Capitulo 2
Un paso más cerca
Me adentro en el pequeño establecimiento de la esquina que tiene un estilo muy acogedor, afuera sigue nevando y pronto la nieve empezara a juntarse en la calles obstruyendo el paso a autos, por suerte no vivo muy lejos de esta calle y podría llegar fácilmente.
Vacilo sobre acercarme o no a aquel chico tan bajo que a comparación de las demás personas formadas parece un enano, escribo una nota mental sobre no comentar nada sobre su estatura, eso tal vez le moleste. No es consciente de mi presencia en el lugar y aprovecho para ir al baño y poder secarme un poco el abrigo café que aun llevo puesto.
Cuando salgo, la mancha es menos visible y el chico a quien he seguido hasta aquí es el siguiente en pasar, apresuro el paso y antes de que pueda sacar el dinero para pagar su café le tiendo al hombre que lo atiende el dinero necesario para pagar su café que espero no vuelva a tirar sobre mí. Me lanza una mirada fulminante en cuanto voltea a verme.
-Yo pagare- le digo a ambos y el chico tras la registradora solo asiente y recoge el dinero
-Aquí tienen- me dice el chico tendiéndome mi cambio
-Gracias.- agradezco por ambos y señalo a un lado para que pase- ¿Quieres sentarte?
Por su mirada parece que quiere matarme pero en vez de lanzarse sobre mí con un cuchillo (como todo mundo pensaría) camina fuera de la fila mientras lo sigo por detrás
Se dirige a una mesa en la esquina del lugar y por alguna razón no me incomoda en lo absoluto, tal vez va a hablarme y no quiere que los demás nos escuchen o tal vez solo desea apuñalarme con el cuchillo en una zona más privada
Se sienta en una silla y yo me arriesgo a sentarme enfrente de él. No deja de verme con una mirada seria pero por lo menos ya no parece tan molesto... o eso creo.
-Te estoy esperando- dice por fin tomando un sorbo de su café
-¿Qué?- le pregunto extrañado por sus palabras
-Tu disculpa- explica como si fuese lo más obvio del mundo y mientras más lo miro es más que obvio que así es.
-Te eh comprado otro café- le digo defendiéndome
-Porque tú lo has querido- dice volviendo a tomar de su café con delicadeza y lentitud, cabron.
-Tu eres quien ha chocado conmigo- le digo, y a estas alturas ya debería saber que no me servirá de nada pelear con él, porque aunque fuera su culpa él nunca lo admitiría.
-Entonces me voy- comenta levantándose de su asiento con el café en mano. No llevamos ni una hora de conocernos y ya sabe que me opondré, y por alguna razón su juego solo hace que le sonría, esto es exactamente lo que quería
-entonces estarás huyendo- le digo con naturalidad
-¿Huyendo? ¿De ti?-responde sarcástico pero logro que vuelva a sentarse en su silla
-Me llamo Eren- le digo
-y ¿se supone que tengo que decirte mi nombre?- vuelve a preguntar recargando su codo en el respaldo de la silla
-Sería lo más conveniente- le contesto
Se me queda bien desafiante unos minutos y cuando creo que no me va a decir su nombre toma un sorbo de su café antes de responderme:
-Rivaille- contesta y al ver que no respondo ni digo nada prosigue- Levi Rivaille
En respuesta solo sonrió, es un bonito nombre, nunca pensé que pudiera llamarse así.
Al final y después de revelarme su nombre seguimos hablando o por lo menos de trivialidades que no tienen ninguna importancia como el clima o la política en la cual se muestra muy interesado, también hablamos del por qué me ha dejado tirado en la calle aunque para el sigue siendo un detalle insignificante por lo que solo recibí como respuesta un "te lo merecías".
Seguimos hablando hasta que distraídamente veo de reojo el reloj de mi celular, son más de las 11 de la noche por lo que me ofrezco a llevarlo hasta su departamento, él se queda pensándolo un momento hasta que por fin solo asiente en modo de afirmación, caminamos por la calle en un silencio relajante que a Levi parece encantarle porque en cuanto le veo de reojo está sonriendo, no vamos a más de 5 cuadras más adelante del café y descubro que mi nuevo "amigo" vive en un edificio un poco grande que está en medio de otros edificios. Abre la puerta principal y me ve unos cuantos segundos para poder averiguar si deseo pasar, yo le sostengo la puerta para que pase gustoso de conocer más a fondo a Levi, hasta ahora me sorprende que haya aceptado el dejarme conocer su departamento y que no me hubiera echado como cualquiera supondría.
Nos adentramos en el edificio el cual frente a la puerta está el elevador solo a unos metros, Levi oprime uno de los muchos botones que hay en la pared junto a la puerta del elevador y esperamos en silencio hasta que este se abre ante nosotros. No hay nadie adentro lo que me hace suspirar de alivio aunque aún no se por que.
Levi entra primero y después le sigo, nos quedamos parados alejados uno del otro con la vista a lo que son las puertas del elevador cerradas mientras este empieza a moverse
Trato de retomar la conversación pero antes de que si quiera lo intente Levi me interrumpe:
-¿Vas a besarme aquí o prefieres que sea en mi departamento?- pregunta sin despegar su vista de las puertas del elevador.
-¿Qué?- le pregunto confundido, no esperaba nunca que me preguntase algo como eso y por ello me toma por sorpresa la pregunta, pero si lo pienso unos minutos, si, si quiero besarlo
Me acerco a él en silencio hasta acorralarlo en una de las paredes metálicas del elevador, Levi me mira serio como si no quisiese que lo besara, estoy a punto de dudar sobre si en serio quiere que lo haga, nunca eh sido atrevido y no sé si podre dejar de serlo en ese momento.
Vuelvo a fijar mi vista en sus ojos color oliva y me pierdo en ellos, son tal y como los míos pero no por eso dejan de sorprenderme, siempre que me veo al espejo veo mis ojos y sé que no son iguales a los de Levi, los de él guardan secretos, seguramente unos muy oscuros, y eso sorprendentemente no me asusta, sino más bien me hace sentir esa adrenalina que siempre quise tener. Esa adrenalina es el.
Sin detenerme a pensarlo me inclino lo suficiente como para atrapar sus labios con mi boca, sigue teniendo el sabor del café aun cuando hace más de media hora que se lo ha acabado, besarlo me extasía y hace que me sienta tan desenfrenado que no puedo evitar agarrarlo de la cintura.
Levi corresponde mi beso con desenfreno y sosteniente mi cara entre sus manos, me tengo que inclinar un poco para poder besarlo aun con más pasión pero en ese momento no me importa, y presiento que mientras sea para besarlo nunca me importara su estatura.
Meto mi lengua en su boca y él no se reúsa a aceptarla y muy al contrario corresponde con su propia lengua peleando con la mía y cuando siento que no puedo dejar de besarlo una vibración en mi bolsillo hace que me separe de Levi.
Es mi celular, mi jodido celular que está sonando.