Miercoles por la mañana, Oficina de Choi Young Mi.
-¿Qué pasa contigo? Estas más pensativo de lo normal…y, eso asusta…-habló sarcásticamente Choi Young Mi, un chico alto, pelinegro, que no pasaba de los 25 años, por no decir demás era bastante guapo, tenía estilo sexy, su cabello estaba arreglado de un lado y por el otro un tanto despeinado, dandole un estilo rebelde. Vestía un traje costoso y elegante y tomaba vino de una copa, sentado en un cómodo sillón, en una lujosa oficina. Era bastante difícil que el azabache pasara desapercibido, emanaba un aura seductora y su amable caballerosidad, hacía que la mayoría de las mujeres en el edificio quisieran algo con él.
Kim Sehung se hallaba en el sillón del alado, sosteniendo pensativamente su copa de vino, vestía igual que el pelinegro pero con un estilo más informal. Al contrario del azabache él era totalmente un casanova, sus relaciones eran máximo de un mes, aun así era igual mente amable pero a la ves pícaro, a las mujeres no les molestaba coquetear un rato o pasar solo una noche con él.
-¿Ah?- dijo un tanto mucho distraido, en ese momento el castaño no estaba del todo en sí, estaba preocupado, pensando en otras cosas, cómo haría para ayudar a Nick, su pequeño amigo castaño que ahora cargaba un bebé en él. El bajito había comprado un departamento en la ciudad, por ahora estaría bien, siempre y cuando su familia no se enterara de nada, pero lo más preocupante era cuando el bebé naciera, Nick le había pedido ayuda para encontrar una nueva familia, pero también le había pedido que guardara el secreto completamente de su identidad. Le asustaba que la gente lo mirara mal por ser un chico y aun así quedar embarazado. En pocas palabras un Doncel. Sehung no podía pronunciar esa palabra frente al pequeño castaño, temblaba de solo escuharla, era la causante de todos sus males, era lo peor que le podría haber sucedido en la vida, simplemente se sentía como un fenómeno. El mayor se enfurecía cuando escuchaba a su mejor amigo decir eso, en estos tiempos era bastante normal ver un chico en espera de un lindo bebé, pero era así como su familia le había enseñado, el padre del bajito era uno de los más grandes empresarios de Seúl, así que a Nick desde pequeño se le había enseñado a cómo comportarse, lo que era correcto y lo que no, por su condición habían tratado compensar todo por meio del arduo trabajo, le habían enseñado tocar cualquier instrumento que tuviera enfrente, pasaba la mayor parte de su tiempo estudiando y había tenido que aprender todo sobre modales y etiqueta, no le sorprendía que los padres de Nick vieran mal una relación de hombre con hombre.
-¿Qué es lo que tanto te preocupa?- Le interrumpió en sus pensamientos el azabache- Si es acerca de la nueva campaña de publicidad no tienes de que preocuparte ya casi resolvemos todo.
-Ah…-musitó, algo distraído- No, lo siento, no es eso.
-¿Entonces?-Sehung suspiró audible
-Es acerca de un amig…a- el mayor olvido que le habían pedido que guardara el secreto-…mi mejor amiga, de hecho, nos conocemos desde la primaria.
-¿Tienes una mejor amiga? ¿Porque nunca lo habías mencionado?- al azabache le pareció raro que con tantos años de conocerse nunca le había hablado de su supuesta amiga- no sabía que tenías una mejor amiga, y mucho menos sabía que podías mantener una relación con alguien sin tener otras intenciones.
El castaño rio sin ganas.
-Vamos, es la verdad, a este punto me sorprende que no te hallas violado ya la lindura por secretario que tienes.
-¿Quien dijo que no lo he hecho ya?- dijo con indiferencia.
-¿En serio ya lo hiciste?- el pelinegro estaba a punto de soltar una risa por el poco pudor que tenía su amigo.
-Por supuesto que no…yo quiero algo más serio con él.
-Pff…Si, claro- Young Mi volteó los ojos sin creerle.
-Ah!, como quieras.
-Vamos... era un chiste, aun así ¿Qué es lo que te tiene tan preocupado de ella?
-Amm…-el castaño estaba dudando acerca si decirle o no-…veras es complicado…el otro día, ella llego pidiéndome ayuda porque descubrió que... estaba embarazada.
-Pero no fuiste tú ¿O sí?
-No-dijo cortante- no fui yo. Como sea, llegó y me contó todo, ella está en una difícil situación, por lo que no puede quedarse con el bebé, le dije que le ayudaría a buscar otra familia, pero eso es demasiado difícil, sabes, no conozco a nadie que sea de confianza y además quiera adoptar un bebé.
-Alguien de confianza...¿Y tu hermana?
-Ella ya tiene dos, si tan solo le pregunto me hecha de su casa en ese mismo instante.
-Pero supongo que ya se conocen ¿No?
-Si, pero no es lo mismo
-¿Y tu primo?
-Él está de viaje todo el tiempo.
-¿Qué tal JongWoon, el de la universidad? se ve que le gustan los niños.
-Ni pensarlo ese tipo está loco. Vamos, piensa en otra persona ¿No conoces a algien?
Ambos se quedaron pensativos durante un largo rato, descartando y pensando, nombres, personas, familiares.
Alguien....que quisiera tener un bebé, alguien que estuviera lo suficientemente seguro de querer acoger un niño...Young Mi no pudo evitar pensar..¿Quien querría una responsabilidad tan grande? tener que estar todo el tiempo pendiente de él, quién querría tener un bebé riendo y llorando por todas partes, tener una personita dependiendo de ti, estar rodeado de olor a talco para bebé, tener tu departamento lleno de pequeñas huellitas por todas partes, poder besar sus cachetes gorditos y rosados cada vez que quieras, tener que compartir todo tu amor con alguien y tener que verla crecer poco a poco y al final darte cuenta que todo valio la pena, Quién querría alguien con quien comprtir tu vida...
¿Quién querría algo así...?
-Y ¿Qué tal yo?
El castaño solo lo miró un tanto confundido.
-Porque esto no es un juego- dijo con semblante serio.
-¿De qué hablas? ¿Quieres decir que yo no puedo hacerme cargo de un bebé?
-Hoy haces muchas preguntas... No me refiero a eso, quiero decir, sé que eres bueno con los niños y todo, pero nunca pensé que querrías uno propio. Creí que esperarías a cazarte y a tener hijos con tu propio ADN.
-No quiero esperar, y no me importa que no llleve mi propia sangre, ya han pasado muchos años y lo único que he encontrado son mujeres casa fortunas, no creo hallar algo diferente, quiero pasar mi vida con alguien a mi lado, alguien que no engañe, ni me abandone. Alguien que me necesite. Y, ese pequeño necesita de alguien ¿no?
-Young Mi ¿Estás seguro de que quieres hacer esto?
-Sí, porque no, no creo que haya problemas con cuidarlo, mamá estará muy feliz de saber que ya tiene nietos, además papá me ayudara un poco en la empresa recortando mi horario.
Sehung suspiró derotado, almenos Nick se alegraría de saber que tan rápido encontró una familia, y sobre todo una familia con mucho amor. El castaño conocía bien a los Choi, sabía que la madre del pelinegro era muy dulce y consentidora. Él mismo lo había comprobado todos esos años.
-Muchas gracias Young Mi, no sabes que tanto nos has salvado.
El azabache sonrió, por dentro le emocionaba tener que cuidar de una pequeña criaturita, gordita y llena de inocencia.
Sehung le dió un par de instrucciones, le explicó que él no tendría que hacer nada, solo esperar a que naciera el bebé, él le avisaría de todas la etapas de embarazo y cuando naciera le entregaría al bebé. Por ahora todo estaría bien.