Reunión Familiar
Ya era un nuevo día, el día de ayer Shin y él habían regresado algo tarde del cementerio y apenas regresaron el niño cayo dormido. Sanji se despertó y vio como su pequeño aun dormía.
-Supongo que lo dejare descansar mas tiempo - el rubio salió de la habitación y se encontró con los anfitriones de la casa.
-Buenos días - le dijeron los dos al mismo tiempo.
-Buenos días Robin-chan, Franky-san - les respondió haciendo una leve reverencia.
-¿Donde esta Shin-kun? - preguntó la morena.
-Sigue dormido, ayer se canso mucho volviendo del cementerio.
-Oh ya veo - le respondió la morena mientras dejaba su taza de café - Sanji-san ¿Me acompañarían Shin-kun y tu hoy al doctor?
-¿Ah?
-Veras iré a ver al doctor para ver como va el embarazo, me he sentido un poco mal y tan solo llevo 3 semanas.
-Me encantaría ir pero surgió un pedido SUUUPER importante en la carpintería, ¿Podrías ir en mi lugar Sanji? - le pidió el peliazul.
-Claro no hay problema.
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Dentro de una hora Robin, Sanji y el pequeño Shin salieron rumbo al hospital para que la joven embarazada se hiciera un chequeo.
El pequeño peliverde iba emocionado viendo por la ventana mientras que Sanji y Robin se encontraban adelante hablando sobre la cena, claro omitiendo varias cosas, como Luffy y cierto marimo.
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No tardaron nada en llegar y Shin se bajo dando saltos del auto, era su primera vez en el East Blue, estaba muy emocionado.
-Wow, wow tranquilo pequeñito - le sonrió el rubio deteniendo a su hijo.
-Si mami
-Vamos chicos - les llamo la morena riendo ligeramente, le encantaba ver al rubio hacer el papel de mamá, espera ser así cuando nazca su bebe.
Cuando los tres pasaron las puertas del gran hospital la morena se dirigió al mostrador y le hablo a una enfermera rubia.
-Buenos días, tengo una cita programada con la doctora Kureha.
-Oh claro, por aquí por favor - la enfermera le indicó que la siguiera y detrás de ellas fueron los dos chicos.
Robin entro a la habitación mientras que el rubio y el pequeño de 4 años se quedaron afuera esperando.
-Mami, ¿La tía Robin esta enferma? - preguntó preocupado viendo al rubio.
-Claro que no cariño - le respondió con una sonrisa - Robin-chan esta embarazada ¿Sabes que significa eso?
El pequeño peliverde solo negó con la cabeza.
-Pues mira, cuando un papá y una mamá se quieren mucho, mucho, mucho, el papá le pide a mamá si quieren estar juntos para siempre.
-Ohh - dijo escuchando muy interesado lo que le decía el cocinero
-Y después de estar juntos y mostrarse afecto por un tiempo, papá y mamá le piden a Dios un regalito, en este caso un bebe y después de 9 meses de que el regalito se queda dentro de la mamá, ese regalito sale y nos hace muy felices a todos.
-¡Wow! ¿En serio mami? - dijo con brillos en los ojos, a lo que el rubio solo sonrió y asintió - ¿Entonces yo fui un regalito dentro de ti por tantos meses?
-Así es, Shin - le sonrió, amaba ver la inocencia y pureza de su hijo.
-¿Y mi papá también te pidió estar juntos para siempre? - le sonrió.
-Ohh...claro que si pequeño el estaba igual de emocionado que yo - le respondió dandole una dolorosa sonrisa.
El hablar de eso le dolía al rubio pero le dolía más mentirle a su pequeño.
Ambos seguían hablando hasta que salió una enfermera de la habitación.
-Amm señor la señora Robin pide verlo - le dijo la enfermera rubia al joven cocinero.
-De acuerdo - dijo levantándose de la pequeña silla - Shin quédate aquí, saldremos pronto, ¿de acuerdo?
-Claro mamá - le sonrió y sin mas la enfermera y su madre entraron a la habitación.
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-Ohhh ya paso mucho tiempo - decia el pequeño peliverde haciendo pucheros, ya se estaba aburriendo - ¡Oh! Ahora que lo pienso vi en el auto que había un parque a unas calles de aquí - recordó emocionado - Mmmmm pero mamá dijo que no me fuera de aquí...bueno solo iré un ratito y volveré antes de que salga.
El pequeño niño salió del hospital y paso las calles llegando a aquel parque cruzando la calle, preocupando a uno que otros al ver a un niño llendo solo por la calle.
Cuando Shin llegó se encontró con muchos niños y empezó a jugar con ellos, tanto que se le paso la noción del tiempo y cuando reacciono entro en pánico.
-¡Ay mamá! ¡Mamá ya debe estar buscándome! - dijo alterado con intención de volver al hospital y después de un rato de sentir como si las calles se movieran el pequeño pudo ver un edificio parecido a el hospital al otro lado de la calle así que se fue corriendo hacia la calle justo cuando una gran camioneta estaba por pasar.
El claxon sonó asustando al pequeño haciendo que se quedara inmóvil y cerrara los ojos.
-¡Mami!
-¡Niño quítate de ahí!
Shin escuchó una voz y al volver a abrir los ojos vio que se encontraba tirado en la banqueta junto con un señor de cabello verde vestido con un traje muy formal y una gabardina.
-Señor ¿Esta bien? - preguntó asustado al ver que el señor tenía un poco de sangre en su cabeza.
-Tsk - gruño molesto Roronoa - maldicion, eso debería preguntarte yo a ti niño - dijo limpiándose la poca sangre que salía de su frente - ¿Que rayos estabas haciendo?
-Uhmm pues estaba buscando a mí mamá - dijo ya algo apenado.
-¿Tu mamá?
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Shin y Zoro se habían regresado al parque ya que al ver que ambos estaban perdidos pensaron que lo mejor seria quedarse donde el pequeño se encontraba al inicio.
-¿Y qué haremos ahora señor? - preguntó viendo hacia arriba al señor que era muy alto, incluso era mas alto que su mamá.
-No te preocupes le he llamado a una amiga para que envíe un chofer para que nos deje en ese hospital que dices, llegará en unos minutos.
-Ohh - dijo viendo hacia abajo.
-...
-...
-...
Ahora había un incómodo silencio, Zoro se sentía como un tonto haciendo de niñera pero simplemente no podía dejar a un niño por su cuenta. Él no era así.
Los dos peliverdes fueron a sentarse en unos pequeños columpios ya que el pequeño dijo sentirse cansancio en sus piernas, tal vez de tanto caminar en círculos sin encontrar el hospital.
-Y dime enano - hablo el peliverde llamando la atención de Shin - ¿Cómo te llamas?
-Shin - dijo nervioso.
-¿Shin?
-Si - dijo el pequeño sin voltear a ver al peliverde.
-Es un lindo nombre.
-¿Qué? - Shin se sorprendió por el tono de voz que con el que aquel señor le había, al parecer era un señor amable y no daba tanto miedo como el pensaba.
-Ya me oíste, es un nombre muy bonito, hace muchos años estaba con alguien que todo el tiempo me decía que ese nombre le encantaba y al final termino gustándome a mi también - le dijo regalándole una sonrisa muy poco usual en el moreno, pero también con una mirada de tristeza.
-¡Gracias! - respondió muy alegre olvidando todo su nerviosismo anterior - ¡Y a mi me gusta su cabello señor! Nunca había visto un cabello tan parecido al mío, ¡Mi mami siempre me dice que parezco una planta! jajaja - río con mucha incencia.
-Oh ya veo - Tómalo como un cumplido mientras puedas penso el peliverde - y mi nombre es Zoro no señor.
-Jajaja esta bien,señor Zoro
Un claxon sonó y ambos voltearon a ver una limosina negra.
-Oh, ahí esta el chofer - le dijo a Shin - vamos niño.
-¡Si!
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-¡Robin-chan! ¿¡Como pude ser tan tonto!? - dijo agarrandose la cabeza preocupado - ¡Nunca debí dejarlo solo!
-Tranquilo Sanji-san debe seguir por aquí - dijo Robin intentando calmar al rubio sin embargo ella también está muy preocupada - preguntemos a las enfermeras, él debe estar en alguna parte del hospital.
Sanji sentía que sufriría un infarto, sin su pequeño con él ya no le quedaba nada. ¡¿Qué haría sin él?!
Después de buscar un rato por los pasillos del hospital Sanji y Robin salieron por,la puerta principal del hospital.
-¿Y si llamo a la policia? - dijo Sanji ya sacando su celular, en verdad el pánico lo estaba dominando.
-No nos escucharían Sanji-san solo nos escucharan si pasan mas de 24 horas.
-¡Pero si es un niño puede que si lo busquen! - dijo empezando a marcar.
De repente una lujosa limosina negra se paró frente a ellos y bajaron Shin y Zoro.
-¿Este es el hospital que decías Shin? - preguntó el moreno viendo el alto edificio.
-¡Sip! - contestó energético mientras volteaba a ver hacia las puertas del hospital- ¡Ahí esta mi mamá! ¡Señor Zoro mire! - dijo jalando su formal pantalón y apuntando hacia la puerta.
-¿Eh? - volteo cofundido hacia la puerta.
Sanji y Robin seguían en la puerta hablando. Sanji estando histérico y Robin intentando calmarlo hasta que Sanji escucho una voz que jamás confundiría.ñ
-¡Mami! - gritó Shin corriendo hacia el cocinero.
-Sabia que era la voz de Shin - sonrío aliviado y también corrió hacia su hijo y al llegar a él se puso de rodillas y lo abrazo - ¡¿Estas bien Shin?! - dijo asustado tocando el rostro de su hijo y dandole un beso en la frente.
-Si estoy bien mami, lo siento.
-¿Pero donde te metiste? - dijo el rubio un poco molesto pero obviamente aliviado de tener ahí a su niño con él.
-Fui al parque- dijo cabizbajo - ¡Pero el señor Zoro me ayudo a volver! - dijo volteando hacia atrás viendo al peliverde que se había acercado al igual que Robin.
-¿Señor Zoro? - dijo parándose y volteando a ver al peliverde antes nombrado. No podía ser verdad - ¿Qué haces tú aquí? - preguntó nervioso aun sin poder creerlo.
-Yo...me encontré con él niño y me dijo que estaba perdido y buscaba a su madre así que...
¡Espera un minuto! ¡¿Mamá?! ¡¿Sanji era la madre de Shin?! Zoro ya sabia que Sanji tenía la capacidad de tener hijos, Sanji se lo dijo la primera y ultima vez que tuvieron sexo pero...eso significaba que alguien mas había tocado a Sanji ¿no es asi? Sanji, su primer y único verdadero amor ya estaba con alguien mas, mierda, ahora se sentía molesto. No con Sanji y mucho menos con el niño, se sentía molesto con él y con toda la situación. Entonces...¿Alguien mas había tocado a Sanji? Bien, ahora no estaba molesto, estaba furico...
-Gracias por traerme a mi hijo - dijo Sanji friamente sacando al moreno de sus miles de pensamientos y poniendo a su hijo detrás de él sacándolo del campo de visión del peliverde mayor.
-No hay de que, pero Sanji tu...
-Me alegra que no le haya sucedido nada malo a Shin-kun - lo interrumpió la morena - Sanji ¿Podrías ir por el auto? Me siento algo adolorida por los exámenes - volteo a ver a su amigo mientras le arrojaba las llaves de su auto.
-Claro Robin-chan, vamos Shin - agarro la mano de su hijo.
Si mamá, hasta luego señor Zoro - se despidió felizmente para después irse con el rubio hacia el estacionamiento del hospital.
-¿Porqué hiciste eso? - preguntó Zoro con el ceño fruncido.
-Sabes perfectamente porque Zoro - respondió rápido la arqueóloga.
Hubo un silencio breve y Zoro preguntó algo nuevamente.
-¿Desde cuando lo sabias?
-¿Lo de Shin? - el otro asintió- desde que nació, Sanji me lo contó - le confesó al peliverde.
-¿Quién es el padre? - preguntó sin ocultar su enojo.
-Eso no me incumbe decírtelo Zoro, eso deberías preguntárselo a Sanji, no a mi - dijo tocándole el hombro - Zoro sabes que soy tu amiga pero no puedo decirte esto y te pediré que guardes el secreto de Shin, nadie además de Franky y yo saben sobre él y Sanji quería contárselos a todos lo mas pronto posible.
-De acuerdo.
-Gracias por entender - y sin mas Robin se fue.
Zoro subió de nuevo a la lujosa limosina y se toco la cabeza.
-Mierda, Sanji...
-Señor Roronoa ¿A dónde lo llevo? - preguntó el chofer.
-Llévame a casa - sin mas la limosina empezó a caminar - Quiero volar a verte Sanji...quiero otra vez verte...
...CONTINUARÁ...
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