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¡Excitarse...un juego de niños! por Fullbuster

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Aoba Seragaki POV


 


Esa noche había soñado con Ren o eso creo. Lo que más me gustaba era que por las noches podía abrazarme a él y eso me hacía sentir protegido. Ren era mi familia, la única que tenía y cuando se convertía en humano por las noches lo adoraba, porque podía estar físicamente con él. Le abrazaba toda la noche y le dejaba abrazarme, me sentía tan a gusto con él. Sentía sus dedos rozar mi espalda, me encantaba cuando lo hacía porque conseguía que me relajase por completo.


Cuando me desperté Ren volvía a ser un dulce y apacible cachorro. Sonreí y acaricié su suave pelo viéndole dormir acurrucado. ¿Qué habría hecho yo tanto tiempo sin Ren? En ese laboratorio me habría consumido poco a poco, él fue mi rayo de esperanza, el que me dijo que deberíamos escapar y ver el cielo azul en libertad, ver el mundo real, por él había conseguido escapar de aquel infierno.


Salí a desayunar. Era muy pronto, aún me quedaban casi dos horas para que la clase empezase y decidí hacer la mayor de las locuras, quería ir a ver la piscina, quería aprender a nadar y creí que a esta hora habría menos gente por allí para meterse conmigo. Supongo que tenía que ser raro que no supiera nadar pero para alguien como yo… poder ir a una piscina era todo un sueño. Cuando estaba encerrado en el laboratorio jamás lo pensé.


Miré el armario del salón donde Clear guardaba algunas cosas y pensé qué haría falta para ir a la piscina. No tuve que pensarlo mucho porque Clear salió en aquel momento y se paralizó en la puerta. Llevaba puesta su máscara y estaba desnudo, algo a lo que ya me estaba acostumbrando aunque seguía sonrojándome cuando le veía. Clear se quitó la máscara colocándosela en su miembro para ocultarlo y se disculpó, no sabía que yo ya estaba por fuera.


Volvió a encerrarse en su habitación poniéndose un pantalón y salió de nuevo sentándose a mi lado en la mesa.


- ¿Por qué miras tanto el armario? – me preguntó sonriendo.


- ¿Qué se lleva a la piscina?


- ¿Vas a ir a nadar? Yo hace mucho que no paso por allí, pero si vas a ir puedo hacer una excepción – se levantó cogiendo una toalla, un gorro y unas gafas dejándomelas encima de la mesa – ¿Has traído bañador?


- No – le dije y es que yo no tenía nada de eso, me había ido de aquel laboratorio con lo puesto prácticamente.


- Te dejaré uno de los míos. Ve avanzando, una vez acabe de desayunar iré a la piscina a hacerte compañía.


- De acuerdo. Muchas gracias – le dije agradeciendo que me dejase todo.


Me marché de la habitación cogiendo a Ren en brazos. Miré un par de veces hacia Clear que aún estaba desayunando y al final, salí hacia la piscina. Cuando llegué al vestuario de la piscina estaba prácticamente desierto, no había nadie y me dirigí a una de las cabinas a cambiarme cuando al abrir una de ellas me encontré a un chico de cabello oscuro que agarraba por el cabello a un chico pelirrojo inclinado contra la pared dejando aquel trasero al alcance del miembro del moreno.


Me asusté y me ruboricé en cuanto comprendí lo que estaba pasando y es que el pelirrojo empezó a gemir justo cuando yo veía cómo aquel moreno se metía una y otra vez en él, aunque se detuvieron al sentir que alguien había abierto la puerta. Me disculpé enseguida y salí de allí encerrándome en la cabina de enfrente. Aún podía escucharles desde aquí.


- Creo que le hemos asustado – decía uno de ellos.


- Deja de preocuparte por eso y sigue gimiendo – decía otro.


- ¿Te has protegido? – preguntó.


- ¿Protegido? No, están en mi bolsa.


- Entonces sal de mí pedazo de animal – le comentó el otro y de repente la puerta de mi cabina se abrió dejándome ver a ese moreno.


- Perdona, es que mi bolsa está… - dijo señalándome tras de mí.


Miré hacia atrás viendo su bolsa y éste buscó algo en ella sacando algo envuelto en un plástico, no sabía qué era pero él con una sonrisa al ver mi rubor y mi desconcierto, se giró hacia mí aún desnudo como estaba con ese miembro completamente erecto.


- ¿Nunca has visto un preservativo o qué? – preguntó con esa sonrisa de autosuficiencia.


- No – le dije.


- Siéntate ahí – me dijo empujándome contra una banqueta y cogiendo mi mano dándome el papel que había cogido – ábrelo.


Le hice caso abriéndolo aunque mis manos temblaban y Ren no dejaba de gruñirle. ¿Qué pasaba en esta residencia que me cruzaba a casi todos desnudos? Abrí el papel y salió una goma redonda con la que no sabía qué hacer pero él cogió mis manos acercándolas a su miembro y me obligó a ponérsela, aquello me sonrojó aún  más y aunque traté de alejar mis manos, tenía mis muñecas bien cogidas y me guiaba hasta que se lo coloqué en serio.


- Enhorabuena, acabas de aprender a poner un preservativo, es muy útil para protegerse en las relaciones sexuales – me dijo sonriendo – quizá un día te enseñe lo que son las relaciones sexuales, guapo, ahora me están esperando.


Tal y como soltó mis manos cogí a Ren en brazos y salí corriendo de allí antes de que se acercase más a mí con esa lasciva sonrisa y me metí en otra cabina cambiándome al bañador. Miré el gorro que me había dado Clear, creo que eso me ayudaría a que mi pelo estuviera protegido del agua y me sonrojé… ¡Esto era como un preservativo para mi pelo!


Tras colocármelo salí a la piscina, no había nadie y sin que se enterasen, metí a Ren dentro mientras yo entraba en el agua poco a poco por la escalera. Desde luego tenía razón en algo, Ren sabía nadar a su estilo perruno y yo traté de imitarle aunque no me salía muy bien y acababa teniendo que poner los pies en el suelo, por eso no me atreví a ir a la parte donde cubría y me quedé como un niño pequeño donde tocaba pie y el agua me llegaba por la cintura.


Cuando salí después de haber tratado de aprender sin mucho éxito, me acerqué hasta mi toalla y me sequé quitándome este maldito gorro que me molestaba tanto, me apretaba la cabeza y lo odiaba. En aquel momento, unos chicos llegaban a la piscina corriendo y uno de ellos, chocó contra mí tirándome al agua. Aquí cubría, intenté tocar el suelo con los pies pero no había nada y tras varios segundos intentando salir donde escuchaba a Ren ladrar desde el bordillo como un desesperado, empecé a hundirme.


Sentí una mano aprisionar mi muñeca y tirar de mí hacia arriba sacándome de allí. No podía respirar y sentí los labios de alguien en los míos dándome aire hasta que abrí los ojos, pero aquel chico aunque me había visto despierto, aprovechó a meter su lengua en mi boca besándome y me alejé de él en cuanto pude.


- Ey, chico… deberías agradecérmelo mejor, te he salvado – me comentó.


- ¿Qué ocurre, Koujaku? – preguntó el chico que anteriormente estaba en los vestuarios gimiendo dejándose meter el miembro del que ahora me había salvado.


- No es nada, Mizuki. Este chico creo que no sabe nadar, ahora no quiere recompensarme el esfuerzo y eso que mira lo excitado que está.


- No es por ti – le dije y es que el contacto de mi pelo con el agua producía esto.


Intenté cubrirme como pude mi miembro erecto pero aquellos dos me miraban con una gran sonrisa. Se acercaron a mí y me atraparon antes de que pudiera reaccionar. El que parecía llamarse Mizuki estaba a mi espalda sujetando mis brazos apartándolos de mi entrepierna para que mostrase mi erección e impidiéndome al mismo tiempo que pudiera moverme. Mientras tanto el otro chico, Koujaku, estaba frente a mí sonriéndome y acariciando mi miembro por encima de mi bañador.


No pude evitar ponerme nervioso ya que nunca nadie me había tocado de aquella manera, siempre era yo el que lo hacía. Escuché a Ren gruñirles en señal de advertencia pero como no le hicieron caso, comenzó a ladrar para que me dejasen en  paz pero ellos solamente le ignoraron.


A pesar de los nervios, me sentía cada vez más excitado pero no solamente por las caricias que recibía en mi entrepierna sino por la suave respiración de Mizuki sobre mi cabello húmedo, incluso el roce de su mejilla contra mi pelo me estaba poniendo cada vez más duro. Toda aquella mezcla de sensaciones me estaba volviendo loco pero a la vez estaba asustado, no quería sentirme así frente a ellos, no quería que me tocasen de aquella manera. Hubiese deseado que lo hiciese alguien en quien confiase, alguien a quien quisiera... Además temía que llegasen a descubrir mi secreto si seguían con aquel juego.


- Mira lo duro que estás con unas simples caricias – me dijo Koujaku con sorna sin borrar aquella sonrisa lasciva – No esperaba enseñarte tan pronto lo que son las relaciones sexuales pero veo que estás más que listo para que dé una lección... muy caliente.


Koujaku no dejaba de dedicarme aquella mirada cargada de deseo, podía notar que tenía muchas ganas de hacerme exactamente lo mismo que le había hecho a Mizuki en los vestuarios y me tensé de inmediato a pesar del placer que recorría mi cuerpo. No quería que mi primera vez fuese con unos desconocidos por los que no sentía nada ni que fuese en medio de un espacio público donde cualquiera pudiera vernos.


- Parad... por favor... - les pedí con voz temblorosa debido al miedo y al placer.


- No te preocupes, lo vas a disfrutar – me susurró Koukaju con picardía mientras se relamía los labios – Joder –  de repente gritó enfadado.


Bajó su mirada furiosa hacia su pie y yo seguí el mismo recorrido hasta que vi a Ren con sus dientes clavados en el tobillo del chico. Le había metido un buen mordisco porque pude apreciar algunas gotas de sangre que resbalaban por su piel.


- Jodido chucho de mierda – espetó cabreado mientras movía su pie para librarse de Ren – Yo te enseñaré modales.


Cuando pudo quitarse a Ren de su pierna, le dio una fuerte patada que lo lanzó varios metros de donde estábamos. Ren soltó un agudo alarido de dolor al recibir ese golpe y yo lo miré asustado y preocupado.


- Ren – grité desesperado cuando vi que se había quedado inmóvil en el suelo.


Comencé a removerme tratando de liberarme de los brazos que me apresaban pero fue inútil, no tenía fuerzas debido al placer que me causaba aquella respiración sobre mi pelo.


- Guapo, aún no hemos terminado así que céntrate – me ordenó Koujaku cogiendo mi barbilla para que dejase de mirar a Ren y le mirase a él.


Llevó su mano libre hacia uno de mi pezones para pellizarlo y un fuerte gemido se escapó de mi garganta al instante.


- Sí que eres sensible – se burló sin apartar sus manos de mi cuerpo.


Lo que él no sabía es que no había gemido por su caricia sobre mi pezón sino porque Mizuki había atrapado un par de mechones de mi largo cabello entre sus labios al besarme el hombro al mismo tiempo.


- Soltadme... - les supliqué entre jadeos, deseaba ir a comprobar cómo estaba Ren pero ellos siguieron manoseándome a su antojo.


- Ha dicho que le soltéis – escuché que alguien gritaba haciendo que aquellos dos se detuviesen.


Aunque su voz había sonado ahogada pude reconocerla de inmediato, se trataba de Clear. Mis ojos se movieron hasta que mi compañero entró en mi campo de visión y le vi allí con su traje de baño y su máscara de gas ocultando su cara sujetando a Ren entre sus brazos.


- Pero mira quién ha llegado, si es el friki de las máscaras – le insultó Koujaku - ¿Aún sigues paseándote por ahí desnudo llevando únicamente una de tus ridículas caretas? - se mofó de él.


- Si no le soltáis ahora mismo...


- ¿Qué? - le interrumpió Koujaku - ¿Vas a pegarnos? ¿Acaso crees que un bicho raro y débil como tú podría con dos miembros del equipo de natación? Por favor, no me hagas reír - se burló entre risas.


Clear se acercó hasta nosotros dispuesto a pelearse con Koujaku y Mizuki, a plantarles cara a aquellos chicos para defenderme, para lograr que me dejasen en paz.


- Vaya, si parece que el friki de las caretas tiene agallas y todo – soltó esta vez Mizuki.


- Sí, eso no podemos negárselo aunque no le va a servir de nada – le respondió su compañero de forma desafiante.


Koujaku me soltó para aproximarse a Clear y ponerse frente a él. Era mucho más alto y musculoso que mi compañero de cuarto, imponía mucho más que él pero aún así Clear parecía no amedrentarse. Aunque llevase su máscara, estaba seguro que le estaba desafiando con la mirada en aquel momento pero parecía que eso no le gustó a Koujaku porque le amenazó.


- Me pregunto si podrás respirar con esa máscara bajo el agua... ¿Qué te parece si lo comprobamos? – le dijo agarrándole del cuello y arrastrándole hacia la piscina mientras que Clear no podía defenderse debido a que aún tenía a Ren entre sus brazos – Esto va a ser divertido.


El miedo recorría cada rincón de mi cuerpo, si no hacía algo, si no le paraba, Clear y Ren podrían ahogarse y dudaba que alguien les ayudase y les sacase de la piscina como habían hecho conmigo.


- Si quieres divertirte, ¿por qué no te follas a tu pelirrojo amigo y nos dejas en paz? - grité sin pensar, asustado pero también enfadado.


De repente, Koujaku se detuvo soltando a Clear, entonces se giró para mirar en la dirección en la que estaba y comenzó a caminar hacia mí. ¿Le habría enfurecido más? ¿Pensaría tirarme a la piscina en lugar de Clear y Ren aún sabiendo que era incapaz de nadar? Cerré mis ojos cuando vi que estiró su mano hacia mí cuando estaba a tan sólo unos pasos de distancia provocando que mi miedo aumentase y que mi corazón latiese descontrolado.


Esperaba sentir su mano alrededor de mi cuello como había hecho con Clear pero en lugar de eso, sentí cómo apartaba los brazos que me apresaban liberándome al instante. Desconcertado abrí mis ojos y observé que agarró a Mizuki, le dio la vuelta y le bajó el bañador para meterle su pene en su entrada de forma ruda logrando que Mizuki se quejase del dolor.


Todos los presentes nos habíamos quedado asombrados. ¿De verdad me había hecho caso? ¿Por qué? Estaba muy desconcertado y no entendía nada pero decidí no darle más vueltas y aproveché aquel momento para ir hasta donde estaba Clear cogiéndole de la mano para arrastrarle hasta los vestuarios y así huir de aquellos dos. Cuando llegamos, hice que se sentase en una de las banquetas y comprobé el estado de Ren. Me relajé al notar su respiración, parecía estar bien, sólo estaba inconsciente. Tomé asiento frente a Clear y le quité aquella máscara para comprobar que se encontrase bien.


- ¿Estás bien? - le pregunté y él asintió con la cabeza - ¿Por qué te has enfrentado a ellos? Podrían haberte herido... te podrías haber ahogado si te hubiese tirado a la piscina – le dije preocupado.


- Pero te estaban molestando y tocando y tú no querías... tenía que ayudarte – me contestó apenado.


De repente, Clear llevó su mano a mi mejilla acariciándola con suavidad y mirándome intensamente con aquellos extraños ojos de color rosa, creo que me sonrojé porque sentí calor en mi rostro.


- Eres mi amigo, la única persona que no se aleja de mí ni se mete conmigo... no puedo soportar que te molesten o te hagan daño – me murmuró con tanta delicadeza que no supe qué contestar.


Poco a poco, Clear acercó su rostro al mío sin dejar de acariciar mi mejilla juntando nuestros labios en un suave beso. ¡Ya era la tercera vez que me besaban! ¿Noiz tenía razón en lo que me había dicho? ¿Esto era lo que quería Clear por haberme ayudado o era lo que pensaba que yo quería por haber impedido que Koujaku le lanzase a la piscina? No pude pensar mucho más ya que un sonido cerca de la puerta llamó mi atención. Me separé rápidamente de Clear y me puse a la defensiva ya que creí que aquellos dos habían vuelto para seguir molestándonos pero al mirar a la puerta descubrí que no se trataba de ellos... Noiz estaba frente a nosotros mirándonos con cara de pocos amigos.


 


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