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Así en el Cielo como en el Infierno. por Matsuoka Miyano

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Notas del capitulo:

Después de siglos sin actualizar por fin vengo, lo siento simplemente me quede en blanco por mucho tiempo, además de que lo del lemon no siento que sea mi fuerte (Si, por fin) bueno muchas gracias a todos los que aún después de meses siguen esperándome asi que hoy les traigo promoción dos capítulos en un día :) disfrutenlos.

¡FELIZ AÑO NUEVO!

Algunos días habían pasado desde su presentación con  los demonios y al parecer las cosas parecían ir bastante bien, desde que Haruka les había revelado su secreto, la tensión y preocupación que se había formado en su grupo de amigos había desaparecido, aunque aun no hablaba tan libremente de Rin con ellos, después de todo nunca se había caracterizado por ser una persona que hablara demasiado. La presentación de Rin había traído otras cosas buenas, el ángel se había organizado mejor, teniendo el tiempo suficiente para terminar sus encargos  y poder pasar un rato con sus amigos en el almuerzo o cualquier otra cosa que quisieran, el hecho de tener pareja no significaba  que los dejaría de lado como lo había estado haciendo últimamente.

Y justamente ahora era el momento de marcharse, Haruka recogió su libreta de bocetos, acomodó  los frascos que contenían los elementos que utilizaba para crear los cuerpos y partió.

 —¡Hey, Haru-chan! — En su camino, una voz llamó su atención, era Nagisa que lo había visto mientras hacia  uno de sus encargos como mensajero en los límites del cielo
— ¿Vas a ver a Rin-chan? — Preguntó con una gran sonrisa que hacía pensar que toda la felicidad que el pelinegro no expresaba lo demostraba Nagisa por él. Haruka simplemente asintió con la cabeza como respuesta

—Entonces saluda a Rin chan de mi parte. —Exclamo despidiéndose  agitando su mano en lo alto, el pelinegro también hizo un movimiento con su mano, no tan eufórico  como el menor  y se marcho.

Por otra parte decir que Rin mencionaba a Haru era muy poco, el pelirrojo  no paraba de hablar de Haruka, hablaba hasta por los codos  mientras que Sousuke  muchas veces lo “escuchaba” con un semblante serio y cruzado de brazos mientras  que internamente pedía un descanso. Aunque claro, Rin no era tan estúpido para no buscar el momento adecuado para expresarse, después de todo si alguien más llegaba a enterarse estaría en graves problemas.

Un día de esas raras ocasiones donde ambos se encontraban descansando fuera del agua,  recostados en el pasto sobre alguna manta que habían encontrado en aquella casa al fondo, los dos con el torso desnudo usando simplemente el pantalón holgado de sus respectivas vestimentas, compartiendo un  silencio que no era incomodo y en el que normalmente cada quien estaba metido en sus pensamientos. Rin le daba vueltas y  vueltas a cierto tema.

Ya habían pasado algunos meses desde que habían consolidado su relación y Rin había tenido un poco de problemas para controlar sus bajos instintos todo este tiempo, él quería llegar más lejos con el pelinegro, de verdad lo anhelaba , aunque  no quería que Haruka pensara que él solo lo deseaba por el simple placer carnal de aquel acto,   por muy absurdo que sonara para los de su raza, él quería a Haruka, estaba enamorado de él y no solo de su aspecto aunque no estaría nada mal si llegaba a pasar algo más, después de todo el ángel era muy atractivo a simple vista.

 Todos los días al verlo despojarse de la ropa, observar como las gotas de agua se deslizaban por  cada rincón de su cuerpo y como la luz del sol se reflejaba en ellas, llamando mas su atención no era de gran ayuda,   trataba de reprimir su naturaleza pero no era nada fácil y justamente en este momento estaba teniendo una lucha interna contra ella, y para su fortuna o desgracia  se encontraba cediendo ante ella. Giró su rostro hacia la derecha, observando atentamente el perfil de Nanase, podía jurar que nunca lo ha visto más hermoso, aunque el segundo siguiente se esfuerza por reemplazarlo y el siguiente y el siguiente…

Y guiado por ese sentimiento se colocó encima de él, posando ambos codos a cada lado de la cabeza de Haru mientras que colocaba sus rodillas rodeando la cintura del moreno  soportando su propio peso, cuidando de no aplastar sus alas blancas con ninguna de sus extremidades, atrapando el cuerpo de Haru.  Sus labios formaron una sonrisa algo traviesa al observar la expresión de confusión del ángel que se encontraba completamente ajeno de los pensamientos del demonio que lo estaba apresando contra el pasto.

— Haru ¿puedo besarte? —Había preguntado con el tono más  inocente que pudo usar, haciendo que su voz sonara tan suave y calmada que hasta a él le sorprendió

El ceño de Haru se frunció ante la extraña petición, Rin siempre hacia lo que se le venía en gana robándole algunos besos, sin siquiera pensarlo, pero aun así asintió con la cabeza concediéndole el permiso. Eso fue suficiente para que Rin disminuyera la fuerza en sus brazos  lo suficiente para descender y unir sus labios, mientras que Haruka acomodaba sus manos en los hombros de Rin, fundiéndose en aquel dulce contacto.

 El beso había iniciado de forma normal, una simple danza, moviendo sus labios al compas de los del otro,  masajeando sus delicados labios, degustando el sabor que emanaba de ellos, pero  no paso mucho cuando esos deliciosos labios se abrieron y de ella una rosada lengua salió de ellos, lamiendo de manera lasciva, delineando los labios de Haru pidiendo permiso para entrar.

Haruka se sorprendió ante el gesto, pero no le disgusto e instintivamente abrió su boca dejando entrar la lengua del pelirrojo, en seguida la sensación que lo invadió fue algo extraña, la lengua de Rin se sentía tan suave y caliente contra la propia, sin mencionar que se movía de forma habilidosa , haciendo que Haru se derritiera en ese beso, haciendo que un sonido involuntario saliera desde lo más profundo de la garganta de Haru, un leve gemido  que Rin ahogó con sus labios ,cosa que le avergonzó  mas a Haruka ya que nunca había escuchado su voz de aquella manera, y que Rin lo hubiera callado lo hizo sonrojarse más. El pelirrojo en cuanto se separo guío su mano derecha a la barbilla de Haru tomándola con delicadeza mirándolo con una sonrisa ladina.

—¿Rin? —Pregunto aun  con el leve toque carmesí en sus mejillas mientras que  respiraba espasmódicamente. El mencionado simplemente ensancho un poco mas su sonrisa antes de acercarse y besarlo de nuevo, esta vez no inicio suavemente, en ese beso iba cargado el deseo del pelirrojo,  el hambre de tenerlo bajo él y a su merced.

 Haruka normalmente se acostumbraba al ritmo del beso gracias a que la intensidad de estos aumentaban gradualmente, sin embargo este inicio fuerte y demandante haciendo un poco difícil para  él seguir el ritmo, aunque el anterior le había servido como guía. Ahora su mente se encontraba completamente en blanco, sintiendo como  con aquel beso un escalofrió surcaba su cuerpo, haciéndolo temblar con tan solo ese contacto.

Así estuvieron unos cuantos segundos guiándose por puro instinto, experimentando nuevas sensaciones, pero Haruka  aun no había logrado recuperar completamente el oxígeno por lo cual tuvo que separarse prontamente de los labios de Rin liberando lentamente su boca, pero  Rin hambriento atacó nuevamente su labio inferior, mordisqueándolo y succionándolo hasta dejarlo algo hinchado  y rojizo,  dejó sus labios y siguió repartiendo pequeños besos por la línea de su mandíbula hasta llegar a su oído. En su recorrido los largos cabellos de Rin que caían sobre el rostro de Haru  le daban algo de cosquillas a su paso.

— ¿Te disgusta? — Preguntó con una voz susurrante y grave, aquella que sabía que seducía  a cualquiera que la escuchara, siguiendo con su labor de provocar al más bajo, mordiendo la punta de sus orejas y gruñendo contra ella. 

—No…Nght —Un gemido volvió a salir sutilmente de sus labios, haciendo que los apretara tratando de evitar que otro se escapara.

—Vamos, gime para mi Haruka –Dios, su nombre sonaba tan bien a través de sus labios, con esa voz tan profunda, ronca y llena de deseo, solo era cuestión de bajar un poco la vista y apreciar el bulto que se empezaba a formar en su parte baja para notar que aquel demonio causaba algo en él  ¿Cómo era posible que sus labios y  aquella voz que salía de ellos lo pusiera así? A veces lo hacía maldecirlo a él y a todo lo que le hacía sentir.

El demonio descendió acercando sus labios al cuello del pelinegro y ahí empezó a darle unas cuantas lamidas y besos, degustando ese  dulce sabor natural del pelinegro que era casi imperceptible, ya que se ocultaba  bajo lo neutro del agua que lo caracterizaba, aquel dulce sabor que él estaba  dispuesto a probar hasta la última gota.

Haru recogió una de sus piernas como reflejo por las sensaciones que ahora lo recorrían, y accidentalmente rozó levemente  con su muslo el semi erecto miembro de Rin sacándole un gemido, con el cual Haru pudo sentir  el cálido aliento de Rin chocar contra el hueco de su cuello, estremeciéndolo. Al menos no era el único que ahora se encontraba con un problema entre sus piernas.

Rin siguió besando su clavícula mientras una de sus manos se dirigió al pecho desnudo de Haruka, rozando con sus dedos los pezones de este, para luego frotarlos con un poco mas de fuerza, mientras Rin seguía en su tarea de  devorar su cuello Haru sentía como el  miembro del pelirojo se frotaba contra él excitándolo  y que junto con la boca de su pareja que se había desplazado  a su pezón libre para darle la debida atención, jugando con su lengua, rodeándolo  para después succionarlo  y rozarlo con sus dientes hasta dejarlo completamente erecto.

Las manos de Haru se fueron desplazando por los fornidos brazos de Rin, pasando con delicadeza sus dedos por los antebrazos de Rin jugando un poco con el vello en estos, fue subiendo un poco más, pasando suavemente la punta de sus dedos por el tatuaje de Rin, jamás le había prestado demasiada atención, era sencillo pero los toques de las serpientes y sus escamas eran impresionantes.

Planto por completo su mano  sintiendo la firmeza de sus brazos ante cualquier movimiento que realizaran sus manos ,Dios, tantos entrenamientos le habían dado un gran físico, no solo sus brazos eran de admirar, su pecho y abdomen  eran perfectos y tan bien trabajados, mostrando algunas pequeñas cicatrices muestra de lo que tuvo que pasar, varias veces había visto a Rin sin su prenda superior y en poca ropa, pero la situación  era diferente  y darse cuenta de lo que estaba pasando lo abochorno un poco más. Siguió con su recorrido posando sus palmas en los hombros del pelirrojo en aquel lugar donde  unían firmemente a su cuello y las llevo hacia su espalda tocando parte de sus omoplatos que se unían a sus alas negras las cuales ahora parecían arder cada vez más aumentando la temperatura del ambiente.

 Mientras Haruka recorría parte de su cuerpo, Rin seguía entreteniendo su boca en el pecho del pelinegro, dejando algunas marcas a su paso y algunos besos, sus manos ahora se deslizaban por los costados del ojiazul, acariciando parte de sus largas piernas,  disfrutando de lo terso de sus muslos y  sintiendo como aquel cuerpo se estremecía ante su tacto. Las manos de Matsuoka eran completamente diferentes a las de Haruka, las de Haru eran algo más suaves y con dedos  adiestrados, eran las manos de un artista como solían decirle, mientras que las del demonio se sentían algo rasposas y  en algunos lugares se podía sentir los cayos por haber empuñado armas tanto tiempo, sin duda eran  las  manos de un guerrero, y a pesar de que sus manos estaban acostumbradas al trato duro y a usar la fuerza, las caricias que le proporcionaba por todo el cuerpo eran tan suaves que hacia amarlas. Sus manos eran como serpientes deslizándose por todo su cuerpo, invitándolo a la tentación, a caer en la lujuria, algo que ellos como creaciones de Dios no debían poseer, haciéndole recordar las palabras que alguna vez le dijeron:

”Los demonios pueden llevarte a lo más bajo, llevándote a la muerte espiritual a través del pecado, los demonios solo poseen a alguien cuando la persona consciente o inconscientemente  los acepta”

Si, él había aceptado y la verdad a él no podía importarle menos, sobre todo cuando sintió como una mano se colaba en  su pantalón, en ese momento los sentidos de Haru despertaron  de inmediato de aquella ensoñación y vagos recuerdos  al sentir como  su miembro era acariciando por encima de la ropa interior dándole placer.

—Ngth Rin —Había soltado en un jadeo a voz alta que ahora no intento reprimir.

—Parece que lo estas disfrutando— Comentó Rin con un leve tono burlón a lo que Haruka simplemente lo miro con mala cara, lo que saco una risa a Rin.

Este se  retiro de sobre él y se hizo un espacio entre las piernas de Haru para poder maniobrar con más comodidad y poder utilizar ambas manos. Ahora con sus  manos libres deslizo lo suficiente la ropa para exponer el miembro de Haru, este inmediatamente intento cubrirse con sus manos, pero fueron detenidas por las contrarias  acercando ambas a sus labios para darles un corto beso en el dorso en una petición silenciosa de que no se cubriera.

Liberó ambas manos y con su diestra tomo con firmeza el  falo contrario, dándole un ligero apretón que sobresalto al pelinegro mientras que con la izquierda  no dudo en jugar con sus testículos. Los dedos de Rin se fueron cerrando alrededor de su falo para empezar su movimiento  de arriba hacia abajo, masturbándolo lenta y tortuosamente.

Haruka se removía  sin saber exactamente qué hacer, eran pocas veces por no decir  inexistentes las veces que se había tocado con la intensión de causarse placer, eso era algo que estaba mal visto, pero que ahora Rin lo estuviera tocando lo hacía sentir tan bien y hacia que captara  todo con más intensidad.

 Por su parte Rin seguía con su movimiento deslizando su mano desde  la base hasta la punta, se detuvo un momento  en la cabeza  del falo y con su pulgar  empezó a hacer movimientos circulares  esparciendo el liquido pre seminal que había empezado a escurrir estimulando la ya sensible zona

—Espera..mmghtr13; Había logrado decir mordiéndose los labios con más fuerza cada vez.

—  ¿Estás seguro de que quieres que me detenga?r13;Preguntó deteniendo un poco el ritmo de su mano, pero sin dejar de estimularlo mientras que Haruka había soltado sus labios  y ahora se había llevado una de sus manos a la boca.

Al no recibir una respuesta volvió a su tarea viendo la expresión en el rostro del ángel para saber  si no le incomodaba, recorrió con sus dedos el miembro de Haru, buscando  los lugares donde sintiera  más placer, guiándose solamente por los gestos y muecas que hacia el pelinegro 

r13; Ahrg…ahh…Me  vengor13;Había dicho poco después de que el demonio había retomado el movimiento de arriba hacia abajo  de su mano, mientras que el ángel se dejaba llevar cada vez más por el placer, siendo arrastrado por ese calor que empezaba a quemarlo.

Matsuoka apresuro los movimientos de sus mano, observando como Haruka se removía cada vez más y su respiración comenzaba a hacerse más rápida, con su otra mano volvió a juguetear con el pezón ajeno que estaban aun sensibles, haciendo que el ángel se viniera en su mano, este aprovechando la viscosidad de la sustancia en sus dedos, deslizo estos desde  el falo de Haru hasta su entrada, introduciendo un dedo con cuidado de no lastimarlo, a pesar de la delicadeza que había tenido Haruka hizo una mueca de dolor ante la extraña intromisión en su parte baja.

—¿Estás bien? — Pregunto algo consternado.
 —Si…— Asintió levemente con la cabeza — C-continua — Dijo con algo de dificultad, no negaría que aquella sensación era muy extraña, pero no desagradable e intento relajarse, pero no era nada fácil considerando que tenía algo ajeno en un lugar muy personal.

Rin siguió acoplando la entrada y un segundo dedo fue introducido sin previo aviso haciendo que los ojos de Haru se abrieron un poco ante la intromisión al mismo tiempo que sus dedos se crispaban  aferrándose a la manta bajo él, girando su rostro hacia otro lado. Rin con una mano dilataba la entrada de Haru  mientras que  la otra  la había dirigido a su pantalón, tocándose a si mismo  tratando de aliviar el dolor que aquejaba su miembro  desde hace vario rato al verse atrapado en su ropa y completamente excitado.


Cuando sintió que a Haru ya no le causaba tanta incomodidad sus dedos, Rin  deslizo sus pantalones  hacia sus muslos para liberar su falo completamente erguido, se posiciono entre las piernas de Haruka y con una mano sostuvo su falo guiándolo a la entrada del ojiazul.

—¿Puedo? —Cuestionó alzando su vista para clavarla en los ojos azules, buscando su aprobación.

 Haruka dio un ligero asentimiento de cabeza para indicar que podía proseguir y Rin cerró sus ojos al mismo tiempo que iba moviendo su cadera hacia adelante, soltando pequeños trazos de su voz, hundiéndose por completo dentro de Haru, siendo invadido por una sensación de calor al instante,  no aquel que lo atosigaba todo el día en el infierno, si no que uno mas agradable que lo hacía sentir feliz, completo.

Abrió los ojos percatándose del panorama del que era el único espectador. Tenia a Haru bajo de él, con un color carmesí desperdigado por todo su rostro, su pecho subía y bajaba arrítmicamente tratando de llenar sus pulmones mientras que aún tenía los ojos cerrados y algunas gotas de sudor perlaban su piel. Joder, era demasiado hermoso,

Se quedó inmóvil juntando todo el autocontrol que poseía, ignorando sus instintos carnales, junto con los otros bajos instintos  como la lujuria que corría por su sangre de demonio, no quería ceder ante ellos, quería ser consciente de todo lo que ocurría y sobre todo no quería lastimar a Haru.

Mientras peleaba con una parte de si mismo, los ojos de Haru se fueron abriendo lentamente mientras guiaba una de sus manos al rostro de Rin atrayéndolo hacia él, posándolo de nuevo sobre  él, el sudor había pegado unos cuentos cabellos rojillos a su frente, los cuales fueron retirados amorosamente y colocados detrás de su oreja, mientras le dedicaba una sonrisa, aquella que pocas veces se lograba apreciar y que por eso mismo la hacía aun más valiosa

—Te amo— Había soltado aun con aquella sonrisa, sorprendiendo a Rin y al mismo tiempo siendo un disparo a su corazón, sacándole una tierna sonrisa.

—Yo también te amo — Respondió sin ningún tipo de vergüenza y se inclino sobre  el cuerpo de Haru para poder unir sus labios, en un beso tranquilo y dulce  a comparación de los anteriores que habían compartido hace unos pocos minutos.

—Haru, no sabes cuan feliz me siento de estar así contigo —  Había confesado una vez que se separaron, colocando su rostro en el cuello de Haru  mientras que este lo abrazaba por debajo de sus brazos. Él también estaba dichoso de compartir aquel momento íntimo con Rin.

Estuvieron un corto tiempo así, abrazados compartiendo pequeños y tiernos  besos hasta que un leve movimiento de caderas por parte de Haru fue lo único que necesitó Matsuoka para empezar con sus embestidas,  se deslizaba lentamente,  casi saliendo del pelinegro para después volver  a entrar con fuerza logrando sacarle más de un gemido de placer al ojiazul y que algunas otras veces eran acompañados de suspiros .

Las caderas de ambos fueron tomando un mayor ritmo, creando un vaivén que gradualmente iba tomando fuerza y rapidez, haciendo que Haru entrelazara sus tobillos en la espalda de Rin.

—Mght,, ah.. ah   ¡RIN! —Su nombre dicho en tono más agudo que todos los sonidos hechos con anterioridad  y el crispar de los dedos en la piel de su espalda,  le indicaron que había encontrado el punto exacto del ángel.

Rin, volvió a deslizar su pene hacia   el exterior de la cavidad del pelinegro para después  adentrarse  con fuerza, acertando en  ese punto tan especial que ni siquiera Haruka  sabía que tenía. Sus siguientes movimientos de cadera eran más profundos e intensos, sin embargo  tenían la misma intensión que el anterior, hacerlo gritar de placer.

Ver aquel espectáculo era como ver al día y la noche, siempre cerca y nunca juntos, aunque hay excepciones donde ambos conviven dando al espectador una hermosa vista, el amanecer y atardecer una fusión corta pero hermosa de aquello que está destinado a estar separado. Algo como ellos.

Con cada movimiento de caderas el lugar era llenado por varios sonidos, entre los que  destacaban los producidos entre el choque de  piel contra piel,  junto con gruñidos de satisfacción por parte del pelirrojo y la entrecortada voz de Haruka repitiendo el nombre de Rin

Para Rin su nombre se escuchaba maravillo siendo pronunciado por esos tersos labios que ahora temblaban de placer por su culpa, al mismo tiempo que sus uñas se clavaban en su espalda al momento de buscar aferrarse a algo, que junto con aquella entrecortada voz en forma de  gemidos, eran tan placenteros de escuchar y con cada uno que salía de su boca Rin sentía que estaba cada vez más cerca de clímax


Los mechones rojizos  que Haru había guardado se habían vuelto a desacomodar,  siendo participes del vaivén que se formaba con cada estocada que daba Rin, y  en algún momento la mente del ojiazul bloqueo por completo cualquier sonido o imagen, concentrándose solamente en el ser que tenia frente a él. Si era sincero todo en el pelirrojo le gustaba, su cabello, rostro, sonrisa, esa suave voz y sus ojos, eso ojos tan llenos de emociones tan intensas y vivas, era  lo que más le gustaba.

 

—Rin….más—

La cabeza de Haru se fue quedando en blanco mientras que su respiración comenzaba a ser irregular y la sensación en su miembro comenzaba a hacerse insoportable, pego con más fuerza sus caderas a las de Rin haciendo que un intenso calor empezara a recorrer todo su cuerpo al mismo tiempo en que  una descarga eléctrica surcaba  su espina dorsal, sintiéndola hasta el último nervio de su cuerpo. La agonía de alcanzar el éxtasis era lo peor mientras rodeaba el cuello de Rin con sus  brazos y se arqueaba hacia atrás boqueando por aire con los ojos cerrados .Soltando un largo gemido en el oído contrario  al momento en que se corría  por segunda vez, esparciendo  su esencia entre sus abdómenes.

 Las contracciones causadas por los espasmos de Haru  junto con el sonido que fue    soltado  en su oído hicieron  que Rin soltara varios suspiros sintiendo como su miembro era apretado con mayor fuerza por las paredes circundantes, sus estocadas se volvieron más erráticas mientras se acercaba al orgasmo entregándose a él en un gruñido grave soltando se semen en el interior de Haru para después desplomarse sobre él, dejando caer todo su peso. Ambos pechos se sentían demasiado calientes el uno contra el otro mientras subían y bajaban con gran rapidez intentando atrapar todo el aire que podían

Cuando Rin por fin pudo recuperar algo de  fuerzas en sus brazos después de los espasmos  del clímax estiro sus brazos, levantándose de Haru  dedicándole una sonrisa  antes de unir superficialmente sus labios. Mientras Haruka se alzaba mas en busca de profundizar contacto con el pelirrojo este se elevaba mas sobre sus brazos volviendo a poner distancia entre ellos, era como estar cazando un beso hasta que Haruka lo tomo de las mejillas y lo atrajo hacia él, haciendo que Rin sonriera entre el beso.

Una vez que ambos se separaron Rin salió del interior de Haru, provocándole un leve jadeo al sentirse vacio de nuevo. Matsuoka se acomodo a su lado atrayendo contra su pecho ofreciéndole su brazo como almohada, mientras que con el otro lo rodeo por la cintura antes de extender una de sus alas negras y abrigar su desnudes, acurrucándose el uno contra el otro para después  caer dormidos.

Notas finales:

Si ven algun horror por allí no duden en decirmelo.


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