Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Llueve por girlutena

[Reviews - 285]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

uwaaaaa ¿Cuánto tiempo?? no lo recuerdo T_T

No pensé que demoraría en subir el capitulo...pero las clases y ...cada vez que intentaba tomar mi laptop..me daban ganas de tirarla por la ventana. T_T

Lamento mucho la tardanza T_T pero bueno

a leer!!!

La suave y divertida risa de Menma se podía escuchar a lo lejos, Obito e Itachi habían llegado hace poco y el pequeño varoncito no había querido separarse de los brazos del doncel, Sasuke sonreía feliz al ver como su cuñado volvía a mostrar aquella hermosa sonrisa que siempre le había caracterizado.


La ronca voz de Naruto y la de su hermano se escuchaban no tan lejos de ellos, y lentamente llevó su bruna mirada hacia los dos varones, y no pudo evitar que sus mejillas se tiñeran de un ligero carmín al tener la penetrante mirada de su esposo sobre su cuerpo.


Regresó rápidamente su mirada hacía su hijo, cuando Naruto le dedicó una pequeña, pero hermosa sonrisa, llevó su mano hacía su corazón, para sentirlo palpitar con fuerza; no quería sentirse como un tonto, pero tampoco podía hacer caso omiso a las respuestas que su cuerpo, cuando el rubio le entregaba una pequeña mirada, una sincera sonrisa, o una inocente caricia.


 


La mirada azulina de Naruto cayó sobre el cuerpo de Sasuke; su cuerpo delgado y con una altura pequeña, casi le hacía parecer un niño. Sus cabellos algo largos, caían desordenados por su espalda, dejando que el brillo azulado se notara gracias al pequeño fuego de la chimenea.


El menor se había quedado de pie, observando el hermoso paisaje que se alzaba detrás de las ventanas, la nieve caía lenta y suave, dejando que una capa de manto blanco cubriera todo el suelo, el sonido del viento chocar entre las ramas desnudas, le provocaba un sinfín de emociones.


 


Naruto ya no pudo escuchar más la voz de Itachi, y sin darse cuenta la mirada del moreno empezaba a caer sobre su propio esposo.


Sintió una recarga de electricidad recorrer su columna vertebral al ver como su esposo le daba suaves caricias al pequeño Menma. Obito tenía sus mejillas levemente sonrosadas, y un brillo especial en sus cuencas oscuras.


E Itachi había escuchado que cuando una mujer o doncel, estaban en la espera de un hijo, su cuerpo daba pequeñas respuestas ante ello y el cuerpo de Obito había empezado a cambiar lentamente.


 


Naruto dejó la pequeña copa de wiski sobre el pequeño mesón de la chimenea y con pasos sigilosos se acercó al moreno.


Cruzó sus fuertes brazos alrededor de la cintura del doncel, atreviéndose a esconder su rostro entre los cabellos azabaches del menor, sintió como su menudo cuerpo se estremecía; pero su corazón se agitó con emoción, cuando Sasuke empezó a relajarse entre sus brazos, una pequeña sonrisa empezó a mostrarse en su rostro, cuando las pequeñas y frías manos del doncel, descansaron sobre las suyas.


Su corazón empezó a relajarse, cuando el suave y dulzón aroma del doncel empezó a acaparar sus sentidos, sonrió suavemente cuando su vista se fijó en sus reflejos, que se podían ver en la reluciente ventana y Naruto soltó una pequeña risilla al ver las mejillas fuertemente sonrojadas del menor.


Sasuke, quien empezó a sentirse descubierto, frunció ligeramente su ceño y le soltó un leve golpe en el estómago del rubio.


-Ven. –Sasuke levantó levemente su mirada, para observar la pequeña sonrisa que el mayor le entregaba, la fuerte mano de Naruto se envolvió contra la suya y sin decir nada más, se vio siendo arrastrado con paciencia por todo el largo corredor.


Las grandes y relucientes mamparas se hallaban cerradas, protegiendo el cálido hogar, de aquel helado invierno.


Los mechones morenos se removieron con fuerza al sentir el fuerte vendaval soplar contra su rostro, sus mejillas se tiñeron de un fuerte carmín al sentir como el rubio le colocaba una bufanda entre su cuello.


Naruto volvió a tomar la delicada mano del menor, para volver a retomar su camino. La blanca nieve cubría el verde jardín, las ramas de los altos árboles se encontraban desnudos y apenas se podía escuchar el suave silbido de algunas pequeñas aves, siendo opacadas por el zumbido del viento.


Los pasos de Sasuke se detuvieron de golpe al ver un pequeño invernadero, con las paredes de vidrio; su cuerpo tembló levemente al ver que se podía observar las pequeñas hortalizas de tomate.


Sintió como el rubio empezaba a caminar, llevándolo con él, y se vio obligado a tragar la saliva que había acumulado, al ver como los pequeños y relucientes tomates se sostenían por las delgadas ramas verdes.


Naruto apoyó sus manos sobre los delgados hombros del doncel, sintiéndole temblar, llevó sus labios al oído del menor, y su cuerpo se estremeció al sentir el dulce arome que el cuerpo del menor emanaba.


-Esto es para ti.


-Pero tú… -El cuerpo de Sasuke tembló aún más al sentir el suave susurro de la voz del mayor, intentó llenar sus pulmones de aquel aire, pero no esperó que su voz saliese temblorosa y en un suave susurro, su labio inferior empezó a temblar. –Yo pensé.


-Hey. –El rubio alzó suavemente el rostro del menor y le sonrió con ternura, lentamente se puso de rodillas, quedando unos centímetros más bajo que el doncel. –Te lo dije. Vamos a empezar de cero.


Lentamente una pequeña sonrisa empezó a mostrar en el afligido rostro del moreno y sin que Naruto se lo esperara, se lanzó a su cuello, cruzando con fuerza sus brazos alrededor de éste y enterrando su rostro en aquella piel canela.


 


Obito sonrió suavemente al ver como Naruto y Sasuke regresaban, tomados de la mano y caminando con calma. La pareja mantenía una suave sonrisa en sus rostros, y Obito pudo darse cuenta de la pequeña sonrisa que mantenía su pequeño cuñado en su rostro.


Menma se removió ligeramente entre sus brazos y alzó sus pequeñas extremidades al ver a sus dos padres acercarse con pasos lentos.


Lentamente llevó una mano hacía su vientre levemente hinchado y su corazón se agitó al sentir los fuertes brazos de Itachi alrededor de su cintura, el mayor apoyó su quijada sobre su hombro y besó con ternura la lechosa piel de su esposo.


-Nii-san, no le des malos ejemplos a mi hijo. –Naruto solo pudo sonreír al ver como su pequeño y joven esposo le daba un suave golpe en el brazo del mayor, y tomaba al varoncito con tanta delicadeza entre sus brazos.


-¿Pero por qué no? Yo solo quiero que todos sepan que amo a mi esposo. –Menma rio suavemente y cruzó sus bracitos alrededor del cuello de su papi, observando como las mejillas de Obito se habían teñido de un fuerte  carmín.


 


Naruto dio unos pasos hasta Sasuke, besó cabellos azabaches de su hijo y cruzó sus brazos por la cintura del menor, dándose el lujo de besar la tersa y nívea mejilla del menor.


Escondió su rostro en la curvatura del cuello del menor, perdiéndose en el aroma dulzón de su esposo. Sabía que nunca se iba a cansar de aquel suave aroma.


Le dio pequeños besos en el largo de su níveo cuello y soltó una ligera sonrisa cuando le sintió temblar y él no podía estar más excitado al saber que causa tantos espasmos en el pequeño y delicado doncel.


-¡Dobe! –Menma soltó una divertida risa al ver como su papi golpeaba el hombro de su padre y alzó sus bracitos para que su rubio padre lo cargara.


-Naruto, la cena ya está servida. –El rubio le sonrió suavemente a Iruka, mientras que todos pasaban al gran comedor.


 


El sonido de la madera rompiéndose ante el fuego era lo único que llenaba el lugar, el dulce aroma del incienso había calmado el sueño del más pequeño, mientras que el sonido del viento chocar contra las ventanas cada vez se podía escuchar con más insistencia.


Sasuke sonrió feliz al ver como su hermano abrazaba protectoramente el cuerpo de Obito, acariciando su vientre levemente hinchado y por un segundo quiso imaginarse a él esperando a un hijo, un hijo dentro de su vientre.


Sintió como la gran mano de su esposo se apoyaba suavemente contra su cuerpo, obligándole a apoyar su espalda contra el fuerte pecho del rubio.


Apoyó su cabeza y cerró sus ojos, dejando que Naruto apoyara su mano contra su vientre plano, mientras que una pequeña sonrisa empezaba a aflorar en su rostro, al escuchar el rápido golpeteo del corazón del mayor.


-Esto es lo que causas en mí. –Su cuerpo se estremeció al sentir las suaves, pero roncas palabras contra su oído. –Antes no lo entendía, pero ahora no tengo intención de soltarte.


El pobre corazón de Sasuke saltó lleno de emoción, al escuchar aquellas palabras, unas palabras que para él significaban tanto. Cerró lentamente sus ojos, sintiendo como Naruto apoyaba su quijada contra sus brunos cabellos y observó como las pequeñas chispas salían de la madera.


Menma se removió entre los brazos de su papi y Naruto se dio cuenta que, sin saber cómo, habían terminado sentados sobre la alfombra y con el doncel entre sus piernas.


Lentamente mostró una pequeña sonrisa y llevó su mano hasta los cabellos de su hijo, besó los cabellos de su esposo, sabiendo que no se arrepentía de nada.


 


No se habían dado cuenta de cuánto tiempo habían pasado sentados, cada uno aferrándose a su pequeña familia. El suave sonido del reloj marcando las doce de la noche empezó a escucharse, y la mirada de Naruto cayó contra la de Itachi.


Los dos sonrieron despacio al darse cuenta que sus esposos ya se habían dormido.


 


No recordaba el día en que había dormido tan bien, sentía como su cuerpo se encontraba siendo cubierto por algo suave y tibio, obligando que su cuerpo se relajara ante ello. Cuando abrió sus ojos sintió como sus mejillas se teñían de un fuerte carmín, al darse cuenta que yacía entre los fuertes brazos del rubio.


Se removió ligeramente, intentando alejarse de aquellos fuertes, pero cálidos brazos; pero las manos del mayor se aferraron con mayor fuerza a su cuerpo.


-¿A dónde vas? –Sin querer, Sasuke soltó una ligera risa al escuchar aquella voz ronca y adormilada, pero su cuerpo se estremeció al sentir los labios del mayor contra su fría piel.


-Iba  a ver a Menma. –Pero el mayor lo cubrió con su cuerpo, escondiendo su rostro en el pequeño pecho de su esposo.


-Ayer traje su cuna. –Sasuke acarició los cabellos del mayor, y sin poder evitarlo, lo comparó con un niño pequeño en busca de caricias de su madre. Su bruna mirada cayó en el cuerpo adormilado de su hijo. –Feliz navidad.


-Navidad. –Naruto frunció ligeramente su ceño al escuchar la voz de su doncel algo lejana y perdida, aún más de que pasó varios días decorando toda la casa con luces y guindarlas. - ¡Ya es navidad! –Naruto soltó un gruñido cuando Sasuke salió de la cama, dejándolo solo y ansioso de seguir sintiendo más caricias.


Tuvo la intención de ponerse de pie e ir a buscar al menor y traerlo hasta la cama y envolverlo entre las sábanas y sus brazos, pero su leve enojo no demoró tanto, al ver como el moreno ingresaba a la habitación con una pequeña bandeja.


Frunció ligeramente su ceño al ver la porción de pastel, pero sonrió complacido cuando el menor le dio a probar aquella tarta llena de colores brillantes.


-¿Este es mi regalo? –A él nunca le habían gustado las cosas dulces, siempre se había alejado de ellas, pero no pudo evitar sentir algo removiéndose en su pecho cuando las hermosas gemas de su esposo brillaron con emoción al verle probar aquel pedazo.


-Una parte.


-Bien, entonces no quiero que nadie más lo pruebe. –Naruto había fruncido fuertemente su ceño, al saber lo mucho que a su cuñado le gustaban las cosas dulces. -Ni Itachi.


Sasuke soltó una risita al escuchar la voz molesta del mayor y se acercó lentamente para darle un casto beso.


Naruto llevó su mano hasta posarla detrás de la nuca del menor, su corazón golpeó con fuerza su pecho, no deseaba que sus labios se separasen, y anhelaba seguir sintiendo aquel sabor dulce de los labios del menor, y se emocionó aún más cuando el menor, con manos temblorosas, se aferraron con ansias a su cuello.


-Yo también tengo algo para ti. –Naruto sonrió orgulloso al ver las mejillas fuertemente sonrojadas y los labios rojos e hinchados del doncel, acarició con ternura su labio inferior y le dio un pequeño y casto beso en la punta de su nariz.


Cuando Naruto salió de la habitación, dejó a un Sasuke con las mejillas fuertemente sonrojadas y con su corazón latiendo más rápido que nunca, limpió sus ojos, los cuales empezaban a llenarse de pequeñas y emocionadas lágrimas.


 


Naruto había entrado a la habitación mucho más calmado, o eso era lo que intentaba aparentar frente al moreno. Su mirada cayó sobre el pequeño cuerpo de su esposo y se sintió excitado al verlo vestido tan solo con una gran camisa y con sus cabellos revueltos.


Obligó que el menor se sentara en el borde de la cama y con una pequeña sonrisa intentó calmar ambos corazones. Sasuke, en cambio, sentía como cuerpo empezaba a temblar, como su corazón saltó agitado cuando el rubio acarició su mejilla y besó tiernamente sus labios.


-Aún no sé cómo. –El menor cerró lentamente sus ojos cuando el varón apoyó su frente contra la de él, sintió como algo cálido empezaba a prenderse en su pecho, y no tenía ninguna intención de apagarlo. –Pero me gustas, y estoy empezando a amarte.


Poco a poco el menor fue abriendo sus ojos al ya no sentir los dedos del mayor sobre su mejilla, los dedos del mayor empezaron a palpar su mano, con suma suavidad, y su cuerpo tembló cuando vio el pequeño, pero resplandeciente anillo en su dedo.


-Nunca te di uno. –Los ojos del menor había caído en el brillante anillo, sintió como su corazón se agitada y como unas ganas de vomitar empezaban a alojarse en su estómago. –Y este es el mejor momento.


-Sasuke Uchiha quiero pasar el resto de mi vida a tu lado. –Besó con calma la palma de la mano del doncel, sintiéndolo temblar. -¿Tú deseas lo mismo?


Naruto tan solo vio como las lágrimas iban resbalando por las níveas mejillas de su esposo, y como los pequeños espasmos empezaban a aumentar. Algo desesperado y sin saber muy bien que hacer, atrajo el cuerpo del menor hasta su cuerpo, cubriendo el rostro contra su pecho y susurrándole suaves y tiernas palabras.


-Nunca… yo… -El menor cerró lentamente sus ojos, obligándose a tranquilizarse, mientras que iba inundándose del fuerte, pero embriagante aroma del rubio. – Nunca pensé que este matrimonio.


-¿Funcionaría? –Le sintió asentir despacio, besó con cariño los brunos cabellos del menor y se sintió agradecido con su padre. –Pues yo tampoco, pero me alegro el haber estado equivocado.


Lentamente volvió a separar el rostro del menor y secó suavemente el rastro de lágrimas que aún quedaban en sus mejillas, y le sonrió suavemente, besando los pequeños, pero apetecibles labios de su doncel.


-¿Y? –De pronto Naruto se vio contra su cama, con un Sasuke encima de él y sonriéndole como nunca antes le había visto.

Notas finales:

wuuuuu 

¿Navidad? ¡FELIZ NAVIDAD!!!!!!

espero sus lindos comentarios (?) *<*!!!

Besos!!!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).