Domingo por la mañana un peliceleste conversaba dentro de una cafeteria con un emperador sobre cierto castaño que le estaba rondando en la mente desde la noche anterior, sin mucho esfuerzo consiguió el número de aquel chico cortesía de un Kuroko algo inquieto y avergonzado.
- No diré que me lo diste y tampoco haré mal uso de el así que tranquilizante - Sorbiendo de su expresó de moka
- De eso estoy seguro Akashi-kun, es sólo que
-Tus padres saben de tu relación con Kagami - Viendo a su compañero de enfrente asentir con la cabeza - Debo decir que me sorprendió oír eso de ti pero por esta ocasión lo dejaré pasar y la próxima vez sólo ignora mi llamado cuando estés en esa situación, no necesitó enteramente de todo.
El ojiazul se sonrojó hasta las orejeras incluso de podía ver humo saliendo de ellas, simplemente respondió con un monosílabo jugando con el popote de su batido. Continuaron bebiendo y hablando de sus amigos en común y la escuela, hasta que los celulares de ambos chicos vibraron.
- Creó que aquí termina nuestra reunión Kuroko fue un gusto hablar contigo - Levantándose y dejando el pago por las bebidas se encaminó hacia la puerta - Nos vemos otro día
- Hi Akashi-kun
De esa forma los dos jóvenes se despidieron cada quien por un rumbo distinto. El emperador subió al auto que ya lo esperaba en la esquina de donde se encontraba el local, con una media sonrisa puesto que consiguió lo que fue a buscar.
En un complejo de departamentos Kagami se encontraba en el sofá esperando por su novio, luego de asearse comer algo y arreglar el tiradero que dejaron por todo el lugar, si bien había sido una noche perfecta el amanecer no lo fue pues su ojiazul se fue a encontrarse con el psicópata de las tijeras. Soltando su vigésimo suspiro, llamaron a la puerta más rápido de lo que se esperaba abrió encontrándose con su pequeño amante
- Buenas tardes Kagami-kun - Dandole un tierno beso en la mejilla
- Pasa - Haciéndose a un lado para que pasara, cerrando la puerta tras de el - Quieres comer algo?
- No así estoy bien gracias
El ambiente entre ambos se sentía tenso, se sentaron en el sillón sin mediar palabra alguna y es que el mayor se notaba molesto con deseos de preguntar la razón de su partida. Kuroko se dio cuenta y al ver que no se atrevía a hablar, tuvo que ser el que comenzará la conversacion.
- Cuando desperté y encontré mi teléfono, había un mensaje de Akashi-kun, quería hablar conmigo en la cafetería donde nos reuníamos en Teiko
- Y supongo que sólo hablaron y comieron no?
- Hi, se que es tarde y ...
- Me crees un idiota - Interrumpiendo al menor, golpeando la mesa de centro - Dime
- Estas dudando de mi, en todo el tiempo que llevamos juntos Cuando te he mentido ?
- Yo sólo se que Tatsuya te vio muy "animado" besándote con el psicópata
- Así que tu le crees más a el que a mi - Indignado, cerró el puño golpeando al mayor directo en la cara - Porque no mejor dices que ahora que obtuviste lo que querías de mi ya no valgo nada para ti y usas esto como excusa
El pelirojo que yacía tirado en el suelo se levanto lo suficiente para quedar sentado, sobando la mejilla por el golpe, no dejaba de mirarlo asombrado. Lo tomó fuerte del brazo, poniéndolo entre sus piernas. Lo rodeó con sus brazos aspiro su aroma y sobre su oído susurro, sólo quiero que seas para mi y nunca alejarme de ti. Llenandole el cuello de besos unos más profundos y que seguro dejaran marca.
Un leve gemido de Kuroko logró que el miembro del mayor despertase, Kagami bajo una de sus manos que hábilmente metió entre el pantalón insitando y avivando más la pasión al punto de no aguantar más. Ambos se acostaron en el piso quitándose las estorbosas prendas, uniéndose con un demandante beso las caricias por todo el cuerpo se hicieron insuficientes, el peliceleste tomando ambas erecciones comenzó a mover de arriba abajo primero lento para ir acelerando poco a poco.
A punto de llegar al climax el tigre dispuesto a devorar su conejito, metió tres dedos en la boca del celeste, ya lubricados comenzó a dilatar la entrada del menor, la habitación se inundó con de gemidos llenos de placer.
Taiga ya ... ya no aguantó voy ah!! - Y sin más se corrió sobre su abdomen
Eso fue rápido Tetsu - Sacando sus dedos, posicionando su miembro, lo penetró de una sola estocada, un fuerte grito de dolor y las lágrimas cayendo por las mejillas del menor, el pelirojo se inclinó para besarlo - Lo siento pero yo tampoco aguantó más.
Con movimientos lentos logró que Kuroko se acostumbrase a la intromisión de su falo por lo que las estocadas se volvieron más rápidas y certeras, con una mano masturbaba el miembro semi-erecto de su Tetsuya. Levantó las piernas del conejito logrando entrar más profundo dando de lleno en el punto de placer.
Agh Taiga ahí m...más ahg... más rápido ah!!
Si sigues así no me voy a poder contener Tetsu, no quiero lastimarte - Dijo con voz ronca y entrecortada
Vamos tigre saca esa fiera y devorame
Sólo esas palabras bastaron, para que Kagami perdiera la cordura, metiendo y sacando su miembro y estimulando más rápido el falo del menor, - No me culpes si mañana no te puedes levantar.
- No agh no impor... importa mmm pue... puedo faltar agh. No podía hablar el placer era tanto, enterrando las uñas en la espalda de su sexy tigre - Taiga ah!! Taiga ya voy agh
Kagami supo a lo que se refería, por lo que dando un par de estocadas en su punto de placer, ambos llegaron al orgasmo, Kuroko sobre la mano del pelirojo y su abdomen, mientras que Taiga lo hizo dentro de aquella calidad cavidad. Recuperando poco a poco la respiración, el mayor como pudo cargo a un cansado Tetsuya acostándose ambos sobre el sofá quedándose profundamente dormidos.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Unas horas antes, mientras Kuroko y Akashi hablaban en la cafetería, un alto pelilila y un pelinegro camimaban muy cerca de ellos exactamente enfrente de ellos, el motivo un partido de práctica contra Shutoku
- Nee Muro-chin porque tenemos que ir caminando hasta el hotel por aquí no hay dulces.
- Atsushi es la vista por el voltea esos no son tus amigos - señalando el local
- EH?! Son Kuro-chin y Aka-chin parece que se divierten
- Enserio se divierten - Los vieron justo cuando Kuroko se sonrojaba y Akashi simplemente sonreía, el sonido del teléfono los distrajo
- Taiga que sucede? Es raro que llames
- Tatsuya, no tiene nada de malo que le hable a mi bro para saludar
- Oye, estas con Kuroko y Akashi podemos tomar algo mientras hablamos
- No, el salió para encontrarse con el enano psicópata, espera como sabes que ...
- Estoy en Tokyo por un partido y justo ahora los veo sentados en una cafetería
- Mira Muro-chin se están besando - Interrumpiendo al pelinegro, jalandole el brazo y provocando que soltase el móvil
- Atsushi que haces? Tire el teléfono y se rompió
- Lo siento Muro-chin, pero esos perritos se estaban besando, Puedo hacer lo mismo contigo- Habló con su típico tono infantil logrando que el pelinegro se sonrojase
- Cuando lleguemos a casa lo haces, así qué mueve los pies
Mas animado que nunca , el grandulon llevaba a su acompañante como si fuese papalote, pues quería llegar rápido y poder así degustar su dulce favorito