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¡Excitarse...un juego de niños! por Fullbuster

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Aoba Seragaki POV


 


En cuanto terminaron las clases, me dirigí con rapidez hacia el dormitorio, tenía que hablar con Ren. Sabía que él necesitaba tiempo para pensar después de lo que había visto y tras la pelea con Noiz, pero me preocupaba. Además, aún no había tenido la oportunidad de convencerle para que renunciase a su loca idea de no volver a su forma humana, no había podido aclararle que no quería que fuese sólo mi mascota con tal de dejarme el camino libre con Noiz. ¡Ni siquiera estaba seguro de lo que sentía por ese chico! No iba a renunciar a mi mejor amigo por alguien que seguramente me vería como un pasatiempo.


Al llegar y abrir la puerta, fui directo a mi cuarto. Imaginé que Ren debía estar ahí descansando pero al entrar no lo vi por ninguna parte. Me puse nervioso, era raro que no estuviese tumbado en mi cama por lo que empecé a preocuparme. Salí presuroso y revisé el salón, la cocina y el baño por si se hallaba en alguno de esos sitios pero no lo encontré. Mientras revisaba cada rincón de aquel lugar, comencé a sentir que me costaba respirar, noté que mi vista se nublaba y que estaba temblando ligeramente. Creo que estaba sintiendo miedo o más que eso, pánico. Pánico a que Ren me hubiese abandonado, a que se hubiese marchado de la universidad sin decirme nada y sentí que las lágrimas se acumulaban en mis ojos amenazando con salir con fuerza.


Mis ojos llorosos se fijaron en la puerta cerrada que daba al dormitorio de Clear. De repente, todo ese temor desapareció sintiéndome más ligero y relajado al pensar que Ren podría haberse escondido ahí para que no lo encontrase, quizás pensaría que no lo buscaría ahí. Me acerqué rápido hasta la puerta con la intención de abrirla pero me detuve frente a ella. Quizás Clear estaba ahí, él había estado en la pelea y puede que hubiese decidido no ir a clase para curarse las heridas y descansar, no quería molestarle pero si Ren estaba ahí dentro, necesitaba saberlo. Además, podía notar que los nervios volvían a atacarme pero por otra razón muy diferente.


No sabía cómo convencer a Ren para que todo volviese a la normalidad y menos después de vernos a Noiz y a mí besándonos, ahora sería más difícil ver que no había nada entre Noiz y yo. Ahora dudaba sobre si era una buena idea hablar con él, quizás Ren no quería verme después de aquello, había visto su mirada destrozada y sus lágrimas antes de salir corriendo.


A pesar de mis dudas, decidí que lo mejor era aclarar todo cuanto antes para que no hubiese malentendidos entre nosotros. Toqué a la puerta esperando que Clear estuviese dentro y le pregunté si Ren estaba con él. Esperé unos segundos con el corazón latiendo a mil por hora hasta que Clear me contestó que sí y me dijo que podía pasar.


Apenas escuché su invitación, abrí la puerta con rapidez y al ver a Ren sobre la cama, me apresuré a ir hacia él y extender mis brazos para cogerlo. Sentí que algo se rompía dentro de mí cuando Ren se apartó antes de que pudiera siquiera rozarle, era la primera vez que hacía algo como aquello, me estaba rechazando y dolía mucho. No supe qué hacer, me quedé con la mente en blanco y permanecí inmóvil frente a Ren viendo cómo se daba la vuelta, dándome la espalda e ignorándome. No aparté mis ojos llenos de tristeza y melancolía hasta que la voz de Clear me obligó a ello.


- ¿Te apetece algo en especial para comer hoy? - me preguntó y yo le miré sin contestarle - ¿Por qué no me acompañas a la cocina y así me ayudas a preparar el almuerzo? De esta forma, puedes ir aprendiendo a cocinar – me comentó mientras me cogía de la mano y me llevaba fuera de su habitación.


Antes de cruzar el umbral de la puerta, eché una última ojeada hacia la cama donde Ren no se había movido ni un milímetro. En la cocina, Clear me estuvo explicando cómo debía prepararse la receta mientras cocinaba pero no pude retener ni una de las palabras que salían por su boca porque mi mente sólo estaba ocupada por mis pensamientos hacia Ren.


Por la tarde, Clear fue a por Ren y lo llevó al salón. Traté de acercarme a él en varias ocasiones, pero él sólo se apartaba de mí y se refugiaba en mi compañero de piso. Me sentía rechazado y abandonado, quería que Ren me mirase, que me dejase acariciarle pero parecía que él estaba decidido a ignorarme y cumplir su palabra.


Llegada la noche, fui a cogerle en brazos para ir a nuestro cuarto y dormir juntos como siempre hacíamos. De verdad que creía que al menos durante la noche decidiría estar conmigo a solas en la misma habitación porque para nosotros las noches eran lo peor. Era el momento en el que los recuerdos de nuestra estancia en aquellos horribles laboratorios hacían acto de presencia en forma de pesadillas y, entonces, era cuando nos abrazábamos con más fuerza para poder reconfortarnos.


Pero me equivoqué, de nuevo me esquivó y se metió con Clear en su cuarto. No lo entendía. ¿Por qué hacía todo eso? ¿Por qué se marchaba con Clear? Él ni siquiera sabía lo que era y por lo que había pasado, en cambio yo sí. Yo había pasado por el mismo dolor que él, le conocía y le entendía mejor que nadie, entonces... ¿por qué me apartaba de él? Sé que me dijo que quería que aprovechase la oportunidad que tenía con Noiz para ser feliz, pero Ren no se daba cuenta que sin él a mi lado jamás podría ser feliz del todo, él era muy importante para mí y no quería estar sin él.


Apena pude conciliar el sueño durante la noche, sólo dormí un par de horas aunque no pude descansar, las pesadillas me atacaron sin piedad. No fueron las mismas pesadillas de siempre, eran diferentes. En ellas, Ren se alejaba de mí y, aunque yo trataba de alcanzarle corriendo con todas mis fuerzas, parecía que Ren estaba cada vez más lejos y no podía hacer nada por impedirlo.


Me desperté bañado en sudor y me incorporé en la cama apoyando mis brazos en mis piernas flexionadas y escondiendo mi rostro entre mis manos. No aguantaba más, necesitaba a Ren. Era la primera vez que no dormía con él y echaba en falta su calor a mi lado, su presencia, saber que él estaba ahí velando mi sueño y protegiéndome sin importar qué. Aunque a veces nos separaban para experimentar con nosotros, la noche era algo sagrado, siempre nos reuníamos de nuevo en aquella jaula cuando la luna y las estrellas ya estaban en el firmamento, era nuestro momento de consolarnos y decirnos que todo iría bien y que un día seríamos libres.


Salí de mi cuarto y caminé hasta el de Clear. Abrí la puerta con cuidado para no despertarle, me asomé y vi a Ren durmiendo plácidamente a los pies de la cama.  ¿Cómo podía estar tan tranquilo mientras yo me moría por dentro? ¿Acaso no le dolía estar separado de mí? Quería enfadarme con él pero le conocía demasiado bien y sabía que Ren también debía estar sufriendo pero lo ocultaba. Se estaba sacrificando para que yo pudiese ser feliz con Noiz.


Le  observé con tristeza, quería cogerlo y llevarlo de vuelta conmigo pero sabía que no serviría de nada, no si Ren no quería hacerlo y en aquellos instantes eso no era lo que él deseaba. Casi le supliqué en silencio que volviese a mí porque yo era su hogar y él era el mío, ¿acaso no entendía que sin él no podía vivir? Le susurré que le necesitaba y salí de allí antes de que mis lágrimas se escapasen. Sabía que iba a romper a llorar en cualquier momento así que caminé rápido hacia mi cuarto y me encerré allí liberando todo el dolor que estaba sintiendo en aquel momento.


Cuando me calmé, decidí que iba a recuperar a mi mejor amigo, me daba igual lo que pensase, le demostraría que no me importaba que fuese mitad perro, eso no tenía importancia para mí. Ren era Ren sin importar qué y lograría que volviese a mí aunque eso significase alejarme de Noiz y encerrar en lo más hondo de mi corazón, los sentimientos que empezaban a aflorar en mi interior por aquel chico lleno de piercings. Vale, me gustaba Noiz, por fin lo admitía pero prefería perderle a él antes que perder a Ren.


Debía asimilar que Ren no quería verme y debía encontrar la forma para que me perdonase. Lo más seguro es que ni siquiera quisiera transformarse en humano de nuevo, al menos no cerca de mí y eso me entristecía. Perder a mi mejor amigo era lo peor que me había pasado en la vida, sé que podía sonar irónico viniendo de un lugar tan horrible como ese laboratorio pero… siempre tuve a Ren a mi lado apoyándome en todo momento y ahora me sentía solo, le necesitaba y empezaba a darme cuenta… que era muy posible que sintiera algo por Ren, estaba confuso.


¿Se podía amar a dos personas? ¿Podía estar enamorado de Noiz y de Ren a la vez? Era algo extraño pero tampoco es que conociera mucho sobre sentimientos… todavía estaba aprendiendo a desenvolverme en el mundo real fuera de ese laboratorio así que era complicado, todo era complicado y confuso, Ren debía sentirse igual y quería hablar con él, saber si se sentía de la misma forma que yo. Siempre nos habíamos entendido y apoyado, teníamos que volver a recuperar esa antigua relación de confianza plena.


A la mañana siguiente, mientras desayunábamos, Clear aprovechó que Ren aún seguía durmiendo para contarme que había averiguado su secreto. Me sorprendí, no sabía cómo había podido pasar, quizás Ren se había transformado mientras dormía. También me asusté de las posibles consecuencias, temía que Ren saliera herido si Clear le apartaba de su lado por miedo o asco pero mi compañero me leyó el pensamiento porque enseguida me aclaró que no le importaba para nada y me alegré de ello. Clear me explicó que se lo encontró mientras se transformaba para huir de Noiz. Después de aquella charla, nos fuimos a clases.


Por la noche, cuando entré por el cuarto me encontré a Clear cambiándose de ropa para irse a algún lado. Sabía que al ser jueves era típico irse de fiesta universitaria pero yo nunca había ido a una, ni siquiera sabía dónde celebraban ese tipo de fiestas, seguramente en algún bar o local del pueblo y no estaba muy lejos de aquí. Creo que Clear iba a ir.


- ¿Vas a la fiesta? – le pregunté a Clear y él sonrió.


- Sí, iré un rato a ver el ambiente. ¿Vas a ir?


-  No lo sé, nunca he ido a ninguna. ¿Irá Ren? – pregunté ya que sólo quería hablar con él, si iba a ir a esa fiesta yo iría de cabeza sólo para poder arreglar las cosas.


- Supongo – me dijo pero sé que iba a ir, porque vi cómo Clear guardaba algo de ropa en una mochila.


Era para Ren seguro, él era quien al transformarse en humano lo hacía desnudo, necesitaba que alguien le llevase ropa para vestirse y más si iba a la fiesta universitaria, todo el mundo estaría allí, no era muy conveniente que fuera desnudo por la fiesta.


- Ya veo – le dije – por favor… si ves a Ren no dejes que le ocurra nada, él nunca ha ido a fiestas ni nada por el estilo.


- Tranquilo, lo vigilaré si lo veo – me dijo sonriendo mientras seguía recogiendo las cosas.


- ¿Quieres cenar? – le pregunté.


- No, cogeré algo por el camino, cena si tienes hambre – me comentó y me fui algo entristecido hacia la cocina.


Era el primer día que iba a cenar solo y me sentía exactamente así… muy solo. Me hacía falta Ren y aunque no quisiera reconocerlo… Clear también, porque desde que se habían vuelto esos dos inseparables yo sentía que mi corazón se rompía. Estaba acabando de cenar cuando vi que salía Clear, supuse que llevaría a Ren en la mochila porque no vi que saliera. Quise asegurarme y en cuanto se marchó entré por su habitación comprobando que ciertamente… Ren no estaba allí, se había marchado a la fiesta, así que me vestí con rapidez y decidí ir yo también.


Salí de la habitación ya arreglado y me dirigía hacia la salida del internado cuando alguien me cogió del brazo alejándome del camino hacia una zona de árboles. Fui a gritar cuando me taparon la boca mientras mi espalda chocaba contra el tronco.


- Soy yo, no grites – dijo Noiz apartando su mano de mi boca y cuando fui a quejarme me besó metiéndome la lengua hasta el fondo.


Al principio me sorprendió todo esto pero luego pensé en Ren y supe que no podía hacerle algo así. Me armé de valor y alejé a Noiz de mi lado.


- ¿Qué haces? – me preguntó.


- No, ¿qué haces tú? Deja de hacerlo, siempre haces las cosas de esta forma.


- Creí que querías que te besase.


- Ni siquiera sabes lo que sientes por mí y te atreves a decirme que quiero que me beses – le dije enfadado.


- Sé lo que siento por ti, te quiero – me dijo serio.


- ¿Y qué es entonces el otro chico con el que siempre vas? Tu chico misterioso que aparece y desaparece – le dije refiriéndome a Ren - ¿A él también le quieres?


- Extrañamente sí, tiene algo peculiar, algo misterioso que me llama la atención. ¿No puedo tener sentimientos por dos personas? Los dos me parecéis increíbles.


- No puedes tenernos a los dos, Noiz.


- No me hagas elegir, no podría – me dijo.


- Te lo pondré muy fácil, ve a buscarle a él si quieres, porque conmigo has terminado, ese chico era mi mejor amigo hasta que te metiste en medio.


- ¿Os conocíais? – preguntó sorprendido.


- Sí – le dije – y quiero recuperar a mi amigo, así que lárgate y déjame en paz.


- Perfecto entonces, Aoba – me dijo Noiz enfadado – estoy harto de tus jueguecitos, tan pronto estás bien como te cabreas conmigo sin apenas motivo, estoy cansado de todo esto. Iba a invitarte a la fiesta pero sabes… ya me voy solo.


Noiz se marchó y por un lado me sentí mal, pero era por Ren, tenía que recuperarle y aunque él me había dicho que fuera con Noiz, para mí era más importante nuestra amistad que un chico. Pese a ello lloré cuando vi cómo Noiz se marchaba y es que le amaba, le amaba tanto como amaba a Ren y supe en este momento que el amor era un asco.


- Veo que estás muy solo. ¿Dónde está Noiz y tu perro? – preguntó Koujaku.


- Oh, déjame en paz, no tengo tiempo que perder contigo.


- Vas a la fiesta, sí… como todos. Venga te acompañaré.


- No quiero ir contigo.


- ¿No? – preguntó – Porque creo que mientes, adoras estar a mi lado.


Koujaku tocó mi cabello y gemí al instante. Miré hacia Noiz que se marchaba, prácticamente ya le perdía de vista y supe que hoy no me ayudaría, estaba enfadado y no volvería hacia atrás.


- Así que es el cabello lo que te excita, eso es bueno saberlo – dijo tocándolo y aunque gemí de nuevo, le golpeé la mano para que soltase mi pelo.


- Déjalo ya, es sensible – le grité.


- Ya veo, nos lo pasaremos muy bien – me comentó acercándose mientras cogía mi cabello con fuerza haciéndome daño.


Le pedí que me soltase pero no lo hizo, no creí que fuera a hacerlo así que me paralicé, me quedé quieto fingiendo que él ganaba y cuando se relajó un poco creyendo que me tenía, le di una patada en su intimidad provocando que me soltase. Me dolía la cabeza, el cabello pero aún así salí corriendo hacia el cuarto. Era lo más cercano y tenía cerrojo, podía encerrarme allí hasta que todo pasase. Ya hablaría con Ren mañana.


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