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Carry on! por Kiu-chan_001

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Notas del capitulo:

Hola! Yo vuelvo aquí con un capitulo más. Quiero decir que me gusta mucho el nombre de Sun Hee, por eso lo usare más que como Nick, aunque la idea siempre fue usar el otro, solo lo digo por si se confunden a la hora de leer.

-Muchas gracias por los comentarios de verdad me dan mucha fuerza para escribir n.n 

Sábado por la tarde, apartamento de Young Mi.

Cuando ambos terminaron con lo que hacían, se sentaron en la mesa.

Durante todo el rato ninguno de los dos hablo, aunque tenían muchas cosas que decirse, ambos comieron en silencio.

Después de un rato y el tercer plato de Sun Hee, el azabache se dispuso a hablar.

-Tengo una duda acerca de todo esto-el menor asintió dándole a entender que lo escuchaba- ¿Siempre sueles vestirte así?- Sun Hee estaba rojo hasta las orejas- quiero decir, no pudiste simplemente decirme que eras un hombre embarazado ¿Y ya?- el castaño se sintió estúpido porque era justamente eso lo que dijo que no haría y ahora por eso se había metido en ese problema.

-¡¡Por supuesto que no!! No lo entenderías…es algo complicado.

-Qué tan complicado puede ser como para que tengas que usar braguitas?

-MUCHO- el menor bufó, molesto ante las constantes bromas por parte del azabache- no era sencillo para mí que me conocieras tan directamente, si mis papás se llegan a enterar, no sé qué pasaría con migo. Además, esto en parte fue totalmente idea de Sehung.

-No me sorprende, Sehung podría pagarte solo hasta por verte en vestido, A MI me pagaría solo por verme en vestido- el menor rio levente por su comentario, sabía que si lo quisiera así lo haría.

-Creo que ya es hora de que regreses a casa, se está haciendo tarde- dijo después de que terminaron de comer, a  lo que el menor asintió.

-Sí, yo también creo lo mismo- se levantó y puso su plato en el fregadero para después dirigirse a la salida- Muchas gracias por todo- se despidió ya en la puerta haciendo una leve reverencia.

-Iré  contigo, te dejaré en tu departamento.

-No, está bien, no quiero causar más problemas, mi departamento está muy cerca de aquí, no tardaré mucho en llegar.

-No es ningún problema, ya dijiste que es muy cerca y es mi deber que el bebé llegue a salvo a casa- Young Mi le sonrió ampliamente al pequeño castaño quien se quedó embobado en su sonrisa- además con esa ropa no me sorprendería que no llegaras a la esquina- sus mejillas se pintaron de un tono de rosa, miró sus piernas descubiertas y supo que podría tener razón, a pesar de ser muy lindo, el vestido era demasiado corto y muy provocador.

-E-está bien…

Cuando salieron del edificio, comenzaron a caminar por la banqueta.

No pasaron ni cinco minutos cuando el primer hombre se le quedó viendo lascivamente al pequeño Sun Hee. El castaño ni siquiera lo notó, pero no pasó desapercibido por un alto azabache que lo fulminaba con la mirada.

Esto pasó varias veces hasta que el menor se dio cuenta que Young Mi no paraba de fruncir el ceño.

-No tienes que estar tan enojado…

-Claro que tengo, ya no hay respeto, todos son unos malditos pervertidos.

-¿Eh?... ¿Quiénes?- Sun Hee miró inocentemente hacia todas partes para tratar de entender de quién hablaba el más alto, fue cuando este último se dio cuenta que el menor ni siquiera se había percatado de las miradas que estaban encima de él.

Molesto, el mayor apresuró el paso, mientras más rápido lleguen, mejor. Estaba tan concentrado en llegar rápido que no había notado que el pequeño castaño se había quedado atrás. Estaba totalmente anonadado, admirando la enorme pastelería que había frente a él, sabía que dentro debía haber muchas y muy deliciosas tartas de todos los sabores. La boca se le hacía agua, no se movía ni un centímetro, debatía sobre si debía entrar o no.

-¿Aun tienes hambre?- Le pregunto al castaño sacándolo de sus pensamientos.

-Ah! No, no, lo siento- sacudió su cabeza y siguió caminando en dirección al departamento. El mayor sabía que mentía por la forma en que sé que quedó viendo, así que lo tomó del brazo y regresó para entrar al edificio.

El menor no se reusó en absoluto, se moría por probar cualquiera de esas tartas. Cuando llegaron al mostrador se sintió como un niño. Había decenas de tartas frente a él, todas de distintos sabores.

-¿En qué puedo ayudarles?- dijo la chica tras el mostrador.

-Amm…quiero una tarta de chocolate, ¡No! Que sea de fresa o mejor de manzana… mejor de vainilla, ¡no, no, no! Mejor esta- no podía decidir entre tanta tarta y la chica se quedó un poco confundida.

-Póngale una rebanada de cada uno- habló el mayor.

-¿Qué? No me podre acabar tanto.

-Claro que sí, te comiste media sartén de carne, me sorprende que aun tengas hambre.

-…No fue mi culpa…-se excusó el menor, apenado de no poder controlar sus instintos de comer.

 Al final salieron del edificio con 10 rebanadas diferentes de tarta.

Sun Hee caminaba mientras devoraba su segunda tarta, se veía como la disfrutaba porque hacía gestos mientras comía.

-Mmm…esta esta deliciosa, no puedo creer que hagan tartas tan buenas- tenía pastel por toda la cara y hablaba con la boca llena- Young Mi ¿quieres un poco?-Era la primera vez que el menor lo llamaba por su nombre, jamás le había gustado tanto que pronunciaran su nombre en su vida, a pesar que lo había dicho con la boca llena, sonaba demasiado seductor cuando venía de los labios del castaño.

-Claro- sin que se lo esperara, el azabache levanto su mano y con su dedo pulgar quitó algo de los restos de tarta de las comisuras de los rosados labios del menor, llevándolo a su boca para comerlo.

-Está rico- le dijo al castaño con una gran sonrisa, este último que ahora caminaba cabizbajo y sonrosado se limpió tímidamente con la mano. Eran ridículas las confianzas que el más alto había tomado para con él en tan poco tiempo de conocerse. Aunque a la ves él mismo le había contado más cosas sobre sí, de lo que le había contado a cualquier otra persona, a excepción de Sehung claro. Pero aun así la confianza entre los dos era extrañamente cómoda, por una parte Young Mi no solía mostrar mucho su lado divertido, siempre trataba de ser correcto y amable, pero el menor le despertaba sus instintos primitivos. Y por otra, el castaño le había contado todo acerca de su familia y sus problemas sin darse cuenta de lo que hacía, el mayor lo hacía sentir que podía confiar en él.

Cuando llegaron al edificio donde vivía el más bajo, subieron hasta su departamento. Ya en la puerta Young Mi le entregó las bolsas con las tartas.

-Bien, eso es todo. Te veré mañana para la cita con el doctor.

-¿Mañana?

-Sí, mañana es el único otro día libre que tengo, así que te recogeré después de la hora de comida.

-Okey.

-Bueno, hasta pronto- Se despidió con un gesto amable y se fue.

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Domingo por la tarde, departamento de Sun Hee.

Justo como había dicho, Young Mi llegó cuando el castaño había acabado de comer.

Sun Hee salió del departamento, vistiendo un suéter gris holgado y unos pantalones de mezclilla. Su vestimenta era simple, lo que decepcionó un poco al azabache.

-Veo que hoy no traes falda- dijo con auge de tristeza.

-¡Por supuesto que no! No es que yo vista así todos los días.

-Pff…Que decepción- al alto le gustaba jugar con el pequeño castaño, más aún porque por cualquier cosa que decía, sus cachetes se ponían rojos.

Bajaron en el ascensor hasta el estacionamiento, el mayor conducía un deportivo amarillo muy lujoso, el cual no le inspiraba mucha confianza al más pequeño. Young Mi abrió la puerta para que el menor subiera y después subió en el asiento de conductor.

El mayor encendió el auto y tomó rumbo al hospital. Al principio los dos seguían en silencio pero fue el mayor quien decidió volver a romper el hielo.

-¿De dónde conoces a Sehung?

-¿A Sehung? Es un viejo amigo, nos conocemos desde la escuela primaria, como soy hijo único Sehung siempre fue como mi hermano mayor, por eso cuando supe que estaba embarazado, a él fue al primero que acudí… ¿Tu de donde lo conoces?

-Sehung y yo somos amigos de la Universidad, nos conocimos porque se metió con la novia del capitán del equipo de Futbol, fue en una pelea, al principio estaba bien porque solo eran él y el otro tipo, pero se salió de control cuando llegaron todos los del equipo, no me podía quedar sólo viendo así que intenté ayudarlo, pero ambos terminamos en la enfermería, desde entonces nos llevamos bien.

A Sun Hee le pareció divertida la forma en que se conocieron, ya que conocía a su amigo y él siempre se estaba metiendo en problemas de ese tipo.

En el camino siguieron hablando de las tonterías que habían hecho con Sehung, el tiempo pasó rápido y no se dieron cuenta cuando llegaron al hospital.

Ya adentro Young Mi se dirigió a una de las enfermeras, quien le dio un turno en la sala de espera de maternidad.

Subieron varios pisos hasta llegar a dicha sala.

-¿No te asusta?- dijo el mayor ahora sentado.

-¿El qué?

-Todo esto, de tener un bebé- el menor vio a su alrededor captando la pregunta, había muchas mujeres con sus grandes estómagos esperando para su cita, no tenían buen rostro, habían varios niños corriendo de un lado a otro, haciendo escandalo o berrincheando.

-Claro que sí- dijo pensativo-la pregunta es, si a ti no te asusta el tener que cuidarlo.

-Claro que no- dijo con seguridad- toda mi vida he cuidado de niños pequeños, yo creo que son muy lindos, son…como pequeñas personas, pero más gorditas y apretujables- el menor rio ante su comentario, le gustaba ese lado del mayor.

Cuando su turno llegó ambos se levantaron para entrar al consultorio.

-Buenas tardes- dijo Sun Hee antes de entrar.

-Buenas tardes…señor Jang, gusto en conocerlo- El doctor le dedicó una amplia sonrisa al menor que se borró rápidamente al divisar al azabache detrás de él, por un segundo se quedó en silencio- ¡Young Mi!...¡¿Qué mierda hiciste?! ¡Tu padre te matará por esto!- el azabache soltó una carcajada al escuchar eso, era obvio que se había asustado de verlo en la sección de maternidad acompañado de un lindo castaño.

-Tranquilo- dijo cuándo paro de reírse- yo no hice nada, solo lo estoy acompañando, Sun Hee- se dirigió al confundido castaño- él es Kang MinHo un viejo amigo de mi padre, el prácticamente es como mi tío, MinHo él es Sun Hee, él es…-dijo no muy seguro de su relación con el menor-…un amigo, él esta embarazado pero no podrá cuidar del bebé, así que yo cuidaré de él en su lugar.

-¿Lo vas a adoptar? Wow, me sorprende que alguien como tu quiera criarlo solo, es muy amable de tu parte, tu padre sí que te educó bien, eres muy bueno con los niños. Oh! Hablando de eso, gracias por cuidar de Hye la otra noche. Gracias a ti mi esposa y yo pasamos un buen rato- sonrió pícaro, a lo que el mayor solo rodó los ojos-Bueno señor Jang le hare una ecografía para saber cómo está el bebé- dijo tomando unos papeles.

-¿Quién es Hye?- murmuró bajito para que sólo el azabache lo escuchara.

-Es la hija menor de Min Ho- habló de la misma manera.

-Ah…

-Bien Sun Hee, necesito que te pongas esta bata, yo iré por todo lo que necesito- el doctor le entregó una bata azul y salió del consultorio.

Young Mi también estaba a punto de salir pero el menor lo detuvo.

-¡Espera! Young Mi ¿Tú también te vas a salir?

-¿Acaso quieres que te ayude a vestirte?

-¡Claro que no!...pero, no quiero estar sólo aquí adentro.

-¿Te da miedo que aparezca un fantasma?- se burló el mayor.

-Pues no…pero en los hospitales cualquier cosa podría aparecer, digo, pasar.

-Vamos nenita-su burlo- apúrate y vístete- dijo abriendo la puerta para salir.

-¡Young Mi!... no estoy bromeando, no te pido que veas, solo quédate ahí y no voltees, por favor.

-Está bien…

-Gracias.

El menor también se volteó para que no fuera a ver nada. Obviamente el mayor no hiso caso y decidió espiar un poco.

Sun Hee ya se había quitado la camiseta y el mayor pudo contemplar su estrecha espalda, se podía notar que su piel era blanca y de seguro muy suave, después el menor deslizó la bata de hospital por sus delicados brazos, acomodándosela un poco. Cuando ya tenía la bata puesta desabrocho los botones de su pantalones y de igual forma los deslizó de entre sus gorditas piernas para hacerlos luego a un lado.

Rápidamente el pelinegro regresó su vista a la puerta para que no lo descubrieran.

-Ya puedes voltear- le advirtió l menor.

-Menos mal, ya te estabas tardando- dijo en tono de burla.

El doctor entró por la puerta con un carrito que tenía varios instrumentos para hacer la  ecografía y lo acerco hasta una máquina que tenía una pantalla.

-Recuéstate en la camilla y descubre tu vientre- le indicó al menor. Este hiso caso y con ayuda de un banquito subió a la camilla. Young Mi tomó asiento en una silla alta alado del castaño- Muy bien… te pondré éste gel, está un poco frio así que no te asustes- y tenía razón, al sentir el frío gel sobre su vientre, el menor dio un pequeño respingo. El doctor tomo una pequeña maquinita y la paso por todo el estómago del castaño-bueno, veamos- dijo viendo a la pantalla- dónde estás…Oh! -Aquí esta- dijo señalando la pantalla- si ves aquí, puedes divisar un pequeño puntito, ese es tu bebe ¿Lo ves?

El menor asintió, asombrado de ver que ese puntito tan pequeño era su bebé y que poco a poco iría creciendo dentro de él hasta formar un bebé.

-Tiene alrededor de trece semanas, aun no tiene del todo desarrollados sus miembros porque aún es muy pequeño pero a los cuatro meses se podrá saber si es niño o niña- el doctor le pasó una servilleta a Sun Hee para que limpiara el gel y Salió nuevamente del consultorio para dejar que se vistiera.

-Young Mi voltéate- le ordenó el menor.

-Ya voy, ya voy.

El castaño se vistió lo más rápido que pudo, a lo que el azabache no pudo espiar ni tan solo un poquito. Ya de regreso, el doctor se sentó detrás del escritorio.

-Bien, tengo que preguntarte si estas tomando los cuidados prenatales, es muy importante que tomes las pastillas.

-Ah…aun no tomo ningún medicamento, pero he estado cuidándome.

-Muy bien, eso es un avance, aquí está tu receta esto es lo que debes tomar. Por ahora serán sólo los cuidados básicos, nada de alcohol, nada de café y no hacer muchos esfuerzos como cargar cosas pesadas, caminar te hará bien para que no retengas líquidos, algunas molestias como nauseas, mareos o incluso idas constantes al baño son normales. Bueno, eso es todo, recuerda mucho cuidarte y espero que Young Mi este siempre al cuidado de ti, Young Mi recuerda que él no puede hacerlo sólo, necesita de alguien que lo apoye y si el padre de ese bebe no se hace cargo espero que tú sí- le advirtió al mayor.

-Sí, sí, ya nos vamos- se levantó de su asiento y se dirigió a la puerta del consultorio. Sun Hee dio las gracias y también salió.

Antes de salir del hospital Young Mi pagó la cuenta junto con los medicamentos y salieron en el deportivo amarillo.

-¿A dónde vamos?- pregunto el menor.

-Te dejaré en tu casa, ya sabemos que todo está en orden y sabes que cuidados debes tomar asi que puedes irte.

Durante un rato guardaron silencio, Sun Hee se veía algo asustado pero el mayor no pudo notarlo por tener que mirar al frente.

-…Young Mi…-dijo el menor cabizbajo.

-Qué pasa.

-¿T-tienes… algo qué hacer en casa?- el menor estaba hablando muy bajo, apenas audible para el azabache.

-¿Ahora? Mmm…no, porqué- Young Mi notó la extraña actitud del castaño, parecía triste- ¿Qué ocurre?- le pregunto preocupado.

-S-si no tienes nada que hacer… ¿podría pasar un rato en tu departamento?

-¿Quieres ir a mi departamento?

-No es eso, es que…el mío da miedo, no me gusta estar mucho tiempo ahí, por lo general Sehung me visita, pero, hoy no me ha llamado. Solo será un momento.

-Okey, no tienes de que preocuparte, puedes pasar ahí todo el rato que quieras.

El mayor siguió conduciendo pero antes de llegar al edificio el más alto recordó que había olvidado algo importante.

 

Notas finales:

Chan chan chan...

¿Qué creen que sea lo que Young Mi olvidó?

¿Qué preferirian que fuera niño o niña?

¿Que sabor de pastel prefieren?

A mi me encanta de chocolate *Q*

Eso es todo, Gracias por leer.

-Bye bye!

 


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