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Carry on! por Kiu-chan_001

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Notas del capitulo:

Holi!! dejo esto por aquí y nuevamente les agradesco por dejar comentarios u.u espero que les guste!

 

Lunes por la mañana, apartamento de Young Mi

 

De mala gana el pelinegro fue a abrir la puerta. Reflexionó un momento sobre si era buena idea el abrir, pero llegó a la conclusión de que no se iría hasta que lo dejara pasar. Suspiró y luego abrió la puerta donde un sonriente y alto castaño nuevamente entró sin pedir permiso alguno.

 -¡Buenos días par de extraños!-anunció.

-¿Extraños?- el menor no logró entender.

-Sip.

-Sehung ¿Qué estás haciendo aquí?- Young Mi estaba molesto - se supone que vamos a trabajar ¿Por qué no estas vestido?

-Descuida, llame a la empresa y les avisé a que no iría hoy.

-¿Y por qué mierda hiciste eso?- su tono irritado iba en aumento por la irresponsabilidad de su amigo.

-Porque hace mucho tiempo no me tomo unas vacaciones, además, hoy pasare el día con Sun Hee y mi pequeño sobrinito-Sehung tomó al castaño por la cintura y lo abrazó por detrás- desde que llegaron no he tenido ni un solo día de estar con ellos- dijo en un infantil puchero, acariciando el vientre del menor, a lo cual se enrojeció de sobre manera- deben sentirse muy solos, así que aquí estoy yo para consentirlos.

Young Mi lo miró mal, no le gustaba la manera en que tocaba al castaño, Sehung sonrió maliciosamente, le encantaba molestar al azabache, Sun Hee se puso como tomate, sentía las manos del mayor acariciándole por debajo del suéter.

Aun no se acostumbraba a la idea del embarazo,  no se lo había contado a nadie más, y en veces le costaba creerlo, sentir las manos sobre su hinchado y pequeño abdomen le hacía entender que en verdad había una personita dentro de su estómago.

-¡Muy bien!, Sun Hee ya hay que irnos- tomó al menor del brazo y lo arrastro hacia la puerta.

-Esperen- Young Mi los detuvo- ¿A dónde van?- la extraña sonrisa no se iba del rostro del mayor.

-Mmm…primero iremos al centro comercial- dijo enumerando su lista- luego al cine, por un helado y…tal vez al final tengamos una cita romántica- Sehung miró pícaramente al más bajito.

-¡¡Sehung!!- lo regañó el pequeño.

 

-Iré con ustedes- Young Mi no se veía muy feliz. Sun Hee le miró.

-¡Enserio!- al menor le brillaban los ojos de alegría.

-¿Enserio…? Young Mi ¿No tienes que ir a trabajar?- Sehung sonrió maliciosamente.

-Llamaré y les diré que no voy a ir.

-Pero, tienes mucho trabajo ¿No es así? Te retrasarás si faltas hoy- el mayor usaba un tono fingido de preocupación.

-Young Mi, si tienes mucho trabajo no tienes que forzarte a venir- el bajito estaba un tanto decepcionado.

-¿No tienes mucho trabajo también tú Sehung? Además que no has entregado el reporte de la semana pasada y tu secretario te mata si se entera que hoy faltaste por ir a pasear- El más alto rio un poco por la forma de contraatacar del mayor.

-Está bien, está bien, tú ganas. Pero cámbiate rápido, no te voy a esperar y no quiero que robes demasiadas miradas de mi- El menor abrió los ojos sorprendido.

-Sí, sí, ya cállate- dijo con fastidio regresando a la habitación para cambiarse.

-Mmm…Sehung- dijo en tono bajito el menor, una vez que se fue - a, que te refieres con que…no quieres que robe demasiadas…miradas- se sorprendió pero luego el mayor sonrió malicioso, había encontrado una nueva víctima para sus bromas.

-¿¡Acaso no lo sabes!?- fingió sorpresa- Young Mi es demasiado popular en la empresa, todos los días tiene un nuevo pretendiente, y es de esperarse si todos los días va tan arreglado…Ahh!- suspiró en tono de derrota- tienes que hacer una larga fila en su agenda para poder salir con él, tiene gustos especiales, solo escoge lo mejor - Sehung esperó la reacción del menor, tal vez se pondría celoso o incluso un poco inseguro de pensar que el azabache estaba fuera de su alcance, pero no esperó ese comportamiento.

En cuanto escucho eso Sun Hee apretó los puños con furia, tenía el entrecejo fruncido, estaba enojado, más que enojado se veía colérico.

-Entonces…es un idiota mujeriego….-murmuro más para sí mismo, entonces fue cuando Sehung se dio cuenta de que lo había echado a perder.

-N-no no es eso, solo lo hace en su tiempo libre y…

-Entonces es su hobbie?-  dijo aún más colérico que antes.

Sehung estaba a punto de retractarse, siendo interrumpido por Young Mi quien salía de la habitación ya cambiado.

-Estoy listo, vámonos- Sun Hee lo miró mal, el azabache se dio cuenta de eso y quedo sumamente sorprendido ¿le había hecho algo al bajito?

-Ya era hora, no vayas a perder demasiadas oportunidades-Sun Hee dio media vuelta y salió hecho una furia del departamento.

-¿Oportunidades?- El azabache volteó hacia Sehung, haciendo una mueca como pidiendo una explicación, pero este sólo encogió los hombros fingiendo no saber nada.

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Después de ir tras la pequeña furia, ahora se encontraban en el estacionamiento subterráneo, donde abordaron el auto del mayor.  

Young Mi y Sehung iban adelante, mientras Sun Hee en los asientos de atrás. El ambiente era tenso, el menor le fruncía el ceño a la ventana y Young Mi podía verlo por el retrovisor.

El silencio incómodo era lo único que se escuchaba, después de un largo rato de camino nadie trataba de sacar algún tema de conversación.

-¡Es bueno que ya hayan abierto la calle! ¿No es así?- habló el mayor en risas tratando de cortar el ambiente- Hubiéramos tenido que caminar tres calles para poder llegar al auto.

-No creo que ha Young Mi le hubiera importado, hubiera podido conseguir a cualquiera en el camino- Sun Hee no quitaba su cara de molestia y Sehung tragó duro, el bajito nunca se comportaba así, debía estar realmente molesto con el azabache o las hormonas lo estaban atacando.

Young Mi se sorprendió-¿A qué te refieres con….

-¡¡Miren llegamos al centro comercial!! ¡¿No es impresionante la cantidad de tiempo que uno se ahorra?!- Young Mi lo miró extrañado, pero al final lo dejó pasar, no estaba de humor para las rarezas del más alto. Sehung aparcó el auto cerca de la puerta y luego todos bajaron.

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-Woaa! Sí que es grande…-dijo el bajito notablemente más relajado.

-Es cierto aun no habías venido ¿no es así?- habló Sehung.

-No, no he tenido mucho tiempo con los trabajos de la escuela, pero cuando termine espero poder conocer todo Seúl- Young Mi alzó una ceja ante su comentario.

-Vayamos a esa tienda primero- el mayor señaló una tienda de ropa cerca del lugar.

-No lo sé…mejor otro tipo de lugar- Sun Hee rasco su brazo en señal de nerviosismo.

-Iremos luego a otros lugares, primero quiero probarme algo- Sehung lo tomó del brazo y nuevamente lo arrastro hacia la tienda.

Dentro, cada quien estaba por su cuenta buscando algo para sí mismos, Sehung entró a uno de los vestidores para probarse unas playeras. Sun Hee rebuscaba entre la ropa algo que le quedara.

-Hey!, Sun Hee- el mencionado volteó hacía el azabache- ¿Esto me queda bien?- dijo refiriéndose a la gorra Hurley que llevaba puesta. El pequeño castaño parpadeó varias veces para salir de su mundo, ¿Cómo podía alguien verse tan tremendamente bien con una simple gorra?

-N-no lo sé, ¿P-por qué no se lo preguntas a la chica del mostrador? Ella no se ve tan mal- A pesar de notablemente sus mejillas estaban rojas se veía molesto, Young Mi intento preguntar acerca de su extraño comportamiento pero Sun Hee habló primero- S…se te ve bien- su tono no era muy audible, pero el mayor sonrió al ver como el bajito trataba de esconder su cara o disimulándolo viendo ropa.

Young Mi olvidó lo que iba a preguntar y cuando el menor estaba perdido en sus cosas fue a pagar por la gorra. Por otro lado un pequeño castaño se regañaba a si mismo por haber dicho eso cuando se supone que estaba enfadado, pero era tan sexy que ni siquiera podía enojarse con él “¡Basta!” Sun He sacudió la cabeza, no debía caer en la trampa de ese mujeriego, sabía que si lo permitía, Young Mi jugaría con sus sentimientos y lo trataría como a otra de esas cualquieras. La rabia emanaba de su cuerpo ¿Acaso Young Mi en verdad lo veía como a otra más?

No podía soportarlo, el enojo y los celos lo estaban consumiendo “Espera… ¿Celos?” ¿Acaso en verdad estaba celoso? Ciertamente le enfurecía el pensar ver a Young Mi con otra mujer, pero, también lo deprimía, si Young Mi en verdad era tan selectivo, que lo haría pensar que se fijaría en alguien como él, además, no tenía derecho a estar celoso cuando ni siquiera eran algo. Los ojos de Sun Hee se aguadaron ante el pensamiento, “Estúpidas hormonas…” el pequeño limpió las lágrimas que amenazaban con salir de sus ojos y regreso con los mayores. Al final Sehung salió de la tienda comprando todas las camisas que se había probado, y por defecto, le quedaban geniales.

Pasaron por un montón más de tiendas hasta que Sun Hee tuvo que parar a descansar sus pies. Sehung entró a otra tienda mientras Young Mi se sentaba junto al menor en una de las bancas del lugar.

-Veo que no has comprado nada- Young Mi se refería a que en todo el transcurso de día Sun Hee había revisado montones de ropa y al final no comprobaba nada, mientras Sehung compraba cada cosa que se probaba, incluso Young Mi llevaba un par de bolsas con unas camisetas.

-No es como si de todas maneras pudiera comprar algo- dijo en tono indiferente.

-¿A qué te refieres?- Young Mi no sabía que el menor tuviera problemas económicos.

-No pienses mal, es simplemente que…- el menor dudó un poco no sabiendo si contarle o no, era un tema tan vergonzoso que los colores se le subieron de solo pensarlo-…nada de la ropa que esta ahí me queda- Young Mi lo miró extrañado- …quiero decir…que mi cuerpo…no es muy común en un hombre…por eso…

-¿Tú ropa es especial?-termino la oración, se notaba lo incómodo que se sentía hablando sobre ese tema.

-No…no es especial, tener que hacer eso traería muchos problemas y no creo que la ropa sea algo tan importante por eso…es más fácil…comprarla en tiendas donde haya de mi talla…-El mayor parecía no entender-…me refiero a…tiendas de mujer- Young Mi lo miró más que sorprendido- ¡O-obvio que yo no entro! Mi madre suele escogerla y comprarla, t-tratando de que no sea muy femenina…y eso…

A pesar de que lo tomó desprevenido Young Mi lo entendió bien, era obvio que no había muchos chicos con un cuerpo como el de Sun Hee, que ciertamente tenía el cuerpo que toda chica quisiera tener, su cintura estaba bien delineada, sus brazos delgados, tenía hombros estrechos y sus piernas eran  blancas y cortitas, y su trasero, “Oh! su trasero!” Tenía un trasero para morirse, esponjoso, grande y redondo, sus pantalones se ajustaban perfectamente en esa área y lo hacían que fuera más notable.

Sun Hee pudo sentir la mirada profunda del mayor, sabía que no se estaba burlando de él, aun así lo ponía más incómodo que lo viera tan fijamente. Intentó distraerse con otra cosa desviando la mirada a otra parte posicionando una mano sobre su vientre mientras se removía incómodo y fastidiado sobre su asiento.

-Demonios…-maldijo el más bajito mientras descalzaba sus pies.

-¿Qué pasa?

-Estoy harto, el bebé hace que mis pies me estén matando, me duelen demasiado como para seguir caminando- Sun Hee hiso un leve puchero y una mueca de dolor aun sosteniendo su vientre.

-Te haré un masaje- Young Mi dejó las bolsas aun lado y se inclinó frente a bajito en medio de todo el centro comercial.

-¡¿Qué?! N-no, no tienes que hacerlo, Young Mi ¡ponte de pie por favor!

El mayor hiso caso omiso y le quitó el pequeño zapato descalzándolo por completo, comenzando a frotar las plantas de los pies con sus pulgares.

Sun Hee se encogió en sus hombros tratando de alejar la pena que sentía en ese momento, estaban justo a la vista de todos, donde las personas pasaban y pasaban mirando la poco común escena. Pero, a pesar de eso no podía negar que se sentía jodidamente bien. Sus pies estaban muy hinchados por el embarazo, así eran todos los días en los que tenía que caminar, aun siendo cortas distancias, su cuerpo no cooperaba mucho haciéndolo sentir una horrible fatiga. Por otro lado las manos de Young Mi eran mágicas, podía sentir sus dedos por sobre la tela de los calcetines, sabían cómo moverse. Se mordió el labio inferior para no soltar un gemido de lo bien que se sentía.

Las que personas pasaban por el lugar varias veces se les quedaban viendo, algunas murmuraban cosas tiernas sobre lo lindo que se veían, “me gustaría que así fuera el padre de mi hijo” “Oww! Que lindoo está embarazado!” En algún momento Sun Hee se había relajado y se había apoyado sobre su mano, inconscientemente había estado haciendo ligeros movimientos sobre su vientre haciéndolo notar levemente bajo su suéter.

Sun Hee se incorporó rápidamente y coloco sus manos entre sus piernas y volvió a encogerse en sus hombros.

-¿Sueles hacerle esto a todas?...-dijo el menor recordando su anterior enojo.

-¿A todas?

-Vamos, no te hagas el inocente.

-Sun Hee, estas extraño desde esta mañana ¿Acaso hice algo para hacerte enojar?- El bajito frunció el ceño.

-No te hagas, Sehung me lo contó todo.

-Acerca de…

-Acerca de que eres un mujeriego, que tienes un larga lista de espera a cada parte que vas, y que sólo escoges entre lo mejor. Y no te preocupes, la verdad no me sorprende, tienes derecho de aprovechar ese buen rostro que tienes, puedes ir por ahí acostándote con cualquiera, pero claro, no necesitas mi permiso- Young Mi rio cuando el menor terminó de hablar, ¿En verdad Sun Hee pensaba que tenía buen rostro?

-Sun Hee…- el mayor dejó sus pies por un momento y se elevó para quedar a la altura de Sun Hee, poniendo ambas manos a los costados de sus piernas y acercando tanto sus rostros que el bajito tuvo que retroceder un poco- Sabes, no he tenido una cita desde la universidad.

-¿Q-que?- titubeó por la cercanía de sus rostros- y c-cómo quieres que crea yo eso.

-Simplemente porque te lo digo a ti, no te mentiría en algo como eso- Sun Hee lo miró a los ojos- Eso y…que fue Sehung quien te lo dijo, deberías saber que te jugó una de sus bromas- El menor se relajó notablemente.

-¿Una broma?

-Sí, tienes que tener cuidado de no creer todo lo que ese idiota dice. Es verdad que hay unas chicas que se me declaran pero ellas saben que no estoy interesado en esas cosas, no soy de esos que les gusta salir a altas horas de la noche.

-Oh…-Sun Hee tenía un ligero tono de decepción en su voz-…ya veo, así que, no te interesan esas cosas…-Young Mi se percató rápidamente de su forma de actuar.

-No del todo, quiero decir…-El azabache volvió a acercar sus rostros- Sun Hee…-su voz era demasiado profunda- Si se tratara de ti, no me molestaría, yo estaría más que honrado…y..sé que va a sonar como una estupidez, pero creo que me gus...

-¡HEY! ¡Siguen ahí! Terminé de comprar por hoy, vamos a alguna parte a comer algo vaya que me muero de hambre.

 

 

Notas finales:

Bye Bye!


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