Intimidad.
En casa de Kagami y Kuroko, un joven de ojos negros y cabello oscuro derramaba lágrimas en abundancia, mientras contaba su triste historia.
-Te digo que es verdad, Atsushi me engaña, se ve a escondidas con una compañera, no lo creí cuando me dijeron, pero ayer los ví, hasta cocina para ella.
-Himuro-san, estoy seguro que hay una buena explicación para esas reuniones -Kuroko sonaba muy convencido de sus palabras- porque no se espero o pidió una explicación.
-Tetsu, se a donde quieres llegar, pasamos por algo similar con Ahomine y el tarado de Kise -abrazando a su hermano dándole consuelo- pasa aquí la noche, descansa, despeja la mente, seguro el obsesivo de los dulces vendrá a buscarte.
Acomodandolo en la habitación de huéspedes, regresaron a su sueño tranquilo. -Pense que se lo dirías, veo que sabes guardar secretos.
-Taiga me conoces bien, es una pena que la sorpresa se arruinara de esta manera.
-Ve el lado positivo, estaremos todos reunidos para celebrar con ellos.
A primera hora del día, el ex jugador de Yosen se encontraba parado en la puerta con un osito de peluche en mano, dudaba si tocar o esperar a que salieran y hacerse el aparecido.
-Murasakibara-kun llevas más de quince minutos parado ahí, entra de una vez antes que los vecinos llamen a la patrulla -kuroko lo vio llegar desde la ventana, desesperandose por su falta de iniciativa- Himuro-san está desayunando iré por él.
En la cocina, ambos jóvenes trataban de convencer a su invitado para que hablase con el titán. -Tatsuya, sabes que te quiero como un hermano pero en esta ocasión Tetsu tiene razón, debes hablar con ese tipo.
-Se lo que va a decir, aún si su disculpa me convence la confianza no se recuperará, yo no quiero vivir así -caminando a la sala, llamo la atención del otro sentándose frente suyo- no quiero una disculpa ni una excusa, solo dime desde cuándo se ven a mis espaldas.
-Murochin, me ayudaba para darte una sorpresa a ti, a cambio me pidió asesorarla en la creación de un pastel especial para su novio -hablandole en calma, con la cabeza agachada mirando el oso entre sus dedos, lo dejo en la mesa de café empujándolo hacia el otro lado- quería dártelo en una cena, algo más formal.
Himuro al ver el peluche lo tomo, leyendo lo que decía el pequeño corazón que sostenía con sus patitas. Jalo el cordón y del centro salió un anillo con un diamante pequeño.
-Trabaje turnos extra con Fleur en su pastelería para poder pagarlo -quedando de rodillas frente al de cabello oscuro- Himuro Tatsuya me harías el honor de casarte conmigo.
Las lágrimas salían por una razón diferente, no estaba jugando con sus emociones, al contrario, las quiere solo para él. -Yo ... a... acep... sí.
Pegándose al pecho del grandote, abrazándole oculto su llanto de felicidad. En la otra habitación Kagami rodeaba con sus abrazos al conejito ya que lloraba de la emoción.
-Algun día te daré uno así, aunque no será necesario pues ya tenemos una razón muy fuerte para estar juntos, prueba de lo mucho que te amo.
-Taiga, solo me haces llorar más -aferrandose a su cuerpo- también te amo, mucho.
El resto del día llamaron a sus amigos para celebrar ese compromiso, Nijimura los felicito a la vez que se presentó ante un Himuro bastante sorprendido al notar que hacía pareja con Haizaki, disfrutaron de la compañía viendo juegos de básquet y comiendo en abundancia, por la noche dormirían en habítaciones separadas con su respectiva parejas.
-Seiji, algo te molesta, tratas de ocultarlo pero lo veo y siento tu tensión -preparandose para dormir, Furihata cuestionó a su pareja.
-Kouki eres muy listo y perceptivo, uno de los empleados me comunico que padre dejo a ese sujeto junto a su hija al mando de las empresas, además mi madre no me contesta, así que estoy preocupado por ella.
-Vamos a descansar, mañana cuando salgamos de aquí, iremos a su casa -rodeandolo con sus brazos- verás que todo estará bien y de no ser así, buscaremos la solución juntos.
-Gracias por entender -dejandose mimar, fueron directo a la cama.
Comenzaron con besos y caricias, ambos deseaban pasar al siguiente nivel comprometerse cómo sus amigos, esa noche bajo el velo de la luna, reforzaron su amor con la unión de sus cuerpos, esa sensación tan placentera les acompaño durante horas.
Al despertar, desayunaron juntos, acompañaron a sus amigos hasta el aeropuerto, convencidos que regresarían para la boda y la apertura del restaurante.
-Empiezo a creer que nuestra casa es mágica, todos tuvieron una noche buena -sonriendo, beso a su pareja regresando al auto- tu qué piensas Taiga.
-Que debo incinerar todo y volverlo a construir -manejando de regreso a su hogar- estoy feliz por Tatsuya, del resto es algo ya asegurado, solo una semana más y tendremos tiempo para nosotros.
-Te irás a tomar el curso que te ofrecieron -un tema delicado sin embutidos debían aclararlo- es un gran apoyo para tu carrera.
-No quiero dejarte tanto tiempo -debia ir a Mónaco por un mes reforzando sus conocimientos en un taller que se dará en ese país.
-Aun falta mucho para que nazca, estaremos bien, además debes cumplí con esa apuesta, Aomine te hará sufrir bastante si pierdes.
-Te llamaré todos los días para saber cómo estás, llegaré a tiempo y veré a la zanahoria sufrir con sus bebés -llegando a su hogar, le llevo en brazos a la habitación donde sé deleitó con sus gemidos.
-Te irás el fin de semana, tenemos tiempo para despedirnos -acomodandose mejor junto al cálido cuerpo de Taiga- pidamos algo de comer, así nos quedamos otro rato en cama.
-Te daré la razón -dandole besitos sobre el rostro- me gusta estar así contigo, duerme dulce conejito.
Esa misma tarde en una casa al centro de Tokio, Akashi Seijiru se enteraba del gran problema que debía afrontar en los próximos días o meses.
-Mi niño, no pude encontrar a tu padre, solo me dicen que está en el hospital y tiene la mejor atención pero no me dicen el nombre del lugar, a parte de eso, las cuentas financieras junto a las empresas, son manejadas por Sheng , al parecer estar casados no me da derecho a tener control de ellas.
-Yura-san, mi padre tenía un documento en el cual se estipula que solo nosotros dos, podíamos manejar las acciones y cuentas de los negocios -Seiji recordaba las palabras dichas por su padre- ese sujeto habrá hecho algo para cambiarlo.
-No lo sé, sin embargo es un hecho que ese sujeto no va a descansar hasta que su hija y el tengan la fortuna de esta familia en sus manos.
-Le voy a pedir que no mencioné nada de esto frente a Kou-chan, lo resolveremos antes que se vea involucrado.
El susodicho se encontraba durmiendo ya que la noche anterior no pudo hacerlo debido a una actividad que ocupo gran parte de su energía.
Los siguientes días fueron rutinarios hasta el fin de semana, Kagami se despidió de sus amigos y pareja viajando al país donde concluiría su carrera como profesor, por otro lado, Aomine junto a Kise realizaban la mudanza quedando cerca del hospital y junto a sus compañeros.
-Tus hijos estaran muy animados hoy, seguro que no quieres ir a verlos.
-Shougo, yo también tengo bastante diversión, en este preciso instante la voy a aumentar -al verlos en la calle, muchos pensarían que él es muy dócil, sin embargo dentro del apartamento que comparten Nijimura se vuelve demandante, una persona insaciable que exige toda la atención y energía de su pareja -vamos, levanta ese lindo trasero, sabes que te gusta.
Cuando el miembro Shuuzo rozó su próstata, perdió toda intención de reñir para disfrutar del encuentro -más rápido... duro aaah... justo ahí -Shougo solo podía gemir, aferrándose con sus manos a la sabana.
-Cariño, tenemos un problema, se rompió el preservativo -tenia la intención de ponerse otro pero Haizaki se lo impidió, termino por derramar su esperma dentro- cuando tienes ganas, eres muy exigente -girandolo para besarle- me acompañas a verlos, prefieres dormir.
-Ve tú, déjame descansar -cerrando los ojos intentaba llegar al mundo de los sueños.
-De acuerdo -dandole un largo beso- te dejare descansar, si te da hambre dejaré algo en la mesa -saliendo despacio, cubriéndole con la cobija, se dió una ducha rápida cambiándose para darle la bienvenida a uno de sus "hijos".
Nijimura camino solo unas cuadras para llegar a casa de Aomine y Kise, al verlos reunidos les saludo con entusiasmo.
-Kise estás por reventar, seguro que sólo es un bebé -frotando su vientre.
-En realidad sempai, serán gemelos, ¡Sorpresa! -ocultando su nerviosismo con una sonrisa.
-Mi rubia idiota, no sabe guardar secretos -rodeandole por la espalda, Aomine deposito pequeños besos en sus mejillas- apresuramos la mudanza para que esté vigilado.
-Me alegra ver qué ya eres un hombre responsable -sonriendo, veía por todos lados notando que faltaba un par de ojos- donde está la pareja de Kuroko.
-Taiga fue a un simposio de matemáticas en Mónaco, estará fuera por un mes -Akashi se dió a la tarea de contestar la pregunta de su excapitán- cuando regrese será un profesor titulado listo para ejercer.
-Cuanta dedicación tienen, en verdad me hace muy feliz verlos con ese grado de madurez.
Al paso de las horas, cada pareja regreso a su hogar después de comer y ayudar a descargar las cajas junto a los muebles. En su mente Seiji planeaba mudarse con su Kouki para alejarlo a un más de esa mujer y su padre, además al estar rodeado por sus amigos, él podría moverse con un poco de libertad.