hablando como la esposa del jefe.
Tonto… Ambos nos reímos un poco mientras yo acaricio su rostro. Todo estará bien Shiro-nii, yo sé que debiste haberte sentido muy presionado y que solo querías lo mejor para todos en el clan. Lamentablemente las cosas no siempre son como queremos pero definitivamente enmendarás tus errores y podrás regresar a tu hogar junto a Jugram y nuestra familia.
-Cierra la boca que ya empiezo a desconocerte ¿Quién eres y qué le hiciste a mi hermanito el llorón torpe número uno del mundo?
Sigo siéndolo solo que también he crecido supongo.
-Lo sé, ahora debemos de regresar. Mis hijos no son buenos interactuando con extraños y no quiero que causen problemas en tierras ajenas.
Está bien, adelántate beberé un poco de agua. Asiente yéndose mientras ambos miramos a Aizen salir de entre los árboles, ambos se hacen una diminuta reverencia con la cabeza para luego seguir su camino ¿Escuchaste todo?
-Lo importante supongo.
Sousuke quiero que busquen a Jugram pero también quiero que encuentren a Kokuto a como dé lugar, lo que le hizo a mis hermanos, a mi familia y al clan del fuego no tiene perdón. Shiro-nii, él… Aprieto mis puños derramando un par de lágrimas de coraje. Nunca nadie había amado el clan tanto como él y luego Ichigo…¡Ahh! ¡Lastimó a mis hermanos! Por favor Sousuke ese hombre debe pagar por el daño que hizo y que seguirá haciendo si lo dejamos suelto. Por favor haz que lo encuentren te lo suplico.
-Supongo que somos familia y clan del bosque se especializa en rastreo de animales y uno de la calaña de ese tal Kokuto será fácil de encontrar.
Asiento abrazándolo y suspirando, ojalá que Ichigo esté bien al igual que Jugram, si les pasara algo Shiro-nii jamás se lo perdonaría…
////Grimmjow////
Joder Kurosaki ¿Seguro que no estás preñado otra vez tigre? Pesas maldición. Tan solo grito un poco y me rio al sentir como me jala el cabello mientras continuo cargándolo en mi espalda.
-No peso nada, bueno lo normal y mira que no comí mucha carne los últimos días. Además es tu culpa, ahora te aguantas y me cargas hasta que me sienta mejor.
¿Carajo y cuándo mierda será eso? Te llevo cargando desde hace horas, ya no siento las piernas.
-Cuando yo lo decida tonto. Además no es mi culpa que cierto idiota no haya amarrado los caballos y se hayan ido.
Imbécil se supone que tú lo harías.
-¿Yo por qué? ¿Tú eres el marido no?
¡Y eso que!
-Grimmjow todo el mundo sabe que el marido es quien amarra los caballos.
Cierra la boca idiota ¿Dónde dice eso? ¿En tu puto manualito de “Prácticas del buen marido salvaje”? Vete a la mierda.
-Vete tú idiota pero sígueme cargando ¡Me gusta!
Intento soltarlo sintiendo como aprieta mi cintura con sus piernas mientras me abraza por el cuello más fuerte.
-Ni lo pienses cabrón, me follaste hasta dejarme inconsciente y ahora te aguantas.
¡No vuelvo a follarte en mi vida!
-Aja…¿Y luego qué?
Hablo en serio carajo.
-Si claro pantera en eterno celo.
Mira quién habla culo insaciable.
-¡¿Quién tiene un culo insaciable imbécil?!
Me vuelve a jalar el cabello con una mano mientras con la otra me ahorca haciéndome reír y ahogarme. Tú…maldición, deberías ser zorra en lugar de tigre. Eso te queda mejor, la zorra insaciable del clan del fuego.
-Te voy a joder tonto.
Ambos nos reímos hasta que siento como Kurosaki me jala del cabello haciéndome mirar al frente.
-¡Pantera feroz ahí hay luces!
Me fijo que evidentemente al final del bosque se ve más iluminado. Nos acercamos en silencio viendo que terminando el voladero a muchos metros en la parte baja del terreno se ven los cuarteles generales de la caballería. Trago un poco de saliva sintiendo como Kurosaki se baja de mi espalda estirándose y analizando la zona.
-¿Cuándo iremos?
Atracar a ese tipo mientras duerme no es una buena idea mientras que por la mañana requeriría de aunque sea algunos minutos y con eso bastará. El problema es que no sé dónde demonios está.
-Definitivamente es mejor que esperemos a la mañana, así podríamos crear alguna distracción y aprovechar para que busques a ese hombre y hables con él.
Que listo eres tigre, mereces que te la meta duro.
-Ja ja que ganas.
Bien, eso haremos espera ¿Ya estás caminando bien? ¿No te dolía todo?
-Ya me siento bien, el dolor se me fue hace como tres horas pero quería que me siguieras cargando, ya te lo dije me gusta.
Hijo de tu…silencioso y salvajemente calvo padre, te lo estás ganando tigre. Se ríe arrojándose a mis brazos hasta chocarme contra un árbol comenzando a besarme con pasión y deseo. Andas muy apasionado ¿No crees?
-No sé, me excita un poco el peligro. Ya sabes, siempre quise vivir grandes aventuras y sin duda a tu lado he vivido las mejores y esto me encanta, follando en territorio enemigo.
Ohh…eso me pone a mí aún más caliente pervertido. Me sonríe abrazándose a mi cuello mientras yo aferro mis manos a sus nalgas volviendo a cargarlo para girarlo y ahora chocarlo a él contra el árbol. Nos besamos y desnudamos entre gruñidos, gemidos y palabras obscenas dejando que la saliva fluya entre nuestras bocas al igual que la pasión. Joder tigre eres demasiado sexy para ser verdad.
-Fóllame ya Grimmjow.
Kurosaki hace su cabeza de lado dejándome lamer y morder la piel sensible de su cuello. Lo beso sin reparo alguno a la vez que meto mi nariz entre su cabello embriagándome con su delicioso y erótico aroma. Maldición Kurosaki me haces arder. Me sonríe uniendo nuestras erecciones y tallándolas juntas creando una increíble y candente fricción debido a todo el líquido que brota. Sin esperar más vuelvo a besarlo metiendo mi lengua en su interior profundamente sintiendo como vamos resbalándonos hasta quedar en el piso.
De inmediato le abro las piernas tanto como puedo, metiéndome entre ellas para luego tomar mi erección y llevar mi punta que no para de escurrir hasta su entrada comenzando a penetrarlo lentamente. Kurosaki grita aferrándose a mis hombros mientras yo siento que me derrito conforme me adentro en su húmedo y totalmente ardiente interior. Haahh…definitivamente el paraíso se encuentra entre tus piernas tigre. Me sonríe totalmente perdido y excitado ahogándose entre gemidos de placer y rasguñándome el pecho.
-Muévete ya joder, muévete, quiero sentirte totalmente duro dentro de mí pantera.
Te lo ganaste tigre. Me aferro a sus muslos con fuerza terminando de darle una dura estocada hundiéndome totalmente dentro de él. Ambos gemimos descontrolados sofocándonos en el abismo de la lujuria. De inmediato comienzo a embestirlo con rudeza mirándolo deshacerse entre el placer y la cordura de nuestros cuerpos uniéndose. Su calor es sumamente asfixiante y delicioso, no para de contraerse demencialmente a mí alrededor apretándome tan rico, siento que me vuelvo loco.
-Hahh…más, pantera más. Házmelo duro.
Me besa con pasión y rasguña la espalda hasta hacer mi piel arder mientras yo me lo follo duro y sin descanso escuchando sus gemidos y el sonido depravado y delirante de nuestros cuerpos chocando entre sí. Kurosaki me regala una mirada atrevida y lasciva a la vez que lleva una de sus manos hasta su erección comenzando a masturbarse hasta dejar sus dedos escurriendo en líquido caliente. Me sonríe llevando sus dedos hasta mi boca los cuales lamo y muerdo escuchándolo gemir.
-Ahh…Grimmjow más, ya casi…ahí…ahí me encanta…ahhhh.
Me encargo de golpear con más fuerza ese punto que lo enloquece escuchándolo gritar y viendo como sonríe entre cada jadeo terminando entre nuestros abdómenes rápidamente. Continuo follándomelo sintiendo que toco el bendito cielo dentro de él a la vez que tomo su rostro y vuelvo a besarlo, un beso mojado, ruidoso y muy ardiente que me hace temblar cada parte del cuerpo.
Algunas embestidas más dentro de su apretado interior me fulminan haciendo que me corra placenteramente. Salgo de él tan solo para dejarme caer para atrás totalmente agotado y exhausto. Kurosaki se acerca a mí acostándose a mi lado y abrazándose a mi pecho depositando pequeños besos sobre mi rostro a la vez que intenta regular su respiración.
-Grimmjow te amo.
Y yo a ti tigre. Sonreímos mientras yo cierro los ojos intentando descansar un poco.
-Pantera ¿Qué es la caballería?
Abro los ojos de golpe viendo como me mira curioso e inocente
-¿Pantera feroz? ¿Cómo es que conoces a una persona en ese lugar?
Nos miramos fijamente hasta que yo suspiro. Supongo que tendrás que saberlo y prefiero ser yo quién te lo diga. La caballería es una parte del cuerpo del ejército de tierra compuesto por soldados montados a caballo.
-¿Sol…soldados? ¿Esos con…con armas?
Me mira preocupado mientras yo asiento.
-¿Y qué hace la caballería?
En estos momentos no lo sé pero antes mantenían el orden de los territorios nuevos adheridos a la gubernatura del país. Ya sabes, defender e imponerse en las tierras como se les plazca bajo órdenes de un montón de idiotas.
-Entiendo ¿Pero por qué? ¿Quién les da derecho a exigir tierra que no son suyas y que han pertenecido a otros desde antes de que llegaran?
Nadie les da derecho, simplemente se lo toman.
-Grimmjow ¿Por qué es que conoces gente así de arrogante y malvada?
Porque yo era uno de ellos. Kurosaki me mira sorprendido separándose e incorporarse hasta sentarse mirándome demasiado preocupado. Rápidamente también me siento mirándolo fijamente. Lo siento tigre, te he mentido todo este tiempo.
-No…no entiendo ¿Eras uno de ellos? ¿Por qué?
Yo…yo era un capitán, empecé desde abajo y rápidamente me ascendieron de puesto. Tigre no mentí cuando dije que no tenía padres, simplemente era un huérfano de guerra y era enlistarme a la caballería o pudrirme en algún callejón. Por lo menos en la caballería me pagaban y con eso no nos moriríamos de hambre ni yo ni mi hermana.
-¿Tienes una hermana?
No realmente, solo es una niña con la que me críe. Todos…todos los días en el lugar donde nos criamos te pegaban hasta que no pudieras levantarte, de esa manera hasta el hambre y las condiciones se te olvidaban. Así que simplemente tome la decisión y me enliste a la caballería, de esa manera pude salir del orfanato y llevarme a Nel.
-Nel…Comprendo…sí, sí entiendo, entiendo lo hiciste por tu hermana, era la única opción ¿Verdad?
Me sonríe acariciando mi rostro.
-Pero ¿Qué hacía un capitán? ¿Cuál era tu trabajo?
Yo…Trago saliva mientras Kurosaki me mira un tanto asustado. Yo me…deshacía de…de los, de los que se rehusaban a acoplarse al gobierno y a las reglas. Kurosaki se queda quieto intentando hablar.
-¿Quiénes se rehusaban? ¿Per…personas?
Personas.
-¿Cómo más blancos?
Como blancos y… salvajes, cualquiera que se opusiera al gobierno eran declarados enemigos y debían ser eliminados. Kurosaki abre la boca para luego cubrírsela y derramar algunas lágrimas haciéndome sentir terriblemente mal.
-¿Tú matabas personas?
Sí…
-¿Ese era tu trabajo?
Sí…
-No…no, eso, eso no puede ser. Uno no puede decidir sobre la vida de los demás, tú no…nadie tiene el derecho de decidir algo así. No es verdad Grimmjow, tú jamás hiciste eso ¿Cierto?
Se seca las lágrimas tomando mi rostro entre sus manos y sonriéndome.
-Tú te rehusaste a hacer eso ¿Verdad? ¿Por eso es que dejaste la caballería no es así pantera feroz? Tú no lastimarías inocentes…
Lo miro desolado viendo la desesperación en su mirada y cómo me pide a gritos que no lo lastime. No…yo simplemente cumplía con mi trabajo. Cuando me salí de la caballería fue por otra razón. Escúchame Kurosaki, yo no me justifico, pero cada uno de ellos peleó con su vida defendiendo lo que creían al igual que yo en ese momento. Nunca fui cruel ni despiadado, siempre intente hacer todo de la manera correcta pero el final siempre era el mismo. Era yo o ellos… Kurosaki me mira desesperanzado temblando, llorando y alejándose un poco.
-¿A cuántos?
¿A cuántos qué?
-¿A cuántos mataste defendiendo a tu gobierno?
No…no es mi gobierno.
-¡¿A cuántos Grimmjow?!
No sé…no sé.
-Debes de saberlo, tienes que saberlo. No pudiste haber olvidado, por respeto no pudiste haber olvidado Grimmjow.
Muchos…muchos, demasiados, más de los que me gustaría recordar. No puedo evitar derramar algunas lágrimas de realmente recordar a la vez que lo tomo por los hombros haciendo que me mire viendo como respira agitadamente.
-Tú…¿Tú por lo menos les pediste perdón?
¿Qué?
-¿Les pediste perdón? Porque sabes…sabes que estabas mal ¿Cierto? ¡¿Lo sabes?!
Sí, estaba mal, siempre estuve mal. Lo sé, lo sé y si pedía perdón, siempre pedía perdón porque nunca quise hacerlo pero realmente era la única forma. Kurosaki toma agresivamente mi rostro mirándome fijamente con montones de lágrimas escurriéndole de los ojos.
-¿Estás arrepentido Grimmjow? ¡¿Lo estás?!
Me aclaro la voz asintiendo como nunca intentando contener las lágrimas. Sí, dios sí…sí, sí, me he arrepentido cada día de mi vida.
-Dilo Grimmjow, dilo fuerte, di que lo sientes y que estas arrepentido. Dile a la tierra que lamentas haber destruido a lo que ella le dio vida. Dilo Grimmjow ¡Dilo!
Lo siento, lo siento ¡Lo siento! ¡Lo lamento, siempre lo voy a lamentar! Perdón…perdón, lo lamento, nunca quise asesinar a nadie. Jamás quise esto pero fue lo único que tenía, era cobarde y tenía miedo de que se enojaran si me marchaba. Ahí conocían a Nel…me conocían...conocían a…a mi…a…a mí…
-¿A quién Grimmjow? ¿Tiene…tiene que ver con la mujer de la foto que estaba en tu casa? ¿Quién es ella Grimmjow? ¿Y ese niño? ¿Es…es tuyo?
Así que la recuerdas. No, no era mi hijo pero lo quería como si lo fuera y ella…no sé…no sé si era amor pero teníamos algo especial.
-¿Especial? ¿Por qué?
Cuando yo ingrese a la caballería todos me trataban mal por ser el nuevo, me golpeaban o me robaban lo poco que me pagan. Se entretenían moliéndome a palos para luego tirarme al lodo con los cerdos. Pero un día…un día Tier me salvó.
-Tier…
Ella era la hija del comandante de aquel entonces y era sumamente bonita, era preciosa, con ojos azules como el cielo y cabello dorado como el oro. Después de dejar a Nel encargada con los familiares de un compañero, Tier fue la única que estuvo ahí para mí. Al principio no era nada amoroso, después de todo ella estaba saliendo con un capitán que tiempo después se convertiría en mi amigo. Eso era todo, ellos eran mis únicos amigos en ese lugar, como mi familia.
Al poco tiempo que me nombraron capitán ellos se casaron y ella quedó embarazada al mes siguiente. Los tres éramos los mejores amigos. Él siempre me cubría la espalda y yo a él, todo marchaba bien hasta que un día en el cual Tier estaba por dar a luz yo le pedí por órdenes de superiores a su esposo que me acompañara a una redada contra un grupo rebelde que se ocultaba entre las montañas. Él aceptó, después de todo el deber era primero. En cuánto llegamos al lugar todo estaba silencioso y oscuro, sumamente sospechoso. Para antes de darnos cuenta estábamos ante una emboscada.
Los disparos comenzaron a mitad de la oscuridad hasta que alcance a ver sobre unas rocas a un niño de no más de doce años con un rifle. Me estaba apuntando pero…pero no pude defenderme, ese niño era el hijo de alguien y antes de decir más mi amigo me empujó tirándome del caballo, gritando mí nombre y recibiendo un disparo por mí, aquel niño realmente disparó. Para cuando reaccione e intente ayudar a mi amigo ya era tarde, solo me pidió que cuidara a Tier y a su hijo.
Aquella noche fuimos veintidós hombres y solo regresó uno, yo. Por mi culpa mataron a todos mis subordinados y a mi mejor amigo. Tier sostenía a su bebé en brazos mientras yo arrastraba una pila de cadáveres con mi caballo ingresando a la ciudad. Su hijo jamás conocería a su padre por mí…pero a pesar de eso ella no me culpó. Ella dijo que su marido y ella sabían a lo que se atenían debido a su rango y profesión. Sin embargo me sentí culpable y le prometí que siempre los protegería y que le daría mi apellido a su hijo.
Ella aceptó simplemente por cortesía, realmente era mi mejor amiga después de todo. Nuevamente Tier me animó a seguir adelante y poco a poco logre superar el dolor más no el recuerdo por lo que me enfrasque en el trabajo. Era la única forma de no pensar en el rostro de mi amigo suplicando y llorando, ahogándose en su propia sangre todo porque no fui lo suficientemente valiente para defenderme por mí mismo. Lo malo es que al poco tiempo Tier comenzó a enfermar y yo no me di cuenta.
Creí que con brindarle un hogar, dinero y alimento sería suficiente. No me di cuenta que era lo que ella realmente necesitaba. Un abrazo, un beso, un siempre estaré contigo. Tier tan solo agradecía dándome dulces “Te amo” sin pedirme ni una palabra a cambio. Cada día se veía más pálida y delgada sin embargo ella siempre me sonreía cálidamente pretendiendo que todo estaba bien hasta que un día cuando regrese a casa el comandante se llevaba a su nieto con lágrimas en los ojos.
No entendí hasta que entre a mi hogar y estaba vacío, Tier ya no estaba. Tier se había ido a comprar manzanas para prepararme una tarta ya que iba a ser mi cumpleaños pero nunca volvió. No pudo volver, la vida ya no le alcanzó para regresar a ver a su hijo. Por fin todo tenía sentido, Tier a la que prometí proteger con mi vida simplemente murió y ni siquiera estuve presente para ayudarla ¿Comprendes Kurosaki? ¿Entiendes qué ella sabía que moriría y nunca me dijo nada? Siempre supo que estuvo enferma y lo ocultó para no brindarme más penas.
-Grimmjow…no, no era tu culpa.
Lo sé. Ella me lo escribió…me dejó una carta y la leí tantas veces hasta que cada palabra se grabó en mi alma y el papel se destruyó. La carta decía “Querido Grimmjow, sé que me vas a extrañar pero no pienses que yo te olvidaré, o dejaré de amarte, sólo no estaré físicamente alrededor tuyo para decirte que te amo. Yo siempre te amaré aún más y algún día nos volveremos a encontrar los tres. Ya estoy con mi esposo y no sabes lo feliz que estoy.
Sé que probablemente estés triste, después de todo ya no tendrás quién te regañe por subir las botas a la mesa o por haber bebido de más. Sin embargo sé que ahora eres libre, libre de ir a donde quieras hacerlo, a donde realmente perteneces. Grimmjow la caballería no es lugar para un hombre de corazón noble y compasivo como el tuyo, lo tuyo va más allá de un caballo y un rifle ¿Conoces a los gitanos? Dan shows maravillosos y seguro que te sacan una sonrisa.
Deberías vivir como ellos haciendo lo que realmente te gusta. Grimmjow gracias, gracias por todo lo que hiciste por mí durante estos años. Jamás olvidaré que me amaste y me diste un hogar a mí y a mi hijo cuando nadie más lo hizo. Pero ahora le he pedido a mi padre que cuide junto con mi hermano de mi hijo. Grimmjow es tiempo de que te vayas y la única manera es que cortemos lazos. Para que nada nos separe que nada nos una mi feroz mejor amigo y mi valiente amor.
Y siempre recuerda que del otoño aprendí que aunque caigan las hojas el árbol sigue de pie. Te amo Grimmjow” Tan solo firmó y con eso me liberó o eso creyó ella. Intente hacerle caso sabes, escapé de la caballería y fui a ver a los gitanos, realmente eran maravillosos. Al poco tiempo conocí a Starrk salvándolo de algunos tipos de la caballería que aún me respetaban. Y ya que ni él ni yo teníamos mucho que perder y necesitábamos dinero simplemente comenzamos a robar.
Era fácil, era divertido, me hacía olvidar, me hacía sentir vivo. Era mejor que traer un uniforme de capitán con montones de medallas de honor y valentía que no tenía. Los vicios también me hicieron compañía, un par de tragos, apuestas, dolor, necesitar más dinero y robar. Era un ciclo, sin fin hasta que comencé a ahogarme en deudas y a meterme con gente peligrosa. Hasta que un día tuve la brillante idea de meterme a robar en la casa Yhwach el dueño de la ciudad.
Le robe un poco de dinero y de su habitación tome un anillo, vi que el propietario me estaba mirando sin embargo no hizo nada para detenerme. Creo que ya sabes lo demás ¿Cierto? Escape rumbo a los cañones y el desierto siendo perseguido por los matones de ese hombre hasta que lograron herirme. Me perdí entre las riberas y el bosque y luego cuando creí que todo estaba perdido. Cuando sentí que era hora de pagar mis culpas llegaste tú…Llegaste tú tigre.
-Grimmjow…
Me mira con los ojos llorosos mientras yo me seco las lágrimas para luego tomar su rostro y pegar su frente con la mía. Llegaste tú y me salvaste, me regresaste el aliento para amarme incondicionalmente. Maldito loco te metiste en mi vida de golpe y sin avisar, te aferraste y no me dejaste ir. Luego te enamoraste de mí, joder realmente te atreviste a enamorarte de un tipo como yo y no solo eso sino que quisiste formar una familia conmigo.
Me diste un lugar al que por primera vez en mi vida siento que realmente pertenezco. Me hiciste probarme a mí mismo como hombre y como ser humano. Me enseñaste que no hay error que no se perdone y que no hay herida que no pueda ser sanada. Y lo mejor de todo lo que pudiste haberme dado fue la capacidad de ver a través de tus ojos un mundo nuevo, mágico e increíble. Uno que solamente tú y ahora yo somos capaces de mirar.
Grimmjow Jaegerjaquez murió en aquel cañón ese día lluvioso y tú trajiste a la vida a un hombre nuevo y torpe pero con todas las ansias de vivir a tu lado. Gracias a ti aprendí que la vida es para los que se arriesgan y no para aquellos que la ven pasar. Aún no sé si soy lo suficientemente fuerte para poder protegerte, ni si te merezco a ti y a las panteritas pero está vez…está vez lo intentaré con todas mis fuerzas porque los amo. Kurosaki, perdí mi alma entre lamentos, muerte y dolor pero tú te arrancaste la mitad de la tuya, aguantaste el dolor y me la diste. Gracias…gracias por eso, te juro que la cuidaré con mi vida.
-Pantera…
Kurosaki se abalanza sobre mí abrazándome con demasiada fuerza y yo a él. Llora en mi pecho a la vez que comienza a golpearme levemente.
-Tonto ¿Por qué guardaste todo esto en tu corazón tanto tiempo? Al darte la mitad de mi alma también te cedí el compartir el dolor.
Porque soy un idiota.
-Lo sé… ven aquí pantera feroz.
Kurosaki me pega a su pecho acariciándome con ternura.
-Eres el hombre más valiente que he conocido en mi vida.
No lo soy pero quiero serlo.
-Ya lo eres. Te sacrificaste por tu hermana, por tus amigos, por mí y por nuestra familia al menos así es como yo lo veo con estos ojos torpes y llenos de ilusiones. Tuviste el valor de enmendar tus errores y de perdonarte a ti mismo. La valentía no es el enfrentarse a un oso o a un león, la valentía es el llevar la verdad adelante y admitir la realidad. Gracias por amarme y por haber aceptado la débil mitad de mi alma pantera feroz, en lo que me quede de vida jamás lo olvidaré, ni olvidaré lo que aquel hombre llamado Grimmjow Jaegerjaquez hizo por la gente que amó…